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El socialismo es una ideología de economía política que defiende principalmente un

sistema económico y político basado en la socialización de los medios de producción, o


control administrativo colectivista, que puede ser no-estatal (propiedad comunitaria) o
estatal (nacionalización), así como puede ser democrático o dictatorial. Por ello al
socialismo se lo asocia desde las ideas de búsqueda del bien común e igualdad social
hasta los proyectos de Estado socialista o al intervencionismo, definiciones de
socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente según el interlocutor.

En resumen apoderar a quienes realizan la vida social y economía de una sociedad en


lugar de darle poder sólo a aquellos que las puedan comprar o concentrar el control de
ella (e incluso elaborar mecanismos para evitarlo de raíz), de ahí su carácter
originalmente anticapitalista. En principio es a esto a lo que en el siglo XIX, en el
contexto de un proceso de proletarización masivo producido por el ascenso del
capitalismo industrial, se denominó movimiento socialista y en algunos lugares
movimiento de reforma del trabajo.

Es un término político, que permanece fuertemente vinculado con el establecimiento de


una clase trabajadora organizada, creada ya sea mediante revolución o evolución social
o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin
clases estratificadas o subordinadas unas a otras. La radicalidad del socialismo no se
refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.

Contenido
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• 1 Explicación previa al contexto


• 2 Historia
o 2.1 Origen
 2.1.1 La influencia de la ilustración y el socialismo utópico
 2.1.2 Los debates entre los socialistas clásicos
o 2.2 Socialismo del siglo XX
o 2.3 Socialismo del siglo XXI
• 3 Una ideología, un grupo de ideologías
• 4 Véase también

• 5 Enlaces externos

Explicación previa al contexto [editar]


En la práctica el significado de facto del socialismo ha ido cambiando con el transcurso
del tiempo. Muchos de los denominados socialistas derivaron históricamente en la
búsqueda de instaurar un Estado obrero organizado de abajo hacia arriba (en oposición
al Estado de clase, organizado de arriba hacia abajo), de los sectores económicos y
políticos para evitar (parcial o completamente) que una minoría de los ciudadanos
poseedora de los medios de producción (burguesía) pueda ejercer la explotación a la
mayoría de los ciudadanos obreros de la producción.
Otros mientras tanto continuaron rechazando la vía del control estatal considerando que
el capitalismo sólo era posible gracias al poder impositivo o la coacción que garantiza
privilegios legales sobre la propiedad a quienes tienen el favor del poder estatal y
continuaron reivindicando el significado básico y original del socialismo como "medios
de producción en poder de los productores", de todas formas durante el siglo XX ésta se
convirtió en una opción socialista minoritaria y heterodoxa.

La ideología con que muchas veces se relaciona en la actualidad al sistema del


socialismo es la socialdemocracia, ya que trata de reducir las diferencias económicas
entre clases; para ello los países basados en estas ideologías socialistas tienen medidas
para redistribuir la riqueza; las personas de clase alta (personas que poseen más
riquezas/dinero que la media) se les requiere pagar impuestos más altos que a la media
de las personas de ese país, con el fin de distribuir la riqueza en la sociedad y ofrecer o
facilitar oportunidades que individuos de clase baja no podrían tener. Razón por la cual
en la actualidad la mayoría del "socialismo" y de esta palabra se identifica con los
postulados socialdemócratas, incluso por parte de corrientes clásicamente asociadas al
movimiento socialista que ante la parcial asimilación de la palabra "socialismo" por la
socialdemocracia dudan, evitan o rechazan denominarse de esa manera.

Como ya se indicó el significado dado al socialismo es muy amplio y puede variar


según el exponente al igual que los proyectos que aplicarían, aunque normalmente se
refieren al socialismo democrático-estadocéntrico o de partido (parlamentario) y su
modelo suele ser el de políticas económicas intervencionistas.

Según Heinz Dieterich lo que en América latina se denominan actualmente gobiernos


socialistas, son más bien intentos de aplicación contemporáneos de las políticas de la
economía social de mercado de la democracia cristiana de antaño.

Historia [editar]
Origen [editar]

La influencia de la ilustración y el socialismo utópico [editar]

El estudio del socialismo se inicia a partir de la Revolución Francesa en 1789, que


causó el derrocamiento de la clase feudal francesa y la ascensión al poder de la
burguesía. En el siglo XVIII y XIX los principales países de Europa desarrollan el
proceso de sustitución del feudalismo por el capitalismo como sistema económico, y los
estados feudales se unen para formar las modernas Naciones-Estado.

En el contexto de la Revolución Francesa aparece François Babeuf, el primer pensador


socialista.

Inglaterra fue la cuna del socialismo utópico. Existen dos causas importantes que dan al
socialismo utópico inglés su carácter peculiar: la revolución industrial, con su cortejo de
miserias para el naciente Proletariado, y el desarrollo de una nueva rama de la ciencia:
la economía política. Recordemos entre los socialistas utópicos a Robert Owen (1771-
1858), quien fue el primero en considerar al proletariado como clase independiente con
intereses comunes.
En Francia tuvo un carácter más filosófico que en Inglaterra. Su primer representante
fue el conde Henri de Saint-Simon. Propuso la Federación de Estados Europeos, como
instrumento político para evitar las guerras y asegurar la paz mundial. Al mismo tiempo
Carlos Fourier,concibió los falansterios-comunidades humanas regidas por normas de
libre acuerdo y economía socializada. De la inspiración de los principios fourieristas se
constituyeron algunos falansterios.

Ver Socialismo utópico

Los debates entre los socialistas clásicos [editar]

Karl Marx

Poco después aparece la teoría marxista que desde una teoría crítica del capitalismo,
desarrolla una propuesta política: el socialismo científico. Karl Marx postula en su obra
"El Capital" la diferenciación entre «valor de uso» y «valor de cambio» de una
mercancía y la definición de plusvalía, siendo éstas sus mayores contribuciones a la
economía política; no obstante, los economistas modernos no utilizan estos conceptos
del mismo modo que lo hacen los seguidores de la escuela marxista del pensamiento
económico. Entre los socialistas hubo una temprana división entre marxistas y
anarquistas. El marxismo como teoría recibió muchas interpretaciones, algunas de ellas
constituirán durante muchas décadas la base ideológica de la mayoría de partidos
socialistas europeos. Más tarde, a raíz de la Revolución Rusa y de la interpretación que
le dio Lenin, el marxismo-leninismo se convertiría en el ideario de los partidos
comunistas, agrupados bajo la III Internacional.
Mijaíl Bakunin, ideólogo político, defensor de la libertad individual y colectiva

La teoría marxista se construye en debate con el anarquismo. El anarquismo se podría


inscribir dentro de los debates tempranos del socialismo (anarcosocialismo), que como
ideal busca que las personas decidan sobre sus vidas directamente. Propugna la
abolición del Estado y de toda autoridad. Es la corriente con un trasfondo de respeto y
valoración al sujeto o individuo, y que considera a la libertad como el camino y el
objetivo del socialismo y que propone la horizontalidad en las asociaciones humanas
voluntarias, la autonomía local junto con la autoorganización de los movimientos
sociales frente a las instituciones del Estado y a las multinacionales y monopolios
propios del capitalismo. La meta del socialismo libertario es construir una sociedad
basada en las libertades civiles, la equidad social, la iniciativa individual, la cooperación
voluntaria, eliminando las clases sociales estratificadas, promoviendo estructuras
políticas y económicas autogestionarias, descentralizadas o distribuidas.

Socialismo del siglo XX [editar]

El socialismo alcanza su apogeo político durante el siglo XX en el bloque socialista de


Europa, la URSS, naciones socialistas de Asia y del Caribe.

Cartel propagandístico soviético, ilustra a Lenin "limpiando" simbólicamente el mundo


de los reyes, ricos e imperialistas , glorificando así el socialismo.

Durante la segunda mitad del siglo XX fue de gran importancia para el llamado bloque
socialista, que la Unión Soviética liberara a los países ocupados del Tercer Reich en el
frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial, pues estos mismos posteriormente
adoptaron sistemas de gobierno socialistas que hicieron que el campo socialista
alcanzara un amplio dominio.

Indicadores del auge socialista durante el siglo XX son por ejemplo, los grandes
avances en la tecnología, como por ejemplo en los programas espaciales, así como la
gran tecnología militar, principalmente en la Unión Soviética.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la tensión militar-ideológica entre el bloque socialista,
encabezado por la URSS, y el capitalista, encabezado por Estados Unidos, desembocó
en un enfrentamiento político que se conocería como Guerra Fría. Se conoció de ella
extraoficialmente y fue la competencia por la superioridad en todos los aspectos y lograr
así el dominio completo (pero no directo) de la mayor cantidad de países. Culminó con
la desintegración de la URSS por fuertes presiones internas y externas y seguida de una
repentina crisis en las demás naciones socialistas, principalmente las europeas.

Socialismo del siglo XXI [editar]

A pesar de que al inicio la desintegración y lucha individual por el progreso hizo el


hundimiento del socialismo ortodoxo en muchos países, principalmente la URSS y
Europa Oriental, se mantiene en países como China, Cuba, Corea del Norte, Libia y
Vietnam. Ha adoptado algo de flexibilidad y en algunos casos un considerable
desarrollo. Tal ejemplo es China, cuarta nación más poderosa económicamente del
mundo y cuya mano de obra se ha generalizado por el mercado mundial.

La geopolítica neoliberal, que se supone sería causada por la globalización


corporativista, han provocado según estos movimientos, tales daños sociales y
económicos a muchos países tanto desarrollados como del Tercer Mundo (también se
atribuyen a la corrupción y autoritarismo de partidos políticos y gobiernos), que habrían
provocado no solo un despertar de un nuevo tipo de socialismo democrático, sino la
caída y desprestigio del sistema democrático liberal en muchos países.

Una ideología, un grupo de ideologías [editar]

Friedrich Engels, filósofo socialista alemán.

Existen algunas grandes diferencias entre los grupos socialistas, aunque casi todos están
de acuerdo de que están unidos por una historia en común que tiene sus raíces en el
siglo XIX y el siglo XX, entre las luchas de los trabajadores industriales y agricultores,
operando de acuerdo a los principios de solidaridad y vocación a una sociedad
igualitaria, con una economía que pueda, desde sus puntos de vista, servir a la amplia
población en vez de a unos pocos.
De acuerdo con los autores marxistas (más notablemente Friedrich Engels), los modelos
y las ideas socialistas serían rastreables en los principios de la historia social, siendo una
característica de la naturaleza humana y sus modelos sociales.

En el marxismo-leninismo el socialismo es considerado como la fase previa al


comunismo, por ello los procesos revolucionarios vividos por la URSS, Cuba y China
se relacionan con esta doctrina, ya que, en el caso de la URSS nunca se logró alcanzar el
comunismo, y en el caso de Cuba todavía buscaría alcanzar ese objetivo.

Por: Manuel José Montañez Lanza


Fecha de publicación: 06/04/07
mándaselo a
imprímelo
tus panas
El socialismo desde que nació a servido a muchos para calificar determinadas
situaciones de orden político social y económico que incumben a la sociedad y las
relaciones de ésta con su entorno o con el medio ambiente inclusive. Todos le han
prestado atención e incluso lo utilizaron para justificar sus proyectos políticos. Hitler lo
usó y terminó llamando su movimiento político “Nacional Socialista”, descrito
perfectamente en su “obra” literaria, Mi Lucha.

Karl kautsky, el sempiterno adversario y después enemigo político de Lenín, al dividir el


movimiento revolucionario ruso (bolchevique), terminó denominando su movimiento
político, socialdemócrata con lo que le dio nacimiento a lo que después se conoció como
los “mencheviques”.

Karl Marx en su obra nos habla también de la existencia de varios tipos de socialismos.
Destaca que hay un socialismo burgués; que existe otro también nacido desde la pequeña
burguesía. Que incluso hay un socialismo feudal. En fin, que a la luz de sus estudios de
la Europa de su época (y nosotros incluso en la actualidad no escapamos a ello),
surgieron varios conceptos en torno a la idea de socialismo.

Los estudiosos de la cristiandad nos señalan que con el nacimiento del cristianismo
existió un modo de vida socialista, de manera que terminaron calificando a los cristianos
que vivían y se escondía en las catacumbas, como socialistas primitivos.

Más recientemente a finales del siglo IXX y después en el XX, se habló de socialismo
utópico y con los aportes invaluables de Karl Marx, Federico Ángel, Lenín y otros, se
discutió entonces de socialismo científico.

Como podemos observar, Los fascistas; los falangistas; la derecha y la izquierda, el


feudalismo en su momento, la burguesía, la pequeña burguesía (hoy clase media), y el
proletariado han hablado del socialismo. Unos por razones de convicción; otros, para
darle una fachada a su propuesta y continuar engañando a la gente, terceros para soportar
sus propias tesis político filosóficas y más recientemente comenzaron a utilizarla para
darle rostro “bondadoso” al capitalismo y así no develar las contradicciones existentes
en términos de explotación y lucha de clases.
En nuestro país, los copeyanos se denominaban socialistas y pasaron a llamarse
socialcristianos. Los adecos por su parte y siguiendo la línea de la última internacional
socialista de la que son miembros (como otros tantos en nuestro Continente), también
socialistas adoptaron la denominación socialdemócratas.

Los sectores revisionistas de la izquierda devinieron también en socialistas cuando se


separaron del partido comunista dándole paso a una gama de partidos que hoy todos
conocemos.

A partir de los años 60 del siglo pasado, como respuesta a la crisis del “socialismo real”
en toda Europa y el resto del mundo, comenzaron a revisarse y nacieron denominaciones
socialistas de tal o cual extirpe, para diferenciarse de los soviéticos y otras experiencias;
infelizmente, algunos de ellos en paralelo, se preparaban hacia una supuesta apertura
ideológica tal que muchos quedaron entrampados en la perspectiva “democrática” que
desde el capitalismo lanzaban dizque con rostro humano.

A la luz de lo anterior y siendo que nosotros hemos comenzado a hablar de Socialismo


del Siglo XXI (para denominar nuestra propia experiencia), sin embargo nos nace la
inquietud de saber cuáles serán los verdaderos derroteros toda vez que al interior del
movimiento político que lidera el Comandante Presidente, conviven distintos sectores
(intereses y pensamientos), los cuales con seguridad intentarán lo mejor de cada uno de
ellos (más allá del discurso de la unidad), para direccionar (y por que no pasar a
controlar), el devenir histórico del pensamiento político venezolano que se está gestando.
Dicho en lenguaje llano, ponen la brasa pa´ su sardina.

De hecho, tenemos conocimiento de cómo dirigentes de partidos políticos (de la derecha


y de la “izquierda”), han instruido a su militancia para que copen los espacios populares
y así pasar a controlar las esferas del poder real; por lo que por ejemplo, algunos
Consejos Comunales por citar sólo uno de esos espacios primarios del poder popular,
están siendo secuestrados bajo la óptica de la visión perversa de la representatividad y
del partido o la democracia y el socialismo que en términos de participación popular
(visión restringida), aun persiste en determinados círculos políticos.

Para algunos (gracias a Dios son pocos), la idea de democracia participativa y por ende
el socialismo y el partido, lo reducen a la idea de, “te participo esto”, “te participo
aquello”, “te participo lo otro”; por lo que debemos comprender que la IV república está
vivita y coleando y si nos descuidamos, nos derrotan.

Los venezolanos vivimos por más de cuarenta años bajo la dictadura de un régimen
democrático burgués que castró bajo la representatividad, toda posibilidad de ejercicio
de poder popular; de manera que podemos afirmar hoy, que el “ADN político” de la
mayoría de los ciudadanos no está realmente en sintonía (es una verdad cultural
ineluctable), con la línea correcta del socialismo en tanto vía para la retoma del poder
por el pueblo. Esto último deberemos tenerlo muy en cuenta.

Nos atrevemos a señalar que la gran mayoría de la “dirigencia” no tiene la menor idea
del socialismo que se aspira como proyecto. De ese, mediante el cual se le trasfiere al
Pueblo, al Soberano, por la vía de la democracia participativa, el protagonismo histórico
a los fines de construir pero también consolidar la propuesta revolucionaria y
antiimperialista que lidera el Comandante Presidente, Hugo Chávez.

Por ello sostenemos que solo los ciudadanos organizados (en un partido), y concientes
(formándose ideológicamente), al lado de una vanguardia políticamente sólida (bajo la
égida de una teoría revolucionaria), con una plataforma y una agenda política liberadora,
serán capaces de construir una sociedad verdaderamente socialista.

(*) Politólogo e Internacionalista

Magíster en Seguridad y Defensa


Por: Manuel José Montañez Lanza
Fecha de publicación: 06/04/07
mándaselo a
imprímelo
tus panas
El socialismo desde que nació a servido a muchos para calificar determinadas
situaciones de orden político social y económico que incumben a la sociedad y las
relaciones de ésta con su entorno o con el medio ambiente inclusive. Todos le han
prestado atención e incluso lo utilizaron para justificar sus proyectos políticos. Hitler lo
usó y terminó llamando su movimiento político “Nacional Socialista”, descrito
perfectamente en su “obra” literaria, Mi Lucha.

Karl kautsky, el sempiterno adversario y después enemigo político de Lenín, al dividir el


movimiento revolucionario ruso (bolchevique), terminó denominando su movimiento
político, socialdemócrata con lo que le dio nacimiento a lo que después se conoció como
los “mencheviques”.

Karl Marx en su obra nos habla también de la existencia de varios tipos de socialismos.
Destaca que hay un socialismo burgués; que existe otro también nacido desde la pequeña
burguesía. Que incluso hay un socialismo feudal. En fin, que a la luz de sus estudios de
la Europa de su época (y nosotros incluso en la actualidad no escapamos a ello),
surgieron varios conceptos en torno a la idea de socialismo.

Los estudiosos de la cristiandad nos señalan que con el nacimiento del cristianismo
existió un modo de vida socialista, de manera que terminaron calificando a los cristianos
que vivían y se escondía en las catacumbas, como socialistas primitivos.

Más recientemente a finales del siglo IXX y después en el XX, se habló de socialismo
utópico y con los aportes invaluables de Karl Marx, Federico Ángel, Lenín y otros, se
discutió entonces de socialismo científico.

Como podemos observar, Los fascistas; los falangistas; la derecha y la izquierda, el


feudalismo en su momento, la burguesía, la pequeña burguesía (hoy clase media), y el
proletariado han hablado del socialismo. Unos por razones de convicción; otros, para
darle una fachada a su propuesta y continuar engañando a la gente, terceros para soportar
sus propias tesis político filosóficas y más recientemente comenzaron a utilizarla para
darle rostro “bondadoso” al capitalismo y así no develar las contradicciones existentes
en términos de explotación y lucha de clases.

En nuestro país, los copeyanos se denominaban socialistas y pasaron a llamarse


socialcristianos. Los adecos por su parte y siguiendo la línea de la última internacional
socialista de la que son miembros (como otros tantos en nuestro Continente), también
socialistas adoptaron la denominación socialdemócratas.

Los sectores revisionistas de la izquierda devinieron también en socialistas cuando se


separaron del partido comunista dándole paso a una gama de partidos que hoy todos
conocemos.

A partir de los años 60 del siglo pasado, como respuesta a la crisis del “socialismo real”
en toda Europa y el resto del mundo, comenzaron a revisarse y nacieron denominaciones
socialistas de tal o cual extirpe, para diferenciarse de los soviéticos y otras experiencias;
infelizmente, algunos de ellos en paralelo, se preparaban hacia una supuesta apertura
ideológica tal que muchos quedaron entrampados en la perspectiva “democrática” que
desde el capitalismo lanzaban dizque con rostro humano.

A la luz de lo anterior y siendo que nosotros hemos comenzado a hablar de Socialismo


del Siglo XXI (para denominar nuestra propia experiencia), sin embargo nos nace la
inquietud de saber cuáles serán los verdaderos derroteros toda vez que al interior del
movimiento político que lidera el Comandante Presidente, conviven distintos sectores
(intereses y pensamientos), los cuales con seguridad intentarán lo mejor de cada uno de
ellos (más allá del discurso de la unidad), para direccionar (y por que no pasar a
controlar), el devenir histórico del pensamiento político venezolano que se está gestando.
Dicho en lenguaje llano, ponen la brasa pa´ su sardina.

De hecho, tenemos conocimiento de cómo dirigentes de partidos políticos (de la derecha


y de la “izquierda”), han instruido a su militancia para que copen los espacios populares
y así pasar a controlar las esferas del poder real; por lo que por ejemplo, algunos
Consejos Comunales por citar sólo uno de esos espacios primarios del poder popular,
están siendo secuestrados bajo la óptica de la visión perversa de la representatividad y
del partido o la democracia y el socialismo que en términos de participación popular
(visión restringida), aun persiste en determinados círculos políticos.

Para algunos (gracias a Dios son pocos), la idea de democracia participativa y por ende
el socialismo y el partido, lo reducen a la idea de, “te participo esto”, “te participo
aquello”, “te participo lo otro”; por lo que debemos comprender que la IV república está
vivita y coleando y si nos descuidamos, nos derrotan.

Los venezolanos vivimos por más de cuarenta años bajo la dictadura de un régimen
democrático burgués que castró bajo la representatividad, toda posibilidad de ejercicio
de poder popular; de manera que podemos afirmar hoy, que el “ADN político” de la
mayoría de los ciudadanos no está realmente en sintonía (es una verdad cultural
ineluctable), con la línea correcta del socialismo en tanto vía para la retoma del poder
por el pueblo. Esto último deberemos tenerlo muy en cuenta.

Nos atrevemos a señalar que la gran mayoría de la “dirigencia” no tiene la menor idea
del socialismo que se aspira como proyecto. De ese, mediante el cual se le trasfiere al
Pueblo, al Soberano, por la vía de la democracia participativa, el protagonismo histórico
a los fines de construir pero también consolidar la propuesta revolucionaria y
antiimperialista que lidera el Comandante Presidente, Hugo Chávez.
Por ello sostenemos que solo los ciudadanos organizados (en un partido), y concientes
(formándose ideológicamente), al lado de una vanguardia políticamente sólida (bajo la
égida de una teoría revolucionaria), con una plataforma y una agenda política liberadora,
serán capaces de construir una sociedad verdaderamente socialista.

(*) Politólogo e Internacionalista

Magíster en Seguridad y Defensa

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