1.

Concepto de virtud y vicio:

1. Vicio: Cada acto consciente que adquiere una connotación de acción mala, que posee
una intensidad y se apropia de un carácter repetitivo, convirtiéndose en una
costumbre y concluyendo como un vicio, que puede dirigirnos a una corrupción del
hombre y de su capacidad de decidir, su libertad, dejando una huella o consecuencia.

Alfred SONNENFELD, “Tengo que ser buena persona” en Liderazgo Ético: la sabiduría
de decidir bien, Encuentro, Madrid, 2012, pp. 89-103.

2. Virtud: Desarrollo y perfeccionamiento de una facultad operativa, actos que se

ejecutan como consecuencia de lo que decidimos y hacemos voluntariamente.
Acciones que tienen consecuencia interna en el sujeto que ejecuta la acción, dejando
de lado las consecuencias del medio externo. La virtud es una de las herramientas que
tiene el hombre para llegar a la plenitud humana, una herramienta que necesita ser
guiada por el poder de la razón y que no puede nacer de forma espontánea. La virtud
tiene como fin hacer del hombre un buen hombre.

Alfred SONNENFELD, “Tengo que ser buena persona” en Liderazgo Ético: la sabiduría
de decidir bien, Encuentro, Madrid, 2012, pp. 89-103.

Alfred SONNENFELD, “El bueno es el virtuoso” en Liderazgo Ético: la sabiduría de decidir bien,
Encuentro, Madrid, 2012, pp. 106.

3. Hipocresía:
- Saber, intuir que lo que hacemos no está bien ni para nosotros ni para las personas
y el medio que nos rodea.
- No genera ni contagia excelencia en las personas que nos rodean
- Se pueden realizar miles de actos perfectos, pero estos actos no tuvieron
consecuencia en nuestro interior, no les encuentro provecho, no me convierten en
un buen hombre
- Se puede crear una pseudovirtud (porque puedo estar cambiando mi medio
externo, pero no influir en lo absoluto en el interior) 2.
- Alfred SONNENFELD, “Tengo que ser buena persona” en Liderazgo Ético: la
sabiduría de decidir bien, Encuentro, Madrid, 2012, pp. 97
- Puede haber un estado semi- inconsciente de hipocresía, que nos hace ver este
acto de manera transitoria y no clara, haciendo que nos sumerjamos en ella y que
podría concluir en un estancamiento 1.
- Alfred SONNENFELD, “Tengo que ser buena persona” en Liderazgo Ético: la
sabiduría de decidir bien, Encuentro, Madrid, 2012, pp. 98
- El hipócrita ve con claridad el bien que le deja de hacer al otro o el mal que le
provoca y no hace nada para cambiarlo, vive en una continua contradicción.
- No se cambia por la razón de ser sincero con el otro de que mis acciones lo están
perjudicando y aceptarme a mi mismo y a la sociedad que mis intentos por hacer el
bien son vanos y no fructuosos
 - La hipocresía puede causar que las personas que creían en las virtudes dejen de
hacerlo y se decepciones por causa de un pseudovirtuoso, alejándose de la
verdadera virtud. El hipócrita no reconoce sus incoherencias.
- Alfred SONNENFELD, “Tengo que ser buena persona” en Liderazgo Ético: la
sabiduría de decidir bien, Encuentro, Madrid, 2012, pp. 100
- La hipocresía significa renunciar a vivir en primera persona
- Vivir en primera persona es hacerme responsable de mi, vivir la aventura de la
moral, pensando en yo yo yo y yo y como hacerme feliz

Vivir en primera persona, tener autoridad sobre mi, requiere renunciar a la hipocresía y al
escándalo, sabiendo y siendo consiente que todos los actos que hago tienen una consecuencia que
va a intervenir en mi formación y en la contribución a mi propio ser, dejando de lado las excusas y
el culpar a otros de lo que sucede conmigo, o escudándome en criticar los defectos de los demás
para sentirme mejor conmigo misma. Un aspecto muy importante juega en este actuar en primera
persona, que es reconocer mis errores y permitirme ser corregido por los demás para diariamente
crecer como persona, contribuir mi desarrollo propio.

Diferencia entre lo instintivo y lo natural.

El hombre no está espontáneamente encaminado al bien, de esta manera necesita un aporte, una
ayuda adicional que lo incline hacia lo que parece bueno. Aquí es donde toma lugar lo natural, lo
natural es la razón actuando, permitiendo discernir y conocer lo que es bueno para su persona o
que es un bien común, lo natural nos permite tener un panorama de nuestros instintos (Alfred
Sonnenfeld, 2012)1.

Otro concepto que adquiere un valor importante, es el instinto, lo espontaneo, aquello que
compartimos con los animales, lo que es inevitable visto desde la biología, un concepto que se
contrapone a la conciencia y la razón (Diccionario filosófico, 1984)2. Lo natural posibilita encauzar
el rumbo de los instintos, dejando de lado esa atracción burda y ordinaria hacia algo,
contraponiéndose con consideraciones, y en ocasiones prohibiciones, que ordenan los actos del
hombre, buscando un fin, un fin que se puede oponer a lo que instintivamente estamos inclinados.
(Alfred Sonnenfeld, 2012) 3.

Lo natural hace encaminar nuestra vida dejándonos guiar por la razón, en busca de un propósito,
una buena vida o lograda (Alfred Sonnenfeld, 2012)3. A diferencia de lo natural, lo espontaneo nos
hace actuar según nuestras inclinaciones, que pueden o no estar en armonía con nuestra propia
naturaleza.

Lo natural contribuye a la edificación e implementación de las virtudes, nos ayuda a interiorizarlas

y a vivir de acuerdo a ellas, generando la vivencia de un comportamiento ético. (Alfred
Sonnenfeld, 2012)4.
1. Alfred SONNENFELD, “El bueno es el virtuoso” en Liderazgo Ético: la sabiduría de decidir
bien, Encuentro, Madrid, 2012, pp. 107.
2. I. T. Frolov, Diccionario de filosofía, Editorial Progreso, Moscú 1984, pp. 229
3. Alfred SONNENFELD, “El bueno es el virtuoso” en Liderazgo Ético: la sabiduría de decidir
bien, Encuentro, Madrid, 2012, pp. 108.
4. Alfred SONNENFELD, “El bueno es el virtuoso” en Liderazgo Ético: la sabiduría de decidir
bien, Encuentro, Madrid, 2012, pp. 115-118.