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“La historia jamás contada”

Jessica Rodríguez Reyes

Erase una vez un huérfano que vivía justo por estas mismas calles, lustrando zapatos,
bandejas e instrumentos de cocina para ganarse la vida.
Fue en una tormenta cuando el carruaje de un señor adinerado, se volcó debido a las
inundaciones en los caminos. Casualmente sucedió a unas calles donde el joven dormía,
escuchó un ruido metálico. No le dió importancia al principio pero después de ver a un señor
corriendo como si huyera se dispuso a averiguar qué es lo que había pasado. Al llegar
encontró solamente pedazos de lo que alguna vez fue un carruaje. El corcel no pudo huir
debido a que estaba herido pero el joven intentó alejarlo del lugar del accidente. Regresó
nuevamente, para asegurarse que no hubiera otros herido. Trepó lo que parecía ser el
cuerpo del vehículo y abrió la puerta. Encontró al viejo en el extremo opuesto y se apresuró
a sacarlo de ahí. Antes de que el señor quedará inconsciente, este le susurro débilmente
instrucciones de llevarlo a la casa de su doctor de confianza, sacar algunas monedas que
llevaba en su saco y entregarlas para que pudieran atenderlo. Después de buscar la casa
del doctor con la dirección que le dio el viejo, tocó la puerta fuertemente, busco en los
bolsillos del saco del señor, sacó algunas monedas que encontró en ellos y espero a que
abrieran la puerta. Cuando atendieron la puerta, sin preguntar si podía pasar entró con el
viejo sobre sus hombros y lo recostó en el lugar que le indicaron. Un señor se le acercó y le
preguntó qué había pasado, le describió brevemente lo que pasó y antes de irse le entregó
la mitad de las monedas que había encontrado en el saco, pues pensó que no estaría mal
llevar una recompensa no autorizada por lo que había hecho.
Días después, una vez que el anciano ya estaba recuperado mandó a oficiales a buscar a
su salvador para que lo trajeran ante su presencia para agradecerle y premiarlo. El
muchacho durante ese tiempo siguió lustrando cosas. Regularmente se escondía de los
policías pues no le permitían hacer su trabajo en la plaza del pueblo, sin embargo él se dió
cuenta que actualmente la ley parecía mostrar particular interés en él pues amigos suyos de
la plaza ya le habían advertido que lo estaban buscando . Se escondió durante unos días
pero mientras dormía los policías dieron con él. Lo llevaron por la fuerza a una mansión,
pidió explicaciones y sin recibir respuesta lo dejaron en una de las grandes salas. Espero
con impaciencia mientras los nervios le invadía el cuerpo entero, seguía sin entender
porque estaba en una mansión y no en la cárcel. En el umbral se hizo una aparición, y era
nada más y nada menos que aquel viejo que salvo. Instantáneamente fue abotargado de
agradecimientos que no tenían fin al igual que ese gran abrazo. Después de un incomodo
momento, el señor le explico de que su razón de estar ahí, era de que le quería agradecer
personalmente lo que había hecho y que lo premiará con hospedarse en su casa y a
ayudarlo con educación y tal vez un trabajo pues le veía potencial para ser más que un
simple lustrero. El chaval, sin saber qué decir, aceptó afirmando con la cabeza. Del desastre
nació una nueva oportunidad.
Fue educado por conocidos del señor, en las mañanas estudiaba mientras en las tardes y
parte de la noche trabaja como sirviente en la mansión.
Durante años la vida de este joven fue tranquila y feliz, pues había conseguido una familia,
nuevos conocimientos, ya no vivía en las calles y se relacionó con gente para que en un
futuro pudiera posiblemente trabajar en lo mismo que el señor, en el banco. Sin embargo,
esa felicidad se marchitó cuando la vida del señor, que se convirtió en un padre para él, se
extinguió en un desafortunado incendio, ocasionado por unos rebeldes que estaban en
contra del presidente del pueblo y que como advertencia atacaron a las personas que
estaban relacionadas en bancos y estaciones de policías. Fueron los mismos rebeldes que
provocaron el accidente donde el joven salvó al señor.
Las autoridades dieron por muertos a todos. El muchacho decidió que los más conveniente
era que lo dieran por muerto para que los conspiradores no lo asesinaran también a él, pues
apenas había salido vivo de aquel incendio. La vida mancho de cenizas lo que en algún
momento estaba lustrado, él buscó alguna señal de brillo pero no la encontró. Volvió a lo
que era antes pero en esta ocasión con más oportunidades de tener más empleos. Busco
lugares que se relacionarán con lo que aprendió en la mansión. Cuando un banco busco
nuevos empleados aprovechó la oportunidad para mostrar lo que podía hacer. Fue
contratado y así fue recomponiendose de la tragedia.
Después de años, trabajando, logró juntar gran cantidad de amigos y dinero, lo suficiente
para construir una casa en el lugar donde fue la mansión, en honor a su pobre padre.
Mientras la casa estaba en construcción, aún vivía en el banco. Cuando lo ascendieron de
puesto a contador, se le hizo una fiesta en el banco y ahí conoció a una mujer de singular
belleza que consiguió conquistar el corazón de aquel chico mientras presumía su cuerpo
danzando en la pista, él le entregó una rosa y después la invitó a bailar. Se enamoraron al
moverse en perfecta sincronía al sonido de la música. Aún después de la fiesta, él la
buscaba y se reunían en las noches para bailar bajo la luz de las estrellas y sin falta cada
vez que se encontraba él le regalaba una rosa. Formaron una relación, sellada con un
regalo que era la casa recién terminada, entregada como muestra de su amor a ella.
En aquella casa vivieron humildemente al exterior para no llamar la atención pero por el
interior con altos lujos, como pueden observar, pues cada artefacto era un nuevo regalo
para su enamorada.
-Ahora daré un break para que observen la mansión con más detenimiento, si
gustan seguir el recorrido, lo estaré esperando en él “Roseto del amor”, en el mapa que hay
en los folletos encontrarán el lugar.

Pero qué importuno me ha parecido esto, resulta que nos cuenta una historia y justo cuando
me he hundido en ella, la interrumpe para darnos un respiro. Prefiero sumergirme más en la
historia, bucear en los sucesos para estar rodeado de todas esas palabras, pero al parecer
debo regresar a la superficie.
La visita al museo de la familia (fundado por la tatara-abuela) resultó ser mejor de lo que
pensábamos. Pasaron cosas muy importantes en este lugar, gracias a este lugar soy lo que
soy.
Me parece que nos dirigimos al área de comida o al menos eso supongo porque la alarma
del hambre, o como me gusta llamarla “grunch, grunch”, ha sonado. Espero que haya
variedad de comida porque así podré comer más. En el menú de comida tenemos
hamburguesa, tacos, soda y papas fritas, me gusto la comida del día pero faltaba el toque
especial y justo cuando pensaba que sería toda la comida por hoy, llega mi parte favorita, el
pan de nuez, lo saboreo para que dure más tiempo. Sabía que traería un trozo para el
camino pues ella sabe lo que me gusta, me conoce tan bien.
Después de mi parte favorita del día, caminamos por la inmensa casa.
La señal “fuera bombas” llegó durante nuestro recorrido, lo cual fue un mal momento,
técnicamente siempre lo es, pero esta vez peor porque al llegar encontramos una gran fila
en el baño y no teníamos mucho tiempo, ya que si esperábamos más podríamos explotar.
Así que nuestra única opción era el baño privado para empleados, recorrimos los pasillos
con gran velocidad, pero el tiempo se agotaba y la distancia parecía ser más larga.
Al llegar rápidamente desechamos la carga, justo a tiempo, pero que alivio.
Una vez listos nos dispusimos a ir al lugar de encuentro para seguir la historia, era sin duda
el más hermoso de todos.
-Me alegra que se animaran a seguir con este recorrido pues la experiencia es más
completa si sabes la historia- nos decía. Lo llamaban “guía histórico”, pero a mi me parecía
que era más bien un narrador de extravagantes historias.
Es increíble que nos haga esperar más, estoy ansioso por sumirme en la historia y lo único
que hace es hablar de otras cosas, en vez de lo que realmente importa. Doy una patada en
señal de impaciencia, ella capta mi indirecta y me responde posando su mano en la masa
que nos separa, recargo mi mano en la bolsa líquida en la que estoy para sentir más cerca
su contacto, entonces me doy cuenta que me he tranquilizado.

La gran vida tiene muchos obstáculos, y como sabran este joven ha superado muchos pero
ninguno comparado con el que estaba por venir, pues nadie sospecha cuando sera el golpe
final, mucho menos de quien te lo de.
Resulta que durante esa época, hubo extensas guerras, afortunadamente no se situaron en
el área donde estamos pues aunque en la ciudad se encontraba la batalla, estas zonas se
encontraban aisladas de toda esa masacre aunque no totalmente porque al ser un lugar
escondido, gran cantidad de refugiados buscaron asilo aquí, es por eso que encontramos
artefactos de guerra en algunas habitaciones. La situación de los refugiados se descontroló,
al pensar que el pueblo estaba secretamente aliado con el enemigo, por lo que para evitar
un golpe de parte del pueblo, decidieron darlo primero. Se comenzó una batalla en todo el
pueblo pero donde hubo más intensidad fue justo en esta mansión pues la pareja se ofreció
a dar hospedaje en esa mansión así que comenzaron por ella. Lograron actuar a tiempo
para defenderse del ataque de los refugiados y con el pueblo unido, juntos pudieron ganar
la batalla.
Al terminar la batalla, el joven se reunió con su amada, la lleno de cariños y luego la llevó a
este mismo lugar, donde pensaba proponerle matrimonio. El joven le dedicó dulces palabras
y luego se arrodilló mientras le mostraba un anillo con una preciosa piedra brillando. Espero
una respuesta de ella y la obtuvo pero no de la manera que esperaba pues esta se acercó a
él, lo beso y luego con una pequeña arma que tenía guardada bajo la manga de su
pomposo vestido, le disparó directo en el corazón. Se preguntaran ¿Porque sucedió esto?
resulta que la mujer se había enamorado de uno de los soldados refugiados que se
hospedaron en la mansión. Irónicamente fue quien empezó la loca idea que el dueño de la
mansión conspiraba contra ellos. Convenció a la muchacha de que era por ella quien
inventó el rumor. Pensaba escaparse con ella una vez ganada la batalla, sin embargo esto
no sucedió. El dueño de la mansión le había disparado al soldado, durante la batalla. El
soldado logró escaparse de la mansión con ayuda de la joven y aunque él seguía vivo,
estaba muy mal herido. Ella lo dejó con el médico que antes ya había trabajado en la
mansión cuando los refugiados recién llegaron, le entregó el dinero que tenían para fugarse
y lo ocupo para asegurar que lo cuidaran hasta que se aliviara y encontrará más dinero para
las medicinas y después seguir con el plan de escape. La única oportunidad de lograr estar
junto a él era matando al que en ese momento le había propuesto matrimonio. Cuando
murió el pobre muchacho, ella robó su fortuna diciendo que se habían casado en secreto
pero que antes de morir su esposo, como última voluntad, le dejó toda la fortuna.
Mientras el pobre joven moría, se dice que su amor era tan grande que un árbol de rosas
blancas creció justo en el orificio de la bala en su corazón. La razón de que fuera un rosal
es porque sus últimos recuerdos fueron cada rosa que le entregó para demostrar su amor.
También se cuenta que las mujeres que llegaban a enamorarse visitaban el árbol para
pintar de rojo las rosas blancas y así si su amor era correspondido, el hombre del que ellas
estaban enamoradas, vendría a este mismo árbol para reconocer cuál de las rosas había
pintado su amada y luego cuando se armaran de valor para proponerles matrimonio, ellos
les regresaran su rosa junto con palabras dulces y un anillo.
Un gran pintor se conmovió por esta historia, al igual que todas esas jóvenes, y trajo a su
amada a este lugar para cumplir con este pequeño ritual. Mientras este pintor se armaba de
valor, decidió pintar un cuadro representativo de esta historia, colgó la pintura en el árbol y
le propuso matrimonio en este lugar.
-La pintura, fue removida por el museo para que ustedes pudieran admirar el árbol y
ahora está colgada enfrente de él. Si se fijan bien en la pintura podemos ver la
representación del muchacho de la historia en posición como si estuviera cayendo, sus
manos ensangrentadas, una llendo en dirección a su pecho y la otra soltando el anillo. El
árbol creciendo desde su corazón mientras su cuerpo ya está enterrado. Su rostro chupado
por la muerte. El rosal de rosas blancas, con fondo esta sala y un haz de luz iluminando la
escena. Simplemente hermoso.- dice el guía con cada palabra llena de sentimiento- Y está
es la historia de Dionisio Bailey

El nombre impacta a mi corazón y mente, provocando recuerdos que no pensaba tener y


sentimientos que pensé nunca volvería a sentir. Esta carga de energía, me hace reaccionar,
como si supiera que en todo este tiempo estuve nadando en mi océano que antes era
solamente mar, libre de asombrarme con las maravillas creadas por mi. Es justo en ese
momento cuando quiebro la burbuja, así como estos recuerdos y pensamientos lo hicieron
conmigo. Por fin soy libre.
Se que mi libertad, la hace sufrir, pues con cada cosa nueva invadiendome, le provocó un
intenso dolor. Ahora expondré la historia jamás contada, ya que solamente yo sé la verdad.

Las historias reales, aquellas que temen ser contadas y expuestas a mostrarse tal como
son, no inician con un ​érase una vez​, porque al iniciar con estas engañosas palabras das
por hecho que es una historia que contiene felicidad y sueños, el cliché perfecto que
anhelaras tener; una burla a la realidad, donde se oculta el error de la existencia, la
humanidad, pues “ humanidad” solamente se refiere a la masa de personas que conquistan
y deterioran la belleza únicamente para ser poderosos, y sin referirse realmente a el
conjunto de emociones y habilidades que nos hacen especiales a otros.

Nada pudo cambiar todo lo sucedido, porque esto significaría cambiar toda mi vida y todo lo
que soy. No se pudo evitar mi muerte, así como no pude prevenir amar profundamente,
tanto que ni siquiera el último latido extinguiría este sentimiento conformado por dos
mitades de energía que al encontrarse se unieron en perfecta sincronía para formar el alma
entera.
Que cambiasen la versión de la historia no significa que todo fuera modificado.
Me consideraba huérfano pero en realidad no lo era, tenía madre hasta que mi padre la
asesinó, de hecho si no fuera por mi desafortunada suerte, incluso no hubiera tenido una
historia que contar porque no habría comienzo.
Mi padre era un señor rico pero no por ser prestigiado, sino porque era un manipulador que
lo que quería lo conseguía incluyendo a las personas, una de ellas mi madre. La sedujo cual
viuda negra. Pero no contaba con que quedara embarazada. Mi madre ilusionada con la
imagen equivocada de un hombre imaginario, le contó y por fin la bestia emergió para
asesinar a su presa. Intentó asfixiarla con sus propias manos, pero afortunadamente mi
madre tenía un jarrón a su lado y lo uso para estrellarlo en la cabeza de la bestia, dandole
oportunidad de escapar y esconderse.
Conforme los meses pasaron seguían sin encontrarla, hasta que en el pueblo se
escucharon rumores de una joven solitaria embarazada. Mi padre se camuflajeo como si
fuera un campesino para encontrar a la joven de la que hablaban. Al encontrarla, la siguió y
la acorralo en un callejón, fue ahí, sin pensarlo 2 veces, cuando a sangre fría la mató a
golpes. El aterrador sonido de sus gritos fue lo que me salvó, ya que una familia que estaba
cerca de esa zona al escuchar tremendo escándalo fue a ver qué sucedía. Encontraron a mi
madre delirando, rogando por salvarme. La llevaron rápidamente a su posada pero cuando
llegaron ella ya había muerto, así que se apresuraron a hacer la cesárea y lograron
salvarme. Ni si quiera tuve oportunidad de ver a mi madre o despedirme de ella, pero si
logré tener algo que mi padre no pudo arrebatarme, mi nombre, ya que momentos antes de
morir mi madre pronunció mi nombre, esas fueron sus últimas palabras.
Viví durante 6 años con la familia que me salvó, ya me había encariñado con todos, sobre
todo con el hijo que tenía casi mi edad, le ganaba por un año pero nos volvimos como
hermanos. Mi padre decidió que quería otra pieza para sus juegos, pues era su única
opción para ese entonces ya que sus socios únicamente querían que el empleo de mi padre
fuera heredado a un hijo propio. Me busco y mi familia adoptiva pensó que sería buena idea
reunirme con él para hablar, claro que si hubieran sabido que el asesino a mi madre no me
hubieran dejado ir. Me llevaron a la mansión y nos despedimos por última vez. Mi padre me
enseñó mi cuarto y me platico mis futuros deberes, que prácticamente sería aprender y
relacionarme con sus socios. No obstante, su forma de educar era sádica, cada error lo
pagaba con una golpiza y si desobedecía la furia de mi padre se desataba. Conforme fuí
creciendo, comprendía que la cosa bombeante que mi padre tenía en el pecho no era un
corazón, era una bomba. Así que planeé durante 2 meses mi plan de escape, a la edad de
10 años. Sucedió en una noche lluviosa, no fue fácil considerando que la única vez que
podía salir de la mansión era cuando tenía clases de caza. Engañe a mi maestro, diciendo
que tenía que ir al baño y cuando este estuvo desprevenido con el arma le di un golpe en la
nuca, dejándolo inconsciente. Corrí con el arma en manos, me alejaba cada vez más de la
mansión. Tropecé, el lodo cubrió algunas raíces salientes de los árboles, al no verlas mi pie
se atoro con una que estaba a la orilla de un subnivel de tierra donde el agua recorría como
un pequeño arroyo de lodo. Fui lanzado contra la corriente de agua y mi cuerpo era
golpeado contra árboles y piedras, hasta que llegamos a un camino inundado. Lo último que
vi fue mi mano estirandose en busca de ayuda.
Desperté en una choza que se me hacía familiar, estaba vendado y con un trapo húmedo
en mi frente. Cuando un rostro preocupado se acercó para comprobar que había
despertado me di cuenta que mi salvador era Philip, mi hermano adoptivo que tenía casi la
misma edad que yo. Padecí de tuberculosis, moretones y fisuras debido a la tormenta.
Estuve semanas en cama. Me recuperé sin prisa, pero después me enteré que mi padre me
estaba buscando y daba una recompensa por quien me llevara a él. Por lo tanto para
mantenerme encubierto tuve que trabajar en diferentes empleos con mi mejor amigo, uno
de ellos era ser lustrador.
Nada fue alterado durante 8 años, escondido entre las sombras. Desgraciadamente, eso
cambió cuando el papá de Philip enfermó. No teníamos el dinero para comprar su
medicamento y estábamos desesperados por conseguirlo, entonces tuve que tomar la
decisión de entregarme para que pudieran tener el dinero y comprar el medicamento para
papá. Pedí el apoyo de Philip para que él fuera quien me entregara, a regañadientas mías,
acepto. Mandamos una nota a la mansión comunicando que me habían encontrado y
estaban dispuestos a entregarme por la cantidad de dinero,el encuentro sería al anochecer
en el lugar donde mató a mi madre, sin especificar qué pasó en ese lugar, solo anotamos la
dirección.
Los guardias de mi padre llegaron y nos dieron el dinero. Momentos antes de que Philip me
entregara, él decidió protegerme, comenzado una pelea entre los guardias y nosotros 2.
Uno de los guardias amenazó con matar a Philip, así que nos rendimos y nos escoltaron a
la mansión. Nos encontramos con mi padre en su oficina. Mandó a uno de sus guardias a
llevar el dinero de la recompensa a la familia de Philip, dejándonos solos. Se acercó a
Philip, lo examinó de pies a cabeza. Comenzó a reírse con maldad de un chiste que solo él
entendía, después hizo un cambió drástico de humor a enojo total y entonces le enterró un
cuchillo en el abdomen mientras me miraba fijamente a los ojos.
Después de su muerte fuí torturado, no sé qué tiempo duró pero me pareció tan eterno.
Comenzaba a creer que cada día me esperaría una herida nueva en mi cuerpo. Me
liberaron cuando ya estaba al borde de la muerte. Mi recuperación fue vaga, aún estaba
lastimado cuando proseguí con mi educación.
Durante 2 años viví en oscuridad y totalmente vació, era un cascarón hueco, robotizado por
mi padre. Todo cambio cuando la ví. Ella estaba sentada en el jardín de la mansión, leyendo
un libro mientras las luces y las hojas que caían bailaban a su alrededor, una melena
café-dorada caía de cascada sobre sus hombros, su tez de blanca perla brillaba al contacto
con el sol, su vestimenta imitaba el cielo pasivo y alegre, sus ojos viajaban en trance por
aquellos párrafos y palabras, pasaba la hoja mansamente y leía de manera sosegada. Ella
se llamaba “Abigaíl”, era hija de uno de los socios de mi padre últimamente venían seguido
para que conociera a sus socios, pero incluso antes de saber quien era, la observaba todos
días y era como si fuera una belleza creciente, era hermosa sin esforzarse a serlo porque
desde el principio la vi tal cual ella era. Fue un haz de luz que iluminó mis ojos, un
resplandor lleno de imprevistas emociones, había tanto color, un relámpago me había
devuelto todo ese ímpetu que creí perdido, pero sobre todo, cambio las pesadillas por
sueños y me elevo en el aire cuando me sentía enterrado. No tenía que armarme de valor
para hablar con ella, todo era tan natural, solo me acerque le dije lo hermosa que era, que
su imagen había captado toda la atención de mis pensamientos pues su presencia era
diaria en mi mente, ella rió, me abrazo y luego nos sentamos a conversar.
Con el tiempo conocí mejor a los socios de mi padre, ellos me respetaban y pensaban que
tenía lo necesario para heredar su puesto. También entre Abigail y yo la conexión se hizo
más fuerte y profunda, aclaramos que seríamos pareja en secreto, por miedo a que mi
padre pudiese tener una ventaja al saber que la amaba. Sin embargo, mi notoria
colaboración hizo extrañar a mi padre. Mandó a seguirme y descubrió la relación que tenía
con Abigail, no fue suficiente saberlo, tenía que comprobarlo por sí mismo. Mandó a traerme
para una supuesta reunión. Cuando entre en su oficina me encontré a Abigail llorando, ella
corrió a abrazarme. Le pregunté qué es lo que le pasaba y me respondió que una carta le
llegó amenazando con matar a la persona que amaba si no se reunía con mi padre, al
encontrarse él le mintió diciéndole que había muerto, fue cuando ella comenzó a llorar y por
fín lo comprobó. Mi padre estaba observando la escena sentado en su sillón de cuero, sus
aplausos lentos atraparon mi atención. Recorrió la habitación mientras me explicaba su
plan, luego me arrebató a Abigail de mis brazos y con un cuchillo le apuntó el vientre. Le
suplique que no le hiciera daño, su villana sonrisa mostraba su diversión a mi dolor, siempre
disfrutaba verme sufrir. Con el cuchillo trazaba una línea imaginaria donde haría el corte, me
explicó que la encarcelaría en una celda como trofeo y garantía de total control sobre mi,
funcionaba porque tenía mi corazón entre sus sucias manos. No quería que ella viviera
encerrada o que fuera parte de esto, pero no había otra forma de mantenerla con vida. Era
una tortura verla sufrir pero me hubiera destrozado completamente su muerte y más
sabiendo que fue por mi culpa. Acepté pensando en cómo liberarla después. El empezó a
observarla de manera obscena, estuve a punto de vomitar con tan solo pensar en los
sicalípticos pensamientos que rondaban por su mente. Me detuve por la rabia que sentía
cuando la comenzó a tocar, ver su dulce rostro distorsionado por el disgusto detonó mi
bestia interior. Me lancé contra él, cegado por la furia, lo tome desprevenido así que soltó el
cuchillo y comencé a golpearle la cara sin parar. Ella puso su mano sobre mi brazo para que
parara antes de arrojar otro golpe, me calme automáticamente fue instantánea la
tranquilidad, paré y me levante guiandome por su mirada. Mi padre aprovecho mi hipnosis
tomando nuevamente el cuchillo. Ella gritó para advertirme y me defendí justo a tiempo.
Ambos forcejeabamos por la habitación. En un empujón me caí, iba a lanzar el golpe final
contra mí cuando vertiginosamente el fuego nos rodeó al caer la vela. Aproveche para darle
un golpe, dejándolo inconsciente. Busque a Abigail desesperadamente y la vi corriendo a mi
mientras gritaba mi nombre. En ese momento una columna de la sala se derrumbó al ser su
base consumida por el fuego y cayó en la dirección donde mi amada se encontraba. Algo se
quebró en mí, me acerque angustiado. Ella estaba inconsciente, atrapada por un mueble.
Reuní todas mis fuerzas y lo lancé lejos de ella. La sostuve en mis brazos arrullandola con
su nombre. La mansión se deterioraba con nosotros dentro. La cargue estilo nupcial y me
dispuse sacarnos de ese averno. Una vez libres, la recargue en mi regazo, acariciando su
rostro, fue cuando me di cuenta que había sangre en su cabeza e implore preocupado por
que despertara, para que pudiera ver nuevamente esos bellos ojos. Como no respondía la
abrace fuertemente y después de unos eternos segundos ella pronunció mi nombre en sus
bellos labios, abrió los ojos y la bese. Nos alejamos de la mansión consumida por las garras
del diablo. Le di la dirección de la casa de Philip y le pedí que se ocultara. Ella se negó ante
la idea de separarse de mí pero después de prometerle que volvería a ella, huyó. Fui tras mi
padre, me había dado cuenta que un carruaje salió de la mansión mientras Abigail y yo
salíamos de la mansión, así que me preparé para perseguir a mi padre. Seguí las huellas de
los caballos y cuando comprendí masomenos la dirección que el carruaje seguía, tome un
atajo por el bosque. Al localizar mi objetivo, prendí fuego a una flecha y la lance al carruaje,
este se volcó al recibir el impacto. El empleado salió corriendo llevándose al corcel. La
noche muda y siniestra fue el escenario perfecto para asesinar a mi padre, pues el único
sonido fueron sus gritos al ser tragado por su hogar, el infierno lo había encontrado.
Algunos tornillos botarón por la intensa temperatura y como estaba cerca del carruaje para
asegurar que mi padre no escapara, uno de ellos me dió en el cuello, se pegó a mi piel y
evite gritar para que los gritos de mi padre destacarán.
Pasaron días y todos en la ignorancia sobre qué pasó esa noche donde según ellos todos
los B​ ailey​ murieron. Me enteré durante nuestra estancia en la casa de Philip, que nunca
recibieron el dinero de la recompensa y un año después de la muerte de Philip, papá lo
acompañó en la otra vida. Me desplome sabiendo que Philip y papá murieron en vano.
Cuando tenía 25 años, comenzaron a enlistar jóvenes para apoyar al ejército. Nuevamente
necesitábamos dinero y la cifra que daban por alistarse era suficiente para mi Abigail. Me
registre solamente con mi nombre. Me despedí de mi amada un día antes de irme, fue un
día inolvidable pues todo el tiempo estuvimos juntos disfrutando nuestra mutua compañía.
Prepare un picnic en un campo lleno de rosas, hicimos un recorrido por el pueblo y el
bosque, leímos en la noche y bailamos en la lluvia, por último nos dormimos juntos mientras
observábamos las estrellas. Al día siguiente, me despedí por último de mi amada, le
entregue un bonche de cartas que escribí semanas antes, esperando que leyera una cada
día de la semana, otras eran específicamente para cada estación del año, y así no sufriera
de mi falta de presencia física.
La guerra era el infierno de los vivos creado por nosotros mismos, intenté borrar los
recuerdos perturbadores que presencié en busca de sobrevivir y regresar a lado de mi otra
mitad.
Un año después, por fin regrese con algunas heridas insignificantes comparado al dolor y
vacío que sentía sin ella. Regresé con una nueva identidad y oportunidad, pues ya tenía un
título gracias a mi teniente. Lo salve durante la guerra, recibí la bala que iba para él. Utilicé
el dinero extra que mi teniente me dió, para hacer una casa donde estaba la mansión, era
un nuevo inicio, sin sufrimiento, solo amor.
Llevo 6 meses construir la casa, decidí hacerla humilde por fuera para que con el tiempo la
llenara con riquezas. Cuando quedó lista preparé una sorpresa para Abigail. La guíe a
recorrer la casa, aún vacía. Le enseñe el cuarto especial representado por nuestro amor. El
cuarto era una biblioteca y un salón libre, para pensar y cosas así. En el centro de la
habitación había un domo que iluminaba la habitación pues estaba diseñada a un ángulo
donde la luna y el sol siempre alumbraban. Llene el suelo de rosas pues era mi segunda
cosa favorita, la primera siempre fue ella. La lleve al centro, le abrí mi corazón con dulces
palabras y mientras le entregaba una rosa de combinación roja y blanca me puse de
rodillas y le pedí que se casara con migo. Se lanzó hacia mí para envolverme en besos,
caricias y un fuerte abrazo, lloraba de felicidad mientras decía emocionada “si”. 2 semanas
después nos casamos en esa misma sala, adopte su apellido porque el mio solamente
contenía recuerdos dolorosos de un pasado, su apellido significa un nuevo presente y un
prometedor futuro.
La felicidad me acompañó desde que me case con ella. A los 31 años, en nuestro quinto
aniversario, las cosas empeoraron. Abigail pidió verme en nuestro salón especial, tenía una
sorpresa que darme, pero lo que encontré fue un fantasma de mi pasado, o eso pensaba al
ver a Philip. Afortunadamente Abigail no estaba, pues de ser así ya estuviera charlando con
él. Fui a abrazarlo pero lo que recibí fue una puñalada en mi costado. Confundido caí de
rodillas. Le pregunte porque hacía esto y en ese momento ella llegó. Corrió hacia mi
preocupada pero entonces Philip le advirtió que se quedará ahí o me mataría, ella obedeció.
Él nos pidió que nos pusiéramos cómodos mientras nos explicaba el pedazo faltante de la
historia. Mi padre no lo mato, solo me hizo creer eso, el cuchillo que le enterró en el
abdomen estaba bañado en una sustancia paralizante, lo suficiente convincente para
pensar que murió, pero en realidad lo mantuvo prisionero en el sótano de la casa. Lo
mataba de hambre dándole comida putrefacta y con una diminuta cantidad de agua
mientras le decía lo bien que me iba. Cuando la casa se incendió logró escapar, se fue en
un carruaje de carga que tenía como destino al siguiente pueblo más cercano de 50
kilómetros de distancia. Logró sobrevivir al trabajar en una posada donde lo maltrataban si
no hacía su trabajo pero era su única opción hasta que llegó la oferta de dinero si ibas a la
guerra. Regresó después de 10 meses de la batalla, debido a que resultó gravemente
herido por una explosión. Volvió al pueblo donde nació y busco a su familia, pero
irónicamente cuando regresó ya no había familia que lo esperara con los brazos abiertos
para darle la bienvenida porque el padre murió de la enfermedad que pensaba había curado
con las medicinas que compraron con la recompensa pero no resultó así porque no
recibieron ninguna recompensa. Todo fue culpa de él, si no lo hubieran salvado no hubiera
que entregarlo por dinero, vivir años como prisionero, huir por miedo a encontrarse con el
padre de él y regresar sin nada. Me reprocho que nunca conoció el amor porque
únicamente cabía odio en su corazón y no pudo estar con su familia. Entonces espero a
vengarse cuando estuviera en el momento más feliz de mi vida para que de golpe me fuera
arrebatado. “Me pregunté durante años porque tu puedes ser feliz y yo no, ahora eso
cambiará” me dijo Philip mientras apuntaba con la pistola a Abigail. Sin dudarlo me
interpuse entre el disparo y mi amada. La mire directamente a los ojos para guardar cada
detalle de su angelical rostro, verlo como si fuera la primera vez y recordar todos los
momentos que estuve a su lado. Me encontraba recostado sobre su regazo, lloraba pero
con mis últimas fuerzas le acaricié el rostro y entonces cerré los ojos justo después de
decirle“Te amo”, pero seguía vivo, morí segundos después de escuchar la voz de Abigail
diciendo que la sorpresa era que iba a ser padre. El amor nunca se extinguió pues gracias a
eso, mi alma se elevó en el mundo de los vivos. Los recuerdos fantasmales son pocos los
que memoro. Como cuando después de morir me recosto en el centro de la habitación
especial, me dijo cuánto me amaba, luego en pleno llanto depositó una semilla de un árbol
de rosal en el orificio de mi pecho, justo en el corazón. Quería asegurarme que estuviera
bien y que pudiera ser feliz, así que como sombra mi alma la siguió. Observé cómo sufría
durante casi un año. Un soldado que me acompañó en la guerra y también salve, al estar
acorralado por enemigos y dispuse a sacarlo en un carro que pude robar. Él y yo ya nos
habíamos encontrado después de la guerra para mantenernos en contacto pero se
preocupo cuando no supo noticias de mi así que hizo una visita a la mansión esperando
encontrarme. Casualmente Abigail se encontraba en la mansión. Ella regresaba a la
mansión a recordar los momentos que pasamos. Ya no vivía ahí pues era una tortura para
ella pero le sorprendió como la semilla que sembró en mi pecho fue creciendo, así que la
cuidaba como si me estuviera cuidando a mi. Se encontraron y él le preguntó por mí. Ahí se
enteró de la terrible noticia de mi muerte. Él en busca de consolarla le prometió
acompañarla a cuidar de la mansión y de la pequeña planta. Con el tiempo la semilla fue
creciendo hasta convertirse en un rosal que daba rosas blancas y no rojas, eso entristeció a
Abigail pues ella recordaba cuánto me gustaban las rojas aunque a ella le gustaran las
blancas. Así que además de ir a cuidar del rosal también iba a pintar las rosas blancas en
rojas. Sin embargo él la acompañaba cada vez que ella visitaba a la mansión. Se
empezaron a hacer más que amigos provocando que Abigail se sintiera confundida porque
quería ser fiel a mi pero a la vez tenía sentimientos por ese chico. Él tomó la relación con
calma, comprendiendo que no le era fácil superar a su esposo. Cuando mi bebé estaba por
nacer él le propuso matrimonio sabiendo que el hijo que estaba por nacer no era suyo pero
que necesitaban darle una vida de lo más normal, significando que debían de casarse para
que no corrieran rumores que afectarán la vida del niño. Ella le dijo que lo pensaría, le pidió
que le diera espacio para pensar y que iría a la mansión. Cuando llegó a la mansión, se
quedó en el cuarto donde estaba en rosal, pensó toda la noche hasta que se quedó
dormida. Esa noche le mande una señal, con mi energía y amor hice crecer una rosa
parecida a la que le dí cuando le propuse matrimonio. Cuando despertó observó el rosal y
noto la recién crecida rosa. Ella al encontrarla lloro y me agradeció. Se quedó un día más y
luego fue a aceptar la propuesta de mi compañero.
Vi nacer a mi hijo y como lo nombraron como yo. Tuvo una feliz infancia, llena de historias
sobre mi. Observe cómo acompañó a su madre a la casa y luego juntos inauguraron el
museo.
El padrastro de mi hijo quien encontró a Philip, pues decidió trabajar en la policía. Cuando
fueron tras Philip, lo encontraron colgado en la casa donde su familia murió.
También acompañé a mi hijo cuando encontró al amor de su vida y años después le
propuso matrimonio en donde yo se lo propuse a su madre. También estuve ahí cuando se
casó. Cuando nació mi nieto.
Mi dulce Abigail se reunió finalmente conmigo cuando llego hora de hacerlo, la envolví en
mis brazos y la bese. Ya no había 2 mitades, solamente un alma.
En todo ese tiempo mi alma hizo crecer y mantener con vida el árbol de rosal, el museo
conoció mi historia aunque fuera errónea pero por lo menos no quedamos en el olvido.
Ahora tendría una nueva historia, tal vez olvidaría mi anterior vida pero estaría incrustada en
mi alma. Antes de nacer, llega a ti una sabiduría absoluta pero después naces con la
ignorancia, pues es tan fuerte el abrazo de la vida que te hace olvidar para que puedas
conocer nuevamente.

Pronto me sostendrá en brazos, me observará cariñosamente como si fuera lo único que


importa en su vida y lo más hermoso en este mundo. Me cuidará de los peligros que
deambulan alrededor de mí cuando quiera descubrir la vida. La llamaré “mamá” y ella será
la única persona que me amará más que nadie, la que más confianza tendre y la que nunca
me abandonara. Seré criado por un padre amoroso y no por uno egoísta, tendré la
oportunidad de estar con mi madre, y no vivir huérfano. Volveré amar y de eso estoy seguro
porque una mitad siempre encuentra su complemento.
El mundo se abre ante mí, envolviendome para darme la bienvenida y ser uno de ellos
porque ahora compartimos la misma realidad.
Soy lo que fui y seré lo que soy.

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