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Frases Goethe
El hombre se cree siempre ser más de lo que es, y se estima menos de lo que vale.
Pensar es más interesante que saber, pero menos interesante que mirar.
Pensar es fácil, actuar es difícil, y poner los pensamientos en acción es la cosa más
difícil del mundo.
Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente, pero de lo que está mal uno
siempre es consciente.
El hombre está hecho por sus creencias. Como él cree, así es.
El amor es una cosa ideal; el matrimonio, una cosa real; la confusión de lo real con lo
ideal jamás queda impune.
Sólo hay dos legados duraderos que podemos esperar dar a nuestros hijos. Uno de ellos
son raíces, el otro, alas.
El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y
pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio.
Lo que habéis heredado de vuestros padres, volvedlo a ganar a pulso o no será vuestro.
La magia es creer en ti mismo, si puedes hacer eso, puedes hacer cualquier cosa.
Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y si por la noche no nos queda
ninguna esperanza, ¿es que vale la pena vestirse y desnudarse?
El hombre que siente miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo.
Un gran sacrificio resulta fácil; los que resultan difíciles son los continuos pequeños
sacrificios.
La forma en que ves la gente es la forma en la que las tratas, y la forma en que las tratas
es en lo que se convierten.
La locura, a veces, no es otra cosa que la razón presentada bajo diferente forma.
Nadie es más esclavo que el que se tiene por libre sin serlo.
Si los hombres, una vez que han hallado la verdad, no volviesen a retorcerla, me daría
por satisfecho.
Eres, al fin y al cabo, lo que eres. Aunque te pongas una peluca con miles de rizos,
aunque te pongas tacones de un codo de altura, seguirás siendo lo que eres.
Ni aun el genio más grande iría muy allá si tuviera que sacarlo todo de su propio
interior.
Se predica contra muchos vicios, pero no sé de nadie que haya predicado contra el mal
humor.
Pensar es fácil; actuar, difícil; transformar los pensamientos en actos es lo más difícil.
Viaja al extranjero y te darás cuenta de lo maravillosas que son las cosas que uno posee
en casa.
No sueñes pequeños sueños, porque no tienen poder de mover el corazón del hombre.
Nunca estamos más lejos de lo que deseamos, que cuando creemos que tenemos lo que
deseamos.
Todos los días deberíamos escuchar al menos una pequeña canción, leer un buen
poema, ver una imagen exquisita, y, si es posible, hablar unas pocas palabras sensatas.
El hombre inteligente encuentra casi todo ridículo, el hombre sensato casi nada.
La belleza es una manifestación de las leyes naturales secretas, que de otro modo
habrían sido escondidas de nosotros para siempre.
Que cada uno barra delante de su propia puerta, y todo el mundo estará limpio.
Mucha gente no cuida su dinero hasta que está cerca de su final, y otros hacen lo mismo
con su tiempo.
Los hombres ignorantes plantean preguntas que los sabios contestaron hace mil años.
El hombre pequeño es aún un hombre.
El amor y el deseo son las alas del espíritu para las grandes hazañas.
Lo que importa más nunca debe de estar a merced de lo que importa menos.
Y así continúo corriendo tras esta vaga sombra, hasta que me conduce al borde del
abismo, donde me detengo con espanto.
Cuando se es joven, uno está seguro de poder construir palacios para la humanidad,
pero, cuando llega el momento, uno tiene las manos disponibles sólo para poder sacar
su basura.
La persona que nace con un talento que está destinada a utilizar, encontrará su mayor
felicidad en su uso.
El error es aceptable mientras somos jóvenes; pero no hay que arrastrarlo a en la vejez.
Toda teoría, querido amigo, es de color gris, pero el árbol dorado de la vida brota
siempre verde.
No es hacer lo que nos gusta hacer, sino gustarnos lo que tenemos que hacer, lo que
hace una vida bendecida.
Nada debe ser clasificado más alto que el valor del día.
Tan pronto como confíes en ti mismo, sabrás vivir.
El que posee arte y ciencia tiene religión. El que no los posee, necesita religión.
Las cartas están entre los recuerdos más significativos que una persona puede dejar
atrás.
Los perezosos siempre hablan de lo que piensan hacer, de lo que harán; los que de
verdad hacen algo no tienen tiempo de hablar ni de lo que hacen.
Aunque el mosto fermente de manera impredecible, al final tendrá que dar vino.
Sólo por la alegría y el dolor una persona aprende algo acerca de sí mismo y de su
destino. Aprenden qué hacer y qué evitar.
Aprovechad el tiempo que vuela tan aprisa, el orden os enseñará a ganar tiempo.
Feliz el que reconoce a tiempo que sus deseos no van de acuerdo con sus facultades.
La ciencia surgió de la poesía… cuando los tiempos cambien los dos podrán reunirse de
nuevo en un nivel superior como amigos.
Sabemos con precisión sólo cuando sabemos poco, pues con el conocimiento crece la
duda.
Una persona se coloca a sí misma en la altura de los que alaba.
El destino nos concede nuestros deseos, pero a su manera, con el fin de darnos algo más
allá de nuestros deseos.
En esta vida son pocos los momentos que se resuelven con un sí o con un no.
La vida pertenece a los vivos, y el que vive debe estar preparado para los cambios.