You are on page 1of 2

PE R DIDO S

MA NE JA ND O A O S C UR A S

¿Te da miedo la oscuridad? ¿Te da miedo levantarte en la noche por agua? ¿Por qué la oscuridad o la
noche nos parecen peligrosas? ¿Por qué nos causan temor?

Hace un par de meses hice una visita a un amigo en Huandacareo, Michoacán, un pueblo junto al lago de
Cuitzeo. Comimos carne asada, jugamos juegos de mesa, convivimos todo el día y pasada la tarde decid
imos regresar a casa.

Mientras volvíamos, la noche cayó. La iluminación en la carretera era muy poca, las luces de mi coche
apenas alumbraban un metro hacia delante y yo con mi vista desgastada apenas podía ver lo que tenía
enfrente. ¡No veía casi nada! Y para ser honesto, tenía miedo de que ocurriera un accidente.

Manejé lo mejor que pude, puse mucha concentración en el camino y en el tráfico, pero por más que lo
intentaba no veía bien; me costaba mucho trabajo identificar las curvas y estuve a punto de golpear el
muro de contención.

¡Iba muy asustado!, y como casi no veía nada, tuve que manejar más lento y más alerta de lo normal.
Cuando por fin llegamos a casa –sanos y salvos–, pude descansar y decirle a Dios: ¡Gracias! Después de
esa ocasión no volví a salir de la ciudad de noche en ese carro; era demasiado peligroso y estresante
tener que seguir un camino que no se puede ver bien. Sin buenas luces, iba casi, casi a ciegas.

¿Qué es lo mejor que puedes hacer cuando vas por un camino oscuro?
Seamos realistas, la vida está llena de oscuridad: cosas malas pasan a nuestro alrededor, hay maldad en
el mundo y parece que todo cada vez se pone más oscuro. Mientras tanto, nosotros como seguidores de
Jesús queremos caminar de una manera correcta, queremos hacer lo que Jesús haría y seguir el camino
correcto para no perdernos.

Entonces, ¿cómo podemos escoger el camino correcto, si estamos rodeados de oscuridad?

“Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino.”
Salmos 119:105 (NTV)

La Biblia nos enseña que la palabra de Dios es esa luz que ilumina nuestro camino para tomar el rumbo
correcto. En un camino iluminado con la luz de Su palabra es imposible perdernos o apartarnos de Dios.

Cuando oramos, nosotros platicamos con Dios; cuando leemos la Biblia, es como si Él mismo platicara
con nosotros. Es la manera en la que Él nos enseña cómo comportarnos y cómo pensar; es la manera en
la que Él ilumina nuestro camino para no estar perdidos en un mundo lleno de oscuridad.
PE R DIDO S

Por eso es tan importante que además de darle a Dios el primer lugar orando, también le demos el
primer lugar leyendo, estudiando y poniendo en práctica lo que la Biblia dice.

“Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida” Proverbios 4:23
(NTV)

Si nuestro corazón determina el rumbo de nuestra vida, entonces deberíamos examinar la condición de
nuestro corazón y de qué cosas lo estamos llenando; si lo llenamos del mundo nuestro rumbo será el
mundo, si lo llenamos de la palabra de Dios, el rumbo de nuestra vida será lo que Dios quiere para
nosotros.

¿Cómo puedo empezar a leer la Biblia?

UNO: No la abras al azar. Si haces eso seguramente quedarás confundido. Te sugerimos que tengas un
plan de lectura claro: puede ser un libro a la vez, de Génesis a Apocalipsis, el Nuevo Testamento, libros
históricos, etc.

DOS: Haz muchas preguntas. Eso te ayudará a comprender lo que Dios quiere hablarte. Algunas buenas
preguntas son: ¿Cómo puedo poner esto en práctica? ¿Qué es lo que Dios quiere hablarme? ¿Para quién
fue escrito originalmente? ¿Cuándo y dónde puedo empezar a aplicar esto en mi vida?

TRES: Ora y Aparta tiempo. Es cierto, a veces leemos y leemos un pasaje de la Biblia y no entendemos
nada, ni qué nos quiere hablar Dios… ¡Está bien!, no tienes que sentirte mal por eso; en estos casos debe-
mos orar y pedirle a Dios que nos revele lo que en realidad quiere hablar a nuestros corazones. Aparta
un tiempo especial y específico para leer la Biblia y evita tener cerca de ti cosas o personas que puedan
distraerte.

CUATRO: Habla con personas. Cuéntales a tus amigos de lo que estás leyendo, hazles preguntas, com
partan lo que Dios les ha estado hablando; leer la Biblia no siempre tiene que ser algo solitario.

CINCO: Pon la Biblia en práctica. Haz lo que la Biblia dice; guarda sus palabras en tu mente y en tu
corazón, y demuéstralo con tus acciones en el día a día. Este es el consejo más importante de todos.

· Esta semana consigue un compañero de lectura y juntos motívense a crecer en el hábito de poner a
Dios primero.

· Esta semana escoge un plan de lectura que se adapte a tus necesidades.

· ¿Cuál de los tips anteriores te ayuda más para mejorar tu hábito de leer la Biblia? ¿Cuál te cuesta más
trabajo poner en práctica?

www.masvida.tv

You might also like