You are on page 1of 53

Maestría en Psicología Infantil y Adolecente

“Enfoque Estructural de la Terapía Familiar Sistémica”

Presentadoras:
Nora Mejía
Monica Camacho
2006-5347

Diana Rosado
2013-6707

Patricia Mejía

25 de Enero del 2014


Santo Domingo, R. D

Tabla de Contenido

INTRODUCCION 3
TYPE CHAPTER LEVEL (LEVEL 2) 2
TYPE CHAPTER TITLE (LEVEL 3) 3
LA FAMILIA 4
2.1. ALGUNOS ENFOQUES IMPORTANTES 4
2.2. ANTECEDENTES 6
2.2.1. EVOLUCIÓN HUMANA 7

1. - INTRODUCCION.

La terapia familiar fundamenta su trabajo en la visión del ser como un


ente activo y reactivo de su entorno, de grupos saociales; de su medio

2
ambiente. Por lo tanto el hombre, para el terapeuta familiar, es
observado desde una perspectiva sistémica y no como un ente aislado.

La terapia estructural es una de las ramas de la terapia familiar, surge a


mediados del siglo veinte, y concibe al hombre como parte de su medio,
su principal exponente es Salvador Minuchin. Dentro de este enfoque
estructural-familiar el concepto de enfermedad también es diferente, la
patología del paciente esta ubicada en su interior, en su contexto social o
bien en la relación entre ambos, de acuerdo a Minuchin.

La terapia estructural- familiar es una terapia de acción, diriamos que


proactive. Concentra todos sus esfuerzos y objetivo en modificar el
presente y no tanto en explorar o interpretar el pasado como es el caso
de los enfoques pscianalistas. El pasado para los seguidores de este
enfoque se sigue reflejando en la conducta a tratar.

El enfoque estructural plantea que la familia atraviesa por una serie de


etapas y procesos de evolutivos (noviazgo, matrimonio, nacimiento de
hijos, adolescencia, madurez y senectud), enfrentando en cada uno de
ellos distintas dificultades en la interacción de sus miembros. La familia,
por lo tanto, deberá adaptarse continuamente las nuevas circunstancias
que se presentan en cada etapa. Para la terapia estructural el concepto
del cambio.difiere del de otros enfoque; el cambio se genera básicamente
por un doble proceso de alianza con la familia, por parte del terapeuta, y
la reestructuración pausada y planificada de las pautas de interacción
que a ellos no les funcionan.

Desde esta perspectiva no existe un modelo familiar al que se podría


denominar "normal o funcional", y que la perspectiva y percepción de la
misma familia es la que va determinar si lo es o no lo es. Lo que es
normal y funcional para una familia, necesariamente no es normal y
funcional para otro sistema o familia.

Desde el punto de vista de la terapia estructural la transformación en la


familia podrá producirse cuando el terapeuta, durante su intervención
logre provocar un desequilibrio cuestionando primero las pautas de
interacción que ya no les funcionan a la familia, después buscando,
junto con la familia, formas distintas de interactuar, y por último, estas
nuevas pautas de relación se refuerzan por sí mismas, aún sin la
presencia del terapeuta.

Minuchin creador y principal represntante de este enfoque afirma que si


el terapeuta no logra asociarse a la familia, es decir situarse a sí mismo
como líder y al mismo tiempo establecer una relación sintónica con éste,
no podrá producirse la reestructuración de las pautas de interrelación y

3
todo intento por alcanzar los objetivos terapéuticos fracasarán. En este
proceso de alianza con la familia, Minuchin considera que el terapeuta
debe aceptar la organización, idiosincrasia, experimentar por sí mismo
los procesos emocionales por los que atraviesa cada miembro del
sistema, al mismo tiempo que explora los posibles accesos para la
comunicación con la familia.

Minuchin también sostiene, que el proceso es bilateral, es decir que la


familia tendrá también que unirse y acomodarse al terapeuta. En terapia
familiar el diagnóstico requiere primordialmente de la acomodación del
terapeuta al sistema lo cual le permite conocer y evaluar las pautas de
relación en el presente y formular un sistema terapéutico propiciando
nuevos y diferentes mecanismos de interacción.
Uno de los objetivos primordiales en el proceso de diagnóstico consiste
en ampliar el foco de visualización, es decir contemplar la visión de cada
uno acerca de las dificultades que atraviesan. Desde el punto de vista
estructural el diagnóstico es evolutivo, ya que este se modifica
constantemente debido al acomodo y reestructuración constantes tanto
de la familia como del terapeuta.

Salvador Minuchin remarca la importancia de establecer un diagnóstico


desde un acuerdo mutuo, es decir tanto pacientes como terapeutas
acordarán acerca de la naturaleza del problema, así como los objetivos
del cambio. Este procedimiento es denominado por él como contrato
terapéutico, en donde quedarán también implícitas la logística y
estrategias para lograr el cambio, así como la frecuencia y tentativa
duración del proceso terapéutico.

En las siguientes paginas planteamos los aspectos mas importantes de


este enfoque de terapia sistemica no sin antes realizar una
contextualización del tema, basada en los origenes de la familia, sus
caracteristicas y funciones.

2. - LA FAMILIA.

Brevemente nos avocaremos a realizar algunas conceptualizaciones con

4
respecto a lo que es la familia y sus antecedentes, ya que como
suprondremos dentro de la Terapia Familiar Sistemica y sus diferentes
enfoques es el objeto principal.

2.1. Algunos enfoques importantes.

2.1.1. ¿Qué es la familia?

La familia se refiere al nucleo familiar elemental.

Al grupo de individuos vinculados entre si por lazos consanguineous y


consensuales o jurídicos, que constituyen complejas redes de parentezco
actualizadas de manera episódicas a través del intercambio, la
cooperación y la solidadridad.1

Engel muestra de la familia refiriendose a los lazos de consanguinidad


como el elemento que une a sus miembros, otros autores conceptuelizan
al respecto; que la familia es la unión de personas que comparten un
proyecto vital de existencia en común que se quiere duradero, en el que
se generan fuertes sentimientos de pertenencia dicho grupo, existe un
compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas
relaciones de intimidad, reciprocidad e independencia.2, dejando en un
segundo plano el concepto de consanguinidad de Engel.

Un elemento que tienen los autores en común sobre la familia es que la


reconocen como la institución social más antigua de la humanidad
donde, todos sus individuos se forman. Tambien entienden que es el
lugar donde más protegido se siente el hombre, para los niños, es un
ejemplo y un espacio ideal para el aprendizaje. Ares la identifica como un
grupo de intermediación entre el individuo y la sociedad, constituyendo
el núcleo primario del ser humano. En ella el hombre inscribe sus
primeros sentimientos, sus primeras vivencias, incorpora los principales
puntos de comportamiento, y le da un sentido a la vida. 3

Al parecer recae sobre la Familia la responsabilidad de desrrollo de la


personalidad y su enriquecimiento así como la satisfacción de las
necesidades afectivas de sus miembros.

Hablar de familia es tambíen reconocerla como a la institución que a


través del tiempo no ha sido siempre igual. Las constantes
transformaciones que en ellas se han experimentado han estado
1 Federico Engels. “El origen de la Familia, la propiedad privada y el Estado. 1884”.
2 Ares Muzio, Patricia .(2005). “Mi familia es así”. Ciudad de La Habana. Editorial Ciencias
Sociales. Pag.5
3 Ares Muzio, Patricia, (2005). “Mi familis es así”. Ciudad de La Habana. Editorial Ciencias
Sociales. Pag.21

5
relacionadas con el régimen social existente en cada época. De ahí que
en cada época histórica concreta la configuración de la familia asumiera
características específicas.

Algunos autores han enfocado el concepto de familia dandole gran


importancia a la cualidad evolutiva inherente a ella misma. La familia
como grupo humano primario y natural, vive y funciona como un
sistema de relaciones e interacciones desde dentro y con el exterior, que
esta es un conjunto de personas que establecen un proceso dinámico
abierto, que permite el continúo flujo de la vida familiar.4

Definiciones mas amplias e integrales como la de Clavijo Alberto Clavijo


Portieles (2002)5 conceptualiza a la familia como el conjunto de personas
vinculadas por lazos estables de tipo consanguíneo, maritales, afectivos,
socioculturales, económicos, contractuales y de convivencia, al objeto de
satisfacer necesidades fundamentales al grupo y cumplir con las
funciones que le vienen encomendadas a través del devenir social.

Esta definición, es muy generalizadora y se aborda el modo de satisfacer


las necesidades de la familia y el cumplimiento de las funciones teniendo
en cuenta el momento histórico que les ha correspondido vivir.

Es importante destacar que la vida del grupo familiar es estructurada de


manera exclusiva por los miembros de la familia aunque la sociedad es
responsable de sus condiciones de desarrollo. En cuanto a la estructura
familiar no debemos de dejar de mencionar la importancia de los roles de
cada integrante dentro del contexto familiar.

Según Ernest Burges uno de los exponentes principales de los estudios


de familia en la escuela de Chicago, la familia es una unidad interactiva
en la que cada uno tenía una posición y un rol que desempeñar dentro
de una estructura jerarquizada. Durante el proceso de interacción los
actores perciben los patrones de conductas, forman sus expectativas
sobre el resto de sus miembros y definen la situación social de la familia.
La interacción se produce al nivel simbólico y de muy diversas maneras,
conflictiva, autoritaria, conciliadora, cohesive. 6 El concepto de roles lo
desarrollaremos mas adelante.

Es imposible entender los roles sin mencionar que los autores que

4 TORRES GONZÁLEZ, MARTHA. (2005) Familia, Unidad y Diversidad.- La Habana: Editorial


Pueblo y Educación

5 CLAVIJO PORTIELES, ALBERTO. (2002) Crisis. Familia. Psicoterapia. Editorial Ciencias


Médicas.
6 FLEITAS RUIZ, REINA. (2005) Selección de lecturas de sociología y política social de la familia. -
La Habana: Editorial Félix Varela. Pag 20-21

6
plantean su importancia se basan también en el enfoque desde una
perspectiva de familia - cultural. Donde esos roles son el reflejo de la
cultura y sociedad donde se desarrolla la familia.

Otra perspectiva interesante es el enfoque que promueve la familia como


institución. La familia es la institución social que regula, canaliza y
confiere significado social y cultural a estas dos necesidades” 7, haciendo
referencia a la sexualidad y la procreación, y continúa… “incluye
también la convivencia cotidiana, expresada en la idea del hogar y del
techo: una economía compartida, una domesticidad colectiva, el sustento
cotidiano, que van unidos a la sexualidad `legítima` y la procreación” 8.

Antes de concluir con estas breves referencias de algunos enfoques, no


podemos dejar de lado los elementos que utiliza Patricia Ares para definir
los elementos que componen la familia. Esta autora emplea para definir
a este grupo social criterios como: lazos consanguíneos, de convivencia y
afectivos. Dándole mayo valor a los lazos afectivos, pues en
investigaciones realizadas por psicólogos expertos como la propia Patricia
Arés el criterio que más vale para una persona es el afectivo, no el
criterio consanguíneo ni siquiera de convivencia, pensando que esto tiene
que ver con la función afectiva, esa nutrición emocional es el elemento
más importante para que la familia funcione bien. 9

2.2..- Antecedentes.

2.2.1. Evolución Humana.

La fundición del hierro marca el desarrollo socioeconómico, político y


cultural. La imprenta marca el salto a la civilización, y se civiliza cuando
se aprende a escribir.

Periodo del salvajismo

En su estadio inferior:
• Es recolector nómada vegetariano,
• Hay promiscuidad sexual,
• No hay propiedad privada.

7 Jain, Elizabeth. (2010) Pan y afectos: la transformación de las familias (nueva edición revisada
y aumentada.
8 Jain, Elizabeth. Pan y afectos: la transformación de las familias (2010) (nueva edición revisada y
aumentada.
9 ARÉS MUZIO, PATRICIA. (1990) Mi familia es así.

7
En el estadio medio:
• Aparece la familia consanguínea (no relaciones sexuales entre padres e
hijas, y madres e hijos).
• Descubre el fuego y la semilla.
• Es sedentario. • Cazador con invención de la maza y la lanza con piedra
sin pulimentar.

En el estadio superior:
• Inventa el arco y la flecha
• Crea tejidos sin telar.
• Utiliza vigas para su vivienda.

“El

Foto cotesia de: . La Familia Primitiva

hombre primitive se refugió en el fondo del los bosques en cavernas con una vida familiar
reducida a encuentros al azar”.10

Periodo de la barbarie

El periodo de la barbarie es belicista, aparece la propiedad privada por


apropiación de los bienes y mujeres de los vencidos. La mujer pasa a ser
un objeto. La familia siandiasmica (ma-trimonio por grupos) es
característica de este periodo.

En el estadio inferior:
• Supera la poliandria (la mujer está vinculada por matrimonio a varios
hombres adultos).
• La mujer pierde autoridad.
• Queda la poliginia (forma de poligamia en el cual el hombre tiene más
de una es-posa a la vez). La poliginia ya permite establecer la paternidad.

10 Federico Engels. “El origen de la Familia, la propiedad privada y el Estado. 1884”.

8
• Domestica animales.
• Cultiva plantas alimenticias.
• Descubre la alfarería.

En el estadio medio:
• Labra metales, excepto el hierro.
• Ganadería
• Agricultura con riego.
• Aparece el matrimonio.

En el estadio superior:
• Funde el mineral del hierro.
• Inventa la rueda, • Inventa la escritura alfabética,
• Inventa el arado de hierro.
• Aparece la familia monógama (marido con una sola mujer). La familia
monógama es característica de este estadio.

Periodo de la civilización
En el estadio inferior se produce la industrialización con la invención de
maquina de vapor. En el estadio medio las familias amplias (padre y
madre, los hijos, abuelos, bisabuelos) van convirtiéndose en nucleares
(padre y madre y los hijos). En el estadio superior: aparece la familia
monoparental (padre y los hijos o madre y los hijos) y la producción de
bienes en masa.

2.2.2. Antecedentes históricos de la familia

El Roma el grupo social estaba conformado por el padre, madre, los


hijos, los descendientes de estos y por extensión también a los abuelos,
bisabuelos y parientes colaterales (tíos, sobrinos, etc.).

Los hijos extramatrimoniales –llamados naturales—no tenían ningún


derecho a concurrir a la sucesión. Hoy este aspecto fue abandonado en
muchos países. En el nuestro fue derogada cualquier discriminación de
los hijos por el hecho de nacer fuera de un matrimonio. 11 No obstante
hay países que mantienen deiscriminación, tal es el caso del Código civil
italiano aún lo mantiene.

Aspectos que marcaron la evolución de la familia

 La subsistencia. Basada en la repleción de frutos silvestres.


 Las relaciones sexuales. Era promiscuitaria lo que hacía difícil el saber

11 Ley 136-03, Código para el sist6ema de protección y los derechos fundamentales de los niños,
niñas y adolescentes, editora tele 3, Santo Domingo, 2003.

9
quien era el padre al inicio de la evolución de la familia existían
relaciones sexuales entre padres e hijos.
 La sobrevivencia. El hecho de no existir el grupo familiar marca la
necesidad de defender su existencia individual fabricando armas. El
impulso de sobrevivir tiene dos efectos que lo diferencia de las demás
especies:

- Utiliza la inteligencia. Esto le permite construir armas.


- Empieza a vivir en comunidad. En grupo la defensa se mejora.
- Evolución de la familia
 Familia consanguínea. Primera forma de organización donde se excluye
la relación sexual entre padres e hijos aun-que permitida entre
hermanos y existiendo aun imprecisión de la paternidad causando con
esto ausencia de autoridad paterna
 Familia punalúa. “Punalúa”, “compañero intimo” (MARX- ENGELS,
Obras Escogidas, pagina 499) se funda en el matrimonio de varios
hermanos con las esposas de los otros, en grupo; y de varias her-manas
con los esposos de las otras, en grupo. Existe imprecisión de la
paternidad.
 Familia sindiasmica. “Sindyazo”, “par, “sindyasmos”, unir a dos.
Familia fundada en el pareo de un varón y una mujer, bajo la forma de
matrimonio, pero sin cohabitación exclusiva.
 Familia monogama. Se funda en el matrimonio de un varón y con una
sola mujer con cohabitación exclusiva co-mo elemento esencial de la
institución. Paternidad—al menos presunta—en alto grado. Apa-rece al
final del estadio superior de la barbarie.12

Evolución de la familia como grupo

 La horda. Formación social primitiva que tenía su razón de existir en la


solidaridad para sobrevivir. Aunque en se mantenía la promiscuidad
sexual, sin diferenciar entre ascendientes o descen-dientes. Vivían en
cavernas.

 La gens o clan. Conjunto de familias con antepasados comunes a través


de la línea paterna que vivían en un territorio propio unidos por vínculos
de ese parentesco. Por lo general, este grupo es algo mayor que una
familia ex-tensa y comparte un nombre común o apellido. La palabra
gens se introdujo en el contexto antropológico a finales del siglo XVIII
como susti-tuto de clan. Sin embargo, hoy no se utiliza de forma
generalizada.

12 MACHICADO, Jorge, La Familia, La Paz, Bolivia: CED, Centro de Estudios de Derecho, 2009,
http://jorgemachicado.blogspot.com/2009/02/la-familia_19.html - See more at:
http://jorgemachicado.blogspot.com/2009/02/la-familia_19.html#sthash.87yKJOwG.dpuf

10
 La fratría. (Del griego “fratrion”, ‘hermano’). Agrupación de gens donde
impera la prohibición de ma-trimonio entre personas de una misma gens
porque se suponía que todos tenían un antepasa-do común.

 La tribu. Conjunto de fratrías basada en el dominio de un territorio y


que comparten costumbres y lengua. Por lo general, una tribu posee un
jefe, una lengua, una cultura común y una religión que predica la
descendencia de todos sus miembros de un progenitor común (formando
así una única gens o clan) En el siglo XIX bajo este nombre se
designaban aquellas sociedades situadas en el estadio de barbarie dentro
de la evolución de la humanidad. Posteriormente, tribu fue sinónimo de
‘sociedad tribal’, es decir, sociedad sin Estado. El criterio más importante
para la delimitación de una tribu continúa siendo la identidad idiomática
y cultural. La palabra tribu, ampliamente utilizada por los antropólogos,
cada vez se emplea con menor frecuencia debido a sus connotaciones
negativas, ya que implica una forma de vida ‘poco desarrollada’. Además,
se utiliza de modo incoherente al no aplicarse a los modernos grupos
europeos que cumplen los criterios de su definición. Hoy se opta por la
denominación más amplia de pueblo o etnia.

 Nación. Etapa superior de las agrupaciones humanas. La nación es la


sociedad natural constituida por hombres que habitan un mismo
territorio, reconocen idéntico origen, tienen iguales costum-bres, hablan
el mismo idioma y profesan aspiraciones comunes. (Mancinni). La nación
es una “comunidad en las que sus componentes se reconocen por
adelantado en una institucionalidad a la que reconocen como propia y,
dentro de la cual, integran sus luchas sociales, sus competencias y
mentalidades. Las naciones son fronteras sociales, territoriales y
culturales que existen previamente en las cabezas de los con-nacionales
y que tienen la fuerza de objetivarse en estructuras materiales e
institucionales. Las naciones son artefactos políticos, construcciones
políticas que crean un sentido de pertenencia a un tipo de entidad
histórica capaz de otorgar sentido de colectividad trascendente, de
seguridad histórica ante los avatares del porvenir, de ad-hesión familiar
básica entre personas a las cuales seguramente nunca se las podrá ver
pero con las cuales se supone se comparte un tipo de intimidad, de
cercanía histórica, de potencia-lidades convivenciales que no se las posee
con otras personas que conforman la otredad, la alteridad” 13.

2.2.3.- Funciones de la Familia.

Las funciones de la familia sirven a dos objetivos distintos. Uno es

13 GARCÍA LINERA, Álvaro, “¿Qué es una Nación? en Critica, No. 3, Septiembre 2001, La Paz,
Bolivia, p. 6 y 7

11
interno: la protección psicosocial de sus miembros. Y el otro es externo:
la acomodación (adaptación) a una cultura y la transmisión de esa
cultura. La familia imprime a sus miembros un sentimiento de identidad
independiente. La experiencia humana de identidad posee dos
elementos: un sentimiento de identidad (quién y cómo soy yo) y un
sentimiento de separación (soy distinto a los demás, soy único). La
familia es el lugar en que esos elementos se integran, es la matriz de la
identidad. El sentido de identidad de cada miembro se encuentra
fuertemente influenciado por su sentido de pertenencia a una familia
específica.14

El Dr. Pierre Fontaine considera que la familia tiene estas funciones:

a) La función de intermediario entre la familia y la sociedad.


b) La función de asegurar la continuidad y el cambio.

La necesidad de diferenciación, la posibilidad para cada uno de expresar


su Yo individual, se combina con la necesidad de cohesión, de
conservación de la unidad del grupo. Una vez confirmado, asegurado en
su pertenencia a un grupo familiar suficientemente unido, el individuo
puede progresivamente desarrollar su Yo individual. Cada individuo
debe devenir cada vez menos esencial al funcionamiento de su familia de
origen para poder separarse de ella y constituir a su vez, asumiendo
funciones diferentes, un nuevo sistema.15

Para Virginia Satir (citado por Ana Teresa Vnder Horst), las funciones de
la familia son:
 Asegurar una experiencia heterosexual a los cónyuges.
 Contribuir a la continuidad de la especie.
 Cooperar económicamente, compartiendo las obligaciones entre los
adultos, y entre los niños respetando la edad de éstos.
 Mantener los límites, las fronteras entre las generaciones.
 Transmitir la cultura a los hijos a través de los padres: enseñarles los
"roles" o maneras socialmente aceptadas de comportarse con los demás
en diferentes situaciones, para que puedan ser socialmente aceptados.
Enseñar al niño cómo y cuándo expresar sus emociones, guiando de
cierta manera sus reacciones emocionales (por ejemplo, diciéndole que
no debe golpear a otro niño porque éste lo contrarió).
 Reconocer cuando uno de los miembros ya no es un niño, sino que se
convirtió en un adulto capaz de desempeñar un rol y funciones de
adulto.

14 Van Der Horst, Ana Teresa (2013) en sus apuntes para la clase “La Familia como Sietema”.

15 Idem

12
En lo que respecta a las funciones actuales de la familia nuclear, Talcott
Parsons indica: La familia conserva, en la modernidad, dos funciones
fundamentales, no directamente en función de la sociedad, sino en
función de la personalidad:

- La socialización del niño.


- La estabilización de su personalidad al convertirse en adulto.

En la familia el niño encuentra los recursos emocionales necesarios a su


desarrollo, al mismo tiempo que un modelo de participación en otros
contextos de la vida social. Los esposos encuentran dentro de la familia
los elementos de equilibrio de su personalidad, obtenidos sobre todo del
amor, la diferenciación sexual de los roles y la fundación de una familia.
La familia es el medio designado para formar las primeras bases de la
personalidad, necesarias a la continuación de la experimentación de los
otros aspectos de la vida social.

Macías (citado en Clavijo, 2011) añade:


- La familia prepara al ser humano para la emancipación como
sujeto individualizado y con libre albedrío; independiente, pero vinculado
a los suyos para la adquisición de la necesaria madurez en la vida.
- Favorece un escenario y una oportunidad para la liberación de las
tensiones cotidianas propias de la actividad laboral y social, ocupando
buena parte del tiempo libre dedicado a la satisfacción de las principales
necesidades biológicas y espirituales, facilitando el descanso y la
recuperación, en un clima de aceptación, cooperación y pertenencia.
- Es fuente de afecto, estímulo a sus mejores cualidades,
entretenimiento y recreación, bienestar, seguridad emocional.
- Provee la matriz de las relaciones afectivas, modulando los
patrones de respuesta emocional y fijando el diapasón de sus afectos de
acuerdo con su experiencia personal en etapas tempranas de la vida,
vinculada al intercambio en el seno familiar.

Clavijo (2011), Este autor da mucha importancia al sistema de


intersatisfacción de necesidades: Entre los determinantes básicos del
surgimiento y mantenimiento de la institución familiar como una
constante de la organización social en todas las épocas y formaciones
socioeconómicas, está el ser la familia la forma más natural y
espontánea en que los seres humanos se agrupan según sus necesidades
de procreación, sustento, protección y defensa mutua, afecto,
aprendizaje de los conocimientos elementales y de las reglas básicas para
la vida. Y todo ello a través del vínculo sistémico que presupone la
interdependencia de las partes entre sí y con el todo, con respecto a un
objetivo natural y social que los trasciende; también, a la presencia de
mecanismos autorreguladores llamados a mantener los parámetros de la

13
actividad del conjunto y de cada uno de los elementos dentro de límites
compatibles con su finalidad biológica y sociocultural.

Otros autores agregan que la Reproducción de la cultura, la


Reproducción de la sociedad son otras de las funciones de la familia y
finalmente y no menos importante autores como Pablo Neruda identifico
dentro de las funciones familiares mas importantes la vinculación
afectiva y el centro del amor. Donde se le enseña al niño a dar y recibir
amor. El denominó la Familia como: Una escuela de amor.

3.- El Enfoque Estructural en la Terapia Familiar Sistemica.

3.1.- Salvador Minuchin.


El enfoque estructural de la terapia familiar sistémica es una de las
ramas de la terapia familiar que surge a mediados del siglo veinte, y
concibe al hombre como parte de su medio, su principal exponente es
Salvador Minuchin.
Es por esta razon que antes de hablar sobre el enfoque structural de la
terapia familiar debemos hablar de quien es su principal exponente

Salvador Minuchin

Minuchin creció en el seno de una


familia de inmigrantes judíos-rusos.
Estudió en la Facultad de Medicina de la
Universidad Nacional de Córdoba,
graduándose en 1946.

En 1948 se trasladó al recientemente


creado Estado de Israel y en 1950 emigró nuevamente a los EE.UU. para
estudiar psiquiatría.

Durante los los años '60 sus concepciones acerca de la importancia de


las estructuras y los límites en los contextos familiares se impusieron en
el medio de aquellos psicoterapeutas que habían comenzado
recientemente a incorporar a la práctica clínica la posibilidad de tratar
familias en vez de a personas individuales.

Su modelo estructural comprende a la familia como un sistema que


tiende a la defensa de su estabilidad ante los cambios de condiciones e
influencias internas y externas lo que suele favorecer la disfuncionalidad

14
mediante mecanismos de mantenimiento del sufrimiento en la familia o
de alguno de sus miembros. El restablecimiento de jerarquías, la
formulación de límites claros, la definición de roles y funciones y la
disolución de alianzas o triángulos ayudaría regresar a una estructura
familiar funcional.

Una característica adicional de su técnica terapéutica y su estilo de


trabajo constituye el trato de los niños en las sesiones de terapia.
Minuchin pone a los niños en el rol de legítimos interlocutores de la
familia, otorgándoles un «lugar del saber», de conocedores de lo que
ocurre en la dinámica familiar y poniéndose él mismo, con su actitud, en
el papel de alguien que puede aprender de ellos.

Minuchin fue académico de la cátedra de pediatría y psiquiatría infantil


en la Universidad de Pensilvania, psiquiatra jefe de la clínica infantil y
director de la Child Guidance Clinic en Filadelfia (1965).

Junto a Jay Haley, Braulio Montalvo y Bernice Rosman desarrolló un


programa de capacitación y entrenamiento para terapeutas familiares, el
que ya entonces incluía las sesiones supervisadas y las grabaciones en
video de las sesiones de terapia.

En 1988 fundó en Nueva York el Family Studies Inc., un instituto


dedicado a la formación de terapeutas familiares. Hasta hace poco y a la
avanzada edad de 80 años continuaba trabajando allí en la formación de
nuevos profesionales. En la actualidad vive en la ciudad de Boston.
Sus obras mas destacadas son:
• Minuchin, Salvador, Familias y terapia familiar, Gedisa, 1979
• Minuchin, Salvador y Charles H. Fishman, Técnicas de terapia familiar,
Paidós, 1984
• Minuchin, Salvador, Caleidoscopio familiar: imágenes de violencia y
curación, Paidós, 1985
• Minuchin, Salvador y Michael Nichols, La recuperación de la familia:
Relatos de esperanza y renovación, Paidós, 1994
• Minuchin, Salvador, El arte de la terapia famiilar, Paidós, 1998
• Minuchin, Patricia, Jorge Colapinto y Salvador Minuchin, Pobreza,
institución y familia, Amorrortu, 2000

3.2.- Consideranciones básicas del enfoque Estructural de la Terapia


Familiar Sistemica.

El marco de referencia del enfoque estructural de la terapia familiar


sistémica es estudiar al individuo en su contexto social, basándose en la
existencia de características organizacionales del sistema y en la
posibilidad de transformar esa estructura.

15
3.2.1. - El enfoque estructural se basa en tres axiomas:
- La vida psíquica de un individuo no es exclusivamente un proceso
interno. El individuo influye sobre su contexto y es influido por éste
mediante secuencias repetidas de interacción.
- Las modificaciones en la estructura de un sistema contribuyen a la
producción de cambios en los comportamientos y consecuentemente en
los procesos psíquicos internos de los miembros de ese sistema.
- Cuando se trabaja con un individuo o con su familia, su
comportamiento se incluye en ese contexto socio-cultural.16

3.2.2.- Objetivos del enfoque estructural.

El objetivo prioritario del enfoque estructural consiste en cambiar la


estructura presente en el sistema basándose en algunas de las
propiedades de los sistemas:
- Una transformación de su estructura permitirá al menos alguna
posibilidad de cambio (Retroalimentación Positiva).
- El sistema familiar está organizado sobre la base del apoyo, regulación,
alimentación y socialización de sus miembros.
- El sistema tiene propiedades de autoperpetuación (Retroalimentación
Negativa). Por lo tanto, los procesos de cambio iniciados se mantendrán
incluso en ausencia del terapeuta o estimulo que los provoca, por los
mecanismos de autorregulación del sistema.17
Antes de entrar en lo que significa y las consideraciones mas importantes
del enfoque estructural, debemos tratar que es la estructura familiar, a
que se refiere este concepto.

3.3.- Estructura Familiar.

El concepto de ESTRUCTURA describe la totalidad de las relaciones


existentes entre los elementos de un sistema dinámico. La estructura
familiar es el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan
los modos en que interactúan los miembros de una familia. 0 dicho de
otro modo: el conjunto de demandas funcionales que indica a los
miembros como deben funcional. Así pues, una familia posee una
estructura que puede ser vista en movimiento.

La estructura familiar no constituye una entidad inmediatamente


observable por parte del observador. Los datos del terapeuta y su
diagnóstico se logran experimentalmente en el proceso de asociarse con
16 Minuchun, Salvador 8va. Reimpresión (2003). Familias y Terapa Familiar. Colección terapia
familiar. Editorial Gedisa. Barcelona, España. Pag. 88-89

1714.http://petosan.blogs.uv.es/2010/02/25/el-enfoque-estructural-de-salvador-
minuchin/#sthash.T1kZVnIL.dpuf

16
la familia. El terapeuta analiza el campo transaccional en el que se
relaciona con la familia, para lograr así un diagnóstico estructural.

Sin embargo, Minuchin (1998) aclara: … “No existe algo como la


“estructura familiar”. La estructura familiar es sólo un sistema que el
terapeuta impone a los datos que observa. Creemos que un terapeuta
debe poseer un marco que ofrezca un modo de organizar y pensar acerca
del bullicioso y complejo mundo de la familia. Pero la estrategia tiene
todos los peligros que ésta conlleva. El concepto de “estructura familiar”
trata algunos aspectos universales de la vida familiar: cuestiones de
pertenencia y lealtad, de proximidad, de exclusión y abandono, de poder,
de agresión; tal y como son reflejadas en la formación del subsistema, la
permeabilidad de los límites, la afiliación y la coalición”. 18

Usualmente, la estructura corresponde, dentro de una familia, al orden


de las generaciones: padres, hijos y abuelos. Los padres tienen el rol
ejecutivo, son quienes toman las decisiones. Los disfuncionamientos
están ligados a una trasgresión de las fronteras que separan los
subsistemas. A través de esa trasgresión, la familia ha encontrado una
solución adaptativa: las alianzas, los conflictos o un conflicto entre
cónyuges, desviado hacia un hijo, constituyen maneras de ajustarse de
los miembros de la familia a una situación dada. Al mismo tiempo,
posiblemente esa organización alimenta el problema, pues fija, congela
las relaciones, atribuyendo a cada miembro un rol que lo aprisiona. 19

La familia actua como un sistema que opera a través de pautas


transaccionales. Las transacciones repetidas establecen pautas acerca de
qué manera, cuándo y con quién relacionarse, y estas pautas apuntalan
el sistema, sin embargo la familia activará algunas pautas
transaccionales alternativas cuando las condiciones internas o externas
de la familia exijan su reestructuración20. De este modo, la familia se
adaptará al "stress" de modo que mantenga su continuidad a la vez que
posibilite su reestructuración.

Las pautas transaccionales son mantenidas por dos sistemas de coac-


ción:

 El primero es genérico e implica las reglas universales que gobiernan la


organización familiar. Por ejemplo, debe existir una jerarquía de poder en

18 Van Der Horst, Ana Teresa (2013) en sus apuntes para la clase “La Familia como Sietema”.
19 Van Der Horst, Ana Teresa (2013) en sus apuntes para la clase “La Familia como Sietema”.

20 Minuchun, Salvador 8va. Reimpresión (2003). Familias y Terapa Familiar. Colección terapia
familiar. Editorial Gedisa. Barcelona, España. Pag. 86 - 87

17
la que los padres y los hijos poseen niveles de autoridad diferentes.
También debe existiuna complementariedad de las funciones, en la que
el marido y la esposa acepten la interdependencia y operen como un
equipo

 El segundo sistema de coacción es idiosincrásico, e implica las


expectativas mutuas de los diversos miembros de la fa- milia. El origen
de estas expectativas se encuentra sepultado por años de negociaciones
explícitas e implícitas entre los miembros de la familia, relacionadas a
menudo con los pequeños acontecimientos diarios. A menudo, la
naturaleza de los contratos originales ha sido olvidada, y es posible que
nunca hayan sido explícitos. Pero las pautas permanecen como un piloto
automatico en relación con una acomodación mutua y con una eficacia
funcional.21

Minuchin afirma que el sistema familiar debe mantenerse a sí mismo.


Ofrece resistencias al cambio más allá de cierto nivel y conserva las
pautas preferidas durante tanto tiempo como puede hacerlo. En el
interior del sistema existen pautas alternativas. Pero toda desviación que
va más allá del umbral de tolerancia del sistema excita mecanismos que
restablecen el nivel habitual.22 Estos mecanismos se activan por la lucha
que tiene el propio sistema de mantener su homeostasis.
Cuando existen situaciones de desequilibrio del sistema, es habitual que
los miembros de la familia consideren que los otros miembros no
cumplen con sus obligaciones. Aparecen entonces requerimientos de
lealtad familiar y maniobras de inducción de culpabilidad.23

La estructura familiar debe ser capaz de adaptarse cuando las


circunstancias cambian. La existencia continua de la familia como
sistema depende de una gama suficiente de pautas, la disponibilidad de
pautas transaccionales alternativas, y la flexibilidad para movilizarlas
cuando es necesario hacerlo.

La familia debe responder a cambios internos y externos y, por lo tanto,


debe ser capaz de transformarse de modo tal que le permita encarar
nuevas circunstancias sin perder la continuidad que proporciona un
marco de referencia a sus miembros.

3.3.1.- Subsistemas Familiares.

21 Idem
22 Minuchun, Salvador 8va. Reimpresión (2003). Familias y Terapa Familiar. Colección terapia
familiar. Editorial Gedisa. Barcelona, España. Pag. 88-89
23 Idem

18
Los miembros de una familia forman subsistemas. Los subsistemas
pueden formarse por la función, el sexo, la generación o los intereses.
Cada miembro de la familia pertenece simultáneamente a varios
subsistemas, en cada uno de los cuales aprende diferentes roles y tareas
complementarias en la interacción con los demás, y dispone de niveles
diferentes de poder. Así, una mujer puede ser madre, esposa, hija y
hermana. su estatus, por ejemplo al conversar con su esposo no es el
mismo que cuando conversa con su madre.24

Entre los subsistemas de una familia podemos distinguir:

 Subsistema conyugal o ejecutivo. Está formado por el esposo y la


esposa, que se han unido con la intención de fundar una familia. Los
nuevos compañeros, individualmente, traen un conjunto de valores y
expectativas, tanto explícitos como inconscientes, que van desde el valor
que atribuyen a la igualdad, la independencia, hasta la opinión de si se
debe o no tomar desayuno.

Este subsistema es vital para el crecimiento de los hijos. Constituye su


modelo de relaciones íntimas, de la expresión de afectos, de apoyo mutuo
y de manejo de problemas. Lo que el niño observa en la relación de sus
padres se convertirá en parte de sus valores y expectativas. Si existe una
disfunción importante dentro del subsistema de los cónyuges, ésta
repercutirá en toda la familia.

La capacidad del subsistema conyugal para cumplir sus funciones


dependerá de dos cualidades básicas: su complementariedad de
funciones y su habilidad de acomodación. Es decir, que manteniendo
sus individualidades, los esposos deben complementarse, fomentar su
iniciativa de intimidad y el deseo de compartir que los llevó a formar una
pareja. Pero la complementariedad puede volverse disfuncional cuando
uno de los cónyuges, en lugar de acomodarse al otro y aceptarlo como es,
trata de imponerle nuevas normas que debe alcanzar a toda costa. El
subsistema conyugal debe desarrollar "fronteras" que proteja a la pareja
de la intromisión de otros subsistemas (hijos, suegros, etc.) 25.

 Subsistema parental o padres-hijos. Desde el momento en que la


pareja tiene su primer hijo, surge el subsistema parental El subsistema
conyugal y el de padres-hijos deben separarse por una frontera que sea
lo suficientemente flexible para que permita al hijo crecer sin sentirse
aislado o solo, pero manteniéndolo fuera de la interacción esposo-esposa.

24 Van Der Horst, Ana Teresa (2013). En sus apuntes para la clase “Familia como Sistema”.
25 Van Der Horst, Ana Teresa (2013). En sus apuntes para la clase “Familia Como Sistema”.

19
El subsistema parental debe interactuar de manera que pueda realizar
adecuadamente las funciones de crianza de los hijos y la socialización.
En este subsistema el hijo aprende lo que puede esperar de las personas
que poseen más recursos y fuerza. Aprende a considerar racional o
arbitraria la autoridad. También descubre los modos más eficaces de
comunicar lo que desea, dentro del estilo particular de su familia.
Aprende lo que es correcto o incorrecto, lo que es permitido o no, lo que
es recompensado o castigado. Además, el niño vivencia la manera en
que su familia afronta los conflictos y las negociaciones.

La socialización progresiva del hijo (entrada a la escuela, grupo de


amigos, etc.) requiere que se realicen constantes adaptaciones dentro de
este subsistema, de lo contrario se podría bloquear el normal desarrollo
e individualización del hijo, como sucede cuando se sobreprotege a un
niño/a. Con el aumento de las capacidades del hijo, se le deben ir dando
más oportunidades para que tome decisiones, se controle a sí mismo y
asuma responsabilidades.

Además de responsabilidades, los padres tienen derechos (algo que al


parecer en algunas familias se ha olvidado): derecho a tomar decisiones
que conciernen la supervivencia del sistema total en asuntos como
cambiar de domicilio, seleccionar la escuela de los hijos, fijar las reglas
que protejan todos los miembros de la familia.

Tienen el derecho y el deber de proteger la privacidad de su subsistema


conyugal, y también de ejercer la autoridad e imponer las reglas, pues
para que niño se sienta en libertad de investigar y crecer, debe sentirse
seguro porque su mundo es estable y predecible.

 Subsistema Fraternal. Es el subsistema de los hijos, que permite el


aprendizaje del manejo de la relación entre iguales. Dentro de este
subsistema los hijos se apoyan entre sí, se divierten, se atacan, hacen
las paces y aprenden unos de otros. Elaboran sus propias pautas de
interacción para negociar, cooperar y competir. Se entrenan en hacer
amigos y tratar con enemigos. Estas interacciones promueven tanto su
sentimiento de pertenencia al grupo como su individualidad, manifestada
en el acto de elegir y optar por determinadas alternativas dentro de un
sistema. Las pautas de comportamiento aprendidas serán
determinantes cuando ingresen en grupos de iguales fuera de la familia
(clase de la escuela, trabajo). En las familias numerosas, los hermanos
se organizan en subsistemas según la edad (subsistema de hijos mayores
o menores).

20
3.3.2.- Elementos importantes dentro del Sistema Familiar. Enfoque
Estructural.

3.3.2.1. Limites o Fronteras

Cada uno de los subsistemas que vimos anteriormente se relacionan


entre sí, y están separados por fronteras o límites. La función principal
de es proteger y diferenciar un subsistema de otro.

Todo subsistema familiar posee funciones específicas y plantea


exigencias específicas, y el desarrollo de las habilidades en cada
subsistema necesita que no haya interferencia por parte de otros
subsistemas.

Para que la familia funcione adecuadamente, los límites, las fronteras


entre los subsistemas deben ser claras. Deben estar definidas con
suficiente precisión como para permitir a los miembros de los
subsistemas desarrollar sus funciones sin interferencias indebidas. Pero
también deben permitir el contacto entre los miembros de los diferentes
subsistemas.26

Minuchin afirma que la composición de los subsistemas organizados


según las funciones familiares no es tan significativa para el
funcionamiento familiar como la claridad de los límites.

El nivel de claridad de los límites de una familia constituye un parámetro


útil para evaluar su funcionamiento. Pero hay que tener en cuenta que
todas las familias se sitúan en algún punto dentro de un continuum
cuyos polos son los dos extremos de límites difusos, por un lado, y de
límites sumamente rígidos, por el otro.

__________________ ---------------------- ………………


Familia desligada límites claros familia aglutinada
(límites inadecuadamente (límites claramente definidos) (límites difusos o rígidos)
porosos)

Grafico: Cortesia Ana Teresa Van Der Horst

3.3.2.2. - Familia aglutinada, familia desligada.

Familia aglutinada: sus miembros pueden verse perjudicados en su


desarrollo porque su excesivo sentido de pertenencia requiere un

26 Minuchun, Salvador 8va. Reimpresión (2003). Familias y Terapa Familiar. Colección terapia
familiar. Editorial Gedisa. Barcelona, España.

21
importante abandono de la autonomía.

La carencia de diferenciación en los subsistemas desalienta la


exploración y el manejo autónomo de los problemas. Esto afecta, sobre
todo en los niños, el desarrollo afectivo y social. Esas familias se vuelcan
dentro de sí mismas, desarrollando su propio microcosmos, con un
aumento subsecuente de la comunicación y de la preocupación entre sus
miembros. Esto hace que la distancia entre los miembros disminuya, los
límites desaparecen, y la diferenciación entre los sistemas familiares se
hace difícil. La conducta o los problemas de un miembro afectan
inmediatamente a los demás.

Familia desligada: sus miembros pueden funcionar con autonomía, pero


carecen de sentimientos de lealtad y pertenencia, así como de capacidad
de pedir ayuda y apoyo de los otros cuando lo necesitan. Los valores
individuales priman sobre los del grupo. En un sistema de este tipo hay
tolerancia hacia una gran diferenciación entre sus miembros, pero las
tensiones que afectan uno de sus miembros no atraviesan los límites
inadecuadamente rígidos de esas familias. Sólo una situación de
extremo stress en uno de sus miembros podría tener la suficiente
intensidad como para activar los sistemas de apoyo de la familia. Estas
familias tienden a no responder ni intervenir cuando es necesario
hacerlo, por ejemplo en el caso de problemas escolares de uno de los
hijos.27

3.3.3.- Las Reglas Familiares

Otro de los aspectos importantes que plantea Minuchin son las reglas
familiares.

Las reglas familiares se podrían describir como acuerdos internos que


limitan los comportamientos individuales de cada miembro en una
amplia gama de áreas de actuación, organizando sus relaciones en un
sistema razonablemente estable.

Uno de los elementos que mantienen las pautas transaccionales son esas
reglas de las que habla Minuchin.
Los limites o fronteras de un sistema están constituidos por reglas 28. Así
como la jerarquía esta contenida como una regla.

27 Minuchun, Salvador 8va. Reimpresión (2003). Familias y Terapa Familiar. Colección terapia
familiar. Editorial Gedisa. Barcelona, España. Pag 89

28 Minuchun, Salvador 8va. Reimpresión (2003). Familias y Terapa Familiar. Colección terapia
familiar. Editorial Gedisa. Barcelona, España

22
Dentro del sistema familiar los padres son los llamados a poner las
reglas

En las reglas hay un "acuerdo" para obrar de un determinado modo, lo


cual no quiere decir que esto se haga de manera consciente. La mayoría
de las veces se trata de un acuerdo que no goza de las características de
ser consciente y, aunque parezca paradójico, muchas veces tal acuerdo
no es conocido ni por los mismos participantes. Lo van construyendo
como fruto de ajustes que facilitan el mantenimiento de una
"homeostasis familiar", que de otro modo quedaría comprometida 29

Algo importante es que cuando dos personas se unen y forman una


familia cada uno trae consigo lo aprendido en su propia familia de
origen, inclusive las reglas. Es a partir de la convivencia cuando se van
construyendo las reglas que regirán esa familia.

Las reglas las podemos clasificar en tres categorías:

Reglas reconocidas: Son reglas que se han establecido explícitamente y


de manera directa y abierta. Comprenden acuerdos en distintas áreas,
tales como normas de convivencia, asignación de tareas, responsabilidad
de ciertos papeles, etc.

Reglas implícita: Estas reglas constituyen funcionamientos


sobreentendidos acerca de los cuales la familia no tiene necesidad de
hablar de modo explícito. Se dan en la dinámica de la familia, aunque no
se han verbalizado.

Reglas secretas: Estas son las más difíciles de descubrir al estudiar una
familia. Son modos de obrar con los que un miembro, por ejemplo,
bloquea las acciones de otro miembro; son actos que tienden a
desencadenar actitudes deseadas por quien manipula el resorte que los
provoca. Así, por ejemplo, en una familia la regla secreta establece que
una conducta dé autonomía e independencia en la hija vaya seguida por
una queja psicosomática de la madre y esto conlleve una mayor
implicación del padre en la casa.

3.3.4.- Jerarquia.

Todos los sistemas tienen una relación jerárquica con sistemas mayores
o menores del campo ambiental. Por lo tanto, todo sistema es también
parte de un subsistema y/o de un suprasistema.

29 Cibanal, L. Introducción a la sistémica y terapia familiar. Texto recuperado el 3 de junio 2010


en: http://perso.wanadoo.es/aniorte_nic/apunt_terap_famil_4.htm

23
En la familia, la jerarquía más simple proviene de las fronteras inter-
generacionales y, en general, a tres niveles: abuelos, padres, hijos. El
modelo llamado de “tríadas jerárquicas” se encuentra muy presente en la
vida social y se encuentra en el nivel de funcionamiento, normal o no, de
las organizaciones en general (empresas, colegios, etc.). En todos los
contextos, las reglas precisan o establecen las primacías en estatus y en
poder. Algunos autores afirman que, cuando un individuo presenta
síntomas, eso significa que la estructura jerárquica de la organización es
confusa.

Minuchin añade: Las negociaciones cotidianas de la vida familiar


también establecen patrones (o incomprensiones) acerca del uso del
poder en la familia. La jerarquía puede concebirse como un aspecto de
la organización de la vida familiar. ¿Qué subsistemas ejercen poder
sobre los demás? ¿De qué manera se ejerce el poder? ¿De forma
coercitiva y autoritaria, o invita a la discusión y tolera el disentimiento?
¿Se acepta el uso de la autoridad en la familia o se le ofrece resistencia y
oposición?30

3.3.5. Poder.

La palabra poder indica que el sujeto tiene la posibilidad, la capacidad,


la facultad, el derecho, los medios, el permiso de realizar algo. También
puede indicar autoridad, fuerza, posibilidad de gobernar, de dirigir. Este
término es frecuentemente empleado bien que otros términos tengan
tendencia a sustituirlo, como por ejemplo los términos control,
manipulación, dominación, influencia.

El poder es la influencia relativa de cada miembro del sistema en la


ejecución de una actividad. Bateson considera que el poder está dentro
del sistema, y es distribuido de manera más o menos flexible y fluctuante
siguiendo las acciones que se quieren realizar y siguiendo la estructura
del sistema. Ejerciéndose a veces de manera activa, a veces de forma
pasiva, el poder se relaciona con una actividad determinada y por lo
tanto varía en el tiempo y en el espacio.31

Weber (citado en por Saravia) considera que: El poder consiste en la


probabilidad que tiene una persona o una agrupación, de imponer su
30 Minuchun, Salvador 8va. Reimpresión (2003). Familias y Terapa Familiar. Colección terapia
familiar. Editorial Gedisa. Barcelona, España. Pag.84

31 Bateson, G. Vers une écologie de l’esprit.


Paris, Editions du Seuil, 1980. Citado por Ana
Teresa Van Der Horst (2013). Apuntes para la clase « Familia como sistema ».

24
voluntad en una acción comunitaria. La aspiración a tener poder viene
motivada por el honor social que éste produce. La forma en que se
distribuye el honor social dentro de una comunidad hace surgir un orden
social, relacionado con el orden jurídico y económico, y la forma de
distribuir y utilizar los bienes y servicios económicos.32

Weber distingue tres tipos de poder:


Poder político: quien lo detenta posee los medios de coacción física en
forma legítima.
Poder económico: caracterizado por la posesión de bienes y riquezas.
Poder ideológico: basado sobre el control de los medios de persuasión, lo
que permite actuar o influenciar sobre el pensamiento de los demás
(actualmente tenemos el ejemplo del poder ideológico de organizaciones
musulmanas integristas).

3.3.5.1. Modalidades de ejercicio del poder.

Para hacer que su poder sea efectivo, un individuo o grupo puede apelar
a los temores, a sanciones físicas, al ejercicio de la persuasión, a la
manipulación o al compromiso que los no-poderosos tienen con el
"sentimiento del deber". Podemos distinguir entre las relaciones que son
asimétricas, donde se emplean la fuerza y la manipulación, de las que
exigen reciprocidad, que emplean la persuasión y la autoridad (Wrong,
citado en Farges).
Mientras que el poder que se ejerce por la fuerza tiene su sustento en la
violencia, la manipulación es un poder que se ejerce ocultando las
intenciones mediante un esfuerzo deliberado y exitoso de influir en las
respuestas de individuos o grupos a los que no se les comunica
explícitamente las intenciones del poderoso. Ejemplo: que alguien haga
creer que el desarrollar una cooperativa en un pueblo va a servir a un
mayor bienestar de los miembros de la cooperativa, cuando en realidad
esa persona va a hacer todo lo posible para sacarle provecho personal.
Persuasión es aquella forma de poder que intenta convencer mediante
argumentos que se aceptan sólo después de ser evaluados
independientemente por los sujetos e integrados como base del
comportamiento propio.

3.3.6. Autoridad.

La palabra jerarquía viene del griego hieros (sagrado) y archos (gobierno).


Nuestro lenguaje común y nuestro folklore están llenos de expresiones
que implícitamente contienen el concepto de jerarquía, por ejemplo:
“Saber estar en su sitio”, “Poner a alguien en su sitio”, “Subir en la
escala social”, etc. Incluso la larga historia de lucha política ha tendido

32 Van Der Horst, Ana Teresa (2003) En sus apuntes para la clase “La Familia como Sistema”.

25
en gran parte a producir revoluciones que solamente reemplazan a una
jerarquía por otra. Las revoluciones relativamente recientes y los
movimientos democráticos dirigidos a establecer sociedades igualitarias
han desembocado, desde el punto de vista del poder y el ejercicio del
control, en jerarquías sólo ligeramente modificadas. Parece ser que las
estructuras sociales se mantienen jerarquizadas. 33

Milsum considera que conviene hacer una distinción muy clara entre la
idea de igualdad de oportunidades para todos y la idea de que todos sean
iguales. Como lo dice Ardrey: “Tenemos que reconocer y aceptar la
desigualdad innata y aleatoria del hombre”. Podría decirse que la
utilización de estructuras jerárquicas ha sido y puede continuar siendo
una estrategia óptima en el crecimiento de la complejidad y la estabilidad
de los sistemas vivientes.

A diferencia de la fuerza, la manipulación y la persuasión, la autoridad


se vincula a la existencia de cierta legitimidad y de una estructura
jerárquica que conlleva a ordenamientos institucionalizados. Lo anterior
no implica que la autoridad renuncie al ejercicio de la fuerza y la
violencia, sino que ésta se ejerce con un sustento legítimo y en esta
medida se minimiza la necesidad de mantener los medios de coerción en
alerta constante
Es gracias a la legitimidad que la autoridad se distingue del poder
coercitivo y del liderazgo basado en la capacidad de influir y en la
persuasión. En la medida en que es legítima, toda autoridad se sustenta
en las leyes y reglas compartidas que prescriben la obediencia dentro de
ciertos límites. Para ser legítimas estas reglas deben ser comunes (es
decir, reconocidas como válidas) a un amplio número de personas y no
limitarse a regir únicamente las relaciones que estrictamente se establecen
entre los que mandan y los que obedecen

A diferencia de la persuasión, la autoridad no intenta presentar


argumentos sino asegurar el cumplimiento de las órdenes. En oposición
a las relaciones igualitarias de persuasión, los lazos de autoridad son
34
siempre jerárquicos. La relación autoritaria no descansa ni en
argumentos razonados y compartidos ni en el mero poder coercitivo sino
en una estructura cuya razón y legitimidad es reconocida tanto por los
que mandan como por los que obedecen y donde cada uno tiene un lugar
jerárquicamente definido (ejemplo: los reinos, en los que todo el mundo
está claro en que el monarca es quien manda).35

33 Milsum, J.H. La base jerárquica para los sistemas generales vivientes. In: von Bertalanffy, W.
Ross Sabih, G.M. Weinberb y otros. Tendencias en la teoría general de sistemas. Madrid: Alianza
Editorial, (3ra. Edición), 1984.

34
35 Van Der Horst, Ana Teresa. (2013). En sus anotaciones para la clase de “La Familia como
Sistema”.

26
3.4.- Terapia Estructural Sistemica.

Una vez visto los conceptos utilizados por los profesionales de la terapia
estructural, hagamos una breve reseña de cómo se incia este enfoque y
sus principales características y su fundamento.

La terapia estructural de familia, que estudia al hombre en su contexto


social, fue desarrollada en la segunda mitad del siglo veinte. Se trata de
una de las múltiples respuestas al concepto de hombre como parte de su
medio, que comenzó a difundirse a comienzos de este siglo.
La terapia estructural de familia encara el proceso del feedback entre las
circunstancias y las personas implicadas —los cambios impuestos por
una persona sobre sus circunstancias y la forma en que los feedback en
relación con estos cambios afectan su acción posterior. Una mutación en
la posición de una persona en relación con sus circunstancias constituye
una modificación de su experiencia. La terapia de familia recurre a
técnicas que alteran el contexto inmediato de las personas de tal modo
que sus posiciones cambian. Al cambiar la relación entre una persona y
el contexto familiar en que se mueve, se modifica consecuentemente su
experiencia subjetiva.

3.4.1. Objetivos y Fundamento de la Terapia Familiar Estructural.

El objetivo del terapeuta de familia y la técnica a la que recurre están


determinados por su marco teórico. La terapia estructural de familia es
una terapia de acción. La herramienta de esta terapia consiste en
modificar el presente, no en explorar e interpretar el pasado. El pasado
influyó en la creación de la organización y funcionamiento actual de la
familia; por lo tanto, se manifiesta en el presente y podrá cambiar a
través de intervenciones que cambien el presente.
El objetivo de las intervenciones en el presente es el sistema familiar. El
terapeuta se asocia a este sistema y utiliza a su persona para
transformarlo. Al cambiar la posición de los miembros del sistema,
cambia sus experiencias subjetivas.

Con este objetivo, el terapeuta confía en algunas propiedades del


sistema.

o En primer lugar, una transformación de su estructura permitirá al


menos alguna posibilidad de cambio.
o En segundo lugar, él sistema de la familia está organizado sobre la base
del apoyo, regulación, alimentación y socialización de sus miembros. Por
lo tanto, el terapeuta se une a la familia no para educarla o socializarla,
sino, más bien, para reparar o modificar su funcionamiento para que

27
ésta pueda desarrollar estas tareas con mayor eficacia.
o En tercer lugar, el sistema de la familia tiene propiedades de
autoperpetuación. Por lo tanto, el proceso que el terapeuta inicia en el
seno de la familia será mantenido en su ausencia por los mecanismos de
autorregulación de ésta. En otras palabras, una vez que se ha producido
un cambio, la familia lo preservará, proveyendo una matriz diferente y
modificando el feedback que continuamente califica o valida las
experiencias de sus miembros.36

Estos conceptos de estructura constituyen el fundamento de la terapia


de familia.

El enfoque estructural de las familias se basa en el concepto que una


familia no se reduce a los aspectos biopsicodinámicos individuales de
sus miembros. Los miembros de una familia se relacionan de acuerdo
con ciertas disposiciones que gobiernan sus transacciones. Estas
disposiciones, aunque por lo general no son establecidas en forma
explícita, o siquiera reconocidas, constituyen un todo: la estructura de la
familia. La realidad de la estructura corresponde a un orden diferente
que la realidad de los miembros individuales.

La estructura familiar no constituye una entidad inmediatamente


observable por parte del observador. Los datos del terapeuta y su
diagnóstico se logran experimentalmente en el proceso de asociarse con
la familia. El oye lo que los miembros de la familia le dicen acerca del
modo como experimentan a la realidad, pero también observa el modo en
que los miembros de la familia se relacionan con él y entre si. El
terapeuta analiza el campo transaccional en el que se relaciona con la
familia, para lograr asi un diagnóstico estructural.

El terapeuta se plantea un cierto número de interrogantes. Por ejemplo,


¿quién es el portavoz de la familia? Si el padre es quien actúa como
portavoz, ¿qué significa eso? ¿Quién lo designó para efectuar la
presentación —para asumir la responsabilidad principal del primer
contacto con una persona extrafamiliar significativa? ¿Asume la posición
de portavoz debido a que es la ffeura ejecutiva de la familia? O acaso es
la madre la verdadera líder ejecutiva que cede temporariamente su poder
al padre en función de alguna regla implícita acerca del rol adecuado de
los hombres? ¿Qué hace ella mientras su marido habla? ¿Secunda en
forma tácita sus comunicaciones o, acaso, interfiere con él a través de
medios verbales o no verbales?37

36 Van Der Horst, Ana Teresa. (2013). En sus anotaciones para la clase de “La Familia como
Sistema”.

37 Minuchin, Familia y terapia Familiar

28
Además, la conducta de la familia ¿da fundamento o contradice el
contenido de las comunicaciones verbales? Lo que ocurre en la sesión
¿es representativo de otros momentos de la vida familiar? ¿Se modificaría
el tono afectivo de la interacción familiar si la composición de la familia
fuese diferente? Las transacciones que* se producen en un momento
dado de la sesión ¿son más significativas que las que se produjeron con
anterioridad en la sesión?

El terapeuta, al mismo tiempo que responde a los acontecimientos que se


producen en la sesión, realiza observaciones y plantea interrogantes.
Comienza señalando los limites y pautas transaccionales y por elaborar
hipótesis acerca de cuáles son las pautas operativas y cuáles no.
Comienza, así, por establecer un mapa familiar.Un mapa familiar es un
esquema organizativo. No representa la riqueza de las transacciones de
la familia, del mismo modo en que un mapa tampoco representa la
riqueza de un territorio. Es estático, mientras que la familia está en
constante movimiento. Pero el mapa familiar constituye un dispositivo
simplificador muy útil, que le permite al terapeuta organizar el material
de diverso tipo que obtiene. El mapa le permite formular hipótesis acerca
de las áreas en el seno de la familia que funcionan correctamente y
acerca de otras áreas donde no ocurre lo mismo. También lo ayuda a
determinar los objetivos terapéutico.

Al mismo tiempo que recoge material para un mapa estructural, el


terapeuta introduce pruebas experimentales. En cierto modo, su sola
presencia es una prueba, porque la familia se organiza en relación con él.
Pero, además, puede imponer la realización de tareas planificadas para
indagar acerca de aspectos significativos de la estructura familiar. 38

El terapeuta familiar se considera a si mismo como un miembro actuante


y recreativo en relación con el sistema terapéutico. Para asociarse con la
familia, subraya los aspectos de su personalidad y experiencia que son
sintónicos con los de la familia. Pero también conserva la libertad de ser
espontáneo en sus indagaciones experimentales. Considera que el
cambio se produce a través del proceso de asociación con la familia y su
reestructuración de ésta en una forma cuidadosamente planificada, para
poder transformar así las pautas transaccionales disfuncionales. Si logra
asociarse con una familia y siente las presiones del sistema familiar, no
necesita protegerse contra las respuestas espontáneas, ya que es
probable que estas respuestas sean sintónicas con el sistema. Si no lo
son, pueden ser válidas como indagaciones experimentales.

La única estructura familiar inmediatamente asequible para un

38 Minuchin, Familia y terapia Familiar

29
terapeuta es la estructura disfuncional. Una de las tareas que enfrenta
es la de explorar esa estructura y situar las áreas de posible flexibilidad y
cambio.

Su aporte esclarece partes de la estructura familiar que han


permanecido sumergidas. Alternativas estructurales que han
permanecido inactivas se hacen activas. Si el terapeuta posee entonces la
flexibilidad necesaria para desligarse y observar el efecto de sus
indagaciones, logrará esclarecer asi su cuadro diagnóstico de la familia.
Por lo general, las familias descartan las indagaciones que no son
sintónicas con el sistema familiar. Pero cuando responden, es posible
que se produzca una de las tres alternativas siguientes:

1.- La familia puede asimilar sin dificultad la intervención del terapeuta


a sus pautas transaccionales previas, lo que permite el aprendizaje pero
no el crecimiento.
2.- La familia también puede responder acomodándose, a través de la
extensión de sus pautas transaccionales o de la activación de las pautas
alternativas.
3.- La familia puede responder a la intervención del terapeuta como si se
tratase de una situación completamente novedosa. En este caso, la
indagación se ha convertido en una intervención reestructurante. Si la
familia no la rechaza, se producirá un aumento del stress en el sistema.
La homeostasis de la familia se verá desequilibrada, abriendo el camino a
la transformación.

3.4.2.- Tipos de familias que se benefician de la Terapia.

La Familia Extensa.

El modelo de la familia extensa es una forma bien adaptada a


situaciones de stress y penuria. Por lo tanto, se trata de un modelo
sumamente significativo en muchas familias afectadas por la pobreza.
Las funciones pueden ser compartidas. Un miembro puede cuidar a los
niños mientras los otros adultos trabajan para mantener a toda la
familia. Las tareas hogareñas, al igual que otras, pueden ser
compartidas. Una mujer puede conducir a los hijos de su hermana al
hospital para un examen cuando lleva a los suyos propios. El
compañerismo y múltiples fuentes de ayuda y apoyo observables en el
seno
de la familia extensa determinan con frecuencia que se trate de la única
forma posible para una familia en condiciones de penuria.
un terapeuta puede verse precondicionado para encarar a esta forma
como inherentemente patogénica. Sin embargo, un mapa estructural
cuidadosamente diseñado muestra que el sistema

30
funciona en forma adecuada.39

En otros casos, una familia extensa puede enfrentar problemas debido a


la dificultad para asignar claramente las responsabilidades. Debido a la
complejidad de la unidad familiar, puede existir un cierto número de
límites imprecisos, lo que crea confusión y stress.

La Familia con un hijo parental

La asignación de poder parental a un hijo constituye un recurso natura]


en las familias amplias, en las familias con un solo padre o madre o en
familias en las que trabajan ambos padres. El sistema puede funcionar
en forma adecuada. Los hijos menores reciben los cuidados requeridos y
el hijo parental puede incrementar su responsabilidad, competencia y
autonomía mayores que las habituales en su edad.

Sin embargo, una familia con una estructura de hijo parental puede
afrontar dificultades si la delegación de autoridad no es explícita o si los
padres abdican, permitiendo que el niño se convierta en la principal
fuente de orientación, control y decisiones. En ese caso, los
requerimientos planteados al niño pueden contraponerse a sus propias
necesidades infantiles y desbordar su capacidad para encararlas.

Se debe clarificar el límite entre la madre y el hijo parental. El límite


entre la madre y otros hijos debe modificarse para permitirles un acceso
directo a ella. El hijo parental debe ser devuelto a su subgrupo fraterno,
aunque mantiene en él su posición de liderazgo y poder ejecutivo
subalterno.40

3.5.- La Familia en Situaciones Transicionales.

Pérdida temporaria. Aunque una familia puede verse afectada por todo
tipo de situaciones transicionales, esta situación se comprueba en
particular en casos de separación y retorno. Cuando uno de los padres
abandona a la familia, se deben negociar una serie de ajustes.
Si retorna, los cambios deben revocarse.

Las relaciones entre los cónyuges se interrumpen y deben reformarse.


Las relaciones parentales cambian y deben renegociarse. El progenitor
que regresa debe establecer nuevas relaciones con los hijos. Tres
subsistemas desaparecen, luego reaparecen y deben ser absorbidos como

39 Van Der Horst, Ana Teresa. (2013). En sus anotaciones para la clase de “La Familia como
Sistema”.

40 Minuchin, Salvador, La familia y terapia Familiar

31
parte del funcionamiento del sistema recientemente reformado.
En algunos casos, esas negociaciones transicionalcs pueden verse
bloqueadas. Las pautas transaccionales afectadas pueden convertirse
entonces en vínculos débiles.

Divorcio. Cuando una pareja se divorcia, el hombre, por lo general, logra


desligarse con mayor facilidad que la mujer. En lo que concierne a la
madre, las condiciones sociales que establecen que la madre debe
ocuparse de los hijos, determinan que se vea comprometida en mayor
medida con la situación anterior.

Problema» crónico» de limite». Otras familias, también, pueden acudir


a terapia debido a problemas crónicos de limites ligados a la negociación
de stress diversos en un sistema a través de otros subsistemas. En una
familia que opera correctamente, este tipo de negociación es posible
debido, a que el sistema se encuentra gobernado por límites claros aun-
que flexibles. Sin embargo, es posible que aparezcan tendencias
disfuncionales si un subsistema recurre siempre al mismo no miembro
para disipar conflictos del subsistema. Esto se observa por lo general
cuando los padres utilizan a un hijo para evitar o alejar conflictos entre
ellos. El límite entre el subsistema parental y el niño se hace difuso, y el
limite relacionado con la tríada padres-hijos, que debería ser difuso, se
hace inadecuadamente rígido. Se designa a este tipo de estructura como
tríada rígida.

La utilización rígida de un hijo en conflictos entre esposos asume


diversas formas. En la triangulación, cada padre requiere que el hijo se
una a él contra el otro padre. En todas las ocasiones en que el hijo se
une a uno de ello», se lo define automáticamente como si atacase al otro.
En esta estructura sumamente disfuncional, el niño se encuentra
paralizado. Todo movimiento que realiza es definido por un padre como
un ataque.41

En el rodeo, otra forma de la triada rígida, la negociación de los stress de


los esposos a través del niño sirve para mantener el subsistema conyugal
en una armonía ilusoria. Los esposos refuerzan toda conducta anómala
debido a que de ese modo pueden desviar o sumergir sus propios
problemas del subsistema conyugal en problemas de educación del hijo.
El desvio de los padres puede asumir la forma de atacar al niño,
definiéndolo como fuente de los problemas familiares por ser malo. En
otras familias los padres pueden definir al niño como enfermo y débil, y
luego unirse para protegerlo.

La tríada rígida también puede asumir la forma de una coalición estable.

41 Minuchin, Salvador, Familia y terapia Familiar

32
Uno de los padres se asocia con el niño en una coalición
transgeneracional rígida contra el otro padre.

Los tres tipos de tríada rígida pueden aparecer en familias con problemas
de conducta. Esta tríada es el modelo transaccional típico, acompañado
con otras características familiares significativas en familias que tienen
hijos con síntomas psicosomáticos diversos.

Por lo general, en una situación semejante el objetivo del terapeuta


reside en reestructurar la organización del subsistema de acuerdo con el
paradigma de la relación padre-hijo.

Para la reestructuración de los subsistemas existen muchas estrategias


posibles, que dependen de la composición, cultura y estilo de la familia.
Si el niño forma parte de un modelo transaccional tendiente a la
evitación de los conflictos, puede ser conveniente que el terapeuta le
bloquee la conducta habitual en las negociaciones entre los esposos. En
un caso, por ejemplo, en el que la paciente identificada es una niña de
quince años aquejada por vómitos de origen psicosomático, el terapeuta
asume la responsabilidad por su sintonía. Ella no debe discutirlo en
absoluto con sus padres, sólo puede hablar con él acerca suyo. De ese
modo se ubica como barrera entre la niña y sus padres, en una
maniobra que promueve su autonomía y también favorece una mayor
intimidad entre los cónyuges. Es posible proseguir la misma estrategia
recurriendo a la táctica de incrementar la fortaleza del limite del
subsistema conyugal sin impedir en forma manifiesta la participación del
hijo.

En los casos de triadas rígidas se puede recurrir a una variedad de


estrategias diferentes.

La transformación de la familia no es consecutiva a una única


intervención terapéutica sino que requiere una implicación continua en
la dirección de la meta terapéutica. Sin embargo, muchos terapeutas y
familias emplean años para serpentear en las fases medias de la terapia
debido a que han perdido el sentido de dirección que un mapa familiar
permite explicitar. Cuando las complejidades de la terapia se reducen a
las dos dimensiones de un mapa, existe una cierta distorsión. Sin
embargo, el análisis estructural tiene el mérito de orientar el sentido de
la terapia como un proceso dirigido hacia una meta definida.

3.6.- Peligros latentes del análisis estructural

Aunque es eficaz, la utilización del análisis estructural para determinar


objetivos terapéuticos y sugerir estrategias terapéuticas, presenta ciertos

33
peligros inherentes. Existe, por ejemplo, el riesgo de no tomar en cuenta
el proceso de desarrollo o todos los subsistemas posibles de la familia.
Existe también el peligro suplementario de asociarse y apoyar sólo a un
subsistema contra los otros.

Omisión del proceso de desarrollo. La omisión del proceso de desarrollo


de la familia y de su efecto sobre la estructura familiar constituye un
serio peligro.

Asociación y apoyo a un solo subsistema.


El tratamiento de sistemas en los que se tiene en cuenta sólo un
subsistema es frecuente, sin embargo, la ignorancia total de los otros
sub-sistemas es indeseable, antieconómica y en algunos casos ética o
humanamente incorrecta.42

3.7.- Desequilibrio en las transformaciones.

Desequilibrio en las transformaciones.Jay Haley señaló los riesgos de


constituir una asociación estrecha con un miembro de la familia,
señalando que si el terapeuta forma una coalición con un cónyuge contra
el otro en una sesión particular, debe repararlo pronto y reconstituir el
equilibrio uniéndose o aliándose con el otro1. En algunos casos, este tipo
de técnica de compensación puede ser útil, ya que el terapeuta puede
incrementar la flexibilidad de la familia y su capacidad de superar sus
conflictos ayudándola a alcanzar el equilibrio. En otros, sin embargo, las
técnicas de compensación no hacen más que cristalizar la rigidez de la
familia.

En un momento transicional particular de la terapia, el proceso parecerá


parcial. Aparentemente, el terapeuta ignorará la complejidad de la
dinámica individual, e incluso, puede parecer insensible ante las
necesidades de los miembros individuales de la familia. Sin embargo, el
proceso total de terapia revelará que el terapeuta mantiene un sentido de
contacto con los miembros de la familia de tal modo que éstos lo siguen
aunque lo consideren poco equitativo. El terapeuta debe prestar atención
a la dinámica de los miembros de la familia, apoyándolos y reforzando
algunos aspectos de su personalidad aunque los descalifique en otras
áreas. Todo terapeuta que no tenga la capacidad de proporcionar a la
familia un intenso sentido de respeto para cada uno de ellos como
individuos y de demostrarles su firme voluntad de cura, perderá a la
familia en el proceso de transformación.

En el proceso de ruptura del equilibrio la confianza de la familia en el


terapeuta es extremadamente importante. Cuando el terapeuta

42 Minuchin, Salvador; Familia y terapia Familiar

34
desequilibra un sistema familiar al asociarse con un miembro, los otros
miembros experimentan un stress. Su respuesta puede ser la de insistir
en la conservación del sistema. El terapeuta debe contrarrestarlo
incitando a los miembros de la familia en la dirección de los objetivos
terapéuticos mientras soportan las incertidumbres del período de
transición. Este movimiento es facilitado por la comprensión y apoyo del
terapeuta y por su confirmación de las necesidades experimentadas por
los miembros de la familia.

La forma en que el terapeuta usa a su persona en su apoyo a los


miembros de la familia constituye un recurso particularmente
importante en el trabajo con familias patológicamente aglutinadas. En
todas las familias aglutinadas, los procesos de diferenciación son
desalentados. A nivel patológico, la falta de diferenciación de la familia
determina que toda separación de su seno sea vivida como un acto de
traición. El sentido de pertenencia domina la experiencia vivencial, a
expensas de la experiencia de separación de sus miembros. Al
incorporarse a esta situación, el terapeuta actúa para deslindar los
circuitos psicológicos e interaccionales. Pero si intenta separar a un
miembro del sistema familiar, comprobará que el sistema atrae con
mayor fuerza que la suya.

Es imposible liberar a un miembro del sistema a menos que al mismo


tiempo se comprometa en un nivel diferente. Por ejemplo, si un niño,
como parte de una tríada rígida, se encuentra implicado en gran medida
en lo que concierne al subsistema conyugal e intimamente aliado con
uno de sus padres, un objetivo terapéutico podría consistir en bloquear
las pautas transaccionales rígidas evitando así la utilización del niño y el
refuerzo de sus síntomas. Una táctica, que también es un objetivo en sí
mismo, consistiría en integrar al niño en una posición gratificante en el
subsistema fraterno.43

En algunas ocasiones el entrelazamiento de separación e integración es


factible en el seno de la familia. Por ejemplo, cuando un niño se
encuentra en proceso de separación de una tríada rígida y de integración
al subsistema fraterno, el límite alrededor del subsistema conyugal
puede ser consolidado para fomentar la unión entre los esposos. En
otras ocasiones, el terapeuta puede verse obligado a recurrir a su
persona para facilitar el desprendimiento de la familia. Es posible
también introducir elementos extrafamiliares en el sistema, por ejemplo
estimulando a la madre a encontrar un trabajo que le proporcione
satisfacciones fuera de su familia, o introduciendo como "coterapeuta" a
un compañero adolescente para facilitar el movimiento de alejamiento de
un adolescente en dirección del mundo de sus iguales.

43 Minuchin, Salvador; Familia y terapia Familiar

35
El terapeuta debe controlar el impacto de la terapia y de las
circunstancias de la vida sobre la familia y estar dispuesto a
proporcionar ayuda. El cambio a través de la terapia, al igual que todo
otro cambio de la familia, se acompaña con tensión, y el sistema
terapéutico debe ser capaz de manejar estas circunstancias.

El desequilibrio producido por la introducción del terapeuta en el seno de


la familia y su acomodamiento a éste pueden ser útiles en sí mismos,
pero es posible que no siempre coincidan con los objetivos terapéuticos.

3.8.- Evolución en terapia.

Las experiencias de las personas se modifican a medida que sus


posiciones relativas se transforman. Pero se plantea el problema de hasta
qué punto la situación anterior de la familia se restablece cuando el
terapeuta deja de formar parte de la unidad y hasta qué punto se
mantienen las transformaciones. La familia acude a terapia solicitándole
solamente al terapeuta que alivie sus problemas actuales. Lo
sorprendente es que luego sus miembros permitan y asimilen las
intervenciones del terapeuta, sus cuestionamientos y su insistencia en el
cambio.

Como todos los terapeutas, el terapeuta de familia cuestiona la


percepción de la realidad de los pacientes. Le dice a un miembro de una
familia que sus experiencias son discutibles, ya que el terapeuta sabe
que la realidad es más compleja. Corroe la certeza de cada miembro de la
familia acerca de la validez de su experiencia. No se trata de una
confrontación técnica. En realidad, el terapeuta apoya a los miembros de
la familia, pero sugiere que más allá de lo que han percibido hay otra
cosa. En efecto, suele decir "si, pero..." o "si, y... 44.

Debe convencer a los miembros de la familia que sus indicaciones de "si,


pero" o "si, y..." derivan de sus propias naturalezas. Su posición de duda
debe apoyarse en señalamientos que los miembros de la familia
consideren correctos sobre la base de sus propias experiencias previas.
Aunque los cuestiona basándose en la consideración de que puede ver
más allá que ellos, debe ser capaz de aferrarse a posibilidades de
alternativas de experiencia, o a códigos alternativos, de los que los
miembros de la familia puedan disponer. Lo que plantea debe formar
parte del repertorio existente de los miembros de la familia.

SE HACE CAMINO AL ANDAR


El concepto de transformación se relaciona con evoluciones
considerables en el marco de la terapia que se producen a lo largo del

44 Minuchin, Salvador; Familia y terapia Familiar

36
tiempo. El terapeuta debe saber cómo proyectar esos objetivos. Pero
también debe saber cómo facilitar los pequeños movimientos que llevan a
la familia en dirección de estas metas. Debe ayudarlos de tal modo que
no se vean amenazados por dislocaciones considerables. La capacidad de
una personade pasar de una situación a otra depende del apoyo que
recibe: no se desplazará en la dirección de lo desconocido en una
situación de peligro. Por lo tanto, es vital proporcionarle sis- temas de
apoyo en el seno de la familia para facilitar el movimiento de una
posición a la siguiente.

El contacto terapéutico se produce en un nivel de proximidad


interpersonal dentro de un contexto especifico. Como lo escribió Antonio
Machado, "caminante no hay camino, se hace camino al andar". El
contenido de una sesión depende de muchos factores de idiosincrasia,
como el propio estilo de intercambio de la familia y la personalidad del
terapeuta. Por lo tanto, no es sorprendente que las descripciones tera-
péuticas, en un intento de generalización, discutan acerca de técnicas de
tratamiento en situación de aislamiento. Pero el contenido terapéutico se
relaciona en forma estrecha con la experiencia de la vida cotidiana de
una familia. La dinámica y la estructura de una familia se transmiten a
través del contenido de las comunicaciones entre sus miembros al igual
que a través del orden de esas comunicaciones.

El contenido de una sesión es influido también por el aporte del


terapeuta. Es posible que dos terapeutas logren básicamente los mismos
objetivos y tácticas en relación con una familia, aunque los medios para
alcanzar esos objetivos difieran en gran medida debido a que los estilos
de los terapeutas que, siendo el resultado de sus propias experiencias
vitales, son diferentes.45

La dinámica y la estructura de una familia se transmiten a través del


contenido de las comunicaciones entre sus miembros al igual que a
través del orden de esas comunicaciones.

Si el terapeuta no puede asociarse a la familia y establecer un sistema


terapéutico, la reestructuración no puede producirse y todo intento de
alcanzar los objetivos terapéuticos fracasará.

UNION Y ACOMODAMIENTO

Unión y acomodamiento son dos términos que describen el mismo


proceso. El primero se utiliza cuando se pone el acento en las acciones
del terapeuta tendientes directamente a relacionarse con los miembros
de la familia o con el sistema familiar. El acomodamiento se utiliza

45 Minuchin, Salvador; Familia y terapia Familiar

37
cuando se pone el acento sobre las adaptaciones del terapeuta tendientes
a lograr la alianza. Para aliarse a un sistema familiar, el terapeuta debe
aceptar la organización y estilo de la familia y fundirse con ellos. Debe
experimentar las pautas transaccionales de la familia y la fuerza de estas
pautas. Es decir que debe evaluar el dolor de un miembro de la familia
por ser excluido o utilizado como chivo emisario y su placer al ser
amado, al existir una dependencia en relación con él, o de otro modo, al
ser confirmado en el seno de la familia. El terapeuta reconoce el
predominio de determinados temas familiares y participa juntamente con
los miembros de la familia en su exploración. Debe seguir su camino de
la comunicación, descubriendo cuáles son los que están abiertos, cuáles
son los que están parcialmente cerrados y cuáles enteramente
bloqueados. Cuando traspasa los umbrales familiares, debe estar alerta
ante los mecanismos de estabilidad del sistema. Los choques de la
familia en relación con el terapeuta constituyen los factores que le
permiten conocer a la familia. Este proceso no puede ser unilateral: del
mismo modo que el terapeuta se acomoda para unirse a la familia, la
familia también debe acomodarse para unirse a él.

En las discusiones acerca de la terapia no se aborda con frecuencia las


operaciones de acomodación, ya que se las considera como algo obvio.
Aunque se la considera necesaria, el pegamento que une la familia y el
terapeuta a través de la terapia, es a menudo ignorada, mientras se
aborda los procesos más dramáticos de reestructuración. En algunas
ocasiones, la omisión es deliberada. Muchos terapeutas de familia
prefieren no analizar las técnicas de acomodación porque consideran que
son espontáneas y que con frecuencia permanecen fuera del campo de
conocimiento del terapeuta. Temen que el análisis de las técnicas de
acomodación del terapeuta puede inhibir su espontaneidad. 46

Aunque los mapas estructurales y el enfoque de "juego de ajedrez" que


utilizamos para describir la terapia transmiten la impresión de que el
terapeuta manipula marionetas desvalidas, la realidad de la terapia
familiar es totalmente distinta. Todo aquél que emprende una terapia
familiar se ve constantemente impresionado por la enorme dificultad que
existe para transformar un sistema familiar. La familia se modifica
solamente si el terapeuta ha logrado incorporarse al sistema de un modo
sintónico a éste. Debe acomodarse a la familia e intervenir de un modo
que la familia pueda aceptar. A diferencia del antropólogo, el terapeuta
intenta modificar la cultura a la que se une y dispone de las cualidades
requeridas para lograrlo. Pero sus metas, sus tácticas y estratagemas
dependen todas del proceso de unión.

En el desarrollo de la terapia, las intervenciones fundamentales del

46 Minuchin, Salvador; Familia y terapia Familiar

38
terapeuta intentan desplazar al sistema terapéutico en la dirección de las
metas terapéuticas. Pero el terapeuta también debe responder a los
elementos inmediatos de cada sesión. Estas respuestas inmediatas
pueden discrepar con las metas finales del tratamiento, debido a que una
reestructuración exitosa requiere a menudo el apoyo de las estructuras
que con el tiempo pueden verse cuestionadas. En efecto, la terapia es
calibrada en dos escalas temporales diferentes. El progreso de la familia
hacia las metas terapéuticas se evalúa como los movimientos a lo largo
de periodos de tiempo pr longados. La unión y el enfrentamiento de los
problemas inmediatos se evalúan como intercambios específicos que se
producen en una sesión particular. Es posible que las técnicas de unión
no siempre dirijan a la familia en la dirección de los objetivos
terapéuticos, pero son exitosas en la medida en que garanticen el retorno
de la familia a la sesión siguiente.

Mantenimiento. El mantenimiento se relaciona con la técnica de


acomodación de proporcionar un apoyo programado a la estructura
familiar, tal como el terapeuta la percibe y analiza. El sistema puede ser
mantenido en todos los niveles, desde la estructura familiar como un
todo hasta las caracterís- ticas de los miembros individuales.

Las operaciones de mantenimiento requieren a menudo la confirmación


activa y el apoyo de los subsistemas familiares. Un terapeuta reconoce la
posición ejecutiva de los padres en una familia cuando les dirige las
primeras preguntas, cuando respeta la necesidad de la familia de ser
contactada a través de aquél definido como conmutador central, o
cuando acepta temporariamente el etiquetamiento del paciente
identificado. Cuando el terapeuta acepta la definición de los cónyuges de
su complementaridad, disfruta abiertamente del humor de la familia o
expresa afecto hacia ellos, utiliza operaciones de mantenimiento.

El terapeuta apoya los subsistemas familiares cuando alienta a los


cónyuges a apoyarse mutuamente al encarar el subsistema adolescente.
También puede apoyar un subgrupo adolescente en un subsistema
fraterno amplio, recomendando a los hijos menores que no concurran a
determinadas sesiones o proporcionándoles juguetes apacibles para que
jueguen con ellos mientras habla con los demás.

Las operaciones de mantenimiento requieren a menudo que se ratifique y


apoye el potencial y la fuerza de un individuo, o se afiance la posición de
un miembro en la familia.

En los entrelazamientos de la terapia, las operaciones de mantenimiento


pueden desempeñar una función de reestructuración. Cuando el
terapeuta apoya a un subsistema, otras partes de la familia pueden verse

39
obligadas a reestructurarse o acomodarse a este apoyo. Si el terapeuta
apoya al cónyuge más débil, ello constituye un pedido de
reestructuración dirigido al más fuerte. Si se apoya al subsistema
parental, ello tendrá implicaciones reestructúrales para el subsistema
fraterno.

Rastreo. El rastreo constituye otra técnica de acomodación. El terapeuta


sigue el contenido de las comunicaciones y de la conducta de la familia y
los alienta para que continúen. Actúa como una púa que busca los
surcos en un disco. En su forma más simple, el rastreo significa el
planteamiento de preguntas que clarifiquen lo que está en juego, la
realización de comentarios aprobadores o el estimulo para la
amplificación de un punto. El terapeuta no cuestiona lo que se dice. Se
ubica a sí mismo como una parte interesada.

El parsimonioso "um-hum", la declaración que estimula la prosecución


de lo que se dice, la repetición de lo que una persona ha dicho, la
recompensa de una declaración mostrando interés y la pregunta que
requiere clarificaciones son modalidades tradicionales mediante las
cuales los terapeutas dinámicos y no directivos controlan la dirección y
el flujo de la comunicación. Una acción producida en una sesión dada
también puede rastrearse.

El rastreo fortalece a los miembros de la familia al estimular la


información. El terapeuta no inicia una acción: él conduce siguiendo.
Convalida a la familia tal como es, estimulando y aceptando sus
comunicaciones.

Como el mantenimiento, el rastreo puede utilizarse como una estrategia


de reestructuración.47

Mimetismo. El mimetismo es una operación humana universal. Una


madre que alimenta a su bebé con una cuchara comienza por abrir su
propia boca mientras intenta que el bebé abra la suya. Una persona que
habla a un tartamudo disminuye la fluidez de su habla y puede
comenzar a tartamudear. El amplio efecto del mimetismo se demuestra
por la tendencia de los niños adoptados a parecerse a sus padres
adoptivos.

Un terapeuta puede utilizar el mimetismo para acomodarse a un estilo


familiar y a sus modalidades afectivas.

El terapeuta puede poner el acento en ellas para mezclarse con la familia


en una operación mimética. Comunicaciones tales como: "me casé con

47 Minuchin, Salvador, Familia y terapia Familiar

40
una mujer violenta", "soy un estudiante del Talmud", "sé lo que quiere
decir ser pobre", "tengo dos hijos adolescentes", y "tenia una tia como
esa", favorecen el sentido de parentesco, señalando que tanto el
terapeuta como los miembros de la familia son, antes que nada, seres
humanos.

Al igual que otros procesos de acomodación, las operaciones miméticas


pueden ser utilizadas con fines de reestructuración.
Los procesos de acomodación y reestructuración están entrelazados; la
separación de ambos constituye un recurso pedagógico. Pero sólo
cuando los procesos de acomodación, que incorporan la humanidad y la
capacidad artística del encuentro terapéutico, son diferenciados, es
posible estudiarlos y enseñarlos. El terapeuta, entonces, puede analizar
su capacidad para acomodarse, de tal modo que aumente sus límites
afectivos y desarrolle sus capacidades.

DIAGNOSTICO
En terapia familiar, el diagnóstico es la hipótesis de trabajo que el
terapeuta desarrolla a partir de sus experiencias y observaciones
relacionadas con su proceso de unión con la familia. Este tipo de
evaluación, con su foco interpersonal, difiere radicalmente del proceso
habitualmente designado como diagnóstico en la terminología
psiquiátrica. Un diagnóstico psiquiátrico requiere la recopilación de
datos de o acerca de el paciente y la atribución de un rótulo al complejo
de infor- mación así reunido. Un diagnóstico familiar, por su parte, re-
quiere la acomodación del terapeuta a la familia para formar un sistema
terapéutico seguido por su evaluación de sus experiencias de la
interacción de la familia en el presente.48

El enfoque de la familia en relación con su problema se orienta por lo


general hacia el individuo y hacia el pasado. La familia llega a terapia
debido al sufrimiento o anomalía de un miembro, el paciente
identificado. El objetivo de sus miembros consiste en que el terapeuta
cambie al paciente identificado. Pretenden que el terapeuta cambie la
situación sinmodificar sus pautas transaccionales habituales. En efecto,
la familia requiere un retorno a la situación tal como era an- tes de que
los síntomas del paciente identificado llegasen a ser imposibles de
manejar.

El terapeuta, sin embargo, considera al paciente identificado


simplemente como el miembro de la familia que expresa, del modo más
visible, un problema que afecta al sistema en su totalidad. Ello no

48 Van Der Horst, Ana Teresa. (2013). En sus anotaciones para la clase de “La Familia como
Sistema”.

41
significa que el paciente identificado sea irrelevante a la terapia.

Requerirá una atención particular. Pero la familia en su totalidad debe


ser el blanco de las interven- ciones terapéuticas. Un objetivo del proceso
de diagnóstico consiste en ampliar la conceptualización del problema. El
foco individual mediante el cual la familia ha conceptualizado y encarado
el problema debe ser ampliado para incluir las transacciones de la
familia en su contexto habitual.

Al evaluar las transacciones de la familia, el terapeuta se concentra en


seis áreas fundamentales: en primer lugar, con- sidera la estructura de
la familia, sus pautas transaccionales preferibles y las alternativas
disponibles. En segundo lugar, evalúa la flexibilidad del sistema y su
capacidad de elaboración y reestructuración, tal como lo revela la
modificación de las alianzas y coaliciones del sistema y de los
subsistemas en respuesta a las circunstancias cambiantes.

En tercer lugar, el terapeuta examina la resonancia del sistema familiar,


su sensibilidad ante las acciones individuales de los miembros. Todas las
familias ocupan un lugar determinado en una escala entre el
aglutinamiento, o una sensibi- lidad tan extrema a las intervenciones de
cada uno de sus miembros que el umbral para la activación de los
mecanismos de estabilidad es inadecuadamente bajo, y el desligamiento,
o una sensibilidad tan reducida a las intervenciones de sus miembros
que el umbral para la activación de los mecanismos de estabilidad es
inadecuadamente alto.

En cuarto lugar, el terapeuta examina el contexto de vida de la familia,


analizando las fuentes de apoyo y de stress en la ecología de la familia.
En quinto lugar, examina el estadio de desarrollo de la familia y su
rendimiento en las tareas apropiadas a este estadio. Y, en sexto lugar,
explora las formas en que los síntomas del paciente identificado son
utilizados para el mantenimiento de las pautas preferidas por la familia.
El diagnóstico en la terapia familiar se logra a través del proceso
interaccional de unión. La estructura de la familia, el grado de
flexibilidad inherente a ella, la resonancia del sistema y la posición del
paciente identificado son, todos, entes invisibles que sólo pueden
percibirse a través de la acomodación del terapeuta a ellos y su
exploración del sistema. El diagnóstico de la familia aparece en el mapa
familiar. Sin embargo, como este mapa se relaciona intimamente con las
características de la idiosincrasia tanto del terapeuta como de la familia,
el diagnóstico incluye también el modo en que la familia res- ponde al
terapeuta.

El contenido de las comunicaciones de una familia a un terapeuta, en

42
particular en un comienzo, está por lo general cuidadosamente
organizado y, a menudo, ha asumido un carácter rígido debido a las
frecuentes repeticiones. Se trata de una versión oficial de los
acontecimientos, que proporciona una información mínima al terapeuta.
El material que el terapeuta extrae cuando se asocia con la familia se
encuentra bajo un control cognitivo menor y, por lo general, sometido a
una menor vigilancia, proporcionando un atisbo de las pautas
transaccionales subyacentes.

En cierto sentido, el diagnóstico interaccional se logra a través del


proceso de recopilar diferentes clases de información. Organizado en una
secuencia lógica en términos de sig- nificación del material presentado,
lo que las personas dicen es importante. También lo son las
comunicaciones no verbales, como el tono de voz o las vacilaciones
frecuentes. El orden de las observaciones permite también obtener un
material adicional: quién habla y a quien y cuándo. Luego el estimulo del
terapeuta proporciona información acerca de pautas transaccionales
alternativas, que señalan la flexibilidad de la organización familiar
cuando ésta se moviliza en el contexto de la sesión terapéutica.

El impacto del terapeuta sobre la familia forma parte del diagnóstico. La


introducción del terapeuta constituye en si misma una intervención
masiva. El terapeuta de familia debe reconocer su influencia en el cuadro
presentado por la familia. No puede observar a la familia y realizar un
diagnóstico desde "afuera".

El diagnóstico interaccional se modifica constantemente a medida que la


familia asimila al terapeuta, se acomoda a él, y reestructura o resiste las
intervenciones reestructurantes. Esta es otra diferencia entre este tipo de
diagnóstico y el diagnós- tico psiquiátrico standard. Un diagnóstico
individual es un rótulo estático, que pone el acento sobre las
características psicológicas más notables del individuo e implica que
ellas resisten a los cambios en el contexto social. En la terapia de familia,
se considera que los individuos y las familias se relacionan y cambian de
acuerdo con su contexto social. La ventaja de un diagnóstico evolutivo
relacionado con el contexto consiste en el hecho de que proporciona
aperturas para la intervención terapéutica. El diagnóstico y la terapia se
hacen inseparables.

Este tipo de diagnóstico es también inseparable de la prognosis. La


determinación de los intercambios de la familia después de la asociación
de la familia con el terapeuta revela pautas transaccionales alternativas
que pueden identificarse como significativas en el crecimiento
terapéutico. Todo tipo de diagnóstico es, simplemente, una forma de
disponer datos. El terapeuta de familia tiene la ventaja de trabajar con el

43
concepto de un sistema de personas interconectadas que se influyen
mutuamente. Por lo tanto, si su disposición de los datos lo lleva a un
problema insoluble, busca un ángulo diferente relacionado con los
mismos fenómenos complejos.

Un elemento esencial de la formación de un sistema terapéutico está


constituido por el acuerdo en relación con un contrato terapéutico. La
familia desea que el problema que presenta sea resuelto sin
interferencias con sus pautas transac- cionales preferidas. Pero el
cambio del paciente identificado dependerá probablemente de la
transformación de la familia. El terapeuta de familia desarrolla el foco del
problema para in- cluir las interacciones familiares, y en la mayor parte
de los casos algunos aspectos de las interacciones familiares se
convertirán en objetivos de la terapia. Consecuentemente, la familia y el
terapeuta deben lograr un acuerdo en lo que concierne a la naturaleza
del problema y los objetivos del cambio. Es posible que las características
de este contrato no estén definidas con claridad, pero, de todas maneras,
debe estar presente. En un primer momento y de ser necesario, puede
Ser muy limitado, pero se desarrollará y cambiará con el tiempo. Al igual
que el diagnóstico, evoluciona a medida que la terapia progresa.

El contrato plantea una promesa de ayuda para la familia con el


problema que ha traído a terapia.

El contrato terapéutico también explícita la logística de la terapia. El


tratamiento puede realizarse en el consultorio, en la casa, en la escuela,
puede desplazarse de un lugar a otro. El terapeuta puede restringirse a
los problemas intrafamilia- res o puede ayudar a la familia en sus
dificultades con otras instancias. El contrato terapéutico especifica la
frecuencia de las sesiones, y durante cuánto tiempo se extenderán.
Todos estos términos pueden modificarse a medida que la terapia
evoluciona, pero desde el comienzo se debe alcanzar un cierto grado de
comprensión.49

UNION CON LOS SUBSISTEMAS


En general, la unión con un subsistema constituye una intervención
reestructurante, debido a que otros miembros de la familia deben
reagruparse para absorber el impacto de la alianza del poderoso
terapeuta con otro subsistema. Sin em- bargo, la técnica depende
también de la habilidad del terapeuta en lo que concierne al
acomodamiento y al reaseguro de los miembros de la familia.

Cuando el terapeuta trabaja con una familia, se asocia a los diferentes


subsistemas en diferentes formas, acomodándose a las pautas de

49 Minuchi, Salvador; Familia y terapia Familiar.

44
intercambio internas de cada uno, a su estilo, afecto y lenguaje. Por
ejemplo el lenguaje, necesidades y sentimientos de los adolescentes son
muy diferentes de los de los niños más pequeños.

La utilización de diferentes subsistemas familiares puede ser una técnica


útil. Algunos terapeutas de familia sostienen que el tratamiento debe
realizarse en presencia de todos los miembros de la familia, para poder
lograr asi comunicaciones abiertas. El trabajo exclusivamente en
presencia de todos los miembros de la familia inhibirá sin duda el
despliegue de los se- cretos y fantasmas familiares, pero en algunas
circunstancias el trabajo con subsistemas separados constituye un
recurso reestructurador sumamente útil. En las familias sumamente
aglutinadas, por ejemplo, la debilidad de los limites de un siste- ma con
elevada resonancia es patogénico. En la familia con puertas abiertas, la
reestructuración se basó en la definición de claros límites alrededor de
los diferentes subsistemas.
Cuando la terapia se inicia, el terapeuta invita a todos los miembros de
un hogar a concurrir a las sesiones. Si sabe que se trata de una familia
extensa, incluye a los abuelos. Si hay algún otro adulto relacionado en
forma significativa con una familia en la que existe sólo una figura
paterna, intenta establecer contacto con esa persona. Solicita a la familia
que acu- da con todos los hijos, incluyendo a los más pequeños, a las
sesiones iniciales. Sus observaciones de toda la familia ayu- dan al
terapeuta a identificar los diferentes modos en que los diferentes
miembros de la familia participan en el mantenimiento de pautas
transaccionales disfuncionales. También proporciona elementos para
evaluar el poder relativo de los diferentes miembros de la familia para
efectuar o para resistir cambios en el seno de la familia. Disponiendo de
estas observacioncs, el terapeuta puede contactar estratégicamente con
determinados subsistemas familiares, excluyendo otros.

La inclusión y la exclusión de los miembros de la familia en la unidad


terapéutica en curso constituyen una estrategia sumamente útil para
explorar la forma en que funcionan los subsistemas en contextos
cambiantes.

En el caso de algunas familias, el terapeuta trabaja siempre con el grupo


total. En otras, selecciona al grupo que en su opinión es el más
adecuado, alternando con diferentes gru- pos en función de la dinámica
en curso. En general, el tera- peuta debe proteger la intimidad de los
cónyuges de la intrusión. Cuando trabaja con familias con hijos
adolescentes, el terapeuta puede realizar sesiones individuales con cada
adolescente, lo que le permite explorar desenlaces posibles en forma
autónoma y establecer una relación con un adulto extrafamiliar
significativo, lo que no sería posible dentro del marco del grupo familiar

45
total.
El trabajo con diferentes segmentos de la familia puede ser una técnica
reestructurante. Por ejemplo, el terapeuta puede dividir a los miembros
de una coalición. Puede ver a dos miembros de una familia que han
formado una coalición es- table en el transcurso de varias sesiones sin la
presencia del miembro al que han enfrentado, desarrollando así una
relación que no requiere una coalición contra nadie.

En algunos casos, la actividad de un miembro inadecuadamente central


de la familia puede ser cercenada en el marco de una sesión. El
terapeuta puede bloquear su acción poniendo el acento en su propia
actividad. Puede enviar al miembro central fuera de la habitación para
que observe la sesión de- trás de un vidrio con visión unilateral. O,
simplemente, puede aumentar la distancia entre este miembro y el resto
de la familia cambiando la disposición de los asientos de tal modo que su
participación se vea limitada. Es posible, entonces, que los procesos que
en otras circunstancias hubiesen permanecido ocultos aparezcan.familia,
asociándose a un subsistema de la familia y excluyendo a otros en el
transcurso de las sesiones realizadas con la familia en su totalidad. Por
ejemplo, puede crear circuitos geográficos que facilitan la comunicación
sólo entre algunos miembros de la familia. Todas estas intervenciones en
subsistemas son útiles también como exploraciones dentro del marco del
proceso de diagnóstico.

UNION Y REESTRUCTURACIÓN

La separación entre unión y reestructuración constituye una distinción


artificial, que no caracteriza al despliegue natural de la terapia. La
unidad terapéutica se encuentra en continuo movimiento, y el proceso de
"unión, exploración, observación, elaboración de un. contrato terapéutico
y producción del cambio se produce constantemente en una secuencia
en caleidoscopio.

El entrelazado que existe entre el acomodamiento y la re- estructuración


es interesante y complejo. Incluso, es posible clasificar a los terapeutas
de familia de acuerdo con su utilización confesa de las operaciones de
acomodación y reestructuración.50

En el enfoque "estructural, se considera que ambos tipos de operación


son esenciales para la terapia. Los procesos de acomodación son
operaciones específicas, mediante las cuales el terapeuta logra un
conocimiento subjetivo de las modalida- des de intercambio de la familia
y se ubica a sí mismo como el líder del sistema terapéutico. Las
operaciones reestructurantes, que pueden incluir la realización de tarcas

50 Minuchin, Salvado; Familia y terapia Familiar

46
en el hogar fuera de la presencia del terapeuta, requieren cambios espe-
cíficos en la organización familiar. El terapeuta oscila entre la posición de
compromiso típica del enfoque existencial y la posición desligada del
experto. Sin embargo, todas estas escuelas representan en mayor medida
una postura teórica que una conducta real del terapeuta. Esa conducta
puede diferir en gran medida de la posición teórica manifiesta del
terapeuta.

LA REESTRUCTURACIÓN DE LA FAMILIA

Las operaciones de reestructuración son las intervenciones terapéuticas


que una familia debe enfrentar en el intento de lograr un cambio
terapéutico. Se distinguen de las operacio- nes de unión por el desafío
que plantean. Las operaciones de unión no constituyen un desafío;
disminuyen la distancia en- tre el terapeuta y la familia, ayudando al
terapeuta a mezclarse con la familia ya que juntos participan en los
acontecimientos de la sesión terapéutica.
Sin embargo, las operaciones de reestructuración y de unión son
interdependientes. La terapia no puede lograrse sin la unión, pero ésta
no tendrá éxito sin la reestructuración. A menudo resulta dificultoso
distinguir entre ambas: la unión, en efecto, puede utilizarse como una
técnica reestructurante. Pero cuando una operación de unión es
utilizada con fines de reestructuración, no se lo hace enfrentando a la
familia.

Al utilizar operaciones de unión con fines de reestructuración, el


terapeuta utiliza el propio movimiento de la familiapara impulsarla en la
dirección de las metas terapéuticas.

Las operaciones de reestructuración constituyen los aspectos


descollantes de la terapia. Son las intervenciones dramáticas que crean
movimiento hacia las metas terapéuticas. Pero dependen para su éxito de
una unidad terapéutica que esté firmemente establecida. Cuando la
unidad terapéutica está sólidamente constituida, las operaciones de
reestructuración deben proyectarse de tal modo que permitan períodos
de consolidación y de reagrupamiento a medida que la familia cambia.

Cuando el terapeuta se une a la familia, debe encarar dos tareas


fundamentales. Debe acomodarse a la familia, pero también debe
mantenerse en una posición de liderazgo dentro de la unidad
terapéutica. Debe resistir su absorción dentro del sistema familiar. Debe
adaptarse en grado suficiente a la organización familiar para ser capaz
de incorporarse a ella, pero también debe conservar la libertad de
intervenir de un modo que cuestione la organización de la familia,
obligando a sus miembros a acomodarse a él de un modo que facilitará el

47
movimiento en dirección de los objetivos terapéuticos.

Sólo a partir de una posición de liderazgo el terapeuta puede mantener


sus posibilidades de maniobras terapéuticas y su libertad para
manipularse a sí mismo y para manipular a la familia. Cuando se la
aplica a la terapia, la palabra "manipulación" plantea problemas, debido
a su connotación negati- va. Pero las familias acuden a terapia debido a
que sufren y ne- cesitan ayuda.

Las familias con esquemas disfuncionales crónicos sólo pueden ser


ayudadas si se modifican esos esquemas. El sufrimiento puede ser
reducido sólo cuando el funcionamiento de la familia mejora. La tarca del
terapeuta consiste en manipular el sistema familiar para lograr el cambio
buscado. Debe ser capaz de realizar juntamente con la familia opera-
ciones que faciliten la evolución. El contrato terapéutico debe reconocer
la posición del terapeuta como un experto en la manipulación
experimental social.

Existen por lo menos siete categorías de operaciones reestructurantes: el


captar las pautas transaccionales de la familia, el señalamiento de los
límites, el acrecentamiento del stress, la asignación de tareas, la
utilización de los síntomas, la manipulación del humor y el apoyo,
educación o guía. Esta lista no es en absoluto exhaustiva, y no abarca
las múltiples variaciones determinadas por el estilo individual de los
terapeutas y de las familias-clientes. Todo terapeuta prefiere al- gunas
técnicas en mayor medida que otras, y las utiliza de diferentes maneras,
de acuerdo con su propia personalidad y recursos, así como los de cada
familia que trata.51

CAPTAR LAS PAUTAS TRANSACCIONALES DE LA FAMILIA.

Aunque el terapeuta debe mantener su posición de lideraz- go, debe


evitar el peligro de su posición, es decir el riesgo de centralizar en exceso
el desarrollo sobre su persona.

Si el terapeuta no controla esta tendencia, la sesión puede desarrollarse


de modo en el que él ocupe siempre la posición central, aunque
permanezca en silencio. Todo puede dirigirse a él y modificarse en
consecuencia. Es posible que se vea así implicado en diadas sucesivas,
incapaz de desligarse para poder observar. Como consecuencia de ello, la
sesión puede ser dirigida de acuerdo con sus propias suposiciones y pre-
sentimientos. O puede seguir las direcciones fijadas por el miembro de la
familia más activo en el contexto de la sesión terapéutica. Las
transacciones que así se suscitan pueden ser muy diferentes de las

51 Minuchin, Salvador; Familia y terapia Familiar

48
transacciones normales de la familia.

Otro peligro es el de que la sesión se restrinja a las descripciones de la


familia, debido a que las pautas transaccionales reales de una familia
pueden ser totalmente desconocidas por ella. Pueden describir en forma
escrupulosa el modo en que consideran (pie se relacionan enjre sí, sin
comprender que sus pautas transaccionales son, en realidad, totalmente
distintas. Para obtener una descripción verdadera, el terapeuta debe ir
más allá de la autodescripción verbal de la familia.

Consecuentemente, el terapeuta permanece vigilante ante los indicios no


verbales que confirman o contradicen lo que la familia le dice. Toda
comunicación es siempre reforzada, calificada o negada por el contexto
interpersonal de la transacción.

Dramatización de las pautas transaccionales. Puede ser su- mamente útil


que la familia actúe en lugar de describir. El terapeuta sólo puede
recoger datos limitados a partir de las descripciones de la familia. Para
ampliarlos, debe incitarlos para que actúen en su presencia en alguna de
las formas en las que naturalmente resuelven conflictos, se apoyan
mutuamente, forman alianzas y coaliciones o propagan stress.

Sólo entonces puede comenzar a comprender la estructura familiar que


subyace a la conducta idiosincrásica de sus miembros.

Recreación de los canales de comunicación. Es relativamente fácil


provocar diálogos. El terapeuta puede prestar oídos a una situación en la
que un miembro de la familia habla acerca de la conducta de otro
miembro y dirigir al hablante para que hable con el otro miembro en
lugar de acerca suyo. Sin embargo, este proceso puede verse bloqueado
por una familia que insiste en utilizar al terapeuta como escucha.

El terapeuta debe disponer de un cierto número de técnicas para


estimular la comunicación intrafamiliar en la sesión. Puede insistir para
que las personas hablen entre sí. Puede evitar mirar a alguien, clavando
su mirada en un objeto. Puede dar vuelta su silla. Puede negarse a
responder cuando se dirigen a él, señalando simplemente a otro miembro
de la familia con un gesto. Puede incluso abandonar la habitación para
observar a la familia tras un vidrio de visión unilateral. Después de
utilizar estas técnicas un cierto número de veces, los miem- bros de la
familia aceptarán que tienen que hablar entre sí como regla del sistema
terapéutico.

Manipulación del espacio. La redistribución geográfica constituye otra


técnica para dramatizar las descripciones de la familia. La ubicación

49
puede constituir una metáfora para intimidad o distancia entre las
personas.

Cuando una familia acude a la primera sesión, la forma en que se ubica


puede proporcionar indicios acerca de las alianzas y coaliciones,
centralidad y aislamiento.
La ubicación puede también constituir una técnica para es- timular el
diálogo.

La ubicación puede constituir un modo efectivo de trabajar con los


límites. Si el terapeuta desea crear o consolidar un límite, puede
conducir a los miembros de un subsistema al centro de la habitación y
ubicar a otros miembros de la fa- milia de espaldas, de tal modo que
puedan observar pero no interrumpir. Si desea bloquear el contacto entre
dos miembros, puede separarlos o ubicarse entre ellos y actuar como
men- sajero. La manipulación espacial posee el poder de lo simple. Su
elocuencia gráfica esclarece el mensaje del terapeuta.

SEÑALAMIENTO DE LOS LIMITES

Para desenvolverse en forma saludable, la familia debe proteger la


integridad del sistema total y la autonomía funcional de sus partes. Cada
miembro de la familia y cada subsistema familiar debe negociar la
autonomía e interdependencia de su circuito psicodinámico.

El terapeuta de familia intenta ayudar a ésta a crear el intercambio


flexible entre autonomía e interdependencia que promoverá con mayor
eficacia el desarrollo psicosocial de sus miembros. La independencia no
constituye el objetivo per se. La connotación peyorativa del concepto de
dependencia en la teoría psicodinámica individual no se aplica en la
terapia familiar, que reconoce la interdependencia de todos los sistemas.
El objetivo es el de lograr un grado correcto de permeabilidad de límites.

Límites de los subsistemas. Los límites del subsistema conyugal deben


ser lo suficientemente claros para proteger a la pareja de la intrusión por
parte de los niños o de otros miembros adultos de la familia extensa.
Además, la familia debe poseer un subsistema ejecutivo que pueda tomar
decisiones, en particular en lo concerniente a la educación de los niños.
Por lo general los padres forman este subsistema. El subsistema parental
debe tener autoridad. 52

52 Van Der Horst, Ana Teresa. (2013). En sus anotaciones para la clase de “La Familia como
Sistema”.

50
El subsistema fraterno también necesita un límite protector de tal modo
que pueda desempeñar sus funciones de ofrecer a los niños la
oportunidad de aprender cooperación, com- petición, formas de evitación
o capitulación, como ganar o perder un aliado y otras condiciones
requeridas para vivir con iguales. Los padres deben respetar esta
oportunidad de crecimiento sin su ayuda o interferencia.

La tríada rígida plantea problemas especiales para delimitar límites.


Cuando una pauta transaccional transgeneracional, que habitualmente
incluye a los padres y a un hijo, queda encerrada dentro de límites
rígidos da lugar a pautas transaccionales. El terapeuta debe trabajar
para trazar nuevos límites; para ello, debe fortalecer el límite del
subsistema conyugal para que los cónyuges puedan tratar sus
problemas sin implicar a un tercer miembro.

Cuando los límites alrededor de un subsistema son consolidados,


elfuncionamiento de este subsistema mejorará. Surgirán así procesos
que no podían manifestarse cuando otros miembros de la familia se
inmiscuían.

En algunas familias las separaciones más netas son necesarias o útiles.


Un sistema puede ser más conflictivo a medida que el número de sus
miembros aumenta.

En el transcurso de un período agudo de stress familiar los breves


períodos de hospitalización pueden constituir no sólo un paliativo
necesario sino también una parte esencial del proceso de cambio de la
familia como sistema.

El terapeuta puede imponer límites trabajando selectivamente con


diferentes subsistemas de una familia. Inicia el trabajo entrevistando a
todos los miembros de una familia nuclear, pero, a medida que establece
un mapa familiar, es posible que distinga un área en la que sería útil
aumentar o disminuir el número de miembros de la unidad terapéutica.
En algunas familias, puede ser importante trabajar con miembros
importantes de la familia extensa. En algunas ocasiones, los padres
pueden seleccionar a los miembros que participarán en una sesión. En
determinadas familias, la selección de subgrupos es determinada por la
dinámica reestructurante.

El terapeuta trabaja siempre con su mapa de la familia total presente en


su mente. Aun cuando trabaja en forma intensiva con un subgrupo, su
meta es la reestructuración total de la familia.

51
INTENSIFICACIÓN DEL STRESS

Las familias que acuden a tratamiento han desarrollado habitualmente


pautas transaccionales disfuncionales para enfrentar el stress. El
paciente identificado se encuentra en el centro de estas pautas. A
menudo la familia es poco flexible, incapaz de recurrir a formas de
relación diferentes. El terapeuta que se une a ellos en el sistema
terapéutico debe explorar todas las conductas alternativas que la
organización familiar puede permitir. Debe experimentar e indagar tanto
la flexibilidad del sistema familiar como su capacidad de reestructurarse
y crecer con su ayuda.

La habilidad del terapeuta para producir stresses en diferentes partes del


sistema familiar le proporcionará a él, y en algunos casos a los propios
miembros de la familia, un indicio acerca de la capacidad de la familia
para reestructurarse cuando las circunstancias cambian.

Bloqueo de pautas transaccionales. La maniobra más simple a la que un


terapeuta puede recurrir para producir stress consiste en obstruir el
flujo de comunicación a lo largo de sus canales habituales.

Acentuación de las diferencias. El terapeuta puede producir stress al


señalar diferencias que la familia ha escamoteado.

Desarrollo del conflicto implícito. Los métodos de una familia para evitar
un conflicto operan en forma rápida y automática. Un niño puede
tornarse explosivo o presentar otros síntomas si sus padres comienzan a
vivir conflictos en forma abierta. El terapeuta intenta destruir el
mecanismo disfuncional de evitación de los conflictos rompiendo la rígida
tríada, bloqueando la interferencia del niño en el conflicto parental.

Unión en alianza o coalición. El terapeuta puede provocar un stress


uniéndose en forma temporaria a un miembro o subsistema de la familia.
También puede unirse a los diferentes miembros de la familia en forma
sucesiva. En este caso, se alia a un miembro y pelea junto a él y luego
cambia, distribuyendo sus favores en forma equitativa y desarrollando
stress sucesivos en diferentes partes del sistema familiar.

El objetivo último del terapeuta consiste en beneficiar a la totalidad de la


familia, y la familia debe percibirlo en todo momento. Si forma una
coalición contra determinados miembros, estos deben saber que este
paso es temporario y que, por sobre todo, él está aliado a toda familia en
el sistema terapéutico.

52
ASIGNACIÓN DE TAREAS.

Las tareas crean un marco en cuyo seno los miembros de la familia


deben desenvolverse.

Dentro de la sesión. Las tareas asignadas dentro de una sesión pueden


señalar simplemente cómo y a quién los miembros de la familia deberían
dirigirse.

Las tareas pueden relacionarse con la manipulación del es- pacio. El


terapeuta puede decir: "Quiero que de vuelta la silla, así no puede ver las
señales de su madre".

Las tareas pueden utilizarse para dramatizar las transacciones de la


familia y sugerir cambios.

Al asignar tareas dentro de la sesión, el terapeuta subraya su posición


como el que fija las reglas. Es él quien determina las reglas de conducta
dentro de la sesión terapéutica.

Deberes. El terapeuta puede también asignar tareas para el hogar.


Cuando la familia responde realizando la tarea que él asignó, están
llevando realmente al terapeuta a su hogar. Este se convierte en el
hacedor de las reglas más allá de la estructura de la sesión terapéuta 53

53Minuchin, Salvador; Familia y terapia Familiar

53

You might also like