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Padre, te confieso que he

pecado, chingué la lumbre.

Carlos Lenkersdoe

Algunos aspectos de lareligión entre


los maya-tojolabales’ de hoy día

1. El testimonio de una inquietud particular.

nsamos, por lo general, que estamos viviendo en una


p”.
sociedad considerada católica. Esta clase de evalua-
ción de nuestro ambiente social, nos hace olvidar e igno-
rar, consciente e inconscientemente, buena parte de la
población del país. Ahíestán los pueblos autóctonos, hoy
día, bien presentes y con mucha vida. L o s acontecimien-
tos del año 1994 en Chiapas, atestiguan su fuerza y
particularidad,a pesar de casi cinco siglos que han pasado
desde la conquista de Tenochtitlan. L a presencia de ellos,
nos hace ver el pluralismo de las culturas de nuestra
sociedad, con repercusiones en lo religioso, político, so-
cial y cultural. E n el presente trabajo, queremos señalar
brevemente algunos aspectos de la particularidad de uno
de los pueblos mayas en Chiapas, sobre todo con refe-
rencia a lo religioso. La particularidad de este aspecto,
en el contexto tojolabal, sin embargo, nos obligará indicar
otras facetas de la misma cultura. No nos podremos
limitar a la esfera nítidamente religiosa.
IZTAPALAF’A 39 Comencemos con un relato testimonial ~. y repre-
ENERO-JUNIO DE 1%. sentativo,que nos conduce de inmediato en medio de los
pp. 43-58

’ Investigador del Centro de Btudios Mayas de La Universidad


Nacional Autónoma dc MMco.
44 Car1o.s Lenkersdog

mayas-tojolabaks. Vamos a escuchar id del castellano de parte de los tojo1ab;i-


realidad d e ellos sin intermediarios, De les. Al referirnos a la rcaiidad de io
esta manera, eludimm palabrasintroduc- religioso, buscamos manifcstaci«ncs
toras d e aproximaciones descriptivas, que nos señalan aspectos del fenómeno
desde la perjpectiva d e observadores ale- que solemos llamar “religioso”. Por cs-
jados. tzi razón escogimos cl iestimcinio pre-
sentado.?
AI atardecer, un sucerdotellega a una Por lo religioso, entendemos aque-
comundad de la religión iojolabal. llo quenos toca,conmueve cinqvieiu en
Algunos hermunos del poblado se úi- toda nuestra existencia y, a veces. nos
rigen alpadre porque quieren conje- agita yperturba de manera tal que bus-
sarse. Piden al cura que se tome alpin camos una salida d e una situación que
liempo, para que escuche la confe- no nos parece Por eso. “las
sión de cada uno de ellos, mujeres y cosas que traemos adentro”, como nos
hombres. Al clérigo le gusta la peti- quitan la tranquilidad, queremos
ción. La interpreta como señal de la carlas”? Subrayamos que al hablar d c
religiosidad, que ha percibido en la lo religioso, nos referimosa esta clase de
genie de toda la zona. inquietud. La mención d e un dios, e n
Les indica a los hermanos una hora cambio, no la consideramos necesaria
deieminada, antes de In celebración porque en muchos idiomas ni siquiera
de la misa en la madrugada. Al día hay la palabra “dios”.6
“iguiente,no ha amanecido aún, vie- Al tratar d e hablar d e IO religioso,
ne la genie para confesarse y elpadre sobrc todo de otras religiones, pode-
escucha los pecados que inquietan a mos encontrar varios obstáculos. Si no
los hermanos. Le dicen los delitos compartimos la inquietud señalada, en-
que han cometido. El uno ‘khingó’”’ lazada con profunda empatía hacia los
la lumbre, la otra maltrató los tena- otros, las actitudes religiosas diferentes
mastles, otra chingó las ollas, otros nospueden parecer cosas raras, eviden-
pegaron el camino, lastimaron los cias d c supersiición, de magia, de primi-
hueye, maltrataron el ocote _._ iivismo iiracional, o algo por el csiilo:
para otros, en cambio, representanhere-
2. Nuestras presuposicioues. jia o idolatría. Al tratar d e evitar este
tipo d e problemas, podemos escoger
otro método, es decir. describirlas cosas
La religión y lo religioso, no son pala-
d e otra religión. Ladescripcirh, sin em-
bras que encontramos en tojolabal, a no
ser que empleemos palabras adoptadas bargo, tiene otra dcsventiija. No capta
~

Padre, te confieso que he pecado, chingué la lumbre 4s

Cementerio en Zona Maya, Yucatan. Foto Ricardo María Garibay.

la “inquietud de corazón”. Nos mantiene tíasuigenerir. Es decir, que pongamos en


distanciados del fenómeno, en una posi- tela de duda las convicciones nuestras,
ción supuestamente “científica”y “obje- religiosas o irreligiosas, y que perciba-
tiva”. Lo religioso, en cambio, :re mos, sin prejuicios, los testimonios de los
caracteriza por aquello que nos impulsa otros. Dicho de otro modo, la “compren-
y agita en nuestras enirarias. L a postura sión de otra religión”, nos pide, que ce-
considerada científica, que nos mantiene rremos la boca y suspendamos losjuicios
a distancia, no captará la particularidad racionales y acostumbrados para que
de lo religioso, tampoco se da cuenta de abramos los ojos, los oídos y el corazón.
presuposiciones y prejuicios precientífi- Lo religioso, finalmente y a nuestro jui-
cos con respecto a IO religioso? Si iie cio, no es sólo cosa del intelecto, de la
veras tenemos interés de comprender a cabeza, ni tampoco sólo cosa de senti-
rondo los testimonios religiosos, nos toca- mientos, sino que “nos toca en nuestra
rá una exigencia muy particular que no totalidad”. Con estas aclaraciones de
niega la postura científica,sino que la pro- nuestras presuposiciones, podemos acer-
fundiza. Se trata de una actitud de empa- carnos a la explicación del testimonio.
46 Carlos Lenker&sdorj

3. Comentarios: El as- religioso 4. Lospecados.


del pronterletiseto testimeaial.
Ai escuchar este género de “pecados”
El testimonio citado, lo podemos clasi- por primera vez, al sacerdote segura-
ficar de religioso por varias razones. En mente le va a parecer muy particular.
primer lugar, está el hecho de que los Esta clase de “transgresiones”, no se les
tojoiabaies buscan a un sacerdote, ensefian a los seminaristas en las casas
representante profeso de una reli- de formación, tampoco se mencionan
gión. Lo consideran una persona ca- en la Biblia ni en los confesionarios. El
paz de ayudarles e n los problemas que origen de este tipo de delitos, lo encon-
encontraron y desde la propia con- tramos en la tradición maya, por ejem-
ciencia de los tojoiabaies, l e exige a plo en el PopoZ Wuj. E n las primeras
ellos que s e confiesen. Hasta aquí, la páginas del libro venerado de los maya-
religiosidad que observamos parece k‘iche’s, leemos que a los hombres, he-
ser católica como la podemos encon- chos de madera, al no acordarse del
trar en muchas partes. En segundo Corazón del Cielo, se les castigó en la
lugar, al escuchar los “pecados”, se forma siguiente:
hace evidente una diferencia q u e
aparta el fenómeno testimonial del ca- Todo esto fue en castigo y pena de ha-
tolicismo comúny corriente. E n tercer berse olvidado de sus Madres y Padres.
lugar, está el indicador de lo religioso Y viniendo todo género de animales,
manifiesto en la inquietud de los her- palos y piedras, los empezaron a golpear
manos; “inquietud que los impulsa y no y ai hablar las piedras de moler, comales,
les da sosiego”; una señal distintiva de platos, cajetes, ollas, perros y tinajas, los
lo religioso. Por ello, quieren confesar- maltrataban y denigraban. Les decían
se y por esta razón buscan al cura. Des- los perros y gallinas: -“muy mal nos tra-
de cl principio notamos, pues, una tasteis, nos mordisteis y comisteis, y asi-
mismo os morderemos ahora”. Las
mezcla de motivos, síntesis de compo- piedras de moler les decían: -“Mucho
nentes con respecto a la religión esta- nos atormentasteis, y toda la mafiana y
blecida y conocida, vinculada con otro toda la tarde no nos dejabais descansar
tipo de religiosidad que tiene sus raíces haciéndonos chillar io& i o & juquí, ju-
fuera de lo conocido y común. Esta cla- quí, cuando moléis maíz sobre nuestras
se de simbiosis, la encontraremos a Io caras; ahora probaréis nuestras fuerzas,
largo del trabajo y, nos sefialará un ras- moleremos vuestras carnes y haremos
go típico de la capacidad tojolabal en el harina vuestros cuerpos”. Y los perros
ambiente social que les toca nvir. hablando decían: ‘‘¿Por qué no nos da-
bais nuestra comida y sólo mirábamos
Padre, te confieso que hepecado, chingué la lumbre 41

cuando comíais? Nos arrojabais y siem- blos mayas. Muchos de ellos, no han
pre estaba prevenido un palo para noso- leído el libro de los maya-Fiche’s, pero
tros. Nos tratabais de este modo porque las cosas atestiguadas por el libro sí son
no hablábamos. ¿Por qué no mirasteis realidades vividas por muchos mayas en
por nosotros? Ahora probaréis nuestros la actualidad. Por esta razón, añadimos
dientes que tenemos en la boca y cis el testimonio de un hermano tojolabal,
comeremos,>?
quien nos explicó un aspecto funda-
mental de la cosmovisión de s u pueblo.
En el Popol Wuj las plantas, los ani- Dijo así:
males y las cosas platican y actúan. Se-
ñalan el tipo d e delitos q u e sigue
Mira hermano, todas las cosas tienen cora-
inquietando también a los tojolabales z6n. s‘ Por ello, viven. Aquí está el reloj que
de hoy día. E n el texto escogido no traes. Se.mueve y tú lo ves. Tiene corazbn.
causa mucho asombro, el hecho de que Pero muchas cosas tú no las ves y sí tienen
los no-humanos saben hablar y actuar. corazón. Viven. El maíz, los frijoles, los oco-
tes. La roca en la cual estamos sentados tiene
L a razón es que tanto los mayas-tojola- corazbn. Tú no lo ves. Porque se mueve
hales de hoy como los maya-k‘iche’s de despacio, despacio. Pero sívive aunque no lo
antaño presuponen la existencia de iri- veas tú. Todavía hay muchas m a s que tienes
terrelaciones mutuas con las “cosas” de que aprender.
la naturaleza y la cultura. Por ello, debe
existir respeto mutuo. Ai no cumplir Esta manera de ver la realidad, nos
conestaexigencia, los tojolabales saben hace entender, el motivo por el cual, los
que han estorbado el equilibrio por no tojolabales quieren confesarse al haber
decir a la comunidad, que tiene que maltratado las “cosas”, con las cuales
existir tanto entre los hombres, como forman la “comunidad de vivos”. Para
en las relaciones de éstos con todas las ellos, lo religioso abarca el cosmos en
demás “cosas”. El relato de IDS sufri- su totalidad. Es la comunidad global a
mientos de los hombres de madera, co- la cual pertenecemos, que debemos
rrobora las exigencias de esta clase de respetar y de la cual somos responsa-
comunidad. bles los unos de los otros.” No hay,
E n este contexto se inserta otro tes- pues, una división entre esferas profa-
timonio que explica y subraya el prime- nas y sagradas. E l cosmos en toda su
ro. Lo agregamos para que, nos demos plenitudy en todos sus componentes es
cuenta de que las palabras del Popol sagrado porque vive y la vida exige res-
Wuj no pertenecen a un pasado ya olii- peto. Lo profano, en cambio, no se ubi-
dado, sino que señalan una realidad ca en esto o aquello, tampoco está acá
presente hoy día en medio de los pue- o allá, sino que se hace ver en la actitud
48 Carlos Lenker.sdorf

de los hombres que no respetan a los universo como hermana. Elkrenakinsis-


demás, hombres o cosas. Es la profana- te en que, nos demos cuenta de que somos
ción de la comunidad cósmica de vida. responsables los unos de losotros y, que la
Dañar la vida es profanarla. vida depende de la colaboración de todos
Otros arnenndws complementan y nosotros, hombres y no hombres.
aclaran los testimonios d e los tojolaba- Las palabras del amenndio amazó-
les. El hermano Ailton d e los krenak del rzico,a nuestro juicio, nosquitan a todos
Amazonas afirma: nosotros, el juicio de valor con respecto
al “animismo” anacrcínico, considerado
I lemos vivido en este lugar por mucho tiem- herencia d e pueblos primitivos, atrasa-
po,por muchísimo tiempo; queremos decir, dos, supersticiosos,etcétera,etcCtera.12
desde aquellos tiempos cuando el mundo no El animismo de los amerindios y dc
tuvo la forma actual. De los antepasados, otros pueblos autóctonos, es más sabio
aprendimos que somos partícipes muy pc-
queAos de este universo inmenso, wmpañe- que la relación de las sociedades “mo-
ros de viaje con todos los animales, las dernas” con la realidad global. La razón
plantas y las aguas. Todos formamos parte es que los “animistas primiíivos”, no
del todo. No paiemos ni descuidar ni des- disponen del cosmos a su antojo para
truir este hogar nuestro. Y ahora queremos
platicar con aquellos que son incapaces de
“explotar la naturaleza”, sino para vivir
ver elmundo de esta manera. Queremos de- con ella en armonía.
cirles que juntos somos responsables del bar- Los tojolabales, a su vez, ponen, se.^
co en el cual estamos navegando.11 gún el testimonio inicial, la misma cosmo-
visión en el contexto religioso-católiu).
El hermano Ailton, hace el esfuerzo Quieren “sacar sus delitos”, delante del
de explicar la cosmovisión d e ellos, tan sacerdotecatólico para restituirelequi-
idéntica con la de los tojolabales. No librio cósmico estorbado. Extienden,
necesita explicaciories adicionales de pues, la comunidad de los cristianos pa-
parte nuestra. En términos d e hoy día, ra incluir todos los elementos del cos-
podemos decir, que los indios tienen l a mos. Por ello, la hermandad va más allá
conciencia ecológica muy refinada, a de los límites de la sociedad humana.
diferencia de la gente “occidental” o de la De esta manera iculíuran el cristianis-
s«Liedad dominante, independientemente mo a su cosmovisión. El apóstol Pablo,
que Sean cristianoso no. El laennk ama& en cambio afirmó:
nico. enuncia tajantemente que los nc-im
dios “son incapaces de ver el mundo así”. En la ley de Moisés est6 escrito: ”No pondrás
Obviamente, a la sociedad dominante, le bozal al buey que trilla”.&e importan a Dios
los bueyes, o lo dice prccisamente <ir noso-
Ialta la perspectiva de ver la realidad del
tros? Síse escribió por nosotros...
15
Padre, te confieso que iTepecado. chingué la lumbre 49

Al apóstol, no IC importan los ani- sición actual de los indios y campesinos


males y esta opinión suya la proyecta en de Chiapas al Atíícu¿o 27 Consíitucio-
Dios mismo. La actitud de Pablo se nul. La anterior L e y Federal d e Refor-
explica, probablemente, por su forma- ma Agraria, garantizaba la propiedad
ción urbana e n las ciudades d e Tarso y no comercializable de la tierra de los
Jerusalén, que le hizo extender el cris-. ejidos y comunidades. Lamodemización,
tianismo de una ciudad a otra ciudad en. legalizada con el nuevo A~fkulo 27, intro-
el Imperio Romano. Los tojolabales, en ducecambiosqueafectanlosfundamentos
cambio, profundizan la concepción del yldvidadeloscampesinm. Dicho de otro
cristianismo paulino del siglo I y, pos¡-. modo, el cambio d e la ley, representa
blcmente, restauran la concepci6n or¡- uno de los detonantes fundamentales
ginaria de la Ley de M o i s é ~ , que
' ~ s í sc: de la problemática actual d e Chiapas.
preocupa de los "bueyes". De todos AI mismo tiempo, nos señala la íntima
modos, e n la religión de los tojolabales, relación entrc la cosmovisión, la reli-
les importa la comunidad amplia que gión y la política desde la perspectiva
incluye animales y plantas, productos tojolabal. Ya la notamos, al obsenrar
dc la cultura y de la naturaleza, porque que el cosmos e n su totalidad es sagra-
todas lascosasvivenyno hay naturaleza do. Por lo tanto, no hay regiones o cosas
muerta. Los tojolabales, pues, incultu-. profanas. Sí hay profanación que con-
ran el cristianismo y al hacerlo lo pro.- siste, precisamente, e n no respetar la
fundizan, lo enriquecen, lo transforman comunidad cósmica de la vida. Es la
y también lo criti~an,'~donde falla en la falta de respeto, que se hace realidad,
concepcih de la comunidad cósmica al vender Nuesfru Madre Tierra, al con-
de la vida.16 vertirla e n mercancía.
La profanación, es un acto que se
5. Nuestra Madre Tierra. hace realidad, al no respetar el carácter
sagrado del cosmos. Es importante que
En a t a concepción cósmica que inclu- entendamos bien la actitud de los tojo-
ye, consecuentemente, toda la tierra en labales. La autoridad del Estado no la
cuanto Nuestra Madre Tierra ciajnantik niegan, puede establecer las leyes, pero
lu'um en tojolabal). Por ser Madre de sí le exigen condiciones que se aplican
todos nosotros, no puede ser mercan- a todos. Es decir, todos sin excepción
cía, objeto de compra-venta. Los tojo- alguna, tenemos la obligación de respe-
labales nos preguntan: ¿Qué clase de tar la comunidad englobante de la vida
hijos son aquellos que venden a su ma- a nivel cósmico. Es decir, tanto el Esta-
má? De esta manera, se explica la opo- do como l a Iglesia y todos los demás,
SO Carlos L enkcrsdor/

autoridades o no, tenemos que respetar ligión, van mucho más allá de la esfera
la extensión cósmica d e la vida. La exi- privada y personal que la sociedad do-
gencia, pues, toca a todos porquelavida minante, suele conceder a lo religioso.
de todos depende de ella. Por ello, el La misma concepción de la cxten-
Iundamento de la exigencia, no lo cn- sión cósmica de la vida, sirve de adver-
contramos e n un deseo moral, sino en tencia para las autoridades oficiales de
la relación vital existente. Es decir, la la religión, en el sentido de que, tienen
vida de nosotros y de las demás cosas y q u e ser guardianes d e la vida y, a la vez,
personas, depende de la Madre que nos tienen la obligación d e escuchar el “ma-
da vida y nos sostiene a todos. gisterio” de la vida, que surge y levanta
Aclaremos el hecho de que, los tojo- l a voz, desde las bases sociales de la
labales no le niegan al Estado la autori- comunidad religiosa, la “iglesia de los
dad d e establecer leyes. T a n t o el tojolabales”.
Estado como las leyes, se desvalorizan Ahora bien, Nuestra Madre Tierra
a sí mismas, sin embargo, si no respeta nos hermana a todos nosotros. Nos ha-
el carácter sagrado del cosmos, es decir, ce independientes, dependemos de e l h
iti comunidad cósmica d e la vida. La y dependemos unosde losotros, en cuan-
validez de las leyes depende, pues, dei t o a hijos de una sola madre. Esta clase
respeto del cosmos, de la Madre Tierra. de dependencia mutua y de la misma
de la cual todos dependemos. Las leyes madre, produce otra concepción política,
que contradigan la extensión cósmica que nos hace entender uno de los lema
de la vida, pierden validez. Por legales dc los zapatistaq al decir:
q u e sean, no merecen respeto porque
destruyen el fundamento d e la vida pa-
ra todos nosotros, para todos los hom-
bres. Con esto, los tojolabales no
La vida, pues, toca a todos y los in-
mezclan indebidamente esferas a u t 6
terrelaciona d e manera tal que, todos
nomas, es decir, la religión y la política.
tienen los mismos derechos y las mis-
S d o hacen hincapié, e n una realidad
mas obligaciones de corresponsabilidad
válida para todos: La sobrevivencia de
hacia nuestra madre y nuestros herma-
la humanidad, depende de que todos
nos. La búsqueda de privilegios perso-
nosotros, respetemos los fundamentos
nales, se hace a expensas de los demás,
cdsmicos d e la vida; y que lo hagamos.
destruye la armonía cósmica y daña, no
independientemente de convicciones
solo a los demás, sino a los mismos
rc,ligiosaspersonales. Para los tojolaba-
“oportunistas”. Por ello, conforme el
les. los fundamentos cósmicos de su re- lema Citado, los insurrectos y rebeldes
Padre, te confieso que hepecado, chingué la lumbre 51

no piden nada en particular para sí mis- contexto del conflicto actual que surgió
mos. S e mantienen fieles a la cosmovi- en Chiapas.
sión tojolabal setialada. Los provechos Hasta la fecha, la sociedad dominan-
para todos, son provechos para cada te, no ha entendido la cosmovisión ma-
uno. ya-tojolabal con respecto a la tierra, tan
L a importancia y amplia ramifica- fundamental para todos los amerindios,
ción del tema, nos hace subrayarlo al porque: ¿quién va a negar la importan-
agregarle, algunos aspectos adicionales cia de la mamá para todos nosotros?,
que nos ayudan a captarlo mejor. L a quiénes debemos nuestra vida a una
concepción de la tierra en cuanto jnan- madre. Parece que la sociedad domi-
tik lu’um (Nuestra Madre Tiewa) tiene nante y neoliberal precisamente, no
varias repercusiones porque toca reali- quiere reconocer, que nos debemos y
dades que, en la sociedad dominante, se seguimos debiéndonos a otra realidad.
consideran separadas por no decir au- De las mercancías disponemos, de-
tónomas. penden de nosotros. Al disponer de
Vimos ya la referencia a lo político Nuestra Madre,sin embargo, nos desna-
En la sociedad moderna, la tierra es unci turalizamos. ¿No es éste el problema?
mercancía y, por ello no tiene nada que ¿la sociedad dominante, tan convenci-
verconNuestra Madre.Éstase entien. da de su política modernizadora y triun-
de, sólo e n e l sentido carnal, con fante, reconocerá que se desnaturaliza
referencia a la mujer que nos trajo al a sí misma, a su gente y a la propia
mundo. L a tierra, por ende, se seculari- naturaleza? Para hacerlo, tendría que
za. L a sociedad moderna la integra en cambiar de rumbo u orientación políti-
el resto de las cosas comerciables. Se ca, para lo cual basta el momento, no
vuelve una, entre muchas mercancías. hay setiales.
De esta manera, se explica fácilmente Las implicaciones político económi-
el origen de muchas fricciones entre las cas de la concepción de Nuestra Madre
cosmovisiones, digamos “mercantil” o Tierra,nos parecen obvias.
“neoliberal” y tojolobal. Las mercan- Surge la pregunta con respecto a lo
cías, no pueden ser nuestra mamá y religioso. Las Iglesias, católica y protes-
viceversa. Por ello,y a nuestro juicio, las tante, reconocerán y respetarán la
concepciones de los dos tipos de sacie- realidad de Nuestra Madre Tierra. L o s
dad y cultura las consideramos incom- tojolabales no ven ningún problema al
patibles. Por ello, ya hicimos referencia respecto. La inscripción en una ermita
a esta problemática al hablar del tojolabal, dedicada en el año de 1993,
Articulo 2 7 Constitucional e n el reza así:
La Iglesia Catóhcu r u m a otras realidades y culturas, Loma-
Muríu de Guadalupe. das por las mismas “potencias divinas”.”
como todas las demás. No sabemos, a>-
Grucias a Nuestru Madre Tierra.
rno los diferentes grupos de protestantes
Ella nos ha cargado. reaccionan al respecto. N o nos podemos
También ella nos sostiene ” imaginar. que son capaces d e destcrrar a
la Madre Tierradel corazún de los campe-
Desde la perspectiva tojolabal, Nues- sinos tojolabales.
tru Madre Tierra se asocia sin problema De todos modos, vemos quc la pre-
alguno con la Guadalupana. Es decir, la sencia de Nuestra Madre Tierra, cn la
comunidad cósmica ya señalada, tiene, cosmovkión tojolabal, niega la autono-
por supuesto, implicaciones religiosas. míade laeconomíadela~o,delapolítica
La Virgen del Tepeyac, e n otro contexto y d e la religión. Nuestra Madre Tierru
como el tojolabal, la llaman simplemente represenla un eslabón, que nos hacc ver
Nuestra Madre, tiene hermanas, una dc la intcrrelación d e la realidad que la Ila-
cllas es Nuestra Madre Tierra. Para los mada sociedad moderna está cortando a
tijolabalcs, pues, la comunidad d e los su antojo. El resultado no nos hará espe-
guadalupaniis y la d e los hijos d e l a rar mucho. L o s problemas ecológicos,
tierra, son coexistentes, por no decir políticos y sociales d e hoy día. nos cnse-
idénticas. Los hijos d e la Guadalupana, ñan que la mercantilización de la tierra y
son los hijos de la Madre Tieru. Dicho de las rekdciones sociales pueden poner
dcotromodo, sinorespetam0saNucstr;i cn peligro la sobrevivencia d e la humani-
Madre Tierra, truncamos la comunidad dad.”
cúsmica a la cual pertenecemos y de I;¡
cual, la hn¡I¡a Guadalupana forma par^ 6. Reügión y Comportamiento.
te.
Otra vez, notamos la capacidad de los Los tojolabales buscan al sacerdote p;i-
tojolabales d e transformar y profundizar ra confesarse, porque fallaron en su
el cristianiimo al inculrurarloa su cosmo~~ comportamiento. Los pecados que IC
visión. Otros pueden decir, que están dicen, no son cosas que se Ics enseñú por
produciendo un tipo d e sincretismo que los padres, las religiosas u otros agentes
l a Iglesia no puede tolerar, si quiere man- d e pastoral. Se írata d e actos, que tienen
tener la doctrina correcta. Con esta clase sus raíces en la cosmovkwn iojoiabul y
de objeciones no se da cuenta de que el nmerindia. Hacemos hincapié en el he-
cristianismo, al hablar de la encarnaciún. cho d e quc son “actos”, cosas que hick..
no puede mezclarse, es dccir, sin incuítu- ron y m i ideas.
~

Padre, te confieso que he pecado, chingué la lumbre 53

Alguien nos puede decir que, por lo pretan de una manera muy instructiva y
general, la confesión suele referirse a representativa para la cosmovisión
cosas hechas y no a cosas pensadas. La tojolabal.
objeción es válida y, por lo tanto, tene- La “palabra de Dios” en la teología
mos que mencionar otros testimonios,, cristiana occidental, suele ubicarse fue-
para comprender mejor la particulari- ra de los destinatarios, es palabra exter-
dad de la religión entre los tojolabales. na, q u e se origina en “otro” para
Aludimos a una manta preparada por dirigirse al oyente?l con el propósito de
los tojolahales, para recibir a su obispci, llamarlo, orientarlo, corregirlo, etcéte-
Samuel Ruíz García, el 7 de febrero de ra. La ubicación de la palabra fuera del
1980. El texto se hizo en español para auditorio mantiene, en el pensamiento
que el obispo lo entendiera. Reza así: cristiano común y corriente, la sobera-
nía de Dios frente a su pueblo, a los
Nuestra lucha es la palabra de Dio:j. creyentes y a todos los demás. Dicho de
Cristo murió por nosotros por la explo- otro modo, la posición señalada de la
tación. Lo crucificaron los ricos porque “palabra de Dios”, es una de las mane-
ayudó a los pobres para que estemos ras para garantizar la trascendencia de
libres. Dios.
Los tojolahales reubican la misma
El enunciado tojolabal, se ubica en palabra. La despojan, por decirlo así, de
cl contexto cristiano por la expresión la trascendencia. La razón es que, le
“palabra de Dios”, término técnico en asignan su morada en medio de “nues-
las Iglesias para referirse a palabras tra lucha”, es decir, en medio de “noso-
consideradas divinas que, por lo tanto, tros los tojolabales”. Dicho de otro
representan orientación, amonesta- modo, le privan del lugar externo con
ción, corrección, etcétera. Son, por de- referencia a los oyentes.” Subrayamos
cirlo así, m a n d a t o s definitivos c que el cambio de residencia de la pala-
inapelables. Fijémonos e n el enunciad.0 bra de Dios, significa o bien la cancela-
de los tojolahales, muy instructivo e n ción de la trascendencia de Dios, como
toda su particularidad, que nos hacever lo dijimos ya, o bien y mejor dicho, nos
la capacidad de ellos de Niculturar y eleva a todos nosotros, en cuanto tojo-
transformar “instituciones impuestas”, labales, al nivel de la morada de Dios.
en este ejemplo a la religión cristiana. Nos hace formar parte de lo que Ilama-
No niegan la aceptación de la “pala- mos “el cosmos sagrado”. En lugar de
bra de Dios” y, por ello, se consideran un mundo dividido en las esferas profa-
a sí mismos cristianos;2’ pero ia inter- nas y sagradas, donde la “palabra de
-

54 Carlos Lenkersdotf

Dios”, nos habladesde laesferasagrada sociedad dominante, los ricos, mataron


hacia nosotros los “profanos”, en lugar a Cristo, quien, a su vez, murió por
dc esta concepción d e dualismo, los nosotros los explotadosqueestamosvi-
mayas tojolabales perciben el mundo viendo cn comunidad. Es decir, ianto
de una manera unificada. Es decir, es- Cristo como nosotros estamos sufriendo
tamos juntos con Dios y viceversa. Con la misma suerte, a través de los tiempos y
esto, no se diluye la capacidad orienta- en el mismo tiempo escatológico. Así se
dora, decorrección, etcétera, d e la “pa- explica la amenaza mortal, contra lavida
labra de Dios”; pero sí se modifica: comunitaria de los pobres, explotados y,
surge en medio d e nosotros,es decir, de por ende, di€erentes del modo d e id so-
la comunidad d e consenso nuestra que ciedad dominante. La experiencia de los
realza algo típico del modo tojolabal. Es tojolabales les dice: para nosotros no hay
la comunidad, por su extensión cósmi- cabida en la sociedad dominante, a no ser
ca, la que no nos concede la vida y la que que nos integremos y neguemos a nues-
exige de nosotros, que la respetemos tro pueblo y nuestra identidad.
p u a t o que somos responsables d e ella?3 La lucha que “nos” acosa a diario y
La vida en comunidad a la cual, la acompaña al pueblo de Dios, desde los
“palabra de Dios” se ha incorporado, es días de Cristo, no es sin esperanza. Si-
vida d e lucha, porque los tojolabales yamos con la exposición, desde la pers-
estamos viviendo en un ambiente hos- pectiva tojoiabal, al afirmar que la lucha
til, que nos explota y oprime, porque la se realiza hasta que la libertad sea nues-
sociedad dominante no reconoce, ni to- tra. Esto ocurrirá desde que Cristo en-
lera la vida en comunidad.24La misma tregó su vida para los demás. Es decir,
concepción comunitaria determina la la vida para los otros destaca, tanto el
interpretación del mensaje bíblico. L o s actuar de Cristo como el camino tojola-
tojolabales ubican el acontecimiento bal de la vida comunitaria, en la cual,
del nazareno, en medio del acontecer cada uno vive para los demás, quienes,
actual, que por experiencia conocen. Es a su vez, viven para él o ella. Con esto,
decir, la incorporación d e la palabra d e se vislumbra la finalidad del camino de
Dios a la “lucha de nosotros”, repercu- los tojolabales: que exista una sociedad
tc e n la concepción del tiempo. El ac- comunitaria donde el provecho no sea
tuar de Cristo, no se hizo en un tiempo de unos pocos privilegiados,sino d e to-
remoto y apartado, sino que es, por dos. La misma finalidad caracteriza la
decirlo así, el kuirds escatológico siem- cosmovisión tojolabal de la intersubje-
pre presente e inminente. Por lo tanto, tividad,*’ a la cual incorpora el cristia-
las gentes que mandan dentro de la nismo, tranformándolo de una manera
Padre, feconfiesoque he pecado, chinpé la lumbre 55

muy particular. Capta el mensaje de Ésta es la pregunta dirigida al obispo


hermandad y comunidad, anunciadas y para interpelarlo. Preguntamos si, al fm
vividas por Cristo y los primeros cristia- y al cabo,las mismas palabras nos están
nos. Las tranforma y, digamos, profun- interpelando a todos nosotros, que esta-
diza. Lo que importa es el compromiso mos viviendo fuera de la comunidad y
de luchar por la misma comunidad y, no lejos de la “palabra de Dios”, que surge
tanto por las palabras correctas que de la misma comunidad que nos interpe-
tantas veces se enunciaban por los sa- la.
bios, muy abundantes en la tradición
cristiana, pero, hasta hoy día e n las 7. Vivir en la comunidad cósmica.
Iglesias, muy poco “cristalizadas” e n
la realidad. Por ello, los tojolabales ha- La pertenencia a la comunidad cósmica
cen hincapié en que, la palabra de Dios tiene otras implicaciones, que caracten-
se hace realidad en la “lucha comunita- zan lacosmovi.ión tojolabal y la distinguen
ria nuestra”, y con estas palabras pregun- de aquella de la sociedad dominante.”
tan al obispo Samuel: ¿Dónde estás tú en Nos acordamos de que todas las cosas
la lucha de Cristo y de su comunidad? tienen corazón, lo que quiere decir, que
Nos acordamos d e que la manl.a, no hay nadaqueno tengavida.Nos encon-
presentada al obispo, quiso interpelarlo tramos, pues, en una comunidad de igua-
y, para que le entendiera bien le envia- les,de hermanas y hermanos,con todos los
ron un mensaje que le comunicó más o demás, y también con animales, plantas y
menos las siguientes indicaciones: cosas. Cada elemento de este universo
tiene funciones distintas. No se trata de
Queremos que nos visites, pero no de carre- una nivelación mecánica de todos. Por las
ra. Tómate el tiempo para estar wn nOSOtrOS funciones diferentes, nos complementa-
unos tres días. Queremos saber, dónde estas
tú, en la lucha que nos toca por la palabra de
mos para mantener la pluralidad de los
Dios misma. El primer día de tu visita, te componentes constitutivos del cosmos.
vamusa explicar la luchadenosotrus.colooia El hecho de pertenecer a una comuni-
por colonia. El segundo día, te lo reservamos dad tan amplia, significa al mismo tiempo,
a ti para que nos expliques ¿dónde estás tú?
Tienes todo el día. Tienes todo el tiempo que nosotros no representamos el centro
para convencernos. ¿Estás con los explota- de todo. No somos el “ombligo del mun-
dores o w n nosotros, los explotados? Lo que do”. No somos los mandones ni los man-
cuenta, sabes, es la lucha que nos impone datarios con el derecho d e imponer, a
la palabra de Dios a todos nosotros.El tercer todos los demás los valores, criterios y
día puedes confirmar a los hermanos, bauti-
zarlos, celebrar matrimonios y la misa. Es el la culturade nosotros. El respetomutuo
día de fiestay alegría para todos. y kd responsabilidad compartida con to-
dos los demás, nos hacen aprender a con- religión cristiana, y rctoman los cjem-
vivir en comunidad. Al formar parte de plos de la iglesia católica. Otro punto dc
una comunidad de iguales, nos toca la partida,27nos mostraría la misma capaci-
tarea con todos los demás de mantener el dad incultwadom de los tojolabales en el
equilibrio, la armonía cósmica. De este contexto protestante. Por falta de tiempo
modo, entendemos la necesidad del respc- y espacio no podemos senalarla en este
tu mutuo y, de la interdependencia que trabajo. Subrayamos, pues, que no es ne-
nus eslabona con todos los demás y vice- cesario nirecomendable buscar Cenóme-
versa. De la misma manera, expresamos la nos “exóticos” de la religión uimo ritos,
dignidad que nos pertenece a todos noso- Ceremoniasy cosas que, de inmediato, nos
tros y que les debemos a todos los demás. llaman la atención A primera visia los
Las obligaciones de pertenencia a la lojolabales maniñestan pocas cosas llama-
comunidad &mica nos explica, dexie iivas. L aparticularidad,quesíesprofunda,
otra perspecriva, ia razón de la inquietud la p t h m o s captar al enfocar la realidad
de los hermanos que quisieron confesarse que viven y que en forma del catolicismo,
con el sacerdote. En esa ocasión no hubo delos ejidosydeotrasestnicturasimpues-
delitos cometidoscontraotraspersonasde tas por la sociedad dominante, manifiesta
la comunidad, ni t a m p contra habitan- esúuciuras religiosas, políticas, sociales y
tes de otros lugares. Los delitos cometidos, culturales que nos hacen ver tanto la idio-
sin embargo, dañaron la armonía cósmica. sincrasia deeste pueblo como lacapacidad
Los hermanos no respetaron la comuni- de interpelarnos. En primer lugar tcnc-
dad con los demás. FaUaron por no conce- mosquever, a nuestro juicio, que la termi-
derles la dignidad y, por no manifeitarles nología cristiana empleada por los
cl respeto que todos nosotros nos debe- tojolabales, no quiere “convertirnos en la
mos los unos a los otros. única Iglesia s M c a ” , sino quesíquicren,
que nos transformemos para incorporar-
8. CoRclnsiÓn. nos a la comunidad cósmica donde nos
respetamos todos mutuamente. Esta u)-
munidad, en la concepción de los lujola-
Llegamos al íkal de la exposición del tc-
bales mencionados, se identifica con la
ma. Los puntus principales y escogidos dc
Iglesia. En segundo lugar, vemos una
la religión de los tojolabales de hoy día, no
pregunta que nos cuestiona: ¿Noestán vi-
sondifícilesdeentendery, anuestrojukio,
viendo y luchando por estrwturas más
no necesitan repetición. Lo importante.
humanas, más cósmicas y de más vida que
en cambio, lo vemos e n otro aspecto.
la suciedad dominante que no los ha res-
la particularidad de la religión de los petado hasta la fecha? Por ello, pregunta-
toplabales se da dentro del contexio de la
Padre, te comfwso que hepecado, chingué la lumbre 57

mos nosotros, ¿no es todo esto la aptti.- a las dos cosas. De todos modos, ambas tra-
ducciones quedan como en aproximaciones.
ción que debemos aprender de ellos? No La sintaxisy,por ende, la semántica tojolaba-
nos parecejusto estudiarlos, por puro ink- lesson íundamentalmentediferentesdelcas-
rés académico, sin fijamos en el hecho de tellano y de otros idiomas indoeuropeos.
que nos interpelan. Ojaiá, esta breve ex- Véase Carlos Lenkersdorf 19Y4pársUn.
posición muestre con claridad, como los 6 En tojobbel se usala palabra adoptadadel oste-
hermanos tojolabaies nos están interpe- llanodps.
lando con urgencia en la crisis que todos 7 Aquíw es el lugar pira pro fund^ más la gxe
estamosviviendo en estos días. blemática de este tip de enfque.
8 PopOU’y 19M: 13s.
NOTAS 9 En tojolobal corazb mrrespaide a h palabra
y&- “sucamón”.Tambi~nlopodemosaadu-
cir “maha”.De todos modos se r e r e al prin-
1 Lcsioj&oles representan, uno de los 30 puf:- cipia VMfiCante de tcdo lo que Todas las
blosmaydSque~enelsurestedeMá8coyde ccsas, pues,\iven.
Ics vecinos de Guatemala, ñelice y El Salvador.
10 VeaSe a Rgokria Mendiú, mujer maya-Fiche’,
ID huasteccs son Ics ú n i a maya$que miden sobre lanatura!ezaylanemidadderes~iarlaen
apartada de la región señalada. Lcs toj~labek. E b k t h B u r p 1% 8083.
tienen su morada, sobre t a b , en lamunidpkx
?
de Las MargaritasyAitam&ano,tantoen los aitcs 11 E’. MirellaRicaardi 1991:10. La traducdónylas
de Chiapsmmoen laseivddelmisnoestado.Ia cursivasson nuestras.
re~6ndeeUosseennientraenel áreaque,apanir 12 VeaSe G. van der Leeuw 1975 7481.
de enero de 1994, se suele dominar ‘mna de
13 lCa.7iZJ%Y,Y.
conflicto’:
14 La cita de la iey de M& es deikutemm&
2 En el lenguaje de la región “chingdr”quiere decir 25: 4.
m o i w m , cmar dmm, m&m y cmm pa el
estüo. 15 Por loger~ral, ma unacrí!kaconplabra%Esta
clase de enfrentamiento wbal lostojolabaiesno
3 En el mntBdO de una sonedadsubelternami0 laven mwniente. Ia crítica se manúiesta p r el
latoy>latal,noncsinteresa loreli@mencuanto
comprtamiento.ConñesandetitcsnoconFidera-
justificanted e l s m quo social, expresión que,de
dcs p e c a d o s pcr h corriente mayoritaria de los
t a m maim, 110 hemcs e m u a d o entre Ius
cristianos.
tojolabalessi dexuntamaj manifestaamfflcon-
iada?. de resignaciónreligiw. 16 En cuanto otra clase de crítica, véase Carlos
Lenkersdorí 1993:iO.
4 Vedse, par ejemplo, San Agustín, Confe:s-
siones I, p.1,Inquietum esrcornosmrm abnec 11 En tojoiabal,ja ’egeiesya hialika mariya de
requiescal in le. guadalupe. stz’nkaialj a jnaniik lu’umiye’na-
ni skuchuneja. cha ye’ni wa smnklayotika.
5 La expdón “scar numm delitos”,es una
traducción del tojoiabaly m p d e a c o n f e s m 18 lnvitemmy pedimos a nu&m estimada3 lecte
n a y . La uaduCaán del guo da dcs pibilidades: res que, en lugar de “ptenciasdivinas”,pungan,
W>ermse&losdeliroso~sde~deo&~~, ,s=gú” su preferencia, Lh$ Cor& del CiPlo,
sacadotesc hermana. También puede referiix Creador, etcétera, etcétera.
58 Curlos Lenkersdoif

19 En Cuanto al mercantilismo de las relaci«-


lies sociales, sólo recordamos a los lectorca
la noticia reciente de un catedrático dcl
‘lecnológico de Monterrey de que: “24 fa. Agustini, Sancti. Confessionum1ibj-inedccim.
milias ganan lo mismo que 25 millones de Edición de Karl von Raumer. C. Hertels-
mexicana? mann, Gütersloh, Alemania, 1876.
20 No nos olvidemos de que, el enunciado es Hurgos, Elizabeth. Mellamo Rigoberto Men-
cI texto de una manera preparada para la chú y así me nacirj la conciencia. Siglo
recepción de su obispo, Samuel RukL Ciar- XXI Editores. México, D.F., 1985
dd. I m k e r s d o r í , Carlos. (coordinador). J U
21 1.1oyente puede ser: yo, tú, él, ella, no- ynjk’achil sju’unil j u dyosi b’a 10-
solros, etcétera. jol’oh’ul, vol. 2. La (:astaiia, i;scuc~a de
promoción educativa y cultural para los
22 Más adelante, explicaremos la particuiari-
indígenas de la región tojolabal. Comitán,
dad del ‘cnoSotros”enelcontexto tojolabal.
Chiapas, México, 1993.
23 Por la misma razón indios d e este continen-
IC no identificados afirmaron: “Nuatra co-
iojolabal para principiantes. Lengua y cosmo-
munidad india vive en comunidad. En la
visión mayas en Chiapas. Centro de Refle-
xión Teológica. México. D.F., 1994
Teología Cristiana se habla de un Dios per-
sonal. Nuestro Dios es comunitario”. Véa- Nueva Biblia Espanola. Traducción de Ius
se TeologíaIndia, 1990: 116. lextos originales, dirigida por I.uis
Alonso Schdkel y Juan Mateos. íidicio-
24 Por eso, un joven tojolabal d e u n poblado
nes Cristiandad. Madrid, España. 1975.
sin luz eléctrica, sin carretera, sin agua en-
lubada, sin casa sólidas y lantas otras cosas
amenas másde lavida urbana; ai preguntarle Popo1 Wuj. Antiguas historias de los indior
a este joven si quiere vivir en la ciudad, res- yuichés de Guatemula. Advertencia, ver-
ponde sin titubeos: “Que no. En la ciudad no sión y vocabulario d e Albertina Saravia
hay comunidad”. E. Colección Sepan Cuantos. 18” cdi-
ción. Editorial Porrúa, México, D.l:.,
25 Es decir, que todos somos sujetos y no obje-
1992.
tos, asicornotodos y todas lascosas, tenemos
corazón y formamos parte de la comunidad Teología India. Primer encuentro taller lati-
cúsmica. En cuantu a la iniersubjetividud, noamericano, 2” edición. CENAMI. Méxiw,
véase Carlos Lenkersdorf 1994:129-141 D.F. & ABYA YALA. Quito, Ecuador, 1992.
26 No podemas mencionar todos los aspectas, VanishingAmazon. WitA
Kicciardi, Mirella.
pero sí nos parece importante setlalar final- lntroduccrions by Marcus Colchester.
inente un rasgumuypartinilar. Para UM e x p Harry N. Abrdms, Inc., Publisher. Nueva
sisón maS compieta del tema, véase Cklm York, Estados Unidos de América, 1991
LenkersdoríLosHombres Verdoderos, voces y Van Der Leeuw, G. Fenomenologia de la re-
testimniaí tojobbales, Siglo XXI Editoresi lipión. traducción de Ernesto de la Pcfia.
UNAM, 1996.
fondo de Cultura Económica. México,
27 Nos referimos a la estructura de la lengua, D.F.. 1975.
como lo hicimus en el libro en preparación ya
mencionado en la nnta 20.

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