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presentación 3
programa 5
contenido módulos
macroobjetivos 7
mapa conceptual 8
agenda 9
material 9
material básico
material complementario
glosario 10
módulos *
m1 | 14
m2 | 117
m3 | 205
m4 | 218
evaluación 230
Estimado alumno:
Nuestra disciplina es la rama más nueva del Derecho Penal, y surge con
motivo de los cambios políticos, económicos, sociales, científicos y económicos
que se producen a partir del siglo XIX, que modifican el escenario mundial con
consecuencias positivas y negativas. Entre estas últimas ubicamos la aparición
de formas delictivas que cada vez adquieren mayor gravedad por sus efectos y
alcances, que pueden llegar a conmover las economías de los países mismos.
p r o g rama
m a c r o o b j etivos
;; Adquirir habilidad para analizar cada uno de los rasgos salientes del
delito económico, teniendo en cuenta sus efectos y el modo en que
opera en la realidad e identificando cuál ha sido la reacción de la ciencia
penal frente a este escenario.
DP Tributario DP Aduanero DPE Internacional Defensa del Consumidor Defensa competencia Delito ecológico
DPT Contravencional
Semanas
Semanas Módulo Módulo
Módulo Módulo
Módulo Módulo
Módulo Módulo
1 2 3 4
1 2 3 4
1 X
2 1 X X
3 2 X X
4 3 X X
5 4 X X
6 5 X X
7 6 X X
8 7 X X
9 8 X X
10 X
9 X
11 X
10 X
12 X
13 11 X X
14 12 XX
15 13 XX
14 X
15 X
m a terial
Material básico
LIBROS:
ARTÍCULOS:
PÁGINAS WEB:
www.unifr.ch/derechopenal/
g l osario
Bien: En sentido económico, todo aquello que sirve para satisfacer una
necesidad humana
En sentido jurídico, todo aquello de carácter material o inmaterial susceptible de
tener un valor. P .ej.: vida, honor, patrimonio (éste es, en suma, el conjunto de
bienes de una persona).
Bien jurídico: Aquel bien que el derecho ampara o protege. Su carácter deviene
de una norma legal que prescribe una sanción para toda conducta que pueda
lesionarlo.
Consumidor: Persona física o jurídica que contrata a título oneroso con destino
de consumo final o beneficio del grupo familiar.
Delitos de lesión: El tipo exige para su consumación la lesión efectiva del bien
jurídico inmediato protegido: en el homicidio, la muerte de la víctima; en la
estafa, el desapoderamiento efectivo de algún bien integrante del patrimonio de
ella.
Ignorancia y error: Error es la noción falsa que se tiene sobre algo; ignorancia,
la falta de toda noción.
Ley penal en blanco: Las leyes en blanco son aquellas que, a la vez que
establecen la sanción a imponer, complementan su precepto mediante un
reenvío a otra disposición. Describen parcialmente el tipo penal, delegando la
determinación de la conducta punible o su resultado a otra norma jurídica, a la
cual remiten en forma expresa o tácita.
Tipo y tipicidad: El tipo está constituido por la descripción del hecho contrario
a la norma que sanciona la ley penal. La tipicidad es la correspondencia entre el
hecho ocurrido en la realidad y el descripto en el tipo.
m1
m1 microobjetivos
m1 contenidos
Tal vez, a esta altura usted puede intentar esbozar un concepto de “Derecho
Penal Económico” ayudado por las lecturas sugeridas en el presente módulo,
como DPE Concepto IC 8, mas los caracteres del mismo irán surgiendo
y delineándose del tratamiento de los temas que forman su objeto y se van
desarrollando a lo largo del curso. Resta a Ud. no solo su estudio sino,
fundamentalmente, su justificación científica y práctica como rama del derecho
penal.
información complementaria 1
La joven compañera de un
miembro de la comunidad de
mapuches Kaxipayiñ -de la zona
petrolera de Loma de la Lata-
está embarazada de seis meses
Reclamo. Rolando Cherqui, padre de la criatura, y las ecografías muestran que el
pide que se autorice pronto el aborto. (Foto: feto no tiene cabeza. Por eso la
Agencia Neuquén) Coordinadora de Organizaciones
Mapuches reclamaron a la
Justicia que autorice un aborto y que se preserve al feto para estudiar si la
malformación es producto de la contaminación de esa región.
Luego de que la joven se realizara una ecografía, los médicos informaron que
“los cortes sagitales a nivel fetal muestran la terminación de la médula en
un grupo de huesos de la base del cráneo, sin bóveda craneal”. La joven
embarazada tiene 17 años y es de la ciudad petrolera de Cutral Co. Desde hace
un tiempo convive con un miembro de la reserva Kaxipayiñ que —junto a la
comunidad Paynemil— son propietarios de las tierras donde están los grandes
yacimientos de gas y petróleo de Loma de la Lata, a unos 70 kilómetros al
noroeste de la ciudad de Neuquén.
El padre de la criatura es Rolando Gabriel Cherqui, de 28 años, hijo del
lonco (cacique) de la comunidad. Cherqui reclama una rápida decisión de la
Justicia para que se interrumpa el embarazo, “ya que el bebé no tiene ninguna
posibilidad de vida” y así evitar que peligre la vida de su compañera.
Según los abogados de la comunidad, es posible que se autorice un parto
inducido o un aborto y esperan que la jueza Isabel Kohon, del juzgado de Familia
2, resuelva la situación la semana próxima.
Si bien los casos de nacimientos de bebé sin cerebro -anencefalia- son
excepcionales, en la región se han producido varios e incluso hace años se
realizaron estudios para determinar si podrían tener alguna relación con el uso
de plaguicidas fosforados que se empleaban en la fruticultura. Pero nunca se
pudo llegar a una conclusión terminante.
En este caso en particular los aborígenes mapuches quieren que luego de
resolver el problema más urgente (interrumpir el embarazo) se realicen estudios
para determinar si puede tener alguna relación con la contaminación petrolera.
Y afirman que Rolando Gabriel Cherqui -el padre de la criatura- es uno de los
miembros de la comunidad que tiene mayor cantidad de metales pesados en
el organismo. Cherqui por su parte dijo que ya tiene un hijo de 5 años -con
su anterior compañera-, y aunque nació bien “tiene constantes problemas de
salud”.
Según Verónica Huillipán -dirigente de la Coordinadora de Organizaciones
Mapuches- en la comunidad “hay pánico”, porque ya habían aparecido
malformaciones en la cría del ganado.
m1 | contenido | IC
información complementaria 2
Cristales
En las oficinas
“Los medios de comunicación han dado a conocer este conflicto como ‘Repsol
ver sus Pueblo Mapuche’, puntualiza Verónica Huilipán (VH), werken – vocera
– de la Confederación Mapuche Neuquina (CMN), “pero el conflicto real es del
Estado con el Pueblo Mapuche. Repsol es una consecuencia de la falta de
reconocimiento de nuestros derechos. La grave contaminación que sufrimos
es consecuencia de la política aplicada por el gobierno del Neuquén, que ha
permitido que las multinacionales vengan y extraigan.”
Huilipan hace una pausa y agrega: “En una etapa de la lucha con el Estado
hemos tenido que involucrar a la empresa en la discusión, que es la que ha
generado el daño más grave. Denunciamos a la empresa ante la Justicia Federal
por la contaminación, para que paren el proceso de explotación en la forma en
que se venía haciendo. Y a partir de ahí empezamos a generar condiciones para
la explotación petrolera dentro de nuestro espacio territorial. Los avances que se
han dado son bastante importantes con relación a lo que ha sido la explotación
de hidrocarburos en territorios indígenas en América. Hemos logrado que Repsol
reconozca una Comisión de Control y Vigilancia de la comunidad, que es la que
define si la empresa puede explotar o no su espacio territorial.
Y antes de que el lector se entusiasme creyendo en mundos de quimeras, la
werken aclara: “Una cosa es la aceptación que la multinacional hace ante la
Justicia y otra es su accionar en el Territorio. Generalmente la empresa no pide
autorización y no logra las condiciones técnicas para hacer el trabajo, entonces
la Comisión de Control y Vigilancia paraliza ese trabajo. Y así es como se conoce
el conflicto: por la permanente paralización de tareas y la permanente represión
de las comunidades”.
En el campo II
Propuestas...
(Footnotes)
1
(Indymedia - Argentina) http://www.nodo50.org/indigena/mapuche12.htm
m1 | contenido | IC
información complementaria 3
No ha resultado ajena a los influjos de este nuevo ciclo la propia Teoría del
Delito que ha visto cómo, de un modo u otro, cada una de sus categorías
o estamentos son rediscutidos por la doctrina penal de modo de propiciar o
facilitar su aplicación a estas inéditas formas de delincuencia.
Entre las causas que se puede señalar como determinantes en este fenómeno
podemos identificar a 1) la caracterización de la sociedad “de riesgo”, 2) la
aparición de nuevos intereses o bienes jurídicos tutelados, 3) la valorización de
la víctima del delito o el tránsito de la delincuencia de los débiles a la de los
poderosos, 4) la mundialización e integración supranacional.
Por caso, la protección del medio ambiente pasó de ser considerada como
una aspiración encarnada en organizaciones no gubernamentales de carácter
testimonial (por ejemplo, GREENPEACE) a colocarse entre las principales
demandas sociales.
Otro tanto ocurre con los delitos fiscales o financieros, cuya dañosidad social no
ha sido asumida sino luego de constatar la los perjuicios que su propagación
engendra.
Al decir del maestro Günther Jackobs: “La sociedad es una sociedad económica,
lo que no significa que también sea una sociedad económica, sino que lo es
principalmente. En caso de duda el sistema economía se impone frente a todo
lo demás”. Partiendo de esta afirmación –que compartimos– resulta sencillo
arribar a la conclusión de que el orden o sistema socio-económico constituye
uno de los principales bienes, intereses o valores sociales.
Por ello el Sistema Penal, concebido originariamente como “Magna Charta” del
delincuente (según la definición de Von Listz) es visto ahora por vastos sectores
sociales como un instrumento igualador frente la sensación de impunidad de
algunos sectores, especialmente los favorecidos por el sistema.
Como afirmáramos antes, la concepción del mundo como una “aldea global” ha
potenciado exponencialmente la interacción y esta situación se ha proyectado
como efecto no deseado a la delincuencia en general y al crimen económico en
particular.
La suma de estos elementos, junto a otros factores de influencia que por motivos
Altamente gráfica resulta la definición de Otto que cita Carlos Pérez del Valle
en la obra Derecho Penal Económico, caracterizándolo como “… aquellos
comportamientos descritos en las leyes que lesionan la confianza en el orden
económico vigente con carácter general o en alguna de sus instituciones en
particular y, por tanto, ponen en peligro la propia existencia de ese orden
económico”.
2) Apariencia de ilicitud.
3) Lesividad, peligrosidad.
3) Bajo reproche social, generalmente derivado del escaso impacto que provoca
por su abstracción. Sabido es que conmociona mucho más la existencia de
un cadáver que la ausencia de un asiento contable o de respaldo documental
de una mercancía. A su vez, en determinadas sociedades, especialmente las
de origen latino, los delitos que lesionan intereses privados son objeto de
mayor reproche que los que afectan a bienes públicos.
6) Fin de lucro.
El género delictivo que hace al objeto de esta materia es uno de los principales
responsables primarios o secundarios de lo que se conoce como el PBI criminal
mundial, el cual alcanza a 1/5 del PBI mundial, situado alrededor de los 5
billones de dólares al año.
m1 | contenido | IC
información complementaria 4
No hay Estado sin sistema jurídico, y a la vez éste debe contemplar la forma
de sancionar las violaciones que se produzcan al mismo, ya que ello constituye
la protección a las relaciones jurídicas que se establecen bajo sus normas.
Las condiciones para que haya un interés legítimo son: que el actuar de la
administración sea en virtud de normas legales que dispone concretamente el
comportamiento administrativo, debido o en caso de que se trate de facultades
discrecionales haya límites normativos dentro de los que debe efectuar su
actividad. Desde el punto de vista subjetivo, debe tener un interés legítimo
personal, directo y actual, debido a un conjunto de individuos simultáneamente
o en concurrencia, que puede ser afectado negándole una ventaja o creándole
una sin respaldo legal que lo justifique.
Interés simple. Es aquel que resulta del interés general y común de todos
los integrantes de la sociedad en que la ley sea cumplida y en la buena marcha
del Estado. Nadie tiene un interés directo personal o actual frente a la norma que
establece el actuar de aquél, por eso no es un interés tutelado en forma directa
por el ordenamiento jurídico, y ante su desconocimiento o transgresión no es
posible interponer recursos administrativos ni recurrir a la justicia, pudiendo
los ciudadanos solamente formular denuncias o, en las legislaciones que lo
prevean, entablar una “acción popular” (no establecida en nuestro país). Aunque
no debe dejarse de tener en cuenta que la CN reconoce a todo habitante de la
República el derecho de peticionar (CN art.14), que hace nacer obligaciones al
Estado a pesar de la índole de la relación que se entable con los ciudadanos
Por otro lado, si lo que se denuncia es una violación a la Constitución sería
susceptible de interponerse recurso extraordinario ante la CSJN.
Bustos Ramírez, citado por Miguel Angel Macchi en su Sistema Penal Tributario y
de la Seguridad Social, parte de la crisis del concepto de bien jurídico protegido
individual ante la aparición de los bienes jurídicos colectivos que exigen la
intervención del Estado para atender las necesidades sociales en función del
todo que significa el sistema.
Los bienes jurídicamente protegidos individuales para este autor cuyo criterio
compartimos, son agrupados en referencia a lo que denomina bases de
existencia del sistema, que se refieren a relaciones microsociales como vida
humana, salud, libertad, patrimonio. Los bjp colectivos se encuentran en el
campo del funcionamiento del sistema y tienden a proteger y restablecer las
relaciones macrosociales: seguridad de tráfico, fe pública, medio ambiente, etc.,
y se ordenan al servicio de la base de existencia del sistema, es decir que su
finalidad es la protección del sistema en que el individuo está inmerso, con el
objeto de que sus derechos subjetivos sean reales y efectivos.
3) controlantes: las vías para asegurar el poder estatal al que garantizan; p. ej.
seguridad interior, seguridad exterior, régimen financiero. A los individualizados
en b) y c) los pone en un rango inferior, porque expresa que son procedimientos
para la interrelación de los bienes jurídicos y para asegurar el poder del Estado
respectivamente, y justifica el orden de prelación para determinar los niveles de
protección de acuerdo a la finalidad de cada uno.
Resulta ahora necesario establecer las características técnico - legales del bien
jurídicamente protegido, para perfilarlo como se presenta en el Derecho Penal
Económico, para lo que seguiremos las enseñanzas de quien ha profundizado
notoriamente en el tema, Carlos Martínez Buján Pérez (Derecho Penal Económico
- Parte General. Valencia, Tirant Lo blanch libros, 1998). En todo el ámbito
del derecho penal considera necesario el autor diferenciar entre bien jurídico
mediato y bien jurídico inmediato o específico, al que también denomina
bien jurídico directamente tutelado.
El bien jurídico inmediato debe existir en todo delito, ya que su vulneración (su
lesión o puesta en peligro) por la acción del sujeto activo constituye un elemento
indispensable del aspecto objetivo de cualquier tipo. Aquí adquiere también
fundamental importancia descubrir el sentido y finalidad del tipo en el sistema de
interpretación teleológica.
En cambio, el bien jurídico mediato se vincula con las razones o motivos que
conducen al legislador a erigir en delitos determinadas acciones, se vincula a lo
que el citado maestro denomina la “finalidad objetiva de la norma”. No integra
el tipo de injusto de la infracción, y al interpretar el tipo no es necesario que se
haya producido una lesión o puesta en peligro de dicho bien, ni referir el dolo o
la culpa del sujeto activo a él.
En relación a este último, hace una subdivisión entre el general por pertenecer a
la totalidad de las personas que se integran a la comunidad social –p. ej., salud
y medio ambiente son comunes a la generalidad de los miembros del cuerpo
social–, y difuso, que es un interés sectorial de un amplio grupo de sujetos,
que lo integran con alguna característica especial que impide sea ampliada a
toda la comunidad social, como por ejemplo las relaciones de consumo, cuyas
leyes específicas –ley de defensa de la competencia, ley de lealtad comercial,
Así, hay tipos penales que implican un efectivo menoscabo al objeto material
del delito que, como consecuencia de la acción u omisión del autor, quedan
modificados: p. ej., el hombre convertido en cadáver en el homicidio, el
patrimonio disminuido en la estafa, la obra de arte mutilada en el daño, el erario
público perjudicado en la evasión tributaria. En tales casos estamos ante tipos
que requieren la efectiva lesión del bien jurídico protegido. Son los delitos de
resultado.
A diferencia del anterior, hay tipos en los que el bien jurídicamente protegido no
ha sufrido un menoscabo, pero ha corrido un efectivo peligro en un momento
determinado como consecuencia de la acción cometida. P. ej., el disparo de
arma de fuego (CP art. 104) o el incendio (CP art.186); se caracterizan porque
MATERIAL
Básico
Complementario
NÚÑEZ, Ricardo C.: Manual de Derecho Penal. Parte General. Córdoba, Editorial
Marcos Lerner, 1999.
CREUS, Carlos: Derecho Penal. Parte General. Buenos Aires, Editorial Astrea,
1992, 3ª ed. (hay posteriores).
información complementaria 5
Sumario:
a) La empresa: concepto, elementos que la caracterizan. Delitos cometidos a
través de la misma.
b) Responsabilidad de los órganos de la empresa en materia civil, comercial,
administrativa y penal: delitos comunes y económicos.
c) Responsabilidad penal de las empresas. Su recepción en la legislación
argentina.
Antes que nada es justo resaltar que no todo delito de índole económico
es cometido por medio o a través de una empresa. En este sentido, tomando
palabras de Martínez-Bujan Pérez, podemos decir que no toda delincuencia
económica es una delincuencia de empresa, si bien hay que convenir en que esta
última clase de criminalidad constituye la parte más importante de la criminalidad
organizada (14). Se trata aquí generalmente de los delitos cometidos a través
de la empresa, la cual se encuentra organizada socialmente de acuerdo a
algunas de las formas establecidas por la ley de sociedades comerciales.
En relación a este tema el mencionado autor indica que la mayor parte
de los delitos socioeconómicos se ejecutan a través de una empresa, o mejor
dicho son delitos “de empresa”. En este tipo de delitos, en los que se vulneran
bienes jurídicos por medio de una actuación que se lleva a cabo para una
empresa, surgen problemas específicos de imputación penal, derivados de una
criminalidad organizada. Esta organización criminal se estructura en el plano
horizontal a través de la división del trabajo entre diversas personas y en el plano
vertical se apoya en el principio de jerarquía. Estos problemas son debidos a la
escisión que se produce en el seno de la empresa entre los sujetos que ejecutan
inmediatamente la conducta delictiva y los sujetos realmente responsables de la
decisión criminal que han trazado el plan ejecutivo (15).
Antecedentes históricos:
Aunque el tratamiento del tema sobre la responsabilidad de las personas
jurídicas se nos muestre como algo novedoso, en realidad no lo es. La doctrina
moderna de la responsabilidad penal de las personas jurídicas tiene su origen en
Alemania, siendo su primer expositor científico el abogado civilista alemán Otto
Gierke (aproximadamente en el año 1888).
El sistematizador y difusor mundial de la doctrina fue el jurista francés
Aquiles Maestre (1891).
Entre estos dos autores existía coincidencia sobre el fondo de la cuestión,
con una distinción fundamental: Gierke enseñaba que sancionada la persona
jurídica, no correspondía hacerlo con sus dirigentes. Maestre por su parte
sostenía que las responsabilidades de ambas personas, física y jurídica, no se
excluían.
Inclusive, los antecedentes sobre el tema se pueden retrotraer mucho tiempo
atrás. Por ejemplo, en la edad medieval, era común la costumbre de sancionar
pueblos, comarcas, o colectividades religiosas, como entes en sí, diferenciados
de sus componentes individuales (1).
En este sentido, en un reciente fallo dictado por la Excma. Cámara Federal
de Apelaciones de la Provincia de Córdoba, el Dr. Luis Roberto Rueda
sostuvo: “... La concepción de que sólo el hombre podía ser penalmente
capaz en el derecho penal europeo - continental ha sido oscilante acorde a
las necesidades prácticas y políticas para establecer un criterio sancionatorio
para las asociaciones. Ya en el derecho romano era extraño el concepto de
corporación como tal y el de persona jurídica en particular, dicho esto de
modo meramente referencial, dado que el Derecho Romano en su modo de ser
receptado en la Argentina, nunca fue estudiado orgánicamente, lo cual –como
entiende Agustín Díaz Bialet–”…se ha manifestado en escuelas e hipótesis, que
conducen al quietismo jurídico o al dogmatismo abstracto” (La Recepción del
Derecho Romano en la Argentina; Alveroni, Córdoba, 2000, pág. 25). En la
edad media los glosadores se ocuparon del tema, mientras que los canonistas
elaboraron el concepto de ‘universitas’ para la Iglesia, como algo idéntico a
sus miembros, siendo los posglosadores quienes afirmaron la capacidad penal
Esquema de desarrollo:
Al analizar la responsabilidad penal de las personas jurídicas se superponen
tres planos (2):
Desarrollo:
1°) El derecho positivo: dentro de este plano analizaremos sucintamente
cómo abordan el tema el derecho civil, el derecho penal y contravencional
(trataremos específicamente el código aduanero y el derecho tributario –Leyes
24.769 y 11.683–), y algunas leyes especiales agregadas al código penal
(Régimen Penal Cambiario, Ley de Abastecimiento -20.680-, Ley 24.051 de
Residuos Peligrosos, Ley 24.192 de Espectáculos Deportivos, Ley 24.241,
Sistema Integrado de Jubilaciones y pensiones, etc.).
Nuestro código civil reconoce dos tipos de personas: las físicas y las
jurídicas. El concepto de persona jurídica se desprende de lo expuesto por el
Dr. Dalmacio Vélez Sársfield en el art. 32 del citado código, de una manera
negativa, indicando que se entiende por tales a todas aquellas que no sean de
existencia física.
Siguiendo a Ferrara, podríamos decir que personas jurídicas son las
asociaciones o instituciones formadas para la consecución de un fin y
reconocidas por el orden jurídico como sujetos de derecho (“Teoría de las
Personas Jurídicas”, Tratado de Ovejero y Mauri, n° 74, p. 359).
Derecho Aduanero
Derecho Tributario
Esta ley en su art. 8vo. establece: “Cuando las infracciones que se penan en
esta ley hubieren sido cometidas en beneficio de una persona jurídica, asociación
o sociedad, se le dará carácter de parte, sin perjuicio de la responsabilidad
personal de los autores. En los casos de condena a una persona jurídica,
asociación o sociedad se podrá imponer como sanción complementaria la
pérdida de la personería y la caducidad de las prerrogativas que se le
hubiesen acordado. Los directores, administradores, gerentes y miembros de
tales entidades, que no hubiesen participado en la comisión de hechos punibles,
pero que por sus funciones debieron conocerlos y pudieron oponerse, serán
también pasibles –cuando se les probare grave negligencia al respecto – de las
sanciones previstas en el art. 5° incisos a) y B) disminuyéndose a la cuarta parte
los límites mínimos y máximos a imponer”.
Esta ley, con claridad liminar, reconoce la responsabilidad penal de las
personas jurídicas, y es quizás, el texto que más directa y específicamente trata
el tema en nuestra legislación.
2°) El dogmático
Nuevo análisis
Citas y aclaraciones:
(Footnotes)
1
Le Pera, Segio, “La empresa”, RDCO, 1970, pàg. 187.
2
Cámara Héctor, “El concurso preventivo y la quiebra”, Tomo I, pàg. 96 y
s.s.
3
Definición extraída de la Enciclopedia Jurídica Omeba (EMPA-ESTA), tomo X,
Ed. Bibliográfica Argentina. En ella la definición es tomada de Etat Boucraut,
obra “Corporation et entreprise”, Págs. 11 y 12, París, 1938.
4
Obra ut supra citada, en donde se toma la definición de Carvalho de
Mendonca, “Tratado de Direito comercial brasileño”, volumen 1, pàg. 492, Río
de Janeiro, 1937.
5
Obra citada, pág. 56, en donde se toma el concepto de utilizado por Robles
información complementaria 6
EL HECHO REPRIMIDO
Planteo y cuestionamientos:
Supongamos entonces que la empresa en cuestión ha liberado gases
presuntamente tóxicos y ha contaminado las napas sub-acuáticas violando así la
ley de RÉGIMEN DE DESECHOS PELIGROSOS (L. 240511) que en su ARTÍCULO
55 establece: “será reprimido con las mismas penas establecidas en el artículo
200 del Código Penal, el que, utilizando los residuos a que se refiere la presente
ley, envenenare, adulterare o contaminare de un modo peligroso para la salud,
el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general.
Si el hecho fuere seguido de la muerte de alguna persona, la pena será de diez
(10) a veinticinco (25) años de reclusión o prisión.”
Aclaración: No nos centraremos aquí en los delitos contra el medio ambiente
(Módulo IV), que ciertamente configuran una parte muy importante de nuestra
materia de estudio, sino que trataremos de analizar el ámbito subjetivo, es decir
la posibilidad de que los autores sean penados por su actuar delictivo, los límites
de dicha responsabilidad y los extremos de la culpabilidad de los mismos.
Primero que nada veamos qué solución ha dado la ley [ARTÍCULO 57:
Cuando alguno de los hechos previstos en los dos artículos anteriores se
hubiesen producido por decisión de una persona jurídica, la pena se aplicará
a los directores, gerentes, síndicos, miembros del consejo de vigilancia,
administradores, mandatarios o representantes de la misma que hubiesen
intervenido en el hecho punible, sin perjuicio de las demás responsabilidades
penales que pudiesen existir].
Ahora bien, ¿bastaría entonces que el Fiscal pruebe que los Sres. Pedro y Juan
desempeñan el cargo de Gerente o Director?
EL ERROR
¿Basta esta clásica estructura para abarcar los innumerables casos donde lo
que está en juego no es la comprensión del hecho sino su naturaleza delictual
antijurídica?
Y, desde el punto de vista del derecho, ¿es lo mismo el error sobre la ley penal
que por las demás normas que pueden integrar eventualmente el tipo?
¿Cómo debe responder –si debe hacerlo– el autor que duda acerca de que tal o
cual tipo delictivo comprenda su actuar?
En definitiva, ¿que características debe tener el error invocado para que este
pueda ser eximente de sanción?
Ahora bien, recuerde usted de dónde surge esta ficción jurídica de que “la ley se
presume conocida por todos” como seguramente hemos leído en innumerables
textos y manuales. La respuesta la da el mismo artículo 20 del Código Civil que
establece que “la ignorancia de las leyes no sirve de excusa, si la excepción no
está expresamente autorizada por la ley”.
Por ahora, basta dejar sentado dos cosas: a) habla de la ignorancia de las leyes,
sin distinción, y b) ¿puede aplicarse esta norma al ámbito penal? La pregunta
no es pueril desde el momento que cierta doctrina pretendió su inaplicabilidad
al campo penal. De todos modos, podemos sostener que es pacíficamente
compartido la complementariedad del corpus mater civile con el derecho
penal (piénsese sino que, de otra manera debiéramos crear un concepto de
nombre, domicilio, persona, etc. para cada rama del derecho so pretexto de
“especialidad”)
Por lo que, según esta doctrina, el error de derecho extrapenal podría invocarse
como causal exculpatoria siempre que se den los requisitos de configuración del
mismo, es decir:
Para ilustrar esta relevante distinción, que comienza a cobrar fuerza en nuestro
sistema, recurramos al desarrollado ámbito del derecho penal de la comunidad
europea y el derecho español; a tal fin, nos remitimos a un pasaje de la obra
“Criminalidad económica” del autor Manuel Jaén Vallejo:
Criminalidad económica
El Corpus Juris dice que “el error sobre la prohibición… excluirá la respon-
sabilidad, si el error fuera inevitable para un hombre prudente y razonable”.
(Footnotes)
1
http://www.medioambiente.gov.ar/sian/pan/Leyes-decretos/Ley24051.htm
2[49]
“Todas las infracciones definidas anteriormente (arts. 1 a 8) requieren dolo,
con excepción del fraude comunitario (art. 1) para el que será suficiente la
imprudencia o negligencia grave”. Como se ve, este artículo es equivalente al
artículo 5 del Código penal español: “No hay pena sin dolo o imprudencia”.
3[50]
“1. El error sobre los elementos esenciales de la infracción excluirá el dolo;
sin embargo, el fraude comunitario puede ser sancionado también en casos
de negligencia grave (supra, art. 1). 2. El error sobre la prohibición o sobre la
interpretación de la ley excluirá la responsabilidad, si el error fue inevitable para
un hombre prudente y razonable. Si el error fuera evitable, la sanción se verá
disminuida excluyendo, en todo caso, la posibilidad de imponer el máximo de la
pena prevista (supra, art. 9)”. En el Código penal español, v. artículo 14.
4[51]
Cfr. Bacigalupo, en Código Penal. Doctrina y Jurisprudencia, I, dirección
Conde-Pumpido Ferreiro, editorial Trivium, Madrid, 1997, pp. 480 y ss.
5[52]
V. resumen de esta Sentencia y otras SSTS, de alto interés, en la Sección
de Jurisprudencia del Tribunal Supremo, dirigida por Emilio Moreno y Bravo, de
la Revista Canaria de Ciencias Penales, núm. 2/1998 (Homenaje a Enrique Ruiz
Vadillo).
6[53]
También el legislador alemán, v. parágrafo 17 StGB.
m1 | contenido | IC6| IC
información complementaria
información complementaria 7
Por G. Ronchi
Jiménez de Asúa fija en su obra los caracteres distintivos que debe tener la ley
penal. Debe ser:
a) Exclusiva: sólo ella crea delitos y establece sanciones.
b) Obligatoria: porque todos han de acatarla tanto el particular como los
funcionarios y los órganos del Estado.
c) Ineludible: ya que sólo las leyes se derogan por otras leyes.
d) Igualitaria: ya que la Constitución Nacional proclama la igualdad de todos los
habitantes ante la ley.
e) Constitucional.
Por otra parte esta ley debe prever hechos del hombre, acciones u omisiones
suyas, no representando tales los pensamientos, circunstancias o relaciones
personales (principio de culpabilidad).
LEGALIDAD
La creación de una figura penal así como su represión es materia que hace a
la esencia del Poder Legislativo, quedando fuera de la esfera de actuación del
ejecutivo, pues en virtud del art. 19 de la C.N nadie está obligado a hacer la
que la Ley no manda ni privarse de lo que ella no prohibe. De allí se deduce la
necesidad de que exista una previsión legal que mande o prohíba, bajo amenaza
de pena, determinada conducta para que se dé la hipótesis de una necesaria
para la aplicación de la sanción amenazada.
Esta garantía es un triunfo de los derechos de los particulares sobre los abusos
del poder, reflejándose en la limitación del poder del departamento ejecutivo
en la creación del derecho penal como norma y del departamento judicial
de crear derecho mediante la aplicación retroactiva o analógica que la ley
establecía, como así también del legislativo en la creación fuera de los baremos
establecidos por la Constitución.
FACULTAD LEGISLATIVA
PROHIBICION DE SU DELEGACION:
De este principio más conocido como “nullum crimen sine lege” se pueden
extraer tres subprincipios: Exclusividad, Irretroactividad y Prohibición de la
Analogía.
Prohibición de la Analogía: la ley debe prever las acciones punibles con límites
claros y definidos, constituyendo un elemento eficaz para evitar la analogía. El
TIPICIDAD
Como se señaló, solo la ley puede crear delitos y establecer sanciones, debiendo
estos delitos estar contenidos en leyes penales. Esta limitación es conocida
como Tipicidad.
ANALOGÍA
Aplicar una ley de manera analógica presupone que esa ley no prevea como
punible el hecho bajo juzgamiento o lo haga en esa misma medida.
IRRETROACTIVIDAD
La ley penal debe ser anterior al hecho del proceso (C.N. art. 18). Este principio
tiene una excepción: la llamada retroactividad de la ley penal, más benigna,
recetada por el art. 2 CP. Tiene como requisitos constitutivos la existencia de
una sucesión de leyes y la calidad de beneficiosa o favorables de la última ley
dictada.
Como se dijo, la nueva ley a aplicar debe ser beneficiosa para el imputado
pudiendo consistir sus efectos en reducciones o conmutaciones de las sanciones
aplicadas o a aplicar, o simplemente en la absolución por no ser considerada
delictivo el hecho que se juzga.
FACULTAD DE REGLAMENTAR
Dada la limitación establecida al poder ejecutivo, resulta dable analizar la
facultad de reglamentación que dicho órgano posee. En efecto, el sistema
republicano de división de poderes prevé esta facultad como complementaria de
los márgenes a la labor de creación normativa del poder legislativo.
Tienen este carácter las leyes que se limitan a referir la pena a un género de
infracción, la cual deberá ser configurada específicamente por otro cuerpo legal
que generalmente se refiere a una materia especial.
Según expresa Carlos Martínez Buján Pérez existen otros dos tipos de fenómenos
similares aunque no idénticos al que tratamos. Estos son los elementos
normativos jurídicos y las cláusulas de autorización.
Obsérvese que estas dos normas deben ser complementadas con segundas
normas que fijen, por ejemplo en el caso de la primera, cuáles son los deberes
formales o, en el caso de la segunda, cuáles son los lugares habilitados para el
paso de la mercadería.
C) DELITOS Y CONTRAVENCIONES
A su vez, las doctrinas españolas adoptan una clasificación bipartita entre delitos
y faltas, correspondiendo las últimas a hechos punibles castigados con penas
leves.
Como se observa, estos grupos de autores clasifican los hechos por las penas
amenazadas. Según Nuñez: “Definir por sus efectos las acciones punibles no
hecha luz alguna sobre la naturaleza de los hechos cometidos, siendo dicha
naturaleza de vital importancia al momento de realizar el juicio de culpabilidad
de dichos hechos”.
Así, algunos entendieron que sólo los delitos ofenden bienes jurídicos. Esta
clasificación se cae por sí misma ya que en ambos órdenes lo que se castiga es
la violación de una norma que protege bienes jurídicos.
Otro grupo de autores entendió que los delitos corresponden a daños o lesiones
jurídicas efectivas mientras que las contravenciones sólo a infracciones de peligro.
Sin embargo, a poco de entrar a analizar la cuestión, se descubre que existen
tanto delitos como contravenciones de daño y de peligro.
TESIS DE NUÑEZ
Nuñez, en su opúsculo acerca de los delitos y las contravenciones, ha entendido
que de, acuerdo al art. 75 inc. 5º de la CN que establece que el Congreso
debe dictar el Código Penal, siendo ésta una delegación expresa de facultades
de las provincias hacia la nación, pero al margen de esta delegación, la Corte
ha entendido que el Congreso está facultado a dictar sanciones punitivas
para asegurar el cumplimiento de las “leyes federales” o “leyes especiales del
Congreso” o simplemente “leyes nacionales” como interpretación del principio
de que tener la facultad de legislar implica hacer efectivas las leyes con
sanciones penales (Fallos t. 103 p. 255), ya que para el caso de adolecer de
dicha facultad se equipararía a tener la jurisdicción sin el imperium, siendo la
naturaleza de las violaciones a estas leyes de carácter contravencional ya que se
concretan en una desobediencia a las leyes o disposiciones administrativas. Así
ha entendido la Corte que son tales las que contradicen las leyes de aduana, de
impuestos internos, identificación de mercaderías, de carnes y sellos.
m1 | contenido | IC
información complementaria 8
(Continuación...)
Una vez proporcionada esta información orientadora, desde una postura ecléctica
o sincrética, podríamos considerar como subproductos de este campo jurídico:
los ilícitos fiscales, aduaneros, monetarios, financieros, ecológicos, contra la libre
concurrencia y el consumo; algunos autores incluyen las conductas fraudulentas
en general.
El empleo del término ilícitos en lugar de delitos no es casual sino que nos va
poniendo sobre aviso de una característica elemental del ordenamiento represivo
de índole económica: la convivencia tanto de delitos como de contravenciones
en su interior.
De este modo, vemos cómo comienza a quedar develada la razón del estudio
diferenciado de la materia. Nos encontramos con un objeto de reflexión
jurídica cuya profundidad y actualidad resulta indudable.
Una dogmática penal, cuya criatura más ilustre es la TEORÍA DEL DELITO, –la
que fuera construida en función de un paradigma delictivo (quizás el homicidio)–
no puede menos que ver temblar sus cimientos frente a la aparición de nuevos
intereses sociales cuya protección se demanda.
Material básico
Material complementario
LIBROS:
BARATTA, Alessandro: Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal. Ed. Siglo
XXI, 1986.
NÚÑEZ, Ricardo C.: Manual de Derecho Penal. Parte General. Córdoba, Editorial
Marcos Lerner, 1999.
CREUS, Carlos: Derecho Penal. Parte General. Buenos Aires, Editorial Astrea,
1992, 3ª ed. (hay posteriores).
ARTÍCULOS:
PÁGINAS WEB:
www.unifr.ch/derechopenal/
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m1 | actividad 1 | AA
asistente académico 1
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información complementaria 1
Abus de poder económico y comercio internacional: dos problemas básicos de la delincuencia
económica *
Klaus Tiedemann**
Separata de la Revista del Derecho industrial
N°8 Mayo-Agosto 1981
Ediciones Depalma, Buenos Aires
I
(p.397) Cualquier poder, pero sobre todo el poder político y económico, Ileva en si el peligro de la
tendencia a abusar de él. De ahí que todo ordenamiento jurídico suficientemente desarrollado deba
preocuparse de impedir la concentración excesiva del poder, o bien, de controlar su ejercicio. En un
Estado democrático, la forma más efectiva de este control consiste en la institucionalización de
medidas para contrarrestar dicha tendencia, tal como ocurre en relación con el poder político mediante
la separación de las ramas del poder publico.
En lo que al abuso del poder económico se refiere, la Comunidad Económica Europea ha previsto
algunas de sus manifestaciones en el Tratado de Roma, configurándolas como delitos de competencia,
regulados en los arts. 85 y 86, en concordancia con la ordenanza 17, y sancionándolos con multa. Este
sistema de sanciones constituye un ejemplo de practicabilidad de una administración de justicia
cuasipenal a nivel supraestatal. Las sanciones que pueden imponer los órganos comunitarios alcanzan
sumas considerables y contribuyen a un efectivo control de la competencia. Dentro de la función de
control que ejerce, la Comisión Europea, el derecho penal o penal-contravencional ocupa un lugar
destacado como medio legitimo de represión para perseguir las infracciones más graves, y desarrollar al
mismo tiempo una labor preventiva. (p.398)
Hasta ahora muchos ordenamientos jurídicos carecen de una regulación económica que prevea la
institucionalización de semejantes mecanismos tendientes a una adecuada protección contra los
abusos del poder económico. La gran diferencia en el grado de desarrollo económico es un factor
decisivo que dificulta la realización de una regulación económica uniforme a nivel mundial, lo que quedó
demostrado por el rotundo fracaso de la Carta de La Habana en 1948. Sin embargo, bajo la presión
particularmente de los países en vías de desarrollo, se hace sentir una clara tendencia internacional a
cierta unificación, referida a determinados aspectos, tales como la trasferencia de tecnología y, de modo
muy especial, al establecimiento de ciertas pautas o patrones mínimos de conducta en el tráfico
internacional. Estas pautas, Ilamadas habitualmente "códigos de conducta" (codes of conduct), no
tienen la finalidad de fijar una reglamentación más o menos detallada de la actividad económica, sino
más bien garantizar la sujeción a un mínimo ético universal en materia económica, mediante la
determinación de ciertos preceptos fundamentales. En correspondencia con este acuerdo de limitación
a las transgresiones más graves, está el hecho de que además de la tendencia internacional a la
sujeción voluntaria a ciertos códigos de conducta, se vislumbra también un comienzo de colaboración
interestatal en el plano criminológico y penal, aunque con respecto a esto último pueda decirse que se
trata parcialmente de un reflejo de ideas marxistas vulgarizadas, encubiertas bajo la etiqueta de la
criminología y de la sociología.
La presente exposición intenta suministrar una primera visión de conjunto sobre el problema de la lucha
contra los abusos de poder, haciendo especial mención del derecho penal y de la posibilidad de su uso;
en esta lucha.
Voy entonces a empezar la segunda parte, v comienzo con la noción de poder.
* Conferericia dietada en la Universidad del Rosario (Bogoth, Colornbia) el 6 de rnayo de 1981. Traduceiän por
la Dra. Silvia Pefia Wasaff.
** Catedrätico de Derecho Penal y de Criminologia v director del Institut für Kriminologie und
Wirtschaftsstrafrecht de la Universidad de Freiburg, Alerntnia; profesor honorario en la Universidad del
Rasario, BogotA.
III
EI análisis que hemos esbozado de las posibles manifestaciones del abuso en perjuicio de
consumidores y competidores, exige delimitaciones tan sutiles que hacen temer que en un futuro
próximo el derecho penal se haga insuficiente para dilucidar esta oscura materia. Algo distinto ocurre,
no obstante, con otro fenómeno también muy frecuente en las relaciones de comercio internacional, del
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información complementaria 2
Correo de Lectores
Abuso de poder
Sr. Director: Quiero por medio de esta carta exponer mi experiencia personal con
la empresa Telecom, que posiblemente sea igual a la de mucho otros.
Sr. Director:
Quiero por medio de esta carta exponer mi experiencia personal
con la empresa Telecom, que posiblemente sea igual a la de mucho otros. El
pasado 22 de diciembre de 2001 cambié de domicilio, al que será el definitivo,
y a fin de poder contar con el mismo número telefónico y por razones de costo
(que no es nada barato), solicité el cambio de domicilio de la línea. Aclaro que
no fui a vivir al campo, sino a 15 cuadras de la plaza céntrica de esta ciudad.
Según me informaron después de solicitado el cambio, si Telecom confirma que
no hay deuda del usuario de la línea, en un par de días se da de baja a la línea
para realizar llamadas quedando habilitada sólo para recibir llamadas hasta que
el cambio se opera al nuevo domicilio y en el término de unos 15 días desde
la solicitud se realiza el cambio en forma efectiva en el nuevo domicilio. La
solicitud la realicé el día 18/12/2001, previendo que el día 22 ya no estaría en
el domicilio anterior. El día 26 aproximadamente empecé a averiguar si la línea
estaba inhabilitada para efectuar llamadas, para evitar sorpresas, a lo que me
contestaron que no se podía dar curso al pedido porque existía una deuda
por una factura del mes setiembre del 2001. Mi sorpresa fue grande y ante la
consulta me informaron que en realidad había una factura impaga pero además
existía un crédito a mi favor por el mismo importe, el cual sólo faltaba aplicarlo
contablemente en los registros de Telecom. Obviamente solicité se haga así para
que se cancele la deuda y el crédito. Pasaron unos días y el teléfono seguía
sin ser instalado, porque la deuda gozaba de buena salud según los registros
de Telecom. Recurrí entonces a buscar la factura y confirmé que había sido
cancelada por mí el mismo día del vencimiento en el Banco Nación, sucursal
Rafaela. Vino un nuevo reclamo de mi parte y entonces me dijeron que en
realidad la factura no había sido pagada, que lo del crédito a mi favor no era
correcto, que me habían informado mal, y que para poder activar la solicitud 7
tenía que enviar fotocopia de la factura cancelada. Obviamente tuve que acceder,
m1 | actividad 3
CONSIGNA:
Resuelva el caso planteado, utilizando los temas desarrollados en el presente
Módulo, especialmente la relación entre el derecho penal económico y el
derecho penal nuclear o clásico y la distinción entre delitos y contravenciones.
información complementaria
Resuelto por la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal, con fecha
16/11/2001 (publicado en LA LEY 2002-C, 442)
TEXTO
Esta sólo puede recaer, pues, en los auténticos responsables del delito, esto es,
los hombres que se encuentran detrás de la persona jurídica (conf. Santiago Mir
Puig. “Derecho Penal Parte General”, 5° ed., Barcelona, 1998, p. 170).
Por otra parte, encontramos la opinión de Luis Jiménez de Asúa, quien señaló
que “...con la definición del delito se exige la antijurídico y lo culpable. como lo
antijurídico es eminentemente objetivo, no cabe duda que pueden realizar actos
jurídicos. Pero cuando llegamos a la culpabilidad, cuando tratamos de definir lo
que es el dolo, vemos que la noción de éste no puede resumirse en una fórmula
demasiado sencilla y tenemos que buscar sus elementos. No es posible afirmar
que una personal ha realizado un acto con dolo si en él no concurren dos
grupos de elementos esenciales: el intelectual y el afectivo (...). Pues bien, yo
invito a que se defina el dolo de la persona social, con la seguridad de que
fracasará de la manera más ruidosa quien intente tan imposible empeño (...). He
aquí por qué yo he afirmado que no siendo posible hablar de dolo -que es el
elemento característico de la culpabilidad- en la persona social, ésta no puede
ser penalmente responsable...”(conf. “La cuestión de la responsabilidad penal
de las personas jurídicas”, La Ley, 48-1041).
Esta línea argumental -que ha sido desarrollada también por Vicenzo Manzini
(conf. “Tratado de Derecho Penal Italiano”, t. 1), y por Mariano Jiménez Huerta
(conf. “La llamada responsabilidad penal corporativa”, en Criminalidad, México
D.F., núm. 4, abril de 1947, p. 134)- pone su acento en cuestiones intrínsecamente
vinculadas con los postulados de la teoría del delito, en cuanto exige como
elemento integrativo de toda conducta punible que el accionar del imputado
lo sea a título de dolo o culpa, con independencia del cuál sea el estadio del
análisis (tipicidad o culpabilidad) en que se sitúen estos elementos.
Claus Roxin afirma que los actos de las personas jurídicas no son acciones
jurídicos penalmente relevantes, pues “dado que les falta una sustancia psíquico-
espiritual no pueden manifestarse a sí mismas. Sólo ‘órganos’ humanos pueden
actuar con eficacia para ellas, pero entonces hay que penar a aquéllos y no a
la persona jurídica” (conf. “Derecho Penal. Parte General, t. I. Fundamentos. La
estructura de la teoría del delito”, Ed. Civitas S.A., Madrid, 1997, p. 245).
Dentro del último grupo que señaláramos, Eusebio Gómez se cuestiona -entre
otros argumentos que también expone- cuál sería la finalidad de sancionar a
las personas jurídicas, señalando al respecto que “...No se hace referencia para
ofrecer una respuesta a la defensa social, porque ésta se ejercita mediante
recursos encaminados a obtener la readaptación social de los delincuente o
su eliminación en los casos de incorregibilidad. No veo de qué manera podría
Fue Otto Gierke, reconocido civilista alemán, quien -en una obra publicada
en Berlín en 1888- expuso la doctrina que adjudica responsabilidad penal a
las personas morales, a partir de la formulación de la teoría de la realidad
que -en contraposición a la de la ficción defendida por Savigny- afirmaba que
éstas tienen una existencia propia, legalmente distinta a la de sus miembros,
tiene derechos y obligaciones diferentes a los derechos y obligaciones de sus
componentes. En consecuencia, se pregunta por qué motivos las personas de
existencia ideal no pueden cometer estafa, y ser responsabilizadas penalmente
por ello, siendo que pueden prometer que pagarán y luego negar sus deudas.
Este autor sin embargo, entendía que la aplicación de una pena a una
persona jurídica excluye la posibilidad de sancionar penalmente a los gerentes,
administradores o miembros de la misma que hubieran participado en el delito.
Dentro del grupo de autores nacionales que abordan el tema, quizás quien más
énfasis haya puesto en la cuestión es Enrique Aftalión, para quien el problema
central radica en resolver si es justo o no la imposición de sanciones penales
a las personas jurídicas. Para resolver esa disyuntiva, señala que la debilidad
física y económica del hombre aislado lo llevó a asociarse con usos semejantes,
de modo de poder afrontar ciertas empresas que escapaban a sus posibilidades
individuales. La técnica jurídica, refiere, creó los instrumentos necesarios para
facilitar las nuevas formas de asociación, naciendo así las personas jurídicas, las
Julio Cueto Rúa señala que así como nadie discute la posibilidad de atribuir
responsabilidad civil a las personas jurídicas, es igualmente posible aplicarles
una sanción penal (conf. Juan C. Bonzón Rafart, “Responsabilidad Penal e
infraccional de las personas jurídicas”, Ed. Depalma, Buenos Aires 1993, p. 18.
Señala también el autor que “...en la realidad cotidiana del derecho (...), tanto
en la Argentina como en la gran mayoría de los países, se encuentran casos
reiterados de sanciones aplicadas coercitivamente a las personas jurídicas,
privándolas de bienes por haber incurrido en actos ilícitos, a los que se imputa
como consecuencia el padecimiento de una sanción: la imposición de una
multa, el decomiso de mercadería, la prohibición temporal de ejecutar ciertos
actos o de realizar determinados negocios, o aun, su disolución. Se está, pues,
ante una discordancia entre el enunciado de la teoría y la evidente realidad. Se
debe elegir entre una y otra. Elegir la teoría no es aconsejable, porque se elige
una teoría incapaz de dar razón de la experiencia (...) La teoría que niega la
responsabilidad penal de las personas jurídicas es mala teoría porque resulta
ajena a los datos de la realidad” (conf. José Daniel Cesano, “En torno a la
denominada responsabilidad penal de la persona jurídica”, Alveroni Ediciones,
Córdoba, 1998, p. 33, nota de pie n° 1).
La Ley de Aduanas (ley 11.281, t.o. 1962) establecía, en su art. 193 que “Cuando
una persona de existencia ideal fuere responsable por alguno de los ilícitos
previstos en los artículos 187, 188, 189 y 190, sin perjuicio de las sanciones
que se impusieren a las personas de existencia ideal, sus administradores
y representantes legales a la fecha de la comisión del hecho, responderán
solidariamente con aquella de las penas pecuniarias que correspondieren,
a cuyo efecto serán considerados como parte en la causa respectiva. Si el
administrador o el representante legal fuere a su vez persona de existencia ideal,
los administradores y representantes legales de ésta responderán solidariamente
con la misma de las penas pecuniarias que correspondieren. No responderá el
administrador o el representante legal siempre que acreditare haber sido ajeno
al hecho” (texto según ley 21.898).
También encontramos normas por las que se impone responsabilidad penal a los
entes ideales en las disposiciones de la ley 22.415 (Código Aduanero), dentro
de las que se vienen encuadrando los hechos investigados y reprochados en
Igual conclusión cabe extraer del art. 876, apartado 1, incs f) y g), en cuanto
disponen -como pena accesoria a la privativa de la libertad que corresponde
imponerse en los supuestos contemplados por los arts. 863, 864, 865, 866, 871,
873 y 874- la de inhabilitación especial, expresando el referido inciso g) que
“Tanto en el supuesto contemplado en este inciso como en el previsto en el
precedente inciso f), cuando una persona de existencia ideal fuere responsable
del delito, la inhabilitación especial prevista en ellos se hará extensiva a sus
directores, administradores y socios ilimitadamente responsables. No responderá
quien acreditare haber sido ajeno al acto o haberse opuesto a su realización”.
Por su parte, el art. 876, apartado 1, inc. i), también resulta categórico, pues
en él se establece expresamente una pena que sólo cabe ser aplicada a las
personas morales: “el retiro de la personería jurídica y, en su caso, la cancelación
de la inscripción en el Registro Público de Comercio, cuando se tratare de
personas de existencia ideal”.El art. 887 dispone la responsabilidad solidaria
de las personas de existencia visible o ideal por las penas pecuniarias que
correspondieren a sus dependientes por los delitos aduaneros que cometieren
en ejercicio o con ocasión de sus funciones.
Por último, el art. 1026 dispone que las causas que correspondiere instruir por
los delitos previstos en la Sección XII, Título I, será sustanciada -cuando se
refieran “a la aplicación de las penas privativas de la libertad y las previstas en
los artículos 868, 869 y 876, apartado d), e), h) e i), así como también en el
f) exclusivamente en cuanto se refiere a las fuerzas de seguridad”- ante sede
judicial; correspondiendo su sustanciación al administrador de la aduana en
cuya jurisdicción se hubiere producido el hecho, en lo atinente a la aplicación
de las penas previstas en el art. 876, apartado 1, incs a), b), c) y g), así como
también en el f) excepto en lo que se refiere a las fuerzas de seguridad.
m1 | actividad 4
m1 | actividad 4 | IC
información complementaria
Néstor A. CAFFERATTA
I.- INTRODUCCIÓN
Por otra parte la norma refiere que la acción de contaminar lo sea de modo
peligroso para la salud, lo que implica, no la efectiva lesión del bien jurídico
tutelado, sino la generación de un peligro común. No es el daño, sino la
posibilidad del daño que entraña el delito. La salud es el mejor indicador
de la degradación ambiental: es por tal razón que, el derecho al medio
ambiente se relaciona en primer lugar con el derecho a la salud.
En efecto, si según el razonamiento del juez cada una de las empresas habría
aportado una causa apta para la propagación de enfermedades, para sustentar
tal juicio debería haber determinado en qué grado y cómo influyó dicho
aporte en el estado general del río, pues ya viene contaminado con distintos
agentes que tendrían aptitud para crear el peligro descripto en la figura casi
desde sus nacientes.
Así, existen variados ejemplos sobre las dosis de venenos vertidas por distintos
agentes, distinguiendo los casos en que separadamente son inocuas pero
unidas resultan mortales, de aquellos en que ab initio las porciones son aptas
para causar la muerte. En este último caso, como la teoría de la equivalencia
de las condiciones no funciona correctamente, ya que si se suprime la acción
de un agente el resultado muerte igual se produce, se reformula del siguiente
modo: si diversas condiciones pueden se suprimidas in mente en forma
alternativa sin que el resultado desaparezca, pero no así acumulativamente,
cada una de ella es causal para el resultado.
En efecto, no está probado que los agentes que pudieran haber sido vertidos
en la cuenca acuífera por las empresas involucradas fueran altamente
peligrosos para la salud. Ello así, pues las extracciones de muestras
y peritajes (de los vertidos) adolecen de una falta de rigor científico
alarmante.
Por ejemplo, basta ver las actas glosadas, donde se toman del río en el primer
caso, y está dudoso en el segundo, de modo que es imposible separar los
agentes que podría traer ese vertido de los ya obrantes en el río o en las que
se plantean iguales dudas, a los que se agregan que algunas se extrajeron
de cámaras de plantas de tratamiento, lo que permite concluir que si se trata
de un lugar destinado a tratamiento del líquido, es obvio que podrían encontrarse
niveles de contaminación, pues de lo que se trata es de probar qué sustancias
vierte la planta y no las que está descontaminando.
Más allá de las cuestiones que se discuten en la dogmática acerca de los delitos
llamados tradicionalmente de comisión por omisión, y más modernamente
impropios por omisión, lo concreto es que su estructura brinda una solución
adecuada al problema que se viene tratando: el agente que tiene la obligación
de actuar en determinado sentido (la llamada posición de garante), mediante
una omisión permite que el resultado material se produzca. En este tipo de
delitos es esencial fundamentar la posición de garante, de la cual deriva el deber
de evitar el resultado, la que tradicionalmente se ha encontrado en la ley, el
contrato o la conducta precedente.
Ahora bien, limitaciones que derivan del principio de legalidad, permiten fundar la
responsabilidad del director sólo en aquellos casos en que existe una relación
de dominio sobre la causa del resultado.
Al autorizar la maniobra, el Jefe del área violó el deber de control que debía
ejercer en el manejo de los gases peligrosos: en su obrar se descubre que
tenía en sus manos el dominio del hecho porque de su proceder dependió
la ejecución de la maniobra; de su autorización, la protección de la salud y la
vida de los habitantes en general y el resguardo del equilibrio ambiental.
Cabe considerar culposa artículo 56 ley 24.051, por violación del deber objetivo
de cuidado, la falta de un control periódico y eficiente de la estiba de residuos
industriales considerados peligrosos. En la especie la conducta reprochada se
circunscribió al recurso natural suelo, sin perjuicio de la prosecución de la
causa.
Es que lo que se juzga es, sin lugar a dudas, la decisión de utilización deliberadas
de dichos residuos contaminantes por parte de G. y N.A, aún cuando las
alternativas climatológicas hubieran podido contribuir a la contaminación
ambiental (inversión térmica del día, que encapsuló la masa gaseosa
impidiendo la dispersión de los gases sulfurosos, actuando en forma de
un techo) y a los daños en la salud de las personas. Téngase presente que
el núcleo central del ilícito es contaminar la atmósfera y el medio ambiente
mediante la utilización de residuos altamente peligrosos.
Desde que los términos de la ley 24.051, el gasoil, por sí sólo, y como
producto combustible de aprovechamiento técnico y económico, no puede
considerarse residuo ni desecho, cabe concluir que el régimen penal de
los artículos 55 y 56 de la misma, no es aplicable al supuesto de derrame
de dicho hidrocarburo a raíz de la avería en poliducto, pues ello importaría
quebrantar la indebida extensión o analogía del principio de legalidad que
rige en materia penal. El cual resulta aplicable pues, si bien dicha ley por su
contenido sustancial es de carácter administrativo, posee también previsiones
propias d los códigos de fondo en materia civil y penal, a los que modifica en los
específicos aspectos legislativos.
II.- CONCLUSIONES
3.- Más allá de las cuestiones que se discuten en la dogmática acerca de los
delitos llamados tradicionalmente de comisión por omisión, y más modernamente
impropios por omisión, lo concreto es que su estructura brinda una solución
adecuada al problema que se plantea en materia de delitos cometidos en el seno
de una empresa. En este tipo de delitos es responsable el agente que tiene la
obligación de actuar en determinado sentido (la llamada posición de garante), y
mediante una omisión permite que el resultado material se produzca.
m1 | actividad 5 | IC
información complementaria
VISTA
Y CONSIDERANDO
Que cumplidos los trámites que mandan los arts. 451, 453 2do. párrafo y 454 del
C.P.P.N. queda la presente causa en condiciones de ser resuelta.
Los lixiviados drenan sin control al acuífero que alimenta los pozos de explotación
de la Dirección de Obras Sanitarias, estimándose, como se ha indicado, que
son los responsables del incremento sostenido de la concentración de nitratos
que se evidencia en varios de ellos, con valores que se encuentran por encima
de lo aceptable para consumo humano. Además, el basural se encuentra en el
valle del Arroyo El Durazno y próximo a él, por lo que también aporta sustancias
contaminantes directa e indirectamente a dicho curso, que es utilizado aguas
abajo para esparcimiento de la población turística. Finalmente, el transporte por
el viento de bolsas de plásticos y otros residuos produce una dispersión de
los efectos negativos del basural en toda el área circundante”(fs. 44 vta. de la
documental agregada).
El art. 82 del C.P.P.N. debe ser interpretado, conforme la nueva realidad social y
jurídica, de manera que comprenda a los titulares de los intereses difusos que
surgen en torno a esta clase de bienes jurídicos.
Existen asimismo razones de orden práctico que alientan esta solución pues
entiendo que la participación de la ciudadanía a la vez que alimenta la forma
republicana de gobierno, permite una mayor eficiencia en la política persecutoria
estatal y contrarresta el burocratismo de los órganos de persecución pública que,
alejados del conflicto, dan respuestas genéricas y prediseñadas sin atender las
necesidades del caso particular. Así lo pone de manifiesto Julio Maier cuando
sostiene que “los órganos de persecución penal, como organismos estatales,
inclusive por razones de eficiencia, tienden a burocratizarse, a dar, mediante rutinas,
respuestas genéricas racionales, en el mejor de los casos, pero sin atender los
intereses individuales o del caso concreto. La intervención del supuesto ofendido
en el proceso permite corregir el defecto, sacar al caso de la rutina impuesta, en
general, y volverlo a las necesidades que presenta su individualidad.
Siguiendo este orden de ideas estimo que el Sr. Salvador Alberto Yane reúne
acabadamente las condiciones para ser tenido como parte querellante en estos
autos.
Este doble frente de legitimación obedece a que el art. 55 de la ley 24051 si bien
sanciona conductas que atentan directamente contra la salud pública, implican,
a su vez, un daño al medio ambiente.
Por lo tanto, y de conformidad con los argumentos expuestos, voto por que se
revoque la resolución del a quo obrante a fs. 87 y se otorgue al Sr. Salvador
Alberto Yane, el carácter de parte querellante en estos autos.
I). Que este expediente nº 3.795/02 de la Sec. Penal de esta Cámara caratulado
“Yane, Salvador Alberto s/ Dcia.”, proveniente del Juzgado Federal nº 3 con la
actuación de la Sec. nº 8 de esta ciudad, ha sido remitido a esta Vocalía a fin de
ser estudiado en segundo término, tal consta en los libros respectivos.
II). Visto el fundado voto del Dr. Jorge Ferro me adhiero a la solución allí
propiciada por el distinguido colega, coincidente con la resolución que dictó
esta Cámara, por mayoría, en el año en curso conformada por el voto del
mencionado Juez y, el emitido por mi parte (28/5/03, “Maturana, Roberto s/
Dcia.”, de la Sec. Penal, Reg. nº 5.204).
Y así el desarrollo que se ha venido produciendo a partir del siglo pasado, con
sus avances científico-técnicos, ha llevado al hombre a alterar el “entorno”, es
decir esa suerte de inmenso ser viviente o conjunto sistematizado de elementos
interaccionados entre sí (en maravilloso equilibrio) que le sirve de asiento
prodigioso a su propia vida. Con su capacidad de transformar y, en cierto
sentido de "crear", en repetidas oportunidades, olvida el equilibrio general de la
Tierra y el deber de usar su "hábitat", sin destruirlo ni traicionarlo, respetando la
estructura natural de que ha sido dotado.
Bien se sabe que la cuestión afecta variados aspectos de la vida y de los campos
científicos, y no sólo a las ciencias naturales y a la técnica, sino también a la política,
la economía, sociología y al mundo del derecho, tal lo he venido diciendo (ya
desde hace varias décadas en mis trabajos referidos a la contaminación ambiental,
siguiendo las sabias enseñanzas de los maestros de los diferentes sectores o
ámbitos del derecho “Aspectos jurídicos de la contaminación marítima” en 1977,
“Puerto de Mar del Plata” 1983, ambos en el Inst. Problemas del Mar, UNMDP; “La
actividad aeronáutica del presente y del futuro: su repercusión el medio ambiente”,
Univ. Salamanca, 1994; “Contaminación y Derecho Aeronáutico”, Enc. Jur. Omeba
Ap. VII págs. 255 y sgtes, Bs. As. 1996; “La denominada ecología aeronáutica:
algunas reflexiones”, en Rev. Dir. Nac. Aviación Civil, Uruguay, Cidae nº 20/1, 1995/6,
págs. 11 y sgtes.; Valls, Mario "Primeras reflexiones sobre las cláusulas ambientalistas
y la Constitución", en E.D., 24/8/94, págs.1 y sgtes.; “Reciente estudio sobre los
efectos de las restricciones en cuanto al ruido para las aeronaves de reacción”,
Boletín OACI vol. nº 44 págs. 27 y sgtes., Montreal 1989; “La seguridad de los
buques tanques”, Organización Marítima Internacional al día”, doc J/ 6275, Londres,
1996; Cassagne, Juan Carlos “Sobre la Protección ambiental”, en Anticipo de Anales,
Segunda Epoca, nº 34, Ac. Nac. de Der. y Cienc. Sociales de Bs. As., 1996).
Téngase en cuenta que según la Real Academia Española esa expresión "medio
I). Que coincido plenamente con los conceptos vertidos por mis colegas en
forma precedente, respecto de las graves consecuencias generacionales que a
todo nivel causan los daños producidos al medio ambiente vinculados a la salud
y a la preservación de la vida humana misma.
No coincido con la afirmación de que todos los habitantes del suelo argentino
tengan aptitud procesal para el ejercicio de la acción pública, frente a una
hipotética comisión de delitos que afecten al medio ambiente.
Por el contrario, considero que tal obligación pesa sobre los órganos judiciales
instituidos para la protección de toda la sociedad en defensa de un delito de
acción pública, que en el caso está representado por el Ministerio Público Fiscal.
Lo contrario implicaría reconocer la aptitud procesal de querellante en el caso,
a todos los habitantes de la localidad donde se habría detectado un perjuicio
II). Ello, empero no es obstáculo para que cuando exista una persona
“particularmente ofendida por el delito”, se le reconozca la posibilidad de
impulsar el proceso conjuntamente con el Ministerio Fiscal en los términos de
los arts. 82 y cctes. del CPP.
En estas condiciones, quien resulta realmente víctima del delito podría asumir
dicho rol en el proceso penal, extendiéndose incluso también al damnificado,
esto es a quien resulta titular del bien jurídico violado. (ver Darritchon, Luis
“Como es el nuevo proceso penal”, T° 2, pag. 64).
Tal es mi voto.
m1 glosario
Bien: En sentido económico, todo aquello que sirve para satisfacer una
necesidad humana
En sentido jurídico, todo aquello de carácter material o inmaterial susceptible de
tener un valor. P .ej.: vida, honor, patrimonio (éste es, en suma, el conjunto de
bienes de una persona).
Bien jurídico: Aquel bien que el derecho ampara o protege. Su carácter deviene
de una norma legal que prescribe una sanción para toda conducta que pueda
lesionarlo.
Delitos de lesión: El tipo exige para su consumación la lesión efectiva del bien
jurídico inmediato protegido: en el homicidio, la muerte de la víctima; en la estafa,
el desapoderamiento efectivo de algún bien integrante del patrimonio de ella.
Ignorancia y error: Error es la noción falsa que se tiene sobre algo; ignorancia,
la falta de toda noción.
Ley penal en blanco: Las leyes en blanco son aquellas que, a la vez que
establecen la sanción a imponer, complementan su precepto mediante un
reenvío a otra disposición. Describen parcialmente el tipo penal, delegando la
determinación de la conducta punible o su resultado a otra norma jurídica, a la
cual remiten en forma expresa o tácita.
Tipo y tipicidad: El tipo está constituido por la descripción del hecho contrario
a la norma que sanciona la ley penal. La tipicidad es la correspondencia entre el
hecho ocurrido en la realidad y el descripto en el tipo.
m2 microobjetivos
m2 contenidos
Presentación
Este esbozo debe servir de base para diferenciar tres campos sustancialmente
distintos en los cuales puede desarrollarse la actividad del contribuyente a
saber: la economía de opción, la elusión tributaria y la evasión tributaria.
IV- Procesamiento:
Que a fs. 570/588 V.S. dicta el procesamiento y prisión preventiva de
los encartados por la supuesta comisión de los delitos de evasión fiscal
agravada, falsificación de documento privado, utilización fraudulenta de
beneficios fiscales, utilización de documento privado falso y tenencia de
VII- Petitum:
Por todo lo expuesto y disposiciones legales citadas, este Ministerio Público
a tribuye a Claudino Ronci, María Pignon de Ronci, Mariano Ronci Pignon
y Lilian Ronci Pignon, ya filiados, ser autores penalmente responsables
de los delitos de evasión agravada (4 hechos); aprovechamiento indebido
de subsidios fiscales, falsificación y utilización de documentos privados
(420 hechos) y tenencia de objetos manifiestamente destinados a la
falsificación, todo en concurso real, figuras que se encuentran previstas y
penadas por los arts. 2 inc.a) y c) y art. 3 de la ley 24.769 y 292, 1º parte,
296, 299 y 5 del Código Penal y estimando completa la instrucción, solicito
a V.S. que luego de los tramites rituales, decrete su elevación a la Cámara
de juicio.
Firma Fiscal
A la par del derecho penal tributario, aparece el histórico derecho penal aduanero.
Tradicionalmente se concibió a las aduanas como oficinas estatales cuya
finalidad principal consistía en cobrar los tributos aplicables a las mercaderías
que eran objeto de importación o exportación 1. Con el tiempo se fue afianzando
una función extrafiscal del servicio aduanero como órgano de control del tráfico
internacional de las mercaderías.
Como sostiene la doctrina 2, esta nueva concepción trajo aparejada la necesidad
de sancionar las conductas que pusieran en peligro el referido control, con
independencia de que la renta fiscal pudiese o no sufrir menoscabo. Desde tal
óptica, se hacia difícil sostener la existencia de infracciones sui generis (en parte
punitivas y en parte resarcitorias) consagrándose paulatinamente su naturaleza
penal, fundamentalmente a través de la jurisprudencia 3, y la consecuente
aplicación de los principios generales del derecho penal en este ámbito.
Sin embargo, la reacción no se hizo esperar y el art. 16 de la ley 21.898 receptó
el principio de responsabilidad objetiva en materia infraccional, el que fue
posteriormente derogado al entrar en vigencia el Código aduanero (L. 22.415).
Ciertamente, en el ámbito aduanero se renueva la polémica diferenciación
entre delitos y contravenciones. Pero, más allá de estos “problemas comunes”,
su justificación dentro del derecho penal económico aparece dada porque
debe proteger intereses supraindividuales del quehacer económico, hallándose
comprometido el interés general.
Así como en el derecho penal tributario la evasión aparecía como el delito
estructural de la materia, en el derecho penal aduanero el delito de contrabando
se convierte en la figura principal y su bien jurídico protegido se encuentra en
el “control aduanero de las importaciones y exportaciones tendiente a posibilitar
las políticas económicas orquestadas en el ámbito del comercio exterior”. Los
bienes jurídicos tutelados por las figuras contravencionales son satelitarios
de aquel, pues tienden a proteger el correcto uso de los medios operativos
aduaneros con miras a no poner en peligro el bien jurídico principal, sea
prohibiendo los actos preparatorios (como las falsas declaraciones en aduana)
o los actos posteriores consistentes en el aprovechamiento económico de la
mercadería ilegítimamente introducida.
Como puede observarse en el estudio de las figuras consagradas por nuestro
Derecho Penal Aduanero nacional Derecho Penal Aduanero IC 4 se consagran
delitos de peligro concreto y abstracto, aplicándose los principios propios del
derecho penal económico esbozados en el Módulo I.
En el ámbito del derecho comunitario (que en su desarrollo incluye
fundamentalmente la limitación y abolición de las barreras aduaneras) urge la
armonización del derecho penal.
Pero también en este ámbito aparece una importante “asimetría” que debemos
tener en cuenta al momento de plantearnos el desarrollo de nuestro derecho
comunitario. En efecto, si bien la unión aduanera (refiriéndonos a las más
perfecta: U.E.E.) es un hecho existente desde hace muchos años y todo el
derecho aduanero está en un Código Aduanero Comunitario, las reglas de
control y las reglas de sanciones que en muchos países miembros son reglas
Ahí hay una desigualdad increíble. Las normas substantivas se unifican, pero las
normas de control y sanciones dependen del país, del Estado miembro 4
Este fenómeno trae aparejado múltiples efectos entre los que se manifiestan la
coexistencia –y a menudo el conflicto– de jurisdicción entre dos o más Estados,
Veamos un ejemplo:
Ahora bien, la presente situación ¿se enmarca dentro del ámbito de una
economía de opción, una elusión o lisa y llanamente una evasión?
Evasión Internacional IC 5
Cabe aclarar que los convenios celebrados para evitar la doble imposición no
prevén –ni podrían hacerlo– cláusulas penales. Será cada uno de los Estados
quien determine en cada caso concreto si a estas situaciones abusivas les
corresponde “per se” una sanción o solo serán penadas cuando sea el medio
comisivo de otro delito, como por ejemplo la evasión.
Los beneficios derivados de las actividades ilícitas (la evasión tributaria, la corrupción,
contrabando, economía informal, etc.) no pueden exponerse a la luz del fisco o la
justicia, por lo que deben ponerse a salvo en un refugio apto a tal fin.
Aparecen aquí los denominados “paraísos fiscales”, expresión que viene a
significar originariamente una nula o baja tributación fiscal por lo que resulta
apta para radicar capitales sin necesidad de erogar sumas impositivas por tal
concepto. Pero aquello que hace atractivo la utilización de estas estructuras,
generalmente radicadas en pequeños países o protectorados de grandes
potencias, no es solo su nula o baja imposición fiscal sino su fuerte secreto
bancario, su enorme facilidad para constituir sociedades sin necesidad de
identificar sus reales accionistas, etc. Medidas todas estas que lo convierten, no
solo en un paraíso fiscal, sino también societario, bancario y hasta penal.
Es significativo poner en evidencia cómo, hasta el año 2001, la posición frente
a este fenómeno era considerado parcialmente en su acepción fiscal, por lo que
no era extraño que muchos gobiernos o instituciones lo considerasen positivo
por cuanto una baja tributación generaba una “concurrencia fiscal” entre los
diversos sistemas que llevaría a una baja generalizada de la presión tributaria
mundial.
Esta visión parcial del fenómeno olvidaba que, en general, la competencia fiscal
es “dañosa”, por lo que posteriormente los países desarrollados, y especialmente
los organismos internacionales, establecieron medidas aptas para limitar los
impactos de este fenómeno.
Pero a la par de su visión fiscal, lo cierto es que el atentado de las Twin
Towers en setiembre del 2001 puso en el conocimiento de todos aquello que
nunca debió desconocerse: los paraísos fiscales son el vínculo necesario para la
gestión del dinero generado por el delito y la economía informal, puesto que su
régimen “beneficioso” crea un ámbito de impunidad y anonimato indispensable
para mantener “al margen” los autores y la procedencia del capital de origen
delictivo.
tax haven IC 7 Puerto Fiscal en sentido de Paraíso Fiscal
Frente a este flagelo, los gobiernos, muchas veces presionados por los
organismos internacionales y los países desarrollados, han incluido en sus
(Footnotes)
1
Para una breve noción histórica de la historia de la Aduana Argentina, puede
consultarse la página de la AFIP, organismo al cual integra en la actualidad
(www.afip.gov.ar).
2
“” Ed. L.L. T. 1989-A, Sec. doctrina.
3
“”, 15/5/967, Rev. LL, t.127-p, 1084. Fallos t.267 p.457.
4
–
5
“”“” del día 11 de agosto del 2002. Para su lectura completa véase
6
m2 | contenido | IC
información complementaria 1
m2 | contenido | IC
información complementaria 2
información complementaria 3
Planteos de la defensa:
m2 | contenido | IC
información complementaria 4
información complementaria 5
Por lo menos diez propuestas oficiales para solucionar estas problemáticas han sido
presentadas por instituciones y foros, de acuerdo con un informe de las Naciones Unidas
[A/AC.257/add.1] que contribuye a las conversaciones precedentes a la Conferencia
Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FpD), que se llevará a cabo en
Monterrey (México) en marzo del 2002.
Nueve de estas propuestas surgieron el año pasado. El punto central de estas sugerencias
se encuentra en la cooperación internacional entre autoridades fiscales. Los esfuerzos de
cooperación voluntaria no solo implicarán el intercambio de información, sino también la
asistencia técnica para la administración y recaudación de impuestos en los países en
desarrollo.
1
Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE), que representa a 28 países desarrollados. Su propuesta fue enviada
al Comité Preparatorio de la FpD.
La Red Tributaria no se constituirá como una nueva institución, sino como una fuente de
información y recursos entre el Banco Mundial, el FMI y la OCDE. En respuesta a la
preocupación de que los puntos de vista de los países en desarrollo y en transición se
encuentren ampliamente representados, un aspecto de la propuesta podría ser un
mecanismo que comprometa a entidades relevantes de las Naciones Unidas y a otras
instituciones participantes en este trabajo. Una sugerencia adicional busca establecer un
mecanismo de gobierno universal para la Red. Por ejemplo, el documento técnico de las
Naciones Unidas en materia de cooperación en impuestos, preparado por el Comité
Preparatorio de la FpD, sugiere que el trabajo de la Red sea revisado periódicamente por
el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.
2
EDUBP | ABOGACÍA | derecho penal económico - pag. 132
En su informe de junio de 2001, presentado como una aportación independiente a las
discusiones intergubernamentales de la FpD, el panel sugirió considerar la creación de
una nueva organización. La OIT asumiría funciones que incluirían ofrecer asistencia
técnica, proporcionar un foro para el desarrollo de normas fiscales internacionales,
mantener la supervisión del desarrollo tributario de manera similar a las revisiones del
FMI a las políticas macroeconómicas de los países, restringir la competencia impositiva
diseñada para atraer a las multinacionales y mediar en disputas internacionales en asuntos
fiscales. Los miembros de la comisión también sugirieron que esta organización debería
buscar un consenso internacional que establezca una fórmula única para gravar a las
multinacionales, así como el establecimiento de principios de recaudación equitativa de
impuestos a los emigrantes. Esta propuesta fue entregada el Comité Preparatorio de la
FpD, pero no fue aprobada para ser implementada en un futuro cercano.
3
EDUBP | ABOGACÍA | derecho penal económico - pag. 133
m2 | contenido | IC
información complementaria 6
Precios de Transferencia
Aquino – Carvajal
INTRODUCCION
Continúa M2 Actividad 6
Pagina 3
información complementaria 7
*
Mario Alva Matteucci
INTRODUCCION:
El tema de los paraísos fiscales empezó a ser conocido en nuestro país en los
inicios de la década de los 90’, al realizarse una serie de investigaciones acerca
de una fundación constituida por un ex-presidente de la república en el Principado
de Liechtenstein. También es posible conocer hoy en día la existencia de
millonarias cuentas de funcionarios del anterior gobierno, en las islas de Gran
Caimán.
El presente artículo pretende dar una introducción al estudio de lo que son los
paraísos fiscales, sin pretender agotar el tema.
*
Abogado. Miembro del Instituto de Estudios Tributarios (IET). Especialista en Derecho
Tributario. Profesor del “Programa de Diplomado en Tributación” de la Universidad Nacional
de Piura. Profesor del “Post Título en Gestión Municipal” de la Pontificia Universidad Católica
del Perú. Profesor de los cursos de “Legislación Tributaria I y II” de la Universidad Privada
San Juan Bautista.
Es justamente por este doble pensamiento con respecto al tema de los paraísos
fiscales, lo que nos demuestra por qué existen personas y gobiernos a favor de
su creación, mientras que otros pugnan por combatirlos o imponen sanciones o
mecanismos que traten de eliminar sus efectos.
Debemos ser capaces de entender que “ …los paraísos fiscales son como los
medicamentos. Con un tratamiento bien diagnosticado, éstas recetas
económicas proporcionan saludables ventajas tributarias. Pero un empleo
incorrecto, o cualquier tipo de abuso, termina por provocar gravísimos
trastornos con la Justicia” .3
Todos los marinos saben que cada puerto tiene sus especialidades. Igual
ocurre con los paraísos fiscales, los cuales son rara vez paraísos fiscales
en todos los aspectos” .4
• Factores generales.
• Factores particulares.
Sobre el tema se debe mencionar que estos factores no son tan fáciles de
explicar, quedando únicamente con informar que se resume en la siguiente frase:
“Este paraíso fiscal está hecho a su medida”.
a) Por un lado algunos Estados buscan numerar en una lista a los territorios o
**
Estados que deben ser considerados como paraísos fiscales , en algunos
lugares se le llama la famosa “ lista negra” , esta lista normalmente es cerrada, lo
que en técnica legislativa se denomina “numerus clausus”. Las listas elaboradas
de esta manera pueden tener limitaciones, ya que normalmente no están
incluidos todos los que son, ni son todos los que hay.
*
Al igual que en el Perú, en España existe el DNI o Documento Nacional de Identificación.
**
Se sugiere revisar la lista que forma parte anexa al presente artículo y que nombra a las
principales zonas del mundo que son consideradas “paraísos fiscales” o también llamadas
“zonas de baja o nula tributación”. En dicho cuadro se hace una comparación entre la lista de
los paraísos fiscales calificados por el Decreto Supremo Nº 045-2001-EF y una lista de los
paraísos fiscales existentes actualmente en el mundo.
Es común escuchar que los términos señalados en el título que antecede generan
el mismo efecto, menos ingresos recaudados para el fisco. Sin embargo existen
muchas diferencias que será necesario recordar para saber que esa afirmación
no es del todo cierta.
CONCLUSIONES:
1
Génesis 2,8-9. Santa Biblia. Biblioteca de Autores Cristianos. Trigésima tercera edición.
Madrid, 1976.
2
SERRANO ANTON, Ferrando. “Los Paraísos Fiscales y la Hacienda Pública Española”.
Artículo publicado en la página web:
http://www.asegurado.com/quorum_2_paraisos_fiscales_hacienda.html
3
IRAZUSTA, María y LOZANO, Antonio. “Hacienda pone nuevas trabas a los paraísos
fiscales”. Artículo aparecido en SU DINERO, Semanario de Economía Familiar, Consumo y
Empleo del Diario El Mundo de España. Nº 75 del 27.04.1997 y puede consultarse la página
web: http//www2.el-mundo.es/su-dinero/noticias/act-75-1.html
4
CHAMBOST, Edouard. Ob. Cit. Página 17.
5
CHAMBOST, Edouard. “ Los Paraísos Fiscales” . Página 42. Ediciones Pirámide. Primera
edición. Madrid, 1982
6
CHAMBOST, Edouard. Ob. Cit. Página 59.
7
IRAZUSTA, María y LOZANO, Antonio. Ob. Cit.
información complementaria 8
LAVADO DE ACTIVOS
Nota: véase además el artículo del Dr. Victor Prado Saldarriaga, “La Tipificación
del lavado de dinero en Latinoamérica: Modelos, Problemas y Alternativas
(lavado de $ IC )”
Las actividades que necesitan estas operaciones son aquellas que por su
modalidad trabajan con grandes sumas de dinero en efectivo, porque el simular
la realidad ofrece menos dificultades, ya que el núcleo consiste sencillamente en
declarar ingresos superiores a los realmente obtenidos.
En su primera parte, sustituye el capítulo XIII del título 11 del libro segundo del
Código Penal que pasa a denominarse “Encubrimiento y Lavado de Activos de
Origen Delictivo”, previendo expresamente este último delito en los arts.279 y 280.
No creo que tengan mucha injerencia en los pasos que arriba hemos perfilado
relacionados con el lavado de dinero. Si es un refugio seguro del que ya se
ha blanqueado y comienza a operar en el mercado legal, estimo sí que son
regímenes atractivos para quienes necesitan realizar maniobras destinadas a la
evasión tributaria principalmente. En inglés es “tax haven” su denominación, que
literalmente significa “refugio fiscal”.
(Footnotes)
1
Para un estudio comparado del estado actual de las legislaciones véase
Victor Prado Saldarriaga, “La Tipificación del lavado de dinero en Latinoamérica:
Modelos, Problemas y Alternativas lavado de $ IC ”
información complementaria
I. EVOLUCIÓN
Hasta 1984, la preocupación de las Naciones Unidas por la criminalización del lavado de dinero era aun
de carácter secundario. Es así, por ejemplo, que en el documento sobre “Estrategias y Políticas
Internacionales de Fiscalización de Drogas” de 1982, la ONU al debatir las alternativas para la reducción
del tráfico ilícito de drogas, se limitaba a sugerir como política complementaria: “Identificar
transacciones financieras vinculadas al tráfico ilícito de drogas y disponer que las s entencias
garanticen la pérdida, por los traficantes, de cualquier beneficio que hubieren obtenido. Se
deberán examinar otras medidas posibles para privar a los infractores del producto de sus delitos
“ Esto es, por aquel entonces, se asume únicamente como necesidad táctica la detección y
congelamiento de los activos derivados del narcotráfico, pero todavía no se decide calificar el manejo y
transformación de los mismos en conducta punible específica. De allí que las diferentes reuniones de
expertos en políticas internacionales contra el narcotráfico, que tienen lugar entre Octubre de 1983 y
Noviembre de 1984, se circunscriban también a proponer solamente medidas de fiscalización y
decomiso. Es más, al surgir en Diciembre de 1984 la iniciativa de elaboración de una nueva Convención
ONU para la represión del tráfico ilícito de drogas, a través de la Resolución 39/141 de la Asamblea
General, la Comisión de Estupefacientes en 1985 hizo público un primer P “ royecto de Convención
contra el Narcotráfico ”, el cual no considera entre las conductas criminalizables al lavado de dinero.
Sin embargo, un año después, ya en junio de 1986, al publicarse un nuevo “Proyecto de Convención
contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas”, la Com isión de
Estupefacientes de la ONU propone que el lavado de dinero pase a ser considerado como un
delito autónomo . En tal sentido, el artículo 2 de dicho proyecto precisaba que las Partes deberán
adoptar las medidas necesarias para definir como delitos graves en su legislación penal: “c) La
adquisición , posesión, transferencia o blanqueo del producto derivado del tráfico ilícito o
utilizado en ese tráfico ”.
A partir, pues, de esta decisión, el lavado de dinero comienza a ser evaluado como una conducta que
puede posibilitar mejores opciones para el control del narcotráfico. Razón por la cual el “Plan Amplio y
Multidisciplinario de Actividades Futuras en Materia de Fiscalización del Uso Indebido en Materia
de Drogas” , aprobado 1987 por las Naciones Unidas, consideró como uno de sus objetivos esenciales,
la adecuación de las normas penales para una mayor eficacia, y dentro de las “medidas sugeridas” a
cada Estado proponga la necesidad de definir como delito: “La adquisición, posesión temporal,
transfere ncia o blanqueo del producto o los instrumentos derivados del tráfico ilícito utilizados en
ese tráfico” . Asimismo, dicho documento estratégico definió de modo detallado un importante conjunto
de medidas destinadas a la prevención y detección de los actos de lavado de dinero. Para lo cual se
recomendaban, entre otras medidas, las siguientes:
“Las asociaciones bancarias, las sociedades de inversión y otras instituciones análogas deben
elaborar códigos de conducta por los que sus propios miembros se comp rometan a ayudar a las
autoridades a detectar las ganancias derivadas de las actividades del tráfico ilícito. Con sujeción
al respeto de los principios fundamentales de la legislación nacional, en la legislación podrían
preverse multas u otras penas para el personal o los directores de esas empresas que hayan
participado –o facilitado - con conocimiento de causa en planes para ocultar información relativa a
tales transacciones.
1
Con sujeción a las limitaciones que imponga el sistema constitucional, jurídic o y administrativo, el
ministerio competente tal vez desee efectuar o encargar una investigación sobre los niveles de
ingreso de las personas de quienes se sospecha que han servido de canales de suministro, a fin
de detectar las fuentes de oferta ilícita d e drogas y reducirla. Conviene orientar a los
investigadores para que busquen pruebas en los registros de las autoridades fiscales, de los
órganos encargados de conceder licencias para vehículos automotores, en el catastro de la
inmobiliaria y el registr o público de empresas, así como en cualquier registro estadístico o
financiero accesible que puede revelar desequilibrio entre el ingreso declarado y un nivel de
gastos ostentoso .
Gran parte de estas sugerencias fueron, luego, asimiladas por la “Conve nción de las Naciones
Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas” , que se aprobó en el
marco de la Conferencia ONU celebrada en Viena entre el 25 de noviembre al 20 de diciembre del 1988.
La Convención de Viena avala, pues, la alternativa criminalizadora del lavado de dinero como medida
efectiva para agotar la operatividad del narcotráfico, a través e la detección e intervención de sus bienes
y capitales, lo que traería consigo la inmovilización económica y financiera de las organizaciones
dedicadas al tráfico ilícito. En consecuencia, la Convención en los incisos b y c del artículo 3 obliga a las
Partes a tipificar los siguientes delitos:
Como bien apunta Díez Ripollés la Convención de Viena consagra, pues, al lavado de dinero, como un
delito independiente y asimilable a través de sus formas de realización a una v“ ariedad singular de
receptación ”(José Luis Díez Ripollés. Los delitos relativos a drogas tóxicas, estupefacientes y
sustancias psicotrópicas. Ed. Tecnos. Madrid, 1989, p. 18). De otro lado, la amplitud de conductas
susceptibles de considerarse derivadas o conexas con los ingresos del tráfico ilícito de drogas
permitirían, como sostiene Saavedra Rojas, que en lo sucesivo “el dinero proveniente del narcotráfico
que se invierta en una industria o en un comercio lícito, los bienes derivados de la actividad ilícita
y como tales deben ser entendidos como producto y de acuerdo a lo pactado internacionalmente,
serían susceptibles de ser decomisados.” (Edgar Saavedra Rojas. La Política Criminal del
Narcotráfico como consecuencia de la Convención de Viena de 1988. Conferencia. Abril 1989.
Transcripción, p. 28).
La incorporación de los actos de lavado de dinero en el Derecho Penal interno de los países
latinoamericanos fue el resultado de un proceso paulatino y que se originó a partir de 1989. Como ya se
mencionó entre las obligaciones contraídas por los Estados que suscribieron la Convención de las
Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Drogas Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, figuraba,
Los primeros países que introdujeron en su legislación un tipo penal sobre lavado de dinero fueron
Argentina (1989) y Ecuador (1990). Luego en la primera mitad de la década del 90 lo hicieron otros
países Perú (1991), Chile (1993) y Colombia (1995). Los demás países del hemisferio, en cambio,
recién legislan sobre el delito que nos ocupa en las postrimerías del siglo pasado. Ese fue el caso entre
otros de México (1996), Bolivia (1997), Brasil (1998), , Cuba (1999) y Uruguay (1998).
A la fecha, pues, la experiencia legislativa latinoamericana es, por tanto, menos rica en desarrollos y
problemas aplicativos que la que ya se ha adquirido en los Estados Unidos de Norteamérica donde los
precedentes legislativos se remontan a 1956, aunque el delito de lavado de dinero recién es reprimido
como tal en 1986, a través de la Ley de Control al Lavado de dinero (Money Laundering Control Act of
1996). Ahora bien, los únicos antecedentes latinos de tipificación y sanción de del lavado de dinero,
anteriores a la Convención de Viena, los encontramos en el Código Federal de México y en la Ley 23
panameña de 1986.
El primer modelo de tipificación de los actos de lavado de dinero que se detecta en la Región, recoge la
influencia de las propuestas de la Convención de Viena. Por esa razón los tipos penales que se elaboran
sólo relacionan tales actos con los bienes y capitales producidos por el tráfico ilícito de drogas. Cabe
destacar, también, que en esta etapa se hace frecuente incluir los tipos penales sobre lavado de activos
en leyes especiales o complementarias, pero fuera de los Códigos Penales.
Asimismo, en esta primera etapa, el contenido de las hipótesis típicas solo se relacionan con actos de
conversión, transferencia, ocultamiento y tenencia. Los ilícitos se construyen exclusivamente como
delitos dolosos, aunque se admite en algunas legislaciones, como la argentina y peruana, el dolo
eventual.
Una tercera modalidad de tipificación que hemos encontrado es más reciente y busca asimilar los
actos de lavado a las formas de receptación patrimonial o encubrimiento real. También, en esta fase se
van a incorporar nuevas hipótesis delictivas autónomas, para sancionar los actos de “omisión de
reporte de transa cciones financieras sospechosas” . Es de mencionar que a diferencia de lo ocurrido
en Europa, los legisladores latinoamericanos no se deciden a criminalizar actos de lavado culposos. Es
más, la voluntad legislativa que al respecto desarrolló la reforma argentina del 2000 fue rápidamente
neutralizada al dejarse sin efecto tal posibilidad.
En cuanto a la ubicación sistemática de los delitos de lavado, éstos han transitado desde una
dependencia absoluta al sistema del tráfico ilícito de drogas hasta ubicarse últimamente como sistema
delictivo autónomo o vinculado a los delitos contra la administración de justicia como ha ocurrido en
Colombia y Uruguay.
Sin embargo, es la penalidad que se ha conminado para tales delitos, la que expresa en nuestra
Región, con mayor nitidez, la evolución paulatina y dispersa del proceso de criminalización primaria del
lavado de dinero. En este nivel algunos países exageraron la punición de tales actos, al extremo que en
Ahora bien, la actual configuración típica del lavado de dinero en sus diferentes modalidades ha
generado varios problemas al momento de su interpretación judicial. En lo esencial, el problema mayor
se ha materializado en la exigencia probatoria que deriva de vincular los actos de lavado con el producto
de un delito concreto. Esto es, la dependencia probatoria de los actos de lavado de la prueba, a su vez,
del delito del cual proceden los capitales a l vados. Con esta actitud judicial, la pretendida autonomía
normativa y dogmática del delito de lavado de dinero, ha sido considerablemente relativizada. Es más,
un desarrollo jurisprudencial minoritario ha planteado incluso la necesidad de una condena por el
delito fuente para poder condenar luego por lavado.
Esta dificultad sin embargo, no obedece exclusivamente a una actitud formalista o reaccionaria de las
instancias jurisprudenciales, y tampoco podría afirmarse categóricamente que esa línea de
interpretación, responde a un atávico interés del órgano jurisdiccional por desconocer la pertinencia y
validez de la prueba indiciaria en la investigación y juzgamiento de delitos de lavado de activos.
Ni lo uno ni lo otro. La exigencia judicial y que anula la independencia probatoria de los actos de lavado
es consecuencia de la técnica legislativa empleada para tipificar el delito. Efectivamente, ha sido el
legislador quien en la redacción de los elementos objetivos del tipo ha “ligado” la procedencia de los
bienes lavados con un delito previo que los ha generado de modo original o derivado.
MODELO I
“El que intervienen en la inversión, venta, pignoración, transferencia o posesión de las ganancias, cos as
o bienes provenientes de aquellos o del beneficio económico obtenido del tráfico Ilícito de drogas,
siempre que el agente hubiere conocido ese origen o lo hubiere sospechado” (Código Penal Peruano,
Art. 296 A).
MODELO II
“Será reprimido con prisión de dos a diez años y multa de dos a diez veces el monto de la operación el
que convirtiere, transfiere, administrare, vendiere, gravare o aplicare de cualquier otro modo dinero u
otra clase de bienes provenientes de un delito en el que no hubiere participad o, con la
consecuencia posible de que los bienes originados o los subrogantes adquieran la apariencia de un
origen lícito y siempre que su valor supere la suma de cincuenta mil pesos( S/. 50.000), sea en un acto o
por la reiteración de hechos diversos vinculados entre sí” (Código Penal Argentino, Art. 278).
MODELO III
“El que convierta o transfiera bienes, productos o instrumentos que procedan de cualquiera de los
delitos tipificados por la presente ley o delitos conexos será castigados con pena de 20 meses de
prisión a diez años de penitenciaría” (Decreto Ley, 14294 del Uruguay, Art. 54).
Pena: Reclusión de tres a diez años y multa.” (Ley No. 9613 Brasileña, Art. I).
En todos estos textos legales no queda duda que procesalmente parte del thema probandum es la
fuente delictiva del delito. Y no como mero conocimiento sino como componente objetivo de la
conducta.
Cabe anotar que esta técnica legislativa no sólo se ha presentado en los momentos iniciales de la
criminalización del lavado de dinero en el derecho latinoamericano, lo cual, tal vez podría explicarse por
la inexperiencia del legislador, que, las mas de las veces, se limitó a reproducir el modelo estatuido por la
Convención de Viena o la versión original del Reglamento Modelo de 1992. No, en la actualidad los
nuevos tipos penales que se vienen elaborando en la Región siguen reproduciéndola. Ello se aprecia,
por ejemplo, en el artículo 323 del Código Penal de Colombia del 2000 y en la Ley 17,343 de Uruguay de
junio del 2001 “Lavado de Activos, el que adquiera, resguarde, invierta, transporte, transforme, custodie
o administre bienes que tengan su origen mediato o inmediato en actividades de extorsión,
enriquecimiento ilícito, secuestro extorsivo, rebelión, tráfico de armas, delitos contra el sistema
financiero, la administración pública o vinculados con el producto de los deli tos objeto de un
concierto para delinquir, relacionadas con el tráfico de drogas tóxicas, estupefacientes o
sustancias psicotrópicas , o les dé a los bienes provenientes de dichas actividades apariencia de
legalidad o los legalice, oculte o encubra la verdadera naturaleza, origen, ubicación, destino, movimiento
o derechos sobre tales bienes, o realice cualquier otro acto para ocultar o encubrir su origen ilícito
incurrirá, por esa sola conducta, en prisión de seis (6) a quince (15) años y multa de quinientosj (500) a
cincuenta mil (50,000) salarios mínimos legales mensuales vigentes” (Ley 599 del 2000 de Colombia,
Artículo 323). .
“Los delitos tipificados en los artículos 54 y 57 de la presente ley se aplicaran también cuando su objeto
material sean los bi enes, productos o instrumentos provenientes de delitos tipificados por nuestra
legislación vinculados a las siguientes actividades: Terrorismo; contrabando superior a US$
20,000 (Veinte Mil dólares de los Estados Unidos de América); tráfico ilícito de arma s, explosivos,
municiones o material destinado a su producción; tráfico ilícito de órganos, tejidos,
medicamentos, tráfico ilícito de hombres, mujeres o niños; extorsión; secuestro; proxenetismo;
tráfico ilícito de sustancias nucleares; tráfico ilícito de obras de arte, animales o materiales
tóxicos” ( Ley 17,343 del Uruguay, Artículo Unico).
El costo de este deficiente técnica legislativa es un escaso número de condenas por actos de lavado de
activo.
De inicio debemos destacar que la autonomía del delito de lavado de dinero no es un problema
exclusivamente dogmático, político-criminal o sistemático. Es ante todo un problema de técnica
“Se impondrá de cinco a quince años de prisión y de mil a cinco mil días-multa al que por sí o por
interposita persona realice cualquiera de las siguientes conductas: Adquiera, enajene, administre,
custodie, cambie, deposite, de en garantía, invierta, transporte o transfiera, dentro del territorio nacional,
de este hacia el extranjero o a la inversa, recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, con
conocimiento de que procede o representa el producto de una actividad ilícita, con algunos de los
siguientes propósitos: Ocultar o pretender ocultar, encubrir o impedir conocer el origen, localización,
destino o propiedad de dichos recursos, derechos o bienes o alentar alguna actividad ilícita” (Código
Penal Mejicano, Art. 400 BIS). Aunque el párrafo 6º de dicho dispositivo vuelve a vincular a los bienes
como procedentes de un delito.
Para superar las dificultades mencionadas nosotros sugerimos una nueva estructura de tipificación y que
gira en base a lo siguiente:
En un plano procesal la construcción de una tipificación que observe tales requerimientos, debe estar
fortalecida por una actitud jurisdiccional de búsqueda de la prueba indiciaria en función de las exigencias
del tipo subjetivo (conocimiento de la ilicitud de los bienes y capitales).
Por consiguiente, pues, y para concluir proponemos el siguiente modelo de tipificación. El cual
presentamos como alternativas de modificación al Reglamento Modelo de la CICAD-OEA.
Es de señalar que este esquema en una primera elaboración que ya fue sustentado en la XIV Reunión
del Grupo de Expertos para el Control del Lavado de Activos de la CICAD -OEA realizada en Lima
el pasado mes de julio. Esta propuesta, por lo demás, ha quedado como tema de discusión para la
agenda de la próxima reunión del Grupo de Expertos que tendrá lugar el año 2000 en la ciudad de
México.
1) Comete delito penal, la persona que convierta o transfiera bienes a sabiendas, debiendo
saber o con ignorancia intencional de su origen ilícito.
2) Comete delito penal, la persona que adquiera, posea, tenga, utilice o administre bienes a
sabiendas, debiendo saber o con ignorancia intencional de su origen ilícito.
3) Comete delito penal, la persona que oculte o disimule la procedencia de bienes a sabiendas,
debiendo saber o con ignorancia intencional de su origen ilícito.
4) El conocimiento, la intención o finalidad requeridos como elemento subjetivos de los delitos
previstos en este articulo podrán inferirse de los indicios concurrentes en cada caso.”
Material básico
Material complementario
LIBROS:
BARATTA, Alessandro: Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal. Ed. Siglo
XXI, 1986.
NÚÑEZ, Ricardo C.: Manual de Derecho Penal. Parte General. Córdoba, Editorial
Marcos Lerner, 1999.
CREUS, Carlos: Derecho Penal. Parte General. Buenos Aires, Editorial Astrea,
1992, 3ª ed. (hay posteriores).
ARTÍCULOS:
PÁGINAS WEB:
www.unifr.ch/derechopenal/
m2 | actividad 1
05 Nº 078009
ORIGINAL Y TRIPLICADO para la Administración Federal
DUPLICADO para el Contribuyente
F. 8400/L
En la ciudad de Córdoba a los 5 (cinco) días del mes de mayo de 2003, siendo
las 10 hs. los funcionarios de la Administración Federal de Ingregos Públicos-
Dirección General Impositiva Sres. Bon Rubén y Weis Pedro se constituyen en Av.
Colón 1.500 de esta ciudad, a los fines de realizar un Control de Transporte de
Mercadería, en forma conjunta con funcionarios de la Policía de la Provincia de
Córdoba, Sres. Raúl Pérez y Ricardo Rey quienes proceden a detener un furgón
marca Chevrolet, Dominio XYZ 849, perteneciente a Júpiter S.R.L. conducido
por el Sr. Juan Gómez, quien se identifica con D.N.I. 15.345.799, con
domicilio en Belgrano 550, Córdoba en su carácter de transportista, según
su manifestación verbal quien transporta mercadería perteneciente El Juguete
S.A., CUIT Nº 30-94569101-1, con domicilio en 24 de Setiembre 890, de
esta ciudad. Seguidamente, los actuantes proceden a labrar la presente acta
de comprobación, conforme a las previsiones del artículo 33 a 36 de la Ley
Nº 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones), dejando constancia de que
transportaba sin factura un juguete, muñeca chica, se deja constancia que
la mercadería es transportada con fines comerciales hechos que configuran
infracción a la Resolución General (AFIP) 1415/03 y sus modificaciones y
complementarias y constituye “prima facie”, la causal prevista por el inciso c)
del art. 40 de la ley 11.683 (t.o. en 1998) para la aplicación de las sanciones
establecidas en dicho artículo. Todo ello se prueba con lo constatado por los
actuantes: “Planilla de Control de Transporte de Mercadería” y lo constatado
visualmente por los funcionarios elementos que son firmados como parte
005 Nº 0201679
Sírvase citar
En la ciudad de Córdoba a los 7 días del mes de mayo de 2003, siendo las 13
hs., los funcionarios de la AFIP-Dirección General Impositiva Bon Rubén y Weis
Pedro, se constituyen en el domicilio sito en 24 de Setiembre 890, de esta ciudad
perteneciente al contribuyente EL JUGUETE S.A. siendo atendidos por el Sr. Omar
Ríos en su carácter de Presidente quien se identifica con D.N.I. 14.655.000. Acto
seguido los actuantes proceden a notificar a EL JUGUETE S.A. que de acuerdo
a lo previsto por el artículo 41 de la Ley 11.683 (t.o. 1998 y sus modif.), se lo
cita para la audiencia de descargo establecida por esta norma para el día 19 de
mayo de 2003, a las 8 hs. en la División Jurídica de la Región Córdoba de la AFIP-
Dirección General Impositiva, sita en Av. Colón Nº 748/760, Primer Piso de esta
ciudad. La presente notificación se realiza en virtud de lo establecido en el art. 100
de la Ley 11.683 (t.o. 1998 y sus modificaciones). En este acto se hace entrega
al Sr. Omar Ríos de copia del acta de constatación 005 Nº 078009 de fecha 5 de
mayo de 2003 y una copia de la presente notificación. No siendo para más, a las
13:10 hs. y leída la presente se invita al Sr. Omar Ríos a suscribirla, quien lo hace
de conformidad, se firman tres ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto.
A 3
asistente académico 1
En este caso estamos ante una infracción formal específica, sancionada con
multa y clausura administrativa. Para realizar la actividad práctica, deberá leer
en forma completa las Actas labradas y ver si se han cumplimentado todos los
requisitos exigidos por el art. 41 de la Ley 11.683 (t.o. 1998 y sus modificaciones),
y si los hechos se encuentran tipificados en la conducta que establece el art. 40
de la Ley 11.683 (t.o. 1998 y sus modificaciones).
En materia de facturación del Impuesto al Valor Agregado, debe tener en cuenta
que actualmente rige la Resolución General (AFIP) 1415/03 que reemplazó a la
Resolución General (DGI) 3419/91.
m2 |actividad 1 | AA
asistente académico 2
Un caso similar llegó ante la justicia, “El Mundo del Juguete S.A.”. Fue
absuelto de culpa y cargo por cuanto: por un descuido de quien transportaba
la mercadería –persona que era ajena a la sociedad– se había olvidado la
documentación de la mercadería (un juguete casa garden gimnasio chico) en
el depósito central de la sociedad, tal como se probó con las declaraciones
testimoniales del encargado del depósito general de “El Mundo del Juguete
S.A.” y del encargado de la sucursal destinataria de la mercadería cuestionada.
“El Mundo del Juguete S.A. s/ Inf. Ley 11.683”, Cámara Nacional de Apelaciones
en los Penal Económico, Sala B, 3 de febrero de 2000, Revista Impuestos
2000-A, 732 – LEXCO FISCAL LA LEY.
m2 |actividad 1 | AA
asistente académico 3
- En el supuesto caso de que existiere algún vicio, ¿por qué vía procesal
debiera plantearse su defensa y en qué oportunidad?
información complementaria
Modelo de Presentación
Sres.
AFIP-Dirección General Impositiva
División Jurídica
Agencia Sede Córdoba Nro. 1
S/D
Firma y aclaración
m2 | actividad 2
CONSIDERANDO:
Que debidamente citada la responsable compareció a la audiencia
designada donde formuló su descargo y ofreció prueba.
Que en su defensa expresa una serie de argumentos que no son
trasnscriptos en honor a la brevedad.
Que a fin de juzgar en definitiva sobre el fondo de la cuestión bajo análisis,
deberán valorarse los elementos probatorios obrantes en las presentes actuaciones y
contraponerlos con las afirmaciones vertidas por cada una de las partes.
Que considerando detalladamente las constancias de autos, puede
relacionarse que los Inspectores el día 5 de mayo de 2003 constatan en la vía
pública la comisión de una infracción a las normas vigentes.
Que en virtud del procedimiento realizado se labró el Acta de Constatación
obrante a fs. 1, la cual detalla en forma acabada y circunstanciada, conductas
contrarias a las normas legales y reglamentarias vigentes respecto del transporte
de mercadería con respaldo documental, de la cual toman conocimiento directo
los Inspectores actuantes a través de la verificación personal efectuada sobre la
documentación e información que les aportó el conductor del vehículo.
Que en este punto debe destacarse que la pretensión fiscal punitiva se
sustenta en la extensión de un Acta de Comprobación que reviste carácter de
Instrumento Público (art. 979, inc. 2º y 993 Código Civil) y que, en cuanto tal,
participa de los caracteres distintivos de esta clase de documentos, entre los
cuales se destaca la presunción de veracidad que se cierne sobre su contenido.
Que en consecuencia, la pretensión absolutoria de la imputada sólo puede
descansar en una actividad probatoria que controvierta eficazmente todos los
términos de la imputación formulada.
Que en lo que respecta a la defensa planteada, la responsable realiza
una serie de argumentaciones las cuales no alcanzan a desvirtuar la conducta
omisiva que se le enrostra.
Que la conducta que se le imputa es contraria a las normas legales y
reglamentarias vigentes en materia de facturación, toda vez que el art. 40 de
la ley 11.683, t.o. en 1998 en su inc. c) expresamente determina que quienes
“Encarguen o transporten comercialmente mercaderías, aunque no sean de su
propiedad, sin respaldo documental que exige la ADMINISTRACION FEDERAL DE
INGRESOS PÚBLICOS”.
Que son las propias normas legales y reglamentarias vigentes en la materia
las que determinan en forma expresa la sanción a aplicar en casos como el que nos
ocupa, sanción que se encuentra especificada en el citado art. 40.
Que conforme lo expuesto, el instrumento público en cuestión goza en
esta instancia de la presunción de veracidad o plena fe que el ordenamiento
jurídico reconoce a favor de su contenido.
Que respecto a la mención por parte de la sumariada de fallos que
sostendrían su posición, deberá considerarse que de acuerdo a los principios
que rigen nuestro sistema jurídico, las resoluciones judiciales producen sus
A.F.I.P.
Ministerio de Economía
Administración Federal
de Ingresos Públicos
ARTÍCULO 1º: Disponer la clausura por cuatro (4) días del establecimiento sito
en calle 24 de Setiembre 890, Córdoba, perteneciente a “EL JUGUETE S.A.”, por
infracción al art. 40 inc. c) de la ley 11.683, t.o. en 1998, en las condiciones y con
las prevenciones establecidas por los artículos siguientes.
ARTÍCULO 2º: Aplicarle a “EL JUGUETE S.A.” una multa de PESOS DOS MIL,
conforme lo dispuesto por el primer párrafo del art. 40 de la ley 11683, t.o. en
1998.
ARTÍCULO 3º: Intimarle para que en el término de quince (15) días hábiles de
notificada la presente ingrese el monto expresado a la orden de la Dirección
General Impositiva mediante depósito en la entidad bancaria donde corresponda
dar cumplimiento a sus obligaciones fiscales, conforme las normas vigentes en
la materia, bajo apercibimiento de cobro por vía de ejecución fiscal.
ARTÍCULO 4º: Hacerle saber al contribuyente que una vez realizado el depósito
indicado en el artículo 3º de la presente, deberá comunicarlo de inmediato e
indefectiblemente a la Agencia Sede que corresponda de acuerdo a su domicilio
fiscal, mediante el Formulario correspondiente.
información complementaria
Alberto Tarsitano
1_ Reflexiones preliminares
¿Qué debería esperarse de una ley que viene a reemplazar a otra, varios años
después? En primer lugar, la coincidencia entre la política criminal Incorporarla
con los estándares jurídicos y morales de la sociedad. En segundo lugar, la
asimilación normativa de la experiencia adquirida para superar los conflictos
generados por la ley derogada en beneficio de una tipicidad bien determinada
que confiera seguridad jurídica. En última Instancia, mucho sentido común en
la fijación de las penas y algo de ciencia para compatibilizar los procesos
administrativos y penales, tarea esta ultima harto compleja.
Corno es sabido, existen dos posturas doctrinarlas sobre el bien Jurídico norma
PENAS
Existe consenso en que la pena de prisión debe reservarse para las formas
agravadas de defraudación fiscal: para el resto es suficiente la pena pecuniaria,
que bastante severidad posee en nuestro ordenamiento procesal las multas se
gradúan entre dos y diez veces el importe defraudado. El índice revelador de la
gravedad del ilícito adoptado por la ley fue el monto defraudado.
Sobre la base de esta premisa, la ley coloco en su orbita a las evasiones
superiores a $100.000
$1.500.000 ( tributos genéricos) o $ 20.000(
$200.000 recursos de la seguridad
social), o a las retenciones fraudulentas por encima de $10.000 $2.000.000 o $ 5.000.
$400.000
Por otra parte, la aspiración en transformar en prisión efectiva las instancias del
proceso o la condena, se plasmo concretamente en la figura de la defraudación
agravada.
TIPOS DE PELIGRO
La ley ha sido más prolija en la estructuración de los tipos delictivos. Con buen
tino, y tal como lo reclamaba la doctrina, ha eliminado la figura autónoma
de peligro que traía el anterior art. 1 , y su barroca definición. Las conductas
allí descriptas serán consideradas, con el nuevo texto, bajo las reglas de la
tentativa.
Se mantienen dos tipos de peligro, que son la obtención de certificación o
autorización para gozar de beneficios fiscales (art. 40) (12) y la alteración
de registros o soportes documentales o informáticos (art. 12) (“). los cuales
constituyen delitos autónomos, sin perjuicio de que sean medios para la comisión
posterior de los otros delitos de resultado, dentro de los cuales eventualmente
quedaran subsumidos. Más adelante volveremos sobre ellos.
Esta circunstancia agravante tiene su fuente en el art. 305 del código penal
español, aunque allí solo se la emplea como condición para graduar la pena en
su mitad superior. El código penal francés también la contempla en el art. 2513.
La figura persigue el castigo de quien simula la condición de obligado tributario,
que se coloca en otro para ocultar al verdadero titular de la capacidad
contributiva.
Tenemos algunos temores sobre la forma de considerar esta condición del
agravamiento, porque para que la utilización de la persona interpuesta sea
punible debe constituir un medio ardidoso o engañoso para cometer el fraude;
en otras palabras, carecer de todo contenido y servir exclusivamente como
instrumento de la evasión. Aún así, determinar cuando la interposición es ficticia
y cuando no puede representar una dificultad evidente, como lo demuestra la
controversia que el punto ha suscitado en la doctrina europea (21).
Se sigue de lo expuesto que no siempre la persona interpuesta proporciona
un fundamento para la penalización, porque dicha interposición puede estar al
servicio de un vínculo real, efectivo, en suma querido por las partes contratantes
y que produce todos los efectos jurídicos, aunque sea de manera provisional.
La cuestión nos introduce en uno de los temas más espinosos en materia penal
tributaria: la utilización del negocio jurídico indirecto, categoría que referida
al ámbito subjetivo traza una línea difusa entre la interposición de persona
ficticia (simulación) e interposición real. Señala al respecto ROSEMBUJ: La
interposición ficticia ratificaría el abuso de forma jurídica, mediante simulación
relativa de la persona, haciendo concluyente la intencionalidad fraudulenta de la
actuación. Por el contrario, en la interposición real de persona no hay simulación
alguna, sea en el caso de representación indirecta o negocio fiduciario, el
intermediario es un verdadero contratante en el negocio jurídico, el cual, en vez
de desenvolverse entre partes, se desenvuelve entre personas (22).
El tema nos ocupa y preocupa porque en el campo tributario puede existir
un abanico de comportamientos que comprende desde conductas totalmente
ilícitas que nacen de la economía de opción (elegir la forma jurídica con menor
incidencia de los impuestos), hasta el abuso del derecho como medio de
provocar error en el fisco. Entre estos dos extremos conviven una gama de
grises donde puede ser fuerte la tentación del ente recaudador de atribuir
erróneamente a ciertas conductas consecuencias penales. Meramente a título
de ejemplo m prevenimos sobre la inercia que lleva a confundir la aplicación del
criterio de la realidad económica, que autoriza el art. 11 de la L. 11.683 para el
tratamiento impositivo de la situación de un contribuyente, con la defraudación
fiscal. Esta peligrosa tendencia puede llegar a denunciar como defraudación
fiscal a conductas alejadas del tipo, que se ofrecen a la vista del fisco y que
solo deberían merecer por parte de éste una distinta interpretación sobre el
Con todo, y si bien por la ley todos los delitos requieren del dolo, y en relación
a las retenciones indebidas es pacifica la doctrina de la Corte sosteniendo que
no basta la mera comprobación de la situación objetiva en que se encuentra
el agente de retención, sino que es menester la concurrencia del elemento
subjetivo(Fallos 303-1548 ( df xxxi, 952) ), hubiera sido preferible incorporar
expresamente al tipo la necesidad de que la retención resulte fraudulenta. La
omisión de la mención puede llegar a reeditar cierta materialidad objetiva,
transcurridos diez días desde la retención, y con ello provocar la inversión de
la carga de la prueba ante denuncias que pueden gatillarse automáticamente a
partir de este hecho.
En cambio, constituye un acierto la eliminación de la presunción de une
sobre la procedencia de la retención cuando ella estuviere contabilizada, lo cual
había merecido el repudio de la doctrina y el rechazo de la jurisprudencia por
resultar una ficción ajena a la realidad de la conducta.
Como antes dijimos, el delito asume una condición subjetiva, que es
la calidad de agente de retención o percepción, y ello requiere, desde nuestra
visión, un doble carácter: de un lado que así haya sido declarada por la
norma respectiva ( admitiéndose, creemos, los reglamentos que por delegación
legislativa atribuyan dicho carácter a un sujeto); de otro, que la función se
cumpla efectivamente desde el punto de vista material.
Respecto de la calidad del sujeto punible, no debe confundirse la figura
del agente de percepción con la función que desempeñan los sujetos pasivos(
obligados al pago) en los impuestos indirectos al consumo, donde la función
material puede ser similar pero no lo es el régimen jurídico, que corresponde al
responsable por la deuda propia.
De la misma manera, en los casos en que la retención reviste el carácter
de pago único y definitivo, como la que se realiza sobre los pagos a sujetos no
residentes, el carácter del agente pagador es el de un verdadero contribuyente
sustituto, quien además las mas de las veces toma a su cargo el impuesto debido
por el beneficiario. En este caso la verdadera sustancia debería prevalecer para
asistente académico 1
Antes de que llegue su cliente al Estudio Jurídico, deberá saber cuál es la vía
recursiva contra esta resolución. Para esto, deberá leer los artículos 77 y 78
de la Ley 11683, donde encontrará la respuesta. Se sugiere, también, leer la
Unidad 11, Proceso penal y procedimiento administrativo para aplicar penas y
sanciones, Punto c).
m2 |actividad 2 | AA
asistente académico 2
m2 |actividad 2 | AA
asistente académico 3
m2 | actividad 2 | AA3 | IC
información complementaria
- ¿Qué relevancia tiene para este proceso penal el hecho de que la deuda
tributaria esté siendo discutida por ante el Tribunal Fiscal de la Nación?
De los procedimientos administrativo y penal IC 2
m2 |actividad 3 | IC
información complementaria 1
La Elusión Tributaria
Juan Carlos Bonzon Rafart
1. Introducción
Asimismo, las leyes tributarias toman muchas veces esos instrumentos y/o las
relaciones jurídicas que los subyacen, como hechos imponibles generadores de
obligaciones impositivas.
Las formas instrumentales elegidas por las personas para regular sus relaciones
jurídicas, no deben ser necesariamente observadas y tenidas en cuenta por
el fisco de igual manera, ya que éste, basado en el principio de la realidad
La doctrina llamada en nuestro medio “de la penetración”, por la idea que refleja
al intentar penetrar el ropaje jurídico que oculta la verdadera realidad de los
hechos, no es exclusiva de la materia tributaria, sino que, quizás con mayor
énfasis, fue aplicada en materia de sociedades comerciales. Los casos más
notorios en materia tributaria son: “Refinerías de Maíz” (S.C.J.N., 10-7-64, Fallos:
259-141); “Parke Davis” (S.C.J.N. 31-7-73, Fallos: 286-99); “Mellor Goodwin”
(S.C.J.N. 18-10-73, L.L. 152-341 y E.D. 51-341) y “Ford Motor Argentina”(S.C.J.N.,
2-5-74, L.L. 155-163).
Considero un grave error comenzar el análisis crítico del concepto de tal manera.
Es precisamente al revés: se puede eludir un tributo de dos maneras: 1) de
forma lícita (tax-avoidance) y 2) de forma ilícita (tax-evasion). Es por ello que
debe deducirse necesariamente que es la evasión la especie y la elusión el
género.
El otro maestro argentino (Dr. Jarach) hace mucho tiempo (1969), con una
claridad meridiana de conceptos enseñaba refiriéndose al artículo 13 de la ley
11.683 T.O. 1947 (hoy art. 2º del T.O. 1998); “Este artículo parece referirse a la
interpretación del hecho imponible y no a la de la ley tributaria. Sin embargo,
desentrañar el significado de los hechos imponibles es, precisamente, el fin de la
interpretación de la ley fiscal12. También más recientemente (1983): “considerar
la elusión tributaria como un caso de aplicación de la consideración económica,
en virtud de la cual en los hechos imponibles creados por la voluntad negocial
de los particulares, es decisiva la intención empírica y no la intención jurídica.
Por consiguiente, la elección que las partes pueden buscar respecto del régimen
fiscal al que quieren someter sus operaciones económicas, es irrelevante,
puesto que lo que interesa para la aplicación del impuesto, es la operación
económica que se ha realizado y no las formas. Ello establece también una
Son distintas las soluciones dadas por la doctrina al problema del concurso de
normas penales e infraccionales tributarias.
Algunos autores se inclinan por aplicar los principios del concurso ideal, según
los cuales corresponde solamente aplicar la pena por el delito, conforme lo
dispuesto por los artículos 4º y 54 del Código Penal. No comulgo con tal teoría,
por los motivos que desarrollaré ut-supra.
Por último y para abocarme al tema del concurso ideal y su aplicación errónea
para solucionar el tema de superposición de normas planteado, cabe hacer notar
que también descarto por completo la teoría de algunos autores que buscan
la armonización en la forma de culpabilidad17. Como sostuve en numerosos
artículos, ambas figuras, tanto la delictual como la infraccional, requieren el
elemento doloso para su configuración, debiéndose buscar su armonización en
la magnitud de la acción ilícita desarrollada por el sujeto activo y el correlativo
esfuerzo controlador desplegado por el Fisco para detectarla18.
Considero que la solución debe darse aplicando la teoría del llamado concurso
“aparente o impropio”, que a diferencia del concurso ideal, excluye una de las
normas en litigio, en base a la aplicación de los principios de especialidad,
consunción y/o subsidiaridad.
Según el maestro Soler, la relación de especialidad es tal vez “la que reviste
mayor trascendencia, por ser esa la que da lugar a los casos en los cuales
la aplicación de las normas del concurso ideal, art. 54 debe considerarse
expresamente errada, pues la especialidad, a veces, lleva a la aplicación de la
pena menor y, en cambio, cuando un hecho cae bajo más de una sanción penal,
debe aplicarse la que fija pena mayor”.
Estos preclaros conceptos trasladados al caso que nos ocupa, hace necesario
determinar cuál de las dos normas en litigio es la principal y por ende cuál el tipo
específico.
Los hechos fueron los siguientes: La D.G.I., en base a la aplicación del principio
interpretativo del art. 12 de la ley 11.683, denunció a la firma Clemente Lococo
S.A. por considerarla incursa en el ilícito previsto en el art. 2º inc. a de la ley
23.771, por haber omitido el pago del impuesto al valor agregado al suscribir
varios contratos de constitución de sociedades, cuyos objetos se adecuaban
mejor a la figura del contrato de locación.
Cabe hacer notar que este último contrato está gravado por el I.V.A., a diferencia
de los primeros que se encuentran exentos de tal tributo.
Se estima que la respuesta debe ser a todas luces negativa, dadas las
descripciones de las particularidades del contrato, las que, precisamente,
permitieron a la DGI sostener la existencia de una distinta forma jurídica que la
expresada por la contribuyente.
Ello conlleva necesariamente a opinar que, de haber sido el que aquí escribe el
Vocal disidente, habría sostenido el no encuadramiento del caso en la hipótesis
delictual, por faltar el elemento intencional requerido por la normativa contenida
en la ley 23.771.
Por último, sólo resta afirmar que en el caso del fallo analizado, no cabe pase
a la DGI, en razón de que la sentencia se pronunció por la licitud de la forma
contractual empleada por la contribuyente y el instituto de la cosa juzgada
impide que el tema sea nuevamente tratado en otra instancia jurisdiccional,
aunque ésta sea distinta (administrativa), so pena de violar el principio non bis
in ídem y eventualmente, de ser distinta la resolución administrativa a la judicial,
provocar un escándalo jurídico.
Para contestar tales interrogantes, hay que analizar la violación al bien jurídico
protegido por las figuras represivas en juego: si no viola el “debido control
aduanero”, sólo resta considerar el aspecto tributario; si éste se lesionó
gravemente, por la existencia de fraude en el accionar, sería delito; en caso
contrario la infracción de elusión fiscal.
7. Conclusión
Referencias
1. Juan Carlos Bonzon Rafart: “La libertad contractual, el principio de la
realidad económica y su relación con el derecho infraccional y penal tributario”.
Revista Información Empresaria Nº 255 de noviembre de 1993, pág. 14.
2. “Curso Superior de Derecho Tributario”, Liceo Profesional CIMA, Bs.As., 1969,
pág. 276.
Nos parece una facultad exorbitante para un organo administrativo y que solo
intervenga en eI procedimiento la Procuracion del Tesoro que tambien es de
naturaleza administrativa; y no el Ministerio Fiscal, organo competente para
promover o no la accion.
Así damos término a esta “primera aproximación” a una ley cuya complejidad
tendrá que originar una vigorosa jurisprudencia.
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información complementaria 3
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO
DE LA LEY 24.769
2. CARACTERÍSTICAS COMPARATIVAS
CON LA LEY 23.771
Interesa señalar en este acápite las características de la nueva ley que, por
contraste, se diferencia de la derogada ley 23.771.
Sin pretender ser exhaustivos, anotamos:
a) Una mejor utilización del principio de mínima intervención del derecho
penal, en virtud del cual y como regla, solamente asumen el carácter delictual
conductas de entidad económica relevante, aumentando considerablemente los
montos que integran las condiciones objetivas de punibilidad.
b) Como consecuencia de ello, se eliminan figuras confusas o de escasa
importancia fiscal /arts. 1,5,6,7 y 10, ley 23.771), apuntando, la economía de la
a) LOS TIPOS PENALES.- Hemos dicho que la nueva ley contiene una
sistematización más armoniosa de los distintos tipos penales. El texto dedica
tres títulos a los mismos, que se estructuran de la siguiente manera:
-Título I: Delitos tributarios, que comprenden la evasión simple (art. 1), la evasión
agravada (art. 2), aprovechamiento indebido de subsidios (art. 3), obtención
fraudulenta de beneficios fiscales (art. 4) y la apropiación indebida de tributos
(art. 6).
- Título II: Delitos relativos a los recursos de la seguridad social, que
comprenden la evasión simple (art. 7), la evasión agravada (art. 8) y la
apropiación indebida de recursos de la seguridad social (art. 9).
- Título III: Delitos fiscales comunes, que comprenden la insolvencia fiscal
fraudulenta (art. 10), simulación dolosa de pago (art. 11) y la alteración dolosa
de registros (art. 12).
Asimismo, contiene un cuarto título que se ocupa de las disposiciones generales
comunes a todos los delitos, que abarca aspectos específicos de la participación
criminal, en referencia a los funcionarios públicos (art. 13), las personas jurídicas
(art. 14) y los sujetos fedatarios, certificantes, etc. (art.16). Cierra el título la
regulación de la extinción de la acción a través del procedimiento de la probation
y de una disposición concerniente a las relaciones entre delitos e infracciones
(art.17).
b) ASPECTOS PROCESALES.- La ley dedica, por último, todo el Título V a
cuestiones relacionadas con el procedimiento administrativo y judicial. Se ocupa
así de la determinación de la deuda fiscal y la posterior denuncia (arts. 18 y
19); de las relaciones entre el sumario administrativo y el judicial en curso
(art. 20); de las medidas que como auxiliar de la justicia puede solicitar el
organismo recaudador a fin de conservar los elementos de juicio relacionados
con la presunta comisión de un delito (art.21); de las reglas de competencia
(art. 22), y, por último, del rol de querellante reservado al organismo recaudador
(art.23).
Las dos últimas disposiciones que cierran el título (arts. 24 y 25) tratan
cuestiones de derecho transitorio (la denegación de la ley anterior y la entrada
en vigencia de la nueva).
Pie de Página
4. Cierto es que se suele estar conteste en señalar que el simple silencio resulta
idóneo para inducir a la víctima a efectuar un desplazamiento patrimonial injusto,
cuando existe la obligación jurídica de hablar o de decir la verdad (conf. Irurzun,
Víctor y otros, en “El ardid en la estafa”, 1968, Ed. Biblioteca Policial, p. 44 y
ss.; Fontán Balestra, Carlos, en su “Tratado de Derecho Penal”, t. VI, 1981, Ed.
Abeledo-Perrot, p. 42 y ss.; Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, 1994,
t. IV, 1994, p. 350; Spolansky, Norberto E., “La estafa y el silencio”, 1969, Ed. J.
Álvarez, p. 63 y ss.; entre otros).
Sin embargo, si el autor desconoce que tiene esa obligación incurre en un “error
de prohibición” que no le permite comprender la antijuridicidad de su conducta.
La doctrina contemporánea también requiere que tal error sea “invencible” para
adquirir tal significación inculpable; siendo su sentido, que no le fue posible al
sujeto activo evitar el error que, por ello mismo, no le es reprochable. O sea,
la evitabilidad de la falta de comprensión de la antijuridicidad debe valorarse
en relación al sujeto en concreto y a sus posibilidades. “En general, puede
afirmarse que la evitabilidad del error de prohibición presenta tres aspectos que
se deben analizar: a) si el sujeto tuvo la posibilidad de conocer la antijuridicidad,
es decir, si le era posible acudir a algún medio idóneo de información; b) si el
sujeto, al tiempo del hecho, tuvo la oportunidad de hacerlo, lo que dependerá
del tiempo de que disponga para la decisión, reflexión, etc.; y c) si al autor le
era exigible que concibiese la antijuridicidad de su conducta, lo que no acontece
cuando cualquier sujeto prudente y con igual capacidad intelectual que el autor,
no hubiera tenido motivos para sospechar la antijuridicidad” (Zaffaroni, Eugenio
R., “Tratado de Derecho Penal”, t. IV, 1981, Ed. Ediar).
Cuestionamientos señalados:
¿cuál es el concepto que surge de la sentencia sobre esta clasificación?
¿cuáles son sus diferencias?
¿coinciden con las definiciones establecidas por Ud. en la actividad anterior?
m3 microobjetivos
m3 contenidos
Sin embargo y al no tratarse de una creación natural (como algunos pocos llegan
a sostener) sino de un producto eminentemente cultural, el MERCADO debe
ser moldeado, direccionado, corregido de modo tal de reducir a una expresión
mínima sus injusticias provocadas, por lo general, por las obvias asimetrías y
desigualdades entre las partes.
A primera vista, este carácter nuevo o bizoño de la temática que el título del
Capítulo Constitucional nos sugiere resulta casi indiscutible. Sin embargo, vamos
a poder comprobar que esta cuestión ya ha sido abordada de un modo más o
menos explícito por la ciencia jurídica, más aún por la ciencia penal.
(Se recomienda ver normas citadas del texto del Código Penal).
Art. 200:
Art. 203:
Propaganda desleal.
Doloso.
Uno de los delitos que exhibe más a las claras la protección del B.J. mediato: el
orden económico.
Doloso.
D) Otras normas
La ley de defensa del consumidor emerge como una reacción del derecho frente
a este contexto.
- (Se recomienda al alumno la lectura del texto legal dado que recurrentemente
se harán remisiones a sus normas).
Finalmente se destaca que, conforme lo dispone el art. 65 del texto legal. la ley
es de orden público.
Por último los Capítulos VII y VIII establecen las sanciones a aplicar y las vías
recursivas a los efectos de impugnar la resolución dictada.
La publicidad y las promociones están reguladas por el Cap. III arts. 9 y 10,
estableciéndose la prohibición de realizar cualquier clase de presentación,
publicidad o propaganda que mediante inexactitudes u ocultamientos pueda
inducir a error, engaño o confusión respecto de las características, propiedades,
naturaleza, origen, calidad, cantidad, precio, etc. de bienes inmuebles o
servicios.
m3 | contenido | AA
asistente académico 1
m3 | contenido | AA1| IC
información complementaria
Una empresa que ocupa una posición dominante puede verse tentada de abusar
de su posición imponiendo, por ejemplo, unos precios de compra o venta
desorbitados o concediendo ventajas discriminatorias a determinados clientes
a fin de controlar su conducta o de mantener fuera del mercado a empresas
competidoras. Los ejemplos que figuran a continuación ilustran la actuación de
la Comisión en este terreno.
Deutsche Post
El 20 de marzo de 2001, la Comisión adoptó su primera decisión al amparo
del artículo 82 relativa al sector postal, en la que concluyó que el operador
de correos alemán, Deutsche Post AG (DPAG), había abusado de su posición
dominante en el mercado de los servicios de paquetería empresarial mediante
la concesión de descuentos de fidelidad y la aplicación de precios predatorios.
En virtud de la decisión, DPAG debía crear para sus servicios de paquetería
empresarial una entidad jurídica separada de su monopolio en el ámbito del
envío de correspondencia. Además de exigir que las dos empresas mantuvieran
relaciones basadas en unos precios transparentes y acordes con el mercado, la
decisión de la Comisión también estableció unas normas para los monopolios
postales relativas a la aplicación de subvenciones cruzadas. Teniendo en cuenta
la larga duración del cierre del mercado causado por estas prácticas, DPAG fue
multada con 24 millones de euros.
Michelin
El 20 de junio de 2001, la Comisión multó al fabricante de neumáticos francés
Michelin con 19,76 millones de euros por abusar de su posición dominante
en el mercado francés de neumáticos recauchutados y neumáticos nuevos de
sustitución para vehículos pesados. La investigación de la Comisión demostró
DSD
El 20 de abril de 2001, la Comisión Europea adoptó una decisión en la que
concluía que la empresa Duales System Deutschland AG (DSD), titular de la
marca registrada de reciclado "Der Grüne Punkt" (El Punto Verde), había abusado
de su posición dominante en el mercado de la organización de la recogida
y el reciclado de envases de venta en Alemania. La decisión se limitaba a
una disposición del acuerdo de marca registrada de DSD y no ponía en tela
de juicio la existencia y el funcionamiento general del sistema de DSD. La
Comisión concluyó que, en algunos casos, el sistema de pago utilizado por DSD
perjudicaba a sus clientes e impedía la entrada de competidores en el mercado.
m3 material
Material básico
Material complementario
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información complementaria
Artículo 273.
1. Será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de
seis a veinticuatro meses el que, con fines industriales o comerciales, sin
consentimiento del titular de una patente o modelo de utilidad y con conocimiento
de su registro, fabrique, importe, posea, utilice, ofrezca o introduzca en el
comercio objetos amparados por tales derechos.
2. Las mismas penas se impondrán al que, de igual manera, y para los citados
fines, utilice u ofrezca la utilización de un procedimiento objeto de una patente,
o posea, ofrezca, introduzca en el comercio, o utilice el producto directamente
obtenido por el procedimiento patentado.
3. Será castigado con las mismas penas el que realice cualquiera de los
actos tipificados en el párrafo primero de este Artículo concurriendo iguales
circunstancias en relación con objetos amparados en favor de tercero por
un modelo o dibujo industrial o artístico o topografía de un producto
semiconductor.
Artículo 274.
1. Será castigado con las penas de seis meses a dos años de prisión y multa de
seis a veinticuatro meses el que, con fines industriales o comerciales, sin
consentimiento del titular de un derecho de propiedad industrial registrado
conforme a la legislación de marcas, y con conocimiento del registro, reproduzca,
imite, modifique, o de cualquier otro modo utilice un signo distintivo idéntico
o confundible con aquél, para distinguir los mismos o similares productos,
servicios, actividades o establecimientos para los que el derecho de propiedad
industrial se encuentra registrado.
2. Las mismas penas se impondrán al que, a sabiendas posea para su
comercialización, o ponga en el comercio, productos o servicios con signos
distintivos que, de acuerdo con el apartado 1 de este Artículo, suponen una
infracción de los derechos exclusivos del titular de los mismos, aun cuando se
trate de productos importados del extranjero.
Artículo 276.
1. Se impondrá la pena de prisión de dos a cuatro años, multa de ocho a
veinticuatro meses, e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión
relacionada con el delito cometido, por un período de dos a cinco años, cuando
los delitos tipificados en los anteriores Artículos revistan especial gravedad,
atendiendo al valor de los objetos producidos ilícitamente o a la especial
importancia de los perjuicios ocasionados.
2. En dicho supuesto, el Juez podrá decretar el cierre temporal o definitivo de la
industria o establecimiento del condenado. El cierre temporal no podrá exceder
de cinco años.
Artículo 277.
Será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de
seis a veinticuatro meses, el que intencionadamente haya divulgado la invención
objeto de una solicitud de patente secreta, en contravención con lo dispuesto
en la legislación de patentes, siempre que ello sea en perjuicio de la defensa
nacional. [arriba] [atrás]
Artículo 278.
1. El que, para descubrir un secreto de empresa se apoderare por cualquier
medio de datos, documentos escritos o electrónicos, soportes informáticos u
otros objetos que se refieran al mismo, o empleare alguno de los medios o
instrumentos señalados en el apartado 1 del Artículo 197, será castigado con la
pena de prisión de dos a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.
2. Se impondrá la pena de prisión de tres a cinco años y multa de doce a
veinticuatro meses si se difundieren, revelaren o cedieren a terceros los secretos
descubiertos.
3. Lo dispuesto en el presente Artículo se entenderá sin perjuicio de las penas
que pudieran corresponder por el apoderamiento o destrucción de los soportes
informáticos.
Artículo 279.
La difusión, revelación o cesión de un secreto de empresa llevada a cabo
por quien tuviere legal o contractualmente obligación de guardar reserva, se
castigará con la pena de prisión de dos a cuatro años y multa de doce a
veinticuatro meses.
Si el secreto se utilizara en provecho propio, las penas se impondrán en su mitad
inferior.
Artículo 280.
El que, con conocimiento de su origen ilícito, y sin haber tomado parte en su
descubrimiento, realizare alguna de las conductas descritas en los dos Artículos
anteriores, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de
doce a veinticuatro meses.
Artículo 282.
Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de
seis a dieciocho meses los fabricantes o comerciantes que, en sus ofertas o
publicidad de productos o servicios, hagan alegaciones falsas o manifiesten
características inciertas sobre los mismos, de modo que puedan causar un
perjuicio grave y manifiesto a los consumidores, sin perjuicio de la pena que
corresponda aplicar por la comisión de otros delitos.
Artículo 283.
Se impondrán las penas de prisión de seis meses a un año y multa de seis a
dieciocho meses a los que, en perjuicio del consumidor, facturen cantidades
superiores por productos o servicios cuyo costo o precio se mida por aparatos
automáticos, mediante la alteración o manipulación de éstos.
Artículo 284.
Se impondrá la pena de prisión de seis meses a dos años, o multa de seis a
dieciocho meses, a los que, difundiendo noticias falsas, empleando violencia,
amenaza o engaño, o utilizando información privilegiada, intentaren alterar
los precios que habrían de resultar de la libre concurrencia de productos,
mercancías, títulos valores, servicios o cualesquiera otras cosas muebles o
inmuebles que sean objeto de contratación, sin perjuicio de la pena que pudiera
corresponderles por otros delitos cometidos.
Artículo 285.
Quien de forma directa o por persona interpuesta usare de alguna información
relevante para la cotización de cualquier clase de valores o instrumentos
negociados en algún mercado organizado, oficial o reconocido, a la que haya
tenido acceso reservado con ocasión del ejercicio de su actividad profesional o
empresarial, o la suministrare obteniendo para sí o para un tercero un beneficio
económico superior a setenta y cinco millones de pesetas o causando un
perjuicio de idéntica cantidad, será castigado con la pena de prisión de uno a
cuatro años y multa de tanto al triplo del beneficio obtenido o favorecido.
Artículo 286.
Se aplicará la pena de prisión de cuatro a seis años y multa de doce a
veinticuatro meses, cuando en las conductas descritas en el Artículo anterior
concurra alguna de las siguientes circunstancias:
1.ª Que los sujetos se dediquen de forma habitual a tales prácticas abusivas.
2.ª Que el beneficio obtenido sea de notoria importancia.
3.ª Que se cause grave daño a los intereses generales.
[arriba] [atrás]
El Mendocino
m3 | actividad 2 | AA
asistente académico 1
Consumidor: Persona física o jurídica que contrata a título oneroso con destino
de consumo final o beneficio del grupo familiar.
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m4 microobjetivos
m4 contenidos
DELITOS ECOLÓGICOS
Lilian Alanis
1. INTRODUCCIÓN
3. DELITOS ECOLÓGICOS
CAZA (art. 15): la acción ejercida por el hombre, mediante el uso de artes, armas
y otros medios apropiados, persiguiendo o apresando ejemplares de la fauna
silvestre con el fin de someterlos bajo su dominio, apropiárselos como presa,
capturándolos, dándoles muerte o facilitando estas acciones para terceros.
Estas sanciones serán aplicables a QUIENES FACILITEN a TERCEROS la acción
de CAZAR en su condición de ORGANIZADORES, PROMOTORES O GUIAS,
cuando en el desempeño de su actividad incurran en la conducta que reprima
dicha disposición.
(Art. 27)
RESIDUO PELIGROSO (art. 2): todo residuo que pueda causar daño, directa
o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera
o el ambiente en general, quedando excluidos de los alcances de esta ley
los residuos domiciliarios, los radiactivos y los derivados de las operaciones
normales de los buques.
(Footnotes)
1
Conf. LIBSTER Mauricio Héctor. Delitos Ecológicos. Editorial Depalma, segunda
edición. Buenos Aires, 2000, pág. 3 y ss.
2
Conf. LIBSTER Mauricio Héctor. Delitos Ecológicos. Ob. cit., pág. 3.
3
Conf. VEGA RUIZ José Augusto. El delito ecológico. Editorial COLEX, segunda
edición. Madrid 1994., pág. 8.
4
Conf. NÚÑEZ Ricardo C. Manual de derecho Penal. Parte Especial. Editorial
Marcos Lerner, tercera reimpresión. Córdoba. 1981.
5
Conf. LIBSTER Mauricio Héctor. Delitos Ecológicos. Ob. cit.
m4 material
Material básico
Material complementario
m4 actividades
m4 | actividad 1
Una señora llama por teléfono a la policía para contarle que su hijo menor se
bañó en el Arroyo Claro, a la altura de la fábrica Autolatina de la localidad de
General Pacheco, Provincia de Buenos Aires, y se le irritaron los ojos, lo que
culminó con una infección. Además, manifestó que en el arroyo hay una mancha
blanca que aparenta ser pintura.
De inmediato, la policía ofició al Juez Federal de San Isidro poniéndolo en
conocimiento de que había recibido una denuncia anónima y que constató en
el arroyo Claro, a la altura indicada anteriormente, que el agua presentaba
manchas de color similar a pintura. También se encontró el mismo color en
m4 | actividad 2
El basural
m4 | actividad 3
Integración
información complementaria
m4 glosario
eva l u a c i ó n