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San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 30 de julio de 2008

IGLESIA Y REFORMA ENERGETICA

VER

El Presidente de la República envió al Senado una


iniciativa de reforma energética, que se está
discutiendo. El PRI ha presentado su propuesta y
se espera que haga lo mismo el PRD. Este organizó
una consulta popular, cuyos resultados eran previsibles. Aunque representa sólo a
un sector de la población y no es vinculante para los legisladores, tampoco debe
despreciarse. Este ejercicio de consultar al pueblo antes de hacer una ley, es muy
sano y enriquecedor. Ojalá se llegue a darle consistencia jurídica.

Los obispos que integramos la Comisión Episcopal de Pastoral Social, responsables


de Pastoral Penitenciaria, Pastoral Indígena, Movilidad Humana, Salud, Trabajo, Fe y
Política, Caritas, Justicia, Paz y Reconciliación, emitimos un mensaje sobre el tema,
ofreciendo unos principios de reflexión. Hablamos no porque pretendamos poder
político, sino porque, como mexicanos y pastores, nos preocupan la vida digna del
pueblo y la paz social. No ofrecemos soluciones técnicas, pues no es esa nuestra
competencia, sino que intervenimos desde la dimensión ética que es intrínseca a
los problemas sociales y políticos.

JUZGAR

En nuestro documento, consideramos que la reforma propuesta para la industria


petrolera debe valorarse por sus efectos previsibles en la vida de las personas,
particularmente de quienes viven en situación de pobreza.

Entre los principios de reflexión que aportamos, en primer lugar está la solidaridad,
que es “la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es
decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente
responsables de todos”. Quien no es solidario, sólo busca su interés, político o
económico, y no le importa el pueblo.

Otro principio orientador es el bien común, que no es la suma de los bienes


particulares de cada sujeto del cuerpo social, sino el conjunto de condiciones de la
vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el
logro más pleno y más fácil de la propia perfección. Bajo esta luz, hemos de
preguntarnos ¿qué propuestas servirán más para que los pobres, los
desempleados, los campesinos e indígenas, las mujeres y los ancianos, puedan
llevar una vida más digna?

Otro criterio es el destino universal de los bienes: “Dios ha destinado la tierra y


cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los
bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia
y con la compañía de la caridad”. Los legisladores, por ello, han de estar muy
atentos, para que las reformas no sean sólo para enriquecer a unos pocos, a los
dueños de grandes capitales, a los directivos de las empresas o a los líderes
sindicales.

Pedimos también transparencia, pues todos constatamos hasta qué grado es


alarmante el nivel de la corrupción en las economías, que involucra tanto al sector
público como al sector privado, a lo que se suma una notable falta de transparencia
y rendición de cuentas a la ciudadanía.

ACTUAR

¿Qué hacer? Invitamos a todos los actores de la sociedad a contribuir a la creación


de espacios de diálogo que permitan una argumentación serena, respeto mutuo en
las diferencias de opiniones, búsqueda sincera de la verdad, apertura para que
todos tengan seguridad de que pueden expresarse con libertad, y así contribuyan a
que las decisiones se tomen teniendo como principal referencia el sentir del pueblo
de México y no las presiones de los grupos de interés. Esperamos responsabilidad y
madurez de los que hacen las leyes.

Invitamos a los ciudadanos a participar en los espacios de diálogo sobre este tema,
a informarse atendiendo a las fuentes más confiables, para que su participación sea
fundamentada y reflexionada, poniendo, por encima de los intereses de partidos o
de grupos, el bien de la nación.

Y hacemos un llamado, sobre todo los líderes más beligerantes, a una tregua de
ataques personales e institucionales. La violencia verbal daña la paz social, y se
vuelve contra quienes la utilizan. Las descalificaciones sistemáticas generan
desconfianza e impiden acuerdos.

+ Felipe Arizmendi Esquivel


Obispo de San Cristóbal de Las Casas

http://www.diocesisancristobal.com.mx

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