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Avanzan los planes para una

acción militar "quirúrgica" que


saque a Maduro de Venezuela
El Departamento de Estado de EEUU, la OEA y parte de la oposición en el exilio
negocian un documento al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
11 mayo, 2019 03:18
Alberto D. Prieto @ADPrietoPYC

"La dictadura no saldrá voluntariamente". Ésta es la frase que resume la verdad de


lo que se piensa en los salones y pasillos de techos altos y moqueta donde se está
discutiendo, fuera de Venezuela, el futuro del país caribeño. La pronunció el pasado
2 de mayo Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
En una reunión de su Consejo Permanente en Washington, los embajadores de los
países de la región trataron la nueva situación creada tras el lanzamiento de la
"operación Libertad" dos días antes por el presidente encargado, Juan Guaidó.
La OEA, bajo el liderazgo del uruguayo Almagro, ha sido uno de los foros más
beligerantes contra el régimen de Nicolás Maduro desde que heredó la
tiranía de su fundador, Hugo Chávez. Ahora, forma lobby con otras instituciones
y, junto al Departamento de Estado de EEUU y los representantes del bautizado
como Tribunal Supremo en el Exilio, que preside Miguel Ángel Martín Tortabú,
está diseñando un plan de presión definitiva para forzar la caída del madurismo.
Gonzalo Koncke, jefe de gabinete de Luis Almagro (OEA), sobre Venezuela.

"Con la salida de Maduro o su apresamiento; saliendo por su propio pie o con


esposas; camino del exilio o de una cárcel en el extranjero, el proceso es inexorable y
desde hace una semana estamos diseñándolo", explica una fuente directamente
implicada en la negociación. "La operación de extracción, si es necesaria,
será como la de Osama bin Laden, limpia y corta", apunta, "son sólo tres o
cuatro personas a las que hay que apresar".
Una embarazada, un mayor y un joven con muletas: la 'pelea' en el Metro por el
asiento
David Palomo

Ambos se ceden el asiento hasta acabar pegándose gritos. Su 'disputa' se ha hecho viral.

EL ESPAÑOL ha tenido acceso al documento que se viene elaborando desde pocos


días después de que Guaidó diera la orden de liberar a Leopoldo López de su
arresto domiciliario. Representantes de la OEA, del Tribunal Supremo en el Exilio y
de la Administración estadounidense tienen ya esbozado un plan de
intervención militar en Venezuela. Y todo porque aquel martes 30 de abril, los
acontecimientos por una parte se precipitaron y por la otra se ralentizaron.
La "operación Libertad", en suspenso
Para empezar, la liberación del preso político más famoso y simbólico de
Latinoamérica se anticipó un día sobre el plazo previsto. La negociación
abierta entre representantes del régimen bolivariano y los del Gobierno legítimo de
Guaidó -con el patrocinio directo de EEUU y la aquiescencia de Rusia- abrió un
canal de comunicación que sirvió para que el Servicio Bolivariano de Inteligencia,
los espías del régimen, el Sebin, advirtiera a Guaidó de que lo iban a
mandar detener ese mismo día, tras filtrarse sus movimientos. Y eso precipitó
la operación.
Precisamente el adelanto de 24 horas respecto al que manejaban las cancillerías de
EEUU, Colombia, Brasil y Chile -según fuentes de la propia oposición democrática
venezolana- fue lo que puso tan en dificultades la "operación Libertad" que
perjudicó su éxito. Washington tuvo que improvisar, y John Bolton -asesor de
Seguridad Nacional de Donald Trump- convocó a la prensa a las puertas de la
Casa Blanca para señalar en público a los caballos de Troya en el régimen: Mikael
Moreno, presidente del Tribunal Supremo chavista; Vladimir Padrino López,
general y ministro de Defensa; y Rafael Hernández Dala, jefe de
Contrainteligencia Militar.
Pero éstos entonces ya habían apagado sus teléfonos. "Es que no se puede negociar
con el demonio", explican las citadas fuentes negociadoras, "jugaron a dos barajas
y a la primera dificultad, se bajaron del barco". Y es que Diosdado
Cabello -número dos del régimen y buscado por la DEA como responsable del
narcotráfico del Cartel de los Soles- se negó a ser le chivo expiatorio.

Diosadado Cabello, Nicolás Maduro y Vladimir Padrino López se dirigen al pueblo por televisión el día de la "operación
Libertad".Reuters

Así, el avión preparado para sacar a Maduro y llevarlo a La Habana se quedó en


tierra. Y se activó, en sigilo, la negociación que ha podido conocer este periódico.
Representantes de la OEA, del Tribunal Supremo en el Exilio y de la Administración
estadounidense tienen ya esbozado el documento que invoca
"Reponsabilidad de Proteger (R2P)" con un plan de acción.
Las acciones
Altos representantes de Almagro (OEA), Martín Tortabú (TSJ en el Exilio) y Mike
Pompeo (secretario de Estado de EEUU) trabajan como think tank de la
intervención militar en Venezuela, ya aprobada al menos de palabra por el propio
Guaidó. Las tres organizaciones han diseñado una estrategia por tierra, mar y
aire. Literalmente:
Piden un compromiso a la coalición resultante por la democracia en Venezuela de
"realizar despliegues preventivos de ayuda militarcolectiva". La idea es
apostar militares en las fronteras en instalaciones de asistencia médica y alimentaria
dentro del país, en las zonas fronterizas de situación aguda, y de los venezolanos en
territorio extranjero. Pero también "dentro del país".
Para ello, alientan a "los donantes" a apoyar programas de "prevención y
protección de crímenes". Y además recuerdan que "las medidas de tipo
coercitivo y el ejercicio de misiones militares no están ligadas indisolublemente a
actos bélicos o de guerra". Al contrario, se elige el contexto castrense como "forma"
más efectiva de llevar a cabo estas acciones "de inteligencia, otras de apresto en
defensa, y otras", si fuera necesario "de carácter bélico de ataque o
defensa según el caso".
Proponen "embargos de armas", sanciones financieras a los gerifaltes del
régimen y la restricción de viajes a individuos, además de "prohibiciones sobre el
tráfico aéreo", y la suspensión o expulsión del régimen chavista venezolano
de organizaciones internacionales o regionales.
Y finalmente, se plantea "la acción militar en misión de paz". Es decir, y
según la fuente contactada por EL ESPAÑOL, "la intervención de tropas extranjeras
para sacar de sus posiciones de poder a los líderes chavistas". Una entrada que sería
"quirúrgica y rápida, como la de Bin Laden en Pakistán", explica. "Entrar,
localizar, detener, salir", detalla, "eso se puede hacer en menos de una hora".

Reproducción digital de la operación de EEUU en Abbottabad (Pakistán) para capturar a Osama bin Laden. E.E.
El documento lo reconoce con palabras más diplomáticas: "Se debe estipular en
unas condiciones mínimas, que acompañe tareas humanitarias, y estar el tiempo
estrictamente necesario".

"Los delincuentes van rápido, los buenos vamos lentos"


El texto completo está dividido en seis apartados y una "propuesta de acción
conjunta de países" con una "coalición internacional de justicia".
Los objetivos que pretende proteger están explicitados en los tres primeros
puntos: Derechos humanos, seguridad humana y soberanía. El siguiente
detalla las circunstancias del "Estado fallido" en que se ha convertido Venezuela
por "responsabilidad directa de Nicolás Maduro Moros". Los puntos 5 y 6
describen las "acciones urgentes para salvar a la población" y los "mecanismos de
acción de la Responsabilidad de Proteger".
Finalmente, el documento -ya completo pero aún en fase de estudio- propone las
acciones concretas para lograr la efectiva caída de la tiranía madurista
para propiciar la transición hacia una democracia plena.
Todas ellas están basadas, según esta fuente, en que "los delincuentes van rápido y
los buenos vamos lentos". Por eso, los primeros planteamientos piden aplicar
medidas de “diplomacia dura” y seguir con el programa de sanciones
económicas "a los responsables del daño humanitario". En este punto, la postura
"equilibrista" de la que fuentes de la oposición acusan a la Unión
Europea -sobre todo, desde la llegada del PSOE al poder en España- queda
retratada, pues sólo se cita como "determinantes" hasta ahora a EEUU y Canadá.
Aparte de otras medidas coercitivas en el plano legal -seguimiento de los "capitales
corruptos" y persecución de su blanqueo, retirada de visados, más presión ante la
Corte Penal Internacional, congelamiento de los pagos de deuda, etc-, el texto
propone medidas positivas como "asegurar el trabajo" de las ONG, fomentar el de la
OEA y la ONU para "promover las obligaciones que emanan del Principio de
Responsabilidad de Proteger" e implementar "con urgencia" leyes de
refugiados y leyes humanitarias en los Estados colindantes.
Los actores del futuro
Los redactores del documento consideran imprescindible que la comunidad
internacional reconozca "los liderazgos políticos que han procedido con
coraje" en la tarea de liberación de Venezuela. Y también concretamente a
las "organizaciones no gubernamentales, a la Academia", y lo que bautizan como
"los poderes legítimos", lo que incluye al "legítimo Tribunal Supremo de Justicia".

Juan Guaido y Leopoldo López se dirigen a los partidarios en Caracas. Reuters

Todo para que no haya más fricciones dentro de la oposición democrática,


hoy reunida en torno a Juan Guaidó, pero en la que hay demasiadas rencillas y lucha
de poderes. El futuro gobierno de transición deberá armarse en torno a su
legitimidad, otorgada por la cincuentena de países -entre ellos, España- que lo han
reconocido como presidente encargado.
Como dice el texto, "la liberación de Venezuela y las tareas de reconstrucción se
logran con los actores ya indicados" y se conmina a que todos ellos "participen en el
desarrollo en diversas áreas: reconciliación, justicia, seguridad, desarrollo, etc".

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