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Nombre : Camila Abarzua

Profesor: Cristian Castro


Ayudante: Stefano Brezzo
Fecha: 20/5/19

La Economías Morales Rotas

En el presente ensayo se propone una discusión entre dos ejemplos de “economías morales de
la multitud”como lo denomina E.P. Thompson como son las revolución haitiana ,y el caso de
la esclavitud en Brasil y EEUU . Planteados desde la mirada de la raza negra , logran romper
con la economía moral de las elites blancas , generando así no solo un quiebre con el
equilibrio social de la época y un golpe a la hegemonía dominante de las elites, sino que, a su
vez, también se forma lo que Anderson nombra como Comunidades imaginadas. Junto a esto,
se realizará una breve comparación con el proceso de abolición en Estados Unidos, para
demostrar que dicho proceso en ningún caso rompe con el equilibrio social o la economía
moral paternalista de las elites blancas del país. El desarrollo de estas ideas nos permitirá dar
respuesta a las preguntas centrales de este ensayo: ¿Cómo funcionan sociedades post-
esclavistas? ¿Qué pasa con lo político? ¿Qué pasa en lo social?
Para comenzar es necesario explicar el concepto de economía moral que se utilizará
en el transcurso del ensayo. Si bien es cierto que, producto de la contraposición de economía
moral versus economía mercantil es posible distinguir dos variantes de esta, nos centraremos
en lo que para Thompson significó su más grande aporte a la historiografía: la economía
moral de la multitud. En consecuencia, esta será definida como “el conjunto de mecanismos
de regulación y autorregulación que, (…), modulan y determinan el comportamiento rebelde
de las clases y sectores plebeyos o subalternos, frente a los agravios y las presiones de las
clases dominantes, en aquellas situaciones de ruptura abierta y explícita del pacto
social…”1En otras palabras, la economía moral de la multitud surge en respuesta a las
acciones de la clase dominante que intenta ejercer sobre el pueblo un control hegemónico
mediante actos coercitivos. Entendiendo este concepto, es que se explica por qué me centraré
en casos de Brasil después de de la creación de la república y en la revolución haitiana como
economías morales de la multitud, a la vez que elementos de ruptura que atacan a la
“economía moral paternalista” de las élites, puesto que en ambos casos, producto de diversos
elementos se llega a un punto en donde la situación se torna intolerable y por tanto “termina

1 AGUIRRE, Carlos. “Economía Moral de la multitud”. Centro y fenómenos fundamentales


de nuestro tiempo. UNAM. Enero 2010, n°1. p. 9.
la resistencia pasiva, informal, subterránea o cotidiana, y comienza la verdadera protesta
social, abierta, masiva, contundente, ofensiva y retadora”2
En segundo lugar, es necesario destacar el concepto de Comunidad Imaginada
acuñado por Benedict Anderson.st Este concepto, hace referencia a las construcciones de
nación durante el siglo XIX particularmente en América. Para el autor, “estos nacionalismos
se producen no como resultado de ideologías políticas, sino que más bien, aparecen como
oposición a los grandes sistemas culturales que los precedieron” 3Por tanto, se habla de una
comunidad imaginada porque se entiende que dentro de estas naciones existe un sentimiento
de compañerismo profundo, en donde existen relaciones sociales horizontales y, además,
porque a pesar de que no haya una relación directa entre los sujetos de dicha comunidad, se
entiende que hay ciertos elementos o pensamientos que los unen4.
Una vez definidos estos conceptos, nos es posible centrarnos en los ejemplos
propuesto de economías morales. Comenzando por Haití, podemos identificar que la
revolución como tal significó un quiebre total del equilibrio social que regía la isla en ese
momento. De hecho, Trouillot nos relata que los mismos esclavistas en ningún caso pudieron
prever este hecho, sino que, por el contrario, consideraban que estaban en una situación de
completa seguridad puesto que para la opinión del esclavista blanco “Nuestros negros no se
mueven…ni siquiera lo piensan. Son muy tranquilos y obedientes. Es imposible que se
rebelen”5. Esto nos demuestra que, con la irrupción de la revolución, se logró golpear de
manera certera la economía moral de las elites, a la vez que se desmorona el equilibrio social
y económico de la potencia francesa. Como podemos observar, la revolución haitiana
representa un ejemplo claro no solo de la economía moral de la multitud – en donde el pueblo
reacciona frente a las injusticias cometidas por las elites blancas, a la vez que establece que es
correcto y que no lo es dentro de sus propias respuestas a la colonización - sino que a su vez,
nos presenta un claro ejemplo de construcción de nación y de Comunidad imaginada, puesto
que previo al inicio de las revueltas, la existencia de una ceremonia vodoo los unifica en
oposición a la cultura dominante francesa. Por tanto, es correcto hablar de comunidad
imaginaria, ya que, tanto la religión voodoo como el sentimiento de ser sujetos libres que

2 Ibid.., p. 17
3 ANDERSON, Benedict. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo. México: FCE, 1993. p. 30.
4 Ibid.., pp. 23-25.
5 TROUILLOT, Michel-Rolph. “Una historia impensable: la revolución haitiana como un no-evento”.
En: Silencing the Past. Power and the production of History. Boston: Beacon Press, 1995 (Texto de
traducción en PDF). P. 353.
lucharon por su independencia, los hace identificarse como sujetos dentro de una misma
comunidad.
Pero a pesar de esto, hay un detalle que nos demuestra que si bien, logran independizarse de
Francia, los preceptos políticos y culturales de estos calaron hondo dentro de las mentes
revolucionarias. Esto se debe a que, en un principio efectivamente se terminó con la
hegemonía material de Francia sobre ellos, no fue así dentro de la superestructura ideológica
del marxismo clásico, puesto que la creación de una república demuestra que no hubo un
quiebre total con las normas occidentales. Este hecho nos da cuenta de los postulados de
Franz Fannon en Pieles negras, Máscaras blancas, ya que en ella Fannon “establece que el
sujeto colonizado para poder ser considerado un sujeto debe abandonar su sábana, es decir su
cultura, y acercarse más a la cultura dominante” 6. Por tanto, con el fin de que el sujeto
esclavizado pase de ser un objeto a un sujeto, debe por tanto adecuarse a las normas políticas
de la cultura occidental, vale decir, reproduce el dominio extranjero entre ellos.
Respecto al punto anterior, es que considero posible el referirse a Haití como un caso
de destrucción creativa, en donde a pesar de la reestructuración del sistema político cultural
haitiano, es posible apreciar como una semilla o un elemento del sistema anterior germinan o
se desarrolla dentro de este nuevo proceso permitiéndonos hablar de una hegemonía
sociocultural que permanece a pesar de la independencia.
Centrándonos ahora, en el segundo ejemplo, el cimarronaje y particularmente la
formación de quilombos, nos permiten establecer que hay una ruptura total con el mundo de
las élites esclavistas portugueses y a diferencia de Haití, los quilombos representaron tanto
una economía moral propia como un sistema social separado de forma total de los preceptos
occidentales. “Si bien, al africano esclavo se le dificulta el escape y las revueltas debido a que
eran “mercancía en tránsito”7, esto no significó que fueran sujetos completamente dominados.
De hecho, para Herbert Klein, las rebeliones en Brasil para acabar con su cautiverio fueron
mucho más frecuentes que en el norte del continente, producto del sistema legal
estadounidense, lo que lo lleva a establecer (al igual que Zinn) que este régimen esclavista
fue el más restrictivo de todo A pesar de esto, posterior a la revolución haitiana, en Brasil se
produce un boom de la industria azucarera, ya que pretendían abarcar toda la demanda
europea de azúcar8 provocando un aumento en la explotación de la mano de obra esclava,
6 FANNON, Frantz, Pieles Negras, Máscaras Blancas. Madrid: Akal. 2009. P. 49
7 LAVIÑA, Javier. “Rebeliones Negras”. En: Resistencias esclavas en las Américas. Madrid: Doce
Calles, 2006. Pp. 141-142
8 KLEIN, Herbert. La experiencia afroamericana en perspectiva comparada: la cuestión actual del
debate sobre la esclavitud en las Américas. Medellín, TEMPUS, 2016. Pág. 309.
junto con el aumento de las importaciones esclavas. Es en este contexto, en que se genera un
aumento del malestar por parte de los esclavos que nos permite hablar de la aparición de una
economía moral de la multitud. Debido a que las elites aumentaron la presión y la mano dura
sobre los esclavos negros, es que la forma y la formación de quilombos se constituyen como
economías morales que, por una parte, responden a los agravios realizados por las elites, a la
vez que comienzan a regular las relaciones sociales de manera separada del orden
hegemónico occidental.
Si bien es claro, que los quilombos representaron un bastión de resistencia para los ex
esclavos africanos y por tanto una economía moral, el concepto de comunidad imaginada no
es tan claro como se deduce. Aunque no es posible hablar de una “nación cimarrona”, los
quilombos a mi juicio, si poseen los elementos claves para poder referirnos a ellos como
comunidades imaginadas, puesto que, como se mencionó al comienzo del ensayo, las
comunidades imaginadas provocan en el sujeto un sentimiento de compañerismo que a pesar
de sus diferencias los mantiene unidos.
Por otro lado también un método de resistencia que tenían los esclavos como nos
muestra Scott fue mediante los resquicios legales En el textos se nos muestra cómo los
miembros de esta familia estuvieron enfrentándose permanentemente con la reglamentación
jurídica cambiante y con las múltiples formas de ciudadanía. La inestabilidad interna, la
reglamentación jurídica cambiante o las dinámicas políticas del sistema mundo. Los “papeles
de libertad” se ven reflejados en cientos de menciones a documentos de manumisión,
certificados de matrimonio, registros bautismales, recibos de ventas, solicitudes de
pasaportes, testamentos, peticiones y demandas judiciales. El estudio deja claro que a finales
del siglo XIX ni la libertad, ni el honor, ni la respetabilidad podían ser portátiles, el estatus
socio-jurídico de un individuo variaba en cada cambio de jurisdicción como nos presenta la
siguiente cita: “Por ende, en el hogar al que Rosalie se incorporó por compra, probablemente
a fines de la década de 1780, era claro que la esclavitud no constituía necesariamente un
estatus permanente”9 este ascenso de social dependía necesariamente de los papeles
legislativos.
En el texto se pone en evidencia el significado de ciudadanía en el siglo XIX
enfrentándose dos formas de entender el racismo y el color: la legalidad y la realidad. Una de
las más interesantes problemáticas del texto descansa en la utilización del fenotipo como
principio de clasificación social. Las sociedades decimonónicas descritas en el texto dividían

9 Scott Rebecca J y Hébrard Jean M , Bogotá Colombia. Universidad de los Andes Ediciones
Uniandes. P. 30
a los individuos en dos grandes grupos: los de origen europeo los de origen africano; así se
gestiona el criterio de distinción por apariencia física. Sin embargo, en ese periodo el
mestizaje —que fue elevado en lugares como Cuba— hacía ya muy complicado establecer
límites verificables entre algunos grupos raciales. Teniendo en cuenta esto, se puede decir que
la intención de los autores al estudiar la vida de algunos sujetos, en particular desde una
perspectiva transnacional de las guerras y las revoluciones, amplía y problematiza la
producción de saber sobre la esclavización y la libertad en el mundo atlántico. En este
sentido, al preguntarse sobre la ciudadanía de los individuos llamados “libres de color” en las
sociedades esclavistas y post-esclavistas, la investigación permite que se dinamice el debate
mediático y académico sobre los efectos del colonialismo en relación con la ciudadanía, la
“raza” y la xenofobia, en los contextos norteamericanos y europeos.
Puesto que nos muestra Wade, es necesario señalar que estas ideas florecieron en una
coyuntura en la que, para un sector de la élite se hacía necesario redefinir categorías de
diferenciación, especialmente en una sociedad que le otorgaba gran importancia a la
estratificación social. De ser así, no podrían concebir que los negros, una vez concretada la
abolición de la esclavitud, participaran en igualdad de circunstancias a la ciudadanía.
En la época de la Ilustración y la demanda de alcanzar la igualdad en esta vida, los
dominadores recurrieron a otra serie de explicaciones para justificar tales desigualdades como
nos presenta Peter Wade “Un contexto de dominación y explotación colonial y como parte de
una jerarquía social y política; y diferencias entendidas como elementos de un complejo de
herencia y medio ambiente”10
Esto construyó un argumento para indicar la imposibilidad de la igualdad debido a
que: como en todos los tiempos, los hombres no se presentaban en el mismo estado de
desarrollo social y económico: había unos más adelantados que otros, unos ya decaídos, otros
todavía en la infancia; y sin excitar, tradujeron esa desigualdad actual, y las condiciones
históricas del momento, como la expresión del valor absoluto de las razas y de las gentes,
[encontrando así] la prueba de su aptitud e ineptitud para el progreso como nos postula el
autor en el siglo XIX “pensaba en la historia de la especie humana como un proceso de
evolución que iba de las formas primitivas sociales de la caza y recolecta, pasando por la
agricultura para llegar a la civilización europea, pero era una teoría muy estática: algunas
razas estaban paralizadas en la escalera del progreso y estaban destinadas a quedar en una
posición inferior”11

10 Wade, Peter. Raza, ciencia, sociedad, Escuela de Ciencias Sociales, Universidad de Manchester, Reino Unido.p, 41
11 ibid, p 43
Finalmente, quiero destacar el caso particular de la abolición de la esclavitud en estados
unidos, como un caso contrario a estos, ya que a mi juicio no se rompe el equilibrio social por
parte de las elites blancas. El proceso de abolición en ningún caso tuvo que ver con darles un
derecho de igualdad a los negros, sino que tuvo fines tanto políticos como económicos. El
proceso abolicionista se enmarca en un contexto de guerra civil en donde, los estados del
norte buscan establecerse como el elemento de control tanto hegemónico como económico de
la nación, representados en la imagen de Lincoln economía y sociedad en la esclavitud. En
tanto la economía moral de los esclavos no rompe de manera tan radical como los ejemplos
anteriores, sino que son las élites sureñas las que, aboliendo la esclavitud para sus propios
fines, logran establecerse como el elemento hegemónico de la sociedad, producto de romper
la economía moral paternalista de las élites sureñas.
A la vez en el caso de Brasil como nos presenta la autora, los últimos decenios del
siglo XIX la sociedad brasileña sufre, de profundos y diversos cambios. Desde la Guerra
del Paraguay que generó grandes pérdidas humanas, materiales y económicas; en Brasil a
partir de 1850; los debates entre abolicionistas y anti-abolicionistas sobre la institución
esclavista que derivó en leyes que se fueron decretando, a partir de 1871, con la Ley del
Vientre Libre hasta culminar con la Ley Áurea de 1888 que concedió la libertad a los
esclavizados; así como la caída de la Monarquía y el surgimiento de la República en 1889.
Durante este tiempo, la cúpula política–económica–intelectual abrió un importante debate
sobre qué hacer con los negros, quienes comenzaban a acceder a mayor número que los
blancos se sumó al hecho que un sector de las élites políticas comenzaron a ser
fuertemente influidas por las teorías raciales.
Éstas aseguraban, entre otras, la existencia de jerarquías dentro de la sociedad a
causa del color de la piel, donde el blanco ocuparía el lugar más alto y es negro
ocuparía el peldaño más bajo .Además en esta teoría las mezclas se veía como la fuente de la
decadencia para la raza superior, como apunta la autora en esta cita como se percibía el
mestizaje comparado con el progreso “ En ese como en otros casos, se describía y calificaba
al mestizaje que existía en el Brasil, y se lo consideraba una pista capaz de explicar el atraso
o una posible inviabilidad de la nación”12
Por lo anteriormente expuesto comenzaron a alentar proyectos de inmigración con el
propósito de blanquear a la sociedad y, con ello, alcanzar los estándares expuestos por los
teóricos raciales europeos llevando al país hacia el progreso.

12 Moritz Lilia.. Introducción. El espectáculo del mestizaje. En: El espectáculo de las razas. Buenos aires: Universidad Nacional de Quilmes, 2017.p,21
Así, derivado de ambas preocupaciones, comenzaron a debatirse las posibilidades de
atraer, cada vez en mayor volumen, población blanca europea como nos plantea la autora con
esto: “El negro que se vuelve blanco en la tercera generación, por efecto del cruzamiento de
las razas”13 En forma más clara lo que se pretendía que entre el cruzamiento acelerado entre
los blancos y los negros de tal modo que la blanquear lograría de manera gradual desaparecer
el elemento negro.y cumplir el sueño de un Brasil blanco pero lo que produjo fue la
democracia racial dando a entender que ya no existía el problema del racismo .
Sin embargo, también es necesario señalar que estas ideas florecieron en una
coyuntura en la que, para un sector de la élite brasileña, se hacía necesario redefinir
categorías de diferenciación, especialmente en una sociedad que le otorgaba gran importancia
a la estratificación social. De ser así, no podrían concebir que los negros, una vez concretada
la abolición de la esclavitud, participaran en igualdad de circunstancias a la ciudadanía
Para finalizar, es necesario recalcar que los tres casos presentados, es posible
identificar un control sociopolítico sobre los sujetos libres posterior a las poblaciones de la
esclavitud, puesto que hay ciertos elementos, como el racismo, los sistemas políticos y la
segregación los que perduran hasta nuestros días en aquellas sociedades. Lo que deja en
evidencia que los sistemas occidentales calaron de una manera profunda en las mentalidades
de los sujetos tanto esclavizados, como libres. Los sistemas europeos se centraron en las
clases más bajas para transformarlos de sujetos díscolos o insubordinados a trabajadores
eficientes y leales14, lo que nos permite establecer que en la mayoría de los casos, si bien
hubo un quiebre con los sistemas occidentales, estos hasta el día de hoy mantienen un control
de las superestructuras ideológicas, estableciendo como correcto o más avanzado todo lo que
tenga relación con ellos, empujando, por tanto, a los sujetos no occidentales, a abandonar sus
culturas y a asemejarse al occidental, para ser considerado un sujeto de valor

13 ibid,p 19
14 WALKER, Charles. “¿Civilizar o Controlar?: El impacto duradero de las reformas urbanas de los
borbones”. En: Diálogos con el Perú. Lima: IEP,2009. P. 26
Bibliografía:
1. ANDERSON, Benedict. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la
difusión del nacionalismo. México: FCE, 1993.
2. AGUIRRE, Carlos. “Economía Moral de la multitud”. Centro y fenómenos
fundamentales de nuestro tiempo. UNAM. Enero 2010,
3. Scott Rebecca J y Hébrard Jean M , «Rosalie ... mi esclava en PAPELES DE
LIBERTAD Bogotá Colombia. Universidad de los Andes Ediciones Uniandes. 2015
4. Moritz Lilia.. Introducción. El espectáculo del mestizaje. En: El espectáculo de las
razas. Buenos aires: Universidad Nacional de Quilmes
5. LAVIÑA, Javier. “Rebeliones Negras”. En: Resistencias esclavas en las Américas.
Madrid: Doce Calles, 2006.
6. FANNON, Frantz, Pieles Negras, Máscaras Blancas. Madrid: Akal. 2009.
7. TROUILLOT, Michel-Rolph. “Una historia impensable: la revolución haitiana como
un no-evento”. En: Silencing the Past. Power and the production of History. Boston:
Beacon Press, 1995
8. Wade, Peter. Raza, ciencia, sociedad, Escuela de Ciencias Sociales, Universidad de
Manchester, Reino Unido
9. WALKER, Charles. “¿Civilizar o Controlar?: El impacto duradero de las reformas
urbanas de los borbones”. En: Diálogos con el Perú. Lima: IEP,2009.

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