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AÑO 2010
Hay un mundo que Antonio Tabucchi ama. Y hay otro que detesta y lo angustia, lo
lacera. En el primero de ellos, en la altura, reinan la literatura, la política, las ideas y,
en el otro, más bajo, habitan los monstruos de sus pesadillas que lo incitan a escribir
casi violentamente, con la sangre en cada letra trazada a mano. En 2006 publicó en
Italia un libro que llegó recientemente a nuestro país: La oca al paso. Noticias desde la
oscuridad que estamos atravesando (Anagrama). Allí, precisamente, describe el
mundo oscuro, por el que siente vergogna, el de los gobiernos corruptos, del
terrorismo, de la corrupción, del consumismo. ―La verdadera vida está en otra parte‖,
escribe Arthur Rimbaud y lo recupera Tabucchi para graficar lo que está describiendo
como mundo bajo, el lugar donde no desea estar. Tal vez esa búsqueda constante lo
lleve de Toscana a París y luego a Lisboa, capital del país que le ha obsequiado la
nacionalidad, Tabucchi no termina de aceptar la época italiana que le tocó vivir.
Tampoco la europea.
La Oca al Paso está dedicado a ―la memoria de mi amiga Susan Sontag, de los días
en los que proyectábamos hacer a cuatro manos un libro de este tipo, sobre los
payasos que guían la suerte del mundo‖. Se refería a la idea del payaso de Norman
Manea que había delineado en su libro Payasos. El dictador y el artista basado en dos
modelos: el blanco y el augusto; el primero es el dictador y el segundo, el artista.
Manea lo explicaba a Ceaucescu. Con Sontag, querían desarrollar la idea de que
podemos entender al payaso en un contexto totalitario, pero, claro, el problema
aparecía cuando los payasos eran protagonistas en democracia... De esos y otros
payasos habla en este libro donde, al fin de cada capítulo, abre el juego para seguir
leyéndolo de acuerdo con lo que indique el dado. La clara reminiscencia de Rayuela
de Cortázar es inevitable. Desde Italia, con las intermitencias de una comunicación
que se cortaba permanentemente, Tabucchi habló de la oscuridad contemporánea. De
todos modos, prefería reírse de los cortes telefónicos y burlarse de los servicios de
inteligencia que no estaban contentos con sus declaraciones.
-Ha estructurado este libro como el juego de la oca...
-Sí, efectivamente.
-¿Se divirtió haciéndolo?
-No demasiado. Es un juego aparente. En realidad era para mostrar que en el fondo
tout se tient, todo es como una tela de araña, es la realidad que nos rodea. Y a veces,
pensamos en un hecho que sucede y que tiene relación con otro; en suma, es la vieja
historia del aleteo de las alas de la mariposa. Como decía Pasolini, las cosas están
conectadas entre sí. Y lo importante es tratar de mostrar el entrelazamiento de los
hilos que está detrás de la alfombra. Naturalmente, las combinaciones pueden ser
también distintas, pero las cosas están siempre sujetas una a la otra. Es decir, si cae
una bomba en Bagdad es porque una mariposa aleteó en Washington, en definitiva.
Eso es obvio. Pero a veces es algo en lo que no se piensa. Lo importante es tratar de
comprender la conexión de las cosas. Naturalmente, muchas veces mi idea puede ser
arbitraria. Pero no tiene importancia. Yo indico los caminos al lector y puede
construirse el juego del mundo como hizo Cortázar con Rayuela. Sólo que aquí los
hechos son reales.
-Ha dicho varias veces en los últimos tiempos que Italia vive la dictadura de la
palabra. ¿Todavía lo percibe así?
-Quizá más todavía. Tal vez usted sepa que recientemente estuvo Gadafi en Italia.
También he leído en los diarios portugueses que, en breve, algunos exponentes del
gobierno portugués tratarán de firmar acuerdos económicos con Libia. En suma, los
hechos están de nuevo todos unidos. Y en este momento, lo que le interesa a
Berlusconi en Italia es que se sepa lo menos posible. Y como usted sabe, hay una ley,
llamada ―ley mordaza sobre los medios‖, que él intentaba hacer sancionar. O sea que
todo está relacionado. Si la prensa consigue dar a conocer cuántos negocios de miles
de millones de euros estableció Berlusconi con Gadafi resulta fastidioso para él. Mejor
que no se sepa. Pero la dictadura de la palabra es algo muy especial porque es sabido
que no hay necesidad muchas veces de la ley mordaza porque la prensa italiana
piensa por sí sola en ponerse la mordaza. Esto por ejemplo, salió a relucir de manera
clamorosa recientemente. Un periodista independiente que cubre el área de
información general descubrió que el presidente del Senado Renato Schifani fue
indagado por asociación mafiosa tres veces e incluso reprodujo la fotocopia de la
fiscalía de Palermo donde se ve que fue indagado y que después se archivó. Esa
noticia no la difundió nadie. En cualquier país democrático libre, en la prensa libre, una
noticia de ese tipo sería clamorosa. Ni el diario La Repubblica, ni Il Corriere della Sera
lo han destacado. O sea: no hay necesidad de censura si alguien se autocensura.
¿Entiende?
Se corta la comunicación por primera vez...
-¿Y cómo se sienten los intelectuales italianos en este contexto?
-Ah, no sé. Yo puedo responder por lo que a mí respecta, en definitiva. Por lo tanto, no
lo sé. Furio Colombo escribe su desazón sobre el hecho cotidiano. Es un
parlamentario, está muy incómodo. Yo trato de estar lo menos posible en Italia porque
el aire es irrespirable, en definitiva. Está pútrido ese país. Podrido.
-¿Tanto?
-Sí, podrido. La corrupción, la mafia, las empresas, los servicios secretos. Todo está
podrido.
-Entonces, y aunque su libro es de 2006, ¿todavía cree que estamos atravesando
la oscuridad?
-Está más oscuro que en 2006, en lo que se refiere a mi país, ya es de noche,
completamente...
Segundo corte.
-Te estaba diciendo que me parece que la situación empeoró en el sentido de que ese
libro, lamentablemente, ya fue superado por los acontecimientos. Lo que ha pasado
últimamente es mucho más grave de lo que yo preveía. Por ejemplo: se ha
descubierto que el estado italiano hizo acuerdos con la mafia hace algunos años y eso
se había mantenido oculto. Esto lo ha revelado Massimo Ciancimino (hijo de un
alcalde mafioso de Palermo). Y algunos políticos se vieron obligados a admitirlo. Se
descubre que el senador Marcello Dell‘Utri, fundador del partido Forza Italia y gran
amigo de Berlusconi, es condenado en segunda apelación por asociación externa a la
mafia, en suma, por colaboración externa de asociaciones mafiosas. Se descubren
lazos entre las asociaciones criminales y la política que dan terror. El clima es de una
especie de cacería de personas, la agresión es muy fuerte, hay muchachos que fueron
enviados a la cárcel y que después murieron... No se entiende bien cómo ni siquiera
se llega a hacer una investigación. Y se descubre que la cúpula de la policía ordenó el
asalto durante el G8 de Génova en 2001 cuando hubo chicos que fueron torturados:
todos los acusados fueron condenados por el tribunal a penas muy altas y de todos
modos el gobierno de Berlusconi le confirmó su confianza. O sea que el clima se ha
deteriorado de una forma espantosa. Por desgracia, mi libro, debo confesar, no es
actual. La realidad me superó.
-¿Y entonces cuál es la situación de los jóvenes? ¿Tienen una idea del futuro en
este contexto?
-Ah, no lo sé. Se lo estás preguntando a una persona vieja y no tengo idea del futuro.
Imaginémonos los jóvenes, pobrecitos. Tienen que estar muy perdidos en una
situación de este tipo. Hay una gran desorientación entre ellos, entre otras cosas
porque no tienen puntos de referencia. Y además, si pensamos que Italia que tiene a
Berlusconi desde hace 16 años... Ellos no han conocido otra Italia que la de
Berlusconi, con sus valores, que son el dinero, las mujeres, las putas, los autos de
lujo, las mujeres estúpidas…
Tercer corte... Tabucchi deja el teléfono fijo por el celular.
Ah, se pierde la línea… ¿Escuchaste lo que dije?
-Repítamelo, por favor.
-Estos jóvenes eran bebés cuando llegó Berlusconi. ¿Y cómo decirlo? Los ideales
culturales que aportó Berlusconi, son los del dinero, de las putas. Esas son las
imágenes que Berlusconi dio a los jóvenes italianos. Los que no fueron al exterior, que
no conocieron otros países que no tienen posibilidad de lectura piensan que el mundo
es eso.
-¿Pero hay un interés por saber lo que pasa fuera de Italia? En la cultura por
ejemplo.
-Es que todavía hay muchas fronteras. En sentido cultural. Hay que saber hablar
idiomas. Quizá los jóvenes privilegiados sí puedan hacerlo, los estudiantes
universitarios. Y ésa no es la gran masa...
-Entonces, fuera de Italia, ¿usted cree que líderes como Obama tienen capacidad
para cambiar el modelo cultural económico, hacerlo más humano?
-Mira, yo observo una cosa. Esta Europa en la que vivo es muy hostil con Obama.
Esta Europa amaba mucho a George Bush, a José María Aznar, a Silvio Berlusconi, a
Tony Blair...
Cuarto corte...
-Pareciera que hay gente que no está muy contenta con esta conversación...
-¿Con esta conversación? Sí, quédate tranquilo, son los servicios de inteligencia. Nos
están interrumpiendo constantemente. Te estaba diciendo que esta Europa en la que
me encuentro todavía es la de antes. Está igual. Cambió Estados Unidos, pero Europa
sigue siendo la misma. Yo estoy encontrando una gran hostilidad con respecto a la
política de Obama. Esta sigue siendo la Europa que amaba a Bush. Tony Blair no está
más pero quedó su influencia; Berlusconi todavía está; Aznar no está más pero hay
una fuerte herencia en España; a Europa no le gusta Obama, es muy hostil con él, se
percibe. Ninguno de ellos fue a Washington a hacer una visita. Además, esta Europa
está defendiendo los grandes intereses económicos de los bancos y de las altas
finanzas. O sea que la política económica de Obama es contraria a la Europa actual.
Además, la administración Obama ve con malos ojos que Italia, y Francia tengan
relaciones comerciales y militares con Libia y Gadafi. En 2007, Sarkozy fue el primer…
Quinto corte. Tabucchi retoma la comunicación por el teléfono fijo.
-En 2007, Francia con Sarkozy fue el primer país europeo que recibió a Gadafi. Ahora
están expulsando a los gitanos, pero la carpa de Gadafi fue levantada en los jardines
de los Campos Elíseos. O sea que hay nómades y nómades para Sarkozy porque esa
carpa del coronel Gadafi no tenía los objetos pobres de las carpas de los gitanos, tenía
miles de millones. Para darte una idea, Francia con Sarkozy facturó 10.000 millones
de euros con el coronel Gadafi al venderle 14 o quizá más aviones de caza Rafale,
cerca de 20 helicópteros de combate y dos reactores nucleares oficialmente para
hacer desalinización. Pero nunca se sabe qué uso pueden llegar a tener esos
reactores nucleares. Estos intercambios de armas, no creo que le agraden mucho a la
administración Obama. A su vez, Italia firmó un tratado de amistad con Gadafi por el
cual se establecen relaciones privilegiadas en lo que se refiere a la provisión de gas y
petróleo. A cambio, Gadafi organizó campos de, cómo decirlo, accoglienza entre
comillas, para los ciudadanos que huyen de Eritrea y Etiopía donde hay un dictador.
Eritrea es un país muy amigo de Gadafi, sus ciudadanos, en esta situación, tendrían
derecho a tener asilo político en Europa. Ellos llegan a las costas de Libia y Gadafi los
manda a los campos. Son campos de concentración, esencialmente. Libia, nunca
firmó el Acuerdo de Ginebra para los refugiados pero está creando una serie de
campos para refugiados y rechaza la visita de los observadores de la ONU porque no
quiere injerencias internas. En suma, la situación me parece en el límite de lo
soportable.
-También hace hincapié en las discusiones sobre el franquismo que se debaten
en España. ¿Por qué cree que hoy se vuelve a discutir el franquismo?
-Más que nada, se encuentran cadáveres. Cerca de Burgos, hace poco, encontraron
una nueva fosa común, España verá qué hacer en este momento. He visto que
lamentablemente y gracias a una ley extraña, Baltasar Garzón, un gran fiscal de la
república, fue obligado a callar. Por lo tanto, evidentemente ya es muy difícil trabajar
sobe la memoria. Desde el punto de vista histórico, incluso si las familias de las
víctimas reclaman saber la verdad.
-¿Usted cree que se puede revisar el pasado, pensar el futuro o que solamente
se puede vivir el presente?
-El presente como entidad temporal sin el futuro, y sobre todo, sin el pasado, no existe
porque mientras estamos hablando el tiempo pasa. No existe el instante inmóvil, o sea
que vivir el presente no tiene ningún significado. El presente existe si se inserta entre
el pasado y el futuro. El tiempo es una trinidad y por ende un mundo que vive sólo el
instante fugaz del presente es un mundo peligroso, muy peligroso.
-¿Cuál es el valor de la verdad para los pueblos y para los gobernantes? ¿Es un
valor importante, en este momento, la verdad?
-No lo sé. Quizá sea una imagen que pueden poner en sus billetes de banco. La
verdad para los gobernantes son los billetes de banco.
-Y entonces, ¿podemos pensar que la TV construye una verdad, la verdad de la
gente?
-La TV construye lo que le parece. Lo que quiere la TV, es lo que construye. En Italia
construye mierda, si puedo usar una palabra explícita...
-La televisión colabora con la producción del pensamiento lapalissiano...
(concepto que significa explicar lo obvio como extraordinario)
-En este momento los medios, la televisión, suministran tan pocas noticias, que una
cosa evidente se torna misteriosa. Ya no se sabe si el agua está húmeda, en suma.
Hace falta un consejo de ministros para establecerlo.
-En esta situación mundial de la que estamos hablando, ¿cuál es para usted el
lugar de América Latina?
-Eso es algo que saben ustedes mejor que yo. Hay tendencias populistas que asustan
en algunos países de América Latina. El populismo es una tentación a la que América
Latina siempre cedió un poco, digamos. Y al mismo tiempo, hay rebrotes de la derecha
en otros países, en suma. Al mismo tiempo creo entender que hay grandes cambios
en grandes países como Brasil, etcétera. Pero habrá que esperar. América Latina
depende mucho, y siempre dependió de lo que es la política europea y la política
estadounidense. Siempre hay una interdependencia. Pero todo es muy extraño en
este momento. Es difícil evaluarlo. Si Lula va a visitar a Ahmadinejad a Irán es porque
va a hacer negocios y va con la misma desenvoltura con la que iría un dirigente no
democrático. El mundo de hoy, en este momento histórico, depende mucho del dinero.
Quizá nunca ha sido tan fuerte la influencia del dinero sobre las conciencias, sobre las
morales, sobre la política, sobre todo. Hoy es el momento del dinero. Más que nunca.
-Usted escribió que la primera vez que a Europa la llamaron vieja fue en 1909.
Entonces, ¿Europa es vieja?
-Hoy está más vieja que nunca. La veo realmente vieja.
-Pero entonces, ¿dónde está lo nuevo?
-Es difícil saberlo. Yo creo que es viejo el hecho de que periódicamente Europa deja
aflorar un microbio, que evidentemente forma parte de Europa porque lo inventamos
nosotros, que se llama fascismo. Está adormecido unos años y luego vuelve a aflorar.
Y cuando aflora, todo huele a una vejez espantosa. Y en este momento –cuando hablo
de fascismo, hablo de una manera muy simplificadora. Pero hay nuevamente vientos
racistas, se vuelve a ver en los gitanos el peligro de la sociedad, después se pasará a
los judíos, después a los árabes, después a los homosexuales, después a los
intelectuales, después a los disidentes políticos. Es una vieja historia. Pasó hace nada
más que 60 años, ¿ya lo olvidaron? ¿Se olvidaron de que en Auschwitz quemaron por
lo menos a 500.000 gitanos? Deberían tratar de resolver sus problemas. No son
tantos, es un pequeño pueblo. Pobrecitos: son feos, sucios y malos como la película
de Ettore Scola. Pero ellos no son el peligro del mundo. Al contrario, merecen el
respeto aunque sea por el hecho de haberlos quemado. Y en cambio, de nuevo, en
Francia, en Italia, el peligro máximo para estos países son los gitanos. Pero,
francamente… No nos parece que sea vieja esa historia.
2) Reflexione sobre el significado de la siguiente fotografía de un afiche de Western
Union que se puede observar en nuestra zona y su vinculación con la realidad de los
flujos humanos.