Definida como una motivación innata presente en toda
forma de vida y dirigida a desarrollar sus potenciales hasta el mayor límite posible la teoría de Rogers esta construida a partir de una “Fuerza de vida” mejor llamada tendencia actualizante.
Para Rogers el ser humano desarrolla su personalidad al servicio de metas
positivas. Este impulso biológico de convertirnos en lo que podemos ser es nombrado tendencia a la realización. Mientras que en la tendencia de la autorrealización procuramos lograr la conciencia de lo que somos.
El funcionamiento completo fue el término que Rogers utilizo para describir
a la persona sana y comprende de las siguientes cualidades: 1. Apertura a la experiencia: Rogers afirma que es la percepción clara y precisa de las experiencias propias del mundo, incluyendo los propios sentimientos.
2. Vivencia existencial: el significado es el
vivir en el aquí y el ahora, manteniendo el contacto con la realidad, Rogers piensa que debemos reconocer el pasado y el futuro por lo que son: memorias y sueños, que experimentamos aquí y ahora, en el presente. 3. Confianza organísmica: Rogers afirma que debemos confiar en nosotros y hacer lo que creemos que está bien. Rogers se refiere a la confianza en el propio yo y la única manera de conocernos verdaderamente es abrirnos a la experiencia.
4. Libertad experiencial: Nos sentimos libres cuando nos brindan
oportunidades, y que las personas que funcionan al cien por ciento reconocen ese sentimiento de libertad y asumen las responsabilidades de sus oportunidades.
5. Creatividad: una persona completamente funcional estará en contacto
con la actualización, se sentirá obligada por naturaleza a contribuir a la actualización de otros. Para Rogers esto puede lograrse mediante la creatividad en las artes o ciencias.
Las teorías humanistas de la personalidad han sido
muy criticadas por presentar una visión muy optimista de la naturaleza humana y fomentar una concepción del yo que propicia egocentrismo e individualismo.