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Psicología y la Educación
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
Merleau-Ponty nos dice que su propuesta filosófica surge de los debates celebrados por
Husserl sobre todo en sus últimas obras, las cuales están relacionadas con el tema de
la Lebenswelt (Mundo Vivido). Radicalizando esta noción, el filósofo francés explica
que, para él, toda la fenomenología es existencial ya que sólo sería posible entender la
experiencia a partir de la existencia.
Al tratar de comprender una experiencia arraigada existencialmente, la fenomenología
de Merleau-Ponty está marcada por un carácter ambiguo; siguiendo a Husserl intenta
superar la dicotomía entre empirismo y racionalismo, superando también radicalmente
las concepciones dicotómicas de hombre y mundo, dentro y fuera, sujeto y objeto,
mente y el cuerpo, entre etc.
De los textos de Merleau-Ponty publicados póstumamente, sobresalen la Conferencia
dictada en la Sorbona sobre Psicología Infantil y Pedagogíai, que versan sobre la
cuestión de la adquisición, la imitación y el lenguaje en la infancia. El presente artículo
hace referencia a estos textos y esboza la comprensión de este fenómeno como una
posible contribución a la psicología y la educación, las zonas elegidas por Merleau-
Ponty para desarrollar este tipo de problemas.
Para Merleau-Ponty el niño imita al adulto de la forma que le es posible, para luego
comprender o atribuir un sentido a su comportamiento.
Así, desde la discusión iniciada ya por el lingüista Gustave Guillaume, el filósofo dice
que "el niño primero imita primero el resultado de la acción con sus propios medios y
consigue así producir los mismos movimientos que su modelo. [...] Imitar no es hacer
como los adultos, pero sí llegar al mismo resultado "(Merleau-Ponty, 2001/2006, p.
25). Es decir, la imitación en la infancia está dirigida a un resultado global, de acuerdo
a la percepción del niño, que no necesariamente tendrá como consecuencia un
comportamiento realizado en la forma en que el adulto hace. Lo que impulsa a un niño
a la imitación es el hecho de que existe una comunión de objetivos. Hay inicialmente
una aproximación de los resultados, para después haber una imitación del otro, pues el
objeto inicial del niño es el resultado obtenido por el otro, incluso sin la comprensión
exacta de los medios para lograrlo.
En este sentido, la relación con el medio ambiente es la que incita al niño al lenguaje.
Desde los primeros balbuceos, hay una incitación del medio con respecto a los
objetivos de expresión. Sin embargo, no hay espontaneidad de los niños en el habla,
pues siempre se establece una relación anterior con el medio ambiente, con el cual
poco a poco se va diferenciando. Un ejemplo de esto es la presencia de acentos y
entonaciones desde las primeras expresiones del niño, que reflejan su pertenencia a
determinada cultura. Se expresan así normas preestablecidas cultural y socialmente;
pero siempre aparece en él algo nuevo en la medida en que experimenta, con sus
propios matices en relación con el mundo reconociendo sus posibilidades de
singularización.
Este autor también sostiene que desde el nacimiento hay una serie de significaciones
alrededor del niño, que todavía tienen poco sentido para él. Su relación con la cultura
marca tanto su adquisición del lenguaje, como el reconocimiento de sí mismo, como un
ser distinto de los demás. No solo es en la Conferencia sobre Psicología y Pedagogía de
la niñez que Merlau-Ponty define la cuestión de la cultura. Según este filósofo: "La
cultura puede definirse como el conjunto de actitudes tácitamente recomendadas por
la sociedad o por diferentes grupos en los que vivimos, actitudes que están inscriptas
en el orden material de nuestra civilización”.
La cultura está presente en nosotros desde antes de nacer, principalmente de la
relación madre-hijo. La cultura, a partir de la concepción de Merleau-Ponty, es un
mediador entre la vida psíquica y la vida colectiva. Apropiarse de ella es la tarea
realizada desde la más tierna edad.
Para Merleau-Ponty (2001/2006), una de las grandes dificultades para discutir acerca
de la infancia se debe al hecho de que la observamos desde el punto de vista del
adulto. Por lo tanto, nunca conseguiremos aprehender plenamente este fenómeno tal
cual ocurre. Precisamente por ello la niñez es comúnmente subestimada o
sobreestimada.
¿Cómo es posible superar la concepción de una "Naturaleza de la niñez”. El niño se
relaciona con la cultura del modo que le es posible, lo que supera la comprensión de
una mera “naturaleza infantil”. Esta comprensión es relevante en la medida en que ve
al niño como alguien que entiende plenamente las relaciones sociales y culturales, al
igual que un adulto, no como alguien que tendría una forma de funcionamiento
totalmente distinta a la de los adultos.
Para Merleau-Ponty (2001/2006), “el niño se anticipa, está en relación con una cultura
y, de antemano, establece relaciones anticipadas con su medio” [...] “La Psicología
nació del hecho el día en que se percibió que la relación del niño con su medio no es
solo una relación posibilitada por el estado o grado de su desarrollo fisiológico”.
Esta cita nos permite iniciar una discusión acerca de la potencial contribución Merleau
– pontiana a la Psicología. Sobre este asunto, añadimos que para Merleau-Ponty
(2001/2006), un fenómeno no tiene una causa, él es la intersección de una serie de
condiciones. Por eso, para tener una Psicología científica, no debemos analizar
correlaciones, sino construir variables de las que dependen los fenómenos.
Desde la lógica de este autor, en lugar de tratar de entender los fenómenos bajo una
comprensión de la causalidad, debemos primero entender qué variables se relacionan
con ella. En el caso del estudio de la infancia, es esencial el esclarecimiento de la red
de relaciones en la que el niño se involucra: familia, sociedad, cultura, entre otros.
Cabe destacar que ninguno de estos elementos por separado permitirá avanzar en la
comprensión de la respuesta acerca de la conducta del niño, como resultante de
relaciones causales.
Sin embargo, es posible avanzar en la comprensión de la forma en la que el niño se
posiciona en el mundo, siendo posible la posterior comprensión de cómo acceder a su
experiencia vivida y, a partir de entonces, intervenir, ya sea desde la psicoterapia, la
pedagogía, etc.
CONSIDERACIONES FINALES
El niño imita inicialmente centrado en los resultados, a menudo sin comprender los
medios para hacerlo; una sociedad que idealiza patrones de comportamiento puede
contribuir para que el niño desee de esta forma. La sociedad de manera entiende estos
fenómenos es una de las variables que pueden influir en el comportamiento del niño.
Referencias
Merleau-Ponty, M. (2004). O olho e o espírito. São Paulo: Cosac & Naify. (Original publicado em
1961).
Comenzó a dar clases en Chartres, pero después regresó a la Escuela Normal Superior
por un doctorado en letras en 1945, que consiguió con dos obras muy importantes: La
estructura del comportamiento (1942) y la Fenomenología de la percepción (1945).
La importancia de la percepción
Esa apertura primordial que significa la percepción activa forma la base de su tesis de
la importancia primordial de la percepción. Según una formulación de la fenomenología
de Edmund Husserl, la de la consciencia intencional basada en la frase de Franz
Brentano: "toda conciencia es conciencia de algo", lo que implica una diferencia entre
el "acto de pensar" (proceso cognitivo o noésis) y el conjunto de los "objetos
intencionales del pensamiento" (noéma), haciendo de la correlación noética-noemática
el primer escalón de la constitución del análisis de la conciencia. Para más claridad, el
apotegma "toda consciencia es consciencia de algo" implica que toda consciencia es
intencional, ergo: si hay consciencia es porque -como ya lo planteaba Descartes con
su cogito- existe un ser consciente (el humano) pero esto no basta, la consciencia
es de algo, se tiene consciencia de algo externo al sujeto poseedor de la consciencia
(en este caso es cuando Sartre habla de transcendencia del ego y en esto coincide
Merleau-Ponty, es así entonces que la consciencia intencional o consciencia de algo es
una base para los criterios de realidad y de objetividad).
Sin embargo, al estudiar los manuscritos póstumos de Husserl, que sería una de sus
mayores influencias, Merleau-Ponty remarca que en su evolución, sus trabajos exhiben
fenómenos que no son asimilables a la correlación noética-noemática. Esto es
especialmente el caso cuando uno atiende los fenómenos del cuerpo (que es al mismo
tiempo cuerpo-sujeto y cuerpo-objeto), a los tiempos subjetivos (la conciencia del
tiempo no es ni un acto volitivo -voluntario- de consciencia ni un objeto del
pensamiento) y a la consciencia que se tiene de los otros (las primeras consideraciones
de los otros en Husserl llevan al solipsismo).
Así, la diferencia entre "actos del pensamiento" (noésis) y los "objetos intencionales
del pensamiento" (noéma) no parece constituir una base irreductible. Más bien se
manifiesta en un nivel superior de análisis. De ahí que Merleau-Ponty no se quede en
el postulado "toda consciencia es conciencia de algo", que supone la formación de un
dialelo ("círculo vicioso") noético - noemático, sino que desarrolla la tesis según la cual
"toda conciencia es conciencia perceptiva". Con este acto inaugura un giro significativo
en el desarrollo de la fenomenología, que exigía una revisión de los conceptos a la luz
de la primordialidad o primado de la percepción, sopesando las consecuencias
filosóficas de esta tesis.
Husserl logra dar una base contra el solipsismo al utilizar en su método de reducción
fenomenológica la tesis: "toda consciencia es consciencia de algo" (vale reiterar: de
algo externo al sujeto y al ego y consciencia del sujeto), sin embargo Husserl en su
segunda etapa tiene posturas casi platónicas que apuntan a una recaída en la
metafísica (el "primer Husserl" por el contrario puso sus esfuerzos en hacer de la
filosofía una ciencia estricta). Ante la recaída husserliana en senderos metafísicos la
noción de Merleau-Ponty basada en la consciencia perceptiva es una noción concreta,
fisiológica, basada en lo real del cuerpo humano.
Es de tal modo que Merleau-Ponty converge en gran medida con Sartre: el cuerpo
humano es junto a lo externo real la base de la conciencia, y por esto se da
un compromiso existencial entre el sujeto y sus circunstancias.
Obras póstumas
Notas de Cursos
Merleau-Ponty et la Sorbonne: Résumé de ses cours établi par les étudiants, Bulletin de
Psychologie, vol. 18, no.236, 3-6 (noviembre de 1964).