Professional Documents
Culture Documents
1La Fam al món: passat i present, Eumo Editorial, 2009. El capítulo 6 cierra el análisis de las sociedades prein-
2 Especialmente por la creciente difusión del enfoque de Sen, A., Poverty dustriales con referencia a la modernidad europea; la
and Famines. An Essay on Entitlement and Deprivation, Oxford University
Press, New York, 1981. 4 En especial la relación entre crecimiento demográfico, ocupación de tie-
3 La causalidad más sólida se da de forma inversa: “Si la relación entre ham- rras marginales y rendimientos decrecientes; véase por ejemplo p. 176. Sin
bre y peste no está demostrada, y sólo la podemos suponer indirectamente, embargo hay que recordar que las crisis sistémicas también se produjeron
la relación inversa entre peste y hambre es lógica y se encuentra en las mis- en áreas que no sufrieron excesos de población, como es el caso de la me-
mas fuentes” (p. 70). seta castellana.
ISSN 1514-9927 (impresa) / ISSN 1853-1555 (en línea)
166 Anales de Historia Antigua, Medieval y Moderna /48 (2014) [165-168]
mayor información disponible permite aquí una enu- génesis: el hambre rusa de 1921-22 en el contexto de la
meración minuciosa y un tratamiento diferenciado de guerra civil y las requisas del llamado comunismo de
las carestías en los distintos reinos. Junto a las medi- guerra, la hambruna también rusa de 1932-33 producto
das gubernamentales, también aparece entonces, sea de la colectivización forzosa del campo y las hambru-
porque es un fenómeno nuevo o porque la informa- nas registradas en el contexto de la Segunda Guerra
ción más detallada nos lo revela, una respuesta más Mundial son los ejemplos desarrollados por el autor7.
global y articulada de los sectores populares frente a
las crisis, contrastante con el naciente librecambismo Los capítulos 9 y 10 relatan la conformación del Tercer
de las clases ilustradas5. Mundo y la persistencia de las hambrunas en él, pro-
cesos que el autor presenta como la contracara de la
En los cinco capítulos restantes se estudia el hambre expansión económica y la erradicación del hambre en el
en la historia contemporánea, diferenciado la sociedad mundo desarrollado. Fuertemente apoyado en algunas
europea y el Tercer Mundo. La distinción se justifica obras globales recientes sobre los orígenes tardíos de
porque el período se caracteriza por la tendencia a la hegemonía europea y el rol determinante del colo-
la desaparición del hambre en una parte del mundo nialismo moderno8, Salrach incluye ahora abundante
(desarrollado) y su continuidad en el resto (subdesa- información sobre China, India, África, Brasil y el sudes-
rrollado) (p. 223). El relato adquiere así dimensiones te asiático. El minucioso raconto de las hambrunas del
verdaderamente globales, en el marco de una suerte siglo XX en el mundo subdesarrollado, basado en los
de dependentismo reformulado que hace justicia a la estudios de Sylvie Brunel y Amartya Sen, permite iden-
estructura del poder político y económico y a los pro- tificar las responsabilidades de los poderes políticos y
cesos de resistencia que caracterizan al capitalismo económicos dominantes a nivel planetario.
como sistema mundial.
El último capítulo del trabajo presenta información
Los capítulos 7 y 8 se abocan al estudio de las últimas sumamente detallada, proveniente sobre todo de los
hambrunas europeas de los siglos XIX y XX, respec- informes de la FAO (Food and Agriculture Organization),
tivamente. El desarrollo del capitalismo industrial, sobre la situación alimentaria del mundo globalizado
con la consiguiente utilización de nuevas fuentes de de hoy. Con un 13,5% de la población mundial desnu-
energía y la transición a un nuevo régimen biológico, trida en 2010 y picos de hasta el 28% en regiones como
da lugar a la aparición de un nuevo tipo de crisis, de el África subsahariana (pp. 393-7), los apologistas del
carácter puramente social (y, agreguemos, de abru- libre mercado y el consenso de Washington difícil-
madora irracionalidad): la sobreproducción. La ham- mente puedan pregonar el éxito de sus políticas en
bruna de alcance europeo de 1816-17, la irlandesa de cuanto al bienestar de las mayorías (aunque de todas
1845-46, y la rusa de 1891-92 son “las últimas que en formas lo hagan). La situación de la agricultura a nivel
gran medida se han de imputar a la naturaleza, aun- mundial, con la ruina de los pequeños productores,
que no únicamente” (p. 231). La salvedad final de la la tendencia al monocultivo y las fluctuaciones de los
frase debe ser tomada con toda seriedad: en Irlanda, precios del mercado mundial tampoco es esperanza-
por ejemplo, la pulverización de las tenencias de los dora. Como señalara Marx hace años, las oscilacio-
pequeños arrendatarios, la dedicación exportadora de nes del mercado y sus efectos destructores sobre la
los grandes terratenientes y la política colonialista de producción muestran que “el sistema capitalista se
Inglaterra ya habían llevado la situación al borde del opone a una agricultura racional, o que la agricultura
abismo (pp. 246-251). En Rusia, el retraso del gobierno racional es incompatible con el sistema capitalista
zarista en frenar la exportación de granos fue causa (pese a que éste promueve su desarrollo técnico) y
fundamental de la extensión del hambre, de modo que necesita la mano de los pequeños campesinos
que “los víveres que podían haberse utilizado en que trabajan personalmente, o bien el control de los
favor de los campesinos que se morían de hambre productores asociados”9. Este análisis se encadena
se desvanecieron en el exterior”6. Pero sin duda son
7 En los dos primeros casos el autor utiliza relatos primarios de inmenso
las hambrunas del siglo XX las que destacan por las interés. Para los primeros años de la revolución y el comunismo de guerra,
responsabilidades políticas y militares que están en su la relación entre el Estado y el campesinado fue analizada por Figes, O.,
Peasant Russia, Civil War. The Volga Countryside in Revolution, 1917-1921,
5 Materia que fue popularizada por el conocido estudio de E. P. Thompson, Clarendon Press, Oxford, 1991, con más detalle que en su obra general sobre
“La economía ‘moral’ de la multitud en la Inglaterra del siglo XVIII”, en la revolución recién citada.
Tradición, revuelta y conciencia de clase, Crítica, Barcelona, 1979. 8 Especialmente Marks, R., Los orígenes del mundo moderno. Una nueva
6 Figes, O., La revolución rusa (1891-1924). La tragedia de un pueblo, Edhasa, visión, Crítica, Barcelona, 2007, que presenta una explicación novedosa
Barcelona, 2010, p. 200. La coyuntura también dio lugar a un muy interesan- aunque algo accidental del ascenso europeo y Davies, M., Los holocaustos
te debate al interior del naciente movimiento marxista, que Figes (en quien de la era victoriana tardía. El Niño, las hambrunas y la formación del Tercer
se basa Salrach) deja de lado, pero que fue analizado extensamente en el Mundo, PUV, Valencia, 2006.
brillante trabajo de Ingerflom, C., Le citoyen impossible. Les racines russes 9 Marx, K., El Capital, Siglo XXI, México, 1976, Tomo III, vol. 6, p. 150; pasaje
du léninisme, Éditions Payot, Paris, 1988. que ha pasado inadvertido para aquéllos que consideran al marxismo como
RESEÑAS [165-168] ISSN 1514-9927 (impresa) / ISSN 1853-1555 (en línea)
Anales de Historia Antigua, Medieval y Moderna /48 (2014) 167
con las conclusiones del libro, donde el autor se dis- entre otras cuestiones relacionadas, aparecen a lo
tancia del discurso moderado de la FAO y expone los largo del análisis. Salrach sabe, por supuesto, que el
lineamientos de una propuesta desarrollista y merca- mercado responde a la demanda solvente y que “los
do internista, basada en los principios de la sobera- que pasan hambre no son solventes” (p. 142); sabe
nía alimentaria, la necesidad de la reforma agraria, la también que “desde hace siglos, quizás milenios, el
condonación de la deuda externa de los países sub- mercado ha jugado un papel ambivalente” (p. 437),
desarrollados y la reformulación de las relaciones de pero es reticente a realizar un análisis crítico más
subordinación en el mercado mundial. profundo de esa forma social de la distribución que,
en sus diversas modalidades históricas, se interpone
Como puede verse, el trabajo de Salrach constituye un entre los productores y los productos de su trabajo. La
inmenso esfuerzo de síntesis histórica. Lo ambicioso disciplina hoy planetaria del mercado, que no es más
de la tarea, como es inevitable, deja en ocasiones la que la disciplina del capital a escala mundial, pone
sensación de que ciertos aspectos han sido tratados obstáculos severos incluso a las políticas heterodoxas
de forma insuficiente; un riesgo que el autor, saluda- que aplican algunos países periféricos con el objeto
blemente, ha decidido aceptar al trascender los límites de promover cierta inclusión social. La situación tam-
de su especialidad en pos de captar el problema en bién nos plantea la pregunta de si, en el pasado, eran
la larga duración. Cada lector, en función de su peri- la “debilidad” e “insuficiencia” del mercado las res-
cia específica, podrá reparar en que aquí o allá falta ponsables de la extensión de las hambrunas, o bien
cierta referencia, o que tal o cuál problema requiere lo era su misma naturaleza. Este es sólo uno de los
mayor discusión. Esas indicaciones son deseables si problemas, histórico a la vez que actual, que la obra
el objetivo es profundizar la comprensión del proble- que reseñamos nos invita a reflexionar.
ma; presentadas como objeciones al libro de Salrach,
constituyen vanidades de microeruditos en las que En definitiva, con este libro Salrach nos ha recordado
esta reseña no pretende caer. que un medievalista, siendo buen historiador, puede
analizar con éxito un problema en la muy larga dura-
Sí desearíamos observar, en cambio, un tema que ción, y que un buen historiador, siendo políticamente
atraviesa todo el estudio: la cuestión del mercado consciente, puede contribuir a la reflexión crítica que
como vínculo social. La insuficiencia o debilidad el demandan los problemas de nuestro tiempo. Más allá
mercado en sociedades preindustriales, las tradicio- de los matices que puedan aducirse, esto sigue siendo
nales medidas políticas para garantizar el abasto o lo fundamental.
contener los precios, como así también los efectos
devastadores del libre comercio en el mundo actual,