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Universidad De las Américas

Nombre: Richard Del Castillo

Curso: Psicología Evolutiva II

Fecha: 10/04/2016

Los hábitos alimenticios en los estudiantes universitarios y la


percepción de su imagen corporal

Introducción:
El presente trabajo de investigación se encuentra ligado en conocer como la alimentación
en los estudiantes universitarios influye en su percepción corporal y como esto puede
estar influenciado por malos hábitos alimenticios que pondrían en riesgo la vida de los
estudiantes. Para la presente investigación se analizará ciertas investigaciones realizadas
en diferentes países, con lo cual se dará un fundamento acerca del análisis de la
información que se encuentre y como este problema se ve presente en diferentes partes
del mundo. Las investigaciones que se han tomado como referencia, muestran que uno de
los principales problemas que presentan los jóvenes estudiantes son la obesidad y el
sobrepeso, sin embargo se puede observar como los comportamientos alimenticios
desequilibrados y la percepción de la imagen corporal juegan un papel importante a la
hora de evaluar cuando un individuo es vulnerable a sufrir un trastorno alimenticio y
cuáles serían los factores de riesgo.

Resumen:
La percepción de la imagen corporal se encuentra estrechamente relacionada con los
malos hábitos alimenticios, donde la apariencia física está constituida por tres
componentes, el perceptivo, cognitivo y el conductual, donde la alteración de la imagen
corporal supone un desequilibrio o perturbación en estos componentes. Los trastornos de
la conducta alimenticia (TCA) suponen que en el ámbito universitario se presentan varios
factores de riesgo para sufrir TCA como son: las crisis depresivas, el estrés, la ansiedad,
etc. Es necesario tomar en consideración uno de los factores que influyen en la distorsión
de la imagen corporal hoy en día, así el entorno sociocultural parece ser una de las
condiciones esenciales para el desarrollo de distorsiones subjetivas y trastornos de la
imagen corporal. Las teorías socioculturales sobre la alteración de la imagen corporal
hacen referencia a la influencia del cuerpo perfecto que se van desarrollando a través de
las expectativas y experiencias impuestas por la misma. Cabe resaltar que al parecer los
padres pueden transmitir intencionalmente los modelos corporales prevalecientes en
nuestra cultura y al combinarse con problemas familiares, esto influye de forma negativa
en la percepción corporal y por la tanto se hace más probable el riesgo de padecer un TCA
(Cafri, 2006). Además la población que se halla en riesgo de padecer un TCA se
encuentra entre 12 a 25 años y para su posible evaluación es necesario tomar en
consideración ciertos componentes como la sobre-valoración de la figura y el peso así
como también mantener un peso muy bajo, y gracias a ello se pudo observar los siguientes
resultados: La media del peso corporal para el sexo masculino fue de 85 Kg con DS ±
13.9 Kg 85 kilos (58 mínimo y 112 de máximo) y para el sexo femenino fue de 60 Kg
con DS ± 11.79 Kg 60 kilos (45 de mínimo y 130 de máximo) . La altura para el sexo
masculino fue de 1.76 m con DS de ± 0.063 m (1.63 m de mínimo y 1.92 m de máximo).
Y para el sexo femenino fue de 1.63 m con DS de ± 0.061 m (1.50 m de mínimo y 1.82
m de máximo). Respecto del estado nutricional se observó que para el sexo masculino el
0 % presentaba bajo peso, el 60 % normo peso, el 36 % sobrepeso (IMC 25-30) y 4 %
obesidad (IMC > 30). Para el sexo femenino el 1,6 % presentó bajo peso, el 87,3 % normo
peso, el 9,5 % sobrepeso (IMC 25-30) y solo 1,6 % obesidad (IMC > 30). Encontrándose,
en el total de la población encuestada, un 2,6 % de obesidad, 21,2 % de sobrepeso, 75,3
% con normopeso y 0,9% con bajo peso. (Casabal, 2009). Así mismo se pudo evidenciar
como, entre los factores de riesgo se encuentra el tabaquismo, algo muy común en los
estudiantes universitarios; los hábitos alimenticios, ligados al consumo de grasas,
bebidas, azucares, así como también el sedentarismo y el rol en el surgimiento de
enfermedades cardiovasculares, donde se evidenció que la población investigada el
36,28% era sedentaria (Casabal, 2009). Este producto da como resultado la percepción
que tiene cada individuo en función de su imagen corporal y la manera en como estas
variables se relacionan con los problemas alimentarios, donde se obtuvo que el índice de
masa corporal varió entre 15,61 y 51,27, con una media de 22,02 en el total de la
población, siendo este índice significativamente menor en chicas; observamos que a
mayor índice de masa corporal menor distorsión de la imagen corporal (r= -0,28; p)
(Lameiras, 2002). En otra investigación observamos que la mayoría de los estudiantes
tanto en Chile como en Panamá se encuentran con estado nutricional normal, entre 18,5
y 24,9 kg/m2. Los estudiantes muestran una alteración en la percepción de su imagen
corporal, ya que más de la mitad de la muestra posee una percepción errada de su estado
nutricional. Resultado similar al observado en otros estudios (17,20-24), pero contrario al
estudio de Priya y cols. (25) en el que las estudiantes se perciben más correctamente
(Durán, 2013). Así mismo en una evaluación realizada a un grupo de estudiantes a través
de una encuesta de evaluación del comportamiento alimentario, se puede apreciar que
39.7% de los estudiantes que participaron en el estudio tuvieron una alta probabilidad de
padecer un TCA, por el puntaje positivo, con una proporción de 51.1% en las mujeres y
26.8% en los hombres. En una investigación similar, realizada por la Facultad de
Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en la que participaron 2,386
alumnos (31.4% hombres y 67.9% mujeres) entre 18 y 30 años, se encontró que el
porcentaje de la población universitaria con alta probabilidad de desarrollar un TCA era
14.9% en hombres y 20.8% en mujeres (Fandiño, 2007).
Discusión:
Con la presente recolección de datos e información se ha llegado a concluir varios
aspectos relevantes que se detallan a continuación. Como primer punto destacamos el
hecho de que la mayoría de estas investigaciones concuerdan con que las mujeres son
más propensas a tener una mayor insatisfacción con su imagen corporal y miedo a estar
gorda o ganar peso, así mismo se evidenció que las mujeres son más propensas a sufrir
un TCA así como el deseo de bajar de peso. Por otro lado se evidencia que los hombres
son menos propensos a tener una distorsión de su imagen pero se concuerda que la
población masculina quiere tener un cuerpo más musculado en comparación de las
mujeres que desean estar más delgadas. Así mismo, se hace presente ciertos factores que
ponen en riesgo la salud de los estudiantes, teniendo como primer factor, el sedentarismo,
mostrando resultados muy elevados ya que casi la mayoría de estudiantes no practica
algún deporte durante la semana, a lo que se le atribuye la vulnerabilidad a enfermedades
crónicas como la obesidad o hipertensión. Por otro lado, se ve inmersa la importancia de
la dieta que cada individuo tiene en relación con su cuerpo, lo que permite ser menos
propenso a padecer de una enfermedad crónica o de padecer un TCA, ya que un
desequilibrio entre este factor más otro como el tabaquismo, genera más problemas en la
salud. Para concluir, vuelvo a poner hincapié como la sociedad juega un rol devastador
en la manipulación de la realidad del cuerpo humano, atribuyendo el cuerpo ideal, la
figura exacta, que sin más son estereotipos que dieron origen a trastornos alimenticios y
a su vez generar una perspectiva falsa de nuestra propia imagen.
Conclusiones y recomendaciones:
A manera de recomendación, sugeriría que este tipo de estudios sean mayormente
profundizados en la población masculina, pues la mayor investigación recae en que las
mujeres son las más vulnerables a este tipo de riesgos y la importancia de realizar una
investigación a esta población podría permitir dar una solución a la población femenina
ya que se podría llegar a conocer el por qué los hombres son los menos vulnerables a este
tipo de problemas. Al notar que estos factores de riesgo, no solo se dan en un solo país y
más bien se han convertido en un problema a nivel mundial, la evidencia muestra que, la
percepción corporal y los hábitos alimenticios, son en conjunto una cadena que da origen
a problemas aún mayores como el riesgo de padecer alguna enfermedad crónica si se ven
afectados por algún factor que pueda ser externo (influencia de los medios) o a su vez
interno ( mala percepción de su imagen) y por lo tanto, se ve necesario a realizar
capacitaciones a los estudiantes para que concienticen la importancia de la buena
alimentación y que a su vez permita reorganizar los criterios que se tiene del cuerpo ideal
para que de esta manera la imagen corporal no se vea afectada.

Referencias:
Cafri, G. (11 de Mayo de 2006). Wiley Online Library. Obtenido de
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1093/clipsy.bpi053/epdf?r3_referer=wol&tracki
ng_action=preview_click&show_checkout=1&purchase_referrer=onlinelibrary.wiley.c
om&purchase_site_license=LICENSE_DENIED
Casabal, S. (Marzo de 2009). Actualización en Nutrición. Obtenido de
http://www.revistasan.org.ar/pdf_files/trabajos/vol_10/num_1/RSAN_10_1_49.pdf

Durán, S. (Marzo de 2013). Scielo. Obtenido de http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-


75182013000100004&script=sci_arttext

Fandiño, A. (8 de Octubre de 2007). Scielo. Obtenido de


http://www.scielo.org.co/pdf/cm/v38n4/v38n4a2.pdf

Lameiras, M. (17 de Mayo de 2002). International Journal of Clinical Health Psychology.


Obtenido de http://www.aepc.es/ijchp/articulos_pdf/ijchp-58.pdf

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