You are on page 1of 6

S. Th. I q.

8 Sobre la presencia de Dios en las cosas


Porque parece cierto que al infinito le corresponde estar en todas partes y en todos los
seres, hay que tratar si esto también le corresponde o no le corresponde a Dios. Esta
cuestión plantea y exige respuesta a cuatro problemas:

1.Dios, ¿está o no está en todas las cosas?


2. Dios, ¿está o no está en todas partes?
3. Dios, ¿está o no está en todas partes por esencia, potencia y presencia?
4. ¿Es o no es propio de Dios estar en todas partes?

ARTíCULO 1
Dios, ¿está o no está en todas las cosas?

Objeciones por Las que parece que Dios no está en todas las cosas:

1.Lo que está sobre todo no está en todo. Pero Dios está sobre todo, siguiendo aquello
del Sal_112:4 : Excelso es el Señor sobre todos los pueblos. Luego Dios no está en
todas las cosas.
2. Lo que está en algo, está contenido. Pero Dios no está contenido por las cosas, sino
que, más bien, Dios contiene lo creado. Luego Dios no está en las cosas sino, más bien,
las cosas están en Él. De ahí que Agustín en el libro Octoginta trium quaest. diga que
todas las cosas están en El más que El en parte alguna.
3. Cuanto más poderoso es un agente, tanto más lejos llega su eficacia. Pero Dios es el
más poderoso agente. Luego su acción puede llegar hasta las cosas más distantes de El;
no siendo necesario que esté en todas las cosas.
4. También los demonios son realidades creadas. Pero Dios no está en los demonios, ya
que, como se dice en 2Co_6:14, no hay comunión posible entre la luz y las tinieblas.
Luego Dios no está en todas las cosas.

Contra esto: allí donde algo actúa, allí está presente. Pero Dios actúa en todos, según
aquello de Isa_26:12 : Señor, Tú lo has hecho todo en nosotros. Luego Dios está en
todas las cosas.

Respondo: Dios está en todas las cosas, no dividiendo su esencia, o por accidente, sino
como el agente está presente en lo que hace. Es imprescindible que el agente esté en
contacto con lo que hace directamente y lo llene con su poder. En el VII Physic. se
prueba que el motor y lo movido van juntos. Como quiera que Dios es por esencia el
mismo ser, es necesario que el ser creado sea su propio efecto, como quemar es el
efecto propio del fuego. Este efecto lo causa Dios en las cosas no sólo cuando empiezan
a existir, sino a lo largo de su existir, como la luz que el sol provoca en el aire se
mantiene mientras el aire está iluminado. Así, pues, cuanto más existe una cosa, tanto
más es necesaria en ella la presencia de Dios según el modo propio de ser. Además, el
ser es lo más íntimo de una cosa, lo que más la penetra, ya que es lo formal de todo lo
que hay en la realidad, como quedó demostrado (q.4 a.1 ad 3). Por todo lo cual se
concluye que Dios está en todas las cosas íntimamente.

A las objeciones:
1.Dios está sobre todo por la excelencia de su naturaleza; sin embargo, está en todas
las cosas como causa de su ser, como se dijo anteriormente.
2. Puede decirse que lo corporal está en algo como en su continente; sin embargo, lo
espiritual contiene aquello en lo que está, como el alma contiene el cuerpo. De ahí que
Dios esté en todas las cosas como el que contiene la realidad. Sin embargo, por cierta
semejanza con lo corporal, se dice que todas las cosas están en Dios en cuanto están
contenidas por El.
3. No hay acción de ningún agente, sea cual sea su fuerza, que llegue a algo distante sin
mediación. Y esto corresponde a la absoluta fuerza de Dios, que obra directamente en
todos. De ahí que nada esté distante de El, pues nada hay que no tenga en sí a Dios. Sin
embargo, se dice que las cosas están distantes de Dios por la desemejanza entre
naturaleza y gracia, pues El está sobre todo por la excelencia de su naturaleza.
4. En los demonios hay que distinguir entre su naturaleza, que proviene de Dios, y su
culpa, que no proviene de El. Así, no es admisible en absoluto sostener que Dios esté en
los demonios, sino sólo añadiendo: en cuanto son determinadas cosas. Por otra parte,
en las cosas cuya naturaleza no está deformada, se puede sostener absolutamente que
Dios está presente.

ARTíCULO 2
Dios, ¿está o no está en todas partes?

Objeciones por las que parece que Dios no está en todas partes:

1.Estar en todas partes significa estar en cualquier lugar. Pero estar en cualquier lugar
no es propio de Dios, pues no le corresponde tener lugar, ya que, como dice Boecio en el
libro de Hebdomad., lo incorporal no tiene lugar. Luego Dios no está en todas partes.
2. La relación existente entre tiempo y sucesión es proporcional a la existente entre
lugar y permanencia. Pero la unidad indivisible de la acción o del motor no puede darse
en tiempos distintos. Consecuentemente, la unidad indivisible de lo permanente puede
darse en todos los lugares. El ser divino no es sucesivo, sino permanente. Luego Dios no
está en muchos lugares. Así, pues, no está en todas partes.
3. El ser que está totalmente en algún lugar no puede tener parte fuera de él. Pero Dios,
si está en algún lugar, está totalmente en él, pues no tiene partes. Luego nada de El
está fuera de aquel lugar. Consecuentemente, Dios no está en todas partes.

Contra esto: está lo que dice Jer_23:24 : Yo lleno el cielo y la tierra.

Respondo: Como quiera que el lugar es una cosa determinada, estar en algún lugar
puede entenderse de dos maneras: O como están las demás cosas, es decir, como algo
está del modo que sea en otras cosas, así los accidentes del lugar están en un lugar; o
como algo que está según el modo propio de un lugar, así los seres colocados están en
un lugar. En cierta manera, de ambos modos está Dios presente en todo lugar, que es lo
mismo que estar en todas partes. El primer modo, porque así como está en todas las
cosas dándoles ser, virtud y acción, así también está en todo lugar dándole virtud
locativa. Así, las cosas colocadas están en un lugar llenándolo; y Dios lo llena todo. Pero
no como el cuerpo; pues se dice que el cuerpo llena un lugar en cuanto que no lo puede
ocupar otro cuerpo. En cambio, el que Dios esté en algún lugar, no impide que otros
estén allí. Precisamente El llena todos los lugares, porque da ser a todas las cosas
colocadas que son las que llenan todos los lugares.

A las objeciones:

1.Lo incorporal no está en un lugar por dimensión de volumen, sino por acción de poder.
2. Lo indivisible hay que entenderlo de dos maneras. 1) Lo indivisible como límite de la
cantidad continua, como el punto en lo permanente y el momento en lo sucesivo. Lo
indivisible en lo permanente o tener un sitio determinado, no puede estar en muchas
partes del lugar, o en muchos lugares. Igualmente, lo indivisible de la acción o del
movimiento no puede estar en muchas partes del tiempo porque tiene un determinado
orden en el movimiento o en la acción. 2) Otra manera de entender lo indivisible es lo
indivisible como aquello que está fuera de todo género de lo continuo. Así, las sustancias
incorporales, como Dios, el ángel, el alma, se dice que son indivisibles. Este tipo de
indivisible no se aplica a la cantidad continua como si formase parte de ella, sino en
cuanto actúa en ella con su poder operativo. De ahí que, como quiera que su poder
puede llegar a uno o a muchos, a lo pequeño o a lo grande, por tal motivo puede estar
en uno o en muchos lugares, en un lugar pequeño o grande.
3. Algo es todo respecto a las partes. La parte puede entenderse de dos maneras. A
saber: Parte de la esencia, como la forma y la materia son llamadas partes de un
compuesto, o el género y la diferencia partes de una especie, y también parte de la
cantidad. Aquel todo que está en un lugar con toda su cantidad no puede estar fuera de
aquel lugar, porque toda cantidad colocada coincide exactamente con la cantidad del
lugar; pues no puede haber un todo cuantitativo sin un todo locativo. En cambio, la
totalidad de la esencia no se mide por la totalidad del lugar. De ahí que sea necesario
que aquello que está con toda su esencia en un lugar no pueda estar de ningún modo
fuera. Esto también se da en las formas accidentales que tienen una cantidad accidental.
Ejemplo: Lo blanco, tomado en el sentido de toda la esencia de la blancura, se
encuentra en todas las partes de una superficie blanca porque en cada uno de ellas tiene
toda su perfección específica. Si, en cambio, se atiende a la cantidad accidental que
posee, es evidente que no está en cada una de las partes de una superficie. En las
sustancias incorporales no hay totalidad ni esencial ni accidentalmente, a no ser
atendiendo sólo a la perfecta razón de ser de su esencia. Así como el alma está en
cualquier parte del cuerpo, así Dios está totalmente en todos y cada uno.

ARTíCULO 3
Dios, ¿está o no está en todas partes por esencia, presencia y potencia?

Objeciones por las que parece que se designa incorrectamente la presencia de Dios en
las cosas cuando se dice que está por esencia, presencia y potencia:

1.Estar por esencia en algo es ser esencial a aquello. Dios no está por esencia en las
cosas, pues no es esencia de cosa alguna. Luego no debe decirse que Dios está en todas
las cosas por esencia, presencia y potencia.
2. Estar presente en alguna cosa significa no dejarla. Que Dios esté por esencia en
alguna cosa significa no dejarla. Luego es lo mismo estar Dios en las cosas por esencia
que por presencia. Por lo cual resulta superfluo decir que Dios está en las cosas por
esencia, presencia y potencia.
3. Como quiera que Dios es principio de todas las cosas por potencia, así también lo es
por ciencia y voluntad. Pero no se dice que Dios esté en las cosas por ciencia y voluntad.
Luego tampoco lo está por potencia.
4. Como la gracia es una cierta perfección que se añade a la sustancia, asi también se le
añaden otras muchas perfecciones. Si se dice que Dios está de un modo especial
presente en algunas cosas por gracia, también habrá un modo especial de estar Dios en
las cosas para cualquier otra perfección.

Contra esto: está lo que dice Gregorio en el comentario al Cant. Cantic. : Dios está en
las cosas de un modo general por presencia, potencia y sustancia; y de un modo
especial se dice que está en algunos por gracia.

Respondo: Dios está en las cosas de un modo doble. 1) Uno, como causa agente; y así
se dice que está en todas las cosas creadas por él. 2) Otro, como está en el agente el
objeto de la acción. Esto es propio de las operaciones del alma como lo conocido está en
el que conoce, y lo deseado en el que desea. De este segundo modo está Dios
especialmente en las criaturas racionales, que le conocen y le aman actual o
habitualmente. Como quiera que la criatura racional tiene esto por gracia, como
veremos (q.43 a.3), se dice que está en los santos por gracia.
Lo referente a cómo está en las demás criaturas se puede entender considerando lo que
sucede en las demás cosas humanas. Se dice que el rey está en potencia en todo su
reino, aunque no esté presente físicamente en todas partes. Se dice que alguien está por
presencia en todo lo que cae bajo su mirada. Así se dice que alguien está en casa y, sin
embargo, sustancialmente no está en todas y cada una de las partes de la casa. Por
sustancia o esencia se dice de aquel que está presente en un lugar ocupado por su
totalidad física.
Hubo algunos, los maniqueos en concreto, que enseñaban que, así como las realidades
espirituales e incorporales eran tales por potestad divina, las realidades visibles y
corporales lo eran por potestad de su principio contrario. Contra ellos hay que decir que
Dios está en todos por su poder. Hubo otros que, aun cuando confesaron que todo está
sujeto al poder de Dios, sin embargo, negaban que la Providencia divina se ocupara de
las cosas de este mundo siguiendo lo que se dice en Job_22:14 : Se pasea por la bóveda
del firmamento y se desentiende de lo nuestro. Contra éstos hubo que decir que está en
todas partes.
Además hubo quienes, aun cuando admitieron la providencia de Dios sobre todo,
sostenían que no todo había sido creado por Dios de forma directa, sino que El creó de
forma directa las primeras criaturas, y éstas crearon otras. Contra esos hay que decir
que está en todas partes por esencia.
Así, pues, hay que decir que está en todos por potencia en cuanto que todo está
sometido a su poder; que está por presencia en todos en cuanto que todo queda al
descubierto ante El; que está en todos por esencia en cuanto que está presente en todos
como razón de ser, como se dijo (a.1).

A las objeciones:

1.Dios está presente en todos por esencia, pero no la esencia de las cosas, como si El
fuera de la esencia de las cosas, sino por su esencia, porque su sustancia está presente
en todos como razón de ser, como ya se dijo (a.l).
2. Algo puede estar en presencia de alguien por estar al alcance de la mirada, y, sin
embargo, sustancialmente estar distante como ya se dijo. Así, es preciso establecer dos
modos de estar: uno por esencia; otro, por presencia.
3. Al concepto de ciencia y de voluntad pertenece el que lo conocido esté en el que
conoce, y lo querido en el que lo quiere. Por eso, y atendiendo a la ciencia y a la
voluntad, lo creado está más en Dios que Dios en lo creado. En cambio, propio del poder
es que sea principio de actuar en otro, de ahí que todo agente esté orientado, por su
poder operativo, a algo externo a él. Es así como se puede decir que alguien está por
potencia en otro.
4. Ninguna perfección añadida a la sustancia hace que Dios esté en alguien como algo
conocido y amado. Sólo la gracia. Así, sólo la gracia hace que Dios esté de un modo
especial en las cosas. Sin embargo, hay otro modo especial de estar Dios en el hombre:
por unión. Pero esto ya lo trataremos (3 q.2).

ARTíCULO 4 ¿Es o no es propio de Dios estar en todas partes?

Objeciones por las que parece que estar en todas partes no es propio de Dios:

1.Según el Filósofo, lo universal está en todas partes permanentemente. También la


materia prima, por estar en todos los cuerpos, está en todas partes. Pero Dios no es
nada de todo eso, como quedó demostrado (q.3 a.5,8). Luego no es propio de Dios estar
en todas partes.
2. El número está en lo numerado. Pero el universo entero está constituido en el
número, como consta en Sab_11:2
1.Luego hay algún número que está en todo el universo; y, por tanto, en todas partes.
3. Como se dice en I Caeli et Mundi , el universo entero es como un todo corpóreo
perfecto. Pero el universo entero está en todas partes, porque fuera de él no hay lugar.
Luego no sólo Dios está en todas partes.
4. Si algún cuerpo fuera infinito, no habría lugar fuera de él. Luego estaría en todas
partes. Así, no parece que sea propio de Dios estar en todas partes.
5. Dice Agustín en VI De Trin. : El alma está toda en el cuerpo, y toda en cada una de
sus partes. Por tanto, si no hubiera en el mundo más que un único animal, su alma
estaría en todas partes. Y así, no parece que sea propio de Dios estar en todas partes.
6. Escribe Agustín en su carta a Volusiano : Donde el alma ve, allí siente; donde siente,
allí vive; donde vive, allí existe. Pero el alma lo ve casi todo, porque de forma sucesiva
ve también en el cielo. Luego el alma está en todas partes.

Contra esto: está lo que dice Ambrosio en el libro De Spiritu Sancto : ¿Quién se
atreverá a decir que el Espíritu Santo es una criatura, precisamente El que está en todo,
en todas partes permanentemente, lo cual es propio de la divinidad?

Respondo: Ante todo y sobre todo, estar en todas partes es propio de Dios. Digo ante
todo porque, en cuanto tal, Dios está totalmente en todas partes. Pues si algo estuviese
en todas partes, estando en diversos lugares según sus partes, no podría decirse que
ante todo está en todas partes, ya que no puede aplicarse el ante todo a lo que es una
particularidad de la parte. Ejemplo: Si un hombre tiene los dientes blancos, la blancura
no corresponde ante todo al hombre, sino a los dientes. Y digo sobre todo porque no le
corresponde estar accidentalmente en todas partes, es decir, como consecuencia de una
suposición. Ejemplo: Un grano de mijo está en todas partes suponiendo que no existiera
nada más que aquel grano de mijo.
Así, pues, estar en todas partes sobre todo es propio de aquello que, considerado bajo
cualquier aspecto o suposición, le corresponde estar en todas partes. Esto es lo que
propiamente le corresponde a Dios. Pues, a pesar de que sean muchos los lugares que
se supongan, incluso si hubiera muchos más de los que hay, necesariamente Dios
estaría en todos porque nada puede existir si no es por El. Así, pues, ante todo y sobre
todo le corresponde a Dios estar en todas partes, y es propio de El, porque, por muchos
que sean los lugares que se pongan, es necesario que en cualquiera esté Dios. Y no una
parte suya, sino todo El en sí mismo.

A las objeciones:

1.Lo universal y la materia prima están en todas partes ciertamente, pero no con el
mismo ser.
2. Al número, por ser un accidente, no le corresponde estar en un lugar más que por
accidente. Y en lo enumerado no está totalmente, sino en parte. Consecuentemente no
está ante todo y sobre todo en todas partes.
3. El cuerpo entero del universo está en todas partes, pero no ante todo, pues su
totalidad no está en cualquier lugar, sino sólo por partes. Y tampoco está simplemente
por ser tal, pues, supuestos otros lugares, no estaría en ellos.
4. Si hubiera un cuerpo infinito, estaría por doquier, pero sólo por partes.
5. Si no hubiera más que un solo animal, efectivamente su alma estaría ante todo en
todas partes, pero por accidente.
6. El alma puede ver en alguna parte, puede entenderse de dos maneras. La primera,
cuando el adverbio en alguna parte indica el acto de ver por parte del objeto. Así es
cierto que ver el cielo es ver en el cielo; y, por el mismo motivo, siente en el cielo. Sin
embargo, no puede deducirse que viva y esté en el cielo, porque vivir y estar no
conllevan el acto de pasar a algo externo a uno mismo. La segunda manera de
entenderlo es cuando el adverbio significa el acto de ver que procede del que ve. Así es
cierto que, hablando en este sentido, el alma donde siente y ve, allí está y vive. Pero no
se sigue que esté en todas partes.

You might also like