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A TI LEVANTO MIS OJOS (ENTRADA) porque inclina su oído hacia mí

el día que lo invoco.


A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo; Me envolvían redes de muerte,
a ti levanto mis ojos, caí en tristeza y angustia,
porque espero tu misericordia. invoqué el nombre del señor:
«señor, ¡salva mi vida!».
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores, DONDE HAY CARIDAD Y AMOR
así están nuestros ojos en el señor (COMUNION)
esperando su misericordia.
Donde hay caridad y amor,
Como están los ojos de la esclava / allí, está el señor. / (2)
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos en el señor, una sala y una mesa, una copa, vino y pan,
esperando su misericordia. los hermanos compartiendo
en amor y en unidad.
AMEMONOS DE CORAZON (ENTRADA) Nos reúne la presencia
y el recuerdo del señor,
/ amémonos de corazón, celebramos su memoria
y, de labios no fingidos. / (2) y la entrega de su amor.
/ para cuando cristo venga,
para cuando cristo venga Invitados a la mesa
nos encuentre bien unidos. / (2) del banquete del señor,
recordamos su mandato
/ ¿cómo puedes tú orar, de vivir en el amor.
disgustado con tu hermano? / (2) Comulgamos en el cuerpo
/ dios no oye la oración, y en la sangre que él nos da,
dios no oye la oración y también en el hermano,
si no te has reconciliado? / (2) si lo amamos de verdad.

/ un mandamiento nuevo os doy EN SU MESA HAY AMOR (OFERTORIO)


que os améis unos a otros. / (2)
/ como yo os he amado, El señor nos ha reunido junto a él,
como yo os he amado el señor nos ha invitado a estar con él,
que os améis también vosotros. / (2) / en su mesa hay amor,
la promesa del perdón,
CAMINARE EN PRESENCIA DEL SEÑOR y en el vino y pan, su corazón. / (2)
(ENTRADA)
cuando señor, tu voz, llega en silencio a mí,
caminaré, en presencia del señor. / (2) y mis hermanos me hablan de ti,
sé que a mi lado estás,
amo al señor, te sientas junto a mí, acoges mi vida y oración.
porque escucha mi voz suplicante,
HACIA TI MORADA SANTA (ENTRADA) Por las heridas de pies y manos,
por los azotes tan inhumanos,
Hacia ti, morada santa, perdónale, señor.
hacia ti, tierra del salvador,
peregrinos, caminantes, SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA
vamos hacia ti. (ENTRADA)

Venimos a tu mesa, Somos un pueblo que camina


sellaremos tu pacto, y juntos caminando podremos alcanzar
comeremos tu carne, otra ciudad que no se acaba,
tu sangre nos limpiará. sin penas ni tristezas,
Reinaremos contigo, ciudad de eternidad.
en tu morada santa,
beberemos tu sangre, Somos un pueblo que camina,
tu fe nos salvará. que marcha por el mundo
buscando otra ciudad;
MADRE DE NUESTRO PUEBLO (FINAL) somos errantes peregrinos
en busca de un destino, destino de unidad,
Madre de nuestro pueblo, siempre seremos caminantes,
los hombres abren el corazón: pues sólo caminando podremos alcanzar
quieren llamarte madre; otra ciudad que no se acaba,
en sus palabras, en su canción. sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

Madre te llaman los pobres, Sufren los hombres mis hermanos,


pobres sin pan ni calor, buscando entre las piedras la parte de su pan.
pobres sin libros en las manos, Sufren los hombres oprimidos,
pobres sin una ilusión. los hombres que no tienen ni paz ni libertad.
Sufren los hombres mis hermanos,
Madre te llama el que sufre más tú vienes con ellos y en ti alcanzarán
penas de llanto y dolor, otra ciudad que no se acaba,
penas de verse oprimido, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.
penas que evoca el amor.
TU REINO ES VIDA (ENTRADA)
PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR
(ENTRADA) Tu reino es vida, tu reino es verdad;
tu reino es justicia, tu reino es paz;
Perdona a tu pueblo, señor, tu reino es gracia, tu reino es amor:
perdona a tu pueblo, / venga a nosotros tu reino, señor. / (2)
perdónale, señor.
Dios mío, da tu juicio al rey,
No estés eternamente enojado, tu justicia al hijo de reyes,
no estés eternamente enojado, para que rija a tu pueblo con justicia,
perdónale, señor. a tus humildes con rectitud;
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. No veréis amor tan grande,
como aquél que os mostré.
Que los montes traigan la paz, Yo doy la vida por vosotros:
que los collados traigan la justicia; amad, como yo os amé.
que él defienda a los humildes del pueblo, Si hacéis lo que os mando,
que socorra a los hijos del pobre; y os queréis de corazón,
que él defienda a los humildes del pueblo compartiréis mi pleno gozo,
y quebrante al explotador. de amar, como él me amó.

SABER QUE VENDRAS (OFERTORIO) ALMA MISIONERA (FINAL)

En este mundo que cristo nos da, Señor, toma mi vida nueva,
hacemos la ofrenda del pan, antes de que la espera
el pan de nuestro trabajo sin fin, desgaste años en mí.
y el vino de nuestro cantar. Estoy, dispuesto a lo que quieras,
Traigo ante ti nuestra justa inquietud: no importa lo que sea,
«amar la justicia y la paz». tú llámame a servir.

/ saber que vendrás, saber que estarás Llévame donde los hombres,
partiendo a los pobres tu pan. / (2) necesiten tus palabras,
necesiten mis ganas de vivir.
la sed de todos los hombres sin luz, Donde falte la esperanza,
la pena y el triste llorar, donde falte la alegría, simplemente,
el odio de los que mueren sin fe, por no saber de ti.
cansados de tanto luchar.
En la patena de nuestra oblación, Te doy, mi corazón sincero,
acepta la vida, señor. para gritar sin miedo
tu grandeza señor.
AMAOS (COMUNION) Tendré, mis manos sin cansancio.
Tu historia entre mis labios,
Como el padre me amó, y fuerza en la oración.
yo os he amado,
/ permaneced en mi amor. / (2) / (2) HOMBRES NUEVOS (COMUNION)

si guardáis mis palabras, Danos un corazón, grande para amar,


y como hermanos os amáis, danos un corazón, fuerte para luchar.
compartiréis con alegría,
el don, de la fraternidad. Hombres nuevos creadores de la historia,
Si os ponéis en camino, constructores de nueva humanidad,
sirviendo siempre a la verdad, hombres nuevos que viven la existencia
fruto daréis en abundancia, como riesgo de un largo caminar.
mi amor, se manifestará.
Hombres nuevos luchando en esperanza,
caminantes sedientos de verdad,
hombres nuevos sin frenos ni cadenas, yo quiero ser un vaso nuevo. / (2)
hombres libres que exigen libertad.
te conocí y te amé.
ID Y ENSEÑAD (COMUNION) Te pedí perdón y me escuchaste.
Sí, te ofendí perdóname señor,
Sois la semilla que ha de crecer, pues te amo y nunca te olvidaré.
sois estrella que ha de brillar.
Sois levadura, sois grano de sal, YO LE RESUCITARE (COMUNION)
antorcha que debe alumbrar.
Yo soy el pan de vida,
Sois la mañana que vuelve a nacer, el que venga a mí no tendrá hambre,
sois espiga que empieza a granar. el que crea en mí no tendrá sed,
Sois aguijón y caricia a la vez, nadie viene a mí, si mi padre no le atrae.
testigos que voy a enviar.
/ / yo le resucitaré / (3)
/ Id, amigos, por el mundo en el día final. / (2)
anunciando el amor,
mensajeros de la vida, el pan que yo daré,
de la paz y el perdón. es mi cuerpo vida para el mundo,
Sed, amigos, los testigos el que siempre coma de mi carne,
de mi resurrección. vivirá en mí, como yo vivo en mi padre.
Id llevando mi presencia,
con vosotros estoy. / (2) NADA TE TURBE (COMUNION)

sois una llama que ha de encender Nada te turbe, nada te espante


resplandores de fe y caridad. quien a dios tiene nada le falta.
Sois los pastores que han de guiar Nada te turbe, nada te espante,
al mundo por sendas de paz. sólo dios basta.

Sois los amigos que quise escoger, Todo se pasa, dios no se muda,
sois palabra que intento gritar. la paciencia todo lo alcanza.
Sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad. En cristo mi confianza,
y de él solo mi asimiento;
VASO NUEVO (COMUNION) en sus cansancios mi aliento,
y en su imitación mi holganza.
Gracias quiero darte por amarme.
Gracias quiero darte yo a ti, señor. Aquí estriba mi firmeza,
Hoy soy feliz porque te conocí. aquí mi seguridad,
Gracias por amarme a mí también. la prueba de mi verdad,
la muestra de mi firmeza.
Yo quiero ser, señor amado,
como el barro en manos del alfarero. Ya no durmáis, no durmáis,
/ toma mi vida, hazla de nuevo, pues que no hay paz en la tierra.
No haya ningún cobarde, dijo que sí maría, cuando al amanecer,
aventuremos la vida. supo que dios quería en su jardín nacer.
No hay que temer, no durmáis, Por madre la quería ella le dio su ser;
aventuremos la vida. / nunca mi pobre tierra fuera tan buen vergel. /
(2)
ARCILLA ENTRE SUS MANOS (FINAL)
ENSEÑANOS A AMAR (FINAL)
Eres madre muy sencilla, criatura del señor,
virgen pobre, madre mía, Tú, la madre de la iglesia, ven ayúdanos,
llena de gracia y de amor. enseñaste a caminar, a tu hijo dios.
Fuiste arcilla entre sus manos
y el señor te modeló, Madre, enséñanos a amar;
aceptaste ser su esclava maría, madre enséñanos,
siempre dócil a su voz. amar al hijo, amar a dios,
/ en ti, es siempre un mismo amor. / (2)
/ yo quiero ser arcilla entre sus manos,
yo quiero ser vasija de su amor. / (2) tú, hablabas con tu hijo era hablar con dios,
quiero dejar lo mío para él, para él. yo quisiera hablarle así y saber rezar.
Yo quiero ser arcilla entre sus manos,
yo quiero ser vasija de su amor. Madre del amor hermoso, madre virginal,
todo el cielo floreció en tu corazón.
No entendías sus palabras
pero respondes con fe. ESPERANDO CON MARIA (FINAL)
Dejas que su amor te guíe,
confiando siempre en él. El señor ha estado grande, a Jesús resucitó,
Por su espíritu de vida, te dejaste transformar, con maría sus hermanos,
te abandonas en sus manos entendieron qué pasó.
para hacer su voluntad. Como el viento que da vida, el espíritu sopló,
y aquella fe incierta en firmeza se cambió.
DIJO QUE SI MARIA (FINAL)
Gloria al señor, es nuestra esperanza,
Dijo que sí maría, cuando al amanecer y con maría se hace vida su palabra.
pudo ofrecer su casa al santo de Israel. Gloria al señor, porque en el silencio,
Era un jardín la virgen, dios quiso ser clavel; guardó la fe sencilla y grande con amor.
/ nunca mi pobre tierra fuera tan buen vergel. /
(2) Pues sus ojos se abrieron
y también su corazón,
dijo que si maría y al recibirle a él la tristeza fue alegría, fue su gozo en el dolor.
en su morada humilde nos acogió también. Esperando con maría se llenaron del señor,
Madre de dios y nuestra, porque dios está presente si está limpio el
virgen de nazareth, corazón.
/ en tu jardín de amores yo quiero florecer. /
(2)
GRACIAS MADRE (FINAL) MADRE (FINAL)

Gracias madre, por tu presencia, Junto a ti maría como un niño quiero estar,
tú nos llevas a jesús. tómame en tus brazos guíame en tu caminar.
Gracias madre, por tu silencio, Quiero que me eduques,
tú estimulas nuestra fe. que me enseñes a rezar,
hazme transparente, lléname de paz.
Gracias porque eres muy sencilla,
gracias porque eres llena de gracia, / madre, madre, madre, madre. / (2)
gracias, madre. Gracias.
Gracias por tu vida tan callada, gracias madre mía, por llevarnos a jesús,
gracias porque vives la palabra. haznos más humildes tan sencillos como tú.
Gracias, madre. Gracias. Gracias madre mía, por abrir tu corazón,
porque nos congregas y nos das tu amor.
Gracias por tu corazón abierto,
gracias por vivir un sí constante. QUIEN SERA LA MUJER (FINAL)
Gracias, madre. Gracias.
Porque te abandonas en sus manos, ¿quién será la mujer
porque siempre vives la esperanza. que a tantos inspiró poemas bellos de amor?
Gracias, madre. Gracias. Le rinden honor la música y la luz,
el mármol, la palabra y el color.
HOY HE VUELTO (FINAL)
¿quién será la mujer que el rey y el labrador
Cuantas veces, siendo niño, te recé, invocan en su dolor,
con mis besos te decía que te amaba, el sabio, el ignorante, el pobre y el señor,
poco a poco, con el tiempo alejándome de ti, el santo al igual que el pecador?
/ por caminos que se alejan me perdí. / (2)
/ maría es esa mujer
hoy he vuelto, madre, a recordar que desde siempre el señor se preparó,
cuantas cosas dije ante tu altar, para nacer como una flor
y al rezarte puedo comprender en el jardín que a dios enamoró. / (2)
/ que una madre no se cansa de esperar. /
(2) ¿quién será la mujer radiante como el sol
vestida de resplandor,
al regreso me encendías una luz, la luna a sus pies, el cielo en derredor
sonriendo desde lejos me esperabas, y ángeles cantándole su amor?
en la mesa la comida aún caliente y el mantel,
/ y tu abrazo en mi alegría de volver. / (2) ¿quién será la mujer humilde que vivió
aunque el hijo se alejara del hogar, en un pequeño taller,
una madre siempre espera su regreso, amando sin milagros, viviendo de su fe,
que el regalo más hermoso la esposa siempre alegre de josé?
que a los hijos da el señor,
/ es su madre y el milagro de su amor. / (2)

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