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ETNOBOTANICA

Concepto:
- Estudia las relaciones entre grupos humanos y su entorno
vegetal, es decir el uso y aprovechamiento de las plantas en
los diferentes espacios culturales y en el tiempo.

- Estudia la interacción de grupos humanos con las plantas: su


empleo para fabricar sus instrumentos y herramientas, para
protección (viviendas, vestuarios), en alimentación, en
curación de las enfermedades, en comunicación con sus
congéneres (papeles, tintas, tatuajes, tejidos), en su
asociación en la vida social (rituales, juegos, música, etc)

- Proviene de las raíces griegas εθνος (etnos) = pueblo o raza.


βοτάνη (botáne) = hierba.

Es parte de la etnobiología e incluye:

 La etnofarmacología, la cual trata del uso tradicional y los


efectos de las sustancias naturales dotadas de actividad
biológica (tanto plantas como animales y minerales
medicinales) y
 La ecoetnobotánica, que estudia la interacción de los
conglomerados humanos con el mundo vegetal y su equilibrio
con el medio ambiente.
Ciencias auxiliares de la etnobotánica son:
botánica económica, agricultura sostenible y ética.
El uso tradicional de algunas especies vegetales ha dado origen a
verdaderas especializaciones científicas como las bambúseas y los
hongos (etnomicologia)

El término "etnobotánica" fue acuñado en 1895 por el botánico


estadounidense John Williams Harshberger, pero la historia de
campo comienza muchísimo antes. En el año 77 d.C., el médico-
cirujano griego Dioscórides publicó "De Materia Medica", un
catálogo de 600 plantas del Mediterráneo en el cual consignó
información de cómo las utilizaban los griegos, especialmente
para propósitos médicos. Este herbario ilustrado contenía
información de cómo y dónde había sido tomada cada planta, si
eran o no venenosas, su uso actual y si eran comestibles o no (e
incluso incluía las recetas). Dioscorides enfatizó en el potencial
económico de las plantas. Durante muchas generaciones, los
estudiantes aprendían y estudiaban de este herbario, pero no se
adentraron en ese campo hasta la Edad Media.
En 1542, el artista renacentista Leonhart Fuchs marcó la tónica
para regresar al estudio de campo con la publicación de su
catálogo "De Historia Stirpium con 400 plantas nativas de
Alemania y Austria.
John Ray (1686-1704) provee la primera definición de "especies"
en su "Historia Plantarum": una especie es un conjunto de
individuos que a través de la reproducción dan producto a nuevos
individuos similares a ellos.
En 1753 Carlos Linneo escribió "Species Plantarum", que incluía
información de 5.900 plantas. Linneo es famoso por inventar
la Método de nomenclatura binomial, en el cual todas las especies
(minerales, vegetales o animales) toman dos nombres de (género,
y especie).
En el siglo XIX se alcanzó el cenit de la exploración
botánica. Alexander von Humboldt recolectó datos del Nuevo
Mundo y los viajes del Capitán Cook trajeron colecciones e
información de las plantas del Pacífico sur. En esa época se inició
la sistematización de la mayoría de los jardines botánicos, como
el Jardin des Plantes de París (fundado en 1640), el Jardín
Botánico Real de Kew, en Inglaterra,1 etc.
Entre 1860 y 1890, Edward Palmer recopiló objetos de artesanía y
especímenes botánicos de los pueblos del oeste de Norteamérica y
México. El valor de su abundante recopilación de datos permitió
fundamentar la llamada "botánica aborigen" o estudio de todas las
formas en que los aborígenes del mundo utilizan o aprovechan los
vegetales: alimentos, medicamentos, textiles, ornamentación,
decoración etc.
Sin embargo, los primeros estudios con la perspectiva indígena
del mundo vegetal fueron los del médico alemán Leopold Glueck,
a finales del siglo XIX, durante su estancia en Sarajevo2 Su obra
sobre el uso de las plantas en la medicina tradicional de los
pueblos rurales de Bosnia, escrita en 1896 se considera el primer
trabajo moderno de etnobotánica.
En las dos primeras décadas del Siglo XX aparecieron las
investigaciones de Matilda Cox
Stevenson Plantas zuñi (1915), Frank Cushing Alimentos de los
Zuni (1920), Keewaydinoquay Peschel hongos de
los Anishinaabe (1998) y el equipo de enfoque de Wilfred
Robbins, JP Harrington, y Barbara Freire-Marreco Plantas del
pueblo Tewa de Nuevo México (1916).

Metodología del estudio de los usos de las plantas

 Exposición de hipótesis

 Planteamiento de un trabajo para ponerlas a prueba


 Investigación bibliográfica, observación y trabajo de
campo.
 Estadística y encuestas: diseño del muestreo y del análisis
de los datos
 Interpretación de los resultados y comprobación de
hipótesis.

 Presentación de resultados

ETNOMICOLOGÍA
Muchos consideran a los hongos en otro reino, esta ciencia tiene
un origen común con la etnobotánica y no se debe descartar
tampoco la importancia que tienen muchos hongos y setas en las
antiguas culturas, principalmente de tradición chamánica.
La etnomicología tiene sus orígenes en las investigaciones
realizadas por el banquero estadounidense Roger Gordon Wasson
en la sierra de Huautla Jiménez del estado de Oaxaca, México en
el año de 1959. Las aportaciones teóricas y metodológicas de este
personaje fueron tan importantes que marcaron el génesis de una
nueva vertiente de estudio en la etnobiología.

El jardín etnobotánico tiene como objetivo, el de acoger las


plantas que tienen una estrecha relación con el hombre y la mujer.
Es un escaparate pedagógico para los cereales, berzas, plantas
aromáticas, medicinales, plantas tintoreras y de uso artesanal, que
cultivadas desde el Neolítico constituyen las colecciones que se
pueden exhibir.
El planteamiento de tal jardín está incluido en la disciplina:
la etnobotánica, que pretende mostrar los estrechos lazos que
unen a los seres humanos con las plantas. En el jardín las especies
vegetales constituyen el apoyo de un enfoque pedagógico
atractivo de la historia, de la evolución de la agricultura, los
hábitos, la alimentación, y de las creencias populares.

El jardín etnobotánico tiene la vocación sociocultural demasiado a


menudo ignorada, de mostrar la historia del hombre. Algunas
categorías de aplicación de la etnobotanica son
-Uso terapéutico humano
-Uso alimentario humano (no convencional ,pues del
convencional se encarga la agricultura)
-Uso alimentario animal (idem al humano)
-Uso veterinario
-Artesanía, cestería
-Tintes
-Cosméticos
-Lírica popular (creencias mágicas no comprobables, poemas o
lugares emblemáticos por su vegetación)
-Textiles
-Curtidos de pieles o cueros
Una sede ejemplo en Colombia es el Jardín Etnobotánico Villa
Ludovica La sede del Jardín Etnobotánico Villa Ludovica
(JEBVL) se encuentra ubicada en el Cerro de la Pedrera, uno de
los montículos que sobresalen de la Sierra Nevada en la ciudad de
Santa Marta, Situado en la Avenida del Libertador # 15-03, en el
predio, de 7.000 metros cuadrados, denominado Villa Ludovica
con una casa construida en 1892 sobre las ruinas de una antigua
terraza arqueológica de la Cultura Tayrona, es uno de los puntos
más altos dentro del casco urbano y posee una espectacular vista
sobre la bahía y la ciudad de Santa Marta se encuentra un enclave
seco, donde las precipitaciones no superan los 700 mm anuales y
con un período de casi 8 meses sin lluvias durante el año.
IMPORTANCIA DE LA ETNOBOTANICA
LA IMPORTANCIA DE LA ETNOBOTÁNICA EN LA
CONSERVACIÓN MEDIOAMBIENTAL

Uno de los más importantes aspectos de la educación


medioambiental es la conservación etnobotánica. Los miembros
de las sociedades primitivas, desde los primeros tiempos de
existencia humana, han tenido que depender de la vegetación de
su entorno para sobrevivir. Durante muchos milenios, a través de
la curiosidad y la experimentación, han adquirido un
extraordinario conocimiento sobre las propiedades y usos de sus
plantas. Hoy en día este conocimiento puede ser de vital
importancia para la humanidad, incluyendo las naciones
agroindustriales avanzadas que usualmente han estado aisladas de
las floras del mundo. Esta íntima relación con las plantas ha sido
transmitida de forma oral de padres a hijos. Lamentablemente se
está perdiendo rápidamente con la improductiva aculturación y
“occidentalización” de las sociedades primitivas o incluso la
extinción de muchos pueblos indígenas. La creciente construcción
de carreteras, embalses, la actividad comercial, de las misiones,
las guerras, el turismo y otros aspectos de la vida moderna, está
provocando la rápida desaparición de este valioso conocimiento, a
menudo en sólo una generación. Esto es particularmente evidente
en el uso que los nativos hacen de las plantas medicinales: cuando
las medicinas modernas, efectivas y fáciles de usar, están al
alcance, se produce una completa aceptación de los remedios
occidentales. Además, la íntima familiaridad con la diversidad
biológica de las plantas -un valioso elemento de riqueza botánica
entre muchos pueblos indígenas y de gran valor para la ciencia-
está condenada a la extinción. Existen probablemente medio
millón de especies vegetales en el mundo. Muchas regiones,
especialmente en las áreas del bosque tropical, son increíblemente
ricas: el Amazonas, por ejemplo, cuenta con unas 80,000
especies. El conocimiento de las propiedades de estas plantas está
desapareciendo antes incluso de que muchos de los árboles que se
están sacrificando sean nombrados o científicamente estudiados.
Ha llegado la hora de salvar lo que queda de este conocimiento
antes de que sea para siempre enterrado con la cultura que lo vio
nacer. Su Alteza Real, el Príncipe Felipe, lo ha expresado
claramente: “Los bosques tropicales y sus habitantes están
sometidos a una presión muy severa motivada por la intrusión del
hombre, y es tristemente inevitable que muchas de estas valiosas
especies vegetales y las tribus que conocen su uso, están
desapareciendo rápidamente para siempre”. La conservación
etnobotánica debe situarse en lugar preferente de las prioridades
conservacionistas. Incrementar esta actividad, entrenar más
etnobotánicos capaces de salvar el máximo patrimonio posible y
proporcionar apoyo financiero para los estudios de campo deben
ser las principales directrices a seguir en el campo de la
conservación en las próximas dos o tres décadas. Pronto será
demasiado tarde.

Importancia del estudio de la etnobotánica


El estudio de la etnobotánica es especialmente importante en
el trópico húmedo, debido a que en estas zonas, es en donde se
concentra la mayor diversidad biológica y cultural del planeta. En
el caso del sureste de México, existe evidencia de la presencia
humana desde hace por lo menos unos tres mil años. Durante este
tiempo, se han desarrollado culturas que no sólo han sobrevivido
en estos ecosistemas, sino que han tenido éxito conviviendo en
ambientes de alta diversidad biológica.
Estudiar etnobotánica es importante porque representa una
aproximación al uso y manejo de los recursos naturales, en este
caso del trópico, desde la perspectiva de las culturas que han
habitado y convivido con esta diversidad biológica por miles de
años. Durante esta convivencia milenaria, al igual que en la
actividad científica, se ha desarrollado un meticuloso proceso de
observación y experimentación que ha sido transmitido por
generaciones, y que ha resultado en un manejo eficiente de
la naturaleza. A diferencia de la actividad científica,
el conocimiento generado por estas culturas es mas antiguo y por
lo tanto ha sido validado y/o refutado desde hace mucho mas
tiempo. La ciencia como la conocemos, es una actividad muy
joven, de hace apenas unos cuantos siglos.

Difusión de las plantas alimentarías


Los viajes y descubrimientos del hombre produjeron la difusión
de las especies vegetales en todos los continentes. Plantas como
las especias (vainilla, canela, pimienta, nuez moscada, etc.) fueron
muchas veces el motor de los grandes descubrimientos de las
tierras. El descubrimiento de América nos dio a conocer
la patata (Solanum tuberosum) y el maíz (Zea mays) hoy
imprescindibles en la alimentación de toda Europa. El tráfico de
negros africanos injertó en aquel continente plantas como la
mandioca (Manihot utilissima) que encontró las vías de
penetración del Río Congo y el Ubangui para llegar hasta el
corazón del Africa ecuatorial, como le ocurriría a la papaya
(Carica papaya). Hoy la mandioca que alimentó a millones de
indios americanos, alimenta a su vez a millones de africanos.
A través de las islas Canarias llegarían a América la caña de
azúcar (Saccharum officinarum), el plátano (Musa paradisiaca).
Los viajes de los portugueses por el continente asiático llevaron
en todas direcciones muchas plantas de aquellas tierras, algunas
de las cuales como el mango(Mangifera indica) arraigarían con
gran fuerza en toda la América tropical y en Africa.
Los cereales como el trigo (Tritichum sp.), la avena (Avena
sativa), el mijo (Penisetum glaucum), el sorgo (Sorghum bicolor),
alimentan a millones de seres humanos y animales.
El arroz (Oriza sativa) que era cultivado en China 3.000 a.C.,
llegó a la India con los arios siendo cultivado en el Eufrates a la
llegada de Alejandro Magno el 400 a.C. Hoy dependen de él 1.6
billones de seres humanos para vivir.
Azucares La glucosa tan necesaria para el metabolismo la
obtenían los pueblos mediterráneos de la palmera datilera
(Phoenix dactylifera), más tarde de la remolacha azucarera (Beta
vulgaris) y finalmente en gran medida de la caña de azúcar (S.
officinarum).
En la actualidad se han descubierto alternativas del azúcar
como edulcorantes sin glucosa, la sacarina obtenida a partir de
aceites vegetales fósiles como el petróleo, los ciclamatos y el
aspartamo procedentes de plantas africanas edulcorantes bien
conocidas por los aborígenes como el Thaumatococcus danielli,
que produce el thaumatin, la substancia más dulce conocida,
4.000 veces más dulce que la sucrosa.
Los indios guaraníes conocían el caa-ehe (Stevia rebaudiana)
cuyo principio activo es la glicirricina y de cuyas hojas se extrae
el esteriósido, un polvo cristalino 300 veces más dulce que la
sucrosa. Los aztecas conocieron la Lippia dulcis que usaban como
edulcorante. Hoy de esta planta se ha aislado y sintetizado más
tarde una substancia 1.000 veces más dulce que la sucrosa.
Utilización
Todas las plantas son útiles. El reino vegetal es el gran productor
de oxígeno atmosférico. Las hemos utilizado como adornos, como
remedios, como alimentos e incluso con fines místicos. Plantas
para atraer los buenos espíritus, para “limpiar” los ambientes, o
por el contrario para alejar a los malos han formado parte de las
más ricas tradiciones de todas las cultura.
Tipos de plantas

Plantas textiles
El hombre se ha vestido con productos derivados de los vegetales.
Desde las hojas de parra bíblicas de Adán y Eva, hasta
el algodón (Gossypium sp.), el balso (Ochroma lagopus), la tapa
hawaiana obtenida de la morera de papel (Bronssonetia
papyrifera) cultivada en toda Polinesia, Japón y China, gran
variedad de palmeras entre las que citaré la palma de rafia
(Raphia vinifera). De la morera (Morus nigra) el gusano de seda
(Bombyx mori) se alimenta para producir el hilo de seda. De
la piña (Ananas carnosus) variedad "Red Spanish" se hacen las
famosas camisas transparentes de Filipinas. EL lino (Linum
ussitatissimum), el cáñamo (Cannabis sativa), la pita (Agave
americana) son unos ejemplos de la infinidad de
plantas textiles con las que el hombre se ha vestido.
Plantas pigmentos

También ha utilizado las plantas como pigmento para


embellecerse o proteger su piel. La bija o urucú (Bixa orellana) de
la que se obtiene el pigmento llamado E-160 (b) o annato, la jagua
o genipapo (Genipa americana), ya citada y alabada por los
primeros cronista de Indias, Gonzalo Fernández de Oviedo. En
Africa y Asia, la henna (Lawsonia inermis) de la que se extrae el
colorante lawsona o ácido hennotocánico, y el índigo tan buscado
en la época de los grandes descubrimientos continentales.
Plantas aromáticas

Muchas plantas han sido utilizadas como perfume en el pasado y


hoy son base de una floreciente industria. Cualquier perfume en la
actualidad se compone de más de 20 ingredientes distintos, base
de los cuales es el ilang-ilang (Cananga odorata) de Filipinas,
Madagascar e Indonesia. Hoy se hacen sintéticas las fragancias
pero derivadas de plantas: el geraniol de la Citronella, la
trementina (del pino), la lavanda, compuesta de linalol y acetato
de linalilo (de la Lavanda officinalis), el sándalo (Santalum
album) y otras muchas.
Plantas jabón

Las plantas-jabón ricas en saponinas (Saponaria officinalis)


fueron utilizadas por el hombre para su higiene personal. Tal es el
caso de la atuqsara (Phytolacea bogotensis) y la quillaja (Quillaja
saponaria) conocidas por los incas.
En el s. XIV se explotaba ya en España el famoso "jabón de
Castilla" tan apreciado por los pueblos mediterráneos, que se
fabricaba con aceite vegetal. Hoy se utilizan aceites vegetales de
las palmeras cocoteras (Cocos nucifera) y de las palmeras
oleaginosas africanas (Elaeis guineensis). Hay árboles dentífricos
como la talha del Sahara (Dyospiros usambarensis) usadas para
conseguir palillos de dientes por los tuaregs o la Salvadora
persica, de intenso poder bacteriano, que mastican y usan como
cepillo en la India. También hay plantas depilatorias como el
platanillo (Heliconia bihai).
Plantas madereras

Viviendas y mobiliarios se han construido y construyen con


plantas. Pino (Pinus sp.), abeto (Betula sp.), balso (Ochroma
lagopus), sequoia (Sequoia sempervirens), bambú (Bambusa
arundinacea), roble (Quercus ruber), haya (Fagus silvatica), nogal
(Juglans regia), ratán (Calamus caesius), espadañas o juncos
(Schoenoplectus lacustris), caoba (Swietenia mahogani), baobab
(Adansonia digitata), etc.
Los indios de Matto Grosso construyen sus malocas, verdaderos
microclimas que les permiten soportar las temperaturas extremas
de aquellas regiones, utilizando la gran variedad de árboles
tropicales que les rodean. Los indios de Panamá utilizan mucho
la caña brava de Castilla (Arundo donax) y la palma-jira o pixvá
(Gulielma utilis). Japoneses e indonesios usan mucho
el bambú para sus viviendas tradicionales, los árabes de Irak, el
junco (Phragmites australis) y los pigmeos del Ituri el mongulu
(Dyospiros canaliculatum). La hoja de palma seca es utilizada
para techar las viviendas aborígenes por su impermeabilidad,
duración y fácil recambio. La vivienda en Indonesia es una
verdadera obra de arte en maderas variadas.
Plantas medicinales

El falus impudicus (Ityphallus impudicus) según estas teorías era


un afrodisíaco de primera fila por su forma, a pesar de su olor
nauseabundo y lo mismo el satyrion (herba ad veneram incitans)
según palabras del Dr. Laguna.
El beleño (Hyosciamus niger) cuyo fruto tiene forma de molar
arrancado de su alvéolo, debía ser bueno para el dolor de muelas y
aquí acertaron los que tal dijeron y además combatía el insomnio
eficazmente.
La curandera que usó la dedalera o digital (Digitalis purpurea) en
el Sur de Inglaterra para curar a sus pacientes con cardiopatías
descompensadas no sabía qué substancia contenía. Esto
correspondería averiguarlo a un médico con curiosidad
investigadora, William Withering y al farmacéutico Leroyer que
aisló el principio activo, la digitalina. Hoy, conocida su estructura
química y sus efectos, es insubstituible en el tratamiento de
muchas cardiopatías. Larga y anecdótica es la historia del árbol de
la quina (Cinchona sp.) cuya corteza reducida a polvo se usaba
hace siglos para curar las fiebres palúdicas. La ipecacuana (Psy-
chotria emetica) con su alcaloide la emetina sigue siendo un
excelente amebicida.
El sauce (Salix alba) y la ulmaria (Filipendula ulmaria) usados
como antirreumáticos y febrífugos por los indios americanos, nos
han proporcionado el ácido salicílico, base de la aspirina.
El ajo fue utilizado por su efecto hipotensor hace 4.000 años por
los pueblos mediterráneos. La efedra(Ephedra dystachia) ya era
utilizada por los chinos hace 5.000 años para curar el asma
bronquial. El cólchico (Colchicum autumnale) era recomendado
por DIOSCORIDES contra la gota. Hoy sabemos que su
alcaloide, la colchicina tiene efectos antigotosos. El curare
(Strichnos toxifera, Chondodendrum tomentosum), potente
veneno paralizante usado por los indios sudamericanos ha
proporcionado la tubocurarina utilizada en anestesia general. El
chenopodio (Chenopodium antihelminticum), la copaiba
(Copaifera multijuga), el podófilo (Podophyllum peltatum), la
chaulmoogra (Taraktogenos kurzii), la rauwolfia (Rauwolfia
serpentina), el alcanfor (Cinnamomum camphora) fueron
conocidos y utilizados empíricamente antes de su uso científico.
La pervinca (Catharantum roseus) conocida por los brujos
africanos por su efecto antitumoral, ha proporciondo hoy la
vinblastina y la vincristina muy eficaces en la enfermedad de
Hodgkin y en las leucemias. Hacen falta 55 Tm. de [hojas] de la
planta para obtener 100 gr de vincristina
Plantas estimulantes y alucinógenas

El hombre buscó hace miles de años o halló por azar plantas


estimulantes, psicotropas, alucinógenas, defatigantes, que le
hacían sentirse mejor o ver paraísos que creía sobrenaturales. Así
conocieron griegos y egipcios: El nepenthes, que era una mezcla
de alucinógenos. La adormidera (Papaver somniferum)
productora de opio y sus derivados modernos, la morfina,
codeína, heroína, láudano.
El cáñamo (Cannabis sativa), el beleño (Hyosciamus niger),
le belladona (Atropa belladona), la hierba mora (Solanum
dulcamara), la mandrágora (Mandragora autumnalis), que servían
para preparar el ungüento alucinógeno de las brujas.
El soma (Amanita muscaria) citado por los textos sagrados
hindúes como la planta de la inmortalidad y usada por los
chamanes siberianos por lo menos 2.000 a.C..
El peyote (Lophophora williamsii), el ololiuhqui (Ipomea
violacea), el mescal (Sophora secundiflora), el yagé o ayahuasca
(Banisteriopsis quitensis y B. caapi). La coca (Erythro-xylon
coca), el niopó (Paulinia sp), el yocó (Piptadenia peregrina), el
cactus de San Pedro o sanpedrillo (Trichocereus pachanoi), las
más de 300 especies de virolas (Myristica fragans), el eboka
africano (Tabernanthe iboga), el yohimbe (Pansystolia yohimbe)
y muchos más.
Estimulantes como la kola (Cola acuminata), la guaraná (Paulinia
cupana), el qat (Qata edulis), el café (Coffea arabica), el te (Thea
sinensis), el betel (Piper betel), las banksias (Banksia sp), el
tabaco (Nicotiana tabacum) son utilizados en infusión, fumados o
masticados por millones de personas en el mundo entero.
Plantas venenosas

Venenos para practicar la eutanasia o la muerte judicial, u


ordálica. Como la cicuta (Cicuta virosa), la ina-nusu (Spighelia
anthelmia) de los indios cunas, o el haba del Calabar (Fisostigma
venenosa), venenos saqgitarios como el manzanillo de playa
(Hippomoea mancinella) o venenos ictiotóxicos como los
barbascos (Verbascum thapsus).
Bebidas fermentadas

Las bebidas fermentadas fueron descubiertas muy pronto por el


hombre, desde el bíblico Noé y la vid (Vitis vinifera), hasta los
miles de variedades de vinos del mundo entero, hechos de los más
variados frutos y savias vegetales, como el kawa de Tahiti, el saki
japonés hecho de arroz fermentado, vodka del centeno, la sidra de
la manzana, el pulque de la pita o agave, el zytros o cerveza
egipcia, el pombe de mijo, la chicha de maíz, el ron de caña de
azúcar y el whisky de la destilación de la malta de cebada.
Y como alimento de alimentos, la celulosa obtenida de
la madera sirve para fabricar el papel con el que se harán los
libros, los grandes difusores de cultura, a los que se refería
DIODORO SICULO cuando hablaba de la "Medicina animi", y
también "Nutrimentum spiritus".
Útiles caseros

Se hacen de yute (Corchorus capsularis), con pita o sisal (Agave


americana), palma piassava (Attalea funifera). Los telares se han
construido en el mundo entero. Del totumo o calabazo (Crescentia
cujete) y del tulo (Lagenaria domestica) se hacen recipientes para
comida y agua. El transporte lo ha obtenido el hombre del reino
vegetal. Desde la batanga polinesia uno de los más ingeniosos
inventos que permitió recorrer todo el inmenso Océano Pacífico y
poblar todas sus islas hasta los barcos de velas de los
descubridores, de las carretas de ruedas a los trineos, las canoas y
almadías de balso y las embarcaciones de totora (Schoenoplectus
riparius) del Lago Titicaca.
Patrimonio vegetal
Las plantas son la vida del hombre. La ETNOBOTANICA
estudia en profundidad todo lo que las relaciona con el hombre.
Pero con la inconsciencia que nos caracteriza, estamos
destruyendo el manto vegetal que nos protege, lo mismo que
estamos alterando las aguas y la atmósfera en una carrera
desenfrenada hacia la propia destrucción. el hombre "civilizado"
tiene mucho que aprender de los que llamamos "primitivos",
quienes a través de milenios supieron respetar y conservar esa
riqueza que han utilizado con la máxima prudencia y respeto
como un patrimonio.

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