You are on page 1of 16

UN~LE J7\-- '

","r".r;-,:-.::~~~----I
J..
...,. v; " ..dl"",,~:o{ t.
~ -I

. --- ..---2(- .. I C1'100:l89668,,-~j

I----------------
~ V'
í I!)J'b /1 PtJ ;00 Iq?:J
I Sumário
!
._. •• ,[:~~.----

"'8
O

-rr- -Ór-Ó: c:'"'Lr .-.,


','.~I.~JI_.~~_r.:~_~
I1 TC';,,,.O
I"

>I ~ª15-I
i P:'.,OC I
i
• F LZÇ;O
O T :.
I N.O
I'
__
GO

C P O ..::..
CO

.__
1~.:"-1~4~3

....
?4 ~~
-3'11 Iux::-::t ·
_~
ü~
J
...•
I

CAPA: Walter Nabas


DlAGRAMAÇÃO: Ronaldo Hideo Inoue

Apresentação 9

Part.1
As .plst.mologlas cont.mpor8n.as
• O lugar da Comunicação

La producción social de sentido sobre Ia producción 15


• social de sentido: hacia Ia construcción de un marco
epistemológico para los estudios de Ia comunicación
Raúl Fuentes Navarro

• Por uma epistemologia da Comunicação .1


Edições Loyola Eduardo Duarte
Rua 1822 n° 347 - Ipiranga
04216-000 São Paulo, SP Epistemologia da Comunicação: além do 55
Caixa Postal 42.335 - 04218-970 São Paulo, SP sujeito e aquém do objeto
<f;,,: (0**1\) 6914-1922 Lucrécia D'Alessio Ferrara
~:(0**1\) 6163-4275
Home page e vendas: www.loyola.com.br , • As epistemologias contemporâneas 69
Editorial: loyola@loyola.com.br e o lugar da Comunicação
Vendas: vendas@loyola.com.br Luiz c, Martino

Todos os direitos reservados. Nenhuma parte desta obra pode ser


reproduzida ou transmitida por qualquer forma elou quaisquer Part.2
meios (eletrônico ou mecânico, incluindo fotocópia e gravação) ou Atrav.ssando front.lras:
arquivada em qualquer sistema ou banco de dados sem permissão
escrita da Editora. as Int.rfac.s da Comunicação
ISBN: 85-15-02735-6 Midiologia Brasileira: o resgate das 105
fontes paradigmáticas
© EDIÇÕES LOYOLA, São Paulo, Brasil, 2003 José Marques de Meio
La producclón social de sentido sobre
Ia producclón social de sentido: hacla Ia
construcclón de un marco eplstemológlco
para los estudlos de Ia comunlcaclón

RAÚL FUENTES NAVARRO


Profesor-investigador Numerário dei Departamento de
Estudios Socioculturales, ITESOGuadalajara, Jal. México

Agradezco profundamente Ia invitación a participar en este semína-


rio, que entiendo como una oportunidad inmejorable de debate aca-
démico y de aprendizaje colectivo. Para mí es. adernás. un honor com-
partir Ia ocasión con una representación tan destacada, en este caso
convocada por COMPÓS, de Ia comunidad brasilefia de estudiosos
de Ia comunícación, ejemplar en muchos sentidos y única por su nivel
de desarrollo en América Latina, y hacerlo en el marco de Ia celebra-
ción de los treinta afios deI posgrado de Ia Escola de Comunicações
e Artes de Ia Universidade de São Paulo, institución pionera y líder
de nuestro campo.
AI mismo tiempo que me siento honrado por Ia invítacíón. con-
fieso sentirme intimidado por el tema, el escenario y, sobre todo, por
el nivel que reconozco en los interlocutores: entiendo que Ia mejor
justificación de mi presencia en este seminario sería aportar alguna
claridad adicional aI tema que abordaremos en estos dos días. Vengo
desde tierras muy lejanas, pero no ajenas: creo que Guadalajara si-
gue teniendo un lugar especial en el imaginario brasilefio más de trein-
ta afios después de un acontecimiento memorable, y yo he tenido Ia
suerts de compartir en muchas ocasiones el trabajo académico sobre
Ia comunicación en territorio brasilefio, Ia primera de ellas en 1988.
Los afios de contacto con Brasil me han enriquecido enorme-
mente, tanto personal como profesionalmente, por 10 que tengo un
a:ecto y un interés muy especiales por este país tan parecido y tan
diferente al mío. He aprendido a admirar, a disfrutar y a amar a Brasil,
aunque seguramente me falta mucho para comprenderlo. Y sin
EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 17
16

embargo, debo pedir perdón porque no he sido capaz de aprender tanciales asumí en 1982 el papel de responsable de Ia documenta-
a hablar su idioma, aunque 10entiendo bien, hablado y escrito. Ape- ción académica nacional sobre comunicación y eso marcó desde el
lo, como síempre. a su amable disposición para escucharme hablar inicio mi trayectoria como investigador: mi objeto de estudio princi-
en espafiol, lengua que trato de usar de Ia manera más accesible. pal ha sido el propio campo académíco.
Y para terminar esta introducción, me siento obligado a explicitar Trabajar ese objeto desde Ia práctica cotidiana como profesor
muy brevemente ante ustedes, como muestra de respeto, desde dón- de teoria, y desde Ia base descriptiva elemental de Ia documenta-
de hablo. Esto me parece especialmente importante por ser el úni- ción, me ha permitido elaborar un marco de interpretación denso y
co participante extranjero en el sernínario, 10que me compromete a complejo, pero que como investigador siempre trato de articular con
hacer un esfuerzo de contextualización que facilite reconocer los datas empíricos. tanto cuantitativos como cualitativos. A pesar de
referentes compartidos y Ias perspectivas que nos son com unes como que el campo académico es un objeto de estudio que no puede cons-
estudiosos latinoamericanos de Ia cornunícación, pero también aque- truirse al margen de marcos sociológicos, sobre todo para no desar-
llos rasgos históricos y estructurales que generan diferencias y tícularlo de Ia relación básica entre universidad y sociedad, he pro-
disparidades en nuestras prácticas y proyectos académicos. curado siempre abordarlo desde una perspectiva comunicacional.
Soy un mexicano de cincuenta anos que vive y trabaja en Gua- De ahí que proponga como síntesis de nuestra tarea Ia fórmula que
dalajara. Soy un profesor universitario que ha decidido concentrar ofrezco como título de esta exposición: Ia producción social de
todos sus esfuerzos profesionales en el ámbito académico, por 10que sentido sobre Ia producción social de sentido.
abandoné hace mucho un oficio promisorio en Ia producción audío- Pero antes de entrar de lleno en el tema, debo anotar otro punto
visual y no he pretendido nunca actuar como político, como comer- de partida fundamental: mi pertenencia generacional. Ya dije que
ciante o como periodista. Hace veinticinco anos que soy profesor de tengo cincuenta anos, pero ese dato es más importante en términos
teoría de Ia comunicación, primero en el pregrado y desde hace casi estructurales que personales. En México, por razones que son obje-
quince anos preferentemente en posgrado, tanto en una universi- to de otro análisis, Ias oportunidades de acceso a posiciones de pro-
dad pública como en una privada, Ias dos entre Ias más prestigiadas greso en el campo académico de Ia comunicación han estado histó-
y productivas en el campo de Ia comunicación en México. Mis estu- ricamente limitadas casi exclusivamente a hombres y mujeres de esta
dios formales los cursé en esas mismas instituciones: licenciatura y generación "post-68" a Ia que pertenezco. Ia que llegó a Ia universi-
maestría en comunicación en ellTESO; doctorado en ciencias socia- dad entre fines de los anos sesenta y mediados de los setenta.
les en Ia Universidad de Guadalajara. Además de Ias condiciones culturales de aquella época, mezcla
La condición provinciana y endogámica que esa trayectoria me de inconformismo y fe en el futuro, en Ia que se fundó Ia carrera de
podría imponer, Ia he compensado con una participación larga y comunicación, es importante saber que en Ia década de los setenta
comprometida en Ias asociaciones académicas dei campo: Ias nacío- el sistema de educación superior mexicano multiplicó su tamafio por
nales CONEICC y AMIC, Ias latinoamericanas FELAFACS YALAIC, cuatro. En esos afios, antes de Ias crisis económicas que se han vuel-
Y Ias internacionales ICA y AIERI/IAMCR1. Por razones circuns- to pe:manentes, muchos, quizá sin quereria, gracias a Ia demanda
dei Sistema, nos convertimos en profesores, aprendices sobre Ia
marcha. A partir de 1980, aunque el crecimiento de Ias universida-
1. CONEICC: Consejo Nacional para Ia Ensefianza y Ia Investigación de des no se ha detenido, hasta llegar hoy a atender a cerca de dos mi-
Ias Ciencias de Ia Comunicación; AMIC: Asociación Mexicana de Investiga- llones de estudiantes, Ia carrera académica se ha vuelto mucho más
dores de Ia Comunicación; FELAFACS: Federación Latinoamericana de Aso- difícil d ...
., e irnciar y mucho menos atractiva para generaciones más
ciaciones de Facultades de Comunicación Social; ALAIC: Asociación Latinoa-
Jovenes y, en algún sentido, mejor preparadas que Ia nuestra. Sin
me rica na de Investigadores de Ia Comunicación; ICA: International Commu
nication Association; AIERVIAMCR: International Association for Media and
consolidarse dei todo, el campo académico institucionalizado en
México se ha vuelto mucho más rígido.
Communication Research. '
18 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 19

En ese contexto, he de resaltar que aproximadamente cincuen- mencionar a Bourdieu como Ia fuente primera de mi propuesta. debo
ta de los ocho mil quinientos miembros dei Sistema Nacional de In- aclarar que no soy un "bourdiano", pues he encontrado mayor po-
vestigadores, nos dedicamos a Ia investigación de Ia comunicación y tencia heurística en los postulados de Ia teoría de Ia estructuración
casi todos tenemos 45 anos o más. Soy, entonces. uno de los muy de Giddens y otros autores, para desarrollar el análisis dei campo en
pocos privilegiados por Ia estructura nacional, que disfruta de esta- el que me sitúo como agente, en múltiples dimensiones articuladas
bilidad, apoyo y hasta reconocimiento para dedicarse ai estudio aca- y desde una perspectiva sociocultural de Ia comunicación.
dêmico de Ia comunicación en mi país, en condiciones equiparables Desde ese punto de partida, entiendo que Ia expresión "Epíste-
a Ias de cualquier otro, y estoy consciente dei privilegio y Ia respon- mología de Ia Comunicación" refiere a una dimensión constítutiva,
sabilidad que eso implica. Casi todos los investigadores mexicanos interna, fundamental, dei propio campo acadêmico de Ia comunica-
que ustedes conocen comparten esta condición y Ia preocupación ción en el que reflexionamos como agentes calificados e interesados
por el futuro de muchos jóvenes en cuya formación acadêmica he- sobre ella, independientemente de que desde otras perspectivas
mos colaborado, pero cuya inserción en el campo acadêmico es cada pueda referirse a un cuestionamiento ínmanente, exterior o preten-
vez más difícil. Desde ese horizonte, muy práctico y muy relaciona- didamente "superior", realizado por otros.
do con los programas de posgrado, es desde donde quiero partir Si Ia epistemología como disciplina filosófica, como teoría dei
para exponer ante ustedes algunas reflexiones sobre Ia epistemolo- conocímíento, puede aportar todavía un criterio útil para orientar
gía de Ia comunicación. nuestra práctica, es una pregunta que mi incompetencia profesional
He organizado mi exposición en tres partes, con Ias que trato de en el terreno de Ia filosofia me impide abordar con seriedad, por 10
articular una argumentación consistente que vaya de 10 más abs- que no niego su eventual pertinencia. Pero si 10 que hacemos es en
tracto a 10 más concreto, sobre un eje de problematización estruc- algún sentido "científico", y con mayor razón si no Io es, deberíamos
tural e histórica de los estudios sobre Ia comunicación. En un pri- ser capaces de demostrar Ia consistencia y utilidad de nuestro cono-
mer momento formulo algunos problemas de legitimación; en el cimiento refiriéndolo a Ias propias condiciones y procedimientos con
segundo ciertos problemas de institucionalización y en el tercero que 10producimos. Porque hay sin duda una insatisfacción genera-
de profesionalización de estos estudíos, y en cada una de estas par- lizada con el estado actual dei campo, y su futuro depende, en buena
tes intento plantear algunas cuestiones epistemológicas cuya discu- medida, de Ia manera en que interpretemos y estructuremos Ia cre-
sión y clarificación me parece urgente. ciente dispersión intelectual, ideológica y política que 10 caracteri-
Adopto como premisa de entrada Ia existencia de un campo zan. Ahora sí, y no como cuando Berelson 10afirmó en los anos cin-
académico en el sentido de Bourdieu. y desde el interior de ese cuenta, el campo parece estarse "desvanecíendo" cuando más se
campo, tal como me 10 represento, intento suscitar una discusión espera de él.
reflexiva sobre sus procesos de institucionalización, social y cog-
noscitiva ai mismo tiempo, entre agentes latinoamericanos altamente
capacitados para orientar y reorientar sus procesos de estructuración. La legitimaclón deI campo académlco de Ia comunicación
De otra manera. el debate correría fuertes riesgos de convertirse en
un ejercicio bizantino o bien, como sucede muchas veces. en un "diá- Comienzo por constatar el hecho de que independientemente
logo de sordos". dei tiempo y el espacio que usemos como escala para identificar el
AI enunciar el uso heurístico dei modelo de campo como mar- campo acadêmico de Ia comunicación y sus condiciones de de sarro-
co interpretativo y referencial (Velasco, 2000), consciente e intencio- 110,encontramos en el centro de ese proceso histórico Ia cuestión de
nadam ente estoy excluyendo otras perspectivas de entrada, cuya per- su legitimación, siempre ên debate, invariablemente objeto de lu-
tinencia comparativa quizá podamos discutir a propósito de Ia par- c~a, tanto ai interior como ai exterior dei propio campo. Cuando
ticipación de otros colegas, que estoy ansioso por escuchar. Pero ai discutimos Ias condiciones de Ia legitimidad intelectual de nues-
20 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO
AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 21

tros estudios, es decir, cuando apelamos ai análisis epistemológico indudablemente abiertas, y hacen muy pertinente Ia indagación his-
de los esquemas, discursos y saberes que postulamos como válidos, tórica. Porque quizá estemos tentados a aceptar que es válida Ia im-
y confrontamos los criterios de evaluación para calíficar o descalifi- posición de un solo modelo de futuro, o a considerar Ia diversidad
car perspectivas que no son Ia propia, no podemos eludir los factores de fundamentos como un defecto. Y habría que ver, por ejemplo,
sociopolítícos que, en diversas escalas, determinan ese análisis tam- qué hay en común en Ia estructura de producción dei conocimiento
bién en sus dimensiones ontológica, ética y organizativa o social. y Ia reproducción de Ia comunidad de practicantes, entre el campo de
Quizá no sobra recordar que una vez que fue desplazado el pro- Ia comunicación en Ia actualidad y el de Ia óptica en el siglo XVII, que
yecto dei ernpírísmo lógico dei centro de Ia discusión filosófica so- Thomas Kuhn describió de Ia siguiente manera:
bre el conocimiento científico, con Ias certezas dogmáticas que pro-
porcionaba a sus adherentes. Ia epistemología de Ias ciencias, co- Quien por primera vez entraba en este campo se veía expuesto
menzando por Ias naturales, se ve tensionada por Ia convicción de inevitablemente a toda una variedad de puntos de vista contra-
que el conOcimiento debe referirse válida mente a alguna realídad, dictorios (...) EI hecho de que el principiante tuviera que hacer una
como sostenía Popper, y de que es un conocimiento histórica y so- elección y luego conducirse de acuerdo con ella no impedía que
cialmente construido, como 10 propuso Kuhn. EI "criterio de de- estuviese consciente de Ias demás posibilidades. Este modo de edu-
marcacíón", Ia distinción entre el conocimiento científico y el no cien- cación tenía. obviamente, más posibilidades de producir un cientí-
tífico, es ahora, en vez de una norma de unificación, un objeto más fico libre de prejuícios. alerta aios fenómenos nuevos y flexible en
de discusión, sometido tanto a Ias condiciones de Ia racionalidad Ia manera de enfocar su campo (Kuhn, 1982: 254).
como a Ias dei poder.
Por ello en el campo científico los conflictos epistemológicos son Una postura semejante parece adoptar James Anderson, un des-
siernpre. inseparablemente, conflictos políticos. Pero habría que con- tacado profesor norteamericano. que escribió en Ia introducción de
siderar con mayor detenimiento que esto está directamente relacio- su libro sobre los fundamentos epistemológicos de Ias teorías de Ia
nado con el grado de autonomía conquistado por el campo. Si Ia comunicación hace unos cuantos afies, que actualmente "seria no-
definición de 10 que está en juego en Ia lucha científica forma parte table un colega que no conversara, ai menos, con algo dei menú de
de Ia misrna lucha, por 10 que según Bordieu "los dominantes son Ias revoluciones kuhníanas, Ia arqueología foucaultiana, el decons-
"aquelíos qUe logran imponer una definición de Ia ciencia según Ia truccionismo derrideano, el deseo lacaníano, Ia dialógica bahktiníana,
cualla realización más perfecta consiste en tener, ser y hacer aquello Ia semiótica peirceana, Ia hermenéutica alemana y Ia teoría femi-
que ellos tienen, son y hacen" (2000: 20), es indispensable recons- nista, así como con Ias búsquedas de los similares de fin de siglo de
truir desde su origen Ias definiciones en pugna, y apreciar en qué James y Dewey" (Anderson. 1996: 1). Para él, Ia necesidad de adqui-
medida y de qué manera su formulación e institucionalización de- rir y mantener certidumbres críticas, especialmente en Ias prácti-
penden de agencias de poder internas y externas ai campo. Porque, cas institucionalizadas de Ia formación universitaria de investigado-
otra vez según Bourdieu, "Ias reivindicaciones de legitimidad obtie- res, justifica Ia revisión de Ias teorías como prácticas. a partir de una
nen su legitimidad de Ia fuerza relativa de los grupos cuyos intere- epistemología que descarta el recurso a Ia autoridad incuestionable
ses expresan. en Ia medida en que están enjuego en Ia lucha Ia defi- de Ia ciencia, pero no a Ias consecuencias de Ia construcción y re-
nición mistna de los criterios de juicio y de los principios de jerar- producción social e institucional de esa "autoridad".
quización. nadie es un buen juez porque no hay juez que no sea. ai EI debate sobre Ia legitimidad intelectual de los estudios sobre
mismo tiernpo, juez y parte interesada" (Bourdieu, 2000: 22). I~ comunicación, que expresa en buena medida Ia lucha por Ia legi-
Para el campo académico de Ia comunicacíón, cuya constitución tlmación de ciertas perspectivas y Ia consecuente deslegitimación
es tan reciente como incipiente. y debido a sus pretensiones de d: ot~as, en función de un poder diferencialmente construido y dis-
tnbUldo, ha tenido sin duda como escenario principal ai sistema aca-
científicidao, tengan o no fundamento válido, estas cuestiones siguen
22 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E o LUGAR DA COMUNICAÇÃO 23

démico norteamericano. cuyo análisis considero muy ilustrativo para Ia ICA. Pero sí conozco muchos de los términos y posiciones dei
nuestros propósitos latinoamericanos, pues es ahí donde parece debate, que inevitablemente se ha internacionalizado y complejizado.
haberse impuesto en Ias últimas décadas un pluralismo muy Menciono solamente tres de estas posiciones, que me parecen espe-
ambivalente y confuso, sospechosamente coincidente con Ia crecíen- cialmente interesantes para Ia reconstrucción epistemológica:
te concentración y expansión global de Ias industrias mediáticas. Una, es Ia dei ya mencionado James Anderson. quien sostiene
Así, puedo explicarme porqué 10 que comenzó a principios de que "Ia teoría debe tener un objeto de su explícación, una forma ex-
los afios ochenta como una búsqueda de claridad sobre el "fermento plicatíva. un método para relacionar evidencias con postulados, ex-
en el campo", entendido como una "crisis de paradigmas" en térmi- plicaciones características dentro de un rango de desempefio, y una
nos más o menos epistemológicos (Journal ofCommunication, 1983), consecuencia valoral", por 10 cual articula siete critérios. en forma
ha derivado en una polémica multidimensional y en el reconocimien- de preguntas, correspondientes a los planos de Ia ontología, Ia epis-
to de una fragmentación aparentemente irresoluble, que entre mu- temología, Ia praxeología y Ia axiología, que propone en conjunto
chas otras consecuencias ha suscitado un interés muy crítico por Ia para buscar una explicación racional a Ia "cualidad y Ia manera de
história. intelectual y social, dei propio campo. Habría que interpre- Ias creencias que fundamentan nuestro trabajo acadérnico", en el
tar desde ahí porqué, después de una década, el debate nortearnerí- cual se indoctrina aios estudiantes (Anderson, 1996: 2-5). Y deja a
cano se reformuló alrededor dei "futuro dei campo" (Journal of ellos, aios lectores, Ia construcción de Ias respuestas, después de
Communication, 1993) o en el imperativo de "definir los estudios de analizar 18 diferentes teorías de Ia comunicación. EI comentario de
medi os" (Levy & Gurevitch, 1994), para empezar por los títulos bajo Klaus Krippendorff ante este libro posmoderno requeriría una re-
los cuales se publicó Ia polémica. flexión adicional:
Si bien George Gerbner, el editor de Ia publicación de 1983, lle-
gó a Ia conclusión de que Ias oposiciones entre conocimiento básico en vez de ofrecer respuestas simples a Ias preguntas episternoló-
y aplicado, entre ciencia y arte, entre análisis cuantitativo y cualitati- gicas que inevitablemente surgen de Ias teorías. traza numerosas
vo, entre investigación administrativa y crítica, "no se sostienen ni distinciones entre comunidades de académicos que alegan tener
lógica ni prácticamente con independencia de Ias razones históricas esas respuestas, y así nos muestra cómo el estudio académico de Ia
que 10hicieron creer así", y que "el fermento en el campo (. ..) atesti- comunicación se hace en el proceso de comunicar sobre Ia cornu-
gua Ia vitalidad de Ia disciplina y su capacidad de acometer Ias ta- nicación (Anderson, 1996, solapa).
reas críticas" (Gerbner, 1983: 362), Mark Levy y Michael Gurevítch,
editores a su vez de Ia edición de 1993, plantearon de entrada que" el Otra postura que considero muy interesante es Ia dei propio
ansia por descubrir un paradigma universal de Ia comunicación ha Krippendorff, alguna vez ytodavía reconocido por su manual de aná-
sido sustituida por una cómoda aceptación dei pluralismo teórico", lísis de contenido, quien ha participado en el debate constatando Ia
que "ai saber académico de Ia comunicación le falta status díscipli- necesidad de elaborar desde otras bases epistemológicas un con-
nario porque carece de un núcleo de conocimiento y por tanto Ia cepto de comunicación no centrado ya en los mensajes como reali-
legitimidad institucional y académica sigue siendo una quimera", y dades "objetivas", que "afectan" a quienes se exponen a e!los y que
que "Ia guerra fría política ha terminado, pero Ias bata!las ideológi- crean una "comunalidad" social de Ia cual hay que evitar Ias "des-
cas y metodológicas - como Ias que se dan entre los deterministas viaciones" (Krippendorff, 1994: 42). En cambio, habría que construir
psicológicos, culturales, econórnícos, textuales y tecnológicos - con- una radicalmente
tinúan fragmentando nuestro campo" (Levy & Gurevítch, 1993: 4).
No conozco convocatoria a un número especial que, a media- nueva y virtuosa síntesís, en que se vea a los seres humanos, prime-
dos de 2003, tendría que continuar Ia secuencia autorreflexiva cana- ro, como seres cognitivamente autónomos; segundo, como practi-
lizada aparentemente cada diez afios por Ia publicación principal de cantes reflexivos de Ia comunicación con los otros (y esto incluye a
AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 25
24 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO

los científicos sociales en el proceso de sus investigaciones); y ter- cadas dei siglo XIX" (Peters. 1999: 9-10). Como objeto de debate inte-
cero. como interventores moralmente responsables, si no es que lectual, Peters ubica a Ia comunicación especialmente en Ias contex-
creadores de Ias realidades sociales en Ias que terminan viviendo tos posteriores a Ia primera y Ia segunda guerras mundiales y justi-
(Krippendorff, 1994: 48). fica su estudio en Ia actualidad. y por 10tanto, Ia c!arificación de sus
fundamentos, en tanto que '''comunicación' es una rica marafia de
Con bases constructivistas. en algunos momentos radícales, hebras intelectuales y culturales que codifica Ias confrontaciones
Krippendorffplantea, así, un proyecto epistemológicamente reflexi- de nuestro tiempo consigo mismo. Com prender Ia comunicación es
vo éticamente orientado, dei cual seríamos responsables Ios acadé- comprender mucho más" (Peters. 1999: 2).
micos de Ia comunicacíón. como agentes que a su vez reconocen Ia A mi modo de ver ésta es Ia veta central de Ia problematización
capacidad de los otros actores sociales de Ia comunicación para dar epistemológica dei campo, pues ai mismo tíempo que Ia comunica-
cuenta de sus prácticas. Los ejes de una revisión crítica dei campo y ción se convierte en un principio cada vez más importante dei sen-
los fundamentos de su reconstitución teórica no podrían ser enton- tido en todos los ámbitos de Ia existencia social, según Ia doxa
ces "puramente" epistemológicos, sino que deberían articular los fac- imperante, Ia academia no logra constituir un sistema de conocimíen-
tores de ejercicio de poder y de legitimidad con Ia construcción de to que vaya más allá de Ia reproducción de esa doxa, de ese conocí-
miento cotidiano acrítico y funcional, con el que Ia ciencia tendría
los significados.
Pero entre Ios autores a los que decidí referirme en este punto, que romper. Siguiendo a Bourdieu. podríamos entonces interrogar
es quizá John Durham Peters el que aporta los planteamientos más los constitutivos comunes entre Ias comunidades de académicos que
radicales y estimulantes para el debate. Su libro HabIar aI eire: una sostienen propuestas divergentes pero comparten esa imposibilidad
historia de Ia idea de Ia comunicación (1999), cuestiona Ia pertinencia de construir un conocimiento y un método crecientemente autóno-
de cualquier análisis que no tome en cuenta que "en gran parte dei mos de Ia determinación social, externa ai campo pero incorporada
discurso contemporâneo. 'comunícación' existe como una suerte de e institucionalizada en él. Y en esos términos, 10 que habría que dis-
plasma germinal conceptual malformado e indiferenciado. Rara vez tinguir es el conocimiento científico de esa doxosofía. "ciencia apa-
una idea ha sido tan infestada de lugares comunes". rente y ciencia de Ia apariencía" (Bourdíeu. 2000), que sobre todo
con un tinte tecnologicista y a partir de Ia irrupción de Ia Internet en
Porque "comunícacíón" ha !legado a ser propiedad de políticos y bu- el horizonte cotidiano durante Ia última década, ha proliferado en el
rócratas, tecnólogos y terapeutas, todos ansiosos por demostrar su campo y alrededor de él.
rectitud como buenos comunicadores. Su popularidad ha rebasado Peters sugiere, pues, que "comprender Ia comunicación es com-
a su claridad. Aquellos que buscan hacer teóricamente preciso el prender mucho más", comprender "Ias confrontaciones de nuestro
término para el estudio académico han terminado a veces sólo forma- tiernpo consigo mísmo", fórmula paralela a aquella que argumentó
lizando el miasma a partir de Ia cultura más en general. La conse- Jesús Martín-Barbero entre nosotros hace más de una década en el
cuencia es que el pensamiento filosóficamente más rico sobre Ia co- sentido de que Ia comunicación ocupa un "lugar estratégico para
municacíón. tomada como el problema de Ia intersubjetividad o Ias pensar Ia modernídad", razón fundamental por Ia que su estudio debe
de ser transdisciplinario:
rupturas en Ia comprensión mutua, se encuentra frecuentemente en
aquellos que hacen poco uso de esa palabra (Peters, 1999: 6).
La expansión e interpenetración de los estudios culturales y de Ia
Peters argumenta que "Ia noción de teoría de Ia comunicación comunicación no es fortuita ni ocasional. E!lo responde aI lugar es-
no es más vieja que los anos cuarenta (cuando significaba una teoría tratégico que Ia comunicación ocupa tanto en los procesos de
matemática dei procesamiento de sefiales), y nadie había aislado Ia reconversión cultural que requiere Ia nueva etapa de moderniza-
'comunicación' como un problema explícito hasta Ias últimas dos dé- ción de nuestros países, como en Ia crisis que Ia modernidad sufre
26 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E o LUGAR DA COMUNICAÇÃO 27

en los países centrales. No es posible comprender el escenario ac- integridad, tratado como tal, con el distanciamiento indisociable
tual de los estudios de comunícación, yaún menos trabajar en su de una gestión crítica (Mattelart y Mattelart, 1997: 126).
prospectíva. sin pensar esa encrucijada (Martín-Barbero. 1992).
En ese movímiento, que indudablemente seguirá siendo objeto
Podemos constatar que muchos analistas de Ia contemporanei- de debate durante Ias próximas décadas, Ia epistemología es una clave
dad. ubicados en muy distintas posiciones dei espectro ideológico principal para legitimar científica y socialmente ai campo de estu-
y científico, están proponiendo aI conocímíento, a Ia información, a dios de Ia comunicación. en consonancia con Ia relevancia. real o
Ia comunícación. como ejes centrales de construcción de un mundo imaginada, que el poder y Ia historia han otorgado a su objeto.
nuevo, ai mismo tiempo que se expanden por el mundo y se con- En suma, me parece evidente que Ia autonomía científica deI
centran en poquísimos núcleos de controllas industrias dei sector. campo de estudios de Ia comunicación es muy baja y tiende a decre-
Parece que Ia idea de que hay un desplazamiento acelerado de los cer aún más, 10 cual implica que Ia acumulación y distribución de
factores económicos y políticos hacia los simbólicos y culturales en saberes sobre Ia comunicación están sujetas a Ia intromisión no sólo
los núcleos de Ia transformación social no parece tan descabeliada de intereses ajenos ai conocimiento dentro deI campo, sino a Ia im-
como en los siglos anteriores. Las finanzas mundiales y Ias eleccio- posición desde su exterior de Ias definiciones de qué y cómo, por-
nes en muchos países, como México en 2000, así 10 hacen pensar. qué y para qué producirlos y reproducirlos en Ia institución univer-
Para algunos, el siglo XXI estará marcado por Ia importancia cre- sitaria, con Ia apariencia de cientificidad que ésta otorga, pero con Ia
ciente de Ias relaciones simbólicas, en vez de Ia de Ias relaciones densidad de crítica intelectual más baja que sea posible. Y, no obs-
materíales, en Ia estructuración de Ia realidad global. La comunica- tante. hay un proceso creciente aunque no mayoritario de reflexión
ción, quizá con Ia Internet como paradigma, sería así Ia clave cen- crítica y de modificación práctica de Ias condiciones por Ias cuales el
tral de Ia globalización. l,Pero qué significan, en cada uno de los campo se aleja de un estado, que nunca ha tenído, de monopolio de
autores que así 10 argumentan, "conocimíento", "información" y
Ia legitimidad científica y social en un grupo, perspectiva o modelo.
"comunicacíón". y qué relaciones conceptuales proponen entre es-
La situación presente, entonces. requiere de una articulación muy
tos términos? Por mencionar sólo una de Ias múltiples preguntas
delicada de reflexión epistemológica con análisis sociológicos y éti-
que tendrían que seguir a ésta: â qué tienen que ver los "medíos",
co-políticos de los intrincados procesos de su legitimación institu-
como instituciones industríales, en elio?
ciona!, pues en el fondo, es una lucha ideológica que cruza por Ia
Mi postura es que ai dejar sin abordar con rigor estas cuestio-
territorialización.
nes básicas, se produce un efecto de disgregación tal en el campo,
que sólo es aparentemente páradójico que prevalezca un "pluralis-
mo" superficial y acrítíco, sea bajo Ia imagen de Ia "especialízacíón"
o de Ia "interdiscíplinariedad", y en realidad se impongan así el "pen- La institucionallzaclón dei campo académico
de Ia comunicaclón
samiento único" y Ia instrumentalización de Ia comunicación y sus
recursos. Como corolario de su Historia de Ias teorías de Ia com uni-
cación y, aI menos desde Pensar sobre Ias Medias (1986), así 10 ha- Aunque estoy convencido de que en el debate norteamericano
bían advertido ya los Mattelart: y europeo sobre Ia historia y futuro dei campo de Ia comunicación
pueden encontrarse aportes fundamentales para los análisis críticos
EI pragmatismo que caracteriza aios estudios operativos impreg- que, desde nuestro espacio académico latinoamericano nadie más
na cada vez más Ias maneras de decir Ia comunicación. De ello re- que nosotros puede hacer, convendría mucho distinguir entre "los
sulta que el campo en su conjunto experimenta cada vez más difi- tres mOdos de relación deI trabajo académico con Ias concepciones
cultades para desprenderse de una imagen instrumental y conquis- y. ~odelos de comunicación hegemónicos: dependencía, apropia-
tar una verdadera legitimidad como objeto de investigación en su Clon, invención", que Jesús Martín-Barbero nos propuso hace casi
28 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 29

dos décadas y que me parecen esenciales para avanzar en el análisis truido de diversas maneras los complejos procesos de institucio-
de Ia institucionalización de nuestros saberes. Dejando de lado por nalización de estos estudioso Es obvio que Ias historias, sobre todo si
ahora Ia "invencíón". resalta se escriben desde el interior mismo deI campo, están sesgadas por
Ias posiciones e intereses de quienes Ias construyen. Pero hay un
La dependencia que, transvestida de liberalismo intelectual y eclec- efecto que, junto con Ia observación de Wahl-Jorgensen, constituye
ticismo posmoderno. concluye que "todo vale", o sea que todas Ias un objeto central de atención epistemológica: ninguna de Ias histo-
concepciones "son iguales" y por 10 tanto tienen los mismos dere- rias abarca un periodo temporal ni un espectro disciplinario más
chos. Derechos que, en países de desarrollo tan precario como los restringido que Ias anteriores. Si bien los problemas teóricos son
nuestros. serían sólo los de aplicar 10 que otros inventan y "estar aI ineludibles al trazar cualquier mapa histórico del campo, Ias redes
dia". La apropiación se define aI contrario por el derecho y Ia capa- de referencias asociadas a Ias teorías de Ia comunicación van siste-
cidad de hacer nuestros los modelos y Ias teorías vengan de donde máticamente cada vez más atrás en el tiempo y más lejos en el es-
vinieren geográfica e ideológicamente. Lo que implica no sólo Ia pectro de los campos científicos donde "anelar" sus fundamentos.
tarea de ensamblar sino Ia más arriesgada y fecunda de redísefiar En otras palabras, se manifiesta ahí una fuerte tendencia "centrífu-
los modelos para que quepa nuestra heterogénea realídad, con Ia ga", no un proceso de "condensacíón". No hay indicios de un avance
consiguiente e inapelable necesidad de hacer lecturas oblicuas de hacia una definición disciplinaria, sino todo 10contrario, aunque Ias
esos modelos, lecturas"fuera de lugar", desde un lugar diferente a referencias institucionales sean más comunes cada vez.
aquel en el que se escribieron (Martín Barbero. 2002: 6). Ya nadie puede sostener simplernente, como hasta hace unos
veinte anos, que el campo de Ia comunicación nació sin más de Ia
Nuevamente, Ia reconstrucción histórica del campo, y más yuxtaposición de los trabajos de investigación empírica de Lasswell,
específicamente de sus modelos de institucionalización tanto social Lazarsfeld, Lewin y Hovland, es decír, de una hibridación de Ia so-
(programas, asociaciones, publicaciones) como cognoscitiva o in- ciología, Ia psicología y Ia ciencia política. Ní, como argumentó
telectual (conceptos, métodos, artículaciones), es un insumo indis- Everett Rogers (1994), que el único y "verdadero" padre fundador
pensable para el análisis. En ese sentido, encuentro otro aporte en del campo sea Wilbur Schramm. Nadie quiere negar el origen mul-
un artículo reciente de Karin Wahl-Jorgensen, deI Instituto para Ia tidisciplinario de los estudios de Ia comunícacíón, aunque ese ori-
Investigación de Ia Comunicación de Stanford. Ella niega, con base gen se ubique en uno u otro lugar y época, pero cada historiador
en una argumentación epistemológica, que Ias historias deI campo quiere legitimar, sin embargo, con su versíón, un proyecto de futuro
representen en sí mismas "un espacio para un giro reflexivo en los disciplinario en algún sentido. Por ello hay en juego muchas más
estudios de Ia comunícacíón" (2000: 87). propuestas ontológicas, epistemológicas, teóricas y metodológicas
Ni Ias historias basadas en el método biográfico, que llama "ri- que alternativas a Ia institucionalización imperante. Y,tambíén, me-
tuales", ni Ias basadas en Ia historia intelectual, que denomina "rebe- nor convergencia intelectual que organizacional en los supuestos de
liones", estimulan Ia reflexividad si no se confrontan. en Ia lectura base de esas propuestas.
crítica, entre sí y con "Ias demandas institucionales y los intereses Eso indica que Ia institucionalidad, y no Ia argumentación inte-
personales y políticos que guían nuestra investiqación". porque es lectual, es ellugar social donde se articulan el poder y el saber, por 10
necesario reconocer "el hecho de que Ias prácticas académicas in- que el futuro deI campo y Ia lucha por su orientación dependen en
teractúan y afectan el mundo externo de Ia economia, Ia política y Ia mayor medida de Ias formas organizacionales que de Ias teóricas. EI
cultura" (Wahl-Jorgensen, 2000: 113). Y sobre todo, agregaría yo, son ya.me~ci~nado John Durham Peters planteaba hace quince anos que
afectadas por ellas. Ia !Ostltuclonalización bajo Ia forma de una disciplina autónoma, im-
Múltiples historias deI campo académico de Ia comunicación P,uIsada por Wilbur Schramm en los anos sesenta los usos de Ia teo-
na de Ia inf ., '
en Estados Unidos, tanto biográficas como intelectuales, han recons- ormaClOn en ese contexto y "Ia auto-reflexión como apo-
AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 31
30 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO

logética ínstítucíonal" explican Ia "pobreza intelectual" dei campo "Mass Communication Research", alrededor de Ias famosas cinco
dela comunicación (Peters, 1986): preguntas de Lasswell- "quién, dice qué, a quién, por qué canal,
con qué efectos" - convertidas por Schramm en un auténtico pa-
EI imperativo institucional de crear una disciplina particular en una radigma disciplinario.
época cuando los asuntos de comunicación eran prácticamente uni- Pero más que Ia historia de allá, a partir de este punto me inte-
versales en Ia vida universitaria significó que Ias ideas de Ia teoría resa discutir cómo se trasladan sus rasgos, hacia acá: hacia América
de Ia información tuvieran que ser distingui das dei campo en si, Latina y hacía el resto dei mundo. Para esa transición me sirve mu-
para establecer el engramado propio. En suma, Ia teoría se usó casi cho una cita de Hanno Hardt, autor de otra historia de los estudios
exclusivamente para propósitos de legitimación y sus "ídeas inte- de Ia comunicación en Estados Unidos, ésta trazada desde Ias cor-
resantes" fueron ignoradas. El destino de Ia teoría de Ia información rientes "críticas", en Ia que busca reconstruir y comprender el tra-
es una lección sobre los compromisos que se hallan en el periodo yecto de "Ias ideas sobre Ia centralidad de Ia comunicación en el
formativo dei campo: negociar alcance teórico por territorio aca- pensamiento social":
démico (Peters, 1988: 314-315).
Estas ideas emergieron de Ia cultura social y política de los Estados
Otro autor que en ese mismo sentido ha abordado Ia crítica a Unidos como un país en vías de desarrollo que se movíó. en unas
fondo dei "universo de discurso en el que crecimos" es Timothy cuantas generaciones, de los experimentos sociales y políticos so-
Glander (2000), cuyo trabajo historiográfico interpreta Ias decisio- bre Ia colonízacíón, Ia expansión urbana y Ia industrialización ai
nes que guiaron Ia institucionalización dei campo de estudios de Ia liderazgo mundial en prácticas democráticas. Durante este perio-
comunicación en Estados Unidos en el contexto de Ia segunda guer- do Ias preguntas sobre Ia comunicación y el papel de los medios se
ra mundial en un sentido estrictamente político, pues había tantos convirtieron en una preocupación práctica para quienes se dieron
antecedentes académicos para institucionalizarlos en relación con cuenta dei papel dellenguaje y de Ia capacidad de Ias tecnologías
Ia educación, en el campo de Ias humanidades, como con Ia propa- de Ia información para trascender Ias fronteras culturales y políti-
ganda, en el de Ias ciencias sociales. AI resolverse Ia definición de cas (Hardt: 1992: xí).
los proyectos fundacionales en términos dei avance en el conoci-
miento y control de los mecanismos propagandísticos, centrados en La historia de los médios, así como Ia de Ias prácticas comu-
Ia difusión masiva y selectiva de mensajes persuasivos, y no de los nicativas o de Ia idea de Ia comunícacíón, tienen lugares propios en
educativos. asociados a Ia construcción democrática de comunida- Ia investigación, que no habría que confundir con Ia historia dei cam-
des de conocimiento y acción: y ai conseguirse no sólo los apoyos po académico, aunque entre todas esas historias haya vínculos y
políticos y financieros, sino también Ia legitimidad académica de Ia enlaces múltiples. En América Latina, por más que haya anteceden-
investigación con ese sesgo, Ia separación entre comunicación y tes documentados incluso anteriores aios estadounidenses, Ia his-
educación y Ia escisión entre humanidades y ciencias sociales que- teria dei campo académico de Ia comunicación no abarca más que
dó consagrada y el modelo de Ia Mass Communication consolidado, ~as últimas cinco décadas, el tiempo que lleva el proceso de su
independientemente de su consistencia epistemológica, primero en lnStitucionalización en Ias universidades y centros de investigación.
Estados Unidos y luego, en el resto dei mundo. En ese trayecto, me parece muy relevante el hecho de que el estudio
Para los anos sesenta. época de Ia guerra fría y de Ia "modemí- de Ia comunicación haya tenido mucho más arraigo en Ia forma de
zacíón" de América Latina, parecía haberse resuelto así el dísefio p.r;>gramas de formación profesional que de centros de investiga-
dei campo de Ia comunicación en Estados Unidos. No sólo se había ~Ion, y, por supuesto, Ia dependencia "obvía" de Ia investigación la-
institucionalizado, en Ia forma de institutos de investigación sobre tlnoamericana con respecto a "Ias orientaciones conceptuales y me-
todo, sino que había clarificado su "misión". o ai menos Ia de Ia tOdOlógicas establecidas por los investigadores en Europa y los Es-
32 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÂNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 33

tados Unidos", que ya documentaba y denunciaba Luis Ramiro investigar Ias relaciones de los medios de difusión con Ia depen-
Beltrán (1974, 1976) en los afios setenta. dencia o con el desarrollo nacionales, formular e impulsar alterna-
No hay duda de que, en muchos aspectos, ha quedado atrás tivas a Ias políticas y prácticas de Ia "manipulación" informativa o el
aquella situación de Ia "indagación con anteojeras", es decir, con entretenimiento comercial, o discutir los fundamentos conceptua-
mayor precisión, Ia oposición maniquea entre el rigor de Ia ciencia y les que permiten llamar"comunicación" no sólo a tantos fenómenos
el compromiso político con Ia transformación social que Beltrán distintos, sino enfocados desde perspectivas fragmentarias y hasta
descubría como patrón dei debate central en Ia investigación de Ia opuestas entre sí. a 10 largo de distintos ejes. Es decir, sin que hayan
comunicación en América Latina en esa época, y que resultaba más desaparecido el maniqueísmo o el dualismo que en otras épocas
nociva aún que Ia dependencia conceptual y metodológica de Ia que organizaban el pensamiento, el discurso y Ia acción sobre Ia comu-
no estaba desvinculada. Pero ai igual que en Ias ciencias sociales en nicación, desde mediados de los afies ochenta parecen haberse
general, y en el campo de Ia comunicación en Estados Unidos y en multiplicado en tal medida Ias posturas y Ias posiciones desde Ias
otras regiones, el eje central de Ias debates en el campo pareció cuales se puede investigar Ia comunicación, que el debate es cada
perderse entre los afios ochenta y noventa, precisamente en Ia épo- vez más difícil, ai haber menos referentes comunes (Fuentes, 1999).
ca de su crecimiento explosivo. Como he argumentado en otro lu-
gar con mayor detalle (Fuentes, 1999), en mi propio intento de hacer Quizá podría sostener hoy, tratando de enfatizar Ia dimensión
una historia dei campo latinoamericano de Ia comunicación, hace epistemológica de esta problematización, que ese aparente abando-
diez afias (Fuentes, 1992), no de Ias premisas críticas, así se sustentaran más en ideologías
políticas que en posturas científicas, y esa inercia sin proyecto que
logré, sin gran dificultad, reconstruir Ia "problemática" latinoame- puede documentarse muy bien en el campo latinoamericano de Ia
ricana de Ia comunicación y los acercamientos a su investigación y comunicación no sólo nos acercan más que en otras épocas a 10 que
práctica predominantes en los afies sesenta a partir dei eje de ten- sucede en otras partes, sino que nos exige recomponer nuevamente
sión (teórico-metodológico) entre el desarrollo y Ia dependencia, los esquemas reflexivos desde una postura muy propia. Adelanto
así como su desplazamiento, en los afies setenta, hacia el eje de ten- que para mí ya no basta tampoco el análisis de Ia institucionalización
sión (epistemológico-político) entre los criterios de cientificidad y social y cognoscitiva dei campo, como considero que no es suficien-
Ia contribución ai cambio social. Pero ningún esquema de este tipo te el análisis de su legitimación intelectual, pero sí creo que es con-
me permitió entonces organizar Ias tensiones dei campo en los afies veniente revisar, antes de pasar a otro plano, los fundamentos insti-
ochenta. (...) Sin embargo, Ia tensión predominante en los afies no- tucionales de Ia disciplinarización dei campo y, en consecuencia,
venta pareció establecerse sobre el eje dei abandono de Ias premisas Ias estructuras transinstitucionales en que se sostiene e impulsa,
críticas, sea ante Ia adopción de Ia "inevitable vigencia" de Ias leyes principalmente Ias publicaciones y Ias asociaciones académicas.
dei mercado también en el ámbito de Ia investigación, sea ante Ia En otras palabras, creo que Ia influencia fundacional de CIES-
dispersión de enfoques sobre Ias múltiples "mediaciones" cultu- P~U Ysus modelos de escuelas de periodismo primero y de comu-
rales de Ias prácticas sociales, sea en otras direcciones. nJcación después; Ia omnipresente actividad de Ia iglesia católica y
Por un lado, entonces, Ias temáticas asociadas a Ia "globalización" después de otras iglesias en Ias prácticas educativas y comunicativas
y Ias tecnologías digitales y, por el otro, Ias asociadas a Ias "identi- de ~Odotipo; los programas estatales de modernización y Ias multi-
dades" microsociales, exigieron Ia ruptura (o provocaron el "desva- vanados movimientos políticos y sociales que han impulsado pro-
necimiento") de casi todos los supuestos teórico-metodológicoS,
epistemológicos y, sobre todo ideológicos, que habían sostenido Ia
investigación de Ia comunicación en Ias décadas previas. Desde me-
diados de los afies ochenta, parece tener cada vez menos sentido
- 2. CIESPAL: Centro Internacional de Estudios sobre Ia Comunicación
(antes Periodismo) para a América Latina.
EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO
AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 35
34

yectos comunicacionales de signos muy distintos; Ia intervención Hay entonces una diferencia sustancial en Ia institucionalización
de agencias internacionales de diverso origen, orientación y capa- disciplinaria de los estudios de Ia comunicación y, por 10 tanto, en Ia
cidad financiera; los intereses directa e indirectamente asociados canstitución deI campo académico y sus búsquedas de legitimación,
con los medios; y muchas otras agencias extra-académicas. han con- entre Estados Unidos y América Latina: Ia disciplinarización, es
dicionado de una manera mucho más determinante, aunque enor- decir, Ia construcción y defensa de un territorio delimitado y relati-
memente variada, Ia institucionalización universitaria de nuestro vamente cerrado para controlar los procesos de producción y re-
campo que Ia racionalidad no digamos científica, sino organizacional praducción de saberes académícos, en Estados Unidos fue Ia conse-
cuencia de una estrategia sociopolítica soportada por Ia investiga-
de Ia propia academia.
ción empírica, aquella que Lazarsfeld llamó "administrativa". En
Porque si bien los modelos básicos de formación universitaria
América Latina, de una estrategia de adaptación y justificación
de profesionales de Ia comunicación fueron importados a América
sociopolítica de Ias instituciones universitárias. basadas en su fun-
Latina directamente de Estados Unidos, insertados en unos siste-
ción profesionalizante, como vehículo de movilidad social y de "mo-
mas universitarios muy diferentes al original pronto adquirieron ca-
dernízación" de porciones selectas de Ia población. AI no darse el
racterísticas divergentes, de Ias cuales ahora destaco solamente Ia
caso en términos similares ni a Estados Unidos ni a América Latina
desvinculación de su desarrollo con respecto al de los sistemas co-
en Ia mayor parte de los países de Europa, quizá con Ia excepción
merciales de medios. que incluso superaron en algunos aspectos,
espafiola, los estudios sobre Ia comunicación comparten quizá los
momentos y países determinados a sus modelos norteamericanos.
mismos problemas de legitimación social y epistemológica, pero no
Quizá, Ia falta de articulación de estos programas con Ia investiga-
Ias de disciplinarización deI campo.
cíón, que siempre fue relativamente escasa y durante muchos anos Este análísís. que aquí sólo ínsinúo. lleva a Ia conclusión de que
se realizó primordialmente fuera de Ias universidades, y en Ia mayor los procesos de instítucíonalízación. social y cognoscitiva deI campo
parte de los países también de los medíos, alejó a Ia gran mayoría de acadêmico de Ia comunicación en América Latina se han desarrolla-
Ias escuelas de comunicación de Ia posibilidad de generar un espa- do manteniendo y reforzando una desarticulación múltiple, que a
cio académico mínimamente riguroso en cuanto a los saberes que los problemas "importados" de Estados Unidos suma problemas muy
reproducía. Cuando comenzaron a surgir los programas de posgra- propíos. EI principal es confundir, como 10 ha sintetizado Jesús Mar-
do, este patrón estaba ya sólidamente establecido y muchos de es- tí.n-Barbero, Ias condiciones de desarrollo deI o los mercados profe-
tos programas no han podido o no han querido sustrarse a él. slOnales, con Ias exigencias de un campo intelectual. La formación
Se puede explicar así, entre otros rasgos de nuestro campo, el pro:e~ional, al extremar sus rasgos díscíplinaríos. se fragmenta o es-
proceso de disciplinarización de los estudios de comunicación. La pecl~hza funcionalmente, aunque deje un residuo creciente de co-
formación de profesionales, orientada a Ia creación, expansión y de- mUnIcadores disfuncionales. La teoría no puede segmentarse así sin
sarrollo de un mercado laboral en los medi os y otras instituciones perder poder explicativo.
sociales en el que se insertaran los egresados universítarios. tuvo un I . Por otro lado, Ia investigación académica, con mayor o menor
impulso mayor por parte de Ias propias universidades que de Ias uCldez crítica y consistencia científica, ha podido desarrollarse a pe-
industrias de Ia comunicación. Los medios podrían emplear espe- sar ?e Ias constricciones dísciplínarízantes, pues es evidente Ia im-
cialistas funcionalmente capacitados, pero Ias universidades debían pertmencia de "aislar" Ia comunicación deI mundo en el que sucede
com . '
legitimar Ia oferta correspondiente a esa demanda distinguiendo su c o SI tomaria como objeto fuera sinónimo de convertirla en una
formación de Ia de otros profesionales: Ia manera que prevaleció fue g~sa. Hay ~royectos ititer-, multi-, trans- y post-disciplinarios y una
Ia recomendada por CIESPAL en 1963: independízar, al interior de Ia trea~llnecesldad de debate epistemológico, ético y metodológico en-
estructura universitaria. en Ia forma de escuelas, facultades o depar- hab ,os, que el factor de Ia disciplinarización obstaculiza. Porque no
tamentos, los estudios de "comunicación". La denominación insti- góg~~~~~nC,?nfUn~ir."disciPlina" (concepto organizacional y peda-
tucional fue más importante que Ia fundamentación conceptual. espeClalIdad" (recorte funcional de enfoque particular)
36 EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E o LUGAR DA COMUNICAÇÃO 37

o con "especificidad" (atributo de una relación concreta entre un nicar a otros o con otros, Ia forma en que se relacionan en Ia prác-
objeto y un método). EI espacio idóneo, pues ni el mercado ni Ia in- tíca concreta Ias dimensiones constitutivas e instrumentales de Ia
dustria ni Ia profesión pueden pensarse a sí mismos de otro modo, comunicación. Por razones ideológicas, históricamente explicables,
que queda disponible para sustanciar y referir pertinentemente este parecen haber predominado Ias perspectivas instrumentales más
debate es aquel en el que confluyen idealmente Ias funciones socia- reduccionistas en Ia constitución deI campo acadêmico. aI centrarse
les irrenunciables de Ia universidad: el posgrado, lugar de Ia Ia atención en los medios o en los mensajes y no en Ias interacciones
profesionalización avanzada. entre sujetos o entre éstos y Ias instituciones. Pero su eficacia expli-
cativa, interpretativa o retórica, aI operar esa reducción. genera más
problemas que los que resuelve. debido a que 10 que "deja fuera" es
La profesionalización dei campo académico precisamente 10 que resulta indispensable explicar: Ia constitución
de Ia comunicación comunicativa de Ia realidad social.
EI principio de Ia doble hermenéutica de Giddens, uno de los
Indiqué aI principio que mi argumentación iría de 10más abstracto pilares de su teoría de Ia estructuracíón, que postula que el trabajo
a 10 más concreto sobre un eje de problematización estructural e his- científico-social consiste en interpretar hechos ya previamente in-
tórica deI campo de estudios sobre Ia comunicación. Alllegar a esta terpretados, y que implica que los sujetos sociales son constitu-
última parte, mi exposición será mucho más breve, tanto porque mis tivamente capaces de actuar en consonancia con sus propias inter-
puntos de vista o mis prapuestas están ya presentados, como porque pretaciones (Giddens, 1984), aporta un modelo útil para identificar
es en el plano de referencia de Ias prácticas y Ias estrategias concretas que Ia especificidad de Ia comunicacíón, formulada como media-
donde espero que se sitúe Ia parte más interesante deI debate. ción significativa de Ia constante dialéctica entre los sujetos en
La "comunícacíón". comoquiera que Ia definamos, implica sis- interacción y Ias estructuras y sistemas socíales. no puede aislarse
temas y prácticas socioculturales, cognoscitivas, económicas y polí- teórica o metodológicamente de Ias mediaciones deI poder y de Ia
ticas, y dimensiones psicológicas, biológicas y físicas de Ias que ne- "sanción" moral, que confluyen en Ia estructuración de los siste-
cesariamente participamos. La construcción de objetos de conoci- mas sociales a través de Ia institucionalización díscursiva, político-
miento sobre ella no puede ignorar que como sujetos estamos im- econômica y legal (Giddens. 1984: 31). Sería objeto de otra revisión
plicados en esos objetos. Por ello el hecho de construirlos y desarro- Ia manera en que autores como John B. Thompson (1995) y Klaus
lIarlos de una u otra manera afecta su propia naturaleza objetiva, Ia Bruhn Jensen (1995) sistematizan teoricamente, con articulaciones
institucionaliza y, de alguna manera, Ia "naturaliza". En el campo de . diferentes en cada caso, Ias derivaciones de este esquema para Ia
Ia comunícación. Ia tensión esencial parece ser ontológica: su ob- práctica de Ia investigación sociocultural de Ia comunicación y los
jeto es un facto r constitutivo de 10 humano, y aI mismo tiempo un medi os en Ia sociedad contemporánea.
instrumento para Ia consecución de fines particulares, histórico-so- Para Ia teoría de Ia estructuración, Ia agencia es Ia capacidad
ciales determinados. Estamos hechos de comunícación, como indí- deI actor social "para reinterpretar y movilizar un repertorio de re-
viduos y como sociedades, pero también usamos Ia comunicación c.ursos en términos de esquemas culturales distintos a los que cons-
para afectar particularmente esta constitución. De ahí que Ia comu- tltuyeron originalmente el repertório" (Sewell, 1992: 19), pues los re-
nicación implique ineludibles imperativos éticos. cur~os nunca están homogéneamente distribuidos entre los sujetos
En el plano epistemológico, entonces. esa "tensión esencial" se ~Ocl~les(individuales o colectivos). "Ser un agente significa ser capaz
puede resolver tanto separando como buscando articular ambos as- ue eJerc~~algún grado de contraI sobre Ias relaciones sociales en que
pectos deI fenómeno. Las teorías de Ia comunicacíón. elaboradas en t no esta mmiscuido, 10 que a su vez implica Ia capacidad de trans-
los campos deI conocimiento filosófico, de Ias ciencias naturales o ormar esas relaciones sociales en alguna medida" (Sewell, 1992: 20).
formales, de Ias humanidades o de Ias ciencias sociales, son cons- ch E~te principio, que por supuesto tendría que desarrallarse mu-
trucciones alternativas para interpretar sistemáticamente, y comu' o mas, es Ia base de mi propuesta final en esta exposición: es me-
AS EPISTEMOLOGIAS CONTEMPORÃNEAS E O LUGAR DA COMUNICAÇÃO 39
EPISTEMOLOGIA DA COMUNICAÇÃO
38

diante Ia formación en los posgrados de agentes académicos com- de los saberes sobre Ia comunicación, adquiera un carácter más cien-
petentes para producir socialmente sentido sobre Ia produc- tífico que político. En ese sentido, creo que ellugar prioritario de Ia
ción social de sentido, que el campo académico de Ia comunica- epistemología de Ia comunicación está en Ia capacidad reflexiva, en Ia
ción puede no sólo reorientarse para avanzar en su leqitímación. sistemática vigilancia de Ia práctíca. que los profesores podamos co-
para ganar mayor autonomía y poder, sino que podrá generar ex- municar, suscitar, generar, infundir, en nuestros sucesores.
plícacíones más plausibles y orientadoras de Ias transformaciones
en curso en el mundo y dei papel que los sistemas y prácticas de
comunicación tienen en esas transformaciones, Y basar su legiti- Referências bibliográficas
mación en esta competencia acadêmica. más que en su competitivi-
dad institucional. ANDERSON, James A. (1996): Communication Theory. Epistemological Foun-
Esta tarea educatíva, científica y política, que articula Ias fun- dations. New York: The Guilford Press.
ciones sociales sustantivas de Ia universidad: Ia docencia, Ia inves- BELTRÁNS., Luis Ramiro (1974): "Communication research in Latin America:
tigación y Ia extensión. con los imperativos funcionales de reforzar the blindfolded inquiry?". International Scientific Conference on Mass
Ia profesionalización pero también Ia crítica en todos los campos Communication and Social Consciousness in a Changing World, IAMCR,
dei saber y en todos sus niveles, tiene en el nivel dei posgrado un Leipzig, en Investigación sobre comunicación en Latinoamérica. Inicio,
Trascendencia y Proyección. La Paz, Plural Editores, 2000.
espacio privilegiado y en el campo de Ia comunicación una respon-
___ (1976): "Prernisas, objetos y métodos foráneos en Ia investigación
sabilidad estratégica, debido más que a su propio desarrollo a Ia
sobre comunicación en Latinoarnérica", en Investigación sobre com uni-
extensión que ha adquirido su objeto, y que no es ni puede ser sólo
cación en Latinoamérica. Inicio, Trascendencia y Proyección. La Paz, Plu-
de él. La comprensión de Ia comunicación contemporánea no pue-
ral Editores, 2000.
de ser tarea exclusiva de nadie, pues no puede producirse sin el
BOURDIEU, Pierre (2000): "EI campo científico" [19761, en Los usos sociales
aporte de los saberes de otros. Lo que puede ayudar más a clarificar de Ia ciencia. Buenos Aires: Nueva Visión.
Ias condiciones de Ia legitimación epistemológica de los estudios FUENTES NAVARRO, Raúl (1992): Un campo cargado de futuro. El estudio de
de Ia comunicación no es su cerrazón. sino su apertura: su capaci- Ia comunicación en América Latina. México: FELAFACS.
dad de interacción crítica y de complementación racional en Ia cons- _ (1999): "La investigación de Ia comunicación en América Latina: con-
trucción de un conocimiento sólido y comprensivo que articule pers- diciones y perspectivas para el siglo XXI" en Diá-logos de Ia Comunicación,
pectivas diversas sobre un aspecto de Ia realidad que, por defini- n. 56, pp. 52-68.
cíón, es múltiple, GERBNER, George (1983): "The Importance of Being Critical- In One's Own
Cuando afirmo que" el campo" tiene ciertas características o puede Fashion" in Ferment in the Fieui, Journal ofCommunication, V. 33, n. 3.

emprender ciertas tareas. no extrapolo Ia objetivación social que le GIDDENS, Anthony (1984): The Constitution ofSociety. Outline ofthe Theory
confieren Ias luchas intersubjetivas que 10 constituyen a Ia creencia of Structuration. Berkeley/Los Angeles: University of California Press.
en que el campo sea un ente racional, con "voluntad" propía. que pue- GLANDER, TImothy (2000): Origins ofMass Communications Research dur-
da orientar su acción en algún sentido. Ni Ia "ciencia". Ia "academia", mg the American Cold War. Educational Effects and Contemporary Im-
el "mercado", el "estado", Ia "sociedad" o el "campo" tienen más capa- plications. New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.
cidad reflexiva y práctica que Ia que le asignan sus agentes, o Ia corre- HARDT, Hanno (1992): Critica 1Communication Studies. Communication, His-
lación de fuerzas entre sus agentes. De ahí mi propuesta de centrar JE~ory and Theory in America. New York: Routledge.
los esfuerzos en Ia profesíonalízación avanzada, en Ia formación de SEN, Klaus Bruhn (1995): The Social Semiotics ofMass Communication.
London:Sage
agentes académicos en los posgrados, con capacidad de influir J .
oumal ofCommunication (1983): V. 33, n. 3, Special Issue: Ferment in the Field.
críticamente en Ia definición de los términos más pertinentes para que
Ia lucha por Ia identidad y Ia monopolízacíón dei saber legítimo, por Ia -p (1993): V. 43, n. 3-4, Special Issue: The Future ofthe Field: between
ragmentation and Cohesion.
acumulación. reproducción y, sobre todo, Ia redistribución social
40 EPISTEMOLOGIADA COMUNICAÇÃO

KRIPPENDORFF, Klaus (1994): "The Past of Cornmunication's Hoped-For por uma eplstemologla da Comunicação
Future" in LEVY and GUREVITCH: Defining Media Studies. Reflections
on the future ofthe field. New York: Oxford University Press.
EDUARDO DUARTE
KUHN, Thomas S. (1982): La tensión esencial. Estudios selectos sobre Ia
Professor do Programa de Pós-Graduação
tradición y el cambio en el ámbito de Ia ciencia [1977]. México: CONACYT/
em Comunicação da UFPE
Fondo de Cultura Económica.
LEVY,Mark R. and GUREVITCH, Michael (1993): "Editor's Note" in The Future
ofthe Fielâ, Journal of Communication, v. 43, n. 3.
___ (1994): Defining Media Studies. Reflections on the future ofthe field.
New York: Oxford University Press.
MARTIN-BARBERO, Jesús (1992): "Pensar Ia sociedad desde Ia comunicación.
Un lugar estratégico para el debate a Ia modernidad". en Diá-Iogos de Ia
Comunicación, n. 32, pp. 28-33.
___ (2002): Oficio de Cartógrafo. Travesías latinoamericanas de Ia
comunicación en Ia cultura. Santiago de Chile: Fondo de Cultura Eco-
nómica.
A idéia da construção de uma epistemologia da comunicação esbar-
MATTELART, Armand y Michele (1987): Pensar sobre los medios. Com uni- ra inevitavelmente em dúvidas naturais quanto ao que se entende
cación y crítica social. Madrid: FUNDESCO. pelo termo comunicação. Esse termo, enquanto um campo de pes-
___ (1997): Historia de Ias teorías de Ia comunicación. Barcelona: Paidós. quisa e estudo científico, ainda é muito recente e por esse motivo
PETERS, John Durham (1986): "Institutional sources of intellectual poverty ainda passa por tentativas de redefinições ou reposicionamentos
in communication research". in Communication Research, v. 13, n. 4, pp. conceituais no intuito de construir uma ou mais imagens comuns
527-559. que expressem um conceito. Poderíamos começar nos perguntando
___ (1988): 'The need for theoretical foundations. Reply to Gonzalez", in primeiramente: o que é comunicação? Afinal de contas, nos últimos
Communication Research, v. 15, n. 3, pp. 309-317. cem anos essa palavra tornou-se a expressão de um dos motores
___ (1999): Speaking into the Air. A history ofthe idea of communication. essenciais da civilização contemporânea. Passou, por isso mesmo, a
Chicago: The University of Chicago Press. ter sua definição expressa nos mais diferentes contextos e descre-
ROGERS, Everett M. (1994): A History of Communication Study. A Biogra- vendo os mais variados fenômenos nos campos do saber, como por
phical Approach. New York: The Free Press. exemplo: as intercomunicações celulares, na Biologia; a formação
SEWELL Jr., William H. (1992): "A Theory of Structure. Duality, Agency and das redes neurais nas Ciências Cognitivas; os fenômenos de troca
Transforrnation", in American Journal of Sociology, v. 98, n. 1, pp. 1-29.
de calor, na Termodinâmica; os estudos dos meios de comunicação
THOMPSON, John B. (1995): The Media and Modernity. A social theory ofthe
d~ massa e os estudos do corpo como plataforma de significados,
media. California: Stanford University Press.
VIstos tanto na Sociologia quanto na Antropologia. Não é preciso
VELASCO GÓMEZ, Ambrosio (Coord) (2000): EI concepto de heurística en
aprofundar-se na aplicação do termo noutros campos da ciência para
Ias ciencias y Ias humanidades. México: Siglo XXI/CIlCH UNAM.
enxergar seu uso diversificado. .
WAHL-JOHANSON, Karin (2000): "Rebelion and Ritual in Disciplinary His-
tories of U.s. Mass Communication Study: Looking for 'The Reflexive Pensar uma epistemologia da comunicação implica tentar circuns-
Turn'", in Mass Communication & Society, v. 3, n. 1, pp. 87-115. crever mais precisamente o termo, encontrar um conjunto de idéias
que . .
se Interliguem e expressem o que se tenta tomar como tema de
testudo
emolo'
e pesquisa de princípios teóricos e metodológicos. Uma epís-
,
g' , sra e uma forma de indagar a realidade. A palavra epistemolo-
Ia e definida num dicionário etimológico como,

You might also like