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Letras, letrillas,

El ogro filantrópico
por Octavio Paz

Adspice sim quentus! Non est hoc Stalin, un Himmler o un Yéjov, nos asom- nes y descripciones proféticas- sólo
corpore major Jupiter in coelo bran no sólo por sus crímenes sino por su hasta hace poco ha renacido la crítica
Ovidio (Met XIII) mediocridad. Su insignificancia intelec- del poder y del Estado. Pienso sobre to-
tual confirma el veredicto de Hannah do en Francia, Alemania y Estados Uni-
Arendt sobre la “banalidad del mal”.
L osdesarrollo
liberales creían que, gracias al
de la libre empresa, El Estado moderno es una máquina
dos. En América Latina el interés por el
Estado es mucho menor. Nuestros es-
florecería la sociedad civil y, simultá- pero es una máquina que se reproduce tudiosos siguen obsesionados con el
neamente, la función del Estado se re- sin cesar. En los países de Occidente, tema de la dependencia y el subdesa-
duciría a la de simple supervisor de la lejos de ser la dimensión política del rrollo. Cierto, nuestra situación es dis-
evolución espontánea de la humanidad. sistema capitalista, una superestructu- tinta. Las sociedades latinoamericanas
Los marxistas, con mayor optimismo, ra, es el modelo de las organizaciones son la imagen misma de la extrañeza:
pensaban que el siglo de la aparición económicas; las grandes empresas y en ellas se yuxtaponen la Contrarrefor-
del socialismo sería también el de la de- negocios, a imitación suya, tienden a ma y el liberalismo, la hacienda y la in-
saparición del Estado. Esperanzas y convertirse en Estados e imperios más dustria, el analfabeto y el literato cos-
profecías evaporadas: el Estado del si- poderosos que muchas naciones. En los mopolita, el cacique y el banquero. Pero
glo XX se ha revelado como una fuerza últimos cincuenta años hemos asistido la extrañeza de nuestras sociedades no
más poderosa que la de los antiguos no a la esperada socialización del capi- debe ser un obstáculo para estudiar al
imperios y como un amo más terrible talismo sino a su paulatina pero irresis- Estado latinoamericano que es, preci-
que los viejos tiranos y déspotas. Un tible burocratización. Las grandes com- samente, una de nuestras peculiarida-
amo sin rostro, desalmado y que obra pañías transnacionales prefiguran ya un des mayores. Por una parte, es el here-
no como un demonio sino como una capitalismo burocrático. Frente a ellas. dero del régimen patrimonial español;
máquina. Los teólogos y los moralistas las burocracias totalitarias del Este eu- por la otra, es la palanca de la moderni-
habían concebido al mal como una ex- ropeo. Allá el proceso ha sido más rápi- zación. Su realidad es ambigua. contra-
cepción y una transgresión, una man- do y feroz. La sociedad civil ha desapa- dictoria y, en cierto modo, fascinante.
cha en la universalidad y transparencia recido casi enteramente: fuera del Es- Las páginas que siguen, escritas sobre
del ser. Para la tradición filosófica de tado no hay nada ni nadie. Sorprenden- el caso que mejor conozco: el de Méxi-
Occidente, salvo para las corrientes te inversión de valores que habría estre- co, son el resultado de esa fascinación.
maniqueas, el mal carecía de substan- mecido al mismo Nietzsche: el Estado Apenas si debo advertir a los suspica-
cia y no podía definirse sino como falta. es el ser y la excepción, la irregularidad ces que mis opiniones no son una teoría
es decir, como carencia de ser. En sen- y aún la simple individualidad son for- sino un puñado de reflexiones.
tido estricto no había mal sino malos: mas del mal, es decir, de la nada. El La primera evidencia: el Estado
excepciones, casos particulares. El Es- campo de concentración. que reduce al creado por la Revolución Mexicana es
tado del siglo XX invierte la proposi- prisionero a un no-ser, es la expresión más fuerte que el del siglo XIX. En esto.
ción: el mal conquista al fin la universa- política de la ontología implícita en las como en tantas otras cosas, los revolu-
lidad y se presenta con la máscara del ideocracias totalitarias. cionarios no sólo han mostrado una de-
ser. Sólo que a medida que crece el A pesar de la omnipresencia y omni- cidida inclinación tradicionalista sino
mal, se empequeñecen los malvados. potencia del Estado del siglo XX -a pe- que han sido infieles a aquellos que re-
Ya no son seres de excepción sino es- sar también del antecedente de la tradi- conocen como sus antecesores: los li-
pejos de la normalidad. Un Hitler o un ción anarquista, tan rica en adivinacio- berales de 1857. Salvo durante los in-
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terrenos de anarquía y guerra civil, los sen en acudir a la fuerza para dirimir sus tes obreros. Por último, no contento
mexicanos hemos vivido a la sombra de diferencias. Así nació la plaga del mili- con impulsar y, en cierto sentido, mo-
gobiernos alternativamente despóticos tarismo: la espada fue la respuesta a la delar a su imagen al sector capitalista y
o paternales pero siempre fuertes: el debilidad del Estado y al poderío de las al obrero, el Estado postrrevolucionario
rey-sacerdote azteca, el virrey, el dicta- facciones. ¿Por qué era débil el Estado completó su evolución con la creación
dor, el señor presidente. La excepción mexicano? La debilidad, dice Pereyra, de dos burocracias paralelas. La prime-
es el corto período que Cosío Villegas Ila- era una consecuencia de la pobreza. ra está compuesta por administradores
ma la República Restaurada y durante Aclaro: no pobreza del país sino del po- y tecnócratas; constituye el personal
el cual los liberales trataron de limar las der político. El Estado era pobre frente a gubernamental y es la heredera históri-
garras del Estado heredado de Nueva una Iglesia dueña de la mitad del país y ca de la burocracia novohispana y de la
España. Esas garras se llamaban (se Ila- una clase de propietarios y hacendados porfirista. Es la mente y el brazo de la
man): burocracia y ejército. Los libera- inmensamente ricos. ¿Cómo someter a modernización. La segunda está forma-
les querían una sociedad fuerte y un Es- los obispos y cómo lograr que prevale- da por profesionales de la política y es
tado débil. Tentativa ejemplar que ciera la ley en una sociedad donde cada la que dirige. en sus diversos niveles y
pronto fracasó: Porfirio Díaz invirtió los jefe de familia se sentía un monarca? escalones, al PRI. Las dos burocracias
términos e hizo de México una socie- Bajo la dictadura del general Díaz el Es- viven en continua ósmosis y pasan in-
dad débil dominada por un Estado fuer- tado mexicano empezó a salir de la po- cesantemente del Partido al Gobierno y
te. Los liberales pensaban que la mo- breza. Los gobiernos que sucedieron a viceversa.
dernización sería la obra -como en Díaz, pasada la etapa violenta de la Re- La descripción que acabo de hacer
otras partes del mundo: Inglaterra, volución, impulsaron el proceso de enri- es apresurada y esquemática pero no
Francia, Estados Unidos- de la bur- quecimiento y muy pronto, con Calles. es inexacta. Por ella no es difícil com-
guesía y la clase media. No fue así y otro general, el gobierno mexicano ini- probar que el poder central. en México,
con Díaz el Estado comienza a conver- ció su carrera de gran empresario. Hoy no reside ni en el capitalismo privado ni
tirse en el agente de la modernización. es el capitalista más poderoso del país en las uniones sindicales ni en los parti-
Cierto, la acción económica del régi- aunque, como todos sabemos, no es ni dos políticos sino en el Estado. Trinidad
men se apoyó en las empresas privadas el más eficiente ni el más honrado. secular. el Estado es el Capital. el Tra-
y en el capitalismo extranjero. Pero la El Estado revolucionario hizo algo bajo y el Partido. Sin embargo, no es un
fundación de empresas industriales y la más que crecer y enriquecerse. Como el Estado totalitario ni una dictadura. En la
construcción de fábricas y ferrocarriles Japón durante el periodo Meiji, a través Unión Soviética el Estado es el propie-
no fue tanto la expresión del dinamis- de una legislación adecuada y de una tario de las cosas y de los hombres,
mo de una clase burguesa como el re- política de privilegios, estímulos y cré- quiero decir: es el dueño de los medios
sultado de una deliberada política gu- ditos, impulsó y protegió el desarrollo de producción, de los productos y de
bernamental de estímulos e incentivos. de la clase capitalista. El capitalismo los productores. A su vez, el Estado es
Además, lo decisivo no fue la acción mexicano nació mucho antes que la la propiedad del Partido Comunista y el
económica sino el fortalecimiento del Revolución pero maduró y se extendió Partido es la propiedad del Comité Cen-
Estado. Para que un organismo sea ca- hasta llegar a ser lo que es gracias a la tral. En México el Estado pertenece a la
paz de llevar a cabo tareas históricas acción y a la protección de los gobier- doble burocracia: la tecnocracia admi-
como la modernización de un país, el nos revolucionarios. Al mismo tiempo. nistrativa y la casta política. Ahora bien,
primer requisito es que sea fuerte. Con el Estado estimuló y favoreció a las or- estas burocracias no son autónomas y
Porfirio Díaz el Estado mexicano reco- ganizaciones obreras y campesinas. ES- viven en contínua relación -rivalidad,-
bró el poder que había perdido durante tos grupos vivieron y viven a su sombra. complicidad, alianzas y rupturas- con
los conflictos y guerras que sucedieron ya que son parte del PRI*. No obstante. los otros dos grupos que comparten la
a la Independencia. sería inexacto y simplista reducir su re- dominación del país: el capitalismo pri-
El historiador conservador Carlos lación con el poder público a la del súb- vado y las burocracias obreras. Estos
Pereyra señala que las convulsiones dito y el señor. La relación es bastante grupos, por lo demás, tampoco son ho-
políticas y el estado caótico del país más compleja: por una parte, en un ré- mogéneos y están divididos por quere-
hasta la dictadura de Díaz fueron. esen- gimen de partido único como es el de llas de intereses, ideas y personas. Ade-
cialmente. una consecuencia de la de- México, las organizaciones sindicales y más, hay otro sector, cada vez más in-
bilidad de los gobiernos desde la Inde- populares son la fuente casi exclusiva fluyente e independiente: la clase me-
pendencia. El Estado novohispano de legitimación del poder estatal; por la dia y sus voceros, los estudiantes y los
había sido una construcción de extraor- otra, las uniones populares, sobre todo intelectuales. La función de los frailes y
dinaria solidez y que fue capaz de hacer las obreras, poseen cierta libertad de los clérigos en Nueva España la desem-
frente lo mismo a los revoltosos enco- maniobra. El gobierno necesita a Io S peñan ahora los universitarios y los es-
menderos que a los obispos despóticos. sindicatos tanto como los sindicatos al critores. El lugar que antes ocupaban la
Al derrumbarse, dejó una clase rica gobierno. En realidad, las dos únicas teología y la religión, lo ocupa hoy la
muy poderosa y dividida en facciones fuerzas capaces de negociar con el go- ideología. Por fortuna México es una
irreconciliables. La ausencia de un po- bierno son los capitalistas y los dirigen- sociedad más y más plural y el ejercicio
der central moderador tanto como la de la crítica -único antídoto contra las
inexistencia de tradiciones democráti- * Partido Revolucionario Institucional. en el ortodoxias ideológicas- crece a medi-
cas explican que las facciones no tarda- poder. con distintos nombres, desde 1929. da que el país se diversifica.
La acción de todas estas clases, gru- Los autores radicales que, a princi- diferencias capitales. La primera: entre
pos e individuos se despliega dentro de pios de siglo, se ocuparon de la historia el Estado novohispano y el moderno se
un marco: el contexto internacional. Al- social de la Rusia pre-revolucionaria interpone el breve pero imborrable pe-
gunos países, a través de distintos gru- -Plejanov, Trotsky, Lenin- coíncídian riodo democrático de la República Res-
pos. influyen indirectamente en la opi- en señalar la debilidad de la burguesía taurada (1867- 1876). La segunda:
nión, sobre todo entre los estudiantes, frente al Estado autoritario. Una de las mientras el Estado totalitario liquidó a
los periodistas y otros sectores profe- características del capitalismo ruso fue la burguesía rusa, sometió a los campe-
sionales. A veces, como en el caso de su dependencia del Estado zarista. La sinos ya los obreros, exterminó a sus ri-
Cuba, esa influencia no está en relación burguesía jamás logró liberarse del to- vales políticos, asesinó a sus críticos y
ni con su poderío real -su fuerza mili- do de la tutela de la autocracia. Esta fla- creó una nueva clase dominante, el Es-
tar es impresionante pero no es propia queza le impidió finalmente llevar a ca- tado mexicano ha compartido el poder
sino dependiente de la Unión Soviéti- bo la tarea que, según los marxistas. no sólo con la burguesía nacional sino
ca- ni con sus avances en materia eco- constituía su misión histórica: la mo- con los cuadros dirigentes de los gran-
nómica, social o cultural. En nuestro si- dernización de Rusia. Toda la polémica des sindicatos. Ya he apuntado que la
glo la ideología no sólo es un vidrio de entre los bolcheviques y los mencheví- relación entre los gobiernos mexicanos,
aumento: también es un cristal defor- ques arranca de las distintas posiciones los dirigentes obreros y campesinos y la
mante que produce toda clase de abe- que unos y otros adoptaron frente a es- burguesía es ambigua, una suerte de
rraciones, no cromáticas sino morales. ta situación. Aparte de la debilidad de la alianza inestable no exenta de quere-
En el caso de los Estados Unidos, por el burguesía, hay que mencionar otro fac- llas. sobre todo entre el sector privado y
contrarío, no es necesario acudir a la tor que se omite con frecuencia: el Es- el público. Todo esto puede condensar-
ideología para explicarse las imágenes tado zarista no podía ser un agente efi- se en una diferencia que las engloba a
que provoca en la conciencia de los me- caz de modernización porque en su es- todas y que es capital: mientras en Ru-
xicanos: su poder es múltiple y ha sido tructura, en sus cuadros dirigentes y en sia el Partido es el verdadero Estado, en
constante en nuestra historia desde ha- el espíritu que lo animaba era todavía. México el Estado es el elemento subs-
ce siglo y medio. Un poder que es eco- en gran parte, un Estado patrimonialis- tancial y el Partido es su brazo y su íns-
nómico, científico, técnico, militar y cul- ta, en el sentido en que Max Weber em- trumento. Así, aunque México no es
tural. El poderío norteamericano asume plea esta expresión. En suma, es indu- realmente una democracia tampoco es
la forma de la fascinación, es decir, sus- dable que la debilidad de la burguesía una ideocracía totalitaria.
cita una reacción contradictoria hecha rusa frente al Estado patrimonialísta fue Me falta mencionar otra característi-
de atracción y revulsión. Su influencia la causa determinante de la suerte ulte- ca notable del Estado mexicano: a pe-
es particularmente profunda -y con rior de la Revolución. La burocracia so- sar de que ha sido el agente cardinal de
frecuencia nefasta- en la vida econó- viética, sucesora de la autocracia. se la modernización, él mismo no ha logra-
mica: asimismo, penetra en los domi- enfrentó a la tarea que históricamente do modernizarse enteramente. En mu-
nios de la técnica, la ciencia, la cultura. -según los marxistas- correspondía a chos de sus aspectos, especialmente
la sensibilidad popular y, claro, la polítí- la burguesía (la modernización) pero el en su trato con el público y en su mane-
ca. La presencia de los Estados Unidos resultado fue diametralmente opuesto ra de conducir los asuntos, sigue siendo
en la vida mexicana es una evidencia tanto a las previsiones de los menchevi- patrimonialista. En un régimen de ese
histórica que no necesita demostra- ques como a las de los bolcheviques. La tipo el jefe de Gobierno -el Príncipe o
ción: posee una realidad física. mate- conjunción del poder político y del po- el Presidente- consideran al Estado
rial. La observación que he hecho a pro- der económico -ambos absolutos- no como su patrimonio personal. Por tal
pósito de la relación ambigua que pre- produjo ni la revolución democrática razón. el cuerpo de los funcionarios y
valece entre los sindicatos y el Estado burguesa ni el socialismo sino la im- empleados gubernamentales, de los
mexicano. puede aplicarse. hasta cierto plantación de una ideocracía totalitaria. ministros a los ujieres y de los magís-
punto, a la que nos une con Washíng- He recordado el caso de Rusia por- trados y senadores a los porteros. lejos
ton; quiero decir: es una relación de do- que, por más alejado que parezca. ilu- de constituir una burocracia imperso-
minación que no puede reducirse pura v mina indirectamente las peculiaridades nal, forman una gran familia política lí-
simplemente al concepto de dependen- de la situación mexicana. Como en la gada por vínculos de parentesco, amis-
cia y que permite cierta libertad de ne- Rusia de principios de siglo, el proyecto tad, compadrazgo, paisanaje y otros
gociación y de movimientos. Hay un histórico de los intelectuales mexicanos factores de orden personal. El patrímo-
margen de acción. Por más estrecho y asimismo, el de los grupos dirigentes nialísmo es la vida privada incrustada
que nos parezca ese margen, es de todos y el de la burguesía ilustrada. puede en la vida pública. Los ministros son los
modos mucho más amplio que el de Po- condensarse en la palabra moderniza- familiares y los criados del rey. Por eso.
lonia, Hungría, Checoslovaquia o Cuba ción (industria, democracia, técnica, aunque todos los cortesanos comul-
frente a la Unión Soviética. Porsupuesto. laicismo. etc.). Como en Rusia. ante la guen en el mismo altar, los regímenes
en momentosde crisis política la influen- relativa debilidad de la burguesía nati- patrímonialistas no se petrifican en or-
cia del Embajador de Estados Unidos en va. el agente central de la moderniza- todoxias ni se transforman en burocra-
México puede ser - y de hecho ha sido- ción ha sido el Estado. Por último. co- cias. Son lo contrario de una iglesia y de
tan importante y decisiva como la del Sá mo en Rusia, nuestro Estado es el here- ahí que, a la inversa de lo que ocurre en
trapa del Gran Rey durante la guerra de dero de un régimen patrimonial: el vi- cuerpos como la Iglesia Católica y el
Peloponeso. rreinato novohispano. No obstante, hay Partido Comunista, los vínculos entre
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los cortesanos no sean ideológicos sino Su evolución fue la misma de la bur- quezas e incoherencias. La falla es con-
personales. En las burocracias políticas guesía, que pasó del derecho a la eco- génita y ya apunté la razón más arriba:
y eclesiásticas el orden jerárquico es nomía y de la lógica jurídica a la lógica el Estado no es una fábrica ni un nego-
sagrado y está regido por reglas objeti- de la empresa privada. Así, impuso la cio. La lógica de la historia no es cuanti-
vas y por principios inmutables, tales racionalidad económica, esencialmente tativa. La racionalidad económica de-
como la iniciación. el noviciado o cuantitativa. en el despacho de los ne- pende de la relación entre el gasto y el
aprendizaje, la antigüedad en el servi- gocios del Estado. Exigencia imposible: producto, la inversión y la ganancia, el
cio, la competencia, la diligencia, la el Estado no es una empresa. Las ga- trabajo y el ahorro. La racionalidad del
obediencia a los superiores, etc. En el nancias y las pérdidas de una nación se Estado no es la utilidad ni el lucro sino
régimen patrimonial lo que cuenta en calculan de una manera distinta a la el poder: su conquista, su conservación
último término es la voluntad del Prínci- que nos enseñan las reglas de contabili- y su extensión. El arquetipo del poder
pe y de sus allegados. dad. Esta es una contradicción que el no está en la economía sino en la gue-
En el interior del Estado mexicano Estado burgués liberal no ha podido re- rra, no en la relación polémica capital/
hay una contradicción enorme y que solver. Desde la perspectiva de la admi- trabajo sino en la relación jerárquica je-
nadie ha podido o intentado siquiera re- nistración de las cosas, las burocracias fes/soldados. De ahí que el modelo de
solver: el cuerpo de tecnócratas y ad- de las sociedades democráticas bur- las burocracias políticas y religiosas sea
ministradores, la burocracia profesio- guesas han sido incomparablemente la milicia: la Compañía de Jesús, el Par-
nal, comparte los privilegios y los ries- superiores no sólo a las de las antiguas tido Comunista.
gos de la administración pública con los monarquías sino a las de los Estados La naturaleza peculiar del Estado
amigos, los familiares y los favoritos del totalitarios de nuestros días. Agrego mexicano se revela por la presencia en
Presidente en turno y con los amigos, que, además de ser más eficaces, han su interior de tres órdenes o formacio-
los familiares y favoritos de sus Minis- sido más humanas y más tolerantes. nes distintas (pero en continua comuni-
tros. La burocracia mexicana es moder- Pero esta superioridad de orden profe- cación y ósmosis): la burocracia guber-
na, se propone modernizar al país y sus sional y moral se convierte en inferiori- namental propiamente dicha. más o
valores son valores modernos. Frente a dad si se pasa de la administración a la menos estable, compuesta por técnicos
ella. a veces como rival y otras como política. La inferioridad se vuelve mani- y administradores, hecha a imagen y
asociada, se levanta una masa de ami- fiesta en el dominio de las relaciones in- semejanza de las burocracias de las so-
gos, parientes y favoritos unidos por la- ternacionales. ciedades democráticas de Occidente;
zos de orden personal. Esta sociedad Abundan los ejemplos de la inepti- el conglomerado heterogéneo de ami-
cortesana se renueva parcialmente ca- tud política de las democracias burgue- gos, favoritos, familiares, privados y
da seis años, es decir, cada vez que as- sas. Su actitud ante Hitler fue una mez- protegidos, herencia de la sociedad cor-
ciende al poder un nuevo Presidente. cla extraordinaria de inconsistencia y tesana de los siglos XVII y XVIII: la bu-
Tanto por su situación como por su de ceguera. Al principio, su intransigen- rocracia política del PRI, formada por
ideología implícita y su modo de reclu- cia y su egoísmo frente a Alemania fa- profesionales de la política, asociación
tamiento, estos cuerpos cortesanos no vorecieron el surgimiento del nazismo; no tanto ideológica como de intereses
son modernos: son una supervivencia después, a veces por cálculo y otras por faccionales e individuales, gran canal
del patrimonialismo. La contradicción cobardía, fueron cómplices del dicta- de la movilidad social y gran fraternidad
entre la sociedad cortesana y la buro- dor. Su política con Stalin no fue más abierta a los jóvenes ambiciosos. gene-
cracia tecnócrata no inmoviliza al Esta- clarividente. La misma mezcla de rea- ralmente sin fortuna, recién salidos de
do pero sí vuelve difícil y sinuosa su lismo pérfido y a corto plazo inspira su las universidades y los colegios de edu-
marcha. No hay dos políticas dentro del actitud ante las satrapías y tiranías del cación superior. La burocracia del PRI
Estado: hay dos maneras de entender la Nuevo y el Viejo,Mundo. El oportunis- está a medio camino entre el partido
política. dos tipos de sensibilidad y de mo no explica enteramente estas fla- político tradicional y las burocracias
moral. que militan bajo una ortodoxia y que
Lo mismo en Inglaterra que en Fran- operan como milicias de Dios o de la
cia, los regímenes modernos se esfor- Historia. El PRI no es terrorista, no
zaron desde el principio por dotar al quiere cambiar a los hombres ni salvar
nuevo Estado burgués de una burocra- al mundo: quiere salvarse a sí mismo.
cia ad-hoc, radicalmente distinta a la de Pero eso quiere reformarse. Pero sabe
las monarquías de los siglos XVII y que su reforma es inseparable de la del
XVIII. Mejor dicho. como ha mostrado país. La cuestión que la historia ha
admirablemente Norbert Elías, las bu- planteado a México desde 1968 no
rocracias del siglo XIX y del XX, en Oc- consiste únicamente en saber si el Es-
cidente, se formaron dentro del Tercer tado podrá gobernar sin el PRI sino si
Estado y la “nobleza de toga”, en lucha los mexicanos nos dejaremos gobernar
permanente contra la sociedad cortesa- sin un PRI.
na de los regímenes absolutistas. Por El tema de la Reforma Política, como
su origen, sus métodos de trabajo, sus se llama a las recientes tentativas del
jerarquías y su moral, la nueva burocra- Gobierno mexicano por introducir el
cia fue la negación del patrimonialismo. pluralismo, merece una pequeña digre-
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bbbob.bbbbbbbbbbbbbb.*b*.bbbbbbbbbbbbbbbbbobbbb...bb*bbobebbbeob*bbebbbbbbbbbbbbbbbbbbbb.bbbb*bb*bbbbbb*.e*bb

sión. El PRI nació de una necesidad: nes. aunque no siempre legalmente. No del Partido Comunista francés, el más
asegurar la continuidad de régimen hay que olvidar que el PRI no es un par- conservador y centralista de los tres
postrrevolucionario, amenazado por las tido que ha conquistado el poder: es el grandes partidos europeos. (Althusser
querellas entre los jefes militares sobre- brazo político del poder. Hasta ahora lo ha descrito hace unos meses, en Le
vivientes de las guerras y trastornos sólo a unos cuantos les ha importado Monde, como una organización cerrada
que sucedieron al derrocamiento de que el PRI gane invariablemente las de tipo militar. una “fortaleza”.) Otra
Porfirio Díaz. Su esencia fue un com- elecciones. Esta indiferencia explica por característica de la situación mexicana:
promiso entre la auténtica democracia qué ni el PAN ni ninguno de los otros la nula influencia de los intelectuales de
de partidos y la dictadura de un caudillo grupos de oposición, de la derecha o la izquierda en esta evolución del Partido
como en los otros paises de América izquierda. han sido capaces de organi- Comunista de México. El cambio de los
Latina. El régimen nacido de la Revolu- zar un movimiento de resistencia nacio- Partidos Comunistas europeos, como
ción Mexicana vivió durante muchos nal. El descontento del pueblo mexica- es sabido, se debe en buena parte a la
años sin que nadie pusiese en duda su no no se ha expresado en formas políti- crítica de sus intelectuales disidentes;
legitimidad. Los sucesos de 1968, que cas activas sino como abstención y es- en México -salvo raras excepciones co-
culminaron en la matanza de varios cepticismo. Hoy el régimen busca una mo las de José Revueltas, Eduardo Lizal-
cientos de estudiantes, quebrantaron nueva legalidad en el pluralismo y en de y otros pocos más- los intelectuales
gravemente esa legitimidad, gastada esto reside la novedad de la situación.’ marxistas han sido los fieles aunque po-
además por medio siglo de dominación Pero la crisis del sistema político mexi- co imaginativos apologistas del “socia-
ininterrumpida. Desde 1968 los Go- cano no ha beneficiado al PAN, que no lismo histórico”, a través de todas sus
biernos mexicanos buscan, no sin con- ha podido capitalizar en su favor el des- contradictorias metamorfosis, de Stalin
tradicciones, una nueva legitimidad. La contento contra el partido oficial. Al a Brejnev.
fuente de la antigua era por una parte. contrario: hoy el PAN es más débil que El Partido Demócrata Mexicano tie-
de orden histórico o más bien. genea- hace quince años. Para colmo, desga- ne orígenes semejantes a los del PAN.
lógico, pues el régimen se ha conside- rrado por luchas intestinas, padece una aunque su clientela no es la clase me-
rado siempre no sólo el sucesor sino el suerte de crisis de identidad. Aunque dia sino los campesinos pobres de la re-
heredero, por derecho de primogenito- trata de olvidar sus inclinaciones autori- gión central. Un partido auténticamen-
ra, de los caudillos revolucionarios; por tarias y “maurrasianas”, no ha logrado te plebeyo. Es el descendiente directo
la otra, de orden constitucional. ya que convertirse en un partido demócrata- de la Unión Nacional Sinarquista. una
era el resultado de elecciones formal- cristiano. ¿Y los otros partidos? organización animada por un populis-
mente legales. La nueva legalidad que El Partido Comunista Mexicano. a mo nacionalista y religioso en el que no
busca el régimen se funda en el recono- pesar de que fue fundado hace más de era difícil reconocer, al lado de retazos
cimiento de que existen otros partidos y cincuenta años, antes que el PRI, es de ideologías fascistas, las aspiraciones
proyectos políticos, es decir, en el plu- una agrupación pequeña, con nula o es- tradicionales de los movimientos revo-
ralismo. Es un paso hacia la democra- casa influencia entre los trabajadores. lucionarios campesinos. Entre los sinar-
cia. Sin embargo. gracias a su control de aI- quistas todavía estaba viva la tradición
A la larga, si no se malogra, la Refor- gunos grupos de estudiantes y, sobre de los levantamientos agrarios. nota
ma Política realizará el sueño de mu- todo, a su dominación en varios sindica- constante de la historia de México des-
chos mexicanos, sin cesar diferido des- tos de empleados y profesores. se ha de el siglo XVII. Extraño amasijo: la her-
de la Independencia: transformar al hecho fuerte en las Universidades. El mandad religiosa, la falange fascista y
país en una verdadera democracia mo- Partido Comunista de México es un la jacquerie revolucionaria. El Partido
derna. A corto plazo, sin embargo, es Ií- partido universitario y esta paradoja. Demócrata Mexicano atraviesa por una
cito dudar que baste con unas cuantas que habría escandalizado a Marx. signi- crisis de identidad semejante a la del
medidas de orden legal para cambiar fica una conquista estratégica aprecia- PAN, y no acaba de definir su nuevo
las estructuras políticas de una socie- ble. Las Universidades son uno de los perfil democrático. Sin embargo, a pe-
dad. En efecto, ante todo hay que pre- puntos sensibles del país. Desde hace sar de ser un partido pobre lo mismo en
guntarse: ¿cuáles son los partidos polí- poco, inspirado y alentado sin duda por recursos materiales que en ideas. tiene
ticos que podrían disputarle al PRI su el ejemplo de los europeos (Italia. Espa- todavía influencia entre los campesinos
dominación? Si descartamos a los par- ña y Francia), el Partido Comunista de y la clase media baja del centro del
tidos peleles que durante años han de- México se ha declarado partidario del país. Un rasgo común de estos parti-
sempeñado el papel de títeres en la far- pluralismo democrático, aunque sin re- dos: los tres quisieran olvidar su pasado
za electoral, el único rival serio del PRI nunciar al “centralismo democrático” autoritario. Pero no acaban de exorcisar
ha sido el PAN. Es un partido naciona- leninista. Este cambio implica en cierto las sombras de Maurras, Mussolini y
lista, católico y conservador que, como modo una autocrítica de su pasado es- Stalin... Una agrupación política que
su nombre lo indica (Partido Acción Na- talinista. Por desgracia, no ha sido una no arrastra ningún pasado terrible y que
cional), estuvo emparentado en su ori- crítica explícita; además, ha sido dema- surgió de un genuino anhelo de cambio
gen con tendencias más o menos influi- siado tímida y está llena de lagunas v social y democrático: el Partido Mexi-
das por el pensamiento de Maurras y de reticencias. Es revelador que el Partido cano de los Trabajadores. Nacido de la
su Action Française (el monarquismo v Comunista mexicano, en varias decla- crisis de 1968, su aparición fue vista
el antisemitismo excluidos). El PAN ha raciones y manifestaciones recientes. con gran simpatía por muchos grupos
sido el eterno derrotado en las eleccio- se haya mostrado afín a las posiciones de estudiantes e intelectuales; asimis-
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Letras, letrillas, letrones

mo, por los veteranos de los descala- dad, entre el impulso y el acto, cae la hispano y en otras formas políticas tra-
bros del movimento obrero en el pasa- sombra”. Como en el poema de Eliot, dicionales. Ahí está, creo, la raíz de una
do. Por desgracia, este partido todavía ¿México es “la tierra muerta, la tierra posible democracia mexicana. Sólo que
no ha sido capaz de formular un progra- de cactos”, cubierta de ídolos rotos y de para que la Reforma Política llegase al
ma claro ni, lo que no es menos grave, imágenes apolilladas de santos y san- pueblo real, el Estado tendría que co-
claramente democrático. Un programa tas? ¿No hacemos sino “dar vueltas y menzar por su autorreforma. Si demo-
que le otorgue fisonomía política y que vueltas al nopal”? Pero ese nopal no es, cracia es pluralismo, lo primero que hay
lo distinga de los otros grupos de iz- en nuestra mitología, la planta del reino que hacer es descentralizar. (Es posi-
quierda. Podría mencionara otros parti- de los muertos; al contrario: es la planta ble? Por una parte, la otra tradición his-
dos independientes pero son minúscu- herádica de la fundación de México tórica mexicana es el centralismo. En
Ios y sin fuerza apreciable. Tenochtitlán y sus frutos sangrientos México la realidad de realidades se Ila-
El espectador más distraído descu- simbolizan la unión del principio solar y ma, desde Izcóatl, poder central. Contra
bre inmediatamente en este panorama el agua primordial. Tal vez hemos equi- esa realidad se estrellaron los liberales
dos grandes ausencias. Una, la de un vocado el camino; tal vez la salida está y federalistas del siglo pasado. Ade-
partido conservador como el Republi- en volver al origen. más, burocracia es sinónimo de centra-
cano de los Estados Unidos o los parti- Aclaro: no condeno prematura y pre- lismo y el Estado mexicano, como to-
dos conservadores de la Gran Bretaña, cipitadamente a la Reforma Política. ES dos los del siglo XX, inexorablemente
Francia, Alemania y España; otra, la de benéfica incluso dentro de sus limita- tiende a convertirse en un Estado buro-
un auténtico partido socialista, con in- ciones. Creo que hay que profundizarla crático.
fluencia entre los trabajadores, los inte- y, por decirlo así, democratizarla: des- La situación de los partidos políticos
lectuales y la clase media. Esto último cender del nivel de los partidos; que es es uno de los signos de la ambigua mo-
es lo verdaderamente lamentable y re- el nivel de la ideología, al de los intere- dernidad de México. Otro signo es la
vela cruelmente una de las carencias ses y sentimientos concretos y particu- corrupción. Desde la perspectiva de la
más graves de México y de América La- lares de los pueblos, los barrios y los persistencia del patrimonialismo es
tina: la inexistencia de una tradición so- grupos. En el caso de la Reforma Políti- más fácil entender este fenómeno. En
cialista democrática. ¿El pluralismo ca la expresión “volver al origen” quiere todas las cortes europeas, durante los
mexicano que prepara la Reforma Polí- decir: tratar de insertarla en las prácti- siglos XVII y XVIII. se vendían los em-
tica estará compuesto por partidos mi- cas democráticas tradicionales de pleos públicos y había tráfico de in-
noritarios y que difícilmente merecen el nuestro pueblo. Esas prácticas y esas fluencias y favores. Durante la regencia
calificativo de democráticos? Lo más tradiciones -ahogadas por muchos de Mariana de Austria, el privado de la
probable es que ese remedo del plura- años de opresión y recubiertas por unas reina, Don Fernando Valenzuela (el
lismo, lejos de aliviarla, agrave la crisis estructuras legales formalmente demo- Duende de Palacio), en un momento de
de legitimidad del régimen. Si así fuese. cráticas pero que son en realidad abs- apuro del erario público, decidió con-
el desgaste del PRI se acentuaría y el tracciones deformantes- están vivas sultar con los teólogos si era lícito ven-
Estado, para no disolverse, tendría que todavía. Vivas en muchas formas de der al mejor postor los altos cargos, en-
apoyarse en otras fuerzas sociales:’ no convivencia social y, sobre todo, vivas tre ellos los virreinatos de Aragón, Nue-
en una burocracia política como el PRI en la memoria colectiva. Pienso. por va España, Perú y Nápoles. Los teólo-
sino, según ha sugerido recientemente ejemplo, en la democracia espontánea gos no encontraron nada en las leyes
Jean Meyer. en la burocracia militar.’ de los pequeños pueblos y comunida- divinas ni en las humanas que fuese
Hay, sin embargo, otro remedio. Pero des, en el autogobierno de los grupos contrario a este recurso. La corrupción
es un remedio visto con horror por la indígenas, en el municipio novo- de la administración pública mexicana.
clase política mexicana: dividir al PRI. escándalo de propios y extraños, no es
Tal vez su ala izquierda, unida a otras en el fondo sino otra manifestación de
fuerzas, podría ser el núcleo de un ver- la persistencia de esas maneras de pen-
dadero partido socialista. sar y de sentir que ejemplifica el dicta-
La Reforma política ha sido concebi- men de los teólogos españoles. Perso-
da por uno de los hombres más inteli- nas de irreprochable conducta privada.
gentes de México, un verdadero inte- espejos de moralidad en su casa yen su
lectual que es asimismo un político sa- barrio, no tienen escrúpulos en dispo-
gaz. Sin embargo, como se ha visto, es- ner de los bienes públicos como si fue-
te proyecto se enfrenta al mismo muro sen propios. Se trata no tanto de una
que ha cerrado el paso a otras iniciati- inmoralidad como de la vigencia in-
vas de nuestros intelectuales y hom- consciente de otra moral: en el régimen
bres de Estado, de Juárez y los liberales patriomonial son más bien vagas y fluc-
de 1857 a nuestros días. No es un mu- tuantes las fronteras entre la esfera pú-
ro de piedras ni ideas ni intereses: es un blica y la privada, la familia y el Estado.
muro de vacío. Entre “la idea y la reali- Si cada uno es el rey de su casa, el reino
es como una casa y la nación como una
Technocrates en uniforme: L’Etat Symbio- familia. Si el Estado es el patrimonio del
tique, Critique, Aout-Septembre 1977. Rey, ¿cómo no va a serlo también de
sus parientes, sus amigos, sus servido- familiar, el culto a la Virgen, nuestra inventarla. Pero inventarla a partir de
res y sus favoritos? En España el Primer imagen del Presidente... ¿Por qué? En las formas de vivir y morir, producir y
Ministro se llamaba, significativamen- otros escritos he tratado de responder a gastar, trabajar y gozar que ha creado
te, Privado. esta pregunta. Aquí sólo repetiré que nuestro pueblo. Es una tarea que exige,
La presencia de la moral patrimonia- desde la gran ruptura hispánica -la cri- aparte de circunstancias históricas y
lista cortesana en el interior del Estado sís del final del siglo XVIII y su conse- sociales favorables, un extraordinario
mexicano es otro ejemplo de nuestra cuencia: la Independencia- los mexi- realismo y una imaginación no menos
incompleta modernidad. Lo mismo en canos hemos adoptado varios proyec- extraordinaria. No necesito recordar
los estratos más bajos -la sociedad tos de modernización. Todos ellos no que el renacimiento de la imaginación.
campesina y sus creencias religiosas y sólo se han revelado inservibles sino lo mismo en el dominio del arte que en
morales- que en la clase medía y en la que nos han desfigurado. Máscaras de el de la política, siempre ha sido prepa-
alta burocracia tropezamos con la mez- Robespierre y Bonaparte. Jefferson y rado y precedido por el análisis y la crí-
cla desconcertante de rasgos modernos Lincoln, Comte y Marx, Lenin y Mao: si tica. Creo que a nuestra generación y a
y arcaicos. La modernización de Méxi- la historia es teatro, la de nuestro país la que sigue les ha tocado este queha-
co, iniciada a fines del siglo XVIII por ha sido una mascarada interrumpida cer. Pero antes de emprender la crítica
los virreyes de Carlos III, sigue siendo una y otra vez por el estallido del motín de nuestras sociedades, de su historia y
un proyecto realizado sólo a medias y y la revuelta. No predico el regreso a un de su presente, los escritores híspanoa-
que afecta sólo a la superficie de las pasado, imaginario como todos los pa- mericanos debemos empezar por la crí-
conciencias. La mayoría de nuestras sados, ni pretendo volver al encierro de tica de nosotros mismos. Lo primero es
actitudes profundas ante el amor. la una tradición que nos ahogaba. Creo curarnos de la intoxicación de las ideo-
muerte, la amistad, la cocina, la fiesta, que, como los otros países de América logías simplistas y simplificadoras.
no son modernas. Tampoco lo son Latina, México debe encontrar su pro-
nuestra moralidad pública. nuestra vida pía modernidad. En cierto sentido debe México, D. F., a 28 de Marzo de 1978.

¿Tiene sexo la escritura?


por Julieta Campos

menos concretos, sobre la mujer y su desprendería de éste y que situaría la


H aysosunaniveles,
eclosión. en los más diver-
de una curiosidad cre- conducta: los hemisferios cerebrales problemática en el riquísimo y contro-
ciente por la mujer, que se manifiesta en derecho e izquierdo, por ejemplo, no vertido terreno ideológico. erótico.
exploraciones del más alto rigor científi- realizan las mismas funciones en el afectivo, artístico. El interés fundamen-
co, en balbuceos y en estridencias de un hombre y en la mujer y los mecanismos tal de Le fait féminin merece una rese-
feminismo ingenuo y/o agresivo que ge- cognoscitivos no operan de la misma ña, que los lectores de Vuelta podrán
nera más ruido que información. manera. Partiendo del cuerpo, de la ge- encontrar en algún número próximo de
En septiembre de 1976 se celebró nésis de la sexualidad en el individuo. nuestra revista. Lo menciono ahora só-
en Royaumont un coloquio sobre El he- de lo innato y lo adquirido, de las contri- lo a modo de testimonio de esa temáti-
cho femenino. preparado y proyectado buciones de la endocrinología a la evo- ca que recurre en publicaciones de to-
larga y cuidadosamente por Jacques lución de la condición femenina, las ín- dos los calibres. El grupo Tel quel no
Monod y Evelyne Sullerot. La muerte vestigaciones que reúne Le fait féminin podía faltar y el número de Invierno
repentina del gran humanista, Premio pasan a la psicología diferencial de los 1977 está dedicado íntegramente a
Nobel de Medicina, impidió que él mis- sexos. a sus implicaciones psicológicas. “investigaciones femeninas” en torno a
mo presidiera aquel encuentro de sociales, educativas y clínicas en la “lo femenino plural”, “las mujeres y el
científicos, psicólogos, antropólogos. neurología del conocimiento, al papel lenguaje”, “las mujeres y el orden de la
historiadores, sociólogos cuyos resulta- de las hormonas en el comportamiento crisis”, “las mujeres en el saber”, la li-
dos, reunidos ya en un volumen, consti- y a la distribución diferencial de los bertina en Sade y una “herética del
tuyen un punto de referencia indispen- trastornos psiquiátricos según el sexo. amor” que Julia Kristeva aporta como
sable para cualquier discusión acerca Por último, se enfocan los aspectos so- plato fuerte, después de una breve in-
de la naturaleza o la condición femeni- cíales, estudiando la evolución del he- troducción acerca de la disidencia que
na. Esos estudios logran establecer cho femenino, en la civilización euro- constituye el hecho mismo de pensar y
ciertos datos biológicos que sin duda pea, desde el siglo XII hasta nuestros el papel que juega el discurso femenino
arrojarán luz, una vez aplicados a fenó- días. Se anticipa ya otro libro, que se dentro de esa disidencia.

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