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Nuestro estudio sobre Don Orione es “de hijos”: es una condición espiritual y
existencial antes que un dato estadístico de pertenencia. Tiene sus ventajas y
también alguna desventaja, pero nuestro conocimiento debe ser de “hijos”; por lo
tanto, empeñémonos para que sea lo mejor.
Podría parecer éste, un discurso abstracto., pero es muy necesario para evitar
errores o reducciones, al hablar de Don Orione, para hacerle decir lo que no dijo,
para no interpretarlo arbitrariamente y buscar, en cambio, de conocerlo
verdaderamente en su realidad de persona, pero sobre todo en su realidad de
Fundador.
1- CONOCIMIENTO ESPIRITUAL
Conocimiento de “Hijos” significa que las personas que conocen a Don Orione
tienen el mismo “espíritu”, el mismo sello interior. Para conocer a Don Orione, es
necesario ante todo, disponerse para un conocimiento espiritual.
Magdalena de Canossa escribe: “El modo más seguro y por lo tanto más
necesario para comprender a fondo un carisma no es tanto el conocimiento de
memoria de las Constituciones o de los escritos del Fundador cuánto el
conocimiento profundo de su vida interior”
Para conocer a Don Orione, no basta entonces estudiar las Constituciones, los
escritos, los documentos, etc; el verdadero espíritu se recoge acercándose “al
corazón”, a su intimidad con Dios, tan determinante y que invade su pensamiento y
su acción.
Tratar de ir al “corazón” es una experiencia ardua y exultante, al conocer un
Santo y en particular al propio Fundador.
Recordemos que el carisma es ante todo “un alma”, es un don del Espíritu
Santo, y no el tener ciertas obras de caridad, tampoco es un estado, un estilo o
ciertas prácticas de piedad, pero también es todo esto.
El carisma es un “alma” un don del espíritu que luego da forma a todo: al
apostolado, a las prácticas de piedad, a la formación, al gobierno, a las obras.
Cuando nos acercamos a una persona, a un Santo o sea a una persona llena de
Dios, nos acercamos al misterio de una conciencia y al Espíritu Santo que
interiormente habita en ella; nos acercamos a una persona que tiene en su relación
con Dios la unificación interior, el impulso y las formas de los pensamientos, de los
afectos, de las acciones, de la propia historia.
Debemos tender siempre llegar al “corazón” de Don Orione y no detenernos sólo
en lo que ha hecho o en lo que dijo aún cuando todo esto es útil y nos da noticias
para llegar al corazón.
Don Terzi ha repetido muy a menudo que “para conocer a Don Orione y su
carisma de fundación, es necesario estudiar más su espiritualidad que su
apostolado, más la intimidad que el florecimiento externo” (es cuestión de equilibrio
y no de exclusión, obviamente).
Para conocer con realismo y profundidad una dimensión de la vida de Don
Orione es necesario partir siempre del “corazón” y del “espíritu” que todo lo unifica.
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2- CONOCIMIENTO HISTÓRICO
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3 – CONOCIMIENTO PEDAGÓGICO
1. Santidad personal
Para conocer las cosas de Dios es necesario ser de Dios. Para nosotros “hijos
de Don Orione” hacer un discurso científico sobre el Padre Fundador Santo
quiere decir tener en cuenta que una condición hermenéutica para
comprenderlo, es la Santidad. Es la Santidad que nos hace “simpáticos” (en el
sentido etimológico de la palabra) y nos pone en sintonía con Don Orione, nos
hace intuitivos: es el Espíritu que habla a nuestro espíritu. Cada hombre de
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2. Encarnación histórica
5 – INDICACIONES PRÁCTICAS
Aún cuando hablo de Don Orione “maestro de los jóvenes” para comprender
bien este aspecto y actividad, debo encuadrarlo dentro de su visión eclesial, en
la experiencia de caridad, en el ambiente mariano del ser cristianos. Será
necesario evitar el dejarse desviar por las expresiones del mismo Don Orione,
enfáticas y absolutistas, sobre un aspecto, un pensamiento, etc.
Don Orione mismo relativizaba luego las afirmaciones o hechos
integrándolos en un todo unitario. Además, porque tiene una personalidad
fuertemente unificada, Don Orione expresa todo así mismo en cada parte y cada
parte es expresión de su todo, de su interioridad y de su apostolicidad. Por
ejemplo, si uno se concentra bien en el apostolado de la caridad o estudia a
fondo su devoción mariana entre en el alma de otra dimensiones de su
personalidad; Don Orione está “todo”, aún en cada una de las particularidades
de la vida.
Es necesario unir los escritos con su vida, su historia, sus experiencias, sus
testimonios… para evitar una lectura teórica. Don Orione es ciertamente un
maestro pero en el sentido “de hacer primero y luego enseñar”. Tendremos un
adecuado conocimiento de sus enseñanzas si antes se interpretan, a la luz de lo
que ha hecho de las opciones concretas enfocando sus enunciados en el
contexto en el cual han nacido y en toda su historia.
Con esta confrontación de los textos en el contexto de su vida, sus palabras
serán quizás relativizadas o tal vez agrandadas, pero siempre serán mejor
comprendidas.
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