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Mayo 2015

Estrategias y aliados para


incrementar tus ingresos en el
corto plazo

En esta edición de Creando Riqueza dispondrás de:


 Federico y su sistema para disparar la facturación de tu negocio
 Mark y algunas enseñanzas redactadas en el vuelo de regreso de la India
 Tácticas para conocer las acciones que prometen dividendos altos, según Diego
 Noticias del Club para Generar Riqueza.
 ¡Y muchas novedades de nuestra comunidad!

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Cómo crear un negocio online exitoso (parte II)

El mes pasado conocimos el sistema del embudo. Hoy vamos a


profundizar sobre uno de los aspectos más importantes de este sistema: la
venta online. Conocé hoy cómo multiplicar la facturación de la manera más
veloz y eficiente.

Por Federico Tessore

Si aún no leíste la nota anterior llamada “Un sistema infalible para escalar un negocio” hacé click acá
antes de avanzar. Porque en esa primera nota te presentaba el llamado Sistema del Embudo, un
proceso infalible para hacer crecer cualquier negocio.
Hoy vamos a profundizar uno de los aspectos de ese sistema que apunta a aumentar las ventas de
tu negocio a través del canal online. En la presentación del Sistema del embudo hice mención a este
canal en los puntos 1 y 4, donde te mencioné la alternativa de lanzar una página Web y un
newsletter mensual con contenido relacionado.
¿Cuál es la principal ventaja del canal online? Volviendo al ejemplo del zapatero con un comercio a
la calle que utilizamos en la nota anterior, la principal ventaja es que nos permite incrementar la
cantidad de personas que pasan por nuestro local.
¿Cómo es eso? Si tuviéramos un comercio a la calle, la cantidad de ventas que tendríamos
provendría de un porcentaje muy pequeño de las personas que pasan frente al comercio ¿verdad?
Te voy a recordar lo que escribimos el mes pasado:
Supongamos que frente al local del zapatero pasan 3.000 personas por día. Y que el 1% de esas
personas, es decir 30, frenan para ver los zapatos que se exhiben en la vidriera. Y de ese
número, vamos a suponer que el 50% , es decir 15, entran al local. Y que de los que entran al
local el 50% compran, es decir alrededor de 7 personas por día. Y que el promedio de gasto de
esas personas es de $400 por compra. Esto implica que el comerciante tiene una facturación de
$2.800 por día.
El zapatero generalmente trabaja sobre dos ratios. El primero es el de personas que entran al
local y que compran. Y en segundo ratio es el monto que cada una de esas personas compran.
Si el vendedor del local, en este caso el dueño, es hábil, no solo podrá tener una mayor
efectividad en ventas sino también podrá venderle más productos a cada comprador.

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El problema es que para lograr esto el dueño tiene que estar siempre presente. Y por otro lado, su
influencia sobre el resultado final del negocio es baja. Supongamos que el comercio operado por
un vendedor estándar lograr un ratio de efectividad compras/interesados del 40%.
Y que el dueño del negocio vendiendo directamente logra una efectividad del 80%. Esta mejora
implica que en vez de vender a 6 personas por día el comercio estará vendiendo a 12 personas
por día. Sí, es una mejora, el comercio pasará de facturar $2.400 por día a $4.800, (el doble),
pero eso es lo máximo que el comerciante puede mejorar.
De esa forma no se puede generar verdadera riqueza.
En cambio, con la propuesta online, la opción de aumentar sustancialmente la facturación del
negocio estará a tu alcance.
La clave de que esto sea posible es que cuando un negocio pasa a estar en línea, se convierte
en escalable. Esto significa que la limitación por la cantidad de personas que pasan frente a un
comercio físico, desaparece.
Si uno crea una página web para su negocio, el público potencial que puede ver esta propuesta
escala en forma exponencial al que puede ver la propuesta en un comercio físico en una calle
puntual.
Esta es la clave del negocio online. Ahora te voy a acercar los tres pasos que necesitás implementar
para llevar a cabo de manera exitosa el sistema del embudo.
Estos pasos son los siguientes:
1. Crear tu comercio digital.
2. Atraer potenciales clientes.
3. Saber cómo venderle a estas personas.

Si lográs cumplir en forma eficiente cada uno de esos pasos, tu sueño de la libertad financiera estará
cada vez más cerca.
Pero antes de entrar a conocer en detalle cada uno de estos pasos quiero compartir con vos algunos
de los casos de éxito de personas que cumplieron estos requisitos y lograron crear empresas
multinacionales de la nada.
El primero es el de Diego Noriega, un emprendedor argentino nacido en Santiago del Estero y que
ya radicado en Córdoba creó AlaMaula.com, una empresa que terminó vendiendo a Ebay.com, una
de las compañías digitales más grandes del mundo.
Dentro de quince días cuando publiquemos el nuevo podcast de Creando Riqueza vas a poder
conocer en profundidad la historia de Diego y cómo logró crear uno de los casos de éxito más
impactantes de nuestro país basándose en la estrategia que hoy estamos compartiendo con vos.
El otro caso que te quería mencionar es el de Sebastián Valin, un chileno que creó una empresa que
se llama ComparaOnline.com, que hoy tiene presencia en tres países y que ya recibió inversiones

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por casi 20 millones de dólares. El negocio digital de Sebastián es muy fácil de entender y un poco
más adelante lo vas a conocer en detalle. Sigue los principios que hoy vas a aprender.
Casos como el de Sebastián o el de Diego hay miles. Sólo es necesario conocer el know how y
luego animarse a implementarlo. Así que ahora vayamos al primer paso que tenemos que dar para
lanzar nuestro negocio exitoso.

1 – Crear tu comercio digital

Me refiero a diseñar una página Web donde ofreceremos el producto o servicio que queremos
vender. De esta forma, cualquier persona que entra a dicha página tiene que tener toda la
información que se necesita para conocer la propuesta en detalle y estar listo para comprarla. No
estamos hablando de páginas informativas, sino de verdaderas herramientas de venta
directa.
En el ejemplo del zapatero que utilizamos el mes pasado, la página Web de la zapatería tendría que
tener exhibidos online todos los zapatos que el comercio ofrece. Con fotos y todos los detalles de
cada una de las ofertas.
La semana pasada charlaba con otro emprendedor online que había lanzado un blog sobre
automovilismo. El muchacho me contó que subía notas donde evaluaba cada uno de los autos que
se ofrecían en el mercado.
Y esas evaluaciones eran independientes, no influidas por la publicidad, como otras revistas o sitios
del tema. Pero aún el emprendedor no tenía preparado su comercio online, ya que la página Web
por el momento era sólo informativa. Sólo tenía contenido gratuito, pero no tenía la oferta de ningún
producto o servicio puntual.
De hecho, si bien hoy casi todas las empresas y comercios tienen su página Web, la realidad es que
muy pocas de estas páginas son verdaderos comercios digitales. Para poder considerarla como un
comercio digital tiene que tener, además de la información que todos incluyen, los siguientes dos
aspectos:

 Una descripción detallada de uno o más productos o servicios a vender.


 La posibilidad de comprar ese bien en forma 100% online.

En el próximo podcast de Creando Riqueza vas a poder conocer más de este joven empresario, de
su proyecto y cómo lo puede transformar en un comercio online. Pero lo concreto es que para
convertirlo en un comercio digital este emprendedor tendría que lanzar algún producto o servicio
relacionado a lo que él escribe.
Pero esto no es suficiente para transformar una página web en un comercio. Además, es necesario
que el emprendedor ofrezca la posibilidad de poder comprar online. Esto implica, sin la necesidad
de que participe una persona real de la transacción.

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Lo ideal es que el comercio online permita la compra con tarjeta de crédito, la forma más sencilla
para recibir pagos que puede tener un emprendedor digital. Pero también puede haber formas de
pago alternativas.
Cuando el emprendedor logra transformar a su página Web en un comercio online ya tiene una gran
parte del camino recorrido.
Pero aún queda trabajo por hacer.

2 – Atraer gente a tu comercio digital


El primer canal que usan los emprendedores que crean sus comercios digitales para atraer personas
que visitan una página web es el llamado tráfico orgánico. ¿Cómo funciona este canal?
Cada vez que alguien sube contenido a Internet, los motores online como Google o Yahoo indexan
ese contenido en sus buscadores. Esto provoca que si uno tipea la palabra zapatos, por ejemplo, los
resultados reflejarán abundante contenido relacionado a esa palabra. Por lo tanto, si el emprendedor
logra que su sitio esté bien posicionado en la búsqueda, va a lograr mucho tráfico a su Web.
Este tráfico proviene de las personas que escriben la palabra y que luego pulsan. El sitio va a tener
mayor cantidad de visualización cuanto mejor ubicado esté. El que se posicione primero es el que
por supuesto va a tener más clicks.
Por eso los especialistas en el canal orgánico se ocupan de encontrar estrategias y acciones que
permitan a los comercios digitales posicionarse en lo más alto posible en los resultados de las
búsquedas de palabras relacionadas.
Por ejemplo en Inversor Global trabajamos para que cada vez que una persona busque la palabra
“inversor” nuestro sitio Web aparezca entre los primeros. Para de esa forma lograr la mayor cantidad
de clicks a nuestra tienda online y así captar la mayor cantidad posible de tráfico orgánico.

¿Cómo hacen las empresas para estar arriba en el resultado de Google?


Implementan una serie de estrategias para no sólo generar contenido que Google pueda indexar,
sino también para que el contenido creado tenga el mayor impacto posible. Entre otras acciones las
páginas Web se dedican a:

 Generar contenido original y de calidad


 Lograr que otras páginas Webs se conecten con sus paginas
 Fomentar la interacción en las redes sociales
 Utilizar dominios relacionados al negocio
 Incluir las palabras claves que se pretenden posicionar en el texto del contenido

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Estas son sólo algunas de las estrategias. Inclusive hay empresas que se dedican a brindar este
servicio de “posicionamiento” en los resultados de búsqueda de Google. Así que no es necesario
que seas un experto en el tema. Podés contratar a un especialista o a una compañía que lo haga.

Otras estrategias de posicionamiento


Pero el canal orgánico no es la única manera de atraer personas a tu comercio digital. Hay otro
llamado Google Adwords, que es muy eficiente.
A diferencia del canal orgánico, que es gratuito, este canal es pago. Bajo este esquema le pagamos
a Google por estar entre los primeros resultados de búsqueda de una palabra determinada.
Por ejemplo, queremos estar primeros en la búsqueda de la palabra zapatos. Entonces le pagamos
a Google para que nuestra Web esté primera en los resultados de la búsqueda.
La principal ventaja de este canal es la rapidez, ya que se puede estar primero en los resultados de
la búsqueda en forma inmediata. En el canal orgánico lograr esto puede tardar varios meses y hasta
años. En cambio, pagándole a Google, esto se consigue de un día para el otro.
La desventaja de este canal es que voy a tener que gastar dinero para lograr esto. El canal orgánico,
recordemos, es gratuito. No hay que pagar nada. En Google Adwords se le paga a Google por click,
por lo tanto, cuanto mayor cantidad tenga, más dinero tendré que desembolsar.

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Pero no es necesario que seas “experto en canales”, ya que también existen empresas
especializadas en este tipo de estrategia online y podrías contratar sus servicios.
Los buscadores Yahoo y Bing tienen redes similares, aunque no logran la misma relevancia.
Facebook es otro de los sitios Webs que está creando algo similar a Google Adwords y que está
logrando volúmenes interesantes.
La ventaja de la popular red social es que te permite segmentar tu publicidad de una forma nunca
antes vista. Dado que Facebook tiene tantos datos acerca de nosotros, sobre qué nos gusta y qué
no nos gusta, puede llegar a cada persona con el mensaje justo. Por eso, este canal es cada vez
más efectivo.
Acá te enumero otras estrategias que deberías evaluar para atraer tráfico a tu comercio digital:
Redes sociales: Facebook, Twitter, Youtube e Instagram están atrayendo cada vez a más personas
en todo el mundo. Si los comercios digitales pudieran lograr que sus usuarios compartan sus
novedades en cada una de sus redes personales van a poder llegar a un número incalculable de
personas. Por otro lado, tener una activa participación en las redes sociales no sólo genera tráfico
sino también ayuda a que el contenido orgánico tenga más llegada a los buscadores. Por lo tanto,
esta estrategia tiene un doble efecto que puede potenciar el tráfico de tu sitio en forma sustancial.
Redes de contenido como Taboola o Outbrain: Estas redes crecieron durante el último año en
forma exponencial y se encargan de incluir contenido relacionado a una nota en un medio
determinado. Ejemplo: supongamos que el diario La Nación publica una columna sobre moda. Y que
tu comercio digital tiene varias notas interesantes relacionadas a este tema. Podés contratar los
servicios de empresas como Outbrain que se encargan de crear un convenio con el diario para
incluir notas relacionadas debajo de cada artículo de su medio. En este ejemplo, Outbrain
posicionaría cuatro o cinco artículos relacionadas a la moda debajo de esta nota. Y uno de esas
notas puede ser una de tu sitio. Esto genera una mayor visibilidad de tu negocio.
Con estas fuentes de tráfico online que aprendiste hasta ahora tenés una buena base. Ahora
analicemos cómo podemos convertir a esos visitantes en compradores.

3 – Venderles a estas personas


Tenés tu comercio digital y estás trabajando para incrementar el número de personas que están
entrando a tu comercio. El próximo paso es el de concretar las ventas. Pero no podés darte el lujo
de esperar pasivamente que los clientes decidan comprar tus productos; tenés que motivarlas,
convencerlas de que comprarte es la mejor decisión.
Y para poder hacer esto, sería una gran ventaja que dominaras la técnica de la redacción
publicitaria, una herramienta efectiva que te permitiría tocar las emociones de tus visitantes para que
se decidan de una vez por todas a comprarte.
Hay técnicas probadas que te van a permitir cumplir este tercer paso con éxito. Pero dejaremos la
profundización en la redacción publicitaria para el próximo informe, el mes que viene.

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Ahora te voy a hablar de…

La estrategia escondida: el newsletter


Esta es una táctica a veces menospreciada que también podría ayudarte a elevar el número de
ventas a través de la confianza y del establecimiento de una relación con tus clientes y seguidores.
En ese newsletter periódico, que enviarías por email, lo que acercarías serían novedades sobre tus
ideas y propuestas a las personas que visiten tu comercio digital.
El mes pasado dijimos lo siguiente:
El factor confianza es una de las variables más importantes a la hora de decidir una compra.
Pensá en esas personas que vieron el local del zapatero por primera vez en su vida, que se
pararon a mirar la vidriera, que se vieron seducidas por un par de zapatos, que entraron al local
y se los probaron. Personas interesadas en comprar, pero que luego dudan a la hora de la
transacción porque no conocen el local, ni la marca ni su vendedor. Personas que no están
completamente seguras sobre si el zapato es de buena calidad o no, sobre si se lo van a
cambiar si se rompe. Por lo tanto, no se deciden a comprar.
Esto pasa todos los días en los comercios. Los potenciales clientes están interesados en la
propuesta pero a último momento se arrepienten. En estos casos lo que está fallando es la
confianza. ¿Cómo podemos solucionar este problema?
Tu embudo de ventas debe tener un newsletter informativo que acerque información y
experiencias relacionadas a los clientes e interesados. En el pasado estos newsletters
informativos se distribuían por correo, pero hoy todos tienen email, por lo tanto, ¿qué mejor
forma de distribuir un newsletter que por email?
La idea es enviarle un correo interesante todas las semanas o todos los meses a tus clientes y
potenciales clientes para empezar a generar confianza. La clave es no sólo darles información
sobre el tema de tu negocio, en el caso de nuestro ejemplo sobre zapatos, sino también intentar
generar empatía con tus clientes. Contarles de tu vida, de la vida de tu empresa, de tus
problemas, tus sueños, tus desafíos.
Cuanto más auténtico pueda ser el contenido, más confianza podré generar. Y de esta forma
más preparado estarán nuestros clientes a comprar cuando les acerquemos una nueva
propuesta. ¿Cómo podría el zapatero lanzar un newsletter?
Bueno, lo primero que podría hacer es poner un cartel en la vidriera diciendo que si entrás al
local y dejas tu email vas a ganarte, por ejemplo un 10% de descuento cuando hagas una
compra. Luego a todas las personas que entran al local el dueño debe invitarlos a dejar su
dirección de correo electrónico. De esta forma el zapatero empieza a generar una lista a quien
enviar el newsletter mensual.
Una vez que construye la lista es necesario producir el newsletter. Si al dueño le gusta escribir,
lo puede preparar el mismo, sino puede contratar a un especialista para que lo haga.

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Entonces esta idea se focaliza en primer lugar en dar un incentivo a las personas que entran a tu
comercio digital a que te dejen su dirección de email. Es decir, antes de hacerle una oferta de venta,
pedirle el correo electrónico, para asegurarnos de que le vamos a poder seguir enviando información
interesante en forma periódica.
Y si le enviamos información interesante, mejoramos las chances de que nos compren en el futuro.
La idea es mezclar contenido duro sobre el tema relacionado a tu comercio con ofertas de venta de
tu producto, de tal forma de ir generando ventas en forma natural cada vez que enviás tu texto.

Mi experiencia profesional con los “boletines informativos”

Voy a contarte mis propias aventuras en lo que respecta a la producción de newsletters, ya que me
han resultado extremadamente provechosos.
Cuando tomé la decisión estratégica de aumentar el número de servicios y plataformas que
ofreceríamos en Inversor Global, me puse a pensar en alguna táctica para generar un vínculo de
confianza y de cotidianidad con mis clientes.
Quería mantenerlos al tanto de lo que pensaba, de la visión y de los valores de mi empresa… sobre
distintos temas. Quería hacerlos partícipe del mundo de las finanzas personales en general.
Y la solución me llegó a las pocas semanas, en un viaje de negocios a los Estados Unidos (en esa
época yo vivía en Buenos Aires). Un colega de Agora, una empresa gigantesca de finanzas
personales, al consultarle, me contó la tradición de envíos de newsletters que tenía no sólo su
compañía, sino gran parte de las que se encontraban online en los Estados Unidos.
En ese entonces, nadie hablaba del sistema del embudo, ya que eran los albores de las empresas
en Internet y estaba todo por descubrirse.
Así que al regresar a Buenos Aires, me puse en campaña para empezar a enviar gacetillas.
Lo primero que hice fue redactarlo. Mis temas de bienvenida fueron: una presentación mía y de la
compañía, para que conocieran tanto a mi persona como a Inversor Global, la entidad que les
escribía. Al fin y al cabo, ellos confiaban en nosotros y teníamos que retribuir esa confianza
dándonos a conocer. Mostrando que había alguien de este lado del mostrador.
Una vez que terminé la redacción, me reuní con el especialista en sistemas y programación de la
empresa. Acorde a lo que me había explicado mi colega de Agora Inc., en Estados Unidos, nos
pusimos a buscar un buen sistema de envío de newsletters, para que nuestros textos se diferencien
de algunos modelos poco esmerados que apenas contaban con un texto en Word con un logo de la
empresa. Queríamos algo dedicado y particular. De calidad.
Leímos los nombres de distintas herramientas de preparación de newsletters, que me había
recomendado mi colega y nos decidimos por Mailchimp, un software muy práctico que además de

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brindar una programación de envío en día y en hora, permitía añadirle diseños, imágenes y le daba
una apariencia bien profesional, que era lo que estábamos buscando.
Y además, era una herramienta gratuita, lo que en esa época nos representó un gran alivio.
Nos registramos, ingresamos la base de datos de nuestros suscriptores y se lo hicimos llegar vía
email.
Es al día de hoy que enviamos religiosamente el newsletter de Inversor Global los martes y
sábados, y los martes y jueves el de Cartas de Key Biscayne, una de las divisiones que tenemos
sobre estilo de vida y acciones de alto potencial.
En ellos informamos desde comentarios y rumores que llegan a nosotros, a proyectos y
lanzamientos que preparamos, pasando por situaciones cotidianas que vivimos y promociones y
seguimientos del material en el que trabajamos.
Y ese es uno de los beneficios de escribir un newsletter: podés redactar de lo que sea. Está
pensado para que generes una relación de confianza que actúe como un fidelizador.
De esta manera, cuando ofertes tus nuevos productos o servicios, tu cliente te conocerá mucho
mejor y hasta te sentirá parte de su círculo profesional de confianza, ya que sos alguien quien se
comunica periódicamente con él y comparte aspectos de su vida laboral y profesional.
Por eso no dudo un instante en recomendarte que implementes el envío de un newsletter regular.
Puede ser semanal o quincenal, con eso no hay inconvenientes. Lo importante es que aproveches
ese canal para fortificar el sistema del embudo y acelerar las ventas de tu negocio.
Te recomiendo que investigues y analices dos softwares especializados en diseño y envíos de
newsletter: Mailchimp (que te mencioné unas líneas más arriba) y Aweber, otro que comenzamos a
implementar hace un tiempo en Inversor Global y tiene opciones similares.
Esto ha sido todo por hoy. El mes que viene seguiremos con tácticas, herramientas y aliados en tu
camino a la generación de negocios redituables.
Saludos,
Federico

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Como ya te hemos contado, hace unas 5 semanas viajamos a la India junto a Mark a presentar el
lanzamiento del Club para Generar Riqueza en aquel país. La travesía no solamente fue un éxito
por la la repercusión que generó la apertura del negocio allí, sino también por comprobar que
muchas de las grandes lecciones en materia de finanzas personales son aplicables en distintas
comunidades, más allá de las diferencias culturales y socioeconómicas entre las distintas naciones.
Ahora te dejo con Mark que va a compartir con vos algunas de las conclusiones interesantes que le
dejó su exposición ante un público ávido de enseñanzas.

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Los 15 mandamientos perdidos para
generar riqueza

El mes pasado viajé a la India y volví con decenas de lecciones


trascendentales. Entre otras cosas, redescubrí algunos principios
fundamentales para la creación de riqueza. Los voy a compartir con
vos.

Por Mark Ford

No fue la primera vez que dije que iba a hacer algo… y luego arrepentirme de haberlo dicho.
Cuando le sugerí a Rahul, el CEO de Equity Master, el partner de Agora Financial en la India, la idea
de lanzar un Club para Generar Riqueza allí, aceptó con muchas ganas. Pero puso una condición
fundamental: yo iba a tener que viajar a su país a dar una charla exclusiva para los socios al año
siguiente.
Me entusiasmaba mucho la idea de poder comenzar un Club en la India. Y como un año parecía
mucho tiempo, acepté sin pensarlo dos veces. Ni siquiera lo pensé, en realidad. No te voy a
exagerar.
Pero el tiempo pasó volando y, casi en un abrir y cerrar de ojos, pasó el año y yo ya estaba sentado
en un avión rumbo a Mumbai… pensando en qué diablos iba a decir en esa charla.
Pero tenía una gran preocupación que me estaba carcomiendo por dentro.
Me preocupaba mucho el hecho de sentir que no tenía nada relevante para decir. Mi audiencia iba a
estar compuesta por hindúes, viviendo en India. Países diferentes. Personas diferentes. Economías
diferentes. Desafíos total y completamente diferentes.
Pero tenía que presentarme y decir algo en la conferencia. Cientos de personas de toda India
habían viajado hasta Mumbai para el encuentro. Y, según me había adelantado Rahul, todos ellos
estaban “muy ansiosos” por escuchar lo que yo tenía para exponer y para compartir. Tenían
expectativas muy altas.
¿Y qué iba a decirles?
Sinceramente, no tenía ni la menor idea.
El encuentro empezó al fin.

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“Supongo que debería explicarles qué es lo que me califica para hablarles a ustedes con autoridad
sobre este tema”, dije muy nervioso, parado frente a 200 nuevos miembros del Club para Generar
Riqueza, algunos de los cuales habían hecho un largo viaje para estar allí, escuchar mis palabras y
llevarse conocimiento.
“¿Saben qué? De hecho, no estoy calificado para hacerlo en absoluto. No soy un experto en
inversiones, no tengo preparación formal en economía ni estudios específicos en finanzas y,
además, conozco muy poco sobre la economía de la India, y mucho menos sobre las oportunidades
comerciales o de inversión que existen aquí”, continué mi exposición.
Hice una pausa, esperando que alguien se pusiera de pie y me gritara furioso: “¡¿Y entonces qué
estás haciendo aquí?!”.
“Pero sí tengo mucha experiencia creando riqueza”, afirmé. “Lo conseguí con mis finanzas. Ayudé a
que otros consiguieran riqueza. Y a lo largo de mi vida he pasado mucho tiempo pensando en este
tema en concreto.”
Miré a mi público. Estaban todos muy atentos. Aún escuchaban. Me miraban fijo. Estaban ansiosos
por escuchar mis palabras…
Para salir airoso recurrí a una vieja táctica que muchas veces me había salvado el pellejo en
situaciones similares: les conté la historia de mi vida financiera.
Intenté, como de costumbre, mantenerme dentro de los detalles esenciales y no irme por las ramas.
Les conté sobre el reconocido gurú de la autosuperación Dale Carnegie y sobre cómo su visión me
había inspirado a tomar la decisión firme de “ser millonario” y como esa decisión había cambiado mi
vida.
Les expliqué cómo había pasado de ser empleado a ser socio en menos de un año.
Los puse al tanto sobre algunos de los negocios en los que me había ido bien, incluyendo uno en
especial que pasó de cero a US$ 135 millones y otro que pasó de US$ 8 a más de US$ 500
millones.
Compartí con ellos una lista muy variada de negocios que había poseído o había manejado… y les
dejé muy en claro cómo esa diversidad me había ayudado a escribir una serie de mandamientos
personales sobre generación de riqueza y el éxito empresarial.
Y recién después de todo eso les conté sobre mi experiencia como inversor, la cual ha sido, para ser
sinceros, una aventura muy particular y diría que “hasta tragicómica” en algunos puntos.
Es que empecé tomado decisiones realmente muy malas, algunas de las cuales tuvieron
consecuencias ridículamente negativas y, gradualmente, fui dando vuelta la situación y pude llegar a
buen puerto.
Hablé por mucho más tiempo del que había planeado hablar.

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Esto fue debido a una serie de motivos, entre los que cuentan: A) pude notar que mi historia
personal les interesaba y B) por más que hablara y hablara, aún seguía sin tener algo inteligente que
decir sobre la creación de riqueza en la India.
Cuando terminé mi exposición todavía sobraban unos 30 minutos antes de ir a cenar, así que no me
quedó otra opción que pedirle al público que me hiciera preguntas.
Durante un largo instante, nadie dijo ni una sola palabra.
“¡Oh no, Mark! Se ve que no pudiste llegarles o que no te entendieron”, me dije.
El silencio reinaba en la sala. Estaba a punto de soltarles un “Bueno, si no hay preguntas, tan sólo
quiero darles las gracias por haber venido…” y volver al hotel.
Pero justo entonces, de repente, un hombre muy bajito pero fornido, que vestía un traje a rayas y
estaba sentado en la primera fila, levantó la mano como un resorte y dijo:
“Disfruté mucho la historia sobre inversiones inmobiliarias. Comentó que invirtió en diversos
mercados. Ahora me pregunto qué piensa usted del mercado inmobiliario de la India.”
Le expliqué que veo al mercado inmobiliario como una inversión de estrategia local. “No te puedo
dar una opinión del mercado inmobiliario de toda la India. Pero sí puedo hablarte de algo específico.
¿Podrías darme un ejemplo del tipo de negocios que tenés en mente y sobre los que te gustaría
conocer mi opinión?”.
Y él lo hizo. Como todos estábamos con la mente puesta en la generación de riqueza, el auditorio se
animó y otros comenzaron a hacerme preguntas. Los 30 minutos que faltaban hasta que terminara
el encuentro pasaron volando y todos los asistentes quedaron muy felices y satisfechos. Lo vi en sus
rostros.
Como conclusión, aquella tarde me di cuenta de dos cosas muy importantes:
La primera es que no necesitaba tener un conocimiento macroeconómico profundo de India para
poder tener opiniones sobre generación de riqueza y dar ideas de inversión en ese país.
Bueno, eso no debería haberme sorprendido. De hecho, yo siempre he tenido un conocimiento
superficial sobre la economía de Estados Unidos y, así y todo, me fue bastante bien tomando
decisiones estratégicas que aumentaron mi patrimonio.
La segunda cuestión tuvo que ver con darme cuenta de que las dudas que tenían los miembros
hindúes del Club para Generar Riqueza sobre inversiones, trabajos extras y, en definitiva, cómo
tener más dinero, era muy similares a las inquietudes que tienen los miembros del Club de Estados
Unidos.
Casi todas las respuestas que proporcioné aquella tarde eran cuestiones sobre las que ya había
escrito una docena de veces antes. ¡Esto me hizo abrir los ojos bien grandes! Eran las mismas
preguntas de siempre, pero en lugar de aburrirme contestaándolas, hacerlo me dio más ánimo.

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Después de todo, estos no eran los socios de Miami a los que veo seguido, sino que eran personas
que viven a miles de kilómetros de mi casa… esto, de alguna manera, hizo que las preguntas se
transformaran en algo nuevo para mí y me generó un nuevo ánimo para contestarlas. Además, diría
que hasta los escuché con más atención. Y como recompensa, sentí que mis palabras eran
escuchadas con más cuidado que de costumbre.
Aquella noche me fui a dormir muy contento, ya me había quedado una sensación muy buena del
encuentro.
Por la mañana, me desperté con el siguiente pensamiento dándome vueltas en la cabeza: las
verdades importantes sobre cualquier asunto no son muchas, pero es imposible entenderlas todas al
mismo tiempo.
Considero que para empezar a entenderlas, es necesario mirarlas una y otra vez, desde diferentes
ángulos y con diferentes niveles de profundidad.
Al día siguiente tomé mi avión de regreso a Estados Unidos. Fue un viaje largo pero no me aburrí ni
un minuto. Tuve tiempo no sólo para seguir pensando en aquéllo, sino también para escribir el texto
que vas a leer a continuación.
Es un breve tratado basado en mi historia personal en el que detallo lo que llamo “los 15
mandamientos perdidos para la generación de riqueza”.
Espero que encuentres algunas de estas ideas interesantes y que te ayuden en el camino hacia
tener tu propia fortuna personal.
Empecemos…

1. El amor es fundamental para salir adelante


Muchos son los caminos que conducen a la riqueza. Cada uno de ellos tiene sus propias
características, su propio número de obstáculos, curvas y dificultades en la pendiente.
En un mundo ideal, nosotros podríamos saber antes de empezar el viaje cuál es el camino que
mejor se complementa con nuestro temperamento y con nuestras capacidades. Pero
lamentablemente, así no es como funciona en la realidad.
Lo que sucede con más frecuencia es que nuestras vidas se van desarrollando en respuesta a una
serie de eventos de mayor o menor envergadura.
Tomamos decisiones (acertadas o no) en relación a esos eventos y esas decisiones nos conducen a
otra serie de eventos y decisiones.
Eventualmente, llegamos a un punto en nuestro camino al que no habíamos elegido llegar ni
habíamos predicho estar allí.
Puede que seamos abogados, plomeros, profesores o jardineros, y que ganemos muchísimo dinero
o muy poco. También es muy probable que lleguemos a un punto en el que pasemos mucho tiempo

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pensando, intentado darnos cuenta de si tomamos decisiones acertadas o no en nuestra vida. Y
muchas veces, en ese punto, sucede que nos arrepentimos del destino que nos creamos a nosotros
mismos.
Nos sentimos enojados, frustrados o engañados, pero sabemos, por extraño que parezca, que las
emociones negativas son obstáculos a vencer para alcanzar el éxito.
En ese momento, tenemos que tomar una decisión crítica: podemos elegir la carrera que amamos, o
podemos amar la carrera que tenemos.

2. Sentite a gusto con las ventas


Un obstáculo muy grande al que tuve que enfrentarme en mi propio camino hacia la riqueza fue una
tremenda e irracional antipatía hacia el marketing.
Tal vez, debido a la educación que tuve, tenía la idea de que la venta era una forma de bullying al
consumidor.
Yo quería que mi negocio creciera, pero quería que creciera sin tener que vender nada.
Y considero que aún hay muchas personas que siguen viendo este asunto igual que yo.
Pero no me encontré con nada de eso en Mumbai. Por el contrario, las personas con las que hablé
se sentían realmente muy cómodas con la idea de que el marketing es necesario para que un
negocio crezca y comprendían que es una parte fundamental en la generación de riqueza.
El mandamiento es claro: para alcanzar el éxito en cualquier ámbito de la creación de riqueza, ya
sea real estate, emprendedorismo o siguiendo una carrera como empleado, por ejemplo, tenés que
estar dispuesto a vender.
Como mínimo, tenés que saber cómo venderte a vos mismo.

3. No inviertas en una pastelería en Kerala


Considerándolos como un grupo, los miembros del Club para Generar Riqueza de India tienen
características psicológicas que los emparentan directamente con sus pares estadounidenses: todos
tienen un apetito por las inversiones tan grande como amplio.
No sólo estarían interesados en acciones, bonos y oro, sino que también muestran tener hambre por
invertir en recursos naturales, real estate y startups, entre otras cosas.
No obstante en lugar de hacer eso, la gran mayoría de ellos parecen estar más dispuestos a invertir
el dinero que tanto les costó ganar, en negocios sobre los que saben más bien poco o nada. Una
locura.

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Un joven de la audiencia hindú, por ejemplo, me contó que había estado invirtiendo el dinero de su
familia en desarrollos inmobiliarios en varias ciudades pequeñas. Cuando le pregunté sobre el
criterio de valuación que había elegido, me confesó que no tenía idea de lo que le estaba hablando.
Y una mujer me dijo que había invertido todo el dinero que ganaba en un año en un nuevo negocio
que había lanzado un amigo: una pastelería en Kerala.
Kerala es un estado federal situado en el suroeste de la India, ocupa una estrecha franja de la costa
suroeste de la península del Decán, que prácticamente coincide con la Costa del Malabar.
¡Y de todos los lugares del mundo en el que una pastelería podría funcionar, ella eligió ése!
Le pregunté cuál era el costo de alquiler por metro cuadrado, las ganancias mensuales esperadas,
cuál era el target al que apuntaban y cuál era el costo de los empleados, entre otras cosas. Y ella no
tenía ni la menor idea de estas cuestiones.
Invertir en oportunidades acerca de las que conocés muy poco, o nada, siempre es un gran error.
Probablemente es la equivocación más común que la mayoría de los inversores cometen. Y como si
fuera poco, es el más costoso.
Sin embargo, cuando estaba hablando con este grupo de personas en India, comprendí que hay que
ser muy cuidadoso al hablar de este tema. Es muy fácil que parezca que estás criticándolos o siendo
condescendiente.
Así que para evitar esto opté por contarles historias relacionadas a las malas decisiones de inversión
que yo personalmente tomé a lo largo de mi vida.
¡La mayoría de ellas habían sido por romper esta regla de oro!

4. Las malas inversiones pueden ser grandiosas para generar riqueza… si lográs aprender de
ellas
Pasé 20 minutos hablando de las inversiones “más estúpidas” de mi vida, empezando por las
primeras inmobiliarias que realicé cuando tenía 27 años. Les expliqué con total sinceridad que fue
un completo desastre…
Pero ese desastre fue, al mismo tiempo, una de las mejores lecciones sobre cómo NO invertir que
aprendí en mi vida.
Les conté la historia sobre cómo la dueña del departamento que yo alquilaba me convenció para
comprar una propiedad que estaba sobrevaluada y ubicada en una zona marginal de la ciudad.
También les expliqué cómo ella y mi banco se las arreglaron para darme un crédito que tenía una
amortización negativa, y cómo la tasa de interés del crédito crecía mes a mes sin parar. Les dejé en
claro como esa situación me llevó a estar enterrado en un pozo del cual pensé que no iba a salir
nunca.

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Terminé perdiendo cerca de US$ 30.000. En aquel momento esa suma era una verdadera fortuna.
Pero, siendo optimista, fue muy poco comparándola con el valor de la gran lección que había
aprendido, que me salvó de perder millones de dólares.
Y lo peor de todo es que no aprendí la lección por completo. Así es: a lo largo de las siguientes tres
décadas cometí el mismo error (en mayor o menor medida) al menos una docena de veces. Las
inversiones eran diferentes… pero el error era el mismo.
Lo cometí porque me metí en las inversiones impulsivamente, emocionado por alguna apasionante
historia que alguien me había contado o porque tenía un pálpito y me creía que de repente me iba a
convertir en una máquina de generar dinero. O, simplemente, porque evitaba aplicar las “tácticas de
bullying” que consistían en vender.
Mirándolo en retrospectiva, es fácil ver que no realicé buenos negocios en esas ocasiones. Todas se
basaban en la esperanza y el entusiasmo, en lugar de basarse en el hecho que más importa: el
conocimiento.
En una ocasión compré la mitad de una galería de arte en Boca Ratón, Florida. Pensé que había
descubierto que era posible vender obras de arte sin hacer más que estar sentado en un lugar lindo,
tomando tés importados, leyendo poesía y teniendo conversaciones con personas cultas y amables
que estaban interesadas en comprar los cuadros que colgaban de las paredes.
Pero la iniciativa fue un fracaso. El hecho es que para ser exitoso en la venta de arte hay que
dedicarle mucho tiempo e invertir una buena cantidad de dinero. Es un trabajo que tiene un alto
grado de presión y no es nada recomendable para aquellos que son débiles del corazón.
Otra vez estuve a punto de poner un bar de jazz en la misma ciudad, Boca Ratón. Me abrí del
negocio a último momento, pero ya le había dedicado un tiempo considerable y había perdido una
buena cantidad de dinero y de confianza en mí mismo. Acababa de descubrir que los amantes del
jazz no toman mucho alcohol… y como quizás sepas, en los bares las ganancias vienen,
justamente, de la venta de bebidas alcohólicas.
También hubo una época en la que invertí US$ 100.000 en un desarrollador inmobiliario que estaba
construyendo casas valuadas en más de un millón de dólares situadas en Miami. Sabía que en ese
entonces el mercado estaba sobrevaluado. A pesar de ello, me dije a mí mismo “no pasa nada, mi
nuevo socio debe saber mucho más del negocio de lo que yo sé”.
En otra ocasión me metí en el negocio de las relaciones públicas sin haber entendido, antes de
hacerlo, que el éxito en este sector requiere decir y hacer muchas cosas que no estaba dispuesto a
hacer ni decir.
Y tampoco me olvido de la vez en la que le escribí un cheque de US$ 50.000 a un muchacho muy
inteligente y carismático que estaba lanzando un emprendimiento tecnológico que, según él
estimaba, iba a crecer tanto que le iba a ser posible venderlo en unos pocos años por más de US$
1.000 millones.
Hasta el día de hoy no sé a dónde fue a parar ese dinero. Pero puedo asegurarte algo: aprendí
mucho de estos errores.

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5. Contratá a las personas correctas
Si revisás la lista de malas decisiones que acabo de describir, vas a darte cuenta de que el
conocimiento que me faltaba no siempre era un conocimiento obvio. Y este es un punto clave sobre
cómo hacer negocios, que intenté fortalecer durante años.
Cuando observás una industria en particular con ojos de inversor, hay muchas cosas que son fáciles
de visualizar. Por ejemplo, si estás interesado en invertir en un bar, enseguida vas a darte cuenta de
la importancia de que esté ubicado en una calle con mucha afluencia de gente.
Tras realizar un pequeño estudio de campo, vas a detectar que es muy importante tener en tu bar
las marcas de bebidas alcohólicas que más se consumen en esa zona. Y también podrías ser capaz
de poner precios competitivos si hacés una recorrida por los bares de alrededor y comparás precios.
Pero, a menos que tengas un conocido de confianza que trabaje en el rubro de los bares, lo más
probable es que cometas el error que voy a describirte a continuación. Prestale atención porque a lo
largo de los años he visto a muchísimas personas cometiéndolo.
Tu idea es que el bar que vas a abrir se convierta en “el bar de moda para gente joven”.
Ahora bien, para conseguir eso vas a contratar a mujeres hermosas como camareras y el resto va a
venir solo.
Sobre el papel, la lógica parece sólida: estas jóvenes, hermosas y simpáticas mujeres van a atraer a
una manada de jóvenes que van a gastar muchísimo dinero en alcohol y comida y el lugar va a
llenarse noche tras noche. Como el sitio va estar lleno, eso mismo va a atraer más gente y vas a
tener a muchas personas haciendo cola para querer entrar y…
Y lo que pasa es que si vos tuvieras un amigo que trabajo en ese ambiente, sabrías la verdad: si
bien es cierto que las camareras “hot” van a atraer clientes, lo más probable es que un porcentaje
muy alto de ellos sean hombres mucho más grandes que el target demográfico que querías atacar.
Entonces, cuando los jóvenes entren al bar y vean que está lleno de “viejos”, se van a ir y no van a
volver nunca más.
Quienes trabajan en bares desde hace tiempo, saben que la fórmula perfecta para que un bar
funcione consiste en contratar un mix de camareros hombres y mujeres. Algunos incluso sugieren
que hay que tener sólo camareros hombre. ¿Por qué? Porque en ese ambiente las mujeres se van a
sentir más cómodas. Y cuando tenés un grupo grande de mujeres que vienen al bar con frecuencia,
tanto hombres como parejas se van a sentir atraídos.
Eso es lo que necesitás para que un bar funcione.
En cualquier negocio es fundamental seguir este principio y tener como empleados a las personas
indicadas.

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6. Como no siempre vas a poder contar con “información privilegiada”, seguí esta guía
Como inversor en startups prometedoras, siempre opto por aquellos rubros que conozco al dedillo.
Me refiero a negocios en los que trabajé, de los que fui dueño o dirigí. De esta forma tengo muchas
más chances de conocer los secretos que podrían llevarme a la bancarrota.
Cuando compré mis primeras propiedades no sabía nada del negocio inmobiliario. Para empezar, no
sabía que lo que estaba pagando estaba muy por encima del precio del mercado real de ese
momento.
Segundo, no tenía idea sobre el marco legal que envuelve a las propiedades, sobre todo en lo
referente al desalojo.
Con el paso de los años, fui aprendiendo a evitar esas inversiones que se nota desde el vamos que
son malas ideas. Por ejemplo: una compañía que estaba intentando transformar arena en oro, un
emprendimiento de catering especializado en luchadores de artes marciales, una docena de
restaurantes temáticos, etc.
Como decía, de los errores se aprende, por eso, después de cometer todas estas “infracciones”
establecí una guía de acción que se basa en tres principios fundamentales:
A) “Nunca inviertas en algo que no entendés.”
B) “Si no seguís el consejo anterior e invertís en algo que no entendés, hacelo únicamente si
conocés a la persona que le estás dando tu dinero y confiás en ella.”
C) “Aún si considerás que le confiarías hasta tu vida a esa persona, nunca inviertas más dinero
de lo que estás dispuesto a perder. Porque la chance de perder todo lo que invertiste siempre
está presente.”

7. La Ley de Ford: Murphy es un optimista


Si seguís las reglas que te describí en el punto anterior, podrías creer que nunca más en tu vida vas
a tomar malas decisiones financieras.
Pero sí podrías hacerlo, creeme.
Al menos a mí me pasó. Y cada mala decisión que tomé me hizo perder tiempo y dinero.
Así que desarrollé el siguiente truco que me ha ayudado mucho a evitar grandes pérdidas de dinero:
“Cuando evalúes nuevas oportunidades de inversión o de negocios, pensá acerca de todo
aquello que pueda llegar a ir mal. Después, imaginá que todas esas cosas se hacen realidad.”
Si, por ejemplo, alguien se me acercara con una propuesta para lanzar un servicio de newsletters de
salud y remedios naturales, un área que conozco muy bien, yo le pediría que me presentara tres
proyecciones financieras: escenario favorable, escenario catastrófico y escenario moderado.
La mayoría de las personas dejan de lado al escenario favorable y el catastrófico y realizan sus
proyecciones tomando como base al escenario intermedio.

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Yo, en cambio, nunca hago eso. Yo descarto el mejor escenario y el intermedio y me centro en
analizar únicamente el peor escenario. Me pregunto a mí mismo: ¿podría vivir con ello?
Si no puedo vivir con ello, me desafío a mí mismo a tener una ruta de escape o plan B.
Y si sigo sin poder vivir con ello, lo descarto.
Así es como yo lo veo: cuando entendés un negocio por completo, no necesitás ayuda externa para
calcular cuál va a ser tu tasa de ganancias promedio.
Tampoco vas a necesitar ayuda para determinar cuál va a ser tu ganancia en un escenario positivo o
en uno intermedio. Eso es porque ya sabés cómo hacer para que ese negocio funcione bien.
Pero tal vez vayas a necesitar ayuda para imaginar cómo podría ser que el negocio perfecto se
convierta en un fracaso.
Vas a necesitar ese tipo de ayuda porque sos un ser humano. Por naturaleza, tu mente va a querer
pensar en las cosas que salen bien y marchan sobre ruedas y también vas a querer evitar pensar en
aquello que no funciona, que te retrasa y te hace perder dinero.
Pero mi punto es que pensar en un escenario catastrófico te va a ayudar a entender el objetivo
fundamental del negocio. Y te va a dar fuerza y herramientas para entender mejor cómo manejar el
negocio y sacarlo adelante incluso mucho antes de empezarlo.
¡Considerar el peor escenario posible es la herramienta más útil que conozco para determinar si un
emprendimiento es bueno o no!

8. No inviertas en el futuro
Esta es una idea sobre generación de riqueza que vengo usando desde hace apenas 3 años: la
mayoría del tiempo es poco inteligente invertir en el futuro.
Llegué a esta conclusión después de comparar lo que aprendí como emprendedor con lo que veo
que otras personas hacen invirtiendo en acciones.
Aprendí la parte de emprendedorismo de esta lección hace unos 20 años cuando trabajaba con una
docena de editoriales. Les pedí que me presentaran planes de negocio anuales detallando la
proyección de ventas y ganancias. Pensé que era un buen ejercicio para que ellos empezaran a
pensar cómo podría hacer crecer sus negocios.
Enseguida descubrí que las proyecciones siempre tiraban muy hacia arriba. Y cuando las analicé,
me di cuenta de que los números eran exagerados porque tomaban como base las ventas futuras,
considerando tanto los contratos que ya tenían como los que planeaban conseguir… la mitad de los
cuales nunca se concretaban.
Así que decidí cambiar la forma en que les pedía la información. Les dejé bien en claro que quería
proyecciones reales, no “objetivos de venta”.

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Les dije que quería saber cómo luciría el negocio el año próximo si todo continuaba igual. Y que no
les había pedido ver crecimientos irreales por anticipado, a menos que hubiera pruebas tangibles
que indicaran que esos números se alcanzarían.
Este cambio tuvo como consecuencia dos resultados positivos. Pudimos ver en verdad qué era lo
que iba a pasar en lugar de ver lo “que podría llegar a pasar si todo salía bien”. Y además motivó a
los editores a trabajar incluso más fuerte para innovar y progresar.
El resultado de aquello fue que las ventas crecieron sin depender de las proyecciones.
Al mismo tiempo, otro de mis emprendimientos me llevó a tener como socio a Tom, una persona que
se dedicaba a invertir en acciones. Pude ver como lo hacía un profesional y lo comparé con los
conocimientos que yo tenía sobre cómo invierten en la Bolsa las personas comunes y corrientes.
Pude reconocer que la práctica más común consiste en comprar acciones que van a “explotar” en el
futuro, basándose en historias y comentarios más que en datos reales que tengan en cuenta lo que
está pasando hoy.
Y yo sabía, basándome en mi propia experiencia como emprendedor, que hacer esto era un error
considerablemente grande.
Así que como generador de riqueza, no estoy interesado en poner mi dinero en una empresa “que
esté por despegar” o que esté por “realizar un avance tecnológico que cambie el mundo”, o que esté
por “anunciar un acuerdo estratégico con otra empresa”.
Como inversor bursátil hay que seguir a rajatabla el siguiente mandamiento:

9. Invertí en lo que está pasando hoy


Las acciones que compro son de empresas a las que les está yendo extremadamente bien en este
preciso momento. Tienen ganancias sustanciales, no poseen grandes deudas y tienen un flujo de
caja constante, factores que las convierten en negocios redituables al día de la fecha.
Cuando invertís en compañías a las que les está yendo bien hoy, no necesitás creer que algo
mágico va a pasarles en el futuro y te vas a volver millonario de repente. A las buenas empresas les
pasan cosas buenas, pero por lo general no son sucesos aislados, sino que son el fruto de haber
realizado un buen trabajo durante los años anteriores.
Cuando invierto en un negocio como emprendedor, lo hago bajo el mismo principio. Me interesan
poco los planes de negocio de cientos de páginas y las ideas geniales. A mí lo que me interesa es
que haya buenos reportes de ventas, flujo de caja constante y proyectar balances que den
ganancias.
Igual, tengo que confesarte que a los largo de los últimos 30 años ocasionalmente he roto este
mandamiento. Calculo que lo habré roto unas 10 o 15 veces en ese período.

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En cada una de esas veces, me dejé convencer por la personalidad arrolladora del CEO o porque
me creí la historia que me estaban contando sobre las proyecciones de la compañía y los planes
que tenían a futuro. Pero, en promedio, diría que estas malas decisiones las tomé apenas un 10%
de las veces que invertí.
Por cierto, no quiero que pienses que me alcanza con saber que una empresa tiene un buen
balance para invertir en ella. Primero que nada, el precio de las acciones tiene que ser atractivo. Y
en segundo lugar, invierto en negocios que se sitúen en mercados en expansión… como voy a
explicarte a continuación en el próximo mandamiento:

10. Invertir en tendencias no es lo mismo que invertir en el futuro


Habiendo leído lo que acabás de leer, esto debería sorprenderte: me gusta invertir en tendencias.
En este preciso momento, es probable que estés pensando que me estoy contradiciendo a mí
mismo, ya que podrías considerar que invertir en tendencias es sinónimo de invertir en el futuro.
Las tendencias, en el ambiente de los negocios, son simples patrones de crecimiento (negativos o
positivos) vistos en el tiempo. Analizando un período en concreto, es posible identificar tendencias
pasadas, tendencias actuales, y tendencias a futuro.
Las tendencias pasadas fascinan al historiador que vive en mi alma.
En cambio, las tendencias futuras animan mi apetito por la ciencia ficción.
Pero son sólo las tendencias actuales las que le interesan a la parte de mi cerebro que piensa en
cómo generar riqueza.
Te pongo un ejemplo para que lo veas claro: como consultor externo del negocio de la salud natural,
tengo conocimiento privilegiado sobre las tendencias de consumo, tales como saber qué tipo de
productos está comprando el público.
Hará unos 15 años, cuando entré en ese mercado por primera vez en mi vida, todo el mundo estaba
empezando a hablar de los antioxidantes. Pero las conversaciones se estaban moviendo
rápidamente de los márgenes hasta alcanzar al público masivo.
Yo invertí en varias publicaciones especializadas que en ese entonces se focalizaban en los
antioxidantes, e hice todo lo posible para que mis publicaciones fueran las mejores del mercado.
Me sentía muy seguro de la decisión que había tomado porque los antioxidantes eran una tendencia
de consumo que estaba en crecimiento. Sabía que mis publicaciones se iban a beneficiar de esta
tendencia, incluso aquellas que claramente no se encontraban entre las mejores. Después de todo,
cuando hay marea creciente, todos los botes son subidos por la marea.
Repetí la fórmula cuando la tendencia hacia las rutinas de ejercicios de rápida duración y alta
intensidad estaba levantando vuelo. Y recientemente invertí tiempo y dinero en la de la dieta
paleolítica.

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En cada caso, me metí en el mercado recién después de que la tendencia ya hubiera levantado
vuelo y hubiera pruebas cuantitativas de ello… pero mucho antes de que hubiera alcanzado su cénit.
Es probable que hayas escuchado que nunca hay que “tomarle el tiempo” a un mercado. Y si
estuviéramos hablando de tomarle el tiempo al bursátil, te daría la razón.
Tomarle el tiempo a la Bolsa es casi imposible por dos factores: el mercado es infinitamente variable
y está en constante cambio. Y, además, en la Bolsa influye mucho la psicología de masas, la cual
es, por definición, impredecible.
Pero no estoy hablando de tomarle el tiempo al mercado de valores, sino a las tendencias que son
perfectamente observables y medibles.
Y en el mercado de la alimentación y la salud natural, es muy fácil notar cuáles son las grandes
tendencias y ver cómo van evolucionando paso a paso.
Además, tené en cuenta que cuando conocés un mercado por dentro y tenés experiencia trabajando
en él es incluso más fácil detectar estas tendencias y darte cuenta si van a continuar o no.
Las personas que se dedican a la creación de riqueza con inteligencia, son capaces de reconocer
cuando una tendencia está alzándose. Entonces, se meten de lleno en ella y la aprovechan, siempre
y cuando los números sean buenos y reporten ganancias.
De todos modos, como consejo, te recomiendo siempre diversificar tus inversiones y tomar
posiciones pequeñas en varios negocios o emprendimientos.
Y tené siempre en mente que es mejor sacar un poco de ganancias de cada tendencia que jugarte
todo y apostar a que una sola tendencia va a explotar.

11. Vendé picos y palas o poné un burdel… pero, por favor, no busques oro
Personalmente preferiría vender palas antes que lanzarme a buscar oro. Y si voy un poco más allá
hasta te diría que preferiría tener un burdel antes que vender palas.
Ok, mejor me detengo un segundo antes de seguir, me doy cuenta de que lo que acabo de decir
necesita una explicación…
Vamos a ver, la fiebre del oro que se desató en California, Estados Unidos entre 1848 y 1858
cautivó las mentes y los corazones de una generación entera de personas que querían ser
emprendedores. Miles de americanos dejaron sus trabajos y sus familias y se lanzaron en esa loca
aventura, intentando aprovechar la oportunidad y volverse ricos.
La mayoría de ellos siguió el camino obvio: agarrar un pico y una pala y cavar para buscar oro.
¿Y sabés qué? Por lo menos el 95% de ellos falló.

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En cambio, hubo un modesto grupo que tenía ambiciones menos espectaculares. Fueron a
California con la idea de vender picos, palas y otros accesorios y herramientas que necesitaran los
buscadores de oro.
Bueno, un porcentaje mucho más alto de esta gente se hizo rica.
Además, hubo un grupo más pequeño todavía de emprendedores que tuvo una mentalidad parecida
y se metieron de lleno en el negocio de ofrecer servicios… decidieron vender sexo, entretenimiento
o religión (a veces, dos o tres de estas cosas a la vez).
Estas personas contaban con una ventaja empresarial muy grande, ya que prácticamente no tenían
costos ni inventario y no tenían que esperar a futuro para obtener beneficios. Y si se quedaban sin
clientes en un pueblo podían mudarse a otro cercano con total facilidad y ofrecer los mismos
servicios a un público nuevo.
Utilicé este ejemplo para ayudarme a responder una de las preguntas que me hizo uno de los
miembros del Club para Generar Riqueza en Mumbai. La pregunta estaba relacionada con los
planes del gobierno hindú para construir 100 ciudades nuevas, cada una de ellas con 1 millón de
habitantes, en los próximos 10 a 20 años.
La pregunta, obvia, fue: “¿Mark, cómo invertirías en eso?”
Uno de los conferencistas que compartían la mesa conmigo, el fundador de una gran empresa en
Mumbai, contestó aquella pregunta hablando sobre una serie de acciones que a él le gustaban.
Escuché lo que decía con mucha atención y observé con cuidado los gráficos y cuadros que
mostraba para respaldar su explicación.
Pero por dentro, yo sabía que no pondría ni un solo dólar mío en esas acciones en el corto plazo. Y
aún si lo hiciera, lo consideraría una inversión especulativa y limitaría el monto invertido de acuerdo
a las reglas de inversión que tengo en cuanto a asumir riesgos.
Cuando él terminó su exposición, llegó mi turno. Empecé comentando que la jugada obvia era
comprar terrenos cerca de esas ciudades y construir edificios o comunidades de lujo. Pero
considerando el tamaño del proyecto, el alto costo y las dificultades del sector inmobiliario en India,
les dije que yo le dejaría ese tipo de inversiones a los multimillonarios que se especializan en real
estate.
También les recordé lo que les había dicho antes sobre tendencias: recomiendo invertir en una
tendencia únicamente después de que has visto que despegó y está tomando vuelo. Y les remarqué
que la idea de fundar 100 ciudades de un millón de personas cada una, era un pensamiento a futuro
y, por lo tanto, una tendencia que aún no había comenzado a materializarse.
Pero, mirándolo bien, no era del todo una tendencia a futuro, les dije, ya que el gobierno de India
empezó a construir una de esas ciudades y ya estaba dando incentivos reales y concretos hacia esa
dirección.
Eso, les aclaré, es una tendencia actual… y una muy grande.

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Así que si yo fuera un inversor hindú hoy en día, buscaría nichos de mercado relacionados a esa
tendencia que fueran demasiado pequeños para que los grandes empresarios los tuvieran en
cuenta. Como, por ejemplo, ofrecer servicios de limpieza de casas o de ropa o, incluso, de ventanas.
Y así podrían ganar mucho dinero del mismo modo que lo hizo el 5% que supo aprovechar la fiebre
del oro californiana de la forma menos obvia.
La idea, eso sí, es empezar negocios que no requieran grandes costos y puedan replicarse con éxito
y relativa facilidad en otras ciudades. De este modo, cuando se construya la ciudad N°2, vas a estar
listo para atacarla con toda la artillería.

12. Vender ideas sobre picos y palas es un negocio aún mejor


Acabo de darte unas buenas ideas de negocio. Sin embargo, existe una forma mucho mejor todavía
de sacarle ventaja a una tendencia: vender información y asesoría sobre la misma.
Allá a lo lejos, en la época de la fiebre del oro, seguramente no existían este tipo de negocios. Pero
vender ideas ha sido mi principal fuente de ingresos durante los últimos 30 años.
Cuando empecé, trabajé para una compañía que vendía información y asesoría al sector privado
acerca de cómo hacer negocios en la Unión Soviética, China y África. A la información que
necesitábamos la proveía el Departamento de Comercio y la Oficina de Relaciones Exteriores.
Lo curioso es que toda esa información estaba disponible públicamente, si sabías dónde
encontrarla. Pero a las empresas les era mucho más fácil y barato pagarnos una cuota mensual para
obtener esa información en lugar de tener que poner un empleado a hacer esta tarea.
Años más tarde trabajé para una compañía que vendía información y asesoramiento sobre varios
tipos de negocios, entre los que se incluían la robótica y la agricultura.
De nuevo, esta información estaba al alcance de cualquier persona si sabía a dónde buscarla. Pero
nosotros nos la ingeniábamos para ganar mucho dinero juntándola e interpretándola.
Eso derivó en que me metiera de lleno en el negocio de las publicaciones de recomendaciones de
inversión. Pero en esta ocasión agregué mis propias recomendaciones y por ese servicio premium
cobraba mucho más.
Con el boom de Internet, muchos dijeron que la industria de las publicaciones de recomendaciones
de inversión iba a morir, ya que las personas podían conseguir esa información en cualquier lado y
de forma gratuita.
Pero resultó que estaban muy equivocados. Ya que, por el contrario, el negocio de las publicaciones
financieras, explotó.
En ese momento comprendí que hay una necesidad por tener información válida y eficiente, que
provenga de filtrar el sinfín de información que circula por la web.

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Y como cereza de la torta, no puedo obviar mencionar el hecho de que distribuir la información hoy
es mucho más barato de lo que era hace 30 años, con los cual los márgenes de ganancias son
mayores y se puede alcanzar un número de personas muchísimo más grande.

13. El vicio es bueno


Antes de mi viaje a la India dediqué un buen rato a leer atentamente una revista de finanzas de ese
país, para intentar analizar qué sectores tenían mayor potencial y cuáles era mejor esquivar.
Entre las decenas de publicidades con las que me topé, dos captaron mi atención: una promovía
una tienda de venta de chocolates de lujo. La otra era de un negocio online que vendía habanos
armados manualmente. Me asombró mucho que hubiera emprendedores en India gastando dinero
en promocionar a todo color productos que no son para nada típicos en su cultura.
Como regla general, los hindúes prefieren otro tipo de golosinas y otro tipo de chocolates. Y fumar
habanos (y te diría que “fumar” en general) es bastante raro para ellos. De acuerdo a la Encuesta
Global de Consumo de Tabaco en Adultos, sólo el 14% de hindúes fuman.
Pero allí estaban esas dos publicidades, delante de mí. Y al mirarlas fijo recordé el viejo axioma que
predice que los negocios más duraderos son aquellos que atacan directo a los vicios.
Vender este tipo de productos es maravilloso, porque una vez que conseguiste tener un nicho de
compradores, esos clientes van a comprar siempre tus productos.
Cuando me pidieron si podía dar ejemplo de negocios que abriría en India si fuera un emprendedor
de aquel país, les respondía que probablemente me tiraría hacia la venta de cigarrillos o, al menos,
algo relacionado al consumo de tabaco.
“No estudié el mercado en detalle”, les aclaré, “pero estoy seguro de que una gran cantidad de las
personas que fuman en India son acaudaladas. Cientos de miles… quizás hasta más de un millón. Y
consideraría muy seriamente enfocar mi negocio hacia ese target.”
Por último, les dije que pensaba que el mercado de los vicios en India era una buena opción, porque
se trata de un país mucho más conservador que Estados Unidos. Por lo tanto, los vicios allí son
prohibidos y gozan de menos publicidad. Esos son dos factores muy positivos para un emprendedor
que se anima a meterse en estos mercados.

14. Hacete cada mes más rico


Un hombre que parecía un doble de Ghandi vestido con traje, levantó la mano y dijo: “Me gusta
mucho tu idea de volverse más rico cada día, cada semana, cada mes, mes tras mes. ¿Podrías
darme algunos tips para conseguir esa proeza?”.
“Lo que realmente me ayudó mucho”, les conté a los miembros del Club para Generar Riqueza que
me estaban escuchando con mucha atención, “fue en realidad algo que hice mucho antes de

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decidirme a ser millonario. Me había prometido a mí mismo que cada día que pasara iba a ser más
rico, jamás sería más pobre. Así que tomé la costumbre de contabilizar mi patrimonio el último día de
cada mes, y compararlo con el mes anterior.”
“Fue un comportamiento muy motivante y desafiante”, les dije. “Me impulsó a empezar un negocio
paralelo a mi trabajo diario, ya que quería generar un ingreso extra. A eso hay que sumarle que me
hizo estar más atento a los riesgos, ya que no podía permitirme que mi patrimonio bajara nunca
más, ningún mes”.
Les expliqué que mi estrategia consistía en estar siempre haciendo algo extra que me diera más
dinero. Aunque fueran tareas pequeñas, todo era bienvenido. Podía ser dar una charla motivacional
en una empresa, o escribir una carta de venta directa, o darle asesoría a alguna personas sobre
cómo empezar un negocio… todo servía.
Y así lo hice, sin importar si eran tiempo de bonanzas o de crisis. Sin importar si estaba feliz,
deprimido, sano o enfermo. Pues la decisión que había tomado era muy clara: ir para adelante
siempre.
Esa era la clave para ser cada día más rico.
Y esa receta me ha funcionado desde entonces hasta hoy.

15. Evaluá tu nivel de riqueza (de forma realista) cada mes


Es un truco que uso cuando mido mi patrimonio: no siempre llevo la cuenta del valor vigente de lo
que poseo. En algunos casos hago algunos ajustes para arriba o para abajo.
Por ejemplo, compré monedas de oro coleccionables en el 2004, cuando la onza de oro costaba
US$ 400. Apenas siete años después, cuando el oro estaba a más de US$ 1.700 la onza, toda mi
cartera había crecido por lo menos un 325%.
Pero aquí está la clave: en mi recuento mensual de patrimonio, nunca tuve en cuenta que el oro
estaba cotizando a US$ 1.700 por onza. Hice las cuentas calculando que cotizaba por menos.
Tomé esta decisión porque consideré que el oro estaba cotizando a un precio artificialmente muy
alto en el mercado. Confieso que no soy un experto en la valuación del oro. Pero sé lo suficiente del
tema para entender que llegado ese punto era más probable que el precio del metal precioso
empezara a bajar pronto.
Hice lo mismo con las inversiones inmobiliarias. En el 2007, mi portafolio de inversiones en real
estate valía oficialmente el doble de lo que yo había contado en mi evaluación mensual de riqueza.
Pero yo sabía que estábamos en una burbuja inmobiliaria y que tarde o temprano iba a explotar, por
eso mantuve mis prospecciones por lo bajo. Nuevamente, esta estrategia me salvó de perder mucho
dinero cuando el mercado colapsó.

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En lo referido a mi cartera de acciones, por lo general hago lo contrario: considero los precios por lo
alto. Lo hago así porque las empresas en las que invierto son inversiones tirando hacia lo
conservador.
O sea son empresas grandes que tarde o temprano se recuperan de sus caídas y retoman el
crecimiento.
Esto que acabo de explicarte te puede parecer un truco o una mentira que uno se hace, pero no lo
veo de esa forma. Yo creo que considerar tus bienes por el precio real y vigente es una forma de
ilusión óptica financiera.
Pensalo así: un recuento de bienes e inversiones es algo intrínsecamente artificial. Medí cada bien
que tenés o cada inversión que realizás en término de liquidez o de valor de mercado.
Pero si sabés que no vas a vender tus posiciones o bienes en lo inmediato, te vas a estar
complicando la vida ajustando mes a mes los valores y vas a ser más vulnerable a los vaivenes del
mercado y de la economía de tu país y del mundo.
Pero usando el sistema que desarrollé y que acabo de explicarte, es posible analizar la riqueza
personal en lo que yo considero términos “realistas”.
Ya sé que no voy a estar preso de las fluctuaciones del mercado.
Sé que no voy a entrar en pánico cuando los precios de mis inversiones a largo plazo suban o bajen.
Y también soy consciente de que no voy a volverme demasiado codicioso cuando vea cómo las
inversiones a corto o mediano plazo suben de repente.
Y gracias a este sistema simple pero efectivo, fui capaz de no ser ni un día más pobre que el
anterior.
Y creo que si lo ponés en práctica de inmediato vas a poder seguir mis pasos.
Espero que los 15 mandamientos perdidos para generar riqueza te sean tan útiles como me han
sido a mí a lo largo de mi vida financiera.
Sinceramente,
Mark

Espero que mi ABC a la hora de invertir te resulte de utilidad. Todo lo que puedas aprender te va a
resultar muy valioso a la hora de elegir en qué acciones invertir.
Ahora te dejo en manos de Diego, que te va a asesorar para que te pares de manera inteligente
frente al mercado y obtengas ganancias.

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Que no te importe el precio de una acción

Existe un error conceptual en inversiones que debés evitar: no mirar las variaciones
absolutas sino las relativas. ¿De qué te estoy hablando? Descubrilo en esta edición.
Además, te enseñaré cómo abrir tu cuenta en un broker.

Por Diego Martínez Burzaco

“¿No es más fácil que una acción que vale US$ 1 duplique su valor que la que vale US$ 500?”, me
preguntó un compañero de trabajo hace unas semanas.
“El esfuerzo que tienen que hacer los dos activos es exactamente el mismo”, sentencié.
Claro, en una primera etapa no es algo tan intuitivo porque solemos estar identificado con los
valores absolutos más que con las cifras relativas.
Nos pasa en todos los ámbitos de la vida, pero esta percepción se agudiza cuando nos paramos en
el mundo de las finanzas e inversiones.
Si una empresa vale US$ 1, sólo tendrá que subir otro dólar para duplicar el precio. En cambio, si
una acción cuesta US$ 300, deberá subir otro tanto para duplicar su precio. Sin dudas, US$ 300 es
mucho más que US$ 1.
Sólo sí lo miramos en términos absolutos.
¿Acaso ese pensamiento es válido para nuestro rol de inversores?
Para nada, completamente erróneo.
En la misma línea el mencionado compañero me preguntó, “¿no conviene más comprar 500
acciones de US$ 1 que 1 acción de US$ 500??”.
Contundente, respondí “NO”.
En la misma línea de pensamiento, y como editor del servicio de recomendaciones Crisis &
Oportunidad, diariamente recibo una gran cantidad de consultas por mail. Un de ellas es la
siguiente:
“Hola Diego.

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Realmente aprecio las recomendaciones que nos hacés llegar día a día en Crisis & Oportunidad.
Todas están muy bien fundamentadas y son muy atractivas. Sin embargo, he visto que últimamente
has recomendado acciones que valen por encima de los US$ 20 y se vuelven inalcanzables para mí.
No podrás volver a recomendar acciones más baratas.
Gracias, Raúl”
Este mail es realmente cierto. No he inventado ni una coma.
Y tiene el mismo problema de interpretación que te comentaba anteriormente.
No hay que focalizarse en los valores absolutos. Es exactamente lo mismo tener 10 acciones de
US$ 10 que 1 acción de US$ 100. Lo que debés ver al final del día es tu posición valorizada,
cuántos dólares tenés en tu cuenta.
No por tener más cantidad de acciones es más fácil generar dinero.
Un ejemplo numérico es ejemplificador.
Volvamos al comienzo de todo.
Suponete que vos tenés 1.000 acciones de la empresa A que te costaron US$ 1 cada una y también
contás con 2 acciones de la empresa B que costaron US$ 500.
De esta manera, en la empresa A invertiste US$ 1.000 (1.000 x US$ 1) y en la empresa B también (2
x US$ 500).
Una semana después, la acción de la empresa A subió hasta US$ 1,10 y la acción de la empresa B
subió hasta US$ 550. En términos absolutos cada acción de la primera firma subió US$ 0,10 y de la
segunda mostró un avance de US$ 0,50.
¡Pero en términos relativos el porcentaje de suba ha sido el mismo: 10%. Es decir que sigo teniendo
igual cantidad de dinero tanto en la empresa A como la empresa B porque han subido lo mismo.
Ahora, en vez de US$ 1.000 son US$ 1.100 en cada una.
Es así de simple. En inversiones no sirve mirar las cifras absolutas sino las relativas.
Respondiendo a la pregunta inicial de mi compañero de trabajo, las dos acciones necesitan el
mismo esfuerzo para duplicar su precio, es decir, subir 100% su precio.
De la teoría a la práctica
En mi columna del mes anterior te presenté una alternativa de inversión que podías hacer con muy
poco dinero.
Se trataba de una empresa de medicina que desarrolló una “abrochadora” de última generación para
utilizarse en las cirugías.
El nombre de la empresa es Cardica (NASDAQ: CRDC).

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Seguramente no la has comprado, ya que todavía no sabés cómo proceder en este sentido. Pero no
te preocupes, porque tengo dos buenas noticias para vos…
La primera es que la acción ha bajado bastante de un mes a otro. Algo más de 25%. Es decir, que
podemos comprarla mucho más barata ahora.
La segunda gran novedad es que te voy a mostrar cómo podés comprarla en este mismo texto.
Avancemos en ese sentido…

Ese mal necesario llamado broker…


Para que vos o cualquier persona pueda comprar una acción que cotiza en Wall Street es necesario
tener una cuenta en un agente intermediario que se llama broker.
El broker es el que une la demanda del inversor con la oferta de acciones que hay en Wall Street. Es
imprescindible y sin él no podemos operar.
¿Por qué hablo de que es un mal necesario?
Lo de necesario te lo respondí recién. Lo de mal es porque ellos no están interesados si a vos te va
bien o mal con tus inversiones. Lo que realmente les interesa es que muevas, y mucho, tu cartera.
Porque por cada movimiento que vos hacés, ellos te cobran una comisión que representa su ingreso
más importante.
Y cuanto más rotes la cartera, más plata le hacés ganar a ellos.
Por supuesto que vos también ganarás dinero si esa rotación de activos es exitosa, pero si no lo es,
vos perdés dinero, y el broker sigue ganando.
Moraleja: no caigas en la tentación de rotar ampliamente tu portafolio de inversiones con
sugerencias que te puede hacer tu broker.
Ahora bien, pasemos a lo concreto.
¿Es difícil abrir una cuenta en un broker?
NO.
El trámite se puede iniciar online. Se llenan unos formularios con datos personales, se contestan
ciertas preguntas sobre la experiencia que tenés en inversiones y luego enviás toda la
documentación firmada por correo postal.
En menos de tres semanas tenés la cuenta abierta y lista para operar.
Nosotros recomendamos dos brokers, aunque vos, sin dudas, podés elegir el que más te guste de la
gran oferta que hay en el mercado.
Los brokers en cuestión son:

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- Ameritrade (plataforma en inglés)
- Saxo Capital Markets (plataforma en español)

La diferencia entre ambos es, más allá del idioma, que el primero solicita un mínimo de US$ 2.000
para abrir la cuenta y comenzar a operar, mientras que el segundo hace lo propio a partir de los US$
10.000.
Así de simple….pero hay algo que debés saber.
En Argentina, no todo es directo. Nuestro país es atípico.
Para poder transferir el dinero a los brokers no hace falta más que una cuenta bancaria cuyo titular
sea el mismo que el titular de la cuenta que se abra en el broker.
Hasta acá todo muy bien. No parece difícil tener una cuenta bancaria en nuestro país.
Pero, Argentina es Argentina.
Debido a las restricciones vigentes, no se puede realizar transferencias en dólares al exterior. No es
una traba menor.
Por esta razón es que vas a necesitar cruzar el charco –al menos- y abrir una cuenta bancaria en
Uruguay. De allí no tendrás problemas en realizar tu transferencia a la cuenta de tu broker y
comenzar a operar.
Es Uruguay o cualquier lugar del mundo, excepto Argentina.
Esta dificultad hace todo más desafiante y la adrenalina es mayor.
¡Usála a tu favor!

A tu lado en los mercados,


Diego Martínez Burzaco

Joaquín Olivo es el editor del Club para Generar Riqueza, que ya lleva casi dos años de vida y está
en contacto permanente con miles de personas que están recorriendo el mismo camino que
comenzaste a transitar vos hace poco. Te voy a dejar con él así te cuenta en qué anda todo.

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Un vistazo al Club para Generar Riqueza
Por Joaquín Olivo

En Creando Riqueza compartimos con vos ideas de Mark acerca de cómo vivir una vida
enriquecedora y generar riqueza al mismo tiempo. En el Club, en cambio, llevamos estas ideas al
siguiente nivel ofreciendo un programa, que podés empezar a seguir de manera inmediata.
Ejemplo: En Creando, Mark suele hablar sobre invertir en bienes raíces. Pero no puede profundizar
mucho en sus ensayos.
En el Club, es diferente. Tiene un programa entero (llamado Real Estate) que describe cómo invierte
Mark. Él analiza los números exactos que miraría para determinar si un acuerdo tiene sentido…
habla sobre su enfoque “pasivo” sobre la administración de propiedades… y mucho más.
De hecho, tenemos siete programas completos y estamos desarrollando nuevos. Todos apuntan a
un solo objetivo: permitirte generar un patrimonio de un millón de dólares en siete años o menos. En
otras palabras, si Creando Riqueza fuera como cursar una carrera universitaria sobre adquisición
de riqueza, el Club sería el posgrado.

Para aquellos que estén interesados en unirse, el Club presenta las siguientes
series:
• La mentalidad del generador de dinero: Esta es la serie que te da la
bienvenida. Consiste en dos semanas de “reorientación” mental intensiva, como
nos gusta llamarla. Mark derriba la fachada de los medios financieros
convencionales… y te da a conocer los verdaderos principios detrás de la creación
de riqueza real y duradera.
• Proyecto de Extra Sueldos: Un servicio de capacitación que te presenta
decenas de formas de generar un ingreso extra trabajando medio tiempo.
• Jubilate el año que viene: Una serie de ensayos sobre cómo retirarte
dentro los próximos 12 meses en distintos lugares del mundo.
• Real Estate: Un curso que te enseña el enfoque de Mark sobre la inversión
inmobiliaria, es decir, sobre la compra y la administración de propiedades que te
ofrecen un flujo de efectivo positivo y consistente a largo plazo.
• Cómo empezar un negocio millonario con $25.000: Un curso que
contiene las mejores ideas de Mark sobre la administración de negocios y el
marketing, así como también como los 2500 ensayos que escribió para el sitio Web
Early to Rise.
Unirte a nosotros hoy te permitirá acceder a todos nuestros programas. Si querés
suscribirte y profundizar tu proceso de generación de riqueza, hacé click acá.

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La Bandeja de entrada del Club

A continuación, algunos de los comentarios de suscriptores que recibimos en el último mes.

VIVIR COMO UN MILLONARIO


Estoy muy contento con todas las opciones que se abren
Acabo de determinar el valor de mi patrimonio neto y lo comparé con el del año pasado en esta
misma época. El resultado es un aumento de $86.444.
Quiero agradecerle a Mark y al equipo del Club para Generar Riqueza por esto. La información que
han suministrado ha tenido un efecto sumamente positivo en mis estrategias financieras.
He pasado de querer tener mi propio inmueble para alquilar a comprar dos propiedades el año
pasado y, lo que es más importante, me siento confiado de que lo hice de la “manera correcta”,
gracias a sus enseñanzas.
Asimismo, estoy muy entusiasmado acerca de las posibilidades que brinda la redacción publicitaria y
estoy practicando y leyendo todo lo que envían con respecto a eso. Saludos, Daniel U.
La respuesta de Mark: Felicitaciones, Daniel. Y muchas gracias por compartir tu experiencia con
nosotros. Nos gusta oír de los lectores que han puesto en práctica nuestros consejos, y parece que
vos, realmente, estás comprometido con el progreso. Seguí así, nunca sabés que más podrías
lograr. Mantenenos al tanto del avance de tus proyectos en un par de meses.

VIVIR COMO UN MILLONARIO


Hay muchos caminos para lograr riqueza
Mark, te escribo en respuesta al ensayo en el cual escribiste sobre los diferentes niveles de
riqueza… y sobre cuánto dinero necesita uno para disfrutar realmente de la buena vida.
Hay un viejo dicho hawaiano: “hay dos formas de acumular riqueza: trabajando duro o deseando
menos”. Estoy totalmente a favor de la filosofía de desear menos.
Actualmente, tengo 60 años y estoy jubilado. Vivo cómodamente con mi jubilación por varias
razones. Primero, he terminado de pagar mi casa y mi auto. Segundo, no deseo nada más de la vida

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que lo que ya tengo (además de poder viajar una vez por año, actualmente, me encuentro en
Roatán, Honduras, en un viaje de buceo de un mes).
Estoy muy feliz con mi vida. Mis hijos y mis nietos son felices y exitosos. Tengo buenos amigos y,
finalmente, tengo el tiempo para dedicarme a la escritura y la fotografía. Incluso, estoy pensando en
nuevas ideas para volver a pintar.
Tengo inversiones en el mercado, pero no las estoy aprovechando, las estoy haciendo crecer para
poder dejárselas a mis hijos cuando muera.
Tengo todo lo que necesito de la vida, soy extremadamente feliz, y me considero el hombre más rico
del mundo. Hay muchas más formas de lograr riqueza que acumulando dinero. Es sólo cuestión de
prioridades. Florencio R.

La respuesta de Mark: Florencio, gracias por tu correo inspirador. Ese axioma hawaiano encaja
perfecto con mi filosofía de Vivir como un millonario.
Desear menos riqueza material es un desafío, en especial cuando empezás, como me pasó a mí,
con muy poco. Sin embargo, es una habilidad necesaria para progresar. Sin ella, podés trabajar toda
la vida acumulando posesiones y nunca llegar a disfrutarlas.
En uno de mis ensayos que recibirán en el Club cuento la historia sobre cómo me felicitó mi
contador cuando superé la barrera de ingreso anual de US$100.000 y expliqué que tenía, en ese
momento, suficientes ingresos como para tener y disfrutar de todos los lujos materiales de la vida.
“Cuando estás ganando millones, podés comprar juguetes más caros”, me dijo sabiamente. “Pero
eso no va a mejorar tu vida”.
Estamos comprometidos a ayudar a nuestros suscriptores a aumentar su patrimonio año tras año. A
menudo, ello implica aumentar sus ingresos también.
Pero nos damos cuenta de que hay un punto de retornos decrecientes. Queremos que nuestros
lectores aumenten su riqueza para poder lograr la paz mental para disfrutar de sus familias,
perseguir sus pasatiempos, explorar el mundo, donar dinero para sus causas favoritas y apreciar las
cosas buenas de la vida. (Como dijo el gran filántropo Brooke Astor, “El dinero es como el abono: no
vale nada si no se lo esparce”.). Parecería que vos has logrado esa libertad.
Vivir como un rico es un compilado de ensayos sobre cómo disfrutar de las mejores cosas de la vida
gastando sólo monedas. Aquí, vas a aprender a manejar el mejor auto del mundo, dormir en el mejor
colchón, disfrutar de los mejores vinos, etc., comprando de forma inteligente. También, vas a
aprender a llenar tu tiempo libre con los mejores placeres de la vida, viajes, música, libros, películas,
etc.
Y, en Jubilate el año que viene, comparto una docena de formas de disfrutar de una jubilación rica,
feliz y enriquecedora en lugares hermosos de todo el mundo.

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LADRONES DE RIQUEZA
La filosofía de un hombre para lidiar con estafadores
Primero, quiero agracederte por el enfoque de sentido común sobre cómo generar riqueza y
mantenerla. Aprecio que no realices profecías sobre la base de presunciones.
Segundo, acabo de terminar de leer tu ensayo sobre los seis ladrones de riqueza más importantes.
Me tocó de cerca, ya que la mayoría de estos tipos se han aprovechado de mí en algún momento.
Sin embargo, con el paso de los años, he desarrollado una filosofía que me permite evitar la mayoría
de los ladrones de riqueza sobre los cuales seguís escribiendo.
En pocas palabras: un hombre debería pagar lo que debe. La deuda también es una obligación
moral, y él debería insistir en pagar todo lo que debe. Al mismo tiempo, debería ser igual de
insistente de ver la prueba de cualquier deuda. Si un hombre “paga” algo que no debe, entonces,
fomenta el robo y los grupos criminales.
Esto se aplica a los impuestos también. Si tenés una deuda fiscal, entonces pagala. Si no sabés si la
tenés, averigualo. Si desarrollás una actividad imponible o has registrado ingresos sujetos a
impuestos, entonces, probablemente, tengas una deuda fiscal.
Podés pagar el “supuesto” impuesto y luego averiguar si realmente lo debías. O retener el pago y
poner el dinero en una cuenta para usarlo cuando establezcas si tenés una deuda.
De cualquier manera, es bueno prepararse para pagar lo que el gobierno pueda probar que debés.
La elusión fiscal es una buena práctica. La evasión fiscal, no. Ernesto A.

La respuesta de Mark: Gracias por tu buena carta. Se nota que sos una persona pensante. En
general, concuerdo con tus comentarios sobre la deuda, el compromiso y la honestidad, etc.
También, quiero recordarte que hay otras situaciones que no has tratado en tu carta. Por ejemplo,
hay ocasiones en las que hay involucradas ventas no éticas o fraudulentas, como ocurre en millones
de transacciones financieras todos los días. Las personas más grandes, que en general son de
confiar más y son menos capaces de protegerse a ellas mismas, son más vulnerables. Y, claro, los
bancos cometieron un gran fraude en el sector inmobiliario durante los años anteriores a 2008.
Segundo, está el tema de los impuestos: No soy un fanático de ellos. Sin embargo, admito que son
eficientes (desde la perspectiva del gobierno) e inevitables (desde el punto de vista del
contribuyente). También, son gravados y aplicados unilateral y rigurosamente y de manera violenta.
Mi postura sobre los impuestos es similar a la tuya: el generador de riqueza inteligente debería
pagar todos los impuestos que se le requiera pagar, pero debería esforzarse por reducir su carga
impositiva de manera legal.

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Espero que sigas disfrutando de la serie. Saludos

NEGOCIO MILLONARIO
“Los secretos de los emprendedores exitosos”
Estaba leyendo uno de tus ensayos en la serie del club Negocios millonarios sobre el tema de cómo
piensan al comenzar un negocio la mayoría de las personas. Pasan todo el tiempo planeando y
gastando dinero en cosas que producen poco impacto en la venta real del producto.
Me hizo acordar a la primera vez que comencé un negocio. Fue hace 11 años atrás, tenía poca
experiencia en temas comerciales y decidí caminar por mi barrio y ofrecer mi servicio único de
“niñero masculino”. Funcionó. Cuando crecí, fui incluso el niñero de algunas familias influyentes.
Pero estoy menos orgulloso de esta parte: como quinto emprendimiento, decidí abrir una
constructora para comprar tierras y construir casas y edificios de departamentos. ¿Sabés como
empecé este? Gasté casi $30.000 en hermosos informes y sitios web. Y, de cierta manera, me
olvidé de salir a vender primero. ¡Me parece gracioso que sabía más sobre lo básico cuando tenía
11 años! Juan Pablo M.

La respuesta de Mark: Gracias por compartir esa experiencia. Esa verdad sobre los
emprendimientos es fundamental, pero es ignorada por el 90% de aquellos que empezaron nuevos
negocios. Y, luego de haber tenido una serie de éxitos, como los que has tenido, es más fácil
cometer este error porque el nivel de confianza es más alto. Lo sé, me ha pasado varias veces.
En esas ocasiones, recordé la regla, pero me convencí a mí mismo de que “este caso es la
excepción”… solo para descubrir que estaba equivocado luego de haber invertido mucho dinero en
un proyecto.

REAL ESTATE
Crear una sociedad de responsabilidad limitada para el ingreso por alquileres
Mark, ¿podrías darnos tu opinión sobre el tema de transferir los activos de uno a una estructura
societaria? Actualmente, soy asalariado y tengo propiedades para alquilar a mi nombre. ¿En qué
momento debería una persona considerar crear una sociedad (o un fideicomiso) para sus
inversiones? Braulio R.

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La respuesta de Mark: No tengo ninguna de mis propiedades a mi nombre. Todas están en
estructuras societarias. En la mayoría de los casos (cuando son similares o están cerca), tengo
varias en una sola entidad.
Pero prefiero tenerlas separadas porque quiero que la responsabilidad sea limitada. Nunca sabés
que puede pasar, qué tipo de cosas les pueden hacer las personas a tus casas o quién te puede
demandar, etc. También hay ciertas ventajas impositivas, en términos de cargar a las empresas con
los gastos.
Yo uso sociedades de responsabilidad limitada acá en Florida. Te lo recomiendo. Saludos.

Conocé a los suscriptores del Club

Todos los meses te acercaremos el perfil de alguno de nuestros suscriptores más destacados. En
esta ocasión, es el turno de una suscriptora muy activa, que va a contar un poco sobre ella y de su
filosofía a la hora de manejar sus finanzas y sus expectativas con respecto a la riqueza.

Silvina Santilli

Vivís en: Manuel B. Gonnet – La Plata

Edad: 44

Composición familiar: mi marido y yo

Estudios: contadora publica - UNLP

Ocupación: auditora interna en empresa de servicios de


salud

Hobbies: todo lo que tenga algo de creatividad (fotografia, pintar, manualidades) y leer.

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Película o programa de tv favorito: soy fanática de la serie CSI.

Frase favorita: lo importante no es lo que nos hace el destino sino lo que hacemos con él (me la
repetía siempre mi padre cada vez que yo “tropezaba”).

Último libro leído: estoy con La Promesa de “Mark Ford”.

Algo que la mayoría de la gente no sepa sobre vos: mi apariencia, acompañada de mi profesión
esconde una tremenda sensibilidad y vocación por las personas.

Rutina mañanera:
1- aseo personal
2- dejar la pieza ordenada
3- desayunar con tiempo
4- organizar el día empezando por la ropa que me voy a poner según las actividades que tenga
y el almuerzo que me voy a llevar de casa

Logro profesional del que te sientas más orgullosa: la carrera que hice en 20 años que llevo en
esta empresa. Entré como auxiliar contable debiendo una materia. Fui encargada administrativa
contable y de personal. Tomé y entrené pasantes, empleados y estudiantes. Armé equipos de alto
rendimiento. Hoy respondo directamente a gerencia en todo lo que respecta a control de gestión y
optimización de recursos. A veces lo repaso y me parece increíble, pero debo reconocer que todo lo
logré con mucho esfuerzo.

Un evento que funcionó como una bisagra en tu vida: la muerte de mi padre cuando yo tenía 28
años. A partir de ahí se fue mi guía y tuve que aprender a decidir sin consultar antes.

Cómo te enteraste del servicio de Inversor Global: fue por el informe del fin de la Argentina, creo
que en Infobae.

¿En qué te ha ayudado el Club para Generar Riqueza hasta el momento? Que ser tan
planificadora y seguir un orden no es una obsesión, sino la única manera de trazarse objetivos y
conseguirlos. En todo caso somos un “grupo de locos” y siento una identificación con toda la línea
de pensamiento. Me han dado ideas asombrosas y sobre todo con las acciones a seguir, lo cual me

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parece muy importante. He asistido a muchos cursos y seminarios en mi vida con una teoría
asombrosa pero dada por “teóricos”, en la práctica después hacen agua por todos lados.

Preocupaciones y expectativas que te genere el mundo del emprendedorismo: tener un ingreso


paralelo seguro que me permita llevar un nivel de vida austero así eso no se convierte en un
obstáculo o preocupación para poder trabajar libremente en el proyecto. Es decir que mi mente no
pierda el foco en cosas de la vida cotidiana.

Con esto cerramos el Reporte Exclusivo de Mayo.

Podés escribirnos a creandoriqueza@igdigital.com para contarnos tus experiencias, tus proyectos


comerciales, lo que esperás de nosotros y las opiniones del material que recibís. Queremos saber lo
que pensás y conocerte.
Por el equipo de Creando Riqueza.
P.d.: no te pierdas el Podcast dentro de 2 semanas con entrevistas a un emprendedor internacional
exitoso y la asesoría a un suscriptor del Club para Generar Riqueza.

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