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Georges Didi-Huberman jQué emocidén! ¢Qué emocidn? ‘Traduccién de Victor Goldstein Capital intelectual Diattubneen, Core {Gos enodtt gous oaartGoagee Da Hubsosan-aed-Cindad ‘Sstteams de mes ier Cap cl 258. 1, eat L Olds, Vor, 1 Ta, epi Dest dona: Aa ee ‘onion ne Barba “ign Qube desion! Quel dition? © Bye ons, 218 (© capal eal 2018 cept otc SA angi 15950050) «Busou Aes, Agent ‘Too (664 114972190 T8812 srewadiaiepincomaroempin coat Fedo en Agata: edb Ocaps omar edn lero ona @eapn corse ‘vod nec el aepsao que pve Lay 172. pres ge. "eden ences emrvnen Rngn pr ean pcan pone secteur pein ei delet ontaigne escribié que ensefiar a un nifio no es llenar un vacfo, sino encender un fuego. En 1987 el fi- Idsofo francés Jacques Ranciére publicé un pequefio libro titulado “El maestro ignoran- te. Cinco lecciones sobre la emancipacién intelectual’. Alli retoma la experiencia de Joseph Jacotot, un revolucionario exiliado, que hacia 1818 comenzé a ensefier aquello que ignoraba y a proclamar la igualdad de las inteligencias, en un gesto pedagégico, filoséfico y politico radical. En las conferencias que dan origen a esta coleccién, dirigidas a grandes y chicos, la fun- cién delmaastro ignorante sera entoncesrecu- perar aquel gesto y proponer, en un momento dado, un objeto singular, un pasaje un tanto misterioso, una pregunta que se nos viene encima y ante la cual hay que teaccionar. Sin embargo, para el maestro ignorante la experiencia de no entender es fundamental y encontrar un obstéculo sin perder la espe- Tanza de superarlo es decisivo, porque nos pone en estado de desafio. La infancia en este caso no se reflere @ un momento de la existencia ni a un esta- do psicolégico. Hay viejos que tienen ape- nas veinte afios. Se trata de un impulso de insumisién repleto de paciencia, un amor del riesgo cargado de memorias. De alli, y de la experiencia iniciada hace varios afios en un teatro de las afueras de Paris, surgié el proyecto de esta coleccién. Los temas no tienen limites, pero hay una regla de juego, que consiste en que los oradotes se dirjjan efectivamente a los nifios, ino importa la edad que tengan!, en un gesto de amistad y ‘compromiso que atraviese las generaciones.

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