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Acá le contamos la verdad sobre el salario mínimo en Colombia, dólar

negro y paramilitares (+montos)

El salario mínimo en Colombia desnuda la falacia del dólar paralelo en Venezuela.- El


dólar paralelo en Venezuela es una invención de factura paramilitar que, desde Cúcuta,
pretende desestabilizar nuestra economía a través de ataques especulativos contra
nuestro signo monetario. El objetivo es fomentar la tergiversada sensación de que el
bolívar vale menos y que es necesario salir de éste para hacerse de dólares
estadounidenses, pesos u otras alternativas de "ahorro". El paramilitarismo y el
narcotráfico persiguen el colapso de Venezuela y la caída de la Revolución Bolivariana.
Al mismo tiempo, se pretende lavar dinero proveniente del delito y financiar las
actividades sediciosas del ala más radical de la derecha criolla (*). Eso de que un billete
verde inorgánico esté en Bs. 160, en el mercado negro, es un cuento chino que solo se
creen los especuladores de oficio y un amplio sector de las capas medias vernáculas que
chapotea en el analfabetismo financiero. Peor aún, que quince pesos neogranadinos
equivalgan a un bolívar contradice de manera obvia la actual tasa de cambio del Banco
de la República de Colombia, que yace en los 195 pesos (**). Los guarismos de Cúcuta
no resisten el más mínimo análisis. Veamos.

El salario mínimo, al otro lado de la frontera, es de 616 mil pesos. En nuestro anterior
ensayo hablábamos de un baremo de 170 pesos por bolívar, mas éste se ha disparado
hasta los 195. Igualmente, el peso se ha depreciado de 1.980 a 2.400 unidades por dólar.
Los 616 mil pesos se traducirían en Bs. 3.158, 97. C’est-á-dire, el colombiano, en teoría,
tendría menos capacidad de compra en Venezuela con su moneda local. Sin embargo, el
bolívar en Cúcuta se transa a 15 pesos. ¿Cómo es que el Banco de la República sube el
bolívar de 170 a 195 pesos y en la frontera lo devalúan hasta los 15 pesos? Algo no
cuadra, ¿verdad? Sin ir muy lejos, si tomamos la cantidad de 616 mil pesos y la
pasamos a dinero yanqui, obtendríamos 256 dólares. Si a estos 256 les aplicáramos la
tasa SICAD 1, el resultado sería de Bs. 3.072, o sea, casi el mismo que se arrojó más
arriba (Bs. 3.158, 97) al utilizar el esquema de 195 pesos por bolívar del Banco de la
República de Colombia. Por el contrario, si hacemos la conversión de los 616 mil pesos
"al estilo Cúcuta", el monto luce inverosímil: Bs. 41.066, 66 (¡!). Si conocemos la
información de que en Colombia una despensa para dos personas cuesta 600 mil pesos,
los números de Cúcuta no tienen sentido. ¿Por qué? Sencillo.

En Venezuela, Bs. 41.066, 66 representan ocho salarios mínimos. Con esa cuantía, se
podrían hacer más de ocho mercados en nuestro país. De hecho, si monetizásemos esos
Bs. 41.066, 66 en pesos colombianos, al rango de 195 por bolívar, ello nos daría la suma
de 8 millones 7 mil 870 pesos (¡!), lo cual sería 13 veces el salario mínimo en la
hermana República. Si ya sabemos que en Colombia 600 mil pesos se van en víveres,
caemos en cuenta de la vil falacia de los guarismos manipulados de Cúcuta. ¡Pura
fantasía, pura ilusión! Lo cierto es que 616 mil pesos deberían comprar, más o menos,
idéntica proporción de artículos en ambos países. Pero no. En Bogotá, el 97% de los
616 mil pesos se queda en la caja registradora del súper; en Caracas, el mentado sueldo
del terruño aledaño rinde para una decena de despensas, según la tasa de fábula de 15
pesos por bolívar. La cruda evidencia, cultores del "paralelo", es que los 616 mil pesos
sólo ofrecen dígitos creíbles bajo los indicadores del Banco de la República de
Colombia (195 pesos por bolívar) y el SICAD 1 (Bs. 12 por dólar). Punto.
El peso devaluado, el dólar inorgánico y el bolívar fuerte

El peso colombiano no se puede robustecer de cara al bolívar porque la economía de


aquella nación atraviesa una espinosa crisis: el desempleo y la inflación están por
encima de lo que muestran las estadísticas oficiales, verbigracia. El peso está respaldado
por siete años de reservas petroleras (***), 10 toneladas de oro monetario y yacimientos
auríferos por 25 millones de onzas troy. En el contexto de un derrumbe del dólar
estadounidense, más del 80% de las reservas internacionales de Bogotá se evaporaría.
Por el contrario, el bolívar venezolano está avalado por 150 años de combustible fósil,
367 toneladas de oro monetario y depósitos auríferos por 130 millones de onzas troy.
Las barras gualdas ocupan el 70% de nuestras reservas internacionales. Quizás los 195
pesos por bolívar se quedaron cortos y la cotización de nuestro símbolo dinerario
debería oscilar entre los 300 y 400 pesos por bolívar. Por su parte, el dólar
estadounidense lleva a cuestas el déficit fiscal más estratosférico del planeta y la deuda
más descomunal de la historia de la Humanidad: 483 mil millones y 60 billones,
respectivamente (****). El nivel de deuda de Washington sobre el PIB es mayor a
150%. El nuestro es de 30%. El programa de Flexibilización Cuantitativa de la Fed ha
desatado una orgía de dinero inorgánico sin precedentes: un billón de dólares anuales.
¿Qué sustenta al papel esmeralda? ¿Facebook? ¿Google? ¿Apple? Las dos primeras son
compañías virtuales con valores sobrestimados y postizos; la tercera no fabrica ningún
dispositivo tecnológico dentro del territorio continental de Estados Unidos, por lo tanto,
la mayoría de los empleos y tributos los genera fuera de éste. Los enclaves subterráneos
de crudo de EEUU cada vez son más exiguos y los lingotes de oro de la Reserva Federal
no se auditan desde la década de 1950. ¡Sin comentarios!

Como hemos descrito, el bolívar está en condiciones de volver a ser una moneda global,
como lo fue hasta 1983, por hallarse entre las quince del orbe con un considerable
respaldo áureo: 367 toneladas. Nuestra propuesta es vender el petróleo venezolano en
bolívares y desligarnos del billete verde. Firmar acuerdos con Moscú y Beijing, para
que nuestro bolívar sea aceptado como medio de pago en ésas y otras latitudes, sería
otro paso con el fin de cimentar la presencia del bolívar en el ámbito foráneo. En ídem
dirección, aumentar de forma paulatina la reservas de oro, bien sea hasta 400 ó 500
toneladas, coadyuvaría a consolidar nuestra moneda como una divisa confiable y
estable. La estocada fatal al dólar narco de los paramilitares y a la especulación
cambiaria, será un bolívar fuerte con reconocimiento universal.

P.D. La alegría nos embarga al conocer la maravillosa noticia de que los restantes
Héroes Prisioneros del Imperio han sido liberados de su injusto encarcelamiento. Una
victoria arrolladora de la Revolución Cubana. ¡Vivan Los Cinco! ¡Feliz 2015 para
todos!
(*) El dólar "narco" sirve de pretexto a empresarios y comerciantes para especular más.
De por sí, los márgenes de plusvalía en Venezuela son los más altos del planeta: 500,
1.000 y hasta 10.000%. Desde hace seis meses, los usureros de siempre han calculado
los importes con un dólar quimérico a Bs. 220 ó Bs. 250. Conclusión: la excusa de "la
lechuga" es una artimaña adicional para robar a la gente. Hay que revaluar
progresivamente el bolívar y anclarlo en una relación "uno a uno" con el billete verde.

(**) Pesos por bolívar, de acuerdo con el Banco de la República de Colombia:


http://www.banrep.gov.co/es/conversion-dia-paises-vecinos.

(***) Reservas petroleras de Colombia solo dan para siete años:


http://www.eluniversal.com.co/cartagena/economica/las-reservas-de-petroleo-en-
colombia-solo-dan-para-7-anos-116887.

(****) El analista estadounidense, Michael Snyder, afirma que "explicar la deuda de


EEUU es muy difícil. Ni siquiera gastando 80 mil millones de dólares cada día, desde el
nacimiento de Jesucristo, se habría podido alcanzar la cifra de 59.4 billones":
http://www.infowars.com/the-united-states-of-debt-total-debt-in-america-hits-a-new-
record-high-of-nearly-60-trillion-dollars/

Por Adán González Liendo

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