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EL SIDA (VIH)

CONCEPTO: El VIH o sida es una enfermedad viral caracterizada por la ausencia de respuesta
inmunitaria. El término es el acrónimo de Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida.

El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es el virus que causa la enfermedad conocida


como SIDA. El mismo fue descubierto por el investigador francés Luc Montagnier en el
año 1983.

Es importante tener en cuenta que no es lo mismo estar infectado por el VIH que tener SIDA.
Las personas que pertenecen al primer grupo se consideran seropositivas, o sea que presentan
anticuerpos en la sangre a causa de la presencia del virus; es recién cuando estas defensas se
vuelven insuficientes que se desarrolla un cuadro de SIDA.

El VIH se transmite mediante la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna.
Esto quiere decir que los sujetos seropositivos deben hacer lo posible por evitar el intercambio
de dichos fluidos ya que pueden contagiar a otras personas y, de esta forma, propagar el SIDA.

Muchas personas tienden a creer que el SIDA convierte la vida cotidiana en un campo minado,
y esto no es necesariamente cierto; el uso de condones para mantener relaciones sexuales, por
ejemplo, es un acto de responsabilidad que todos deberían realizar, sobre todo cuando no
conocen el estado de salud del otro individuo.

Por otro lado, compartir un vaso, abrazar, besar en la mejilla o dar la mano, son acciones que no
implican ningún riesgo de contagio. La prevención del SIDA, por lo tanto, implica responsabilidad
y una correcta educación acerca de los verdaderos límites de esta enfermedad.

El SIDA puede ser tratado mediante terapias con fármacos antirretrovirales, que actúan en
distintas etapas del ciclo vital del VIH. Hay científicos que sostienen, sin embargo, que los
antirretrovirales producen SIDA, aunque esta teoría suele ser rechazada por la mayoría de los
especialistas.

El mito del SIDA y la homosexualidad

De acuerdo al especialista en inmunología Michal S. Gottlieb, quien trabajaba en el hospital de


la Universidad de California, Los Ángeles, cuando los primeros casos de SIDA se manifestaron en
los Estados Unidos, la relación entre esta terrible enfermedad y la homosexualidad fue una
desafortunada coincidencia, el producto de una manipulación mediática que se valió de la
realidad cultural de la época.

Fue en enero del año 1981 cuando trató al primer paciente con SIDA, que ingresó en la clínica
con una severa neumonía y mostrando una importante pérdida de peso. Se trataba de un
hombre homosexual, que murió en menos de un año, junto con el puñado de casos similares
que le siguieron. Michael comenta que ninguna de estas personas era consciente de que
portaban un trastorno inmunológico, una bomba de tiempo que los consumiría en pocos meses;
algunos de ellos pensaban que una inyección bastaría para curarlos.

Luego de tres cuadros similares, los médicos supieron que se encontraban frente a una nueva
enfermedad, un hito en la medicina, aunque jamás imaginaron que se trataba de la futura causa
de millones de muertes. Curiosamente, dado que todos los primeros pacientes habían sido
homosexuales, la percepción de los científicos fue que la sexualidad estaba, de algún modo,
relacionada con el virus. Sin embargo, cuando el Estado rastreó Nueva York y San Francisco en
busca de casos similares, aparecieron las víctimas heterosexuales.
La opinión de Michael con respecto a la supuesta relación entre el SIDA y la homosexualidad se
explica por una serie de coincidencias históricas: el virus llegó a Norte América en los años 60, y
comenzó a transmitirse por el uso indiscriminado de jeringas; sin embargo, una década más
tarde, se vivió una liberación sexual que acarreó la promiscuidad entre los homosexuales, razón
por la cual el volumen inicial de sus casos superó al de los heterosexuales

SINTOMAS:

1. Primeros síntomas del VIH

En general, las personas que contraen la infección lucen y se sienten sanas durante mucho
tiempo. Pueden transcurrir 10 años o más hasta que la infección por VIH manifiesta síntomas,
e incluso mucho más tiempo en el caso de quienes toman medicamentos antivirales. Por eso,
es fundamental realizarse pruebas de VIH periódicas, en especial si has tenido sexo sin
protección o compartido agujas. Los tratamientos para la infección por VIH pueden ayudar a
mantenerte sano. Los tratamientos también pueden disminuír e incluso detener las
probabilidades de contagiar a otras personas de VIH durante el sexo.

Las primeras 2 a 4 semanas después de contraer el VIH, puedes sentir algo de fiebre, dolor y
malestar. Estos síntomas similares a los de la gripe son la primera reacción del cuerpo a la
infección por el VIH. Durante esta etapa, hay una gran concentración del virus en tu
organismo, de modo que es fácil transmitirlo a otras personas. Los síntomas desaparecen tras
unas semanas y habitualmente no vuelves a tenerlos en años. Una vez tienes VIH, puedes
transmitírselo a otros, bien sea que tengas síntomas o no.

2. Síntomas tardíos de la infección por VIH/SIDA

El VIH destruye las células del sistema inmunitario llamadas células CD4 o células T. Sin células
CD4, a tu organismo se le hace muy difícil combatir las enfermedades. Esto te hace más
propenso a enfermarte gravemente por infecciones que generalmente no te harían daño. Con
el pasar del tiempo, el daño que el VIH causa en tu sistema inmunitario provoca el SIDA.

Una persona tiene SIDA cuando sufre infecciones raras (denominadas oportunistas), ciertos
tipos extraños de cáncer o tiene un recuento muy bajo de células CD4. En general, esto sucede
alrededor de 10 años después de contraer el VIH y no recibir tratamiento. Con tratamiento, la
aparición del SIDA puede tardar mucho más.

3. Las señales del SIDA incluyen:

 Aftas (un revestimiento espeso y blanco en la lengua o la boca)


 Dolor de garganta
 Infecciones graves por hongos
 Enfermedad pélvica inflamatoria crónica
 Infecciones graves recurrentes
 Cansancio persistente, mareos y aturdimiento
 Dolores de cabeza
 Pérdida repentina de peso
 Formación de hematomas con más frecuencia de lo normal
 Diarrea, fiebre, o sudores nocturnos durante mucho tiempo
 Glándulas inflamadas o duras en la garganta, las axilas o la ingle
 Episodios de tos seca y profunda
 Sensación de falta de aire
 Protuberancias violáceas en la piel o en la boca
 Sangrado de la boca, la nariz, el ano o la vagina
 Erupciones de la piel
 Adormecimiento de las manos o los pies, pérdida del control sobre los músculos y los
reflejos, incapacidad de movimiento y pérdida de fuerza muscular

CAUSAS DEL SIDA

 El sida está considerado como una enfermedad de transmisión sexual, aun cuando
existen otras vías de transmisión:
 Mantener relaciones sexuales de riesgo y sin protección (preservativos).
 Transfusiones de sangre, aunque en la actualidad y en los países desarrollados es
prácticamente imposible que se produzca el contagio de este modo al disponerse de
pruebas de detección del VIH.
 Compartir jeringuillas, lo que se da de forma particular en el consumo de drogas por vía
parenteral.
 De madre a hijo, lo que se conoce como transmisión vertical.
 A través de heridas que entran en contacto con la sangre de una persona infectada
(puede ocurrir en el caso de los profesionales sanitarios).
 Mediante la donación de semen para fecundación in Vitro.
 Si se recibe el trasplante de un órgano infectado.

El problema es que las personas infectadas pueden tardar mucho tiempo en desarrollar los
primeros síntomas y entretanto pueden transmitir la infección a otros. Lo importante es saber
que la infección por VIH no puede adquirirse mediante el simple contacto con un portador del
VIH o a través de la saliva.
Los primero síntomas del sida se deben generalmente a las llamadas infecciones oportunistas,
llamadas así porque no se suelen dar en personas con un sistema inmunitario sano, lo que debe
llevar a realizar la prueba de detección del VIH para establecer el diagnóstico e iniciar el
tratamiento lo antes posible.
Tratamiento del sida
Ante una persona infectada por el VIH, el objetivo fundamental del tratamiento es controlar la
replicación del VIH en el organismo y de este modo evitar que el paciente llegue a desarrollar
el sida. En este sentido, el cumplimiento del tratamiento es sencial para conseguirlo.
En la actualidad se dispone de una amplia gama de fármacos antirretrovirales que cumplen con
este objetivo eficazmente y permiten a los pacientes llevar una vida prácticamente normal.
Aunque los pacientes pueden desarrollar resistencias a estos fármacos, el número de ellos que
existen permite suprimir el tratamiento y reiniciarlo con otra combinación de ellos.
No obstante, estos fármacos, aunque impiden que se desarrolle el sida y convierten la infección
por VIH en una enfermedad crónica, tienen efectos adversos que pueden afectar a la calidad de
vida de los pacientes:

Acumulación de grasa en la espalda y el abdomen.

 Diarrea.
 Sensación general de indisposición (malestar).
 Dolor de cabeza.
 Náuseas.
 Debilidad.

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