You are on page 1of 5

Juegos para aprender la confianza en sí mismo

Es importante que el niño tenga una buena autoestima y confíe en sus habilidades para alcanzar las metas.
Este cuento le ayudará a entender el valor de la confianza en sí mismo.

El caballito enano

"Hace mucho tiempo, en un rincón de una finca, nació un caballito negro como el azabache y tan pequeño que
parecía un caballito de juguete. Los pájaros que vivían por allí cerca enseguida se alborotaron con la noticia.
Todos vinieron volando para contemplarlo de cerca.
- ¡Pero qué cosa más mona! ¡Es preciosa esa criatura! trinó un pajarito..
- Mi niño se llamará Pirulí dijo su mamá.
La infancia del caballito fue muy feliz. Pasaba el tiempo trotando con sus compañeros y aprendiendo a hablar
con una cotorra medio atolondrada, que le repetía de la mañana a la noche: "Mamá, papá, mamá, papá……"
Bebiendo en el arroyuelo, mirando salir el sol, galopando a su gusto, por el prado cubierto de clavellinas, era
muy feliz el caballito.
Pasaron tres años. Todos los demás potricos habían crecido y eran caballos grandes; pero Pirulí no; él seguía
del mismo tamaño, pero sabía marchar muy bien, pararse en dos patas, y hasta había aprendido a saludar,
doblando una rodilla o inclinando la cabeza.
Pero algo muy malo le sucedió una vez. Resulta que Pirulí se acercó al corral donde estaban dos hombres, y
oyó que uno de ellos decía señalándolo:
- Este caballo tan chiquitico no puede cargar bultos, ni tirar del carretón, ni llevar un jinete. No sirve para
nada.
El caballito se apartó de allí muy triste. Caminaba lentamente y se alejó del corral, dirigiéndose a la laguna
donde se contempló largo rato, afligido. "No valgo nada, se dijo, soy un caballo de trapo". Y lloró largamente.
Y en eso apareció su mamá, que le dijo asustada:"¿Por qué lloras Pirulí?"
Pirulí le contó a su madre lo que había oído. Su mamá, compadecida al ver la pena de su querido hijito, le dijo
dulcemente: - - - Si eres distinto a los demás caballos, eso no significa que valgas menos. Además, cargar
bultos no es lo único que puede hacerse en la vida.
Secándose las lágrimas con la cola, Pirulí aseguró con desconsuelo: "Pero, mamá, es que se burlan de mí. Y
no me gusta que se burlen.
- Pues márchate y reclama tu lugar en otra parte. El mundo es ancho para los que confían en sus posibilidades,
tú eres pequeño pero sabes hacer muchas cosas que otros caballos no saben hacer.
Al amanecer de la mañana siguiente Pirulí se marchaba seguro de que encontraría su felicidad, pues él era un
caballito muy inteligente.
- Adiós, mamita.
- Adiós Pirulí, ¡suerte!, tú sabes que puedes triunfar si te esfuerzas en conseguirlo.
Pasó un año, pasaron dos. Casi nadie se acordaba del caballito enano. Solamente su mamá no lo olvidaba,
cuando llegó...¡EL CIRCO AL PUEBLO! Y todos fueron a verlo.
- Respetable público: ¡tenemos mucho gusto en presentar al gran Piccolino! ¡El caballo más inteligente del
mundo!
Allí estaba entre aplausos Piccolino! ¡El gran Piccolino! Que era negro como el azabache, de rizadas crines y
unos ojos grandes y brillantes. Llevaba bridas de tisú de oro, penacho de plumas sobre la frente, y un sillín
bordado en hilos de plata, y era chiquitico, ¡pero tan chiquitito, y marchaba muy bien y sabía saludar
inclinándose y bailar en dos patas…y se veía tan seguro de sí mismo! Piccolino era el caballito enano!"

Pregunta al niño

- ¿Crees que el caballito consiguió hacer algo bueno porque tenía confianza en sí mismo?
- ¿Qué habría pasado si el caballito hubiera hecho caso a los dos hombres que decían que no servía para nada?
- ¿Cuándo quieres hacer algo que te resulta muy difícil, prefieres no hacerlo? ¿Por qué?
- ¿No haces las cosas que puedan salir mal?
- ¿Te sientes seguro cuando vas a hacer algo?
Invita al niño a que hable del caballito enano, sus cualidades, y cómo supo mantener la confianza en sí
mismo, a pesar de sus limitaciones físicas".

Colorear

Terminaremos la actividad coloreando la lámina del caballito enano.


Juegos para aprender la paciencia

La paciencia es bastante ajena al comportamiento habitual de los niños. Sin embargo, es un valor fundamental
para vivir feliz y alcanzar nuestras metas.

Cuéntale a tu hijo

Hay animalitos que trabajan de forma paciente y laboriosa como por ejemplo la araña, las hormigas…
• La araña teje su tela con gran paciencia y lo hace porque esta le sirve como trampa para cazar insectos de
los cuales se alimenta y si no tuviera esta paciente conducta pues sencillamente se moriría de hambre.
• Las hormigas tan pequeñitas y laboriosas arrastran pedacitos de pan o de hojas por un largo camino hasta el
hormiguero y pacientemente durante muchas horas hacen lo mismo, van y vienen con su carga encima. Si las
hormigas no tuvieran esa paciente conducta, ellas junto con su hormiguero morirían.
• Los caracoles, cuando se sienten en peligro, esconden su cuerpo dentro de la concha, y la cierran. Los
caracoles se encierran también dentro de la concha cuando no hay humedad, y permanecen así hasta que las
condiciones cambian. De este modo, pueden sobrevivir durante largos periodos de sequía. Si los caracoles no
tuvieran paciencia vendría otro animal más grande y se los comería, o se morirían en los tiempos de sequía.

Pincha aquí para ver la lamina de estos animales.

Pregunta a tu hijo

¿Has visto lo importante que es tener paciencia para conservar la vida? Pues a nosotros nos pasa lo mismo que
a esos animalitos. Si no tenemos paciencia para cruzar las calles, si los conductores no esperaran la luz roja en
los semáforos, los coches chocarían y se podrían herir y hasta morir.”
¿Has oído ese consejo que se les da a los conductores de coches que dice “Más vale perder un minuto en la
vida, que la vida en un minuto”? ¿Qué se quiere decir con esa frase?.
Deja que tu hijo se exprese libremente y después explícale lo que este consejo quiere decir.

¿Qué sería de la araña si no tuviera paciencia para tejer su tela?


¿Qué le pasaría a la hormiga si no tuviera paciencia para realizar su trabajo?
¿Qué sería de los caracoles si no tuvieran paciencia para estar por largos períodos de tiempo cerrados en su
concha?
Juegos para aprender la solidaridad

En el niño preescolar, se puede desarrollar las premisas de la solidaridad. Para ello, es necesario enseñarle a
prestar ayuda a los compañeros, sobre todo en momentos difíciles, sentir alegría ante sus éxitos y tristeza
cuando tienen problemas. El niño solidario ha aprendido que debemos estar atentos a los más pequeños y a los
ancianos y sabe que, en otras partes del mundo, existen niños, hombres y mujeres a los cuales debemos
brindar ayuda. Se le ha enseñado que los pueblos se ayudan para poder vivir en paz.

Collage solidario

La actividad consiste en hacer un collage con el niño para desarrollar conocimientos sobre la cultura, el
trabajo, las costumbres y forma de vida de las personas en diferentes países. Se trata de buscar en revistas
fotos que reflejen las costumbres, vestimentas, lenguaje de otros niños y niñas del mundo o cualquier otra
cuestión referida al modo de vida de otros países, particularmente de aquellos de los cuales pueden provenir
algunos de sus amigos.También podemos hacer algún dibujo.

Recortar y pegar ropas, atributos y objetos representativos de otros países y buscar información de todo ello.

Colorear

Para el collage solidario, puedes descargar una lámina con dibujos para colorear y recortar.
Juegos para valorar la amistad

Para desarrollar este valor en tu hijo es importante que sepa qué es un buen amigo y porqué, cómo se
comportan los buenos amigos, cómo mantener una buena amistad: preocuparse por sus compañeros,
esforzarse por hacer algo útil en beneficio de los amigos. El niño amigo es el que no pelea con sus
compañeros, comparte sus juguetes, ayuda a un compañero que ha procedido mal explicándole lo
incorrecto de su actuación sin ir a quejarse al adulto... Cuando hay amistad los niños se percatan de
cuándo uno de ellos está alegre, o por el contrario, está triste y tratan entonces de alegrarlo, jugar con él, etc.

Lee a tu hijo este cuento sobre la amistad

"Érase una vez dos niños que iban caminando por el bosque. Estos niños eran amigos desde hacía mucho
tiempo. De pronto, un oso grande y fiero salió a su encuentro, imponente con sus afeiladas garras y dando
unos fuertes rugidos. "¡Oh, qué espanto ante aquel animal tan feroz!" El miedo era tal que uno de los niños
echó a correr, y sin mirar hacia atrás ni preocuparse por nada, trepó a un árbol y se ocultó entre las ramas,
para que el oso no pudiera verlo y luego poder escapar. El otro niño, despavorido, se quedó paralizado por el
temor, y viendo que no tenía escapatoria del imponente animal, y que su amigo se hallaba a salvo, se quedó en
medio del camino, se echó al suelo y se fingió muerto.

El oso, sorprendido, se le acercó y se puso a olerlo, pasando su nariz por todo su rostro, las orejas, el cuello, el
pecho, las piernas, tratando de observar si había alguna reacción. El niño retuvo la respiración, pues sabía que
si hacía algún fuerte movimiento el oso podría darse cuenta de que él pretendía engañarlo. De nuevo el oso
volvió a olerle cara, le lamió las mejillas, le escudriñó las orejas, emitiendo gruñidos bajos pero tranquilos.

Tras un largo rato olfateando, el oso creyó que el niño estaba muerto y que, por lo tanto, no suponía ningún
peligro para él, por lo que se alejó. Cuando el fiero animal ser marchó, el niño que estaba en el árbol bajó
rápidamente y le preguntó entre risas a su amigo:

-¿Qué te ha dicho el oso al oído?

-Me ha dicho que los que abandonan a sus compañeros en los instantes de peligro no son verdaderos amigos."

Una vez leído el cuento, pregunta a tu hijo qué le ha parecido la historia, cómo habría reaccionado él, quién es
mejor amigo en esta historia... Intenta encauzar tu relato de tal forma que critiques la actitud del pequeño
cobarde que huye sin preocuparse por su compañero. Puedes terminar esta actividad dibujando una postal
para su amigo, en la que coloreará un bonito dibujo y después añadirá una cariñosa dedicatoria. Descarga los
modelos de postales aquí.
Juegos para aprender la tolerancia

La tolerancia es un valor fundamental para vivir en paz y rodeado de amigos. Este cuento ayudará a tu hijo a
entender su importancia.

Necesitarás:

Lámina y lápices para colorear.

El cuento

"Estaban dos niños conversando y uno le contaba al otro:


- Mi abuelita siempre me cuenta muchos cuentos, historias de cosas que a ella le han sucedido, y otras que no
le han sucedido, porque mi abuela sabe muchas cosas, ella dice que, ¡es que ha vivido tanto! Un día me llamó
para contarme algo. Me dijo que hay personas que respetan la manera de pensar, de hacer las cosas y las
decisiones de los demás, aunque no estén de acuerdo o no piensen igual, a esas personas se les llama
tolerantes, sí, tolerantes, así dice mi abuelita que se llaman a esas personas, pues como en la vida tendremos
muchos conflictos, y quizás pocos amigos, tenemos que aprender a aceptar como son y piensan los demás.” -
-“¿Sí? Oye, que complicado es eso. A ver, explícame.”-
-“Bueno, pues dice mi abuela que si no fuéramos tolerantes seríamos como el perro y el gato, que siempre
están peleando. Y entonces ella me recitó, sí porque mi abuelita también me recita poesías muy bonitas, me
recitó esta:
Entre un perro y una gata
sin gran asombro escuché
una enorme zaragata
por un sabroso panqué
-“¿Abuelita, por qué los gatos y los perros siempre quieren pelearse?”- le pregunté
-”Porque son intolerantes uno con el otro”- me contestó.
-”¿Qué quiere decir eso?” - volví a preguntarle
-“Que no se aceptan que uno haga lo que cada cual quiera”-, me contestó -“ya te expliqué, la tolerancia es
una cualidad personal que significa que unos respeten las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son
diferentes o contrarias a las propias”-
-“Y los gatos y los perros son intolerantes uno con el otro, ¿no es así?”- le pregunté yo
Y mi abuelita me aconsejó: -”Así mismo. Tú nunca seas intolerante con tus compañeros, porque entonces no
tendrás amigos, y serás como el perro y el gato que nunca pueden ser compañeros.”

Explica a tu hijo que tolerar es respetar el criterio de los demás, aunque no estemos de acuerdo. Por ejemplo
en el cole, si la mayoría decide jugar a un juego que a ti no te gusta, debes ser tolerante y aceptarlo. Eso
mismo pasa en la familia, si hay un intolerante se producirán discusiones desagradables para decidir el lugar
del paseo, de las vacaciones, etc.
Además, le explicaremos al niño que las abuelitas, casi siempre, son personas tolerantes, porque ellas han
vivido mucho y conocen cómo hay que actuar para llevarse bien con los amigos.
Terminaremos la actividad coloreando un dibujo para la abuela y dedicándole unas palabra

You might also like