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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

SEDE CHIQUIMULA
PSICOLOGÍA CLÍNICA
IX CICLO

ANCLAS EMOCIONALES
INVESTIGACIÓN

POR:
KENNEDY BACILIO PÉREZ DUARTE
CARNÉ: 3003-15-4951

CURSO: MODELO COGNITIVO CONDUCTUAL


LIC. KAREN LORENA MORALES

CIUDAD DE CHIQUIMULA, 27 DE ABRIL DE 2019


ANCLAS EMOCIONALES
Los seres humanos, de la misma forma que los animales, reaccionamos a los
estímulos adaptando nuestro comportamiento a estos; tenemos emociones y nuestro
estado emocional cambia dependiendo del ambiente que nos rodea. Los estímulos que
recibimos, principalmente por lo sentidos, van despertando en nosotros recuerdos que
teníamos almacenados en nuestra mente subconsciente.
Las Anclas Mentales son estímulos externos capaces de desencadenar una respuesta o
alterar nuestro estado emocional. Un olor, una imagen, una palabra, un lugar, son
poderosas anclas que nos transportan instantáneamente a momentos vividos y nos llevan
a revivir acontecimientos. Recibir determinados estímulos provoca de forma inmediata en
nosotros una emoción que nos invade sin “causa real” aparente. Así, un día lluvioso puede
producirnos tristeza o una aglomeración de gente angustia si hemos establecido a nivel
inconsciente una asociación entre la situación y la sensación.
Podemos crear Anclas Mentales Negativas sin darnos cuenta: por ejemplo, llegamos a casa
muy disgustados y tensos por nuestra situación laboral, abrumados por la presión a la que
nos somete nuestro trabajo: ¿Qué ocurrirá si en ese instante nuestro perro sale a
recibirnos? Es muy posible que de una forma no intencional conectemos la efusividad de
nuestro perro con los problemas laborales que nos tienen preocupados. Si esto sucede día
tras día, se creará un Ancla Negativa y así siempre que el perro se nos acerque
efusivamente se nos despertaran sentimientos de rechazo y rabia contra él, sin saber por
qué. Similar a este ejemplo existen multitud de situaciones ante las cuales vemos limitada
nuestra libertad de reacción: cuando alguien utiliza una palabra o frase que nos recuerda a
algún insulto recibido; un nombre que no nos gusta por recordarnos a alguien; evitar asistir
a un funeral por recordarnos la pérdida de un ser querido; un lugar al que no queremos ir
por recordarnos un hecho doloroso acontecido allí o en un lugar parecido; el hecho de sentir
inseguridad a la hora de tomar decisiones puesto que de niño se mofaron de nosotros;
sentir miedo escénico a una situación por recordar un fracaso o un ridículo, entre otros. Si
arrastramos anclajes negativos similares a estos veremos limitada nuestra libertad de
actuación, ya que quienes realmente llevarán las riendas de nuestras reacciones serán las
emociones despertadas por esos recuerdos desagradables, no nuestra mente racional.
Las anclas negativas se pueden evitar desde el momento en que seamos capaces de
reconocer nuestras reacciones. Si hemos caído en el hábito de responder de manera
negativa ante ciertas situaciones, una vez nos demos cuenta de que estamos actuando así
haciendo que “paguen justos por pecadores”, podremos decidir si nuestra reacción es la
adecuada o si sería conveniente cambiar de registro; será entonces cuando el efecto de
esas Anclas Emocionales quedarán anulados.
Para poder hacer accesibles algunos estados emocionales podemos recurrir a lo que en el
mundillo comercial conocemos como anclas. Las anclas son utilizadas generalmente para
auto inducirnos a un estado de ánimo deseado aprovechando todo el potencial y fuerza que
nos puede ofrecer. Con este pequeño truco psicológico somos capaces de dar el máximo
en todo momento.
Cualquier persona posee por su experiencia en la vida una vasta gama de estados
emocionales. Un ancla es una asociación, como la que podemos experimentar al ver una
fotografía o escuchar una melodía. Las anclas se pueden detonar por medio de cualquier
sentido.
Las anclas autoprogramadas se crean por medio de la repetición. Para demostrar la
efectividad de las anclas hace unos años se realizó un experimento con una gallina. Se
dispuso de una plancha que se calentaba a gran velocidad, y encima de esta plancha
posicionaron al ave. Cada vez que hacían sonar una campanilla accionaban el dispositivo
que calentaba la plancha, de tal manera que la gallina empezaba a saltar para no quemarse
las patas. El resultado fue sorprendente, ya fuera del artefacto, cuando la gallina volvió a
su corral y estaba con sus congéneres, podíamos distinguir al sujeto del experimento del
resto, si movíamos una campanilla en su presencia. La gallina empezaba a saltar entre las
demás.

Lo importante de las anclas es que si educamos nuestro cerebro para ello podemos
sacarnos el máximo partido. Lo primero es decidir que estado emocional queremos adquirir
y lo segundo asociarlo a un estímulo para poder atraerlo a nuestra mente. Si te encuentras
frente a un obstáculo con el adecuado estado emocional, será mucho más fácil sortearlo.

La forma más efectiva para interiorizar un anclaje. Es escoger de entre nuestros recuerdos
aquel que contenga el estado de ánimo que nos pueda venir bien en algunas situaciones.
Pueden ser multitud de recursos como el humor, la persistencia, la creatividad, la valentía…
luego tienes que recordar algún momento de tu vida en el que sentiste aquello que has
escogido.
Los siguientes pasos son escoger un sonido, canción o melodía que nos evoquen esa
situación. También una sensación kinestésica, algo como acariciarse el brazo o tocarse la
oreja y finalmente, un ancla visual, como un recuerdo o un objeto que puedas llevar encima
a modo de amuleto. Un ancla para cada sistema representacional y por estado de ánimo,
deben ser discretos y que no formen parte de nuestros movimientos comunes, recuerda
tenerlas sincronizadas con el estado cuando se ha alcanzado el “climax”, ser diferentes y
únicas, que exista cierta facilidad en repetirlas, y que ese estado lo hayas sentido alguna
vez.

Cualquier objetivo que hayas logrado ha sido por que estabas predispuesto
emocionalmente a conseguirlo, así que imagínate de lo que serás capaz de hacer cuando
puedas sentir lo que desees en el momento adecuado.
E-GRAFÍA:
http://gestionemocional.com/anclas-mentales-emocionales/

http://blog.brainstormer.es/las-anclas-emocionales/

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