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CÉDULA DE
NOTIFICACIÓN
19000027782470
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TRIBUNAL: CAMARA FEDERAL DE MENDOZA - MESA DE
ENTRADAS CAMARA, SITO EN Av. España 483
15429/2015 S N N
N° ORDEN EXPTE. N° ZONA FUERO JUZGADO SECRET. COPIAS PERSONAL OBSERV.
, de junio de 2019.
Fdo.: PABLO OSCAR QUIROS, Secretario de Cámara
Poder Judicial de la Nación
Mendoza, 03 de junio de 2019.
Y VISTOS:
Los presentes autos Nº FMZ 15429/2015/1/CA1 caratulados: “LEGAJO DE
APELACION EN AUTOS BAZAN RAMONA ISABEL POR INFRACCION ART.
145 BIS – CONFORME LEY 26.842 SECUESTRO EXTORSIVO” venida del
Juzgado Federal 1 de Mendoza, Secretaria Penal “B”, a esta Sala “B” en virtud del
recurso de apelación interpuesto contra la resolución dictada por el Juez de grado a
fs. Sub 1/4 vta., la cual dispuso: “1) ARCHIVAR los presentes obrados conforme lo
explicitado y lo normado por el artículo 195 del Código Procesal Penal de la
Nación”.
Y CONSIDERANDO:
1) Elevados los expedientes a esta Alzada, el día y hora fijados, concurren a
la audiencia oral que prevé el art 454 del CPPN, el Dr. Fernando Gastón Peñaloza, en
representación de la parte querellante (Ramona Isabel Bazán, madre de Paola Gisella
Gutiérrez Bazán), el Sr. Fiscal General, Dr. Dante Marcelo Vega, quien lo hace
acompañado de las Dras. Patricia Santoni y María Belén Jaliff; todos los cuales, en su
oportunidad, informan oralmente, aportando los fundamentos que constan en el acta,
agregada en autos, y en el audio y video que, en formato digital, fue tomado por
Secretaría de Cámara.
2)En dicho acto, la querella se remite a la génesis de la causa, dando
cuenta que Paola Gisela Gutiérrez Bazán, se encuentra desaparecida desde hace casi
cuatro años, habiéndose iniciado la causa por el presunto delito de trata, por ella
denunciada, y hoy archivada por el a quo, solución no compartida por la familia de
Paola.
Sindica la denuncia de abuso sexual realizada por la Sra. Gutiérrez Bazán el
14/05/15, donde la misma detalla que había sido víctima de trata, puesto que sus dos
ex parejas la obligaban a ejercer la prostitución. Así, indica que la investigación no
fue correctamente abordada por la Justicia.
Señala que en la misma denuncia consta el nombre de los dos agresores,
detalles de los lugares donde le hacían ejercer la prostitución, entendiendo que desde
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el mismo momento de la realización de la denuncia, el a quo debería haber otorgado
la tutela necesaria a la víctima.
Informa que jamás se citó a los supuestos agresores en el marco de la
averiguación del delito de trata, sino que por el contrario y casi increíblemente, se los
citó como testigos, en el marco de la averiguación del paradero de la víctima, una vez
desaparecida.
Pone énfasis en lo contemplado por el art 6 de la Ley 26.364 de Trata de
Personas, modificado según lo regulado por el art 6 del Protocolo de Palermo,
agraviándose de que no se dio cumplimiento del mismo, especialmente al inciso f) del
citado artículo que prevé: “f) La adopción de las medidas necesarias para garantizar
su integridad física y psicológica”, denunciando que nos encontramos ante un caso de
responsabilidad estatal, al incumplir claramente con sus obligaciones legales, al
movilizar la maquinaria estatal posteriormente a la desaparición de la víctima.
Entiende también que, el delito de trata denunciado por Gisela, no obtiene
del fuero federal respuesta alguna, cuando, mínimamente, ameritaba una imputación,
estando los agresores identificados.
Relata que estas no son las únicas denuncias que Gisela había realizado, pues
desde el año 2012 que el Estado sabía que la misma era víctima, dando lectura de
todas las denuncias realizadas.
Dice también que, existían sobrados elementos que podrían haber llevado al
comienzo de una investigación efectiva y posterior imputación de por lo menos dos
de las personas sospechadas; sin embargo, nunca se llegó a esto.
Solicita entonces se revoque la resolución de archivo dictada por el
magistrado de grado y se ordene una profunda investigación para poder avanzar.
Asimismo, solicita se reconozca la omisión estatal en el abordaje de una
denuncia realizada por la Sra. Paola Gisela Gutiérrez Bazán por la presunta infracción
a la ley de trata.
En cuarto lugar, peticiona que el Tribunal considere apartar al Juez de
Primera Instancia interviniente en autos y remitir la causa al otro Juez Federal que
hay en nuestra provincia. Finalmente, pide se disponga el apartamiento del Fiscal de
grado interviniente.
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3)Por su parte el Ministerio Público Fiscal detalla la particularidad del
delito de trata de personas y remite a la plataforma fáctica de la causa, dando cuenta
que analizadas las actuaciones, advierte una omisión por parte de la justicia al
investigar el presunto delito de trata, en el periodo conformado desde que la víctima
realizo la denuncia (14/05/15) hasta el 1/06/15, donde el magistrado ordena solicitar
al titular del “Equipo de Contingencia para el Rescate, Asistencia y Acompañamiento
de las Personas Damnificadas por el Delito de Trata”, dar inmediata intervención.
Considera que, en la resolución de archivo, el a quo detalla los actos
procesales de la causa, no haciendo caso a los hechos denunciados por la víctima,
centrando la investigación en la averiguación del paradero de Paola, como si no fuera
posible investigar un delito de trata sin la presencia física de la víctima, cosa que
desde ya, no es correcta. Así, entiende que el Juez Federal indebidamente asumió
una jurisdicción que no le corresponde, intentando determinar el paradero de la
víctima, al haber calificado erróneamente los hechos, y evadiendo el delito que le
compete.
También señala que, en agosto de 2015, la madre de la víctima se hace
presente, denuncia y solicita constituirse como parte querellante, omitiendo el juez
darle tramite a lo peticionado, cuestión que considera, no es una simple omisión;
refiriendo que recién en el año 2018, con posterioridad a un nuevo requerimiento de
la querella (con otra asistencia letrada) la constituye como tal. Remarca que dicha
omisión, es equiparable a la negación de justicia por parte del tribunal.
Relata también lo expuesto por la defensa, en relación a que las dos personas
señaladas por Paola como supuestos agresores (Marcos Aguilera y Néstor Gastón
Velázquez) no fueron citados en el marco de la investigación del delito de trata, sino
extrañamente fueron llamados a prestar declaración testimonial en el marco de la
averiguación de paradero de la persona que los había denunciado. Situación que
señala como muy cuestionable.
También explica que, el a quo continuo interviniendo las líneas telefónicas de
Ramona Bazán (madre de la víctima) y de sus hermanas, curso de acción que
comparte, pues supone que lo hace para conocer las llamadas que las mismas recibían
y sacar algún dato de interés. Pero curiosamente, obran agregadas en las actuaciones
intervenciones telefónicas de sumo interés para la causa, prueba que también el juez
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omite. Da lectura de algunas frases recabadas en esas intervenciones, tales como: “Si
está metida la Claudia están metidos todos, pero acá la que desapareció a la Gisela
fue la policía de la 59 de Las Heras”.
El Fiscal entiende que, de haberse tenido en cuenta ese dato, se hubiera
arribado a la imputación del artículo 142 ter del Código Penal, teniendo como
antecedente la causa FMZ 55157/2015 caratulada “Dante Gardini”.
Asimismo, señala que a fojas 964 de la resolución recurrida, se establece que
“no se ha podido acreditar ni conectar ningún indicio que Paola Gisela Guitiérrez
haya sido víctima de un delito de trata de personas”, cuando a claras luces si se
hubiera valorado correctamente los hechos mencionados, se hubiera procedido a una
seria investigación y posterior imputación.
Cita el precedente de la CSJN “Juan Fermín Iraizos” (Tomo 324 página
1098) donde se establece que ordenar el archivo de actuaciones importa privar al
actor de su derecho constitucional a la jurisdicción, solicitando se revoque por
arbitrariedad la resolución del juez de primera instancia, por violar el art 6 inciso f) de
la Ley 26.364 y por basarse en circunstancias que no se deberían haber tenido en
cuenta en la presente causa
4) Ahora bien, analizadas las constancias de autos, a la luz de los argumentos
vertidos por las partes, este Cuerpo resuelve a fs. sub 15/18: “1º) HACER LUGAR al
recurso de apelación interpuesto por la parte querellante a fs. sub 6 contra el auto
venido en apelación a fojas sub 01/04 y vta., en tanto que ordena el archivo de las
actuaciones en los términos del art 195 del C.P.P.N, y en consecuencia REVOCAR
el mismo, debiendo continuarse con la investigación en la presente causa, y
DIFIRIENDO LOS FUNDAMENTOS del presente resolutorio dentro de los 5
días…”
5) Que corresponde ahora emitir los fundamentos de la decisión
transcripta.
En atención a lo que se ha desarrollado en el marco de la audiencia, del art
454 del CPPN, en primer lugar este Tribunal de Alzada habrá de referir y decidir
respecto de las cuatro peticiones que en concreto ha realizado la parte querellante, a
través de su letrado y que quedaron explicitadas en el acta respectiva.
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En relación a la primera de ellas, esto es, que esta Cámara Federal reconozca
expresamente la omisión y negligencia estatal en el cumplimiento de las diligencias
necesarias del delito de la presente magnitud, habrá de decirse que dicha pretensión
no puede prosperar, en principio por encontrarse acotada la actuación de este
Tribunal de Alzada al marco del recurso impetrado contra el archivo de las
actuaciones, y es así que por imperio del art 454 del ritual, el recurso y los
argumentos que se viertan en la audiencia, deben estar ceñidos al escrito de
apelación, lo cual no acontece en autos.
En el mismo sentido, también tenemos en cuenta que no se ha iniciado por
parte de la querella una acción de daños y perjuicios contra el estado, respondiendo
ello al uso o no de las facultades y derechos que les pueda acordar el ordenamiento
jurídico para tal propósito, pero ello conlleva que la cámara, en el acotado marco de
intervención, no pueda expedirse respecto de la pretensión de declarar la
responsabilidad del estado, máxime cuando los organismos judiciales y los recursos
que prevé el ordenamiento han sido tratados por este Tribunal, en un todo de acuerdo
con lo que dispone el CPPN.
En relación a la pretensión de apartamiento del juez federal de esta
investigación en caso de que se ordene el desarchivo y la reanudación de la misma,
habrá de decirse que, no existiendo una pretensión y una petición concreta basada en
el artículo 173 del CPPN, que conllevara eventualmente la nulidad de todo lo actuado
por el Sr. Juez de Grado, no prosperará en esta instancia la pretensión de
apartamiento del magistrado; toda vez que, tampoco la parte querellante, ha hecho
uso de la facultad de recusarlo con expresión de causa en el marco de la tramitación
del presente. Consecuentemente, no corresponde disponer el apartamiento del
magistrado.
Respecto a la pretensión de la querella en caso que se reanude la
investigación se proceda a reemplazar al Fiscal de Primera Instancia que llevará
adelante la investigación; habrá de decirse que en principio, en todo caso, el
Ministerio Público Fiscal, deberá tomar tal decisión en un todo de acuerdo con lo
dispuesto por la CSJN en el fallo “Quiroga” (“Quiroga Edgardo Oscar, s/causa Nº
4302, Q. 162, XXXVIII, 23/12/04”).
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Sentado lo anterior, habremos de expedirnos sobre la pretensión del recurso
de apelación, esto es que se revoque la disposición de archivo que efectuara el Sr.
Juez de Grado y que es objeto de ese remedio procesal.
Al respecto, habrá de decirse que no se desconoce, cual es la finalidad del
instituto de archivo de las actuaciones, las cuales resultan susceptibles de ser
reabiertas en cualquier momento teniendo en cuenta de que pudieran aportarse
nuevos elementos probatorios y estos acercarse al juzgado en el marco de una
determinada causa y con ello, el magistrado que ha dispuesto el archivo, podrá en su
caso reabrir el mismo y continuará la tramitación de la causa según su estado.
Sin embargo, en el caso de marras, tenemos también la previsión que le
acuerda el artículo 195, tanto al Ministerio Publico Fiscal, como a la parte
Querellante (que es lo que se presenta sub examine) por ende se encuentra habilitada
para apelar la resolución de archivo.
Esta apelación, el legislador la ha previsto de manera específica y sin
perjuicio de cuál es la finalidad del archivo de las actuaciones en la naturaleza
jurídica de este instituto, que no causa estado, tal cual se refirió precedentemente; y la
finalidad no es otra que el Tribunal de Alzada, con el requerimiento en el caso de esta
causa por la querella, analice las actuaciones y no quede la causa a la espera de
nuevos elementos, quedando inmovilizado, hasta que suceda tal circunstancia, el
accionar del Magistrado, el Ministerio Público Fiscal y la Querella, cuando aquellos
elementos probatorios y/o diligencias probatorias ofrecidas que se consideren nuevas
puedan ya estar incorporadas en el sumario de investigación y por distintos motivos
no se han cumplimentado en su totalidad antes de disponer su archivo.
En tal sentido, se comparte con los fundamentos vertidos por el Sr. Fiscal
General, la referencia al caso “Iraizoz, Juan Fermín c/Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires”, CSJN, Tº 3241, p.1098).
Dicho lo anterior, habremos de referir que este Tribunal de Alzada ha tenido
a la vista los autos principales, y a su vez ha escuchado los argumentos que ha
detallado puntualmente la parte Querellante, como así también el Ministerio Publico
Fiscal, que a través del Sr. Fiscal General, postula también el revocar la resolución de
archivo dispuesta por el magistrado de grado y proseguir con la investigación en
curso.
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En tal sentido, habremos de decir que le asiste razón a la parte querellante y
también anuda el dictamen del Sr. Fiscal General, cuando de la lectura de las
actuaciones cumplidas en el expediente surgen elementos a partir de la denuncia
misma realizada por la victima (que actualmente se encuentra desaparecida) , donde
se indica a personas que podrían estar involucradas directamente en el delito y sobre
los cuales, el magistrado de la anterior instancia, no ha tomado medidas en tal
sentido, que amerita el ordenamiento procesal y fundamentalmente la ley 26.842 y lo
que prevé el art. 145 bis del CP.
Esta dirección primigenia de la investigación, que debía partir de los datos
contenidos en la denuncia de la víctima, no ha sido seguida en la totalidad que
configura la notitia criminis, en tal sentido, nótese que a estas dos personas que han
sido denunciados por la víctima, se les haya dado el carácter de “testigos” en el marco
de la investigación, circunstancia esta que deberá ser objeto de reencauzamiento por
el Juez de Grado, y en el marco de la dirección de la investigación que lleve adelante
conjuntamente con el Sr. Fiscal de la anterior instancia, deberá investigar y en su
caso, hacer los llamados correspondientes en la posición que corresponda a los
sindicados a los fines de poder determinar los alcances de la grave denuncia que
realizara en su momento la víctima, la cual reiteramos, hoy se encuentra
desaparecida.
Por otro lado, tampoco resulta menor el considerar que en el marco del
desarrollo de las investigaciones, la madre de la víctima, Sra. Bazán, se ha constituido
en dos oportunidades como parte querellante.
La primera, dentro del expediente en el que tramitó una de la líneas de
investigación del presente caso por infracción al art. 170 del CP el cual fue objeto de
una sentencia de desestimación, previo pedido de tal medida por parte del Ministerio
Público Fiscal de la anterior instancia, pero que fue precedida por una serie de
pruebas algunas de las cuales se han cumplido, y otras quedan pendientes de
producción.
La segunda oportunidad es la obrante a fs. 963 de las actuaciones principales,
en forma previa a que el magistrado dispusiera el archivo de las actuaciones.
De lo anterior se sigue que, tanto en la primer oportunidad como en la
segunda, y ante la pretensión especifica realizada en la audiencia, de si la querella
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tiene pruebas para ofrecer que pudieran orientas la investigación; obteniendo
respuesta positiva de tales extremos, habrá de decirse que las pruebas y diligencias
que se produzcan deben ser direccionadas hacia el principal objeto de la denuncia
realizada por la propia víctima esto es una clara infracción en su perjuicio a la ley de
trata de personas y asimismo, y una derivación posible respecto de alguna infracción
a la ley 23.737.
Concretamente, deberá entonces profundizarse la investigación, cuyo archivo
de la causa se revoca, hacia todos aquellos elementos y también las actuaciones de los
distintos organismos del estado que prevé la ley 26.842, y a los fines
fundamentalmente de poder dilucidar con la mayor urgencia del caso y la gravedad
que requiere el delito de trata de personas que se habrá cometido en perjuicio de
Paola Gisella Gutiérrez Bazán, ya que también como es sabido, repercute, no
solamente en su seno familiar sino también, desde sus hijos menores, habida cuenta
que desde el día de la fecha, la victima aún permanece desaparecida.
Otro punto que surge de la lectura de las constancias de la investigación, y
que tampoco ha sido evacuado correctamente, ni ha sido impulsado por el Ministerio
Publico de la anterior instancia, son las comunicaciones telefónicas que surgen de las
constancias de autos (cuerpo I y V) lo que amerita profundizar la investigación en
relación a la actual desaparición de la víctima.
Toda la investigación que deberá realizar el magistrado de la anterior
instancia, a partir de la continuidad de la misma, que dispone esta Alzada y con la
intervención que le corresponda al Ministerio Publico Fiscal de la anterior instancia,
deberá hacerse en el marco de todas las garantías que el art. 6 de la Ley 26.842 le
reconoce a la víctima de autos y a sus familiares directos.
Consecuentemente y tal cual lo ha solicitado el Sr. Fiscal General en el
escrito de fs. sub 19 en estas actuaciones, por la anterior instancia deberán efectuarse
todas las medidas de protección respecto de la madre de la víctima Paola Giselle
Gutiérrez Bazán, como así de sus familiares directos y eventualmente de sus hijos, y
en caso de ser necesario y así evaluarlo el Sr. Juez de Grado y el Sr. Fiscal, previa
expresa consulta a los familiares, que éstos ingresen al Programa Nacional de
Protección de Testigos en las condiciones previstas por la ley 25.764 (ello conforme
lo establece el art. 6 inc. F de la Ley 26.842)
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Por último, y en relación a la petición efectuada por el Sr. Fiscal General a fs.
sub 19, en cuanto a que se adopten medidas respecto de las dos personas que fueran
sindicadas por la denunciante, hoy víctima de autos, habrá de decirse que sin
perjuicio de los fundamentos y demás apreciaciones que se han vertido en este
pronunciamiento, podrá el Sr. Fiscal General, efectuar las presentaciones que
considere pertinentes a través de la actuación unificada del Ministerio Publico Fiscal
de la anterior Instancia, a los fines que sea merituado por el Sr. Juez Federal de
Grado.
Por todo lo expuesto, considerando las circunstancias de hecho y de derecho
suscitadas en la causa, es que este Tribunal, considera que corresponde revocar la
resolución del Juez de Grado obrante a fs. sub 1/ 4 vta., conforme lo ya resuelto en el
acto de audiencia que luce a fs. sub 15/18, cuyos fundamentos se encuentran vertidos
en el presente decisorio.
Protocolícese. Notifíquese. Publíquese.
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