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Marx: crítico, polímata y visionario

Presentation · December 2018


DOI: 10.13140/RG.2.2.20674.63684

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0 3

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Juan Ramon Alvarez


Universidad de León
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Instituto de Humanismo

y Tradición Clásica

SEMINARIO

"Marx: crítico, polímata y visionario"

A CARGO DEL

Dr. Juan Ramón Álvarez Bautista


Instituto de Humanismo y Tradición Clásica Universidad de León

Lugar: Lugar: aula 23. Facultad de Filosofía y Letras.


Fecha y hora: 13 de diciembre, 9:00-11:00 horas.

Se entregará certificado de asistencia

1
Marx: ccrítico, polímata y visionario
[B
[Borrador de sesión para el Máster/Doctorado del IHTC;
IHTC 13 de
diciembre 2018]

Profesor: Dr. Juan Ramón Álvarez Bautista

I. Textos de apoyo
Nuestros autores <San Agustín, Vico
Vico, Voltaire, Hegel> aspiran, en efecto, tanto a la
realidad, como a la totalidad; lo que les interesa no son las causas, sino el principio de
la historia. Ahora bien, este principio no es completo si se limita a poner de relieve la
ley del desenvolvimiento en de la historia universal. Además de esto, y aun por encima
de esto, pretende dar una justificación de ella. El problema de la razón de ser del
historia lleva por ello inmediatamente a la cuestión de su finalidad. (Ferrater
Ferrater Mora,
2006, p. 28).

¿Fue Marx un filósofo especulativo de la historia? En cierto modo, sí. Pero el método, o
métodos, de interpretación histórica usados por Marx no son especulativos. De alguna
manera son “analíticos”, aunque en una acepción de “analítico” muy distinta de
cualquiera de las reseñad
reseñadas <en la introducción>. (Ferrater Mora, 2006, p. 10)

Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo
circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstanc
circunstancias con que se
encuentran directamente,
tamente, que existen y les han sido legadas por el pasado.

(Karl Marx, El 18 Brumario


rumario de Luis Bonaparte
Bonaparte, 1852)

Esta es la teleología inmanente <resultante de la «sucesiva


sucesiva entrega»,
entrega de unas
generaciones a otras, de un «ortograma» proléptico que los grupos dirigentes… fueron
fu
transmitiendo a sus sucesores>, vinculada a la causalidad histórica, en lo que la historia
tiene de proceso operatorio que, estando sin duda determinado por factores que
actúan «por encima de la voluntad de los hombres» -parapara decirlo con las palabras de
Marx- sin embargo, sólo pueden actuar causalmente a través de los planes y
programas de unos grupos humanos, en conflicto siempre con los planes y programas
de otros grupos diferentes, aunque mutuamente codeterminados.)

(Gustavo Bueno, España frente a EEuropa, 1999)

2
La primera premisa de toda historia humana es, naturalmente, la existen//cia de
individuos humanos vivientes. El primer estado de hecho comprobable es, por tanto, la
organización corpórea de estos individuos y, como consecuencia de ello, su
comportamiento hacia el resto de la naturaleza. (IA, pp.11-12)

El primer hecho histórico es, por consiguiente, la producción de los medios/


indispensables para la satisfacción de estas necesidades, es decir, la producción de la
vida material misma, y no cabe duda de que es este un hecho histórico, una condición
fundamental de toda historia, que lo mismo hoy que hace miles de años, necesita
cumplirse todos los días y a todas horas, simplemente para asegurar la vida de los
hombres. (IA, p. 24)

Lo segundo es que la satisfacción de esta primera necesidad, la acción de satisfacerla y


la adquisición del instrumento necesario para ello, conduce a nuevas necesidades, y
esta creación de/ necesidades nuevas constituye el primer hecho histórico. (IA, pp. 24)

El tercer factor que aquí interviene de antemano en el desarrollo histórico es el de que


los hombres que renuevan diariamente su propia vida comienzan al mismo tiempo a
crear a otros hombres, a procrear: es la relación entre hombre y mujer, entre padres
e hijos, la familia. (IA, p. 25)

Por lo demás, no deben considerarse como tres fases distintas, sino sencillamente
como eso, como tres aspectos o, para decirlo a la manera alemana, como tres
«momentos» que han existido desde el principio de la historia y desde el primer
hombre y que todavía hoy siguen rigiendo en la historia. (IA, p. 25)

La producción de la vida, tanto de la propia en el trabajo, como


de la ajena en la procreación, se manifiesta inmediatamente como una doble relación
–de una parte, como una relación natural y, de otra, como una relación social–; social,
en el sentido de que por ella se entiende la cooperación de diversos individuos, cuales-
quiera que sean sus condiciones, de cualquier modo y para cualquier fin. De donde se
desprende que un determinado modo de producción o una determinada fase
industrial lleva siempre aparejado un determinado modo de cooperación o una
determinada fase social, modo de cooperación que es, a su vez, una
«fuerza productiva»; que la suma de las fuerzas productivas accesibles al hombre
condiciona el estado social y que, por tanto, la «historia/de la humanidad» debe
estudiarse y elaborarse siempre en conexión con la historia de la industria y del
intercambio.
(IA, pp. 25)

Solamente ahora, después de haber considerado ya cuatro momentos, cuatro aspectos


de las relaciones históricas originarias, caemos en la cuenta de
queel hombre tiene también «conciencia»[3]. Pero, tampoco esta es de antemano una
conciencia «pura». El «espíritu» nace ya tarado con la maldición de estar «preñado»
de materia, que aquí se manifiesta bajo la forma de capas de aire en movimiento, de
sonidos, en una palabra, bajo la forma del lenguaje. El lenguaje es tan viejo como la
conciencia: el lenguaje es la conciencia práctica, la con- ciencia real, que existe
también para los otros hombres y que, por tanto, comienza a existir también para mí

3
mismo; y el lenguaje nace, como la conciencia, de la necesidad, de los apremios del
intercambio con los demás hombres. (IA, p. 26).

La idea central que inspira todo el Manifiesto, a saber, que el régimen económico de la
producción y la estructuración social que de él se deriva necesariamente en cada época
histórica constituye la base sobre la cuales asienta la historia política e intelectual de
esa época, y que, por tanto, toda la historia de la sociedad -una vez disuelto
el primitivo régimen de comunidad del suelo- es una historia de luchas de clases, de
luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las
diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presente, en
que la clase explotada y oprimida -el proletariado- no puede ya emanciparse de la clase
que la explota y la oprime -de la burguesía-
sin//emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explotación y las
luchas de clases; esta idea cardinal fue fruto personal y exclusivo de Marx. (Engels,
“Prólogo” a la edición alemana de 1883 del Manifiesto comunista (MC), en Marx y
Engels, 2013, p. 27; cursivas añadidas)

For Marx, the concept of world history is not only a historiographical, but also a
historical category. The rise of modern capitalism, its spread
throughout Europe and the adjacent regions of the world made an “epoch” in world
history. And it did so in the emphatic sense of the thesis that Marx and Engels initially
establish in the outlines of the critique of the German Ideology and then in the
Communist Manifesto: only with modern capitalism can there really be a world
history. This is because only modern capitalism creates the material basis for a world
society with the world market, world trade, and world finance, and the new
international division of labour that gradually encompasses all countries, regions, and
continents (Krätke, 2018, p. 27).

For the most part at least, it is clear that the Marxist account of history takes this non-
teleological form, and it is best interpreted in this way. It sees history as following a
progressive pattern that goes through the stages of alienation and its overcoming as
described in passages from Marx quoted above. The result is the development of
human material powers, ultimately including the ability to become conscious of them
and to control them. In the process, in other words, the human subject is created. But
this result is not the teleological goal of the process. It is rather the emergent outcome
of blind forces, the unintended result of human productive activity. (Sayers, MT, p.13).

Men make their own history, whatever its outcome may be, in that each person
follows his own consciously desired end, and it is precisely the resultant of these many
wills operating in different directions, and of their manifold effects upon the outer
world, that constitutes history. (Engels, citado por Sayers, MT., p. 14).

Darwin’s work is most important and suits my purpose in that it provides a basis in
natural science for the class struggle in history … Despite all deficiencies, not only is the
death-blow dealt here for the first time to `teleology’ in the natural sciences but its
rational meaning is empirically explained. (Marx, citado por Sayers, MT, p. 14)

4
In other words, Marx unlike Hegel does not regard history as a teleological process. To
that extent Althusser’s account is right. However, unlike Althusser (and Nietzsche and
Foucault and many other recent philosophers), Marx does maintain that there is a
progressive pattern to historical development which must be acknowledged and which
needs to be explained. (Sayers,MT,p.15)

Man's own social organization, which has hitherto confronted him as a process
dictated by nature and history, now becomes a process resulting from his own
voluntary action. The objective extraneous forces which have hitherto dominated
history now pass under the control of man himself. It is only from this point that man
will himself make his own history fully consciously, it is only from this point that the
social causes he sets in motion will preponderantly and ever increasingly have the
effects he wills. It is humanity's leap from the realm of necessity into the realm of
freedom.’ (Engels, 1962, 388-389) (Sayers, MT, 16).

[P]odemos atribuir a Marx, pero no a Hegel, no sólo una filosofía de la historia, sino
también lo que merece ser llamado una teoría de la historia, que no es una
construcción reflexiva, a distancia, de lo que sucede, sino una contribución al
entendimiento de su dinámica interna. La lectura que hace Hegel de la historia en su
conjunto y de las sociedades concretas es sólo eso, una lectura, una interpretación que
podemos encontrar más o menos atractiva. Pero Marx ofrece no sólo una lectura, sino
también los principios de algo más riguroso. Los conceptos de capacidad productiva y
estructura económica (a diferencia de los de conciencia y cultura) no sólo sirven para
expresar una visión, sino que se presentan también como los principales conceptos de
una teoría de la historia que es teoría en la medida en que la historia admite un
tratamiento teórico que no sea todo o nada. (Cohen, 1986, pp. 28-29)

Marx analyzes, scientifically, the historical limitation of Western capitalism and


maintains, by way of a kind of revolutionary teleology, the expectation of and belief in
human liberation, which is the highest historical goal. His philosophy of history is
hence characterized by theoretical elements from both historical scientificalness and
historical teleology. (Zang, 2010, p. 631).

Si bien algunos países actuales pueden fracasar en alcanzar una democracia liberal
estable, y otros pueden recaer en otras formas más primitivas de gobierno […], no es
posible mejorar el ideal de democracia liberal. (Fukuyama, 1992, p. 11).

Pero el mayor de los desafíos que se plantea hoy a los historiadores marxistas es el de
contribuir al análisis de la gran mutación del capitalismo que estamos viviendo. Un
cambio que comenzó en los años setenta del siglo pasado como una “gran
divergencia” en el reparto de los beneficios de la producción entre trabajadores y
empresarios (que acabó convirtiéndose en la diferencia creciente que separa hoy a los
pobres de los ricos), y que nos está llevando a una desigualdad extrema, que no sólo
está conduciendo a empeorar los niveles de vida de los más, sino que se ha llevado por
delante, complementariamente, una parte considerable de nuestras libertades.
(Fontana, 2015, p. 9).

5
Podemos dar a este procedimiento, consistente en someter a examen los hechos de la
razón, así como, en su caso, también a crítica, el nombre de censura de la razón. Es
algo incuestionable que esta censura conduce inevitablemente a dudar de todo uso
trascendente de los principios. Pero éste no es más que el segundo paso, y está muy
lejos de llegar al final de la tarea. El primer paso en las cuestiones de la razón pura y el
que señala su edad infantil es dogmático. El segundo, el que acabamos de mencionar,
es escéptico, y pone de manifiesto la prudencia de un Juicio escarmentado por la
experiencia.
Pero hace falta todavía un tercer paso que sólo es propio del Juicio maduro y viril, del
que se basa en máximas firmes y de probada universalidad, consistente en someter a
examen, no los hechos (Fakta)de la razón, sino la razón misma, atendiendo a toda su
capacidad y aptitud para los conocimientos a priori. Esto no constituye ya censura, sino
crítica de la razón, una crítica en virtud de la cual se prueba, no simplemente que esa
razón tiene límites, sino cuáles son esos límites, no simplemente ignorancia de éste o
del otro punto, sino la ignorancia respecto de todas las cuestiones de cierta clase, todo
lo cual es demostrado a partir de principios, no de conjeturas. (CRP, A760-61/B788-
789, p. 438; cursivas añadidas).

Por estos motivos las ‘refutaciones’· al nivel de la ciencia económica, aunque sean
refutaciones a proposiciones académicas, contienen
la intención de refutar 'realidades' que, por otra parte, sólo pueden ser refutadas por
otras realidades. El Capital no quiere refutar sólo el
concepto de mercancía de Malthus o de Ricardo, sino la propia 'encarnación' de ese
concepto en el trabajo asalariado: pero la 'refutación' del trabajo asalariado o, en
general, la refutación del capitalismo, no puede hacerla un libro como El Capital, sino
la propia práctica del socialismo —al cual, sin duda El Capital ha contribuido a
instaurar, pero que, a la vez, solamente mediante él puede confirmarse o falsarse.
(Bueno, Ensayo sobre las categorías de la economía política, p. 37)

Pero el postulado del optimismo —aunque se le distinga cuidadosamente de toda


utopía—, el postulado según el cual las leyes de la historia nos conducen a una
situación óptima, está en el principio, no solamente de la mayoría de los sistemas de la
Economía capitalista, sino también de la mayoría de los sistemas económicos
de inspiración marxista. (Bueno, Ensayo sobre las categorías de la economía política, p.
37).

Claro está que el método de exposición debe distinguirse formalmente del método de
investigación. La investigación ha de atender a asimilarse en detalle la materia
investigada, a analizar sus diversas formas de desarrollo y a descubrir sus nexos
internos. Sólo después de coronada esta labor, puede el investigador proceder a
exponer adecuadamente el movimiento real. Y si sabe hacerlo y consigue reflejar
idealmente en la exposición la vida de la materia, cabe siempre la posibilidad de que se
tenga la impresión de estar ante una construcción a priori. (Marx, Postfacio a la
segunda edición de El capital, Libro 1, p. XXIII).

6
Mi investigación desembocó en el resultado […] al que llegué y que una vez obtenido
sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción
social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e
independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase
determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas
relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real
sobre la que se alza un edificio (Überbau) jurídico y político, y a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material
condiciona (bedingt) el proceso social político e intelectual de la vida en general. No es
la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es
lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las
fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las
relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de
esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta
allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten
en trabas suyas, y se abre así una época de revolución
social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la
inmensa superestructura erigida sobre ella. (Prólogo a Contribución a la crítica de la
economía política, texto refundido entre varias ediciones)

Ahora bien, el corpus doctrinal del marxismo tenía enormes dificultades para anclar
ahí su concepción del «hombre nuevo» que se proponía forjar políticamente. Pues una
vida política a la altura de las exigencias de la razón no era, en definitiva, más que
aquello que las grandes revoluciones burguesas habían llamado «ciudadanía». No era,
después de todo, sino el modelo de ser humano que la Ilustración había considerado
irrenunciable. Bien poca cosa para una teoría dialéctica de la historia que exigía
avanzar mucho más allá del mundo burgués y que pretendía ser más veloz incluso que
el capitalismo, hasta acabar adelantándolo en los cauces del devenir histórico. De este
modo, lo que el capitalismo frustraba y mutilaba, el marxismo se empeñaba en dejarlo
bien atrás, como antiguallas destinadas a ser sepultadas por la corriente imparable de
la historia. La paradoja fue que el patriarcado o la religión –sufriendo, sin duda,
grandes modificaciones– demostraron tener una insólita capacidad de adaptación al
curso siempre cambiante del capital, mientras que lo que sucumbía era precisamente
el pensamiento de la Ilustración, la única columna vertebral posible de todo
proyecto político republicano. En su lugar, el marxismo se empeñó en descubrir la
pólvora, inventando un hombre más nuevo que el ciudadano y un derecho
más legítimo que el derecho. Como trágicos resultados podemos citar, por ejemplo, el
culto a la personalidad de Stalin o la revolución cultural maoísta. (Santiago Alba Rico,
“Prólogo” a Fernández Liria y Alegre Zahonero, 2010).

Marx partió del modelo ricardiano del precio del capital y del principio de escasez, y
ahondó en el análisis de la dinámica del capital, al considerar un mundo en el que el
capital es ante todo industrial (máquinas, equipos, etc.) y no rural, y puede, entonces,
acumularse potencialmente sin límite. De hecho, su principal conclusión es lo que se
puede llamar el “principio de acumulación infinita”, esto es, la inevitable tendencia del
capital a acumularse y a concentrarse en proporciones infinitas, sin límite natural; de

7
ahí el resultado apocalíptico previsto por Marx: ya sea que haya una baja tendencial de
la tasa de rendimiento del capital (lo que destruye el motor de la acumulación y puede
llevar a los capitalistas a desgarrarse entre sí), o bien que el porcentaje del capital en el
ingreso nacional aumente indefinidamente (lo que, tarde o temprano, provoca que los
trabajadores se unan y se rebelen), en todo caso no es posible ningún equilibrio
socioeconómico o político estable. (Piketty, El capital en el siglo XXI, p. 17, cursivas
añadidas)

II. ESQUEMA TEMATICO

0. INTRODUCCIÓN PARA HISTORIADORES Y CIUDADANOS

0.1 A los 200 años: ¿qué Marx reconocen las diferentes generaciones?

Polémico concepto de generación: Mannheim, Ortega, Marías, Semprún, etc.


(Bibliografía)

Ortega: duración 15 años, 30 años edad individual de referencia del epónimo;


indicador generacional un acontecimiento histórico que cambia significativamente un
cambio de mundo.

«Descubrimiento de una «generación decisiva» en que el cambio del mundo es mucho


mayor que de ordinario; localización de su «epónimo» u hombre representativo,
estableciendo una escala provisional e hipotética, tomando como fecha central de una
generación la fecha en que ese epónimo cumplió los treinta años; aplicación por
último, de la escala así obtenida, como una retícula, a la realidad histórica, para que
ella lo confirme o rectifique, imponiendo desplazamientos en uno u otro sentido, hasta
que la retícula ideal coincida con el material empírico». (J. Marías, La estructura
social, 1955, pág. 56).

0.1.1 Epónimo X: Acontecimiento Final de la Guerra Fría y extinción o disolución de la


URSS (1991)

0.1.2 Esquema generacional artificioso, sobre la base de 1991 con 20 hacia atrás y 20
hacia delante:

≈ -20: antecedentes Origen = epónimo ≈ + 20 = consecuentes


genérico
1971: nac. 1941 1991 (≈30 años; nac. 1961) 2011: nac. 1981

Tabla 1

Tres generaciones coexisten en la franja 1971-2011, en la cual la disolución de la URSS


(1991) ocupa un lugar central un punto medio, porque precisamente se ha buscado
que lo sea con fines interpretativos o hermenéuticos.

0.1.2 Desde un punto de vista académico, la generación de ≈ 1971 está


desapareciendo, a pesar de los altos índices de longevidad en los países desarrollados.

8
01.3 Desde un punto de vista académico, la generación de ≈ 1991 es la hegemónica
que tiene el poder promocional, de la que depende la memoria de la generación
anterior y la prospectiva (teórica y profesional) de la siguiente.

0.1.4 Desde un punto de vista académico, la generación de ≈ 2011 (la aquí presente)
tiene que enfrentarse a la llamada globalización, caracterizada por la desigualdad
progresiva (la llamada por Marx depauperización relativa, esta vez de clases medias
trance de desaparición)

0.2 ¿Es la concepción marxiana (que no marxista) una inspiración a larga distancia
para la interpretación (de las ciencias humanas) y la valoración (orientadora de la
acción política) de una filosofía de la historia que supera la adversativa de la Tesis XI
sobre Feuerbach?

«Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modo el mundo,
pero de lo que se trata es de transformarlo» (1845).

0.3 NO HAY RESPUESTAS ÚNICAS; SOLO PROBLEMAS (SI LOS HAY) DIFERENTES.
¿ESTAMOS MÁS ALLÁ DEL ASUNTO?

1. “CRITICA” SE DICE DE MUCHAS MANERAS (‘κριτική’ λέγεται πολλαχῶς)

1.1 Ideas más utilizadas:

-Diccionario RAE: (el más aplicable): Del lat. critĭcus, y este del gr. κριτικός kritikós; la
forma f., del lat. critĭca, y este del gr. κριτική, kritikḗ.

Juicio sobre hechos y conductas generalmente de forma desfavorable.

Juicio expresado, generalmente de manera pública, sobre un espectáculo, una obra artís
tica, una teoría, una doctrina, etc.

-Kant: Crítica/censura: examen racional valorativo de una facultad, doctrina, sistema


en su integridad/componentes, productos, resultados, efectos de aquellos.

Kant (Crítica de la razón pura. Disciplina de la razón pura)

Podemos dar a este procedimiento, consistente en someter a examen los


hechos (Fakta) de la razón, así como, en su caso, también a crítica, el nombre
de censura de la razón. Es algo incuestionable que esta censura conduce
inevitablemente a dudar de todo uso trascendente de los principios. Pero éste
no es más que el segundo paso, y está muy lejos de llegar al final de la tarea. El
primer paso en las cuestiones de la razón pura y el que señala su edad infantil
es dogmático. El segundo, el que acabamos de mencionar, es escéptico, y pone
de manifiesto la prudencia de un Juicio escarmentado por la experiencia.

Pero hace falta todavía un tercer paso que sólo es propio del Juicio maduro y
viril, del que se basa en máximas firmes y de probada universalidad,
consistente en someter a examen, no los hechos (Fakta) de la razón, sino la

9
razón misma, atendiendo a toda su capacidad y aptitud para los conocimientos
a priori. Esto no constituye ya censura, sino crítica de la razón, una crítica en
virtud de la cual se prueba, no simplemente que esa razón tiene límites, sino
cuáles son esos límites, no simplemente ignorancia de éste o del otro punto,
sino la ignorancia respecto de todas las cuestiones de cierta clase, todo lo cual
es demostrado a partir de principios, no de conjeturas. (CRP, A760-61/B788-
789, p. 438; cursivas añadidas).

-Refutación de una doctrina que puede ser sobre procesos naturales o (sistemas de)
acciones humanas:

Por estos motivos las ‘refutaciones’· al nivel de la ciencia económica, aunque


sean refutaciones a proposiciones académicas, contienen la intención de
refutar 'realidades' que, por otra parte, sólo pueden ser refutadas por otras
realidades. El Capital no quiere refutar sólo el concepto de mercancía de
Malthus o de Ricardo, sino la propia 'encarnación' de ese concepto en el
trabajo asalariado: pero la 'refutación' del trabajo asalariado o, en general, la
refutación del capitalismo, no puede hacerla un libro como El Capital sino la
propia práctica del socialismo —al cual, sin duda El Capital ha contribuido a
instaurar, pero que, a la vez, solamente mediante él puede confirmarse o
falsarse. (Bueno, Ensayo sobre las categorías de la economía política, p. 37).

-El trayecto CIENCIA→Fª INTERPRETATIVA→CRÍTICA→Fª VALORATIVA→POLÍTICA


↓ ↓ ↓ ↓ ↓
EP MH CCEP,GRUND, CAP MC PC

(“CRITICAS”)

SUPERACIÓN DE LA TESIS XI SOBRE FEUERBACH (Álvarez, en prensa)

2. MARX POLÍMATA (πολυμαθής)

POLIMATÍA (πολυμαθία): μανθάνω = APRENDER; μάθημα (máthēma) = campo


de estudio o instrucción

“La base de la enseñanza es la erudición” (Carles Solá,


Rector de la Univ. Autónoma de Barcelona, Consejo
de Universidades cuando se diseñaba el Plan Bolonia).

2.1 Curriculum vitae de Marx (Selección)

2.1.1--Estudios en Bonn y Berlín; 1835-1836 (Bonn); 1836-1841(Berlín)

Según su propio testimonio Marx estudió jurisprudencia meramente como una


disciplina subordinada junto a historia y filosofía. (Mehring, 1918, cap. 1)

10
<https://www.marxists.org/archive/mehring/1918/marx/ch02.htm>
Consultado 01/12/2018. [Comentario al los planes de estudio alemanes]

Durante sus estudios adquirió la costumbre de resumir los libros que leía, por
ejemplo, el Laoconte de Lessing, el Erwin de Solger1, la Historia del arte de
Winckelmann, la Historia de Alemania de Luden, etc., y al mismo tiempo de
anotar sus propias reflexiones. También tradujo la Germania de Tácito y las
Elegías de Ovidio, y comenzó a aprender inglés e italiano por su cuenta, es
decir, mediante gramáticas, pero progresó poco. Leyó el Derecho Penal de
Klein y los Anales, y también todas las obras literarias nuevas, pero esto de
pasada y en su tiempo libre (Ibid., cap. 2; cursivas añadidas)

--Tesis doctoral: Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la


de Epicuro. Jena in absentia 1841.

2.1.2 Periodismo y activismo: escritos breves y obras inéditas en vida (Selección y/o
con Engels. Una lista completa de Marx y Engels en

<https://www.marxists.org/espanol/m-e/indice.htm>)

La cuestión judía

Tesis sobre Feuerbach

Manuscritos Económico filosóficos

La ideología alemana

Elementos (Grundrisse)

Historia de las teorías de la plusvalía

El capital: Libros II y III

2.1.3 Obras publicadas en vida: Selección

La sagrada familia o crítica de la crítica critica

Miseria de la filosofía

Manifiesto comunista

Trabajo asalariado y capital

El 18 brumario de Luis Bonaparte [Lectura recomendada]

Hacia una crítica de la economía política (La llamada “contribución”)

1
Erwin. Cuatro diálogos sobre lo bello y el arte (2 vols., 1815), en que se enfrentaba con Schlegel y que
al parecer influyó en Hegel y Heine.

11
El capital, Libro I [Lectura recomendada. Capítulo XXIV: La acumulación
originaria]

La guerra civil en Francia

Crítica del programa de Gotha

2.2 Amplitud y ejercicio de la polimatía

2.2.1. De la filosofía a la Economía y vuelta

La filosofía de la autoconciencia (Hegel: Fenomenología del espíritu) en la tesis


doctoral

La crítica de la religión y del Estado y sus igualitarismos falsos

Los manuscritos y la alienación: de la conciencia al trabajo.

La crítica de la filosofía alemana y la ciencia de la Historia

La crítica de la economía política. Kant y Marx: condiciones de posibilidad y


condiciones de efectividad (realidad) de las ciencias y sus objetos; usos
constitutivo y regulatvo de los principios.

La filosofía de la historia de Marx (tránsito a la sección 3)

2.2.2 Método de investigación

Claro está que el método de exposición debe distinguirse formalmente


del método de investigación. La investigación ha de atender a
asimilarse en detalle la materia investigada, a analizar sus diversas
formas de desarrollo y a descubrir sus nexos internos. Sólo después de
coronada esta labor, puede el investigador proceder a exponer
adecuadamente el movimiento real. Y si sabe hacerlo y consigue
reflejar idealmente en la exposición la vida de la materia, cabe siempre
la posibilidad de que se tenga la impresión de estar ante una
construcción a priori. (Marx, Postfacio a la segunda edición de El
capital, Libro 1, p. XXIII; cursivas añadidas).

--Fuentes de información y formas de registro:

Cuadernos de la época universitaria y de la tesis doctoral (Biografía de Mehring, 1918,


cap. 2)

Prensa de todo tipo e informes financieros

“Prólogo” a la Contribución a la crítica de la economía política


[Leer en paralelo con la “Introducción” a El origen de las especies de Darwin (1859) y a
la “Primera parte” del Discurso del método de Descartes (1637)].

12
Trätke (2018) ofrece una información detallada en orden cronológico de las lecturas y
apuntes, que debe ser contrastada con Higgins (2017).

--La leyenda de la Sala Redonda del British Museum: Higgins (2017; documentado con
la solicitud y renovación de los permisos de investigador) ofrece una secuencia donde
se pondera en tres épocas el uso del BM:
a) Primera época: desde comienzos del exilio londinense, domiciliado en el
Soho y trabajando en el salón compartido hasta la herencia de Jenny y mudanza a una
nueva casa; uso intensivo, pero todavía no en la Sala Redonda que no estaba
construida.
b) Una época intermedia menos frecuentada de un Marx con despacho en
casa y más libros propios; uso ya de la sala Redonda pero menos frecuente.
c) Época de la vejez con muy mala salud y uno casi nulo del BM)

2.2.3 Aplicación del circuito de la comprensión científica (CCC): invención y explicación


(Álvarez, 2017; elaboración de Adrián Álvarez Lafuente).

MÉTODO INVESTIGACIÓN ≈ CURSO INVENTIVO

Estimación Inferencia ME

MO = sociedades civiles históricas → Hipótesis (Anatomía : B[ase]/S[up]

↑ ↓

MR ≈MO← Factores desviación ←MB:Modelo Sist.Soc. ← H(B/S)

Reconstrucción : L2 y F2 Construcción: L1 y A1

MÉTODO DE EXPOSICIÓN ≈ CURSO EXPLICATIVO

13
3. CIENCIAS, FILOSOFÍAS Y VISIONES DE LA HISTORIA UNIVERSAL

3.1 Las tres perspectivas filosóficas correlativas y las ciencias históricas como ciencias
humanas:

-NATURALISTA: Las ciencias humanas han de aproximarse ontológica y/o metodológicamente


a las ciencias naturales y, en el límite reducirse a ellas. Las ciencias históricas en la perspectiva
naturalista: Darwinismo universal → Teoría evolucionista de la historia.

-SIMBÓLICA: Las ciencias humanas han de aproximarse ontológica y/o metodológicamente a


las ciencias semióticas y, en el límite reducirse a ellas. Las ciencias históricas en la perspectiva
simbólica. Estructuralismo: Antropología estructural (Sistemas posibles) → Historia (sistemas
realizados). El estudio de las superestructuras (Lévi-Strauss).

ACCIONALISTA: Las ciencias humanas han de desarrollarse ontológica y/o metodológicamente


de forma autónoma como ciencias de las acciones humanas, sin reducirse a ninguna de las
otras dos. Las ciencias históricas en la perspectiva accionalista (sistemas de acciones
individuales y colectivas). Materialismo histórico (Marx y Engels), el materialismo cultural
(Harris, 1982) y el naturalismo de Bhaskar(1998); agencies and societies).

3.2 Las visiones de la historia universal: representaciones de la historia universal


(atributivamente: pasado, presente y futuro) como proceso dirigido por causas eficientes o
finales más allá de las previsiones empíricas.

“Nuestros autores <San Agustín, Vico, Voltaire, Hegel> aspiran, en efecto,


tanto a la realidad, como a la totalidad; lo que les interesa no son las causas,
sino el principio de la historia. Ahora bien, este principio no es completo si se
limita a poner de relieve la ley del desenvolvimiento en de la historia universal.
Además de esto, y aun por encima de esto, pretende dar una justificación de
ella. El problema de la razón de ser del historia lleva por ello inmediatamente a
la cuestión de su finalidad.” (Ferrater Mora, 2006, p. 28).

4. LOS SABERES DE MARX:

4.1 La ciencia de la historia. Analogías: Marx-Darwin (Engels); Marx-Galileo (Althusser) y


Fernández Liria y Alegre Zahonero).

-- Los “axiomas” de la “ciencia única”: la ciencia de la historia (La ideología alemana):


[Ordenación del autor].

A1. La primera premisa de toda historia humana es, naturalmente, la existen/cia de


individuos humanos vivientes […] la organización corpórea de estos individuos y, como
consecuencia de ello, su comportamiento hacia el resto de la naturaleza. (IA, pp.11-
12). [Axioma de existencia]

A 2. La producción de los medios/ indispensables para la satisfacción de estas


necesidades necesita cumplirse todos los días y a todas horas, simplemente para
asegurar la vida de los hombres. (IA, p. 24) [Axioma de la producción]

14
A3. Los hombres que renuevan diariamente su propia vida comienzan al mismo
tiempo a crear a otros hombres, a procrear: es la relación entre hombre y mujer, entre
padres e hijos, la familia. ( IA, p. 25) [Axioma de la reproducción o población]

A4. La satisfacción de esta primera necesidad, la acción de satisfacerla y la adquisición


del instrumento necesario para ello, conduce a nuevas necesidades, y esta creación
de/ necesidades nuevas constituye el primer hecho histórico. (IA, pp. 24-25). [Axioma
de la creatividad de las necesidades]

Escolio a A4: La producción de la vida, tanto de la propia en el trabajo, como de


la ajena en la procreación, se manifiesta inmediatamente como una doble
relación –de una parte, como una relación natural y, de otra, como una
relación social […]la cooperación de diversos individuos, cuales- quiera que
sean sus condiciones, de cualquier modo y para cualquier fin […]un
determinado modo de producción o una determinada fase industrial lleva
siempre aparejado un determinado modo de cooperación […]que es, a su vez,
una «fuerza productiva»; que la suma de las fuerzas productivas accesibles
al hombre condiciona el estado social y que, por tanto, la «historia/de la
humanidad» debe estudiarse y elaborarse siempre en conexión con la historia
de la industria y del intercambio. (IA, pp. 25-26).

A5. Después <estos> cuatro aspectos de las relaciones históricas originarias […]
el hombre tiene también «conciencia». Pero, tampoco […] «pura» […] nace
«preñad[a]» de materia, que aquí se manifiesta bajo la forma de capas de aire
en movimiento, de sonidos, en una palabra, bajo la forma del lenguaje [...] el lenguaje
es la conciencia práctica, la conciencia real, que existe también para los otros hombres
y que, por tanto, comienza a existir también para mí mismo; y el lenguaje nace, como
la conciencia, de la necesidad, de los apremios del intercambio con los
demás hombres. (IA, p. 26). [Axioma de la conciencia común(icativa)]

4.2. La filosofía de la historia. La inversión de Hegel (materia-conciencia). ¿Teleología o


causalidad emergente? (Sayers):

“El <resultado de la historia> no es la meta teleológica del proceso. Es más bien el


producto emergente de fuerzas ciegas, el resultado no intencionado de la actividad
productiva humana.” (Sayers, MT, p.13).

4.3 La concepción de la historia: el progreso de las fuerzas productivas como progreso desde
(frente a progreso hacia) y unitaria (frente a plural)

HISTORIA HUMANA PROGRESIVA DESDE PROGRESIVA HACIA


UNITARIA Evolucionismo, Marx, Ortega, Kant?, Hegel, Comte,
Kuhn, Duque, etc Fukuyama?
PLURAL Teorías cíclicas: Spengler, Vico, Voltaire?
Toynbee, Sorokin, Huntington,
Bueno?
(Adaptada de Álvarez, 2003)

PROGRESO ≠ TELEOLOGÍA

15
Contra Hegel, Marx no contempla la historia como un proceso teleológico […] Sin
embargo […] Marx sostiene que existe un patrón progresivo en el desarrollo histórico
que ha de ser reconocido y que es necesario explicar (Sayers, MT, p. 15)

4.4. Visión de facto; filosofía y ciencias de iure: ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Primera cuestión: La relación entre el grado de desarrollo (progreso) de las fuerzas productivas
¿ha de conducir necesariamente (causalmente), con revoluciones incluidas, a la
eliminación de las relaciones capitalistas de producción. ¿Acaso éstas no son
reajustables, aunque ello conduzca a la recurrencia cíclicas con crisis parciales, como
hasta el presente? Es posible.

Segunda cuestión: el proletariado como clase universal solo podría existir sin Estados, pero
estos son Fakta no de la razón, sino de la historia real. Tampoco el capital, aunque
exista una globalización que es multiestatal, con estados de aspiraciones
imperializantes. El componente espacial geográfico, geopolítico, ha pesado poco en el
planteamiento más bien temporal de curso histórico. Probablemente.

Tercera cuestión: ¿Existe manera de salvar la hipótesis y convertirla en principio (tesis de


Darwin sobre las dos situaciones de las hipótesis: invenciones razonables y principios
acreditados) contra hechos que parecen refutarla? Ejemplo de Godelier: las relaciones
de parentesco funciona(ban) como relaciones de producción en las sociedades
primitivas y, por tanto, la hipótesis se mantiene, como la selección natural del
altruismo en la teoría de la aptitud inclusiva de Hamilton, donde lo que cuentan son los
genotipos y no los organismos individuales sacrificados. Habría que establecer la
jerarquía de los principios y las leyes. Hay muchos en juego. Teoría laboral del valor,
plusvalía, depauperización relativa, tendencia descendente de la tasa de beneficio, etc.

Cuarta cuestión: Si la “ciencia de la historia” que se defiende tiene vigencia para los modos de
producción en que se articula la “prehistoria” de la humanidad, que solo comenzará
con la sociedad sin clases donde la filosofía (como ideología) desaparece, porque se ha
realizado (tesis de la Verwirklichung) como conciencia verdadera, paradójicamente
también la ciencia de la (pre)historia deberá desaparecer con el advenimiento de esa
misma sociedad. ¿Es la ciencia de la historia una ciencia provisional que muere
también por su realización? No es razonable.

Quinta cuestión: Si tanto la filosofía (de la historia) como la ciencia (de la historia) corren esa
suerte, entonces han formado parte ambas de una visión de la historia cuyo fin es
indeterminado científica y filosóficamente.

4.5 CONCLUSIÓN PROBLEMÁTICA

4.5.1 Lectura visionaria: El fin de prehistoria como historia de la lucha de clases es una
especulación de la imaginación filosófica y política, que da sentido a la historia

16
haciendo del resultado previsto como deseable una criptofinalidad. En ese caso habría
que poner a Marx a la cola tras Hegel, como el quinto visionario de la serie de Ferrater
Mora (2006, p. 28).

Nuestros autores <San Agustín, Vico, Voltaire, Hegel> aspiran, en efecto, tanto a la
realidad, como a la totalidad; lo que les interesa no son las causas, sino el principio de
la historia. Ahora bien, este principio no es completo si se limita a poner de relieve la
ley del desenvolvimiento en de la historia universal. Además de esto, y aun por encima
de esto, pretende dar una justificación de ella. El problema de la razón de ser de la
historia lleva por ello inmediatamente a la cuestión de su finalidad.

4.5.2 Lectura filosófico-científica: Por el contrario y contra toda escatología utópica –por otra
parte alegable por textos literales de Marx (y de Engels, como de toda tradición marxista de
tipo cientificista no dogmatica)- puede atribuírsele otra cita de Ferrater, bastante sensata.

¿Fue Marx un filósofo especulativo de la historia? En cierto modo, sí. Pero el método, o
métodos, de interpretación histórica usados por Marx no son especulativos. De alguna
manera son “analíticos”, aunque en una acepción de “analítico” muy distinta de
cualquiera de las reseñadas <en la introducción>. (Ferrater Mora, 2006, p. 10).

Sustitúyase “analítico” por “crítico” y podría decirse que coexisten en la obra de Marx
elementos especulativos que apuntan a un Marx visionario en su panorama global de la
historia, pero tanto sus análisis críticos, no sólo de las llamadas formaciones
superestructurales, sino sobre todo del modo de producción capitalista en su obra madura,
pero inconclusa El capital. Esta, como “crítica de la economía política”, es decir, como
exposición de las condiciones de funcionamiento del modo de producción capitalista
representado por la economía política moderna (Smith, Ricardo, etc.) se ajusta a las exigencias
filosóficas y científicas más generales, y es susceptible a su vez de ser criticada y hasta si se
quiere (refutada a la Popper, si llega el caso), pero difícilmente desechable como material
inservible. Los trabajos recientes de sobre el capital en el siglo XXI y sobre la desigualdad
guardan continuidad con sus planteamientos menos especulativos.

[Si alguien desea leer una versión mejor cantada, aunque no sé si más veraz, sobre la
filosofía de la historia de Marx, puede leerla en la obra magistral de Hayden White (1992):
Metahistoria. La imaginación histórica en la Europa del siglo XIX.]

5. EPÍLOGO PARA LA GENERACIÓN ACTUAL (DE 2011)

[Lectura recomendada. “Introducción” a Piketty (2014)]

5.1 La fórmula de Piketty: r > g (ingreso > crecimiento) y la acumulación infinita (Darwin y
Marx)

5.2 Los “nobelistas” de la desigualdad (y algún otro): Stiglitz, Sen (y Atkinson)

5.3 El trabajo racionado: del proletariado como clase universal al precario como
indefenso singular.

17
III. Bibliografía
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marco de la asignatura. Como toda selección, sobre todo en esta época de consultas virtuales
inmanejables individualmente, es una muestra de lo que ha servido para preparar el esquema
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uso personal de quien ofrece esta bibliografía: quedan así a salvo todos los derechos de
autores y editores.

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