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21 ABRIL DE 1822: INDEPENDENCIA DE RIOBAMBA

El 21 de abril de 1822, es fecha de recordación muy grata en la historia; nacional,


al señalar la Independencia de Riobamba, sultana de los Andes. El 21 di abril de
1822, Riobamba se cubrió de gloria derrotando a las tropas de España con la
ayuda de los argentinos que habían sido enviados por San Martín para cooperar
en la lucha emancipadora.

Riobamba es una ciudad que tiene en su haber un largo caudal de historia como:
la de las Primogenituras, la de Liribamba Aborigen, la de Santiago de Quito, Villa
del Villar Don Pedro.

El 11 de noviembre de 1820, la ciudad de Riobamba, prende la chispa de la


libertad, dando su grito revolucionario que hasta el celoso de los Andes, el gigante
Chimborazo lo acoge y repite en impetuoso eco. Y la estrella de octubre de 1820
ilumina esas calles escenario del valor de los riobambeños, que marchan por ellas
portando la gloria de su patria chica; pero todo fue dolor en esa fecha, la crueldad
de los españoles había cubierto de sangre las calles; no obstante esta derrota, no
murió, había germinado la semilla de la libertad hasta que el 21 de abril de 1822,
a las 10 de la mañana, puso en movimiento la división patriótica, y el coronel
Ibarra cumpliendo las órdenes del General Sucre, quien le seguía atrás, partiendo
desde Cuenca, avanzaron cerca de Guamote, se encontraron con los ejércitos
enemigos de los españoles, los que salieron en derrota; el jefe de los españoles
se quedó en ¡a renombrada tantas veces comuna de Santa Cruz; la habilidad y el
valor de las huestes republicanas dieron al traste y definitivamente derrotaron a
los españoles en los campos de Tapi el 21 de abril de 1822.

Sucre en ningún momento se dejó contagiar por el desaliento, antes por el


contrario, con más ánimo, cobrando nuevos bríos, resolvió ir en busca de
Aymerich, venciendo muchos obstáculos. Aymerich se dio cuenta de los planes
de Sucre y mandó a su ejército a situarse en los llanos de Huachi, para esperar al
ejército patriota de Sucre, aquí fueron derrotados los patriotas, porque los
españoles eran superiores en número y armamento. Esto fue el 12 de septiembre
de 1821. Sucre con el corazón saturado de dolor por estos acontecimientos, se
dirigió a Guayaquil sin perder en ningún momento la esperanza de vengar esta
derrota, en la cual perdieron la vida muchos patriotas; resolvió seguir luchando
hasta poseer el título definitivo; y, con este fin reclutó 700 hombres que
voluntariamente se acuartelaron. Una vez reorganizado el ejército patriota, Sucre
se dirige hacia Cuenca para desalojar de allí a los españoles, al darse cuenta de
un avance tan abrumador el general Sucre, desocupan la ciudad, dirigiéndose a
Quito, Sucre entra en Cuenca luego se dirige a Riobamba, aquí el coronel Lavalle
con su caballería lucha denodada y valerosamente, alcanzando la victoria el 21
de abril de 1822, aplastando así las ambiciones de los españoles.

He aquí una síntesis de la Batalla de Tapi, que fue la que dio la Independencia a
Riobamba. Que esta semilla de libertad germine más y más en los
chimboracences, y el ejemplo del ejército patriota que consiguió la libertad,
inspirados en la figura augusta de Sucre, sigan como él siempre adelante. La
sangre Puruhá de Riobamba fue decisivo para que se prendiera en el pueblo el
ideal de libertad y la pasión para defenderla.

El riobambeño estuvo en la esencia Puruhá como una flor abierta para el destino
llamando el paisaje autóctono y ancho que eternizado en la conciencia vive y
guarda el recuerdo de los hombres bravos. Y estuvo en los Duchicelas que
habitaban en Cacha, señores de la hermosa Tumempalla que fue sembrada en el
seno robusto de los Andes. El triunfo de Riobamba abrió las puertas a la libertad
definitiva para nuestra patria, y conseguida la victoria de Tapi, se pudo ver con
mayor claridad el camino de la independencia sellado en Pichincha por Antonio
José de Sucre.
24 DE MAYO DE 1822

BATALLA DE PICHINCHA

La Batalla del Pichincha, desde el punto de vista estrictamente militar y


estratégico, ha sido y sigue siendo estudiada como una prueba clara de destreza
militar de parte de Sucre, y que se ve en su desarrollo un magnífico
planteamiento de seguridad en el dominio de lo militar y como ejemplo de
organización y efectividad.

Luego de la Libertad de Riobamba el 21 de abril de 1822, se preparaba la batalla


final, marcha sobre Quito. Era el 23 de mayo. En una noche resplandeciente
desfilaban sigilosamente las tropas de Sucre con dirección al Pichincha. El
silencio era solemne, los movimientos eran cautelosos y ordenados. La caminata
duró algunas horas; al amanecer del 24 hallábanse ya en su punto estratégico. El
panorama era magnífico y causaba asombro a los que por primera vez pisaban
este suelo en el cual se iban a celebrar una de las batallas más importantes de la
libertad ecuatoriana.

"Porque esa gran porción de hombres armados era el ejército de Antonio José de
Sucre que conducía desde las ardientes selvas del Litoral, para decidir en un
combate la suerte de la que hoy es la República del Ecuador. Se componía de
3000 soldados curtidos al vivac de los campamentos y el fuego de las batallas
anteriores; veteranos que en magna epopeya de la independencia, se habían
cubierto de gloria, ya que en la s llanuras del Apure, ya en los campos de
Carabobo y Boyacá, o en las jornadas históricas del Maupú y Chacabuco; venían
de todas partes, del norte, del sur, como un cita gloriosa en defensa de la más
grande e inmortal de las causas. El ejército de Sucre se encontraban jefes como
el General Mires, el Coronel Morales, el Coronel José María Córdoba y el Coronel
Santa Cruz, hombres valerosos y de lucha.

Rompieron los fuegos a las nueve y media de la mañana entre el grueso del
ejército español del General Melchor Aymerich, y las tropas que mandaba el
General Córdoba compuestas de dos compañías del Magdalena, los Cazadores
del Paya y el batallón peruano Trujillo. Media hora durante este combate. Cesa el
fuego. Más municiones y vuelve reforzada por dos compañías del general Mires.
Nuevamente consumidas las municiones, los patriotas se despliegan, los realistas
se arrojan sobre ellos creyéndolos vencidos. Compañías realistas se desprenden
para flanquear la izquierda de Sucre, a su encuentro salen otras tres del Albión,
cuerpo formado por aquellos bravos ingleses que vinieron a derramar su sangre
en la conquista de la libertad americana. Sucre dirigía con paciencia y decisión.
Se da orden de cargar a bayoneta comienza lo más horroroso del combate. El
choque fue horrendo. Se combatía irresistiblemente ... la fuerza de los patriotas
se duplicaba. Córdoba recibió la orden de dar el golpe de gracia. ... Entre los
soldados de la independencia había un joven que desde tiempos atrás, se
distinguió por su valor y su serenidad ante el peligro. Herido ya combatía
ardorosamente, con ejemplar valor gritaba, exclamaba con delirio empujando a
sus compañeros de combate: ¡"Adelante, amigos míos, avancen muchachos"!.
Este joven era el Heroico Niño Abdón Calderón, cuencano de prosapia guerrillera.
Al fin, los españoles cedieron el campo, precipitándose abajo, por entre la
quebradas y riscos. A las doce del día bajo un sol resplandeciente, los soldados
de la libertad dieron el grito de victoria"

Y es que la victoria de mayo no sólo emancipó del coloniaje a la entonces


Presidencia de Quito, hoy República del Ecuador, sino que también solicitó la
marcha de los ejércitos de liberación que Bolívar mantenía en Colombia, hacia el
Perú, todavía sometido a la monarquía, para dar batallas finales de Junín y
Ayacucho, con las que se selló la independencia de la América Española.

Esta es una fecha de glorificación a al epopeya máxima de nuestra


independencia, de recordación cívica de los héroes que ofrendaron su vida en la
batalla, y es también oportunidad de reflexión, porque acaso el bien que logramos
en Pichincha será un hecho generador de grandes emociones, y será el
homenaje de la patria a quienes lo dieron todo, con ejemplar desprendimiento,
para verla libre y soberana. Y entre las resoluciones quiteñas, en conmemoración
de esta gesta heroica, la 3ra. Dice: "Erigir una pirámide sobre el campo de
Pichincha en el lugar de la batalla (que se llamará en adelante la Cima de la
Libertad)"... Que la batalla de Pichincha, produzca fruto de avance hacia una
sociedad incontrastablemente asentada sobre la justicia y la democracia, con
participación eminentemente popular, por cuya causa ofrendaron sus vidas los
héroes del Pichincha. El 24 de mayo de 1822 se selló con la Batalla del
Pichincha, la Independencia política de nuestra Patria que marcó el comienzo de
la vida republicana y autónoma.

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