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Domingo
“Uribe es guerra”
Unidad de Paz
Cuba se mantiene firme para ayudar a que un proceso con el Eln se consolide. Aún así,
los diálogos continúan suspendidos. Antonio García, segundo al mando de esa
organización, contestó un cuestionario enviado por El Espectador.
P.Cual es el estado actual de los acercamientos con el Gobierno del Presidente Uribe.
¿Ustedes cerraron la puerta definitivamente?
R.El país sabe que Uribe nunca ofreció una salida de paz, ni mucho menos que sea un
amigo de ella. Pese a estos antecedentes el ELN consideró conveniente explorar y
escuchar sus iniciativas como presidente. No pasaron las reuniones introductorias y todo
quedó perfectamente claro, el gobierno, por sus políticas cerraba las posibilidades de un
camino de paz. Cometió dos graves errores que 5 gobiernos anteriores los sortearon de
otra manera: Acabar con el estatus Político de la insurgencia y abrir la puerta para el
perdón de los paramilitares y viabilizar su legalización.
P.El gobierno mantiene abiertos los canales de comunicación de los voceros en Itagüi,
¿qué interpretación le da usted a esta circunstancia?
R.A.G Entiendo que la paz es el objetivo último que toda sociedad debe buscar, de lo
contrario labraría su propio fin. Esa es la intención que trata de recoger en su espíritu la
Constitución Nacional, por eso es lícito que cualquier colombiano tenga el derecho y la
obligación de trabajar por la paz. Por eso nuestros dos Comandantes, Francisco Galán y
Felipe Torres, recluidos ya casi una década, sean una expresión de tantos que trabajan y
quieren la paz de Colombia, esta es una razón que se fundamenta en convicciones, en
compromisos que se sostienen por años. A diferencia el gobierno de Uribe que sólo
pretende crear un ambiente que haga viable su negociación con los paramilitares.
Colombia sabe que en la cárcel de Itagüí es donde han germinado las semillas de la paz.
P.¿Por qué la resistencia con el proceso de exploración del gobierno y las
Autodefensas?
R.Podríamos preguntarnos nuevamente ¿Por qué y para qué luchan los paramilitares?
¿Contra quien combaten ellos? Todos hemos escuchado que ellos no plantean modificar
el sistema actual, tampoco quieren una manera diferente de gobernar, se sienten
identificados con él y son defensores de él. Esta connotación política es lo que les da la
esencia de ser un fenómeno paraestatal, pues ha sido un instrumento para la defensa del
establecimiento. Para cumplir esta misión han acudido a la realización de masacres
contra población desarmada, para infundir terror y producir el éxodo en áreas rurales y
urbanas. En todas las regiones se ha demostrado la cooperación, la coordinación, la
convivencia y connivencia entre paramilitares y miembros de la fuerza pública del
Estado, así mismo con entidades gubernamentales como la fiscalía. Esto lo sabe todo el
mundo, porque la gente tiene ojos y ve, así se quiera informar otra cosa.
P.¿Qué tan lejos se sienten ustedes de volver a iniciar contactos con el Gobierno?
R.El Gobierno fue quien colocó las distancias. Por eso lo mejor es dejarlo que siga su
negociación con los paramilitares, esa ha sido su prioridad. Por otro lado el ELN jamás
ha renunciado a la búsqueda de la paz, y sigue creando opciones con todos aquellos que
quieren la paz. Recordemos que el camino que se abrió con la propuesta de Convención
Nacional se hizo sin los gobiernos, ha sido una dinámica muy rica en la participación de
la sociedad, de las fuerzas sociales, políticas, culturales e intelectuales del país. Un
Gobierno sólo, jamás logrará nada bueno, la fuerza de toda la sociedad es la definitiva,
nosotros nos la jugamos por ahí. Estos procesos de paz están en la sociedad, quien se ha
alejado es el gobierno.
P.Por los resultados de las operaciones, es claro que el ELN y las FARC e actuan
unidos.Es una union solo regional o va mas alla..?
R.En algunas regiones existen buenas relaciones con FARC y en ellas se trabaja
coordinadamente en varios aspectos, no sólo en lo militar. Es muy satisfactorio el
accionar conjunto pues hemos obtenido muy buenos resultados para ambas
organizaciones. A nivel nacional existe interés por avanzar en la unidad, por construir
referentes políticos para superar la crisis política del país. Nos cruzamos
comunicaciones a nivel de las comandancias y confiamos que podremos avanzar en
propuestas para una Nueva Colombia.
R.El hecho que existan diferencias entre los proyectos políticos no es malo, la
diversidad no es mala, por el contrario eso es importante en el camino de construir
tolerancia, respeto al pensamiento del otro, a la existencia del otro. Creemos que el ser
humano tiene la capacidad de crear consensos políticos y así superar la imposición, que
solo conduce a la negación de la democracia.
P.En un reciente comunicado, el ELN toma distancia de actos terroristas como el del
Club El Nogal. ¿Cual es su posición frente a estos actos en contra de civiles?
R.El ELN es claro en este tema y se aparta de este tipo de actos. Lo cual no significa
que le demos la misma interpretación que le da el Estado. Pues entendemos que el
Estado acabó con la "sociedad civil" en Colombia. Todo aquel que piense diferente al
establecimiento, sea individual o colectivamente es perseguido, aniquilado. Existe una
clara acción del Estado por impedir que la sociedad se organice y ella le exija
cumplimiento de sus obligaciones. La "sociedad civil" solamente puede existir como
expresión organizada independiente y fiscalizadora del Estado. Jamás un Estado puede
existir por encima de la sociedad, lógicamente si quiere encarnar un Estado social de
derecho y de hecho. Dentro del "actual derecho universal" el "Estado Burgués" que
nació con la idea de encarnar la "cosa pública" ha devenido en una cosa privada, ajena
al control social.
R.En la "sociedad civil" no son tenidos en cuenta los campesinos pobres que protestan,
o los pobladores de las barriadas populares, o los sindicalistas, para ellos no existe esta
connotación, sino la acusación de ser "guerrilleros de civil". Pero cuando los afectados
son los estratos 6 y 7 si buscan amparase con el ropaje de la "sociedad civil". Y cuando
un poblador siente que le llueve violencia sin razón desde un Estado o para- estado, es
comprensible que se generen estructuras de violencia que responden con igual
agresividad.
P.¿Cómo define usted el Terrorismo?
R.En este campo poco valen las definiciones individuales, sino lo que es consenso
universal. Se entiende por terrorismo la acción violenta e indiscriminada que se hace
con el objetivo de infundir terror. Como se podrá ver son acciones que no buscan como
meta el triunfo en la guerra, en el combate o en la batalla, sino que quiere atemorizar y
moldear una conducta de sumisión u obediencia. Existe la costumbre de tergiversar las
cosas, entonces ahora cualquier acto de guerra se quiere hacer ver como terrorista. He
ahí el problema.
R.Nuestra radicalidad tiene que ver con una crítica profunda al sistema, ir a las raíces
del problema, tiene que ver con atacar los terrorismos que se desencadenan contra los
pueblos y que la globalización neoliberal acrecienta. Nuestra radicalidad está
comprometida con la paz del mundo y la vida digna del ser humano.
R.Se ha vendido la imagen que la guerrilla se ha enriquecido con el robo de los dineros
provenientes de las regalías, cuando todo el mundo conoce como ha funcionado la
maquinaria de corrupción de políticos nacionales y regionales que han dilapidado estos
recursos sin dejar nada favorable para la región. Con este argumento desde noviembre
del 2.001 se cancela totalmente la inversión social, y se destituye al gobernador elegido
por voto popular. Se nombra desde Bogotá gobernador militar, posteriormente, con la
Zona de Rehabilitación, se nombra como jefe supremo de Arauca al comandante de la
Brigada XVIII.
P.El clima mundial contra el terrorismo no permite que los Gobiernos o por lo menos
así lo ve el de Colombia, tengan ningún contacto, simpatía o colaboración con los
grupos incluidos dentro de esta categoría, el ELN lo está. ¿Qué van a hacer en el campo
internacional, que siempre ha sido importante para ustedes?
R.A parte del gobierno colombiano, ningún otro gobierno del mundo nos ha calificado
como tales. Como tampoco ningún gobierno nos ha extendido comunicación oficial
donde suspenda las relaciones que hemos mantenido. Es indudable que el ELN valora
muchísimo el esfuerzo que se hace desde la comunidad internacional por contribuir en
la paz de Colombia. También existe un gran esfuerzo por la paz mundial expresada en
las multitudinarias manifestaciones en las grandes ciudades del mundo contra el
guerrerismo y el terrorismo de Bush, así como también la oposición que éste ha
encontrado en los gobiernos de Francia, Alemania, China y Rusia entre otros.
P.Los países que tradicionalmente los recibían ¿les han cerrado las puertas? El Gobierno
dice que el ELN se refugia en Venezuela.
P.¿Cómo ven la llegada al país de fuerzas especiales de los EEUU para una operación
de rescate?
R.El problema es que los Norteamericanos están metidos aquí agenciando una guerra,
vendiendo armas y químicos para fumigar, afectando a todo mundo y no quieren que les
pase nada. Tampoco el problema es que las tropas gringas lleguen a Colombia, pues
ellos ocupan militarmente lo que les da la gana, el lío sí es para Uribe, pues es un
gobierno que no tiene dignidad para resolver el conflicto interno con el concurso de
todos los colombianos acudiendo al mayor promotor de guerras en el mundo. No mira
las consecuencias internacionales ni lo que ocurrirá en América del Sur; la historia lo
dirá. El peso, sin duda, le quedará a Uribe.
R.Los únicos que se benefician con la guerra son los imperios que viven de vender
armas y del saqueo de los pueblos. Y en ese sentido el mundo mira atónito ese
engolosinamiento que tiene el Gobierno de Bush con las guerras. Quizá tiene endosado
el crecimiento económico de sus trasnacionales al mortífero "juego de dados" que es la
guerra. En nombre de dios se están realizando las guerras actuales, es necesario volver a
la razón. La humanidad no aspira a construir "sociedades en guerra", sino a construir
sociedades de vida, sociedades de razón.
R.El tiempo de una nación se pierde cuando sus gobiernos frenan su desarrollo humano,
cuando niegan las búsquedas de una sociedad. El ELN continúa trabajando por la paz
con todos aquellos que la quieren. Sabremos crear los escenarios indispensables para
conseguir un consenso por la paz, y en el mejor de los casos podremos construir o
formar un gobierno que haga de la paz su programa esencial. Las pesadillas, por lo
general crean terror, pero pasan, en cambio los sueños perduran y crean futuros.
Si este país fuese serio, Fernando Londoño no sólo no habría sido jamás ministro, sino
que se habría caído estruendosamente de su cargo, no sólo por sus piruetas sucias en
Invercolsa, sino porque con la captura de Gilberto Rodríguez apareció la prueba reina de
que el funcionario le mintió gravemente al país en sus sindicaciones infames de
prevaricato contra el juez Suárez Vacca, quien puso en libertad al confeso capo del
cartel de Cali.
En efecto, si sólo hasta ahora la Fiscalía pudo poner de nuevo tras las rejas a tan
sombrío personaje, echando mano de un litigio tan azaroso como repentino, eso
confirma que en noviembre del año anterior el calumniado juez Suárez Vacca no tenía
alternativa diferente de liberar a tan encumbrado reo.
Por eso hizo bien el discreto y valeroso juez de Cómbita en promoverle un incidente de
desacato al locuaz ministro, por reiterar acusaciones infundadas de las que tuvo que
retractarse por orden de una tutela, el cual ojalá concluya imponiendo una sanción
ejemplar a quien desde antes de ser jefe de esa cartera no ha hecho cosa distinta que
ultrajar a los jueces y la majestad de la justicia.
Siguen en pie mis críticas de hace unos meses frente a ese nuevo modelo de justicia, en
particular las relacionadas con el cercenamiento de la acción de tutela; la imposición a
la Corte Constitucional de un sistema de votación calificada para dictar sentencia de
inconstitucionalidad de actos reformatorios de la Constitución, que revive un decreto de
ingrata y polémica recordación expedido en el gobierno de Turbay Ayala; y también el
inconveniente mecanismo de elección de los magistrados de las altas Cortes, que los
pondría a hacer una intensa campaña electoral para que los nombren, como la de
cualquier congresista o candidato presidencial.
Se avizoran días aciagos para la justicia. No lo digo solamente por este malhadado
proyecto, sino porque el clima está enrarecido además con el menosprecio de un
gobierno que reconoció olímpicamente que por un “olvido involuntario” no incluyó la
justicia en el Plan Nacional de Desarrollo. Lo único que falta es que las Cortes se rindan
sumisas ante los cantos de sirena de un ministro que lo que quiere es someterlas al
látigo de sus rencores.
***
Addenda. ¿Será cierto que el Ministro del Interior pretende utilizar a la Corte Suprema
de Justicia y al Consejo de Estado en su empeño por debilitar a la Corte Constitucional?
bejaranoguzman@hotmail.com
EL TIEMPO
Roces entre altos funcionarios y tono beligerante de presidente Álvaro Uribe alarman
sobre mal momento del Gobierno
El ejemplo más reciente: la semana pasada, en una tensa reunión en Palacio, Uribe le
pidió a la Ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, que bajara su protagonismo en los
medios y le negó una solicitud de cambio en la cúpula militar.
Las relaciones de Ramírez con la cúpula militar se han deteriorado sensiblemente en los
últimos días. Bajar el excesivo protagonismo en los medios ya se le habían solicitado a
la ministra en varias oportunidades otros funcionarios de Palacio.
Ese es un nuevo episodio de las tensiones de Ramírez con las Fuerzas Armadas, que
saltaron a la luz pública hace dos semanas con la donación de ocho aviones Mirage F-1
por parte de España.
Esas tensiones y otras, como las que han surgido entre colaboradores y amigos del
Presidente, como Pedro Juan Moreno y Fabio Echeverri (ver nota anexa), dieron lugar
el jueves pasado a la primera reunión de Uribe con un grupo de 35 periodistas de alto
nivel.
¿Hasta dónde la alta tensión en Palacio está deteriorando la capacidad de gestión del
Presidente?
Es innegable que siete meses después de haber asumido el cargo, el Presidente quiere
más resultados, menos discursos y, sobre todo, menos protagonismo de sus
colaboradores. Está tensionado y no los disimula.
"Lo que pueden estar mostrando las pugnas públicas es que hay una fatiga del liderazgo
del Presidente dentro del gobierno, por haberse concentrado en lo micro y perdido la
dinámica de la conducción global", dice el politólogo Camilo Cienfuegos, de la
Universidad Javeriana.
Otro analista, que prefiere no ser identificado, cree que "hay un problema de
coordinación en el alto gobierno. Se le dedican 14 horas a un consejo comunitario, pero
no a planear la estrategia de seguridad, ni las relaciones exteriores, ni la política de
comercio exterior". Y agrega que un problema de estilo y forma se está convirtiendo en
un asunto de fondo.
En los círculos cercanos a Uribe no es un secreto que las relaciones del Presidente se
han deteriorado con algunos ministros, al punto de que ya se escuchan voces que piden
relevos en un gabinete concebido inicialmente para cuatro años de Gobierno. Menos
promesas y más resultados
En el caso de Ramírez no solo hay problemas por su exposición ante los medios. El 21
de febrero en Cartagena, durante el Millenium Board, una cita del alto gobierno con
medio centenar de importantes empresarios nacionales e internacionales, el Presidente
no ocultó su molestia por la intervención de la ministra de Defensa, que no solo fue la
más larga de todas, sino que tampoco lo satisfizo.
Esta no ha sido la única tensión del Presidente con sus ministros. También las ha habido
con el de Hacienda, Roberto Junguito, quien ha llegado a manifestar en dos
oportunidades que está dispuesto a renunciar al cargo.
La última vez que lo hizo fue a raíz de la denuncia hecha hace quince días por el
contralor General, Antonio Hernández, quien dijo que el 70 por ciento de los 1.8
billones de pesos recolectados por el impuesto de seguridad democrática se habían
destinado a tapar huecos presupuestales del sector de la Defensa.
Varias de las fuentes consultadas por EL TIEMPO aseguran que el Presidente suele
comunicarse directamente con subalternos de Junguito -como el director de Presupuesto
Nacional- y de otros ministros, a quienes llama para darles órdenes.
Además, hay varios frentes del comercio exterior que están generando preocupación,
como la alta probabilidad de que Europa elimine las preferencias arancelarias a los
países andinos, y la lentitud con que marchan las conversaciones de libre comercio con
Estados Unidos y el ingreso de Colombia al Alca.
Uribe también ha pasado tragos amargos con la titular de Medio Ambiente y Vivienda,
Cecilia Rodríguez, sobre todo por la falta de resultados en el tema de la vivienda, que es
clave para la reactivación económica y la generación de empleo.
La pregunta que muchos se hacen es hasta qué punto los últimos incidentes públicos
deterioran la imagen del Presidente. Según los opinómetros contratados por EL
TIEMPO, la imagen de Uribe cayó al 62 por ciento -aunque sigue siendo alta- y más de
la mitad de los encuestados lo percibe como malgeniado.
La guerra mundial
La extrema derecha norteamericana quiere mandar, imperialmente y para siempre,
rodeada de vasallos
Por: Antonio Caballero
"El horror, el horror", es el famoso resumen que hace Kurts, el personaje de Joseph
Conrad en El corazón de las tinieblas: esa gran novela sobre la hondura de la maldad y
la estupidez humanas. Hoy estamos al borde de un horror todavía más profundo. Y no
es una novela.
Salvo que ocurra un milagro, mañana lunes (esto lo escribo el viernes) se habrá
desatado el horror norteamericano sobre Irak. La lluvia apocalíptica de fuego
'inteligente', las devastaciones provocadas por la demolición de las represas y la
destrucción de las depuradoras de agua potable, los envenenamientos masivos causados
por la contaminación del uranio 'empobrecido' de las bombas, la sed, el hambre, la
huida. Cientos de millares de muertos, varios millones de refugiados, una larga y
sangrienta batalla cuerpo a cuerpo en las calles de Bagdad: porque esta vez no se trata
de aplastar un país, sino de conquistarlo. Es posible que, como la vez pasada, sobreviva
tranquilo el dictador Saddam Hussein. Pero su pueblo no. Será pasado a cuchillo. Bush
padre, el de la guerra pasada, era un político sin escrúpulos, pero al fin y al cabo un
político: conocía los límites. Bush hijo no los tiene, porque es mucho peor: es un
autodesignado Salvador del Mundo.
Pasado el horror de Irak, o al mismo tiempo, y provocado por él, vendrá otro horror aún
más terrible. Lo que los estrategas del Pentágono norteamericano llaman asépticamente
"efectos colaterales". Pero no reducidos a lo que ellos calculan, y de los que suponen
que no tendrán consecuencias si la prensa no toma fotos: algún hospital machacado por
las bombas, alguna escuela primaria con sus niños destripados al sol. Sino expandido a
la escala del planeta. Un río de guerras locales, que, sumadas, aunadas, conformarán una
guerra mundial. Guerras en el Oriente Medio: la de Israel y todos sus vecinos árabes
enemigos: Siria, Egipto, Líbano, Jordania. Guerras civiles en todos esos países, y en
Arabia y Kuwait, y en Turquía, países todos en donde los gobiernos apoyan a
regañadientes a los Estados Unidos pero donde los pueblos están resueltamente en
contra. Guerras en las inestables repúblicas islámicas de la ex Unión Soviética,
Uzbekistán, Tayikistán, etc., en donde los norteamericanos ya han instalado bases
militares para el control del petróleo, que serán blancos inevitables de la ira clerical
alimentada por la invasión de Irak. En Irán, en Libia. Guerras en el Lejano Oriente:
entre las dos Coreas (la comunista del Norte tiene armas atómicas; a la capitalista del
Sur la defienden doscientos mil soldados norteamericanos); entre la India y Pakistán
(los dos tienen armas atómicas). Guerras en el Africa musulmana: en el Sudán, en Libia,
en Egipto. En Europa Occidental, si no guerras civiles propiamente dichas, sí acciones
terroristas contra los aliados del presidente Bush, y quizás en alianza de los terroristas
del fundamentalismo islámico del odio con los terroristas locales: ETA en España, el
IRA en Gran Bretaña. Guerra también, la del terrorismo de los desesperados movidos
por el odio, en el propio territorio 'sagrado' de los Estados Unidos. Más las guerras
locales crecidas al amparo de la desestabilización económica del mundo, en las Filipinas
y en México, en Marruecos y en Bangladesh, en Chechenia y en Colombia. Guerras de
todo tipo: con machetes, con carros bomba, con bombas atómicas, con armas químicas
y bacteriológicas, con arcos y con flechas (envenenadas, quizá, de viruela o de ántrax).
Porque esta de Irak que se anuncia, que se viene, que está ya aquí, no es una guerrita
local. Como lo fueron, en el orden bipolar de la posguerra y de la Guerra Fría, la de
Corea o la de Vietnam, las rusas de Afganistán o de Checoslovaquia, las del Asia, las
del Africa, las de América Central, las de la despedazada Yugoslavia en el corazón de
Europa. Guerritas sin consecuencias, sin "efectos colaterales". Esta es una guerra
mundial.
Porque lo que está en juego en esta guerra mundial e incontrolable, impredecible, que
vamos a perder todos, los ricos y los pobres, los poderosos y los débiles, es el saber
quién manda aquí. Quiere mandar, imperialmente y para siempre, rodeada de vasallos,
la extrema derecha norteamericana, representada por ese monigote que es el presidente
George W. Bush. Pero quien va a mandar, si en el borde del abismo no lo detiene la
propia opinión norteamericana (las manifestaciones contra la guerra de Irak en las
ciudades de los Estados Unidos han sido, antes aun de que la guerra empiece, más
multitudinarias que lo que fueron nunca las manifestaciones contra la guerra de
Vietnam; pero la prensa calla acobardada, y el Congreso guarda silencio por miedo a no
parecer lo bastante 'patriota'), quien va a mandar, digo, es el caos. Frente al caos, el
fascismo, destruidos los progresos de libertad y justicia logrados con sangre en los
últimos trescientos años de la historia universal. El mundo que nos preparan Bush y sus
secuaces es aterrorizador. Aún peor que este.
¿Los condenará la historia? No. Son ellos los que escriben la historia.
"Cuando lo conocí a usted en Moscú -le decía García Márquez a Gorbachov-, hace
ahora más de 15 años, tuve el presentimiento de que usted soñaba entonces con una era
de hermandad humana que al cabo de tantos siglos de desgracias pudiera conducirnos a
la felicidad. Ese recuerdo inolvidable me ha hecho pensar más que nunca en usted en
estos días aciagos en que una simple pisada en falso de algún poderoso irracional puede
acabar con todo rastro de vida en la tierra".
La actual crisis mundial, con una sola superpotencia que amenaza con desatar la guerra,
es consecuencia del nuevo orden internacional que usted comenzó con las reformas en
la antigua URSS. ¿Pensaba usted que el mundo podría llegar a esta situación cuando se
inició la Perestroika ?
Sencillamente porque no fue posible crear este nuevo orden, al término de la guerra fría.
La Perestroika se relaciona con esta situación, en el sentido de que con ella se terminó la
guerra fría. Ese es el mérito histórico de la Perestroika y el de que, con ella, comenzó
una política y una diplomacia internacional basada en la no confrontación. A pesar de
todas las dudas, errores y desaciertos, un enfoque de no confrontación en los asuntos
mundiales y en las relaciones multilaterales es el que tiene perspectiva. Compare lo que
existía antes, con la actual autoridad y actividad de las búsquedas colectivas de
soluciones globales para los asuntos internacionales.
¿Cuál creía usted en esa época que sería hoy la situación del mundo?
Yo siempre decía que la política se construye sobre intereses pero que la nueva política
internacional debería construirse sobre acuerdos. Sin embargo, yo consideraba que la
humanidad del Siglo XX había recibido demasiadas lecciones, y que por tanto
deberíamos regirnos por principios de humanismo y por todas las normas reconocidas
para las relaciones entre los estados. Lamentablemente este proceso se frenó. En
particular, porque salió del juego un país como la Unión Soviética. Y fue precisamente
ésta la que tuvo la iniciativa de utilizar estos principios. No fue posible fortalecerlos
suficientemente entre otras cosas porque los "intereses" en el escenario mundial, luego
de eliminarse la disciplina de bloque y la amenaza de una guerra nuclear, fueron
apoyados por muchos, y esos "intereses", desde el punto de vista histórico y moral, no
siempre tienen justificación.
Sí, las raíces de la crisis actual se hallan justamente ahí. Y por supuesto, de manera
directa se relacionan con el espantoso crimen del 11 de septiembre. Los frenos para la
política mundial resultaron insuficientes, debido, en particular, a que Europa (toda
Europa) se retrasó enormemente en el descubrimiento de sus posibilidades de
agrupación, porque la Europa de la Unión Europea y de la OTAN no se ha constituido
hasta ahora en una estructura política única.
Sobre la ONU: En principio, ella debería haberse convertido en promotora del nuevo
orden internacional al término de la guerra fría. Pero dejaron escapar esta oportunidad.
Se había desacreditado demasiado, se había debilitado durante los años de la guerra fría
y se pisotearon demasiado sus recomendaciones y decisiones. El Pacto de Varsovia al
que usted alude murió de muerte natural. La OTAN, con un retraso increíble en el
marco de los actuales ritmos de desarrollo de la historia, se transforma y puede
convertirse en instrumento útil para comenzar un nuevo orden mundial.
" Si de todas maneras se desata la guerra en Iraq, ésta será percibida como un delito
contra la comunidad internacional. "
Si las instituciones que perduran están en crisis, ¿qué camino nos queda?
El papel principal yo se lo doy a la ONU. Hace tiempo que ella requiere una reforma
radical que vaya lejos. Considero que no importa cómo concluya la crisis de Iraq. Esto
dará un fuerte argumento para ocuparse en serio de esta reforma a la ONU.
Si el Presidente Bush desata la guerra sin autorización de la ONU, ¿cuáles cree usted
que serán las consecuencias para este país en sus relaciones con el mundo?
Si de todas maneras se desata la guerra en Iraq, creo que con el actual crecimiento de la
protesta pública, con la distribución de opiniones y de evaluaciones en los grupos
dirigentes de la mayoría de los países, ésta será percibida como un delito contra la
comunidad internacional. Y no importa qué formas asuma este enjuiciamiento, ni si se
hace abierta y vigorosamente.
Los americanos, por supuesto, no abandonarán sus ideas de hegemonía, pero en caso de
que ocurra la guerra, el mundo definitivamente dejará de creer en estas ideas, y de que
haya algún valor universal en ellas por fuera de sus intereses egoístas. Y en el Siglo
XXI no es eficaz ninguna política exterior que no despierte credibilidad. Los intentos de
obtener algo sin contar con la confianza mutua hoy por hoy no tienen porvenir. En el
mejor de los casos darán un resultado pasajero, y a veces un resultado negativo.
MARZO 2003
Como dirían los costeños: Esos gringos mandan huevo. Ya tienen definido, a través de
su agencia para el desarrollo internacional Usaid, la reconstrucción de Iraq después de la
guerra. Efectivamente, solicitaron propuestas para bienes y servicios incluyendo
proyectos de puertos y aeropuertos, escuelas, educación, servicios de salud y agua. El
contrato inicial será de 900 millones de dólares y han sido convocadas las siguientes
compañías: Kellog, Browun and Root, Bechtel Group, Fluor of Aliso, Louis Berger
Group, Parsons Corp. y la Halliburton, ésta última con clara incidencia del
vicepresidente de EU, Dick Cheney, quien fue su representante legal hasta el año 2000.
Para los colombianos ese escenario iraquí de antes, en y después, traerá terribles
consecuencias, pues el mal ejemplo cunde y se propaga.
Los efectos también son para los referentes políticos como la Internacional Socialista,
que ha quedado al nivel de una agencia de viajes, pues el socialdemócrata Tony Blair (el
promotor de la Tercera Vía y héroe de Juan Manuel Santos) terminó haciendo alianzas
con la extrema derecha internacional representada en Bush, Aznar y Berlusconi,
mientras que Schroeder y los socialistas españoles, italianos y franceses se rebelan. Con
el grave conflicto para mandatarios como el chileno Lagos, que no sabe si va o viene.
Aquí, el autodenominado socialdemócrata Álvaro Uribe ya fue y declaró su
incondicionalidad sin que ni siquiera le preguntaran qué pensaba del asunto. Por lo
menos Fox, que pertenece a esas tendencias de derecha mundial, se autodiagnosticó una
hernia en la cara, para no ponerla.
Las marchas de tantos miles y miles de ciudadanos contra la guerra, han sido vistas por
Bush como si fuesen millones de espermatozoides tratando de fecundar. Le importa un
bledo lo que piensen, hagan los demás y no ha vacilado un ápice en implementar su
estrategia. Hasta la posición en contra de la guerra del diario The New York Times fue
vista por él como si se expresara un periódico impreso en papel higiénico.
Para los colombianos ese escenario iraquí de antes, en y después, traerá terribles
consecuencias, pues el mal ejemplo cunde y se propaga y supongo que, como ya lo hizo
antes, el Presidente dirá ahora con más vehemencia que después de allá se vengan para
acá.
Por andar pendiente del referendo y sus vaivenes, el país poca o ninguna atención le ha
prestado al Acto Legislativo sobre reforma política, el cual ya fue aprobado en primera
vuelta en el Congreso.
Fruto de un pacto político en virtud al cual en los primeros debates no se debería dar
mayor discusión para que ésta se presentara con toda intensidad en la segunda vuelta, el
proyecto ha terminado convertido en una colcha de retazos, con cosas bastantes
positivas y otras tantas que son francamente inconvenientes o utópicas.
Arranquemos con los aspectos positivos. Desde hace rato es claro que uno de los cuellos
de botella de nuestro sistema político es el origen y composición del Consejo Nacional
Electoral. Actualmente, éste es un apéndice de los partidos, lo cual obviamente impide
que actúe con independencia. El esquema es tan absurdo como tener de juez en un
partido entre Millonarios y Santa Fe al presidente de alguno de los equipos. Por eso, el
cambio propuesto en el sentido de que los miembros de dicho consejo se asemejen a los
magistrados es pertinente en aras de un proceso democrático más claro, transparente y
con garantías para todo el mundo.
Otro gran tema para mirar con lupa es el de la financiación de los partidos y las
campañas. Es claro que el sistema actual es imperfecto y ha hipotecado el interés
público a ciertos intereses individuales. Pero plantear una financiación estatal total para
todas las campañas, desde ediles hasta Presidente, es un remedio peor que la
enfermedad. No sólo por el costo económico (que se calcula en 700.000 millones de
pesos) sino porque burocratiza excesivamente la política y crea el riesgo de que sólo los
grupos afines al gobierno de turno reciban los beneficios. Además, en tal sistema los
grupos minoritarios terminan siendo los más perjudicados pues se genera un círculo
vicioso: son pequeños porque no tienen recursos, y no tienen recursos porque son
pequeños. Y eso por no hablar del incentivo perverso que se crea, pues los partidos ya
no necesitarían buscar nuevos adherentes, sino que preferirían el fácil camino de vivir
de la marrana estatal. Lo que la tendencia internacional muestra, es que es más lógico y
deseable ponerle límites y restricciones a los montos de cada contribución, que
embarcarse en la financiación estatal. Mientras en el mundo se imponen los sistemas
mixtos de financiación, con mucho folclorismo nosotros queremos dar el paso (al vacío)
a un sistema con más problemas que virtudes.
La otra gran mancha que tiene el proyecto es la introducción del voto preferente. ¡Qué
contradicción! Por un lado se dice que al sistema lo está matando la personalización, y
por el otro lado abrimos la compuerta para que se institucionalice la famosa operación
avispa. Además, al no existir las listas únicas se hace aún más incomprensible la
utilidad de este extraño ensayo de ingeniería constitucional criolla.
Ojalá que en la recta final de la discusión se afinen estos y muchos otros temas. No sea
que se termine creando un verdadero Frankenstein al que nadie en su momento quiso
ver.
Los de los círculos de calidad japonesa y los de la calidad total en los ochenta, los del
justo a tiempo, Chennery y sus fórmulas de empleo, los magos de las firmas consultoras
del noreste gringo expertos en el benchmarking, Porter y las claves para la
competitividad, los gurús de Harvard, Sachs y Alesina, y ahora Rodrik y Stiglitz. Todos
han echado los lugares comunes de su cuento, con Himno Nacional y presidentes y
ministros a bordo. Contratados por algún ministro de Desarrollo o en asocio con
Fedesarrollo, uno que otro han realizado en el pasado aportes al estudio de la realidad
nacional y lanzado sus propuestas correspondientes que, en general, suelen archivarse.
Al despuntar los noventa ya se sabía en detalle qué había que hacer con cuatro sectores
de la industria local, entre ellos el siderúrgico y los de confecciones y cueros. Más tarde,
Porter y su lucrativa firma Monitor dijeron que no éramos muy competitivos
internacionalmente en textiles porque producíamos commodities (bienes genéricos que
suelen ser baratos) a precio de specialties (productos diferenciados que son costosos) y
que los clusters de varios de los sectores industriales que habían sido orgullo en el
pasado eran bastante panditos y con componentes poco articulados.
Aunque las dos misiones de ciencia y tecnología (1990 y 1994) habían dado en el clavo
en materia del rol del conocimiento y de la necesidad de contar con un investigador por
cada 1.000 habitantes en 2004, hubo más publicidad cuando Sachs dijo en 2000 que la
ciencia y la tecnología eran factores determinantes en el desarrollo económico y la
mayor equidad. Ni Llinás ni García Márquez ni Patarroyo, los misioneros del 94, habían
logrado vitrina por algo mejor.
Así las cosas, hoy ya dejó de ser mamerto y socialdemócrata decir que hay algunas
iniquidades asociadas al Consenso de Washington, porque Stiglitz lo dijo. Quien siga
las estadísticas del informe anual del Banco Mundial, encontrará que en los últimos diez
años el decil más rico de la población de la mayor parte de los países de América Latina
tiende a concentrar mayor proporción del ingreso (47% en la Colombia de hoy) y
viceversa, que el diez por ciento más pobre está cada vez más en la olla (algo más del
1% del ingreso).
Más allá de las críticas a las recetas del FMI y las demás entidades de la globalización
tipo Consenso de Washington y de crítica permanente a los que creen en el dogma de
“estabilización, liberalización, privatización” como el generador posterior de
crecimiento y equidad, valdría la pena recordar, aunque sea sólo porque Stiglitz lo dijo,
que hay que contar con una estrategia de crecimiento explícita so pena de aumentar la
iniquidad y la pobreza.
Una clave, aunque sea otro lugar común, es el diagnóstico de la escasez de recursos
internacionales. Hoy nos prestan menos y los extranjeros invierten menos (y si el
presidente de la Bolsa tiene razón, los criollos están sacando a granel el billete).
Solución, aunque sea otro cliché: exportar. Bienes y servicios basados en el valor
agregado que imprime el conocimiento, es decir, en ciencia y tecnología, investigación
y desarrollo. Políticas explícitas para la pequeña y la mediana empresa. Pilas, que lo
dijo Stiglitz y no algún guache de por aquí.
Las cifras dieron para hacer fiesta. El desempleo en el país bajó en el mes en el que
tradicionalmente más sube.
El DANE reportó que al cierre de enero el índice de desempleo bajó de 17,9% a 16,1%
frente a igual mes del año pasado. Eso significa, según el organismo, que el número de
ocupados aumentó en 395 mil personas. Y esos mismos datos indican que ahora hay
929 mil subempleos menos.
En la medición del DANE sólo se tiene en cuenta como desempleado a aquel que está
buscando trabajo y no lo logra. Allí no se incluye a quien a pesar de no tener ninguna
ocupación haya desistido de buscarla.
La población inactiva saltó de 11,7 millones en enero de 2002 a 12,5 millones en igual
mes de este año.
Este empobrecimiento se inició después de 1998, cuando el ingreso per cápita en el país
era de US$2.411. En 1999 bajó a US$2.072 y en 2001 llegó a descender hasta
US$1.903.
No obstante las distintas estrategias diseñadas para enfrentar el flagelo del desempleo,
éste prácticamente permanecerá por encima del 14% en los próximos dos años.
El director del DANE, César Caballero, desmintió eventuales errores en las mediciones
del desempleo y reiteró que las cifras son plenamente confiables.
Entre tanto, la última encuesta de expectativas del Banco de la República entre distintos
agentes económicos señala que el 64,2% de los encuestados espera que su planta de
personal permanezca estable entre marzo y junio de este año.
Otro 12,3% cree que aumentará la nómina mientras que el 17,3% advierte que la va a
disminuir.
Para el segundo semestre de este año, el 72,5% de los consultados indicó que su planta
de personal estará inalterada, el 13,8% espera aumentarla y 7,5% opinó que la
disminuirá.
El drama
Cada año, según Planeación Nacional, ingresan al mercado laboral cerca de 370 mil
personas por efecto del crecimiento de la población. Adicionalmente al crecimiento
demográfico, anualmente han incrementado la fuerza de trabajo más de 600 mil
personas desde 1998. En contraste, el aumento promedio del empleo ha sido de 470.000
personas por año.
Este desequilibrio ha llevado a un incremento de la tasa de desempleo de 12% en 1998 a
16,1% en enero de 2003.
Aunque el desempleo afecta a todos los grupos sociales, sigue concentrado entre los
más pobres.
El aumento del desempleo de los jefes llevó a que otros miembros del hogar ingresen al
mercado laboral para tratar de preservar el ingreso familiar. Ello ha ocasionado la
deserción escolar de muchos jóvenes, lo que genera dos efectos. En el corto plazo
presiona la oferta laboral y aumenta la tasa de desempleo. En el largo, afecta la
acumulación de capital humano con consecuencias adversas para el desarrollo del país.
Con la reforma a la empleabilidad el Gobierno creó una serie de iniciativas para generar
2 millones de puestos de trabajo mejorando la protección social de la fuerza laboral.