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8. JUSTIFICACIÓN:
La mujer ha sido instrumento de guerra durante muchos años, ha sido más que una víctima una protagonista
de la guerra, siendo agredida de diversas maneras en este caso se abordara la violencia física, se puede
afirmar que este tipo de violencia hacia la mujer es más ignorada o inclusive menos importante; existen gran
cantidad de mujeres víctimas de múltiples intimidaciones durante la época de la violencia; entrando así
en el contexto de una situación de la que es participe y que hace parte de la vida cotidiana que estuvo
marcada por el terror y la intimidación en este lapso de tiempo, esto lleva a preguntarse qué grado de
intimidación tenían estas violentas agresiones que al momento de reconocerlas dejan un nivel de impacto al
investigador; con ello busco mostrar y generar una hipótesis general de lo estaría influyendo con respecto
al tipo de violencia que recibían y que influyo en la forma de ataques a la población especialmente a las
mujeres.
Analizar el rol como mujer en la guerra, resaltaría de igual manera los resultados de la misma y la
importancia de tener en cuenta el concepción de género que se tenía en esta época donde el machismo tuvo
su lugar; por lo tanto, el estudio en conjunto de la Violencia y la mujer como víctima de la misma genera
una dimensión de la problemática y de las consecuencias amplia que aportaría a la disciplina de la historia
un aporte en la reconstrucción de la memoria histórica a la que debemos sumar influirá en definir las fayas
de la justicia social y al rescate de los espacios del conflicto para rescatar el papel de la mujer dentro de la
sociedad colombiana como constituidora de un rol importante, poco resaltado y de gran intereses que
ayudara a entender la problemática a la que estaban expuestas mientras vivían la disputas de las que
participaron como miembro de una familia, amante, guerrillera y al hacer parte de la resistencia colombiana
ante los homicidios, suicidios, violaciones, que han llevado a décadas de sufrimiento y han marcado una
linealidad en los hechos del enfrentamiento en una sociedad donde la mujer no solo era violentada por el
conflicto armado sino por la sociedad en general que no la protegió en su momento y de la manera correcta.
En cambio, el objeto "crimen", aquello sobre lo que se ejerce la práctica penal, ha sido profundamente
modificado: la calidad, el carácter, la sustancia en cierto modo de que está hecha la infracción, (25) más que
su definición formal. La relativa estabilidad de la ley ha cobijado todo un juego de sutiles y rápidos relevos.
Bajo el nombre de crímenes y de delitos, se siguen juzgando efectivamente objetos jurídicos definidos por
el Código, pero se juzga a la vez pasiones, instintos, anomalías, achaques, inadaptaciones, efectos de medio
o de herencia; se castigan las agresiones, pero a través de ellas las agresividades; las violaciones, pero a la
vez, las perversiones; los asesinatos que son también pulsiones y deseos. Se dirá: no son ellos los juzgados;
si los invocamos, es para explicar los hechos que hay que juzgar, y para determinar hasta qué punto se
hallaba implicada en el delito la voluntad del sujeto. Respuesta insuficiente. Porque son ellas, esas sombras
detrás de los elementos de la causa, las efectivamente juzgadas y castigadas. Juzgadas por el rodeo de las
"circunstancias atenuantes", que hacen entrar en el veredicto no precisamente unos elementos
"circunstanciales" del acto, sino otra cosa completamente distinta, que no es jurídicamente codificable: el
conocimiento del delincuente, la apreciación que se hace de él, lo que puede saberse acerca de las relaciones
entre él, su pasado y su delito, lo que se puede esperar de él para el futuro.