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Ministro de Cultura Proyecto Arqueológico Chotuna – Chornancap
Patricia Balbuena Palacios Residente de Conservación Director del Museo de Sitio Chotuna
Jorge Gilmer Solórzano Solano Arqlº Marco Antonio Fernández Manayalle
Viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Director del Proyecto.
Culturales Mg. Carlos Eduardo Wester La Torre Asistente de Conservación Arqueólogo del Museo de Sitio Chotuna
Jorge Ernesto Arrunátegui Gadea Gualberto Julián Wong Falla Samuel Castillo Reyes
Arqueólogo Residente.
Dirección Desconcentrada de Cultura de Mg. José Castañeda Pelaez Dibujo de Gabinete Asistentes de Campo
Lambayeque Lester Yamil Rodríguez Ilma Estudiantes de las Escuelas de Arqueología la Uni-
Alfredo Narváez Vargas Arqueólogo Asistente – Huaca Chornancap José Luis Rojas Reyes versidad Nacional de Trujillo y de la Unversidad
Arqlº Fausto Saldaña Camacho Nacional Pedro Ruiz Gallo – Lambayeque.
Director de la Unidad Ejecutora Nº005 Naylamp Arqlº María del Rosario Guerrero Sarmiento Dibujo de Campo
Lambayeque Erick Robinson Dominguez Arrasco Auxiliares de Campo
Jaime Valladolid Cienfuegos Arqueólogo Asistente – Huaca Susy Alberto Barreto Sarmiento Pobladores de Bodegones, Ranchería, San Car-
Arqlº Jorge Alvarez Torrealva Frank Ilma Soraluz los, El Guabo, Carrizo, Yencala León, San José,
Director de Museo Arqueológico Nacional Brüning Lambayeque.
Carlos Eduardo Wester La Torre Arqueólogo Asistente – Gabinete Conservador de Gabinete
Arqlº Elicia Amparo Velásquez Reyes Marco Seclén Fernández
Arqlº Diana Lilibeth Floreano Salinas Segundo González Rumiche
La segunda semana del mes de Enero del Su disciplinada dedicación, compromiso con
presente año, una desconsolada noticia enlutó a el patrimonio cultural e inigualable vocación de
la arqueología nacional y andina, por el prematuro investigador, estuvieron siempre de la mano de su
fallecimiento de uno de los más reconocidos calidad de maestro y docente que ha contribuido
arqueólogos y docentes universitarios del país, generosamente con sus conocimientos, experiencia
situación que conmovió a sus familiares, colegas, y exigencia por más tres décadas en la Escuela de
alumnos y amigos de quien en vida fue el Dr. Arqueología de la Facultad de Ciencias Sociales
Santiago Uceda Castillo. de la Universidad Nacional de Trujillo donde fue
decano hasta en dos oportunidades, formando
Nació en Santiago de Chuco un 12 de Octubre generaciones de jóvenes estudiantes convertidos
de 1954, fue formado en el colegio Ricardo Palma hoy gracias a él en reconocidos investigadores.
(Primaria) y San Juan de Trujillo (Secundaria), Santiago Uceda Castillo, es uno de esos escasos
donde por su destacada dedicación obtuvo el maestros que enseñan siempre, que enseñan en las
premio excelencia. Sus estudios superiores los aulas y fuera de ellas, que transmiten conocimiento,
realizo en la década del 70 del siglo pasado en la que enseñan en las publicaciones que nos ha
Universidad Nacional de Trujillo, donde obtuvo legado, que enseñan en las oportunidades en las
el Grado de Bachiller y el Título Universitario de que se presentó para disertar sus propuestas, que
Licenciado en Arqueología. Las aspiraciones y el nos ha enseñado luchando por su vida hasta el
talento de Santiago Uceda Castillo, lo llevaron a último momento, que nos ha enseñado en su
una importante beca de estudios en Francia, en muerte cuando miles de personas se congregaron
la Universidad de Burdeos; formándose bajo la para acompañarlo no para darle el último adiós
orientación de Claude Chauchat que le permitió sino para decirle gracias maestro.
fortalecer su formación de Arqueólogo y a
desarrollar una exitosa carrera. A su retorno de La partida del Dr. Santiago Uceda Castillo es una
Francia, paso a dirigir importantes investigaciones irreparable pérdida, es una realidad que costara
como el Paijanense en Ascope y Cupisnique, el mucho asimilarla, es un episodio triste que nos
Proyecto Chavimochic en los cuales inicia la tarea sitúa en un espacio con él y en otro escenario sin
de formar generaciones y convertir estos espacios él. Santiago Uceda Castillo, ha sido mi maestro en
en escuelas de campo. En los últimos 25 años las aulas y en nuestra amistad, nos ha dejado una
codirigió con Ricardo Morales Gamarra, uno enorme responsabilidad y tarea, continuar con su
de los más exitosos proyectos arqueológicos que obra, seguir su camino y multiplicar su legado.
hallamos conocido y que se ha convertido en un
modelo de gestión del patrimonio cultural como Nada de lo que se ha dicho y se diga será suficiente
es el Proyecto Huacas de Moche, convertido en para calmar el inmenso dolor que sienten todos sus
un importante centro de formación de estudiantes familiares, colegas y amigos por esta inesperada
de arqueología y conservadores, en el epicentro partida, el mejor consuelo es saber que hemos
del debate académico sobre los Mochicas y su disfrutado de un ser excepcional cuyas cualidades
configuración sociopolítica, pero sobre todo el académicas y humanas guardaremos en el corazón
proyecto fue orientado a recuperar uno de los sitios y en la memoria y cuyo testimonio de vida se ha
emblemáticos de la identidad de los Trujillanos y convertido en mensaje para las generaciones del
de todos los peruanos. Este Proyecto ha recibido hoy y del mañana, y es precisamente en este espacio
gracias al sacrificado trabajo del Dr. Santiago en el cual rendimos nuestro sentido homenaje.
Uceda y Dr. Ricardo Morales, importantes Descanse en paz Dr. Santiago Uceda Castillo.
reconocimientos en el Perú y en el extranjero,
que son la más clara prueba de la calidad acémica
y profesional que pusieron para este reconocido Carlos Wester La Torre.
proyecto.
ÍNDICE
Palabras Iniciales 13 CAPÍTULO IV GÉNERO, PODER Y ANCESTRALIDAD 235
Presentación 15 EN CHORNANCAP
Comentario 19 4.1. El Personaje Femenino de Chornancap 235
Agradecimientos 22 4.2. Representaciones y símbolos del personaje 244
Introducción 24 femenino de Chornancap
4.2.1. Tumbas de élite en la costa norte 245
CAPÍTULO I CULTURA LAMBAYEQUE 29 4.2.2. Significado de los ornamentos de Chornancap 252
1.1. Origen y territorio 29 4.2.3. Simbología en la tumba de Chornancap 254
1.2. Definición y caracterización de lo Lambayeque 33 4.2.4. El vaso de plata de Denver y la tumba de Chornancap 255
4.3. Roles del personaje de los Spondylus 271
CAPÍTULO II CHOTUNA - CHORNANCAP 51 4.4. Festines y ancestralidad: Culto a los antepasado 277
2.1. Localización 51 en Chornancap
2.2. Huaca Chotuna 53 4.4.1 Evidencias de Ancestralidad al sur de Chornancap 288
2.3. Huaca Chornancap 62
2.4. Escenarios Sagrados: El Trono 63 CAPÍTULO V NUEVA VISIÓN DE LA CULTURA LAMBAYEQUE 299
2.4.1. El Trono: Fase Final 63 Reflexiones 299
2.4.2. El Trono: Fase Intermedia 70
2.4.3. El Trono: Fase Temprana 70 BIBLIOGRAFÍA 315
2.5. Las Pinturas en Chornancap 78
2.6. La Residencia de Élite 82 CRÉDITO DE IMÁGENES 323
2.7. Trono y Residencia: Escenarios del Palacio de 92
Chornancap ANEXOS 325
Fechados radiocarbonicos 327
CAPÍTULO III TUMBAS DE ÉLITE EN CHORNANCAP 113 Entierros Tardíos al norte de Chornancap 343
3.1. Primeras evidencias 113
3.2. Personaje de la tumba 3 120
3.2.1. El contexto funerario 121
3.3. La intrusión mayor: tumba 4 122
3.3.1. El Fardo Funerario 138
3.3.2. Los acompañantes 186
3.4. Bioarqueología de la tumba 4: aproximaciones 191
3.5. La Tumba del personaje de los Spondylus 191
3.5.1. Los Acompañantes 201
3.6. Tumba del personaje de los brazaletes y telar en “X” 205
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Palabras Iniciales El Proyecto Especial Naylamp – Lambayeque
(PENL), es la Unidad Ejecutora Nº005, del Ministerio
de Cultura, creada por Ley Nº28939 del 22 de diciem-
Director Ejecutivo del Proyecto Especial bre del 2006 y el Decreto Supremo Nº029-2006-ED
Naylamp - Lambayeque. del 2006, que le dio la autonomía económica y ad-
ministrativa necesaria. Es decir, desde hace más de
una década, viene administrando y ejecutando los
recursos financieros para la inversión pública en la
investigación arqueológica de los más importantes
monumentos arqueológicos de la región, conser-
vación de colecciones de las excavaciones y para el
funcionamiento y mantenimiento de los Museos de
Lambayeque. Esta afortunada decisión, promovida el
año 2006, ha generado el importante impulso y de-
sarrollo de grandes y significativas investigaciones
arqueológicas, algunas de ellas nacidas a iniciativa de
sus gestores como las del Complejo Sipán, Bosque
de Pomac y el Complejo Túcume, que se vieron forta-
lecidas con la asignación de recursos financieros, que
han generado indudablemente un panorama favora-
ble, no sólo para la arqueología de la región y el país,
sino para el turismo nacional y mundial.
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mujeres jóvenes y todos sus bienes que en vida sir- El libro “Personajes de Élite en Chornancap: Una Presentación “Durante la vida de Cium hijo heredero de Naymlap
vieron para certificar su autoridad. Además, bajo nueva visión de la cultura Lambayeque”, financia- (y segundo Señor en estos Valles) se apartaron sus hi-
esta sepultura fue documentado la tumba de un do a través de la Unidad Ejecutora Nº005 Naylamp Dr. Luis Jaime Castillo Butters jos (como dicho queda) a ser principios de otras fami-
personaje masculino, con dos acompañantes, per- Lambayeque, del Ministerio de Cultura, con la au- Pontificia Universidad Católica del Perú lias, y poblaciones y llevaron consigo muchas gentes.
tenecientes a la cultura Lambayeque, que supone toría del Magister Carlos Wester La Torre, también Programa Arqueológico San José de Moro Uno llamado Nor se fue al Valle de Cinto, Cala fue á
un formato de enterramiento totalmente inédito; es consecuencia de la inversión pública que hemos Tucume, y otro á Collique y otros a otras partes. Un
éstos hallazgos documentados científicamente, y comentado, es el resultado del paciente trabajo de Llapchillulli hombre principal de quien dejamos dicho
presentados en publicaciones, han generado como todo un equipo de profesionales y técnicos que han haver hecho mucho caudal el Señor Naymlap tanto
era de esperar, profundas reflexiones y debate aca- participado en esta investigación, producto de un es- por ser valeroso quanto por ser Maestro de labrar ro-
démico convirtiéndose en aportes concretos para fuerzo responsable que prestigia a la arqueología pe- pas de plumeria se aparto con mucha compaña que
entender mejor nuestra historia antigua y la pre- ruana, y que desde el contenido de este libro permite lo quiso seguir, y hallando asiento a su gusto en valle
sencia de mujeres liderando la vida de sus pueblos. conocer y entender mucho más de la historia de la llamado Jayanca se poblo en el, y allí permaneció su
cultura Lambayeque, los pormenores de las tumbas generación y prosapia.” (Miguel Cabello Balboa, Mis-
Cabe destacar que la investigación de Chotuna de Chornancap, su significado y cómo estos resulta- celánea Antártica, 1586)
Chornancap, ha generado también brillantes opor- dos permitieron al autor proponer nuevas reflexiones
tunidades de exhibir estos hallazgos, no sólo en el acerca de la cultura Lambayeque. El libro no solamen- Las relaciones entre la arqueología y la historia, o
Museo Arqueológico Nacional Brüning (2013), Mu- te cuenta con un rico contenido, sino que está ade- mejor dicho entre la investigación arqueológica de
seo de la Nación – Lima (2014), sino también en es- cuadamente ilustrado y estamos seguros va a contri- campo y las fuentes históricas, están muchas veces
cenarios internacionales como el Museo Paul Getty buir a la formación y ampliación del conocimiento de plagadas de contradicciones y malos entendidos.
– Los Ángeles – California (2017), en el Museo Me- nuestros hijos e hijas, estudiantes, profesionales y de Las fuentes históricas y los documentos, así hubie-
tropolitano en New York – Estados Unidos (2018), y los ciudadanos en general. ran sido producidos por nativos o recopilados por
recientemente en el Museo Du Quai Branly – París – observadores europeos, narran los hechos no como
Francia (2017 – 2018), donde se han presentado con Celebramos la presentación de esta impecable, sucedieron, sino como a su buen entender los narra-
indiscutible éxito. Este resultado de la investigación motivadora e importante investigación, que ratifi- dores los interpretaron o como llegaron ellos a través
arqueológica que promueve la conservación de los ca además la profunda vocación editorial que se ha de sus informantes. Muchos cronistas adaptaron las
bienes para su disfrute, permiten que nuestro patri- venido desarrollando en la institución, y acercará fuentes a sus idearios religiosos, resaltando hechos
monio cultural, como hace 30 años desde el hallazgo mucho más a los peruanos y peruanas con su patri- heroicos que dignificaban a los conquistadores, enfa-
de las Tumbas de Sipán, las tumbas este y oeste en monio cultural y a reconocer su identidad. tizando sus proezas, o las grandezas de sus empren-
Pomac, nos sitúa ante los ojos del mundo resaltan- dimientos. Pero a su vez, las mismas fuentes pueden
do categóricamente la imagen de nuestro país como omitir cuestiones importantes por desconocimiento
centro de alta cultura, como espacio de civilización o porque le quitan coherencia a la narrativa. Es decir,
y como escenario donde el mar, los desiertos, los que los documentos históricos, desde la perspectiva
bosques, las montañas, los valles y toda la riqueza de un arqueólogo son fuentes interesantes e ilus-
natural y cultural, han configurado el mayor tesoro trativas, pero de ninguna manera son narraciones
que estas culturas transformaron con sabiduría para pormenorizadas de la realidad, de lo que ocurrió, del
convertirlos en referentes por los siglos de los siglos. carácter de los personajes o versiones fidedignas de
los acontecimientos. La arqueología, por otro lado, al
estar basada exclusivamente en evidencia empírica,
puede ser una fuente carente de tergiversación, pero
también carente de detalle o de resolución, donde las
cosas sencillas, las formas de vida, se retratan, pero
no los acontecimientos verdaderamente importan-
tes. Las fuentes arqueológicas, por otro lado, son por
definición incompletas, parciales y fragmentadas, al
punto que los arqueólogos están constantemente
corrigiendo sus versiones de las cosas o las conclu-
siones a las que arriban a través de múltiples y super-
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puestas interpretaciones. Esta tensión entre fuentes camente una nueva visión sobre el desarrollo de esta Lambayeque. Estas descripciones son singularmente ca de estos ajuares funerarios, compuestos por múl-
arqueológicas e históricas, se torna aún más intensa cultura. Es importante señalar que en los últimos 15 concurrentes con las descripciones de una corte con- tiples artefactos de oro, plata, cobre, conchas, cerá-
cuando tenemos acceso a fuentes históricas anti- años se ha dado un cambio vertiginoso en el estudio formada por múltiples oficiales y servidores, quienes mica y piedra. Otros materiales como la madera y los
guas y ricas en detalles, a la par que contamos con in- de esta sociedad, particularmente porque antes de atendían a los monarcas divinizados. textiles habían desaparecido por la alta humedad que
formaciones arqueológicas igualmente valiosas ricas este cambio nuestro conocimiento sobe la “cultura” circundo estos contextos. Los artefactos asociados a
y enfocadas en los mismos procesos y hechos, o al Lambayeque estuvo basado en estudios iconográ- El énfasis de este volumen, como su título lo indica, estas tumbas nos permiten tener una aproximación
menos en los mismos periodos que son recogidos en ficos, así como en una extensa investigación de los no son los monumentos, aun cuando estos ofrecen el a las identidades y roles de los personajes enterra-
las fuentes históricas. La tensión en este caso se da templos y cementerios localizados en la zona de Ba- contexto en el cual se desenvolvieron los personajes, dos, y particularmente a la presencia de una mujer
por las evidentes discrepancias que nos aportan las tan Grande – Pomac, por el equipo de investigación sino un número específico de individuos de la élite, de alto rango, la Sacerdotisa de Chornancap. Estos
fuentes históricas, y las que dan cuenta los datos ar- dirigido por el Dr. Izumi Shimada. Las investigaciones cuyos contextos funerarios nos ofrecen la posibilidad ajuares también nos hablan de las relaciones que es-
queológicos. Afortunadamente, estas circunstancias de largo plazo y gran envergadura llevadas adelante de adentrarnos en su identidad y los roles que cum- tablecieron, por ejemplo, con sociedades de la sierra
son muy raras y cuando se dan, suelen circunscribir- en Túcume, por el equipo de Bernarda Delgado y Al- plieron en la sociedad Lambayeque de Chotuna. Lo próxima de Cajamarca, o en el caso del Personaje de
se a periodos epi-históricos, es decir que ocurrieron fredo Narváez, por un lado, y las investigaciones en primero que nos llama la atención es la diversidad de los Spondylus, con la ya ancestral cultura Mochica a
poco antes de la introducción de la escritura y por el Complejo Chotuna – Chornancap, dirigidas por estilos cerámicos hallados en las ofrendas colocadas través de una botella de asa estribo remendada en su
lo tanto de la recopilación de crónicas escritas. Sin Carlos Wester, así como muchos otros trabajos de sobre y dentro de las tumbas. Entre vasijas de esti- tiempo.
embargo, este no es el caso de la antigua sociedad investigación en Lambayeque y La Libertad, por el los Lambayeque (en las que no aparecen los famosos
Lambayeque, para la que contamos con una narra- otro, han permitido ampliar nuestros horizontes con “Huacos Reyes”) destaca un ajuar muy diverso de Entre todos los importantes avances en el en-
ción muy antigua, la leyenda de Naylamp, que des- relación a este fenómeno cultural que se desarrolló platos, cuencos y jarras de estilo Cajamarca costeño, tendimiento acerca de la Civilización Lambayeque
cribe con mucho detalle los hechos y personajes que en la región de Lambayeque entre los siglos VIII al XII, que demuestran una relación muy fluida con una fac- que aportan las excavaciones del Complejo Chotu-
llevaron a la fundación del Reino Lambayeque, a la par aproximadamente. ción de la sociedad Cajamarca, relacionada con estos na-Chornancap, ninguno es tan importante como
que, como veremos en este volumen, recientes inves- estilos. Esta misma asociación se mantiene dentro el que nos ilustra acerca de la peculiar organización
tigaciones han aportado una creciente cantidad de Este volumen nos permite disfrutar con gran lujo de la tumba de la Sacerdotisa de Chornancap, una geopolítica de esta región, a la luz de los hallazgos
información arqueológica sobre lugares y hechos que de detalle las excavaciones más importantes lleva- de las dos tumbas de elite excavadas en el sitio, mas hechos en el sitio y su contraste con hallazgos he-
parecen corresponder a los que se narran en la fuente das a cabo en dos de los monumentos claves para no así en la tumba del personaje de los Spondylus, la chos en otras áreas del valle. Es muy notable que el
escrita. Es decir, que estamos entre una singularidad entender el origen de esta civilización: el complejo segunda tumba de elite. Esta asociación nos dice que tipo de contextos excavados, así como su conteni-
poco común en la arqueología peruana. ¿A quién de- arquitectónico de Chotuna, reconocido por muchos los gobernantes de Chotuna-Chornancap establecie- do, contrasta tremendamente con los hallazgos he-
bemos creer, a la hermosa leyenda del desembarco como el probable Chot al que refiere la leyenda y que ron relaciones con algún reino o curacazgo donde chos en Túcume y Pómac. Esto es particularmente
de Naylamp y su séquito recogida tempranamente habría sido el asiento del poder político de Naylamp imperaba la cerámica Cajamarca Costeño. No sería notable en lo que se refiere a los estilos cerámicos.
por el padre Miguel Cabello de Balboa, o a los datos y su descendientes por más de diez generaciones, y posible extender, o extrapolar esta relaciona todo el Estas diferencias podrían explicarse por diferencias
arqueológicos cada vez más extensos y ricos que se el templo y complejo palaciego de Chornancap, don- territorio Lambayeque, es decir a los otros reinos o cronológicas entre los sitios, es decir que los ajuares
han obtenido a partir de numerosas investigaciones de se hallaron dos de los contextos funerarios más curacazgos Lambayeque que existieron a la vez que funerarios serían diferentes por que representan los
dirigidas en Chotuna y Chornancap por el personal ricos documentados para la cultura Lambayeque. En se desarrollaba el centro de Chotuna. También la ca- estilos cerámicos imperantes en diferentes momen-
del museo Brüning, y antes por Christopher Donnan? estas excavaciones, en las habitaciones decoradas rencia de cerámica Cajamarca Costeño en la tumba tos, o por diferencias de otro orden. Resulta evidente,
O, la mejor aproximación está en saber armonizar con pinturas policromas o frisos en relieve, así como del Personaje de los Spondylus, más antigua que el por ejemplo, que no todo los Lambayeque hicieron
fuentes históricas y arqueológicas. en las áreas consideradas talleres y viviendas de arte- de la Sacerdotisa, permitiría indicar que durante su uso de las botellas llamadas Huaco Rey, o que solo
sanos, podemos hacernos una idea de los contextos vida las relaciones con Cajamarca no se habían for- en algunos sitios encontramos cerámica de estilo Ca-
El volumen “Personajes de Elite en Chornancap, construido alrededor de los cuales se forjó esta civi- jado aún. jamarca Costeño en asociación con cerámica Lamba-
Una nueva Visión de la cultura Lambayeque” com- lización. Pero es en la excavación del Patio del Trono yeque. Estas diferencias en los ajuares cerámicos, en
pleta la secuencia de publicaciones conformadas por donde podemos ver con una resolución nunca vista El capítulo central de este volumen está dedicado las formas de las tumbas, en los estilos constructivos
“Chotuna – Chornancap. Templos, Rituales y Ances- en otros sitos el centro del poder político de esta a los dos personajes encontrados en tumbas super- y decorativos, etc. parecerían indicar que al interior
tros Lambayeque” (Carlos Wester, 2010) y “Chor- sociedad, la formalización de los espacios donde se puestas, a las que los investigadores han llamado la de lo que podríamos denominar la Civilización Lam-
nancap, Palacio de una Gobernante y Sacerdotisa reunían las cortes que rodeaban a Naylamp y sus des- Tumba de la Sacerdotisa de Chornancap y la tumba bayeque coexistieron diversas formaciones políticas,
de la cultura Lambayeque” (Carlos Wester, 2016). cendientes, las verdaderas galerías del poder. Es muy del Personaje de los Spondylus. En esta sección en- reinos y cacicazgos. Este fenómeno de multiplicidad
En conjunto, estos tres trabajos dejan ver la evolu- importante destacar el gran esfuerzo desplegado por contramos una profusa documentación de los ar- de política ha sido detectado y sustentado para la so-
ción de las ideas acerca de estos sitios claves para el equipo de investigación dirigido por Carlos Wester tefactos hallados en estas tumbas, tanto en el mo- ciedad Mochica que se desarrolló en la misma región
entender el origen, funcionamiento y colapso de la para presentarnos esta información a través de una mento en que fueron rescatados en el campo como con anterioridad de advenimiento de Lambayeque
sociedad Lambayeque, y cómo lo anuncia su título, serie de imágenes reconstructivas que hablan por sí después de su laboriosa conservación. Es muy difícil (Castillo y Uceda 2008). Lo Lambayeque, como Mo-
en el volumen más reciente, plantean abierta y enfáti- solas de la magnificencia de los templos y palacios sustituir con palabras la belleza y complejidad técni- che antes, debió de haber conformado múltiples en-
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tidades políticas en el territorio donde se desarrolló, Comentario En una nueva edición, el Proyecto Arqueológico de
pero en un estado de permanente cambio, es decir Huaca Chotuna-Chornancap que desarrolla el equipo
que estas unidades pudieron a lo largo de los siglos profesional del Museo Brüning de Lambayeque, en-
variar en su tamaño, ampliar su territorio a través de Mg. Alfredo Narváez Vargas trega un nuevo libro que el público interesado sabrá
proyectos de expansión agrícola, conquistar a su ve- Dirección Desconcentrada de Cultura valorar. Su autor, el colega Carlos Wester La Torre,
cinos o ser incorporado en una formación mayor, etc. de Lambayeque nos permite conocer, no solamente una mayor can-
tidad de información sobre sus más recientes inves-
Las excavaciones en Chotuna y Chornancap están tigaciones, sino, al mismo tiempo, un conjunto de
revelando la complejidad de uno de estos centros propuestas sobre la arqueología lambayecana, co-
Lambayeque, quizá uno de los más antiguos y re- rrespondientes a la época posterior a la culminación
conocido como asiento del fundador mítico de esta del estilo característico que la sociedad moche plas-
sociedad. Otros centros, como Túcume, Jayanca o mó en sus diversas expresiones culturales.
Pómac, debieron de haber tenido su propio desarrollo
con diferencias específicas en la cerámica que encon- Este trabajo permite a su autor, afianzar diversas
tramos en ellos, en las técnicas de construcción de ideas que fueron iniciadas en la primera entrega que
sus huacas, en los estilos artísticos y decorativos, etc. hiciera el Museo Brüning en el año 2016, que incluyó
Quizá a esto se refiere la crónica recopilada por Cabe- además diversos contextos de otras edificaciones del
llo de Balboa, cuando afirma que Llapchillulli, seguido complejo Chotuna. Los aspectos centrales de las in-
de un grupo numeroso de personas, fundó Jayanca, vestigaciones en Chornancap, son ahora el centro de
que fue administrada por sus descendientes desde las reflexiones, que se vinculan mucho mejor con los
ese momento. Es posible que la crónica no solo expli- hallazgos contextuales en los diversos recintos vin-
que, entonces el origen del Reino de Chot, sino de los culados a los fastuosos entierros de los personajes
otros reinos y territorios que se desarrollaron en esta centrales hasta el momento descubiertos, conocidos
región paralelamente. como la Sacerdotisa de Chornancap, debajo de la
cual se registró después, el entierro de un personaje
masculino que ha sido descrito como el Personaje de
los Spondylus. Los interesados y especialistas, agra-
decerán la profusión de imágenes iconográficas, ex-
celentes fotografías, recreaciones de la arquitectura
trabajadas con esmero, con despliegues de diferen-
tes fases superpuestas, fechados de radiocarbono,
y adicionalmente, agrupaciones de objetos diversos
a lo que se suma el dibujo muy bien logrado de los
materiales asociados a los descubrimientos más sig-
nificativos. Debemos destacar el intenso trabajo que
ha significado esta edición, a poco tiempo de haber
concluido con la más reciente temporada de campo.
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la mera descripción de los aspectos técnicos y fun- De otro lado, se ha realizado además, un interesan- tos, de los recursos marinos y del rol del comercio a
cionales, en torno a los materiales y las formas. Cada te acercamiento entre la iconografía del famoso Vaso larga distancia, entre los temas más importantes. Las
vez se hace más necesario comprender, a la luz de de Denver, con los contextos descubiertos, habiéndo- evidencias de la antigua relación con las poblaciones
este tipo de descubrimientos, que las connotaciones se encontrado diversos elementos que al parecer se altoandinas y cajamarquinas, o de pueblos costeros
religiosas y de cosmovisión que nos ofrecen los ritua- ayudan mutuamente para una mejor comprensión. ecuatorianos, proporcionan importante evidencia de
les propios de la muerte, se comprenden mejor por Sin embargo, si bien estamos de acuerdo en diversas un conjunto de vínculos que fueron modelando estas
su relación con la arquitectura, como una expresión coincidencias referidas a la iconografía del vaso y el expresiones de lambayecanidad antes de la llegada
cultural que se integra a los valores del territorio y su contexto de Huaca Chornancap, corresponden tam- de los incas.
paisaje cultural. bién a otros sitios arqueológicos de la misma época
en la región Lambayeque. La temática mítica del vaso Felicitamos a Carlos Wester y su equipo, por pro-
En este sentido, en el libro encontramos un esfuer- coincide con arquitectura e iconografía de Túcume, porcionarnos información de tan buena calidad, para
zo por comprender la interrelación de un conjunto puestas de manifiesto por su cercana relación con los el uso de los especialistas, información que trascien-
que podríamos llamar tripartito en el conjunto de relieves de Huaca Las Balsas. Es evidente la relación de nuestras fronteras en el mundo global y que ade-
Chornancap, en el cual, el centro es ocupado por el de la iconografía del mencionado vaso, con la costa más, motiva a nuestros estudiantes de arqueología.
edificio principal, el más elevado y masivo que mira lambayecana en general, incluyendo al valle de la Le- Nuestra institución se enorgullece de presentar este
hacia el este –orientación que tiene muy diversas che y obviamente con los monumentos del Santua- trabajo, que muestra la calidad de nuestros profe-
implicancias simbólicas en el paisaje- flanqueado ha- rio Histórico del Bosque de Pómac. Este valioso vaso sionales, nuestros museos y del enorme potencial y
cia el norte, por un conjunto ceremonial, en el que puede proceder de cualquiera de estos sitios, y hasta valor que tienen los monumentos prehispánicos de
el patio del trono pareciera ser el centro de todo el podríamos conjeturar además que puede haber sido nuestra región como herramientas de desarrollo para
diseño, rodeado de elementos simbólicos que la ar- producido en Chan Chan, como sucedió con otros nuestro país.
quitectura lambayecana muestra por primera vez, valiosos y muy conocidos objetos de estilo Lambaye-
incluyendo elementos iconográficos, altares y patios que, a consecuencia de la absorción de este territo- Finalmente, agradecemos su preocupación por ha-
para banquetes celebratorios. Todos ellos aún difíci- rio a la política expansiva y de conquista Chimú de la cer de nuestra arqueología un valor patrimonial que
les de comprender a cabalidad. En el otro extremo costa norte. cobra sentido en la vida cotidiana de nuestras comu-
del conjunto, al sur, se pudo definir un espacio con- nidades urbanas y rurales, pues trabajamos para ellas.
siderado por sus evidencias, como “residencial”, en En las reflexiones finales del libro, destacan diversos
el que finalmente, bajo los pisos, se encontraron los aspectos relacionados con el estilo y la cronología de
hoy famosos entierros de la sacerdotisa y el persona- este periodo tan interesante de la historia prehispá-
je masculino subyacente. nica de Lambayeque en su conjunto. En este contex-
to, se han planteado algunas ideas en relación con la
Estas evidencias, nos inclinan hacia la posibilidad necesidad de profundizar la discusión sobre la teoría
de generar un modelo en el que se pueden incluir de la deidad única, personificada en Naymlap -como
otros espacios contemporáneos, como el complejo se argumenta en la sección inicial del libro- con una
asentamiento de Túcume, en el cual la montaña ocu- mirada hacia el final del texto, más orientada hacia
pa un espacio central, con una connotación sagrada, una aproximación politeísta de esta sociedad, mode-
separando a dos sectores opuestos: el sector norte lo que hemos venido proponiendo.
en el que se incluye la arquitectura monumental y el
sector sur, en el que no solo se encuentran expresio- Finalmente, los importantes estudios arqueológi-
nes de arquitectura “menor”, sino además, un sector cos en Chornancap, permiten generar nuevas líneas
conocido como sector vivienda, amplios espacios de de trabajo para la discusión de un modelo de orga-
talleres metalúrgicos, cementerios populares, etc. es nización política, pues al margen de la importancia
conocido también el caso de Huaca Las Balsas, en de este estudio, que propone de modo contunden-
donde el modelo tripartito ha sido explicado. Sin em- te la posición de la mujer en el nivel más alto de la
bargo, este modelo ha sido descrito también en los organización del poder, se ha generado información
conjuntos amurallados de Chan Chan, contemporá- valiosa para acercarnos de mejor manera desde la ar-
neos con Chotuna-Chornancap, en los que la división queología, hacia un modelo de control del territorio
tripartita es bastante conocida. De modo que podría y sus recursos, de los minerales, del agua que viene
tratarse de un concepto usual para la época. desde los Andes, la producción agrícola y sus impac-
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Agradecimientos El escritor y reconocido poeta Mexicano Octavio Permítanme expresar mi infinita gratitud a mis Martínez Fiestas, Manuel Curo Chambergo, Jorge
Paz Lozano, al recibir el Premio Nobel de Literatura padres Jorge Martin (+) e Irma Yolanda, que me han Centurión Centurión y María del Carmen Espinoza
Carlos Wester La Torre en el año 1990, pronuncio un emotivo discurso, que dado la vida, me criaron con amor y desvelo, me edu- Córdova por su decidido apoyo y contribución con
inicia con una profunda reflexión sobre la palabra gra- caron con cariño y tuvieron confianza en mi decisión el Proyecto Chotuna Chornancap. A los Fotógrafos
cias, diciendo: por la arqueología; a mis hijos Macarena, Ximena y Joseluis Franco Castro y Yutaka Yoshii por su pro-
Carlos Eduardo, que le han dado sentido a mi vida fesionalismo en las imágenes que ilustran el libro;
“Comienzo con una palabra que todos los hombres, y son la mayor inspiración en mi pasado, presente y mi gratitud especial a Alberto Atoche Roque por su
desde que el hombre es hombre, han preferido, Gracias. futuro, su amor emociona mi alma y mantiene vivo trabajo profesional en el arte y diseño gráfico del li-
Es una palabra que tiene equivalentes en todas las len- a mi corazón. A mis hermanos Irma, Jorge y Vilma a bro, también mi especial reconocimiento a Robert
guas, y que en todas es rica la gama de significados. En cada uno de ellos y a sus familias mi agradecimiento Gutiérrez Cachay encargado de las imágenes en 3D,
las lenguas romances va de lo espiritual a lo físico, de la por su paciencia, comprensión y solidaridad. Especial así como para Alberto Gutiérrez Vásquez dibujante
gracia que concede Dios a los hombres para salvarlos del mención debo hacer para mi entrañable amigo, cole- profesional con más 40 años de experiencia, cuyos
error y la muerte, a la gracia corporal de la muchacha ga y maestro Luis Jaime Castillo Butters, a quien agra- dibujos ilustran algunos de los capítulos. Mi gratitud
que baila o a la del felino que salta en la maleza. Gracia es dezco su permanente apoyo y orientación, su sincera a Flor de María Wong Falla, por su ayuda en el tipeo
perdón, indulto, favor, beneficio, nombre, inspiración, fe- amistad en estas últimas tres décadas, que siento del texto; asimismo a los experimentados conserva-
licidad en el estilo de hablar o pintar, ademan que revela como la presencia de un hermano mayor. dores en metales: Marco Seclen Fernández y Segun-
las buenas maneras y, en fin, acto que expresa bondad de do Gonzales Rumiche por su profesional dedicación
alma. La gracia es gratuita, es un don; aquel que lo recibe, A los colegas Joanne Pillsbury, Larry Coben, Bernd en la recuperación de los objetos de las excavaciones
el agraciado, sino es un mal nacido, lo agradece: da las Schmelz, Marili Apa, Alfredo Narváez Vargas, Bernar- y su minuciosa investigación para brindar la mayor in-
gracias. Es lo que yo hago ahora con estas palabras de da Delgado Elías, Juan Castañeda Murga y Ricardo formación posible de cada objeto.
poco peso. Espero que mi emoción compense su levedad. Morales Gamarra, han tenido siempre una palabra de
Si cada una fuese una gota de agua, ustedes podrían ver, estímulo, apoyo desinteresado, aliento y orientación A los medios de comunicación como: los diarios
a través de ellas lo que siento: gratitud, reconocimiento y que he recibido con agrado por su reconocida expe- La Industria, La República, El Correo, Semanario Ex-
también una indefinible mezcla de temor, respeto y sor- riencia y trayectoria en la investigación arqueológi- presión, Perú 21, El Comercio y a los canales de te-
presa al verme ante ustedes,…” (Octavio Paz Lozano 11 ca y en la gestión del patrimonio cultural. A nuestro levisión como: Canal N, Frecuencia Latina, América
de Octubre 1990). equipo de trabajo integrado por los arqueólogos: Televisión, ATV, TV Perú, Radio Programas del Perú,
José Castañeda Peláez, Fausto Saldaña Camacho, Jor- National Geographic, que informaron a nuestra co-
Esta cita, define nuestro sentir, porque resulta im- ge Álvarez Torrealba, María del Rosario Guerrero Sar- munidad con oportunidad, veracidad y seriedad, so-
posible que un espacio como este, sea suficiente para miento, Elicia Velázquez Reyes, Diana Floreano Sali- bre los avances y resultados obtenidos.
transmitir toda nuestra gratitud a quienes de una u nas, Gustavo Yamunaque Castro, Marco Fernández
otra forma han contribuido con la realización de esta Manayalle, Samuel Castillo Reyes; Conservador Jorge Especial mención de reconocimiento y profunda
investigación y publicación. Solórzano Solano; Ing. Juan Peña Gutiérrez; alum- gratitud, debo a la Asociación Nacional de Mujeres
nos de la Escuela de Arqueología de la Universidad Panamericanístas del Perú filial Chiclayo por su gene-
En primer término, agradezco al Ministerio de Cul- Nacional de Trujillo y de Universidad Nacional Pedro rosa y permanente ayuda en benficio de la población
tura por destinar los recursos económicos y la auto- Ruiz Gallo; topógrafos, operador de Drone, auxiliares de Chotuna y Chornancap. A todos los trabajadores
rización para las investigaciones en Chotuna y Chor- de campo, auxiliares de conservación y de gabinete, de campo procedentes de los doce caseríos del entor-
nancap, sin los cuales hubiese sido imposible llegar a dibujantes, en fin a todos y cada uno de los que han no de Chotuna- Chornancap y de la ciudad de Lamba-
este resultado de la investigación, que se transforma participado en estos últimos años para hacer de esta yeque, que han dejado su mayor aliento y esfuerzo
en un producto de utilidad para la educación y el co- investigación un proyecto con un resultado que nos en las excavaciones y trabajos de gabinete en las que
nocimiento de nuestros conciudadanos y de todos enorgullece, gracias a su esfuerzo y sacrificado traba- participaron con inigualable identidad, a todos ellos
aquellos que sin serlo se interesan por nuestra cul- jo diario que me han acompañado a lo largo de estos mi permanente agradecimiento.
tura. Hago extensiva mi gratitud a la Unidad Ejecu- años, sin ustedes estas líneas no serían posible y este
tora 005 Naylamp Lambayeque en la persona de su texto solo sería un sueño sin realizar. Finalmente, a los trabajadores del Museo Arqueoló-
Director y funcionarios, que ayudaron con su tiempo gico Nacional Bruning y del Museo de Sitio de Cho-
y responsabilidad a que los recursos lleguen y se ad- Al Dr. Santiago Uceda Castillo (+), extraordinario tuna, que no dudaron en apoyar los trabajos más allá
ministren adecuadamente. maestro, que me oriento durante mi formación aca- de sus obligaciones diarias y con ellos a todos los que
démica y me brindo su amistad. A mis colegas del involuntariamente no se mencionan en este texto.
Museo Arqueológico Nacional Bruning Arqls. Juan
22 23
Introducción Hace más de una década, que trabajamos en la In- rebautizada en los últimos años como Pomac, le per- elite Lambayeque protagoniza los más importantes
vestigación y Conservación para la Puesta en Valor miten proponer una nueva definición de la denomi- episodios de su historia.
Carlos Wester La Torre del complejo arqueológico Chotuna- Chornancap, nación de cultura Lambayeque por el de cultura Si-
monumentos emblemáticos de la cultura Lamba- can, y claro con ello se ha creado un territorio Sican, Es importante reflexionar sobre el significado de
yeque, tradicionalmente asociados al relato de la materiales Sican, Dios Sican (Shimada 1995 y 2014) los contextos documentados y relacionarlos con la
fantástica historia del arribo, desembarco y aconte- y la aparición de una prolongada polémica en cómo esfera regional de la cultura Lambayeque, esto pone
cimientos sucedidos con Ñaymlap y su corte en las llamar a la cultura material e inmaterial que surge a énfasis primero en un aspecto trascendental que es
costas de Lambayeque, la desembocadura del rio Fa- finales del Horizonte Medio o en el periodo Transicio- la aparición de mujeres en la cima de la estructura so-
quisllanga y en el templo de Chot (Cabello de Balboa nal; es decir, Lambayeque o Sican (Fernández 2014). ciopolítica y religiosa de la cultura Lambayeque, que
1586). Según las aproximaciones cronológicas, estos Insistir en este debate, puede llevarnos más allá de la hasta hace algunos años solo estaba documentada
sucesos habrían acontecido hacia finales del periodo vida que tenemos sin resultado alguno; no obstante, en los Mochica como son los casos de la Dama de
conocido como Horizonte Medio (Rowe 1955; Uceda es fundamental entender la configuración territorial, Cao (Franco 2008) y las Sacerdotisas de San José de
y Mujica 2003; Castillo 2010 y Shimada 2014b) o en paisajística, política y religiosa de esta civilización en Moro (Castillo 2003, 2008 y 2010). Desarrollamos
el llamado Transicional (Castillo 2003); lo cierto es el contexto actual de las investigaciones sobre la cul- también un conjunto de reflexiones, que intentan in-
que a partir del siglo IX d.C., las cosas cambian en el tura Lambayeque, que consideramos el mayor argu- troducir en el debate académico, propuestas sobre
territorio de Lambayeque, la organización sociopolí- mento para reflexionar sobre cómo debemos definir la presencia de mujeres en el poder, en aquello que
tica y estructura religiosa se transforma, como con- a esta cultura. denominamos dualidad en el poder y sobre cómo
secuencia de la clara influencia e impacto que reci- podemos definir a la cultura Lambayeque a partir de
ben de sus antecesores los Mochica, tanto como de Las excavaciones realizadas por nuestro equipo a lo estos insospechados hallazgos. Este espacio es apro-
grupos Cajamarca y estilos foráneos que tienen su largo de la última década en Chotuna y Chornancap, vechado para reafirmar la idea sobre cómo está ahora
origen desde el sur de Lima hasta Ayacucho (Wari) y no han tenido como eje principal la motivación de la configurada la cultura Lambayeque, entendida tradi-
por el norte hasta el actual Ecuador. calificación o descalificación de la denominación cul- cionalmente como un Estado centralizado con una
tura Lambayeque o Sican, porque consideramos que capital única (Shimada 1995 y 2014) y que a partir
Nuestras excavaciones arqueológicas a lo largo de el termino cultura Lambayeque define y refleja con- de los trabajos de investigación en Ucupe, Luya, Pata-
este hiato de tiempo han revelado que Chotuna y tundentemente el territorio multivalle, la producción po, Tucume, La Pava, Los Perros, La Pared, Solecape,
Chornancap, expresan una enorme monumentalidad material, la configuración sociopolítica, la historia Jotoro y Chotuna –Chornancap entre otros, condu-
y complejidad arquitectónica, de la que no teníamos como origen y memoria material e inmaterial y la an- cen a dibujar un nuevo mapa sociopolítico, territorial
sospecha, que se convierte en soporte narrativo que cestralidad, con un componente insospechado: el gé- y de producción de bienes y construcción de relacio-
nos aproxima a los rituales, ceremonias, actividades nero en el poder. Por ello, planteamos que debemos nes que refleja la existencia de familias instaladas en
festivas, actividades domésticas, productivas y rela- conocer más del complejo Chotuna y Chornancap y los valles, que configuran un conjunto de Cacicazgos
ciones de las elites con su entorno, que se instalaron documentar todas las evidencias que nos ayuden a que comparten una tradición común que se define en
en este escenario por más de quinientos años hasta el proponer una nueva visión de lo Lambayeque. Preci- la existencia de ciertos cánones expresados en la ma-
momento de la ocupación Chimú, Inca y el contacto samente, aquí presentamos los más notables testi- terialidad e inmaterialidad. Este documento reabre el
con los europeos. Por ello, el presente artículo, está monios materiales de la arquitectura en Chornancap debate sobre la cultura Lambayeque no solo desde
orientado a redefinir lo Lambayeque como cultura en y sus elementos asociados que nos ayudan a cons- la denominación, Lambayeque o Sicán, sino principal-
su esfera regional, a partir de los nuevos hallazgos en truir un nuevo modelo. Presentamos las evidencias mente desde la organización política, producción ma-
el complejo Chotuna y Chornancap y fuera de él, por- de las excavaciones en Chornancap que ha ofrecido terial, religiosidad, territorialidad, identidad, así como
que en un tiempo hemos admitido aquello que bien realidades contundentes para definir el estatus, roles las relaciones con sus vecinos.
lo describió Jorge Zevallos Quiñonez (1971),…”el político y religioso de las elites así como su relación
territorio de Lambayeque estaba Chimuizado”, y re- y dinámica en el contexto macroregional. Los casos
tomando la propuesta de Rafael Larco (1948), que del trono con la sacristía y el patio de las pinturas
llama acertadamente a los materiales que provienen policromas emplazadas al norte, y la residencia de
de esta región posteriores a la Época Fusional con el elite al sur de Chornancap muestran una configura-
topónimo Lambayeque (Larco ob. Cit.). Sin embargo, ción arquitectónica típica del palacio, asociada a una
a pesar de esta primera definición, las investigaciones riqueza simbólica que no habíamos explorado y que
de Izumi Shimada en Lambayeque entre 1985 hasta revela no solo los escenarios sagrados en torno a la
el 2014, especialmente en la zona conocida inicial- idea del templo, sino que nos conduce a una narra-
mente como complejo arqueológico Batangrande y tiva que permite identificar los espacios donde esta
24 25
CRONOLOGÍA
CULTURA LAMBAYEQUE
1600 d.C. 1500 d.C. 1400 d.C. 1300 d.C. 1200 d.C. 1100 d.C. 1000 d.C. 900 d.C. 800 d.C. 700 d.C.
IMPERIO INCA
XV - XVI d.C
CULTURA CHIMÚ
XIV - XV d.C
LAMBAYEQUE MEDIO
X-XIII d.C.
LAMBAYEQUE
INICIAL
IX - X d.C.
TRANSICIONAL
(INFLUENCIA FORÁNEA)
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CAPÍTULO I
CULTURA LAMBAYEQUE
1.1. Origen y territorio. Chicama por el sur (Mackey 2009); (Franco y Gál-
E
vez 2014); (Narváez 2014a) y hacia el este en la
s muy probable que hacia el siglo VII – región Cajamarca (Wester et. al. 2000) y hasta el
VIII d.C., los efectos y consecuencias de importante sitio de Pachacamac en Lima (Shimada
un meganiño1 hayan producido dramá- 2014b).
ticos cambios en la costa norte del Perú,
que generara una sucesión de “colapsos” La cultura Lambayeque puede ser definida como
en el orden político, religioso y económico de la una sociedad compleja, como un modelo de Frag-
sociedad Mochica a finales del Horizonte Medio mentación Política organizada en Parcialidades,
(Rowe 1955; Uceda y Mujica 2003; Castillo 2010; que Marco Rosas (2017:191) ha propuesto para lo
Shimada 2014a). Esta circunstancia originada por Mochica y que para nuestro caso supone la con-
la naturaleza y por causas sociopolíticas coincidió formación de varios núcleos familiares constitui-
en la costa Norte, con la presencia estilística de cul- dos como entidades políticas en torno a centros
turas serranas como Cajamarca y Wari, que junto ceremoniales y administrativos estratégicamente 1
Izumi Shimada
a lo Mochica produjo el surgimiento de lo Lamba- ubicados en los valles de Zaña, Lambayeque, La (2014), manifiesta
yeque que muestra un inconfundible sello y perso- Leche, Motupe y Olmos, cuya unidad cultural se que existió una
nalidad, bajo la forma clásica del conocido “Huaco mantuvo gracias a una ideología común, con un era transformativa
Rey” (Figuras 1 y 2), que se difundió rápidamente discurso mítico basado en la creencia y prestigio en la que ocurrie-
ron importantes
por los valles de Olmos, Motupe, La Leche, Lam- en deidades ancestrales, inspirados principalmen- cambios naturales y
bayeque, Reque y Zaña, aproximadamente entre te en el mar, las aves marinas y la luna. De igual culturales de amplio
los años 850 o 900 d.C. hasta 1400 d.C. forma, a la sostenida intervención y control ejer- y duradero impacto:
cido principalmente sobre el agua, la producción una severa y prolon-
Las investigaciones permiten saber hoy con pre- agrícola, manufactura y la distribución de bienes gada sequía (562 –
594 d.C), seguida por
cición que su influencia cultural se extendió por y objetos rituales, así como al aprovisionamiento un meganiño al final
una zona mucho más amplia, hasta Piura y Ecua- de recursos exóticos como el Spondylus, Conus, del siglo VI y prin-
dor por el norte, en los valles de Jequetepeque, y Perlas y Piedras preciosas de origen foráneo, que cipios del siglo VII.
28 29
demuestran en forma inequívoca como las relacio-
nes entre estos grupos ubicados fuera de la esfera
regional y la costa norte del Perú se acentuaron
e intensificaron. Prueba de ello, son la aparición
en la liturgia oficial Lambayeque de las escenas de
grupos de “recolectores de Spondylus” (Figura 3)
conocidos como buzos2, que tienen protagonismo
ritual en esta época y que revelan un escenario co-
mercial intensamente aprovechado para activida-
des productivas y rituales.
Fig. 2
Botellas Lambaye-
que, llamada Huaco
Rey, Colección Mu-
seo Brüning.MAB.
Narváez (2011),
2
señala acertada-
mente que: ...“el
tráfico de Spond-
ylus, no solo debe
observarse como
un asunto estricta-
mente económico,
sino que encierra un
sentido y propósito
religioso, vinculado a
los dioses mayores.
De otro modo este
recurso no hubiese
tenido tal relevancia
y significado en las
tradiciones cultu-
rales prehispánicas
peruanas” (2011:119).
30 31
32 33
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36 37
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E
a 2009, se constató en la periferia la presencia de
l complejo arqueológico Chotuna – Chor- más de un centenar de montículos correspondien-
nancap, situado a 9 kilómetros al oeste de tes a áreas de viviendas, con actividad doméstica y
la ciudad de Lambayeque, y a 4.5 kilóme- evidencias de fragmentos de cerámica dispersa en
tros del litoral del Pacífico en el ámbito del superficie. El área monumental está compuesta por
Distrito de San José; se ubica en el Distri- grandes edificios como: Huaca Chotuna, Huaca
to, Provincia y Región Lambayeque, limita por el de los Frisos, Huaca Susy, Huaca de los Sacrificios,
norte con la Comunidad Campesina de Mórrope Huaca de la Ola Antropomorfa y Huaca Chor-
(Distrito Mórrope); por el sur con la Comunidad nancap4. Su entorno está definido por campos de
Campesina de San José (Distrito San José); por el cultivo, dedicados al sembrío de arroz, algodón;
este con el distrito de Lambayeque y por el oeste sin embargo, entre estos terrenos, se aprecian pe-
con campos de cultivo y el Océano Pacífico (Distri- queños montículos arqueológicos, observándose la 4
Christopher Donnan
tos de San José y Mórrope) (Figura 11). Se empla- ubicación de algunas viviendas en los límites del (1989), usa la deno-
za sobre formaciones de meandros arenosos, en un área intangible, sobre todo por los lados norte, sur minación Huaca Cho-
tuna, Huaca Gloria
área de 95 hectáreas para Chotuna y 17 hectáreas este y oeste de Huaca Chotuna. La prospección ar- (hoy de los Frisos),
para Chornancap. La superficie está formada por queológica permitió documentar montículos con Huaca Susy (en me-
la presencia de dunas estables, algunas de las cua- claras evidencias de ocupación que datan desde moria a Susana Me-
les sepultan parcialmente importantes estructuras la época Virú (Gallinazo) Moche Medio, Moche neses), Huaca Norte
arquitectónicas; otras posiblemente han cubierto Tardío (cerámica de linea fina), materiales corres- (hoy de los Sacri-
ficios), Huaca de la
totalmente edificaciones o rasgos arquitectónicos pondientes al periodo Transicional, Lambayeque, Ola Antropomorfa
menores. Lambayeque-Chimu, Chimu-Inka, Inca y Colo- (No la registro) y
nial (Wester 2016). Huaca Chornancap.
50 51
2.2. Huaca Chotuna. parte superior debieron estar finamente pintados y
decorados como consecuencia del elevado carácter
La principal construcción, está definida por una sagrado y solemne de estos escenarios. Esta área fue
imponente estructura monumental, de forma fechada con los siguientes resultados: Bonn 1958
tronco piramidal de lados inclinados; edificada con (1360± 60 d.C.) y Bonn 1957 (1280 ± 50 d.C.)
adobe plano convexo, asentados con argamasa de (Donnan 1989 y 2012).
barro. Hacia el frente oeste de la pirámide se inicia
el recorrido de una larga e imponente rampa de Hacia el oeste, cerca a la rampa, se aprecian los
acceso indirecto que recorre los lados oeste, norte restos arquitectónicos de lo que fue un gran recin-
PIURA CUENCA MOTUPE - LA LECHE y este del cuerpo del edificio hasta llegar a la parte to rectangular con acceso al norte, donde se han
superior de la misma. La altura de esta pirámide es registrado evidencias que indican que se trataría de
de aproximadamente 40 metros y 80 metros en la un espacio dedicado a desarrollar diversas activida-
base (Figura 12). En la cima se aprecian dos recin- des artesanales (Figura 13 a y b) y de especializa-
TÚCUME tos cuadrangulares al norte y sur respectivamente ción, posiblemente talleres, estos fueron fechados
C. PURGATORIO PÓMAC que se articulan a través de un corredor en eje este con análisis de Carbono C14, con resultados de
MORROPE
– oeste, que conduce a una rampa en el mismo eje la siguiente forma: cuarto 10 UCR1477(1225 ±
y que genera el acceso a una plataforma alargada 55 d.C.) ; cuarto 3 UCR 1478 (1280 ± 20 d.C.)
MOCHUMÍ
ubicada en el frente oeste, dando la impresión de y cuarto 28 UCR 1479(1275 ± 20 d.C.), (Don-
PITIPO tratarse del altar principal. nan 1989 y 2012). Hacia el lado, sur y sureste del
monumento se ubican grandes espacios amuralla-
De los trabajos de limpieza para conservación dos de forma rectangular, construidos con adobes
en el año 2017, registramos en la parte superior de regular tamaño, que delimitan un espacio que
del edificio, fragmentos de enlucido con pintura constituyó la gran plaza principal para actividades Fig. 12
mural policroma con colores: rojo, blanco, negro rituales y administrativas, que permitieron masivas Vista de Huaca
FERREÑAFE y amarillo. Lo que significa que los recintos en la concentraciones de personas. Chotuna.
PUEBLO NUEVO MESONES MURO
LAMBAYEQUE
RÍ
O
TA
CAPOTE PICSI
YM
I
CHOTUNA PÁTAPO
CHORNANCAP TUMÁN
JOSÉ L. ORTIZ
SAN JOSÉ POMALCA RÍO LAMBAYEQUE
CHICLAYO
PUCALÁ
LA VICTORIA EQUE
RÍO R
SIPAN
SALTUR
PIMENTEL
REQUE
CUENCA ZAÑA
OCÉANO ETEN
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54 55
Fig. 15
Vista parcial de
residencia para los
artesanos.
56 57
Fig. 16b
Huaca Susy.
Fig. 16c
Huaca de los Sacri-
ficios.
58 59
60 61
62 63
Fig. 21
Fig. 20
Planta de trono en
Detalle de trono en Chornancap, fase
Chornancap. final.
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Fig. 24a y b
Dibujos de pedesta-
les este y oeste.
Fig. 25
Imagen de Chaka-
na representada
parcialmente en los
pedestales este y
oeste del patio del
Fig. 23 trono.
66 67
Este elemento constituye el icono más represen- se aprecian tres columnas de algarrobo enlucidas Fig. 29
tativo del escenario del trono por hallarse también en forma circular, y pintadas de color rojo, éstas Detalle de friso en
en los murales policromos de Chornancap, en el indudablemente debieron soportar el techo de este recinto de culto.
cual aparece un ser felino echado sobre una plata- espacio.
forma rectangular baja, este constituye el personaje
sobrenatural hacia donde se dirigen todos los seres Hacia el exterior de este recinto, al norte se apre-
que participan del desfile de personajes que por- cia una pequeña plataforma de barro baja en forma
tan armas y que llevan cabezas decapitadas; estos se cuadrangular, con improntas circulares, una gran-
aprecian en el segmento del mural en sentido norte de y la otra más pequeña (Figura 31), que debieron
Fig. 27 a sur (Figura 30). formarse como producto de la instalación de dos
vasijas de cerámica. En esta plataforma se desa-
Altar invertido con
relieve.
El recinto de culto que llamamos “sacristia” está rrollaron probablemente actividades vinculadas a
dividido en dos espacios, el primero inmediato al la recepción de bebidas y alimentos que debieron
acceso que incluye el altar con el relieve del felino, ingerirse en momentos previos a la presencia de la
Fig. 28 presenta dos asientos con respaldar que sirvieron autoridad celebrante; aunque hay que resaltar que
Imagen en 3D de para recibir solo a dos individuos a la vez; el otro en esta plataforma fue hallado una tobera que pro-
altar con friso en espacio, hacia el fondo del recinto atravesando un bablemente este siendo usada para el acabado de
recinto de culto en vano, donde se aprecia un área más reducida deter- algún objeto de metal, en razón a las evidencias de
Chornancap. minada por una “mesa de barro”, en cuya pared sur quema.
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72 73
Fig. 36
Frisos circulares
Fig. 35 correspondientes a
la fase temprana el
Animación 3D de patio del trono en
fase temprana. Chornancap.
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76 77
En líneas generales, las imágenes plasmadas en identificar claramente personajes y elementos que
los diseños del mural, muestran un sorprendente mantienen un sentido o dirección que le da movi-
colorido, producto de la armoniosa combinación miento a la acción, es decir los personajes están de
de colores como rojo, amarillo, verde oscuro, ver- perfil en sentido de norte a sur, interrumpiéndose
de claro, negro y blanco que provienen de origen de forma alterna por un personaje de alto estatus
mineral (Donnan 1989 y 2012). Para elaborar los que mira al frente; éste a diferencia de los demás
murales no es claro si es que los artistas hicieron un aparece recurrentemente y está ornamentado con
boceto previo en la pared antes de pintar el mu- corona semilunar, orejeras, pectoral, bastones en
ral; no hay evidencia de líneas incisas o trazos que las manos y un cinturón que cae a ambos lados
podrían indicar este tipo de trabajo preliminar. Es de su cintura en forma trapezoidal. Los persona-
posible que usaron carbón, y por ello que no han jes que complementan la escena, parecen tratarse
quedado las líneas del boceto (Donnan 1989). To- de guerreros con armas, que asisten a un desfile de
dos los murales parecen haber sido pintados de la prisioneros llevados con sogas amarrados al cuello,
misma manera, con los mismos pigmentos aplica- y en algunos casos cabezas decapitadas llevadas en
dos, siguiendo la misma secuencia. Asimismo, el la mano como trofeo. El punto de convergencia de
estilo es consistente en todos ellos, sugiriendo que estos desfiles, resulta ser una plataforma baja alar-
el trazo se hizo para formar una unidad. Sin em- gada donde se halla reposando una deidad sobre-
bargo, hay una clara distinción entre los objetos, natural de apariencia felínica, la cual sospechamos
personajes, seres sobrenaturales y acciones pintadas podría tratarse de la versión Lambayeque del felino
en la pared sur y los que están en la pared oeste. lunar o felino mítico (Figura 40 a), semejante al
que aparece en los relieves de huaca Las Balsas, Fase
A pesar de que las escenas, por razones de con- 3 denominada La Escena Compleja del Rito y los
servación, no se encuentran completas, se puede Sacrificios (Narváez 2011: 97)(Figura 40 c).
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Fig. 40d
Reconstrucción
de escena de los
murales polícromos
en Chornancap, indi-
cando identidad del
personaje echado en
plataforma baja.
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Sabemos que el Spondylus es una concha espi- los roles que desempeña, quien se halló en el trono que se presentaran ante un espacio o manera de al- sobre este escenario sagrado, es que la autoridad
nosa de agua cálida considerada como un bien de de Chornancap (Figura 52). tar o trono donde reposa una deidad con atributos suprema de la cultura Lambayeque instalada en el
prestigio de alto valor religioso y simbólico (Ho- antropozoomorfo (hombre-felino), que guardaría Trono presidió rituales de culto al ancestro mitico
cquenghem 2009 y Narváez 2011), aprovechado Otro argumento, está referido a la clásica repre- similitud con la imagen del personaje C represen- que habita en la Huaca que es Chornancap a tra-
desde épocas tempranas, adquiere durante el pe- sentación en el arte Mochica, de una Sacerdotisa tado en la Fase 3 de Huaca Las Balsas en Túcume vés de un calendario ceremonial, que demandó un
riodo Lambayeque un elevado valor ceremonial con tocado bipolar y bufanda que remata en cabeza (Narváez 2011:97), véase la Figura 40c en este vo- entorno simbólico que le permite reiterar el poder
para los rituales de enterramiento, y usado tam- de serpientes y que entrega con la mano izquier- lumen. y estatus del personaje que lo ocupa, y la jerarquía
bién para ser derramado como polvo al paso de los da una copa conteniendo la sangre de un prisio- del escenario(Figura 54). Es muy probable que el
personajes más importantes. Recordemos que en nero sacrificado previamente y que es elevada ante En la arquitectura de la fase final del Trono, se patio con la cenefa donde se ubican las pinturas
el relato del arribo de Ñaymlap (Cabello de Bal- el personaje principal que se halla sentado en una define la estructura como tal, donde se emplazaba policromas, era el escenario donde se realizaba el
boa 1951[1586]), cuenta que uno de los servidores estructura que da la idea de tratarse de un Trono, la autoridad religiosa que a nuestro juicio presidio ritual de presentación de sacrificios humanos y en-
llamado Fongasigde, era el encargado de derramar quien recibe esta ofrenda como testimonio de la y controló un conjunto de rituales que se sucedie- trega de cabezas de los sacrificados que son lleva-
concha molida al paso del señor, lo que significa el reafirmación del poder y autoridad, no solo por su ron en un tiempo, mientras que en la parte infe- dos en un desfile hacia el Trono; formulamos esta
enorme valor que tenían estos moluscos, que eran investidura, si no por el escenario que ocupa y que rior, donde aparecen las banquetas y los pedestales interpretación, por que adicionalmente se registró
usados para purificar el área por donde pasaba la le concede el privilegio de decidir sobre la vida y con la representación de la media Chacana con al oeste del Trono de Chornancap, un conjunto de
máxima autoridad. El objeto de madera hallado en la muerte (Figura 53 y 53a). Recordemos que en círculo central, es donde se reitera simbólicamen- osamentas humanas de sacrificados que presentan
Chornancap con la representación de los recolecto- el patio de los murales polícromos en Chornancap te el mensaje de la dualidad, es decir: el espacio profundos cortes en la cervical 2 al 4, clavícula de-
res de Spondylus, permite inferir las actividades ri- la escena principal representada, muestra el desfile de la tierra y el mar, el día y la noche, el sol y la recha e izquierda, esternón e incluso algunos de
tuales vinculadas con la obtención de este preciado de personajes llevando un prisionero con una soga, luna, masculino y femenino, todo esto dentro de estos cuerpos presentan la cabeza separada total-
molusco y que guardaría relación con algunos de otros portan armas y cabezas humanas decapitadas un espacio sacralizado, por lo tanto, la conclusión mente del tronco (Figura 55).
94 95
96 97
Fig. 53a
Personaje femenino
Mochica, con atribu-
tos y ornamentos
que la identifican.
(Tocado bopilar,
bufanda y copa).
Fig. 54
Vista general de
patio con trono en
Chornancap.
98 99
100 101
Fig. 57
Fragmento de cerá-
mica estilo Lamba-
yeque, hallado en
área de trono en
Chornancap.
Fig. 58
Escultura de cerá-
mica estilo Lamba-
yeque, hallado en
huaca Casimira al
este de Chornancap.
102 103
Fig. 60
Dibujo de entierro
en la arquitectura
del trono.
Fig. 61
Recreación 3D ofi-
ciantes y personaje
principal en trono
de Chornancap.
104 105
106 107
Este icono, tan recurrentemente documentado Contamos hoy con pruebas arqueológicas para
en casi todos los materiales (cerámica, textiles, me- entender una nueva visión de la configuración de
tales, madera, hueso, entre otros), y durante todas los territorios en los Lambayeque y su relación y
las épocas en la simbología de América Andina, expresión a través de arquitectura simbolica, que
forma parte de uno de los símbolos más repre- traduce mensajes con énfasis en conceptos de dua-
sentativos que se conocen en la historia del nuevo lidad y bipartición, así como escenarios sagrados
mundo y ha sido interpretado como el símbolo del como la luna y el mar.
agua y la tierra, como el elemento de la fertilidad,
como el rasgo particular y distintivo del agua y la
montaña (Bock 1988 y 2003; Bock y Zuidema
1991). No obstante, debemos reflexionar que este
elemento más allá de su significado como símbolo
trascendental de la fertilidad andina, expresaría a
nuestro juicio en el caso de la residencia de elite
de Chornancap, una señal dual o indicador sim-
bólico de la existencia de elementos que se hallan
sepultados bajo esta representación y que aluden
a una expresa voluntad de la estructura religiosa
de mantener estos conceptos no solo en el arte, en
los materiales, sino en la arquitectura como es este
caso y que estos se vinculen con contextos femeni-
nos de alto contenido religioso cuya recordación Fig. 64
a través de la arquitectura genera un permanente Imagen la ola y la
culto (Figura 63 y 64). montaña, represen-
tada en la arquitec-
tura.
108 109
110 111
A
l registrar la residencia de élite ubicada estos objetos como elementos simbólicos de rápida
al sur de Chornancap, se identificó de- elaboración y rústico acabado (Costin 1999:85),
lante del altar principal un conjunto de pero que representan materialmente a grupos fami-
cinco intrusiones que fueron excavadas liares (Figura 67). Sobre estos pequeños recipientes
sistemáticamente (Figura 66). En las in- o vasijas en miniatura, Gabriela Cervantes (2014),
trusiones 1, 2 y 3, se registraron concentraciones ha estudiado a través de análisis de granos de al-
de ofrendas consistentes en vasijas de cerámica en midón, las colecciones de crisoles provenientes de
miniatura, conocidas como crisoles, acumulados las tumbas de Pomac (Huaca Loro), encontrando
en pequeños agrupamientos de ofrendas dispuestas en el interior de ellos residuos de maíz y probable-
sobre grandes fragmentos de vasijas conocidas co- mente ají (Cervantes 2014:229), lo que indicaría
múnmente como urnas, dando la idea de contene- que dichas vasijas en miniatura habrían sido lle-
dores; el total de estas vasijas en miniatura suman nadas simbólicamente con variedades de comidas
2,101 dispuestas como ofrendas masivas, como si y bebidas; “nuestras investigaciones han probado
éstas representaran la presencia simbólica de gru- científicamente que estos “crisoles” originalmente
pos humanos, comunidades y multitudes de per- contenían alimentos que han dejado residuos de
sonas que participan masivamente en los rituales maíz, papa y ají” (Andrea Perales De Olarte com.
o celebraciones conmemorativas y que ofrendan pers. 2017).
112 113
I-1
I-2
I-4
I-3
T-3
I-5
T-4 I-6
T-5
Fig. 66
Planta general de
residencia de elite
en Chornancap, con
ubicación de intru-
siones
114 115
Junto a estas ofrendas, se hallaron vasijas de cerá- conocida como Dios Ñaymlap (Figura 70), pero Fig. 67
mica como ollas, botellas asa estribo, ornamentos que también da la idea de dos caras de perfil en Conjuntos de ofren-
de cobre, como un disco con la representación re- posición opuesta. das en la residencia
pujada de volutas en una banda circular concén- de elite, en torno a
trica y la imagen calada de cuatro spondylus, en- Así mismo, destacan en estas intrusiones (In- tumba 3.
torno a un círculo, que aluden a dos elementos la trusión 1, 2 y 3) la presencia de dos entierros se-
luna y el agua, que transmiten el mensaje dual en cundarios fuertemente removidos e incompletos,
este territorio. probablemente individuos masculinos adultos,
que revelan el traslado de cuerpos que son retira-
También fueron hallados pequeños objetos de dos de sus tumbas y llevados a este escenario como
concha recortada con la representación de la ima- ofrendas conmemorativas que forman parte de una
gen de un personaje visto de perfil en miniatura reconocida tradición funeraria que refuerza el culto
(Figuras 68 y 69) y un conjunto de pequeños obje- a los antepasados.
tos de cobre dorado entre los que destaca una coro-
na cilíndrica con apéndices semicirculares hacia los Estos elementos fueron un indicador indiscutible
lados, un cuchillo y cuchara de cobre, un pequeño de la posible existencia de otros contextos funera-
cetro – cuchillo alargado en cuya parte superior de rios más complejos y de mayor estatus (Figuras 71 Fig. 69
forma elipsoidal aparece la silueta laminada que y 72). Detalle de ofrendas
define la representación de la deidad Lambayeque de cobre.
116 117
Fig. 72
Silueta de personaje
de perfil en posición
opuesta, con tocado
Fig. 70 demi lunar y base
elipsoidal.
Detalle de ofrendas
de cobre.
118 119
Fig. 73 Fig. 74
Personaje de tumba Reconstrucción de
3 y acompañante. Tumba 3.
120 121
Fig. 75 Fig. 76
Vista de intrusión Vista de intrusión
principal en resi- principal en resi-
dencia de elite en dencia de elite en
Chornancap. Chornancap.
122 123
124 125
Fig. 80
Vasijas completas
de estilo Cajamarca
costeño dispuestas
sobre una capa de
telas pintadas.
Fig. 81
Entierro secundario
Lambayeque Tardío,
colocado al este de
la intrusión 5.
126 127
128 129
OLMOS
RÍO OLMOS
MOTUPE
INCAHUASI
RÍO MOTUPE JANQUE
LAQUIPAMPA
JAYANCA RÍO LA LECHE
PACORA
JOTORO CAJAMARCA
ÍLLIMO PÓMAC LA CALZADA
TÚCUME
MÓRROPE RÍO TAYMI REPRESA
MOCHUMÍ TINAJONES
LAMBAYEQUE FERREÑAFE
CUCULÍ RÍO CHANCAY
PÁTAPO
RÍO LA CHONGOYAPE
CHOTUNA CHORNANCAP MBAY
EQUE
SAN JOSÉ
PUCALÁ
CHICLAYO POMALCA SIPÁN
OCÉANO PIMENTEL
SANTA ROSA REQUE
RÍO REQUE
CAYALTÍ
RÍO SAÑA OYOTÚN
ÚCUPE
Fig. 83
Jarras, cuencos
platos del estilo
Cajamarca-Costeño,
registradas en la
intrusion 5.
Fig. 84
Valles de Lambaye-
que que se originan
en la región Caja-
marca.
130 131
132 133
Fig. 88a y b
Recreación de telas
pintadas a escala.
Fig. 87
Detalle de tela
pintada con diseño
policromo insitu de
“ola antropomorfa”.
134 135
Fig. 90
Escena de cierre de
tumba con danza
simbólica en poza
de agua.
Fig. 91
Concentración de
ofrendas de cerá-
mica Lambayeque y
Cajamarca costeño
al este de contexto
funerario.
136 137
138 139
140 141
142 143
Fig. 99
Corona de oro.
Fig. 100
Detalle de imagen
representada en
corona de oro.
144 145
146 147
148 149
Fig. 104
Orejeras de oro con
representación del
San Pedro
Fig. 105
Orejeras de plata
con representación
de felino mítico.
150 151
Fig. 110
Cuchillo de cobre
tipo tumi con discos
Fig. 111
Vaso sonaja de
cobre plateado,
hallado en la mano
derecha del perso-
naje central.
Fig. 107
Orejera de plata
con representación
lunar.
Fig. 108
Orejera de cobre
dorado con diseño
lunar.
152 153
154 155
Fig. 116
Fig. 115
Reconstrucción de
Botella de plata, forma y diseño de
doble pico con asa botella de plata,
puente, en proceso doble pico con asa
de conservación. puente.
156 157
Fig. 117
Botella de plata, asa
estribo, en mano
izquierda del perso-
naje del fardo.
158 159
160 161
162 163
Fig. 125
Textil Lambayeque,
personaje portando
bufanda o chalina
en el cuello y en la
parte superior dise-
ño del ave mítica.
164 165
Fig. 128
Fig. 130
Cuenco de Plata
al momento del Imagen repujada en
hallazgo. Cuenco de Plata.
166 167
168 169
170 171
172 173
174 175
Fig. 142
Fig. 143 Fig. 144
Collar de idolillos
de oro. Vaso de Plata repujado. Vaso de Plata repujado.
176 177
Fig. 146
Vaso de Plata repujado.
Fig. 147
Detalle de imagen repujada
en vaso de Plata.
Fig. 148
Cuatro cuentas
esféricas de oro,
halladas en un reci-
piente con residuos
de cinabrio.
Fig. 149
Cuentas esféricas
de oro.
178 179
Fig. 151
Anillos de esferas de oro,
plata y perlas colocados
en ambas manos.
Fig. 152
Brazaletes de cuentas
de oro.
180 181
182 183
184 185
Los restos óseos fueron mal conservados. Apar- Esta escena prodía tratarse de una escena mítica
te del hecho de que se trataba de fragmentos de de “buzos” pero representada por criaturas sobre- Fig. 162
huesos humanos, no hay otras observaciones que naturales como los felinos estilizados; esta escena Ofrendas de acompañante 3
se pueden hacer. Este acompañante presenta como frecuente en Chornancap, ratifica el hecho de que de personaje de Chornancap.
ofrendas: dos pequeñas esculturas de piedra que este constituya una clara señal de las relaciones con
sospechamos se trate de material traído del Ecuador los grupos de buzos que extraen estos Spondylus
(Figura 161). Estos materiales sugieren la hipótesis no solo como un acto natural sino como un acto Fig. 163
de que este acompañante provenga del área norte que adquiere connotacion mitica donde participan Piruros de metal y tupu de
(Ecuador). Este individuo al que no ha sido posible las deidades ancestrales. cobre.
determinar el sexo, pero sospechamos se trata de
una mujer, presenta material asociado como dos Acompañante 4 (norte)
Tupos de cobre de 15 centímetros de largo con 50
cuentas de cobre de forma cónica, 19 cuentas de Este individuo presentaba los restos óseos bien
cuarzo, 4 agujas de cobre y piruros de metal (Figu- fragmentados, pero en mejor estado de conserva-
ras 162 y 163). Esto hace suponer la idea de que ción, esta fue probablemente una mujer joven en-
se trate de una tejedora o probablemente recibe tre las edades de 12-18 años de edad al momento
estos bienes como ofrendas que le proporcionan de la muerte. No hubo evidencia de trauma, infec-
prestigio o estatus de tejedora en la sepultura. Al ción esquelética, o patología metabólica. La mayor
respecto hay que anotar que los Tupos constituían parte de la dentición se recuperó. Al menos cinco
un ornamento personal asociado exclusivamente a dientes se vieron afectados por caries dental, y el
contextos femeninos o considerado como símbolo diente 25 se vio afectado por los depósitos de cál-
ancestral de identidad femenina (Vetter y Carcedo culo dental.
2009).
186 187
Acompañante 7 (este)
Fig. 166 Los restos óseos estaban muy mal conservados,
La primera Coya esta fue probablemente una persona mayor de 15
Mama Huaco senta- años de edad. No hay otras observaciones que se
da en un trono con podrían hacer.
tres mujeres que la
acompañan.
Acompañante 8 (este)
188 189
condición patológica es de algún modo motivada ción de “buzos” que ingresan a la profundidad del extraido en for-
por la caries dental, pero también es resultado del mar, amarrados con sogas a la cintura y a más de ma resumida del
Fig. 167 desgaste de los dientes por la edad avanzada. Estos 18 a 30 metros extraían estos moluscos que forma- informe presen-
ban parte de bienes exóticos vinculados y usados tado por Haagen
Pepitas de oro y patrones biológicos generales son muy similares a D. Klaus como
lingote de plata. los documentados en otros contextos funerarios de en los rituales de culto al agua, fertilidad y para miembro asociado
alto estatus en la región Lambayeque como Sipán y las ceremonias de ritual funerario. En estas escenas al proyecto Cho-
Sicán (Klaus 2014). los “buzos” depositan los Spondylus en canastas o tuna Chornancap.
190 191
192 193
194 195
196 197
Fig. 177
Detalle y dibujo de
personaje represen-
tado en el tocado.
Fig. 175
Botella asa estribo
Mochica tardío.
198 199
200 201
202 203
Fig. 182
Superposición de
entierros de Sacer-
dotisa y personaje
de los Spondylus.
Fig. 183
Escena recreada
de extracción de
Spondylus.
204 205
206 207
Fig. 188a
Entierro N°38
hallado al norte de
Chornancap.
Fig. 188b
Entierro N°39
hallado al norte de
Chornancap.
208 209
210 211
212 213
Fig. 192
Fig. 191a Entierro N°63
Dibujo de Entierro hallado al norte de
N°62 hallado al nor- Chornancap.
te de Chornancap.
Fig. 192a
Dibujo de Entierro
N°63 hallado al nor-
te de Chornancap.
Fig. 193
Entierro N°63 con
telar en cruz hallado
al norte de Chor-
nancap.
214 215
Fig. 195a
Dibujo de entierro
N°64 hallado al nor-
te de Chornancap.
Fig. 196
Instrumento de
cobre en forma de
colgante.
Fig. 195
Entierro N°65
hallado al norte de
Chornancap.
216 217
218 219
220 221
Fig. 202
Cofre de cobre
con ofrendas en
miniatura del mismo
metal.
Fig. 201
Colgante de cuentas
de concha Spond-
ylus y pequeñas
campanas de cobre.
222 223
Fig. 204
Vista de perfil.
224 225
226 227
Fig. 208
Fig. 209a
Brazalete de concha
Spondylus color Brazalete de plata
blanco con diseño mano derecha, en-
de olas. tierro N°66.
228 229
230 231
232 233
L
tiene autonomía.
a confirmación del sexo femenino del per-
sonaje central, de la tumba de Chornancap, Resulta importante el hecho de que esta sepultu-
nos sitúa en una condición interpretati- ra constituya parte de un conjunto de sepulturas de
va extraordinaria e impensable, al tener la personajes de elite Lambayeque, que mantienen a
oportunidad de documentar científicamen- Chornancap como uno de los escenarios políticos
te a uno de los primeros personajes femeninos de y religiosos de singular valor ceremonial por tener
élite de la cultura Lambayeque, que a juzgar por los proximidad al mar, considerado éste como el te-
bienes de prestigio que la acompañan en su tum- rritorio de una deidad ancestral a quien recuerdan
ba, habría desarrollado principalmente funciones en el relato de Ñaymlap, en el cual se ha configu-
de gobernante, soberana de su tiempo y roles de rado un conjunto arquitectónico como Chotuna
sacerdotisa. La revelación del sexo del persona- y Chornancap sin precedentes en el ámbito de la
je, acompañada por todo el conjunto de valiosas cultura Lambayeque, que expresan no solo el esta-
ofrendas que se han encontrado e individuos que tus de lo que representa o de quienes tienen acceso
forman parte del sequito funerario en su compleja a estos escenarios, sino que producen una narrativa
tumba, nos permite conocer su condición jerárqui- que involucra y compromete los mas significativos
ca del más alto nivel y las actividades ceremoniales elementos de la religiosidad y que se convierten en
que desempeñó este personaje (Figura 214) y su espacios de culto a los antepasados y renovación
relación con la población en el escenario político, de la memoria con especial énfasis en la deidad
pero sobre todo los vínculos que fue capaz de desa- femenina. Hoy sabemos con autoridad científica,
rrollar con territorios próximos como Cajamarca, que las antiguas sociedades especialmente Lamba-
La Libertad y especialmente el Ecuador, generando yeque (al igual que sus antecesores los Mochicas),
una esfera de poder muy compleja, de relaciones a incorporaron a mujeres en el ámbito del poder y de
grandes distancias que le permiten acceso a recur- la conducción de la religiosidad, esto implica que
sos y bienes exóticos (Figura 215), independiente- el territorio de la costa norte del Perú ha tenido
234 235
durante épocas muy prolongadas la presencia de
mujeres al igual que sus pares masculinos transitan
en el escenario público con la más alta autoridad
política y religiosa existente en su tiempo. Esto re-
vela un elemento que debemos someterlo a debate,
como es el equilibrio de género en la vida política
y religiosa de la sociedad que no solamente cons-
tituye parte de un proceso formal inevitable; sino
que revelaría también la expresión del concepto de
masculino y femenino, que implica que esta con-
cepción incorpora estos elementos binarios como
una relación de unidad de contrarios pero de com-
plementariedad y de territorialidad. Las evidencias
con las que se cuenta hasta la fecha, no debe hacer-
nos pensar solamente que la incursión femenina en
la historia debe ser vista desde el ángulo del éxito y
sostenibilidad de las mujeres en el poder, sino de su
necesaria presencia como parte de ese equilibrio fi-
losófico y su trascendencia en el escenario ancestral
como deidad femenina asociada a la luna, espacio
sagrado que comparte con otro escenario como es
el mar (Lemlij y Millones 2016:10). Así mismo,
podemos comprobar en la tumba de la sacerdotisa
de Chornancap que la preferencia de acompañarla
solo de mujeres jóvenes constituye un claro men-
saje que “excluye” al sexo masculino en este tipo
de prácticas ceremoniales de alto contenido religio-
so y de impacto político, tal vez por una razón de
identidad religiosa o probablemente porque estas
mujeres desempeñaban el rol de los más altos fun-
cionarios de culto religioso relacionado con el mar
y la luna cuya identidad es femenina.
236 237
238 239
240 241
242 243
244 245
246 247
248 249
Fig. 228
Sepultura del gue-
rrero de Illimo.
Fig. 229
Sepultura la tejedo-
ra de Collud.
Fig. 230
Tumba la Sacerdoti-
sa con sus acompa-
ñantes.
250 251
252 253
254 255
Fig. 235
Detalle de la base
del vaso de plata
existente en el Mu-
seo de Denver USA.
Fig. 236a y b
Compleja iconogra-
fía repujada en el
exterior del vaso de
plata.
Es necesario precisar que para establecer las rela- … “que consiste en construir un corpus repre-
ciones entre el vaso de plata y la tumba del perso- sentativo y hacer su descripción, elaborando un ca-
naje femenino de Chornancap, hemos considerado tálogo de los diferentes temas y motivos que apare-
el uso de un enfoque metodológico que recoge las cen y sus modalidades de ocurrencia” (Holmquist
propuestas de Panofski (1979), Berezkin (1980), 1992:8).
Donnan (1986), Hocquenghem (1987), Castillo
(1987), Makowski (1989), Holmquist (1992), Seguidamente, buscamos establecer el significado
todas para el estudio de la iconografía Mochica. de los diseños identificados y descritos en la tum-
Así como los de Carol Mackey y Joanne Pillsbury ba de Chornancap frente al contexto de la cultura
(2013) y los recientes estudios de Narváez (2014a y Lambayeque al que pertenecen, a esta fase Panofski
b) para la iconografía de la cultura Lambayeque. El (op. cit.), denomina análisis iconográfico:
proceso metodológico que hemos desarrollado em-
pezó con la identificación del corpus de imágenes, …¨ que consiste en identificar los motivos y bus-
símbolos, personajes, seres mitológicos, escenarios, car el significado convencional que han tenido en
etc. que aparecen en la sepultura de Chornancap; la sociedad a la que pertenecen, la dificultad em-
teniendo especial cuidado en no separarlos del con- pieza cuando tenemos que encontrar un conjunto
texto de origen y al que están asociados, es decir de informaciones comparables e independientes
corona, vasos, orejeras, collares, discos, entre otros. del conjunto iconográfico, que permita interpre-
A esta fase Panofski (1979), la denomina descrip- tarlas (Holmquist 1992:8).
ción pre iconográfica y que Castillo (1987) la lla-
mó identificación de la personalidad iconográfica:
256 257
258 259
Fig. 241
Imagen de persona-
je femenino repre-
sentado enel vaso
de plata de Denver,
con cara másca-
ra, corona, tocado
vasos en las manos Fig. 244
y “bufanda”. Detalle de cetro de
oro hallado en la
mano izquierda del
personaje de Chor-
nancap, observese
la “bufanda” similar
a la Figura 241.
260 261
Fig. 247
Deidad felínica con
corona, represen-
tada en vaso de
plata del Museo de
Denver.
Fig. 251
Dibujo esquemático
de superposición de
tumbas en Chornan-
cap.
262 263
Fig. 253
Vista aérea de Chor-
nancap con planta
en “T”.
264 265
Existen dos elementos significativos sobre los como un ser sobrenatural en la parte superior del valles principales, tiene como condición estar em- haciendo alusión a como las aguas provenientes de Fig. 256
cuales hay que reflexionar: por un lado, en las imá- vaso de plata de Denver, y que correspondería al plazado en la proximidad del lado sur de la desem- las montañas, representadas en el vaso de Denver Conjunto de ima-
genes repujadas en el vaso de plata de Denver se personaje femenino hallada en Chornancap. Re- bocadura de un rio hacia el mar, y que el caso de por las mujeres sentadas, y ubicadas en las dos bur- genes repujadas en
aprecia un dibujo que representa a una serpiente marcamos esta observación, porque en el territorio Chornancap no corresponde a un hecho fortuito, bujas superiores de la denominada serpiente mí- el vaso de plata de
mítica (Narváez 2014b) o una forma serpentifor- de la cultura Lambayeque paradójicamente se ha- sino a una razón de naturaleza probablemente re- tica (Narváez 2014b) o llamado cauce (Mackey y Denver, la imagen
me ubicada en la sección media del vaso, en esta Pillsbury 2013), atraviesan el territorio, el bosque, resaltada hace
llan templos cuyo emplazamiento o ubicación se ligiosa, territorial y paisajística. Por lo que la ubi- alusión a la tradi-
representación la cabeza de la serpiente asoma o encuentra próximo al litoral del Pacífico, y cerca cación de los lugares sagrados en la época Lamba- por cauces en forma de serpientes, la misma que ción oral: río, mar,
desemboca en una imagen horizontal conformada de la desembocadura de un río; tal es el caso de yeque Tardío obedeció a modelos preestablecidos, ingresa al mar en un acto ritual y simbólico en el templo y deidad
por olas antropomorfas sucesivas, dando la im- la Huaca Murales de Ucupe con acceso al este y que se repiten recurrentemente y que asocia a edi- que el agua del río es introducida en la madre de femenina.
presión que este cauce o río (Mackey y Pillsbury emplazada en la margen sur del río Saña, y cerca de ficios importantes con un espacio o contexto pai- las aguas que es el mar, donde habita para siempre
2013) en forma de serpiente desemboca en el mar, la desembocadura en el mar. Otro caso es Huaca el sajístico que está determinado por el cauce del río convertida en una deidad suprema, en una fuente
recordándonos en forma simbólica el relato de Taco con acceso al este y ubicada en la margen sur y su desembocadura en el mar. Al parecer este mo- de vida, cuya expresión mítica y simbólica es la ola
Ñaymlap sobre el lugar del arribo o llegada que se del río Reque, y próximo a la desembocadura en el delo que establece la élite Lambayeque, asocia los antropomorfa.
produce junto a la desembocadura del río Faquis- mar, y finalmente Huaca Chornancap con acceso templos cercanos al mar con acceso al este, y que
llanga en el mar (Cabello 1951[1586]). Asimismo, al este y ubicada en la margen sur del río Lambaye- estos tengan proximidad al lado sur de la desem- Hemos advertido, que la imagen de la mujer mí-
cerca de esta “desembocadura”, existe un templo que y próximo a la desembocadura en el mar. bocadura de un río en el mar, como si este empla- tica representada en el vaso de plata (VDP), que
o edificio cuyo acceso (rampa) se orienta al este zamiento aludiera al inicio de la tradición oral de podría tratarse de la mujer sepultada en Chornan-
(Figura 256). Esta circunstancia parece hacer alu- Esta situación permite proponer la hipótesis de Ñaylamp referente al lugar del arribo cuyo recuer- cap, presenta un rasgo particular, que consiste en
sión a la ubicación exacta del lugar donde habita que en la época Lambayeque Tardío, la ubicación do se conmemora con le edificación de templos que se le han representado ojos en varias partes de
y es sepultada la sacerdotisa suprema representada de un templo importante en la parte baja de los en estos escenarios. Probablemente, también esté su cuerpo y de sus ornamentos principales; tiene
266 267
268 269
Fig. 260
Compleja escena
Fig. 259 de recolectores de
Spondylus repujada
Figurina femenina en cuenco de plata
hallada en Chornan- procedente Huaca
cap, probablemente Santa Rosa de Lam-
la Sacerdotisa. bayeque.
270 271
272 273
274 275
276 277
278 279
Fig. 268
Segundo nivel de
intrusión mayor con
entierros secunda-
rios.
Fig. 269
Fragmento de
vasija doble gollete
divergente con asa
puente y apéndice
escultórico Lamba-
yeque.
280 281
282 283
Fig. 275
Vista parcial de área
de festines con
acceso y altar.
Fig. 276
Fig. 274
Detalle de Spond-
Escenario de los ylus calado en el
festines y ban- piso de área de fes-
quetes totalmente tines y banquetes
excavado. en Chornancap.
284 285
286 287
288 289
290 291
Fig. 281C
Tercera fase, en el Fig. 283
área de los festines.
Cara máscara de co-
bre plateado, regis-
trada en intrusión al
sur de Chornancap.
292 293
294 295
296 297
L
origen de esta simbología en esta región y la histo-
as evidencias arqueológicas existentes a la ria que tiene en los Andes.
fecha en el territorio de la cultura Lambaye-
que, permiten sostener que en este espacio Posteriormente, y con mayor amplitud se co-
se produjo un desarrollo complejo, pro- nocen evidencias del periodo Formativo en sitios
ducto y consecuencia de un largo proceso como Collud, Huaca Lucía Chólope en Pomac,
que empezó a gestarse desde el periodo Precerámi- Morro Eten, Raca Rumí en Chongoyape, Pomal-
co(2500 a.C.). Para sustentar esta propuesta co- ca, Cerro Corbacho en Zaña y Purulen, este úl-
nocemos hoy los resultados de las investigaciones timo que está emplazado en la margen sur de la
en Huaca Ventarrón en la parte media baja del rio desembocadura del río Zaña, que parece ser el más
Reque, margen norte (Alva Meneses 2012), cuyas remoto antecedente de emplazamiento de monu-
evidencias revelan la existencia de un templo en mentos al sur de la desembocadura de un río en el
cuyo interior existe un mural polícromo llamado mar, tal y como sucede siglos después en la época
la escena del Venado Cautivo, que presenta sucesi- Lambayeque ó en sitios como Pacatnamú (Valle
vas fases de remodelación, con aspecto ritual que se de Jequetepeque), Pachacamac en Lima. Tan sólo
mantiene durante tres fases hasta su enterramiento por citar algunos lugares que muestran una mayor
final. Esta área, mantuvo el control de la actividad cohesión cultural y una sólida estructura sociopolí-
ritual y de las relaciones con el ámbito periférico o tica expresada en una producción material conoci-
del entorno que incluyó la zona oriental y el mar; da con el nombre de Cupisnique y que encuentra
así mismo, se documentan evidencias de Spond- en el Spondylus y otros importantes moluscos de
ylus en su estado natural y transformado en cuen- aguas cálidas, los materiales exóticos ideales para
tas para collares (Alva Meneses Op. Cit.), lo que elaborar bienes de prestigio, que alcanzarían a lo
demuestra la influencia que tiene el Spondylus des- largo del tiempo una condición insustituible por
de épocas muy tempranas. Han sido documenta- su especial significado.
das evidencias de aquitectura inspirada en la media
298 299
300 301
302 303
304 305
306 307
Fig. 295
Fragmentos de
cerámica logográ-
fica procedente de
huaca la Pava.
308 309
310 311
312 313
314 315
316 317
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Lima [1613] Perú.
318 319
320 321
322 323
324 325
Plano con ubicación de sitios de donde provienen los fechados radiocarbónicos.
326 327
328 329
330 331
332 333
334 335
336 337
338 339
340 341
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M.
Cuadrícula: 98.
Nivel: 3.
Contexto: Entierro N° 30.
342 343
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M.
Cuadrícula: 60,70.
Nivel: 3.
Contexto: Entierro N° 34.
344 345
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M.
Cuadrícula: 61, 71, 81.
Nivel: 3.
Contexto: Entierro N° 36.
346 347
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M.
Cuadrícula: 83.
Nivel: 3.
Contexto: Entierro 37
348 349
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VI M.
Cuadrícula: 69, 79, 89.
Nivel: 3.
Contexto: Entierro 41.
350 351
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M.
Cuadrícula: 65.
Nivel: 3.
Contexto: Entierro N° 45.
352 353
Proyecto Chotuna Chornancap Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2. Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte. Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M. Unidad: VII M.
Cuadrícula: 24, 34. Cuadrícula: 46, 47, 48.
Nivel: 3. Nivel: 3.
Contexto: Entierro N° 47. Contexto: Entierro N° 50.
354 355
Proyecto Chotuna Chornancap Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2. Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte. Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M. Unidad: VII M.
Cuadrícula: 80-81, 90-91. Cuadrícula: 50, 51, 52, 62.
Nivel: 3. Nivel: 3.
Contexto: Entierro N° 52. Contexto: Entierro N°53.
356 357
Proyecto Chotuna Chornancap Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2. Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte. Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M. Unidad: VII M.
Cuadrícula: 31-32, 41-42. Cuadrícula: 31, 41.
Nivel: 3. Nivel: 3.
Contexto: Entierro N° 56. Contexto: Entierro N° 57.
358 359
Proyecto Chotuna Chornancap Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2. Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte. Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VII M. Unidad: VI M.
Cuadrícula: 13, 23, 33, 34. Cuadrícula: 32.
Nivel: 2. Nivel: 3 - intrusión N° 8.
Contexto: Entierro N° 58. Contexto: Entierro N° 61.
360 361
Proyecto Chotuna Chornancap Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2. Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte. Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VI M. Unidad: VI M.
Cuadrícula: 47, 48, 57, 58. Cuadrícula: 58, 68, 78.
Nivel: 3. Nivel: 3.
Contexto: Entierro N° 62. Contexto: Entierro N° 63.
362 363
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VI M.
Cuadrícula: 68.
Nivel: 2.
Contexto: Entierro N° 64.
364 365
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VI M.
Cuadrícula: 68.
Nivel: 2.
Contexto: Entierro N°65.
366 367
Proyecto Chotuna Chornancap
Sector: 2.
Sub Sector: Plataforma Norte.
Unidad: VI M.
Cuadrícula: 68, 78.
Nivel: -
Contexto: Entierro N° 66.
368 369
370 371