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la victoria de un país, la caída de una cultura:

Por: Sara Garcia

"Esa es la clave de la diferencia entre aquel mundo y el nuestro: que en


nuestro mundo todo puede ser accesible, todo puede ser gobernado por el
lenguaje, pero esa selva existe porque nuestro lenguaje no puede abarcarla".
William Ospina.

A través de historia han ocurrido una gran variedad de acontecimientos que en muchas
ocasiones han marcado a millones de personas ya que fueron relevantes, transcendentes y
violentas; estas cobraron la vida de millones de individuos que sin duda aportaron al desarrollo
de la humanidad, sin embargo, trajeron consecuencias tanto negativas como positivas y un gran
ejemplo de esta es la conquista de tierras americanas por parte de los invasores europeos. Esta
dejo como evidencia un gran etnocidio debido a la usurpación de tierras y al cruel salvajismo con
que impusieron sus costumbres, generando como consecuencia un gran desorden en las
estructuras sociopolíticas y económicas de la época.

Estas situaciones se pueden patentizar claramente en el libro “El país de la canela” dado
que a lo largo de esta nos da a conocer minuciosamente como fue el largo proceso que hubo por
parte de los indígenas con la llegada de españoles a territorio americano que en este caso fue por
la expedición emprendida por Francisco Orellana y Gonzalo Pizarro que tenía como objetivo
principal la búsqueda de un mítico, infinito y lucrativo bosque de arbustos de canela.

Lo mas impresionante de este libro es como da a conocer todo lo que ocurrió en ese lapso
de tiempo, atrapando al lector, haciéndolo retroceder en el tiempo; una frase que llama bastante
la atención y que demuestra todo lo que tuvieron que pasar los indígenas y que dejo muy claro
como los españoles pasaron por encima de sus creencias es “La profanación de los templos, la
violación de las vírgenes, el robo de las ofrendas, me afligió que manos aventureras volcaran
como basura esas reliquias” (Ospina, 2008, p.17), en verdad no tuvieron ni un poco de
delicadeza y mucho menos piedad, tal vez en esos precisos momentos los españoles no tenían
una idea muy clara de que no todo requería de violencia y represión, pero ellos solo querían ser
grandes, tener poder, riquezas sin importarles todo el sufrimiento que les hicieran pasar a los
indígenas, puesto que no solo fue una conquista territorial y política sino que fue más que eso,
los españoles le impusieron a los indígenas una nueva manera de ver y sentir el mundo pero lo
que no tuvieron en cuenta es que todo esto les causo una gran crisis, un choque cultural en ellos.
Además, muchos españoles pensaban que tenían un poder sobre los indígenas que no eran
considerados personas, haciéndolos trabajar para ellos, esclavizándolos o incluso asesinándolos.
Desarticularon prácticamente todo su modo de vida hasta entonces. Otra frase que llama la
atención y que se puede relacionar de forma directa con todo esto es “capitán, ¿no le basto con
traernos al infierno?, ¿tenemos que convertirnos en demonios también?” (Ospina, 2008, p. 134)
tal vez algunos españoles no querían solo riquezas, no querían dañar a los indígenas, pero
simplemente lo hacían para no ser castigados por incumplir ordenes, porque no todas las
personas caen tan fácilmente en la avaricia.

Todo esto lleva a una conclusión clara y precisa, hubo un choque entre dos mundos
totalmente desconocidos; un nuevo territorio que sería fuente de muchas riquezas para España y
cuna de abominables crímenes para los indígenas.

En la actualidad la realidad de los pueblos indígenas no ha cambiado mucho desde


entonces ya que padecen hambre y todos los pesares de la miseria, sufren desplazamiento y
constante exterminio, sufren discriminación y el dolor de ser ignorados, por la civilización y esto
solo nos lleva a pensar que hasta el día de hoy ellos siguen viviendo y llevando las consecuencias
que dejaron los europeos en su cultura.

Ospina, W. (2008). El País de la Canela. Colombia. La otra orilla.

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