UNIVERSIDAD DE LAS AMÉRICAS

FACULTAD DE MEDICINA
ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA MÉDICA

ENTREGA DE PORTAFOLIOS
PROGRESO 1

NARRATIVA N°3: Relato bibliográfico de un embarazo, parto y puerperio

Nombre: Tania Acevedo

Fecha: 28/04/2019

EL INICIO DE UNA NUEVA VIDA

En el sur del continente americano, hace aproximadamente 23 años, Tania B. y

Tony recibieron la gran noticia de que iban a ser papás por primera vez. Fue en Mayo de
1996, un día de otoño por la tarde. Ese momento los llenó de expectativas, miedos y
sentimientos encontrados. Fueron los nueve meses más largos de sus vidas, temían por el
bebé y la gran responsabilidad que se les venía encima, eran un matrimonio joven y lleno
de ilusiones. Iban a formar una familia. El bebé nació al cabo de cuarenta semanas de
embarazo, sin complicaciones, por parto eutócico. Fue un varón muy grande y fuerte,
decidieron nombrarlo Walter.

Años más tarde, cuatro para ser precisos, nacería la segunda hija de la pareja: pero,
¿cómo fue?. Un día normal Tania B. empezó a sentir mareos y nauseas contantes, acudió
con su pareja al ginecólogo y sus sospechas se volvieron ciertas, estaba embarazada de
su segundo bebé. Tania B. y Tony decidieron que no deseaban conocer el sexo del bebé,
querían mantenerlo como un secreto de los doctores. Su gran afán con esta decisión era
esperar el factor sorpresa, sólo pedían a Dios que el bebé venga sano.

La pareja ya había experimentado el embarazo con su primer hijo, ya conocían los

cambios que ocurrirían en el cuerpo de Tania B., los cambios emocionales y los famosos
antojos. A pesar de que ya habían vivido esta experiencia, el miedo y la emoción los
invadió otra vez. Fueron nueve meses con altos y bajos, no todo fue bonito como la
primera vez. Cerca del mes número 6, a Tania B. le diagnosticaron diabetes gestacional
y debió seguir una dieta estricta recomendada por el médico. La pareja experimentó
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algunos problemas en el trabajo, por lo que Tania B. tuvo que estar en reposo absoluto
los últimos dos meses de gestación; pues, el embarazo se volvió riesgoso.

Los altos y bajos se sobrellevaron y al cabo de nueve meses, Tania B. empezó a

sentir fuertes contracciones, la labor de parto estaba cerca. Tania B. y Tony tenían ya todo
planeado para la llegada de su segundo bebé, habían preparado una maleta con pañales,
chupones, ropita y mantas para el nuevo bebé. Al percatarse de las primeras
contracciones, la pareja acudió inmediatamente al hospital, le asignaron una habitación a
Tania B., al cabo de pocas horas, se rompió el agua de fuente, el bebé estaba cerca de
nacer.

En el hospital, ya en la sala de parto, Tania B. se dilató de una forma favorable, se

podría decir que hasta rápida. El parto fue doloroso pero los médicos atendieron a la
madre con mucho respeto y profesionalismo, hasta le preguntaron si deseaba aplicarse la
epidural, a lo que ella contestó “no gracias”. Tony acompañó a su esposa en todo
momento en la sala de parto, la labor sólo tardó tres horas y fue un parto natural. En la
madrugada de un 23 de Enero del 2001 nació Tamy, una niña fuerte y sana. Los médicos
colocaron inmediatamente a Tamy en el pecho de su madre, y, pocos minutos tras haber
salido, Tony tuvo el privilegio de cortar el cordón umbilical. “Es una bebé hermosa” le
dijo Tania B. a Tony, “se nos cumplió el deseo de la ‘parejita’ ” (un niño y una niña),
respondió su esposo. Los dos estaban colmados de emoción, era su primera niña. Para
este entonces, Walter ya tenía cuatro años y esperaba con ansías conocer a su hermana.

Tania B. estuvo internada en el hospital por tres días tras el parto, tras este tiempo
ya estaba lista para ir a casa. En la casa, la habitación para Tamy estaba preparada, tenía
su cuna y muchas decoraciones. El color que Tania y Tony eligieron para las mantas,
paredes y ropa era amarillo, pues ellos opinaban que este color era neutro y le iba a quedar
tanto a un niño como una niña. La pareja sabía que la leche materna es el mejor alimento
para los bebés. Por esta razón Tania B. dio de lactar a Tamy desde el primer día, iniciando
en el momento en que los médicos pegaron a Tamy a su pecho minutos tras haber dado a
luz. La lactancia para Tamy duró desde el momento de su nacimiento hasta sus dos años
y medio.

La recuperación de la madre fue positiva y ocurrió en el tiempo preciso y

adecuado. Tamy iba creciendo poco a poco, había nacido con 3,5kg de peso
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aproximadamente y para sus dos semanas ya había aumentado 500g. Por el contrario,
Tania B. iba perdiendo peso, a la semana del parto, el doctor le recetó suplementos de
calcio y hierro, pues en su juventud ella padeció anemia. A veces Tania B. experimentaba
cambios repentinos en su humor y discutía con Tony, la situación se fue atenuando con
el tiempo. Asumieron que probablemente se debía a los cambios hormonales, porque el
mismo escenario ocurrió tras dar a luz a Walter. La pareja acudía a los controles
mensuales para la bebé. Tania B. ya estaba volviendo a su peso normal pero las estrías se
iban quedando.

Tres años después del nacimiento de Tamy, la pareja planeó un tercer embarazo,
de este surgió una hermosa niña a quien decidieron llamar Julissa. Con altos y bajos, Tony
Tania criaron a tres bellos hijos, atravesaron la etapa de embarazo, parto y puerperio tres
veces cada una y lo sorprendente es que cada vez aprendieron algo diferente.

El mundo es un lugar único e inigualable, la naturaleza es muy bella y la creación

de la vida es un misterio. Tania B. consideró estar embarazada como la más grande
bendición para el ser humano, para ella y Tony, es: “un hecho inexplicable”. La vida no
te entrega un manual de instrucciones acerca de cómo ser madre o padre, solo la
experiencia propia te lo enseña. Es increíble pensar que tras el primer embarazo vino otro,
después uno más, y que ahora son una familia de cinco.