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Hottelet y Tad Szulc, entre otros . Texto por : Paula Natalia Jiménez
Médico,pensador,comandante,Ministro de
industria y símbolo de lucha de gran
importancia en la revolución cubana.
Tenemos una gran cantidad de amigos, pero no entre los gobiernos, los amigos
están en el pueblo
Hay que acabar con todos los periódicos, pues no se puede hacer una
revolución con libertad de Prensa. Los periódicos son instrumentos de la
oligarquía.
Soy el mismo solitario que era, buscando mi camino sin ayuda personal, pero
tengo el sentido del deber histórico. No tengo casa, ni mujer, ni hijos, ni padres, ni
hermanos, mis amigos son mis amigos mientras piensen políticamente como yo.
Yo trabajo quizá dieciséis, quizá dieciocho horas diarias. Duermo seis horas
cuando puedo dormirlas, sino duermo menos.
Cuando nací mi padre dijo la primera cosa a anotar es que en las venas de mi
hijo corre la sangre de los rebeldes irlandeses.
En una carta a mi padre le dije tengo que confesarte papá que en ese momento
descubrí que realmente me gusta matar
Aleida decía no me siento especial por ser la hija del Che, sino por ser la hija
de dos personas que se amaban tanto.
A Fidel Castro hoy le digo gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que traté
de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos, he estado siempre
identificado con la política exterior de nuestra revolución y lo sigo estando. No me
apena no haberles dejado nada material a mis hijos y a mi mujer y no pido nada
por ellos porque sé que el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.
Las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera y no vale la pena
emborronar cuartillas.
En la carta de despedida a mis cinco hijos les dije crezcan como buenos
revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite
dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo más importante y que
cada uno de nosotros, sólo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de
sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier
parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.
Referencias bibliográficas: