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Historia [editar]
Origen [editar]
Inglaterra fue la cuna del socialismo utópico. Existen dos causas importantes que dan al
socialismo utópico inglés su carácter peculiar: la revolución industrial, con su cortejo de
miserias para el naciente Proletariado, y el desarrollo de una nueva rama de la ciencia:
la economía política. Recordemos entre los socialistas utópicos a Robert Owen (1771-
1858), quien fue el primero en considerar al proletariado como clase independiente con
intereses comunes.
En Francia tuvo un carácter más filosófico que en Inglaterra. Su primer representante
fue el conde Henri de Saint-Simon. Propuso la Federación de Estados Europeos, como
instrumento político para evitar las guerras y asegurar la paz mundial. Al mismo tiempo
Carlos Fourier,concibió los falansterios-comunidades humanas regidas por normas de
libre acuerdo y economía socializada. De la inspiración de los principios fourieristas se
constituyeron algunos falansterios.
Karl Marx
Poco después aparece la teoría marxista que desde una teoría crítica del capitalismo,
desarrolla una propuesta política: el socialismo científico. Karl Marx postula en su obra
"El Capital" la diferenciación entre «valor de uso» y «valor de cambio» de una
mercancía y la definición de plusvalía, siendo éstas sus mayores contribuciones a la
economía política; no obstante, los economistas modernos no utilizan estos conceptos
del mismo modo que lo hacen los seguidores de la escuela marxista del pensamiento
económico. Entre los socialistas hubo una temprana división entre marxistas y
anarquistas. El marxismo como teoría recibió muchas interpretaciones, algunas de ellas
constituirán durante muchas décadas la base ideológica de la mayoría de partidos
socialistas europeos. Más tarde, a raíz de la Revolución Rusa y de la interpretación que
le dio Lenin, el marxismo-leninismo se convertiría en el ideario de los partidos
comunistas, agrupados bajo la III Internacional.
Mijaíl Bakunin, ideólogo político, defensor de la libertad individual y colectiva
Durante la segunda mitad del siglo XX fue de gran importancia para el llamado bloque
socialista, que la Unión Soviética liberara a los países ocupados del Tercer Reich en el
frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial, pues estos mismos posteriormente
adoptaron sistemas de gobierno socialistas que hicieron que el campo socialista
alcanzara un amplio dominio.
Indicadores del auge socialista durante el siglo XX son por ejemplo, los grandes
avances en la tecnología, como por ejemplo en los programas espaciales, así como la
gran tecnología militar, principalmente en la Unión Soviética.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la tensión militar-ideológica entre el bloque socialista,
encabezado por la URSS, y el capitalista, encabezado por Estados Unidos, desembocó
en un enfrentamiento político que se conocería como Guerra Fría. Se conoció de ella
extraoficialmente y fue la competencia por la superioridad en todos los aspectos y lograr
así el dominio completo (pero no directo) de la mayor cantidad de países. Culminó con
la desintegración de la URSS por fuertes presiones internas y externas y seguida de una
repentina crisis en las demás naciones socialistas, principalmente las europeas.
Existen algunas grandes diferencias entre los grupos socialistas, aunque casi todos están
de acuerdo de que están unidos por una historia en común que tiene sus raíces en el
siglo XIX y el siglo XX, entre las luchas de los trabajadores industriales y agricultores,
operando de acuerdo a los principios de solidaridad y vocación a una sociedad
igualitaria, con una economía que pueda, desde sus puntos de vista, servir a la amplia
población en vez de a unos pocos.
De acuerdo con los autores marxistas (más notablemente Friedrich Engels), los modelos
y las ideas socialistas serían rastreables en los principios de la historia social, siendo una
característica de la naturaleza humana y sus modelos sociales.
Karl Marx en su obra nos habla también de la existencia de varios tipos de socialismos.
Destaca que hay un socialismo burgués; que existe otro también nacido desde la pequeña
burguesía. Que incluso hay un socialismo feudal. En fin, que a la luz de sus estudios de
la Europa de su época (y nosotros incluso en la actualidad no escapamos a ello),
surgieron varios conceptos en torno a la idea de socialismo.
Los estudiosos de la cristiandad nos señalan que con el nacimiento del cristianismo
existió un modo de vida socialista, de manera que terminaron calificando a los cristianos
que vivían y se escondía en las catacumbas, como socialistas primitivos.
Más recientemente a finales del siglo IXX y después en el XX, se habló de socialismo
utópico y con los aportes invaluables de Karl Marx, Federico Ángel, Lenín y otros, se
discutió entonces de socialismo científico.
A partir de los años 60 del siglo pasado, como respuesta a la crisis del “socialismo real”
en toda Europa y el resto del mundo, comenzaron a revisarse y nacieron denominaciones
socialistas de tal o cual extirpe, para diferenciarse de los soviéticos y otras experiencias;
infelizmente, algunos de ellos en paralelo, se preparaban hacia una supuesta apertura
ideológica tal que muchos quedaron entrampados en la perspectiva “democrática” que
desde el capitalismo lanzaban dizque con rostro humano.
Para algunos (gracias a Dios son pocos), la idea de democracia participativa y por ende
el socialismo y el partido, lo reducen a la idea de, “te participo esto”, “te participo
aquello”, “te participo lo otro”; por lo que debemos comprender que la IV república está
vivita y coleando y si nos descuidamos, nos derrotan.
Los venezolanos vivimos por más de cuarenta años bajo la dictadura de un régimen
democrático burgués que castró bajo la representatividad, toda posibilidad de ejercicio
de poder popular; de manera que podemos afirmar hoy, que el “ADN político” de la
mayoría de los ciudadanos no está realmente en sintonía (es una verdad cultural
ineluctable), con la línea correcta del socialismo en tanto vía para la retoma del poder
por el pueblo. Esto último deberemos tenerlo muy en cuenta.
Nos atrevemos a señalar que la gran mayoría de la “dirigencia” no tiene la menor idea
del socialismo que se aspira como proyecto. De ese, mediante el cual se le trasfiere al
Pueblo, al Soberano, por la vía de la democracia participativa, el protagonismo histórico
a los fines de construir pero también consolidar la propuesta revolucionaria y
antiimperialista que lidera el Comandante Presidente, Hugo Chávez.
Por ello sostenemos que solo los ciudadanos organizados (en un partido), y concientes
(formándose ideológicamente), al lado de una vanguardia políticamente sólida (bajo la
égida de una teoría revolucionaria), con una plataforma y una agenda política liberadora,
serán capaces de construir una sociedad verdaderamente socialista.
Karl Marx en su obra nos habla también de la existencia de varios tipos de socialismos.
Destaca que hay un socialismo burgués; que existe otro también nacido desde la pequeña
burguesía. Que incluso hay un socialismo feudal. En fin, que a la luz de sus estudios de
la Europa de su época (y nosotros incluso en la actualidad no escapamos a ello),
surgieron varios conceptos en torno a la idea de socialismo.
Los estudiosos de la cristiandad nos señalan que con el nacimiento del cristianismo
existió un modo de vida socialista, de manera que terminaron calificando a los cristianos
que vivían y se escondía en las catacumbas, como socialistas primitivos.
Más recientemente a finales del siglo IXX y después en el XX, se habló de socialismo
utópico y con los aportes invaluables de Karl Marx, Federico Ángel, Lenín y otros, se
discutió entonces de socialismo científico.
A partir de los años 60 del siglo pasado, como respuesta a la crisis del “socialismo real”
en toda Europa y el resto del mundo, comenzaron a revisarse y nacieron denominaciones
socialistas de tal o cual extirpe, para diferenciarse de los soviéticos y otras experiencias;
infelizmente, algunos de ellos en paralelo, se preparaban hacia una supuesta apertura
ideológica tal que muchos quedaron entrampados en la perspectiva “democrática” que
desde el capitalismo lanzaban dizque con rostro humano.
Para algunos (gracias a Dios son pocos), la idea de democracia participativa y por ende
el socialismo y el partido, lo reducen a la idea de, “te participo esto”, “te participo
aquello”, “te participo lo otro”; por lo que debemos comprender que la IV república está
vivita y coleando y si nos descuidamos, nos derrotan.
Los venezolanos vivimos por más de cuarenta años bajo la dictadura de un régimen
democrático burgués que castró bajo la representatividad, toda posibilidad de ejercicio
de poder popular; de manera que podemos afirmar hoy, que el “ADN político” de la
mayoría de los ciudadanos no está realmente en sintonía (es una verdad cultural
ineluctable), con la línea correcta del socialismo en tanto vía para la retoma del poder
por el pueblo. Esto último deberemos tenerlo muy en cuenta.
Nos atrevemos a señalar que la gran mayoría de la “dirigencia” no tiene la menor idea
del socialismo que se aspira como proyecto. De ese, mediante el cual se le trasfiere al
Pueblo, al Soberano, por la vía de la democracia participativa, el protagonismo histórico
a los fines de construir pero también consolidar la propuesta revolucionaria y
antiimperialista que lidera el Comandante Presidente, Hugo Chávez.
Por ello sostenemos que solo los ciudadanos organizados (en un partido), y concientes
(formándose ideológicamente), al lado de una vanguardia políticamente sólida (bajo la
égida de una teoría revolucionaria), con una plataforma y una agenda política liberadora,
serán capaces de construir una sociedad verdaderamente socialista.