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ESTADO ACTUAL DE LA TEORÍA GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN

Todas las teorías que analizaremos brevemente para conocer mejor sus contribuciones y
enfoques, son válidas, aunque cada quien le dé valor sólo a una o algunas de las cinco
variables básicas, ya que cada teoría surgió como una respuesta a los problemas
empresariales de cada época, por lo que tuvieron éxito al presentar soluciones específicas
para la solución de dichos problemas y en cierto modo son aplicables a las situaciones
actuales.

El administrador, necesita conocerlas para contar con un amplio marco de referencia en la


toma de decisiones al interior de las organizaciones ya que en la actualidad las líneas de
montaje de las empresas automotrices, utilizan los mismos principios de la administración
científica y en su estructura organizacional los mismos principios de la teoría clásica y
neoclásica. La organización empresarial como un todo puede explicarse a través de la
teoría de la burocracia. Sus supervisores son preparados según el enfoque de la teoría de
las relaciones humanas. Los gerentes se preocupan por la teoría del comportamiento
organizacional. Las relaciones de este tipo de empresa con la comunidad se estudian con
la lente de la teoría estructuralista, de la neoestructuralista y de la teoría contingencial y su
interrelación con la tecnología es explicada por ésta última teoría.

El estado actual de la Teoría General de la Administración es bastante complejo: se


caracteriza por una variedad enorme de enfoques respecto al objeto de estudio e implica
un amplio espectro de variables que deben tomarse en cuenta.

Hoy en día la Teoría General de la Administración estudia a las organizaciones en su


función administrativa desde el punto de vista de la interacción e interdependencia entre
las cinco variables principales, cada una de las cuales es objeto específico de estudio por
parte de una o más corrientes de la teoría administrativa.

Las cinco variables básicas -tarea, estructura, personas, tecnología y ambiente- constituyen
los componentes esenciales en el estudio de la administración de las empresas. El
comportamiento de los componentes es sistémico y complejo: cada cual influye y es
influenciado a su vez, por los demás componentes. Las modificaciones que se llevan a cabo
en cada uno de ellos provocan modificaciones en mayor o menor medida en los demás. Su
comportamiento conjunto es diferente de la suma de los comportamientos de cada
componente considerado de manera aislada.

Lograr que esas cinco variables se distribuyan de manera proporcionada, constituye el


principal desafío de la administración. En el nivel de una unidad subespecializada
(departamento división o sección), algunas de esas variables puede asumir un papel
determinante.

A medida que la administración se enfrenta con nuevos desafíos y situaciones, las doctrinas
y las teorías administrativas necesitan adaptar sus enfoques o modificarlos por completo
para que continúen siendo útiles y aplicables.

Así a través de la historia, podemos constatar que en el campo del estudio de la


administración, la teoría clásica (pionera en el estudio de la administración) se basaba en
los métodos y el proceso de trabajo de cada obrero, después de algunas décadas, dicho
campo se fue elevando gradualmente en nivel y amplitud organizacional, hasta llegar, con
la teoría contingencial, a lo que pertenece más a la esfera externa que interna de la
organización: su contexto ambiental.

La administración en la sociedad moderna

A pesar de ser la administración una disciplina relativamente nueva, su desarrollo ha sido


muy rápido durante los últimos setenta años.

La administración es un fenómeno universal en el mundo moderno, las organizaciones


requieren de la toma de decisiones, coordinación de múltiples actividades, dirección de
personas, evaluación del desempeño con base en objetivos previamente determinados,
consecución y ubicación de recursos varios, etc.

La administración en la sociedad moderna se ha vuelto vital e indispensable. En una


sociedad de organizaciones, donde la complejidad y la interdependencia de éstas son un
aspecto crucial, la administración sobresale como el factor clave, tanto para el
mejoramiento de la calidad de vida como para la solución de los problemas más
complejos que afligen a la humanidad.

Perspectivas futuras de la administración

Recientemente Warren G. Bennis87 predijo que en los próximos 25 a 50 años el mundo


vería el fin de la organización de hoy (la organización burocrática) y el surgimiento de
sistemas nuevos más adecuados a las demandas de la posindustrialización. Tal predicción
se basa en el principio evolutivo según el cual, cada época desarrolla un tipo de
organización apropiado a sus características. Bennis, al destacar que las debilidades de la
organización burocrática son los gérmenes de los futuros sistemas organizacionales se
refiere a:

 Los cambios rápidos e inesperados, principalmente en el campo del conocimiento y


de la explosión demográfica, que imponen nuevas y crecientes necesidades que las
actuales organizaciones no están en condiciones de atender;

 El crecimiento en el tamaño de las organizaciones, en la medida en que se vuelvan


complejas e internacionales;

 Las actividades de hoy, que exigen personas con competencias diversas y altamente
especializadas, lo cual implica problemas de coordinación y, principalmente, de seguimiento
de los cambios acelerados.

En las próximas décadas la tarea administrativa será incierta y desafiante, pues se verá
afectada por un sinnúmero de variables, cambios y transformaciones cargados de
ambigüedad y de incertidumbre.

El administrador, se enfrentará con problemas multifacéticos cada vez más diferentes y


complejos que los anteriores y su atención será disputada por eventos y grupos ubicados
dentro y fuera de la empresa, los cuales le suministrarán información contradictoria,
complicando su diagnóstico y su visión de los problemas por resolver o de las situaciones
por enfrentar, tales como las exigencias de la sociedad, de los clientes, de los proveedores,
de las agencias reguladoras, los desafíos de los competidores, las expectativas de la alta
administración, de los subordinados, de los accionistas, etc.

Con la inclusión de nuevas variables a medida que el proceso se desarrolla, los cambios
tienden a aumentar y crean una turbulencia que perturba y complica la tarea administrativa
de planear, organizar, dirigir y controlar una empresa eficiente y eficazmente. Basil y Cook
se refieren a la necesidad de establecer funciones administrativas volátiles y transitorias
para que el administrador pueda enfrentar esa turbulencia.

Principales desafíos para el futuro de la administración

El crecimiento de las organizaciones: Las organizaciones con éxito tienden al crecimiento


y a la ampliación de actividades, bien sea en términos de tamaño y recursos, de la
expansión de sus mercados o del volumen de sus operaciones.

A medida que una organización crece, se presenta una subdivisión interna (división del
trabajo) y una especialización de los órganos y de las personas y, en consecuencia, una
mayor necesidad de coordinación e integración de las partes responsables de garantizar la
eficiencia y la eficacia. La organización del futuro, deberá tener una estructura y un
comportamiento capaces de adaptarse a los cambios rápidos y frecuentes, y de esta
manera seguir con éxito los que se presentan en el mundo. En estas circunstancias, los
administradores “generales”, dotados de habilidades genéricas y variadas, tendrán
perspectivas más prometedoras que los administradores “especialistas”, concentrados en
pocas habilidades gerenciales;

Competencia más agresiva: a la par que aumentan los mercados y los negocios, crecen
también los riesgos en la actividad organizacional, principalmente en la actividad
empresarial.

El producto o servicio que demuestre ser superior o mejor será el que tenga mayor
demanda. La fabricación de tal producto o la prestación de tal servicio implicará mayores
inversiones en investigación y desarrollo, perfeccionamiento de la tecnología, disolución de
viejos departamentos y divisiones y creación de nuevos, mercados y necesidad de competir
con otras organizaciones para sobrevivir y crecer.
Sofisticación de la tecnología: con el progreso de las comunicaciones, del computador y del
transporte en jet, las organizaciones y las empresas han internacionalizado sus operaciones
y actividades. La tecnología proporcionará una eficiencia y una precisión mayores, así como
la liberación de actividad humana que se podrá orientar hacia tareas más complicadas que
exijan planeación y creatividad.

La tecnología introducirá nuevos procesos e instrumentos que afectarán la estructura y el


comportamiento de las organizaciones.

Tasas elevadas de inflación: los costos de energía, de materias primas, de mano de obra,
del dinero, se elevan continuamente. La inflación exigirá, cada vez mayor eficiencia de la
administración de las organizaciones y empresas, para que éstas puedan obtener mejores
resultados con los recursos disponibles y los programas de reducción de costos de
operación. La inflación impondrá de modo inevitable, nuevas presiones y amenazas sobre
las organizaciones con ánimo de lucro: éstas deberán luchar por las utilidades y la
supervivencia a través de la búsqueda de mayor productividad.

Internacionalización de los negocios: el esfuerzo para exportar y la creación de nuevas


subsidiarias en territorios extranjeros son un fenómeno reciente, ocurrido después de las
dos guerras mundiales estas dos manifestaciones influirán en las organizaciones del futuro
y su administración.

Protagonismo mayor de las organizaciones: a medida que crecen, las organizaciones se


vuelven más competitivas, más sofisticadas tecnológicamente, más internacionales y, con
esto, aumentan su influencia ambiental y del público, pasando a ser más notorias ante la
opinión pública. El protagonismo de la organización –su capacidad de llamar la atención de
los demás- puede ocurrir de manera positiva (imagen positiva de la organización frente al
público) o de manera negativa (imagen negativa). De cualquier modo, la organización jamás
será ignorada por diversos sectores: consumidores, proveedores, prensa, sindicatos,
gobiernos, etc., hecho que influirá en su comportamiento.

Todos estos desafíos traerán para la administración de las organizaciones y empresas:


La administración de la incertidumbre

Los cambios rápidos y bruscos, el crecimiento organizacional, la competencia de las demás


organizaciones y empresas, el desarrollo tecnológico, los fenómenos económicos de la
inflación, la internacionalización de las actividades, el protagonismo y el peso de la opinión
pública harán que las organizaciones del futuro (y de esta década) deban tener en cuenta,
no sólo la previsión, la continuidad y la estabilidad sino también la imprevisión, la
discontinuidad y la inestabilidad en todos los sectores de la actividad empresarial. Nuevas
formas y modelos de organización serán necesarios, y será imprescindible una nueva
mentalidad en los administradores.

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