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La cognición es la facultad de los seres vivos de procesar información a partir de la percepción, el

conocimiento y las características subjetivas.


La cognición engloba procesos como el aprendizaje, el razonamiento, la atención la memoria, la
resolución de problemas, la toma de decisión o la elaboración de sentimientos.
El estudio de la cognición se ha realizado desde diferentes perspectivas como la neurología, la
psicología, el psicoanálisis, la sociología o la filosofía. En este sentido, se interpreta la cognición como
un proceso mental global que permite el procesamiento de la información que accede a la mente de los
seres humanos.
La cognición se caracteriza por ser un proceso muy relacionado con otros conceptos abstractos como la
mente, la percepción, el razonamiento, la inteligencia o el aprendizaje.

Caracteristicas

La palabra cognición proviene del latín, donde “cognoscere” la cognición refiere a todo aquello que
pertenece o se encuentra relacionado con el conocimiento.
La cognición resulta pues el cúmulo de toda la información que adquieren las personas a lo largo de su
vida a través del aprendizaje y las experiencias vivenciadas.
La cognición es la capacidad que tienen los seres vivos de procesar la información a partir de la
percepción.
Es decir, a través de la captación de estímulos del mundo exterior mediante los sentidos, la persona
inicia una serie de procedimientos que permiten la adquisición de información y que se define como
cognición.
La cognición es pues un proceso que es realizado por las estructuras cerebrales de las personas y que
implica la realización de más de una actividad que permite desarrollar el aprendizaje.

Actividad cognoscitiva
La actividad cognoscitiva presenta una serie de características que definen su funcionamiento. En
términos generales, las propiedades de la actividad cognoscitiva definen buena parte de la cognición
como proceso mental.
La actividad cognoscitiva se caracteriza por ser:

1- Proceso sensorial
La actividad cognoscitiva es un proceso mental a través del cual la persona es capaz de captar y
percibir los aspectos de la realidad. Esta actividad es realizada a través de los órganos sensoriales y
tiene la finalidad principal de comprender la realidad.

2- Proceso de integración
La actividad cognoscitiva implica procesos de recepción, integración, relación y modificación de la
información circundante.
En este sentido, la información no se percibe de forma pasiva sino de forma activa. La persona
modifica y adapta los estímulos captados para generar conocimiento a través de la cognición.
3- Creación de ideas
La cognición es el método mediante el cual la persona es capaz de asimilar ideas, formar imágenes y
generar la construcción del conocimiento.
Sin la actividad cognoscitiva las personas serían incapaces de generar conocimiento propio y
elaborado, y percibirían el mundo de una forma pasiva.

4- Proceso de estructuración
Finalmente, la actividad cognoscitiva se caracteriza por resultar un proceso que permite aportar
estructura y organización al conocimiento.
La información elaborada a través de la cognición se integra de una forma global y genera
clasificaciones jerárquicas que dan lugar a la estructura cognitiva de la persona.

Estructura cognitiva
Múltiples investigaciones se han centrado en estudiar los elementos que componen la estructura de la
cognición. Es decir, determinar qué aspectos participan en los procesos cognitivos.
En este sentido, se sustenta que la cognición es una actividad que implica la realización de múltiples
procesos. La cognición resulta pues un procedimiento mental generalizado que engloba diferentes
tareas.
En la actualidad existe cierta controversia a la hora de definir la estructura cognitiva. La cognición es
un proceso mental amplio y abstracto que a menudo planea divergencias en el establecimiento de su
funcionamiento.
No obstante, hoy en día existe cierto consenso en establecer que los principales aspectos de la
estructura cognitiva son los siguientes.

1- Observación
La primera actividad desempeñada en la cognición es la observación, es decir, la detección y
asimilación de uno o varios elementos visuales.
La observación se lleva a cabo a través del sentido de la vista y permite la captación del estímulo y la
recepción de la información pertinente.

2- Identificación de variables
Las investigaciones acerca de la cognición apuntan que la segunda actividad de la estructura cognitiva
consiste en identificar las variables.
Esto quiere decir que una vez captado y percibido el estímulo, los procesos cognitivos se encargan de
ubicar de una forma precisa y puntal los elementos o las parte involucradas en el fenómeno de estudio.
Esta actividad permite la identificación y la delimitación de las distintas características de los
elementos percibidos y dan lugar a una primera fase de organización cognitiva.

3- Comparación
De forma paralela a la identificación de las variables del estímulo aparece la comparación. Este
proceso, tal y como su nombre indica, trata de comparar los elementos percibidos con el resto de
información que se posee a nivel cerebral.
La comparación permite identificar los aspectos similares y distintos de cada uno de los elementos
percibidos.

4- Relación
Una vez identificados y comparados los estímulos, el proceso cognitivo se centra en relacionar los
elementos percibidos.
Esta acción consiste en establecer conexiones entre dos o más cosas con el objetivo de integrar la
información adquirida y generar un conocimiento global.

5- Ordenamiento
A parte de relacionar, se postula que la actividad cognoscitiva implica también procesos de
ordenamiento.
Mediante esta actividad se acomodan y se distribuyen los elementos a través de estructuras ordenadas.
El ordenamiento suele realizarse a partir de las características o las cualidades de los elementos y
permite organizar el conocimiento.

6- Clasificación jerárquica
Finalmente, el último aspecto de la estructura cognitiva consiste en clasificar el conocimiento de una
forma jerárquica.
Esta última actividad consiste en articular o relacionar los diversos fenómenos en función de su
importancia. De forma general, se pueden presentar de lo general a lo particular (cuando se utiliza un
método cognitivo deductivo) o de lo particular a lo general (cuando se utiliza un método cognitivo
inductivo).

Procesos cognitivos
Los procesos cognitivos son los procedimientos que se llevan a cabo para incorporar nuevos
conocimientos y tomar decisiones al respecto.
Los procesos cognitivos se caracterizan por la participación de varias funciones cognitivas como la
percepción, la atención, la memoria o el razonamiento. Estos funciones cognitivas trabajan de forma
conjunta con el objetivo de integrar el conocimiento.

1- Percepción
La percepción es el proceso cognitivo que permite comprender el entorno a través de la interpretación,
la selección y la organización de diferentes tipos de información.
La percepción implica estímulos del sistema nervioso central que se producen a través de la
estimulación de los órganos de los sentidos.
El oído, el vista, el tacto, el olfato y el gusto son procesos perceptivos que resultan básicos para la
cognición. Sin su participación resultaría imposible captar los estímulos, por lo que la información no
accedería al cerebro y este no podría poner en marcha el resto de procesos cognitivos.
La percepción se caracteriza por resultar un proceso inconsciente. No obstante, esto no quiere decir que
sea una actividad pasiva. La percepción suele estar moldeada por el aprendizaje previo, las
experiencias, la educación y los elementos almacenados en la memoria.

2- La atención
La atención es un proceso cognitivo que permite concentrar las capacidades cognitivas en un estímulo
o una actividad concreta.
Así pues, en cierto modo, la atención es esa actividad que modula el funcionamiento de los procesos
perceptivos. La atención permite centrar y concentrar los sentidos de forma selectiva en un aspecto del
entorno sin tener en cuenta de los demás.
La capacidad de concentrarse y prestar atención resulta una habilidad esencial para el funcionamiento
cognitivo de las personas. Si la atención no se centra adecuadamente, la captación de la información
tiende a ser débil y resulta complejo que esta se almacene en las estructuras cerebrales.
De este modo la atención es un proceso cognitivo que permite la obtención de la información, el
aprendizaje y el razonamiento complejo.

3- Memoria
La memoria es una función cognitiva compleja. Esta permite codificar, almacenar recuperar
información del pasado. De este modo, se interpreta más como una serie de funciones cognitivas más
que como un única actividad.
En primer lugar, la memoria de trabajo constituye una actividad cognitiva estrechamente vinculada con
la atención. Esta permite retener la información percibida y atendida durante un periodo de tiempo
limitado (pocos segundos) y resulta básica para no olvidar los estímulos captados.
Posteriormente, la memoria a corto plazo permite continuar con la retención de la información durante
un periodo de tiempo algo más elevado, con el objetivo de empezar a memorizar el nuevo aprendizaje.
Finalmente, la aparición de la memoria a largo plazo es esa función cognitiva que da lugar a la
formación de recuerdos sólidos y resistentes al paso del tiempo. Constituye el contenido del
conocimiento de las personas y permite la recuperación de información almacenada en las estructuras
cerebrales.

4- Pensamiento
El pensamiento es una función abstracta y difícil de delimitar. De forma general, se define como
la actividad que permite integrar toda la información adquirida y almacenada en las estructuras
cerebrales.
No obstante, el pensamiento no sólo opera con el conocimiento previamente adquirido, sino que puede
integrarse con el resto de funciones cognitivas (percepción, atención y memoria) para funcionar de
forma paralela con la adquisición de nueva información.
En este sentido, se considera que el pensamiento resulta una función indispensable para la ejecución de
cualquier proceso cognitivo.
Así mismo, el pensamiento resulta una actividad importante que modula la actividad de la percepción,
la atención y la memoria, por lo que se retroalimenta de forma bidireccional con el resto de funciones
cognitivas.
Algunas de las actividades específicas que se pueden llevar a cabo mediante el pensamiento son el
razonamiento, la síntesis o la regulación de problemas. En su sentido más general, el pensamiento es
esa actividad que da lugar a las funciones ejecutivas.

5- Lenguaje
La determinación del lenguaje como función cognitiva resulta algo más controvertida. Para realizar esta
relación entre cognición y lenguaje es importante tener en cuenta que el lenguaje no implica
únicamente el acto del habla.
Por lenguaje se interpreta toda actividad que tiene como objetivo dar sentido y expresión (tanto interna
como externa) a los estímulos percibidos.
Dicho de otra forma, el lenguaje permite dar nombre a los elementos abstractos que se perciben y
resulta una función fundamental para organizar y estructurar todo el conocimiento que posee una
persona.
Así mismo, el lenguaje juega un papel fundamental en la
expresión y transmisión de conocimiento, ideas y sentimientos de
los individuos. A través de esta actividad las personas consiguen
comunicarse entre sí, organizar el mundo y transmitir información
a través de distintas vías.
Object 1

Apendizaje
Finalmente, el aprendizaje es ese proceso cognitivo a través del cual las personas son capaces
de incorporar nueva información a los elementos previamente almacenados y organizados en
su mente.
El aprendizaje se encarga de incluir todo tipo de elementos en el conocimiento de las personas. Estas
pueden resultar de cualquier índole y abarcan tanto el aprendizaje de conductas simples o hábitos como
la adquisición de habilidades complejas o contenidos elaborados.
El papel del aprendizaje sobre la cognición resulta altamente importante, ya que modula el proceso
cognitivo de una forma integral.
Tal y como postuló el famoso psicólogo suizo Jean William Fritz Piaget, el aprendizaje resulta ese
proceso cognitivo en el que la información entra en el sistema cognitivo y lo modifica.
Esto da lugar a interpretar el aprendizaje como una función cognitiva dinámica. El aprendizaje va
integrando, con el paso del tiempo, información diversa, hecho que modifica el conocimiento del
individuo y su funcionamiento cognitivo.
Qué es la cognición? Significado y definición
¿Qué es la cognición? La palabra cognición viene del latín "cognoscere", que significa conocer. Por lo
tanto, cuando hablamos de lo cognitivo normalmente nos estamos refiriendo a todo aquello que
pertenece o que está relacionado con el conocimiento, es decir, el cúmulo de información que hemos
adquirido gracias al aprendizaje o la experiencia.
La definición más aceptada de cognición es la capacidad que tenemos los seres vivos de procesar
la información a partir de la percepción (estímulos que nos llegan del mundo exterior a través de los
sentidos), el conocimiento adquirido con la experiencia y nuestras características subjetivas que nos
permiten integrar toda esta información para valorar e interpretar el mundo. Es decir, la cognición es la
habilidad que tenemos para asimilar y procesar los datos que nos llegan de diferentes vías (percepción,
experiencia, creencias…) para convertirlos en conocimiento. La cognición engloba diferentes procesos
cognitivos como el aprendizaje, la atención, la memoria, el lenguaje, el razonamiento, la toma de
decisiones, etc… que forman parte del desarrollo intelectual y de la experiencia.
Distintas disciplinas han abordado el estudio de la cognición, la neurología, la psicología, la
antropología, la filosofía e incluso las ciencias de la información. Pero fue la psicología cognitiva la
que empezó a estudiar cómo el procesamiento de la información influía en la conducta y qué
relación tenían los diferentes procesos mentales en la adquisición del conocimiento. La psicología
cognitiva surgió a finales de los años 50 como contraposición al conductismo imperante de la época.
Autores como Piaget y Vigotsky revolucionaron el panorama científico gracias a sus teorías sobre el
desarrollo y aprendizaje cognitivo, que aún hoy siguen vigentes. A partir de la década de los 60, el
interés por la cognición y las capacidades cognitivas aumentó exponencialmente, y el número de
investigaciones que se generaron permitió incrementar el conocimiento que tenemos sobre estos
procesos.
Actualmente, los avances en neuroimagen nos permiten añadir un conocimiento fisiológico y
neuroanatómico muy importante para la comprensión de los procesos mentales y cómo estos influyen
en nuestras conductas y emociones.

Los procesos cognitivos


¿Qué son los procesos cognitivos? Podemos entender los procesos cognitivos como los
procedimientos que utilizamos para incorporar nuevos conocimientos y tomar decisiones al respecto.
En dichos procesos intervienen varias funciones cognitivas: la percepción, la atención, la memoria, el
razonamiento… Todas estas funciones cognitivas trabajan conjuntamente para integrar el conocimiento
y crear una interpretación del mundo que nos rodea.
• LA PERCEPCIÓN COMO PROCESO COGNITIVO: La percepción cognitiva nos permite
organizar y comprender el mundo a través de los estímulos que recibimos con los sentidos.
Podemos recibir información de los cinco los sentidos clásicos como la vista, el oído, el gusto,
el olfato y el tacto, pero también de otros no tan conocidos como la propiocepción (es el sentido
que informa sobre la posición corporal, el que nos permite que tengamos un esquema corporal y
sepamos qué posición ocupamos en el espacio) o la interocepción (que es la percepción de
cómo están los órganos de nuestro cuerpo, y es el que nos permite saber cuándo tenemos sed o
hambre). Una vez recibidos, nuestro cerebro integra toda esta información, creando un nuevo
conocimiento.
• LA ATENCIÓN COMO PROCESO COGNITIVO: La atención es un proceso cognitivo que
nos permite concentrarnos en un estímulo o una actividad, para luego poderlo procesar más
profundamente en la conciencia. La atención es una función cognitiva fundamental para el
desarrollo de la vida diaria y se utiliza en la mayoría de tareas que llevamos a cabo. De hecho,
también se la considera como el mecanismo que controla y regula el resto de procesos
cognitivos: desde la percepción (necesitamos la atención para atender a los estímulos que nos
llegan de los sentidos) hasta el aprendizaje o el razonamiento complejo.
• LA MEMORIA COMO PROCESO COGNITIVO: La memoria es la función cognitiva que
permite codificar, almacenar y recuperar la información del pasado. La memoria es un proceso
básico para el aprendizaje y es la que nos permite crearnos un sentido de identidad. Hay muchos
tipos y clasificaciones de memoria, podemos hablar de la memoria a corto plazo, que es
capacidad de mantener temporalmente la información en la mente (recordar un número de
teléfono en la mente hasta que conseguimos apuntarlo en un papel), y de memoria a largo plazo
que son todos aquellos recuerdos o conocimientos que guardamos durante mucho más tiempo.
Esta a su vez puede dividirse en memoria declarativa, que incluye tanto conocimientos
adquiridos mediante el lenguaje y la educación (por ejemplo, saber que la guerra civil acabó en
1939) como los adquiridos a través de experiencias personales y vivencias (recordar lo que me
cocinaba mi abuela en el pueblo); o memoria procedimental, que se refiere al aprendizaje de
rutinas (por ejemplo, aprender a conducir o ir en bici), memoria auditiva, memoria contextual,
denominación, reconocimiento.
• EL PENSAMIENTO COMO PROCESO COGNITIVO: El pensamiento es fundamental en
todo proceso cognitivo. Permite integrar toda la información recibida y establecer relaciones
entre los datos que la componen. Para ello se vale del razonamiento, la síntesis y la resolución
de problemas, es decir, de las funciones ejecutivas.
• EL LENGUAJE COMO PROCESO COGNITIVO: El lenguaje es la capacidad que tenemos
para expresar pensamientos y sentimientos a través de la palabra. Es la herramienta que usamos
para comunicarnos y para organizar y transmitir la información que tenemos sobre nosotros y
sobre el mundo. El lenguaje y el pensamiento se desarrollan de forma paralela y están
íntimamente relacionados, influyéndose recíprocamente.
• EL APRENDIZAJE COMO PROCESO COGNITIVO: Es el proceso cognitivo a través del
cual incorporamos nueva información a nuestro conocimiento previo. En el aprendizaje
incluimos cosas tan dispares como el aprendizaje de conductas o hábitos como lavarnos los
dientes o aprender a caminar, como todos los conocimientos que vamos adquiriendo con la
socialización y la escuela. Piaget y otros autores hablaban del aprendizaje cognitivo como el
proceso en el que la información entra en el sistema cognitivo y lo cambia.

Los procesos cognitivos pueden ser naturales o artificiales, conscientes o inconscientes, pero
generalmente son muy rápidos y ocurren constantemente y casi sin que nos demos cuenta. Por
ejemplo, cuando vamos por la calle y vemos un semáforo en rojo iniciamos un proceso
cognitivo que nos llevará a tomar una decisión (cruzar o no cruzar). Lo primero que haremos
es centrar nuestra atención en el semáforo, a través de la vista veremos que está en rojo. En
cuestión de milisegundos recuperamos de nuestra memoria que cuando está el semáforo en
rojo no se debe cruzar; pero también recordaremos que, a veces, si no pasan coches lo
hacemos. Aquí probablemente tomemos nuestra primera decisión: o esperamos hasta que el
semáforo se ponga en rojo, o mirar hacia un lado y otro de la calle (dirigir de nuevo nuestra
atención) para ver si pasan coches o si es seguro cruzar.

Lenguaje

El lenguaje
La capacidad de comprensión y de comunicación con el resto de personas viene determinada por el
lenguaje.
Este proceso mental superior nos permite estructurar el pensamiento, estableciendo conexiones entre
las ideas y representaciones mentales mediante los esquemas. Por ello, se dice que el lenguaje es el
vehículo sobre el que discurre el pensamiento, yendo ambos conceptos unidos de la mano. Los dos son
distintas caras de una misma moneda.
Pero no debemos confundir la capacidad del lenguaje con sus modalidades. Existen varias formas de
lenguaje, siendo la más común el lenguaje verbal. Sin embargo, existen otras formas de expresión
como los gestos -elaborados culturalmente- que complementan la comunicación oral. Las mismas
palabras acompañadas de distintos gestos pueden significar cosas totalmente distintas.
Finalmente, también es necesario mencionar las formas artísticas como expresión comunicativa; la
música, la pintura, la escultura... poseen su propio lenguaje.

Lenguaje
Es el resultado de una actividad nerviosa compleja, que permite la comunicación interpersonal de
estados psíquicos a través de la materialización de signos multimodales que simbolizan estos estados,
de acuerdo con una convención propia de una comunidad lingüística (Pérez, 1998).
Es un proceso y un producto de la actividad de un sujeto que le permite comprender y producir
mensajes. (Santiago de Torres, J. et al, 2006)
Fisiología cerebral del Lenguaje
El cerebro humano dividido en dos hemisferios, izquierdo y derecho, se conectan por haces de fibras
cruzadas que permiten que la información fluya entre ellos (Reyes & Camacho, 2007). La más
relevante de estas haces es el conocido como cuerpo calloso. El córtex es la superficie del cerebro, y
una observación detallada del mismo nos permite ver unas especies de prominencias y depresiones que
reciben el nombre de giros y surcus, respectivamente.
El anatomista Korbiniam Brodmann distinguió diferentes áreas funcionales en la corteza cerebral
basándose en la estructura de las células, en la densidad de éstas y su distribución característica en
capas. Estableciendo que la corteza se dividía en 51 áreas. Las áreas que intervienen en el lenguaje son
las 44 y 45, que coinciden con el área de Broca, y las áreas 21 y 22 con el área de Wernicke.
Aspectos receptivos y expresivos del lenguaje
Pérez (1998), sostiene que el cerebro actúa en el lenguaje por medio de un sistema funcional complejo,
con dos subsistemas:
Primario: oír y hablar
Secundario: leer y escribir
Polo Receptivo.
• Nivel auditivo: Externo
Interno. Nervio auditivo. VIII par craneal
• Recepción: área auditiva primaria. Área 41
• Análisis fonémico en el lóbulo temporal. Discriminación de rasgos fonémicos significativos.
Área de Wernicke, correspondiente al área 22 del hemisferio izquierdo.
• Comprensión de sintagmas. Áreas terciarias, 39 y 40 del hemisferio izquierdo.
• Reconocimiento general de la comunicación. Implica áreas frontales posteriores y frontales.
Polo Expresivo.
• El lenguaje oral se logra a partir de una combinación de músculos activados por la vía motora,
que manda impulsos al sistema bucofonatorio.
• El sistema central del lenguaje está constituido por las áreas cerebrales asociativas del
hemisferio izquierdo. Corresponde a la zona irrigada por la arteria cerebral media.
Las lesiones a este nivel impiden la repetición, y suelen provocar trastornos afásicos.
Las lesiones en las zonas terciarias impiden la extracción de la significación y la ordenación de las
unidades lingüísticas en los procesos expresivos. Disminuyen la capacidad de emplear un amplio
vocabulario.
Cuando alguien lee una palabra (escrita) se requiere la cooperación de varias áreas y córtex del cerebro.
¿Qué pasa en el cerebro cuando se lee una palabra?
Cuando una persona ve en pantalla la palabra Amanecer y luego la pronuncia. Ocurre lo siguiente:
La sensación se registra en el córtex visual primario (1), luego se transmite al giro angular (2) que
asocia la forma visual con la parte fonológica en el área de Wernicke (3), luego esta representación se
transmite del área de Wernicke al área de Broca (4), a través de un haz de fibras nerviosas llamado
fascículo arqueado (5). En el área de Broca la palabra evoca un detallado programa de articulación y a
su vez el córtex motor (6) pone en movimiento los músculos de los labios, de la lengua, de la faringe y
de todos los músculos necesarios para pronunciar la palabra Amanecer.

Estructuras corticales y subcorticales que intervienen en el lenguaje


Estructuras corticales.
La conducta compleja requiere redes neurales de gran magnitud. El lenguaje depende de una red neural
compuesta por otras redes locales separadas e interconectadas. Son básicas las áreas de Broca y de
Wernicke, pero interaccionando con otras regiones cerebrales (Pérez, 1998).
La zona del habla corresponde a la superficie cortical irrigada por la arteria cerebral media en el
hemisferio izquierdo. En la zona del habla se localiza el área de Broca, el área de Wernicke y el
Fascículo arqueado, que establece la comunicación entre ambas.
Las lesiones en la zona del habla provocan afasia por desintegración, que se caracterizan por la
imposibilidad de repetición.

Organización de las áreas de asociación somática, auditiva y visual; quienes proveen información al
área de wernicke, situada en la porción posterosuperior del lóbulo temporal. Se observa también el área
prefrontal y el área del lenguaje de Broca en el lóbulo frontal.

Áreas corticales del habla y el lenguaje en la corteza cerebral humana (hemisferio izquierdo). Las
lesiones en la región frontal anterior denominada área de Broca alteran la producción del habla; la
alteración de un área de la corteza parieto-temporal denominada área de Wernicke perturba la
comprensión del lenguaje; la lesión del giro supramarginal impide la repetición de la palabra oída.
Área de Broca.
Es una región especial en la corteza frontal, que dota a esta de los circuitos nerviosos para la formación
de las palabras. Esta área en parte está situada en la corteza pre frontal posterolateral y en parte en el
área pre motora. Es aquí donde se ponen en marcha y se ejecutan los planes y los patrones para la
expresión de cada palabra o incluso de frases cortas. Esta área también funciona íntimamente vinculada
al centro para la comprensión del lenguaje de Wernicke en la corteza de asociación temporal (Guyton &
Hall, 2006).
¿Qué es la cognición?
El término “cognición” se puede definir como la capacidad de algunos seres
vivos de obtener información de su entorno y, a partir de su procesamiento
por parte del cerebro, de interpretarla y darle un significado. En este sentido
los procesos cognitivos dependen tanto de las capacidades sensoriales como
del sistema nervioso central.

Se trata de un concepto de significado muy amplio que puede ser


equiparado a grandes rasgos con el de “pensamiento”. No obstante,
como veremos más adelante, este término también puede hacer referencia a
uno de los procesos o fases que componen la cognición: el razonamiento, que
se solapa a su vez con la resolución de problemas.

En el ámbito de la psicología la cognición se entiende como el procesamiento


de cualquier tipo de información mediante las funciones mentales. Desde un
punto de vista histórico esta conceptualización se deriva de la tradicional
separación entre lo racional y lo afectivo; no obstante, en la actualidad la
emoción con frecuencia es vista también como un proceso cognitivo.

A lo largo de la historia muchos autores han propuesto que la cognición,


particularmente la que tiene lugar de forma consciente, debe ser el objeto de
estudio principal de la psicología científica. Wilhelm Wundt, Hermann
Ebbinghaus o William James empezaron a estudiar los procesos cognitivos
básicos como la memoria o la atención a finales del siglo XIX.

Los desarrollos actuales en el estudio de la cognición deben mucho


a las teorías del procesamiento de la información y a la orientación
cognitivista en general, muy populares a partir de mediados del
siglo XX. Estos paradigmas favorecieron la consolidación de campos
interdisciplinares tan relevantes como la neuropsicología y la
neurociencia cognitiva.

Actividad cognoscitiva
La actividad cognoscitiva presenta una serie de características que definen su funcionamiento. En
términos generales, las propiedades de la actividad cognoscitiva definen buena parte de la cognición
como proceso mental.
La actividad cognoscitiva se caracteriza por ser:

1- Proceso sensorial
La actividad cognoscitiva es un proceso mental a través del cual la persona es capaz de captar y
percibir los aspectos de la realidad. Esta actividad es realizada a través de los órganos sensoriales y
tiene la finalidad principal de comprender la realidad.
2- Proceso de integración
La actividad cognoscitiva implica procesos de recepción, integración, relación y modificación de la
información circundante.
En este sentido, la información no se percibe de forma pasiva sino de forma activa. La persona
modifica y adapta los estímulos captados para generar conocimiento a través de la cognición.

3- Creación de ideas
La cognición es el método mediante el cual la persona es capaz de asimilar ideas, formar imágenes y
generar la construcción del conocimiento.
Sin la actividad cognoscitiva las personas serían incapaces de generar conocimiento propio y
elaborado, y percibirían el mundo de una forma pasiva.

4- Proceso de estructuración
Finalmente, la actividad cognoscitiva se caracteriza por resultar un proceso que permite aportar
estructura y organización al conocimiento.

La información elaborada a través de la cognición se integra de una


forma global y genera clasificaciones jerárquicas que dan lugar a la
estructura cognitiva de la persona.

Estructura cognitiva
Múltiples investigaciones se han centrado en estudiar los elementos que componen la estructura de la
cognición. Es decir, determinar qué aspectos participan en los procesos cognitivos.
En este sentido, se sustenta que la cognición es una actividad que implica la realización de múltiples
procesos. La cognición resulta pues un procedimiento mental generalizado que engloba diferentes
tareas.
En la actualidad existe cierta controversia a la hora de definir la estructura cognitiva. La cognición es
un proceso mental amplio y abstracto que a menudo planea divergencias en el establecimiento de su
funcionamiento.
No obstante, hoy en día existe cierto consenso en establecer que los principales aspectos de la
estructura cognitiva son los siguientes.

1- Observación
La primera actividad desempeñada en la cognición es la observación, es decir, la detección y
asimilación de uno o varios elementos visuales.
La observación se lleva a cabo a través del sentido de la vista y permite la captación del estímulo y la
recepción de la información pertinente.
2- Identificación de variables
Las investigaciones acerca de la cognición apuntan que la segunda actividad de la estructura cognitiva
consiste en identificar las variables.
Esto quiere decir que una vez captado y percibido el estímulo, los procesos cognitivos se encargan de
ubicar de una forma precisa y puntal los elementos o las parte involucradas en el fenómeno de estudio.
Esta actividad permite la identificación y la delimitación de las distintas características de los
elementos percibidos y dan lugar a una primera fase de organización cognitiva.

3- Comparación
De forma paralela a la identificación de las variables del estímulo aparece la comparación. Este
proceso, tal y como su nombre indica, trata de comparar los elementos percibidos con el resto de
información que se posee a nivel cerebral.
La comparación permite identificar los aspectos similares y distintos de cada uno de los elementos
percibidos.

4- Relación
Una vez identificados y comparados los estímulos, el proceso cognitivo se centra en relacionar los
elementos percibidos.
Esta acción consiste en establecer conexiones entre dos o más cosas con el objetivo de integrar la
información adquirida y generar un conocimiento global.

5- Ordenamiento
A parte de relacionar, se postula que la actividad cognoscitiva implica también procesos de
ordenamiento.
Mediante esta actividad se acomodan y se distribuyen los elementos a través de estructuras ordenadas.
El ordenamiento suele realizarse a partir de las características o las cualidades de los elementos y
permite organizar el conocimiento.

6- Clasificación jerárquica
Finalmente, el último aspecto de la estructura cognitiva consiste en clasificar el conocimiento de una
forma jerárquica.

Esta última actividad consiste en articular o relacionar los diversos


fenómenos en función de su importancia. De forma general, se
pueden presentar de lo general a lo particular (cuando se utiliza un
método cognitivo deductivo) o de lo particular a lo general (cuando
se utiliza un método cognitivo inductivo).

Procesos cognitivos

procesos cognitivos como los procedimientos que utilizamos para


incorporar nuevos conocimientos y tomar decisiones al respecto. En
dichos procesos intervienen varias funciones cognitivas: la percepción, la
atención, la memoria, el razonamiento… Todas estas funciones
cognitivas trabajan conjuntamente para integrar el conocimiento y
crear una interpretación del mundo que nos rodea.

Los procesos cognitivos pueden ser naturales o artificiales,


conscientes o inconscientes, pero generalmente son muy rápidos y
ocurren constantemente y casi sin que nos demos cuenta. Por
ejemplo, cuando vamos por la calle y vemos un semáforo en rojo
iniciamos un proceso cognitivo que nos llevará a tomar una decisión
(cruzar o no cruzar). Lo primero que haremos es centrar nuestra
atención en el semáforo, a través de la vista veremos que está en
rojo. En cuestión de milisegundos recuperamos de nuestra memoria
que cuando está el semáforo en rojo no se debe cruzar; pero
también recordaremos que, a veces, si no pasan coches lo hacemos.
Aquí probablemente tomemos nuestra primera decisión: o
esperamos hasta que el semáforo se ponga en rojo, o mirar hacia un
lado y otro de la calle (dirigir de nuevo nuestra atención) para ver si
pasan coches o si es seguro cruzar.

1- Percepción

2- La atención

3- Memoria

4- Pensamiento

Lenguaje

aprendizaje

LENGUAJE El lenguaje es la capacidad que tenemos para expresar


pensamientos y sentimientos a través de la palabra. Es la
herramienta que usamos para comunicarnos y para organizar y
transmitir la información que tenemos sobre nosotros y sobre el
mundo. El lenguaje y el pensamiento se desarrollan de forma
paralela y están íntimamente relacionados, influyéndose
recíprocamente.
La capacidad de comprensión y de comunicación con el resto de
personas viene determinada por el lenguaje.
Este proceso mental superior nos permite estructurar el
pensamiento, estableciendo conexiones entre las ideas y
representaciones mentales mediante los esquemas. Por ello, se dice
que el lenguaje es el vehículo sobre el que discurre el pensamiento,
yendo ambos conceptos unidos de la mano. Los dos son distintas
caras de una misma moneda.
Pero no debemos confundir la capacidad del lenguaje con sus
modalidades. Existen varias formas de lenguaje, siendo la más
común el lenguaje verbal. Sin embargo, existen otras formas de
expresión como los gestos -elaborados culturalmente- que
complementan la comunicación oral. Las mismas palabras
acompañadas de distintos gestos pueden significar cosas
totalmente distintas.
Finalmente, también es necesario mencionar las formas artísticas
como expresión comunicativa; la música, la pintura, la escultura...
poseen su propio lenguaje.
con dos subsistemas:
Primario: oír y hablar
Secundario: leer y escribir

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