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DEFINICIÓN
La característica que hace referencia a la moral como fenómeno universal, tiene su
respaldo en el hecho de que no existe normas morales que solo sean válidas para una
determinada comunidad y no para otra, toda regla moral tiene alcance universal, es decir
que todos estamos obligados a cumplir con el mandato que nos obliga la norma, sin
embargo esta queda exceptuada en las personas que no tienen conciencia moral.
Entonces podemos definir que se llama universalización de la moral, al alcance universal
que tiene una regla o norma de conducta moral, es la formalización a que aspira la razón y
la voluntad humana. La universalización de la moral es la más clara evidencia de que todos
aspiramos a una sociedad más justa, mas libre, más responsable, dentro de los cánones
establecidos por el imperativo categórico o ley moral.
Para comprender la moral como fenómeno universal lo analizaremos teniendo en cuenta los
siguientes fundamentos:
EL FENÓMENO DE LA MORAL
En general se designa a la ética como la ciencia que se ocupa de las acciones morales.
Esta universal opinión se funda en la idea de que se puede determinar, al menos por
aproximación, en qué consiste la moralidad de un acto; esto, a su vez, se apoya en el
presupuesto más hondo de que ya se conoce lo que propiamente constituye lo ético. En
esto último no se suele insistir porque se supone que es ago conocido por todos.
Para evitar ideas preconcebidas en el momento de ponernos a dar una definición del
concepto de ética, lo más sensato será describir, en primer término, el fenómeno de lo
moral, al objeto de establecer claramente hasta qué punto y en qué sentido es posible una
ciencia de lo ético. Una vez que hayamos conocido la estructura esencial de lo ético
podremos abordar la cuestión de si existe una ciencia del comportamiento moral en forma
de un catálogo de normas.
Dentro de nuestra conciencia experimentamos que todas las acciones van acompañadas
de una sensación de responsabilidad sobre cada una de las cosas que hacemos. Lo
mismo antes que después de la acción vemos que estamos en ella comprometidos como
personas. De alguna forma nos sentimos responsables, obligados
El fenómeno moral es una creación exclusiva del hombre. La posibilidad de disertar sobre
normas, costumbres y formas de vida que se presentan como obligatorias, son valiosas y
orientan la actividad humana.
Está claro que los códigos de Ética Profesionales no pueden suplir la responsabilidad de la
decisión personal., pero un código tiene que aspirar a ser verdaderamente regulador, y
debe proteger el interés público.
La exigencia moral es tan universal, en lo que concierne a los seres dotados de razón y
conciencia, este fenómeno no puede ser limitado a un problema de expectativa social
entre miembros de un mismo grupo cultural.
Al contrario, basta que yo pueda darme cuenta de que mi regla de conducta no es más
que una costumbre social, un hábito cultural que me han enseñado en mi comunidad, para
que de inmediato, esta costumbre mía deje de tener carácter obligatorio ante mis propios
ojos. Considerar que alguna acción, institución o costumbre es cultural, significa
considerarla relativa a una determinada sociedad, quitándole desde luego todo carácter
moral para tratarla meramente como una convención particular susceptible de variar e
incluso de desaparecer.
Fenómeno social
Un fenómeno social es la actitud consciente del hombre y mujer ante los fenómenos de
la vida social y su propia condición social, iniciándose consciente y espontáneamente
contra los factores que lo limiten, lo opriman y lo exploten, de manera tal que lo impulse de
manera inevitable a un cambio social. Incluye también todo comportamiento que influye o
se deja influir por seres vivos lo suficientemente para responder a otros.
Un fenómeno social incluye todo el comportamiento hecho por organismos que están vivos
y que influyen, es influenciado o afectan unos a otros. Esto es completamente aplicable a
los humanos, especialmente porque somos expuestos a fenómenos sociales y de otros
tipos constantemente. Cada exposición hace que nos comportemos de maneras distintas
en un momento en particular.
Las diferencias entre los pueblos y los mismos individuos residen no en el hecho de ser morales
si no en el contenido de su vida moral. Lo mismo se puede decir de cada individuo particular.
Ningún sujeto normal, por malvado que sea carece de conciencia moral.
MORAL CRISTIANA
La moral cristiana hunde sus raíces en las antiquísimas normas morales del pueblo hebreo,
sintetizadas en el decálogo de los diez mandamientos. la moral del cristianismo se basa en la
creencia de que todos somos hijos de Dios y que a él le debemos la vida y cada una de nuestras
actuaciones diarias. Quienes creen en Dios y manifiestan su fe mediante el amor a los hermanos,
forman una comunidad en la que reinan la justicia, la paz la armonía. Por cuanto todos tienen el
mismo espíritu, los mismos intereses