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Carlos Lenkersdoe
cuando comíais? Nos arrojabais y siem- blos mayas. Muchos de ellos, no han
pre estaba prevenido un palo para noso- leído el libro de los maya-Fiche’s, pero
tros. Nos tratabais de este modo porque las cosas atestiguadas por el libro sí son
no hablábamos. ¿Por qué no mirasteis realidades vividas por muchos mayas en
por nosotros? Ahora probaréis nuestros la actualidad. Por esta razón, añadimos
dientes que tenemos en la boca y cis el testimonio de un hermano tojolabal,
comeremos,>?
quien nos explicó un aspecto funda-
mental de la cosmovisión de s u pueblo.
En el Popol Wuj las plantas, los ani- Dijo así:
males y las cosas platican y actúan. Se-
ñalan el tipo d e delitos q u e sigue
Mira hermano, todas las cosas tienen cora-
inquietando también a los tojolabales z6n. s‘ Por ello, viven. Aquí está el reloj que
de hoy día. E n el texto escogido no traes. Se.mueve y tú lo ves. Tiene corazbn.
causa mucho asombro, el hecho de que Pero muchas cosas tú no las ves y sí tienen
los no-humanos saben hablar y actuar. corazón. Viven. El maíz, los frijoles, los oco-
tes. La roca en la cual estamos sentados tiene
L a razón es que tanto los mayas-tojola- corazbn. Tú no lo ves. Porque se mueve
hales de hoy como los maya-k‘iche’s de despacio, despacio. Pero sívive aunque no lo
antaño presuponen la existencia de iri- veas tú. Todavía hay muchas m a s que tienes
terrelaciones mutuas con las “cosas” de que aprender.
la naturaleza y la cultura. Por ello, debe
existir respeto mutuo. Ai no cumplir Esta manera de ver la realidad, nos
conestaexigencia, los tojolabales saben hace entender, el motivo por el cual, los
que han estorbado el equilibrio por no tojolabales quieren confesarse al haber
decir a la comunidad, que tiene que maltratado las “cosas”, con las cuales
existir tanto entre los hombres, como forman la “comunidad de vivos”. Para
en las relaciones de éstos con todas las ellos, lo religioso abarca el cosmos en
demás “cosas”. El relato de IDS sufri- su totalidad. Es la comunidad global a
mientos de los hombres de madera, co- la cual pertenecemos, que debemos
rrobora las exigencias de esta clase de respetar y de la cual somos responsa-
comunidad. bles los unos de los otros.” No hay,
E n este contexto se inserta otro tes- pues, una división entre esferas profa-
timonio que explica y subraya el prime- nas y sagradas. E l cosmos en toda su
ro. Lo agregamos para que, nos demos plenitudy en todos sus componentes es
cuenta de que las palabras del Popol sagrado porque vive y la vida exige res-
Wuj no pertenecen a un pasado ya olii- peto. Lo profano, en cambio, no se ubi-
dado, sino que señalan una realidad ca en esto o aquello, tampoco está acá
presente hoy día en medio de los pue- o allá, sino que se hace ver en la actitud
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autoridades o no, tenemos que respetar ligión, van mucho más allá de la esfera
la extensión cósmica d e la vida. La exi- privada y personal que la sociedad do-
gencia, pues, toca a todos porquelavida minante, suele conceder a lo religioso.
de todos depende de ella. Por ello, el La misma concepción de la cxten-
Iundamento de la exigencia, no lo cn- sión cósmica de la vida, sirve de adver-
contramos e n un deseo moral, sino en tencia para las autoridades oficiales de
la relación vital existente. Es decir, la la religión, en el sentido de que, tienen
vida de nosotros y de las demás cosas y q u e ser guardianes d e la vida y, a la vez,
personas, depende de la Madre que nos tienen la obligación d e escuchar el “ma-
da vida y nos sostiene a todos. gisterio” de la vida, que surge y levanta
Aclaremos el hecho de que, los tojo- l a voz, desde las bases sociales de la
labales no le niegan al Estado la autori- comunidad religiosa, la “iglesia de los
dad d e establecer leyes. T a n t o el tojolabales”.
Estado como las leyes, se desvalorizan Ahora bien, Nuestra Madre Tierra
a sí mismas, sin embargo, si no respeta nos hermana a todos nosotros. Nos ha-
el carácter sagrado del cosmos, es decir, ce independientes, dependemos de e l h
iti comunidad cósmica d e la vida. La y dependemos unosde losotros, en cuan-
validez de las leyes depende, pues, dei t o a hijos de una sola madre. Esta clase
respeto del cosmos, de la Madre Tierra. de dependencia mutua y de la misma
de la cual todos dependemos. Las leyes madre, produce otra concepción política,
que contradigan la extensión cósmica que nos hace entender uno de los lema
de la vida, pierden validez. Por legales dc los zapatistaq al decir:
q u e sean, no merecen respeto porque
destruyen el fundamento d e la vida pa-
ra todos nosotros, para todos los hom-
bres. Con esto, los tojolabales no
La vida, pues, toca a todos y los in-
mezclan indebidamente esferas a u t 6
terrelaciona d e manera tal que, todos
nomas, es decir, la religión y la política.
tienen los mismos derechos y las mis-
S d o hacen hincapié, e n una realidad
mas obligaciones de corresponsabilidad
válida para todos: La sobrevivencia de
hacia nuestra madre y nuestros herma-
la humanidad, depende de que todos
nos. La búsqueda de privilegios perso-
nosotros, respetemos los fundamentos
nales, se hace a expensas de los demás,
cdsmicos d e la vida; y que lo hagamos.
destruye la armonía cósmica y daña, no
independientemente de convicciones
solo a los demás, sino a los mismos
rc,ligiosaspersonales. Para los tojolaba-
“oportunistas”. Por ello, conforme el
les. los fundamentos cósmicos de su re- lema Citado, los insurrectos y rebeldes
Padre, te confieso que hepecado, chingué la lumbre 51
no piden nada en particular para sí mis- contexto del conflicto actual que surgió
mos. S e mantienen fieles a la cosmovi- en Chiapas.
sión tojolabal setialada. Los provechos Hasta la fecha, la sociedad dominan-
para todos, son provechos para cada te, no ha entendido la cosmovisión ma-
uno. ya-tojolabal con respecto a la tierra, tan
L a importancia y amplia ramifica- fundamental para todos los amerindios,
ción del tema, nos hace subrayarlo al porque: ¿quién va a negar la importan-
agregarle, algunos aspectos adicionales cia de la mamá para todos nosotros?,
que nos ayudan a captarlo mejor. L a quiénes debemos nuestra vida a una
concepción de la tierra en cuanto jnan- madre. Parece que la sociedad domi-
tik lu’um (Nuestra Madre Tiewa) tiene nante y neoliberal precisamente, no
varias repercusiones porque toca reali- quiere reconocer, que nos debemos y
dades que, en la sociedad dominante, se seguimos debiéndonos a otra realidad.
consideran separadas por no decir au- De las mercancías disponemos, de-
tónomas. penden de nosotros. Al disponer de
Vimos ya la referencia a lo político Nuestra Madre,sin embargo, nos desna-
En la sociedad moderna, la tierra es unci turalizamos. ¿No es éste el problema?
mercancía y, por ello no tiene nada que ¿la sociedad dominante, tan convenci-
verconNuestra Madre.Éstase entien. da de su política modernizadora y triun-
de, sólo e n e l sentido carnal, con fante, reconocerá que se desnaturaliza
referencia a la mujer que nos trajo al a sí misma, a su gente y a la propia
mundo. L a tierra, por ende, se seculari- naturaleza? Para hacerlo, tendría que
za. L a sociedad moderna la integra en cambiar de rumbo u orientación políti-
el resto de las cosas comerciables. Se ca, para lo cual basta el momento, no
vuelve una, entre muchas mercancías. hay setiales.
De esta manera, se explica fácilmente Las implicaciones político económi-
el origen de muchas fricciones entre las cas de la concepción de Nuestra Madre
cosmovisiones, digamos “mercantil” o Tierra,nos parecen obvias.
“neoliberal” y tojolobal. Las mercan- Surge la pregunta con respecto a lo
cías, no pueden ser nuestra mamá y religioso. Las Iglesias, católica y protes-
viceversa. Por ello,y a nuestro juicio, las tante, reconocerán y respetarán la
concepciones de los dos tipos de sacie- realidad de Nuestra Madre Tierra. L o s
dad y cultura las consideramos incom- tojolabales no ven ningún problema al
patibles. Por ello, ya hicimos referencia respecto. La inscripción en una ermita
a esta problemática al hablar del tojolabal, dedicada en el año de 1993,
Articulo 2 7 Constitucional e n el reza así:
La Iglesia Catóhcu r u m a otras realidades y culturas, Loma-
Muríu de Guadalupe. das por las mismas “potencias divinas”.”
como todas las demás. No sabemos, a>-
Grucias a Nuestru Madre Tierra.
rno los diferentes grupos de protestantes
Ella nos ha cargado. reaccionan al respecto. N o nos podemos
También ella nos sostiene ” imaginar. que son capaces d e destcrrar a
la Madre Tierradel corazún de los campe-
Desde la perspectiva tojolabal, Nues- sinos tojolabales.
tru Madre Tierra se asocia sin problema De todos modos, vemos quc la pre-
alguno con la Guadalupana. Es decir, la sencia de Nuestra Madre Tierra, cn la
comunidad cósmica ya señalada, tiene, cosmovkión tojolabal, niega la autono-
por supuesto, implicaciones religiosas. míade laeconomíadela~o,delapolítica
La Virgen del Tepeyac, e n otro contexto y d e la religión. Nuestra Madre Tierru
como el tojolabal, la llaman simplemente represenla un eslabón, que nos hacc ver
Nuestra Madre, tiene hermanas, una dc la intcrrelación d e la realidad que la Ila-
cllas es Nuestra Madre Tierra. Para los mada sociedad moderna está cortando a
tijolabalcs, pues, la comunidad d e los su antojo. El resultado no nos hará espe-
guadalupaniis y la d e los hijos d e l a rar mucho. L o s problemas ecológicos,
tierra, son coexistentes, por no decir políticos y sociales d e hoy día. nos cnse-
idénticas. Los hijos d e la Guadalupana, ñan que la mercantilización de la tierra y
son los hijos de la Madre Tieru. Dicho de las rekdciones sociales pueden poner
dcotromodo, sinorespetam0saNucstr;i cn peligro la sobrevivencia d e la humani-
Madre Tierra, truncamos la comunidad dad.”
cúsmica a la cual pertenecemos y de I;¡
cual, la hn¡I¡a Guadalupana forma par^ 6. Reügión y Comportamiento.
te.
Otra vez, notamos la capacidad de los Los tojolabales buscan al sacerdote p;i-
tojolabales d e transformar y profundizar ra confesarse, porque fallaron en su
el cristianiimo al inculrurarloa su cosmo~~ comportamiento. Los pecados que IC
visión. Otros pueden decir, que están dicen, no son cosas que se Ics enseñú por
produciendo un tipo d e sincretismo que los padres, las religiosas u otros agentes
l a Iglesia no puede tolerar, si quiere man- d e pastoral. Se írata d e actos, que tienen
tener la doctrina correcta. Con esta clase sus raíces en la cosmovkwn iojoiabul y
de objeciones no se da cuenta de que el nmerindia. Hacemos hincapié en el he-
cristianismo, al hablar de la encarnaciún. cho d e quc son “actos”, cosas que hick..
no puede mezclarse, es dccir, sin incuítu- ron y m i ideas.
~
Alguien nos puede decir que, por lo pretan de una manera muy instructiva y
general, la confesión suele referirse a representativa para la cosmovisión
cosas hechas y no a cosas pensadas. La tojolabal.
objeción es válida y, por lo tanto, tene- La “palabra de Dios” en la teología
mos que mencionar otros testimonios,, cristiana occidental, suele ubicarse fue-
para comprender mejor la particulari- ra de los destinatarios, es palabra exter-
dad de la religión entre los tojolabales. na, q u e se origina en “otro” para
Aludimos a una manta preparada por dirigirse al oyente?l con el propósito de
los tojolahales, para recibir a su obispci, llamarlo, orientarlo, corregirlo, etcéte-
Samuel Ruíz García, el 7 de febrero de ra. La ubicación de la palabra fuera del
1980. El texto se hizo en español para auditorio mantiene, en el pensamiento
que el obispo lo entendiera. Reza así: cristiano común y corriente, la sobera-
nía de Dios frente a su pueblo, a los
Nuestra lucha es la palabra de Dio:j. creyentes y a todos los demás. Dicho de
Cristo murió por nosotros por la explo- otro modo, la posición señalada de la
tación. Lo crucificaron los ricos porque “palabra de Dios”, es una de las mane-
ayudó a los pobres para que estemos ras para garantizar la trascendencia de
libres. Dios.
Los tojolahales reubican la misma
El enunciado tojolabal, se ubica en palabra. La despojan, por decirlo así, de
cl contexto cristiano por la expresión la trascendencia. La razón es que, le
“palabra de Dios”, término técnico en asignan su morada en medio de “nues-
las Iglesias para referirse a palabras tra lucha”, es decir, en medio de “noso-
consideradas divinas que, por lo tanto, tros los tojolabales”. Dicho de otro
representan orientación, amonesta- modo, le privan del lugar externo con
ción, corrección, etcétera. Son, por de- referencia a los oyentes.” Subrayamos
cirlo así, m a n d a t o s definitivos c que el cambio de residencia de la pala-
inapelables. Fijémonos e n el enunciad.0 bra de Dios, significa o bien la cancela-
de los tojolahales, muy instructivo e n ción de la trascendencia de Dios, como
toda su particularidad, que nos hacever lo dijimos ya, o bien y mejor dicho, nos
la capacidad de ellos de Niculturar y eleva a todos nosotros, en cuanto tojo-
transformar “instituciones impuestas”, labales, al nivel de la morada de Dios.
en este ejemplo a la religión cristiana. Nos hace formar parte de lo que Ilama-
No niegan la aceptación de la “pala- mos “el cosmos sagrado”. En lugar de
bra de Dios” y, por ello, se consideran un mundo dividido en las esferas profa-
a sí mismos cristianos;2’ pero ia inter- nas y sagradas, donde la “palabra de
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mos nosotros, ¿no es todo esto la aptti.- a las dos cosas. De todos modos, ambas tra-
ducciones quedan como en aproximaciones.
ción que debemos aprender de ellos? No La sintaxisy,por ende, la semántica tojolaba-
nos parecejusto estudiarlos, por puro ink- lesson íundamentalmentediferentesdelcas-
rés académico, sin fijamos en el hecho de tellano y de otros idiomas indoeuropeos.
que nos interpelan. Ojaiá, esta breve ex- Véase Carlos Lenkersdorf 19Y4pársUn.
posición muestre con claridad, como los 6 En tojobbel se usala palabra adoptadadel oste-
hermanos tojolabaies nos están interpe- llanodps.
lando con urgencia en la crisis que todos 7 Aquíw es el lugar pira pro fund^ más la gxe
estamosviviendo en estos días. blemática de este tip de enfque.
8 PopOU’y 19M: 13s.
NOTAS 9 En tojolobal corazb mrrespaide a h palabra
y&- “sucamón”.Tambi~nlopodemosaadu-
cir “maha”.De todos modos se r e r e al prin-
1 Lcsioj&oles representan, uno de los 30 puf:- cipia VMfiCante de tcdo lo que Todas las
blosmaydSque~enelsurestedeMá8coyde ccsas, pues,\iven.
Ics vecinos de Guatemala, ñelice y El Salvador.
10 VeaSe a Rgokria Mendiú, mujer maya-Fiche’,
ID huasteccs son Ics ú n i a maya$que miden sobre lanatura!ezaylanemidadderes~iarlaen
apartada de la región señalada. Lcs toj~labek. E b k t h B u r p 1% 8083.
tienen su morada, sobre t a b , en lamunidpkx
?
de Las MargaritasyAitam&ano,tantoen los aitcs 11 E’. MirellaRicaardi 1991:10. La traducdónylas
de Chiapsmmoen laseivddelmisnoestado.Ia cursivasson nuestras.
re~6ndeeUosseennientraenel áreaque,apanir 12 VeaSe G. van der Leeuw 1975 7481.
de enero de 1994, se suele dominar ‘mna de
13 lCa.7iZJ%Y,Y.
conflicto’:
14 La cita de la iey de M& es deikutemm&
2 En el lenguaje de la región “chingdr”quiere decir 25: 4.
m o i w m , cmar dmm, m&m y cmm pa el
estüo. 15 Por loger~ral, ma unacrí!kaconplabra%Esta
clase de enfrentamiento wbal lostojolabaiesno
3 En el mntBdO de una sonedadsubelternami0 laven mwniente. Ia crítica se manúiesta p r el
latoy>latal,noncsinteresa loreli@mencuanto
comprtamiento.ConñesandetitcsnoconFidera-
justificanted e l s m quo social, expresión que,de
dcs p e c a d o s pcr h corriente mayoritaria de los
t a m maim, 110 hemcs e m u a d o entre Ius
cristianos.
tojolabalessi dexuntamaj manifestaamfflcon-
iada?. de resignaciónreligiw. 16 En cuanto otra clase de crítica, véase Carlos
Lenkersdorí 1993:iO.
4 Vedse, par ejemplo, San Agustín, Confe:s-
siones I, p.1,Inquietum esrcornosmrm abnec 11 En tojoiabal,ja ’egeiesya hialika mariya de
requiescal in le. guadalupe. stz’nkaialj a jnaniik lu’umiye’na-
ni skuchuneja. cha ye’ni wa smnklayotika.
5 La expdón “scar numm delitos”,es una
traducción del tojoiabaly m p d e a c o n f e s m 18 lnvitemmy pedimos a nu&m estimada3 lecte
n a y . La uaduCaán del guo da dcs pibilidades: res que, en lugar de “ptenciasdivinas”,pungan,
W>ermse&losdeliroso~sde~deo&~~, ,s=gú” su preferencia, Lh$ Cor& del CiPlo,
sacadotesc hermana. También puede referiix Creador, etcétera, etcétera.
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