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RESTAURACIÓN DEL RÍO HUERVA EN EL CENTRO URBANO DE ZARAGOZA

Restauración de la Cubierta Vegetal 2008

Ramiro Aznar Ballarín


Jesús Ortega Giménez
Laura Salgado Mora

Zaragoza es la Capital Europea del Agua y se dispone a acoger la EXPO2008, con el


agua como principal protagonista del evento. Sin embargo, Zaragoza le ha dado
hasta ahora la espalda a sus ríos, con el río Huerva incluso lo ocultó. Este río ha sido
una barrera natural hasta finales del siglo XIX, debido fundamentalmente a su carácter
encajado y el gran desnivel existente entre el cauce y la trama urbana. En el siglo XX,
el río se ve desbordado urbanísticamente por la presión edificatoria, cubriendo alguno
de sus tramos cuando se ha considerado conveniente para el desarrollo de la ciudad.
En la actualidad, la ciudad sigue dando la espalda a este río en la mayor parte de su
trazado urbano, debido a que presenta unas características de degradación y
contaminación importantes.

Esta tendencia está cambiando (un buen ejemplo es El Plan de Riberas del Ebro). El
medio natural ya no está considerado como un elemento exógeno en la ciudad, sino
como una de sus partes que debe integrarse de forma sostenible en el conjunto
urbano. Estos sistemas, como las riberas, aportan bienes y servicios a la sociedad
incalculables. El poder rehabilitarlos, o restaurarlos en el mejor de los casos, es una
oportunidad para mejorar la calidad de vida de la sociedad, y como resultado, como
dice Rosenzweig, “ganamos todos”.

El proyecto de restauración de una ribera urbana es también una excelente


oportunidad para poner en práctica los principios en los que se basa este blog. Así
pues, animo a todo el mundo a que participe aportando sus ideas y puntos de vista.
En primer lugar, y antes de entrar en faena, me gustaría situar nuestra área de trabajo:
el río Huerva nace en el Sistema Central y desemboca en el Ebro a su paso por
Zaragoza.

En esta ciudad se pueden diferenciar varios subtramos, a nosotros nos incumbe el


tramo comprendido entre el puente Emperador Augusto (“puente de los gitanos”) y
Gran Vía con un total de 474 m (51 metros de estos discurre oculto por el puente de la
Avenida de Goya y la línea del Ferrocarril), distinguiendo dentro de éste dos
subtramos: el primero, aguas arriba, entre el puente Emperador Augusto y la Av. Goya
(273 m), y el segundo, aguas abajo, desde ésta avenida hasta la Gran Vía (150 m).
Esta anchura total, abarcando ambas márgenes, oscila de 30 m a más de 50 m. En las
imágenes adjuntas se puede ver su situación general, así como una serie de fotos para
poder identificar el lugar.

DIAGNÓSTICO

Medio social:

El factor más relevante a considerar en nuestra zona de estudio es el medio social. El


principal causante de este hecho es el urbanismo que rodea a los ríos de Zaragoza. En
el caso del río Huerva, le han dado la espalda e incluso lo han escondido bajo tierra. El
río se encuentra totalmente encajado entre grandes edificaciones, y encauzado por
los sedimentos que sostienen dichas infraestructuras. El resultado de estas actuaciones
ha contribuido a convertir el río en un espacio marginal provocando en la sociedad un
sentimiento de rechazo, abandono e incluso miedo. También se puede añadir la
inaccesibilidad peatonal a la zona debido a la mala iluminación, la inexistencia de

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zonas verdes asociadas y el gran desnivel, además de la prioridad de tráfico rodado,
fomentando la idea de “pasar rápido sin mirar”.

Por suerte la tendencia en esta ciudad está cambiando a partir de la EXPO2008,


sentimiento que puede observarse en el Plan de Riberas del Ebro o incluso en el
Pabellón de España (el cual emula a un bosque de ribera). Por tanto creemos que nos
encontramos ante una oportunidad para recuperar un espacio natural olvidado.

Geomorfología:

El urbanismo señalado en el apartado anterior es el responsable del desequilibrio


geomorfológico del tramo de estudio. En ambos lados del río se encuentran grandes
masas de escombros que han transformado las riberas en taludes, provocando la
canalización anteriormente comentada. Los rellenos aportados no han evolucionado
a suelos estructurados, comportándose como un soporte heterogéneo y sin posibilidad
de definición debido a su naturaleza diversa, y cuya funcionalidad nada tiene que ver
con su capacidad edáfica. Por último hay que resaltar la inestabilidad de estos
sedimentos, que se puede observar en la inclinación extrema de algunos árboles.

Hidrología:

Ya que nos encontramos ante la restauración del tramo de un río, la hidrología es un


factor prioritario en su diagnóstico. Atendiendo al estudio hidrológico realizado por
TRAGSA en 2007 se establece un caudal medio circulante de 3,3 m3/seg. Atendiendo
al régimen de avenidas se han obtenido los siguientes valores: 182,80 m3/seg en la
avenida con retorno de 100 años y 219,80 m3/seg en la de 500 años. Por otro lado la
contaminación de las aguas es bastante elevada, factor importante a tener en
cuenta en este proyecto.

Cubierta vegetal:

La diversidad de especies arbóreas dentro de este tramo es bastante elevada. Este


hecho se debe principalmente a dos aspectos, por un lado la abundancia de
especies alóctonas, tanto invasoras (como el ailanto) como otras especies plantadas,
principalmente coníferas, que provocan en algunas zonas efecto barrera; y por otro
lado la existencia de un bosque de galería de especies autóctonas, resaltando la
regeneración del olmo en algunas partes de la ribera.
UN CORREDOR VERDE EN EL CENTRO DE ZARAGOZA
La restauración y rehabilitación del tramo del río Huerva a su paso por Zaragoza puede
permitir generar un corredor verde (“greenway”) en el mismo centro de la ciudad.
Aunque después del diagnóstico del área de estudio sólo el subtramo aguas arriba
podría comportarse como tal. Así pues, en el siguiente post nos centraremos en estos
componentes del tejido urbano y las relaciones existentes con nuestra zona a restaurar.

Definición y evolución de los corredores verdes

Quizás la mejor manera de definir este término es fijarnos en sus dos palabras
constituyentes: corredor (“way”) que implica movimiento de un punto a otro, tanto de
personas, animales, semillas, agua, etc.; y verde (“green”) que hace alusión a zonas
con elevada vegetación. Un trasfondo muy importante que subyace en la palabra
corredor es la fascinación humana por seguir un camino, una ruta o incluso un
argumento. Pero más importante es quizás su segundo componente que permite
acercar la naturaleza a la sociedad.

Podemos distinguir tres etapas o generaciones en la emergencia y evolución de los


corredores verdes como una forma de paisaje urbano. Bulevares y alamedas fueron la
primera generación de corredores verdes (1700-1960). A continuación les siguieron

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senderos orientados al ocio y recreo con acceso a ríos, arroyos, canales, etc.,
frecuentemente libres de tráfico rodado (1960-1985). Por último nos encontramos con
los corredores verdes de tercera generación, en los que la sostenibilidad reúne
aspectos tan dispares como el disfrute, la conservación de la naturaleza, desarrollo
urbano y belleza paisajística (1985-2008).

Las dimensiones humanas de los corredores verdes

Los corredores verdes son componentes de la escena urbana utilizados por la


sociedad para recreo y disfrute. Las vivencias asociadas y la percepción adquirida de
estos peculiares paisajes se pueden descomponer en seis dimensiones: limpieza,
naturalidad, estética, seguridad, acceso y desarrollo. Algunas de las cuales se pueden
encontrar en las ideas del Romanticismo del siglo XVIII y filósofos como Thoreau y
practicadas por arquitectos del paisaje como Olmsted.

La limpieza en nuestra zona de estudio es una dimensión a tener en cuenta ya que se


ha convertido con el paso de los años en un lugar residual y marginal, donde
únicamente los perros encuentran acomodo y alivio. La naturalidad de la ribera es un
recurso clave en el paisaje. Hoy en día la vegetación y fauna natural es percibida
positivamente por la sociedad, la interacción con este paisaje mejora la salud y
bienestar físico y mental. Este fenómeno es especialmente importante en el centro de
Zaragoza donde el acceso a la naturaleza se encuentra frecuentemente limitado, ya
que existen pocas zonas verdes en la ciudad. Otra de las dimensiones humanas a
tener en cuenta es la estética, la belleza al borde de estos paisajes puede
proporcionar paz y tranquilidad, contrastando con la matriz urbana circundante y
actuando como una fuente de inspiración. En nuestro caso debemos potenciar la
belleza del lugar ya que en estos momentos la ribera se encuentra en un estado de
degradación y oscuridad bastante elevadas. La seguridad física es uno de los factores
más importantes en nuestro tramo de estudio debido al desequilibrio geomorfológico
que presenta. Una gran extensión de las orillas posee elevadas pendientes y en
muchos casos es necesaria la colocación de vallas protectoras, con las cuales no se
sabe si se pretende proteger al río o al ciudadano. No nos podemos olvidar de la
seguridad personal, ya que esta zona de la ribera es conocida por su utilización por
drogadictos. Uno de los objetivos de nuestro proyecto sería incrementar la percepción
de seguridad de la ribera, esto se puede conseguir a través de una cubierta vegetal
abierta. Otra de las dimensiones humanas es el acceso, tanto visual (perspectiva)
como físico (al público). Respecto al primero las perspectivas desde las principales
calles, Gran Vía, Goya y Puente Emperador Augusto, son bastante buenas; mientras
que las perspectivas desde las calles paralelas al cauce son bastante malas o nulas
(efecto barrera producido por la vegetación alóctona). El acceso peatonal está
restringido por un lado por las escasas entradas, por el gran desnivel existente entre la
calle y el río y por lo poco atractivo del lugar. El uso y desarrollo, última de las
dimensiones humanas, ha sido uno de los factores más determinantes y modeladores
de la configuración de la ribera. Tenemos que pasar de un urbanismo sin escrúpulos a
una integración sensata y sensible de ambos componentes, basándonos en los
principios de la ecología urbana.

Preferencias estéticas versus objetivos ecológicos en la restauración de riberas

Hemos hablado de cómo percibe la sociedad los corredores verdes, pero no de cómo
percibe la restauración de los mismos. Existen tres características que se pueden
distinguir en estos proyectos: la estética y naturalidad resultante, y la integridad
ecológica, definida como la calidad ecomorfológica del río. Se ha visto que las
preferencias estéticas están positivamente relacionadas como la integridad
ecológica, y que estas preferencias están influenciadas principalmente por la
naturalidad del cauce. Por tanto, pequeños esfuerzos de restauración o mejora son
valorados positivamente por el público, debido al aumento asociado de belleza y

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naturalidad de estos sistemas. Este hecho nos alienta a llevar a cabo una
rehabilitación del río Huerva, ya que en la mayoría del tramo es imposible realizar una
verdadera restauración debido a su alto estado de degradación y, a que las
edificaciones y escombros adyacentes reducen el espacio disponible para cualquier
operación.

OBJETIVOS Y PROPUESTAS DE ACTUACIÓN

Establecimiento de objetivos

El objetivo central de este proyecto es promover un cambio de tendencia hacia la


dignificación de este cauce y sus riberas y márgenes, abandonando la consideración
establecida de espacio marginal utilizado como colector de vertidos líquidos y lugar
adecuado para acumular escombros, y fomentar la ampliación de la trama urbana
en detrimento del ambiente fluvial.

Este objetivo principal se puede desglosar en los siguientes objetivos específicos:

• Recuperación del ambiente fluvial.


• Potenciar el río Huerva como eje longitudinal para usos ecológicos, paisajísticos
y de disfrute ciudadano.
• Facilitar la permeabilidad peatonal entre márgenes.

Propuestas de actuación

Dentro de las actuaciones referidas al medio social y urbano sería la creación de un


corredor verde en el primer subtramo, reforzar el carácter peatonal del viario
circundante, así como definir un carril bici que permita recorrer prácticamente todo el
trazado sin interferencias importantes con el tráfico rodado. Esta actuación debe ir
acompañada de una adecuada conexión entrecalles de ambas márgenes que en la
actualidad desembocan en las calles paralelas al río. El aumento de esta
permeabilidad peatonal permitirá, tal como se ha comentado anteriormente, Además
de reforzar el carácter peatonal, es necesario potenciar la accesibilidad peatonal al
entorno del río, y la visión del propio río desde los nuevos ejes peatonales.

Respecto a la hidrogeomorfología se llevará a cabo una regularización topográfica y


geomorfológica.

En cuanto al medio biológico se realizará una regeneración de la fitocenosis de ribera,


una recreación de hábitats de orilla fluvial y una revegetación y actuaciones de
transición entre el ambiente fluvial y el medio urbano.

HIDROGEOMORFOLOGÍA

Muro estabilizador y ampliación del ecosistema de ribera

Para la regularización geomorfológica hay que plantear soluciones drásticas que


posibiliten, por un lado, la ampliación de los espacios ribereños, recuperando
ambientes y funciones ecológicas ligadas al cauce fluvial, y por otra la estabilización
de la ladera vertiente, que permita la consolidación del viario y de las edificaciones
anexas.
La solución planteada consiste en un muro estabilizador de hormigón armado con
tipología de ménsula y zapata con puntera y talón y altura máxima de ocho metros.
Las consecuencias de la implantación de este muro, serían entre otras, las siguientes:
Ampliación del espacio ribereño, permitiendo su recuperación ecológica a partir de la
regeneración de las comunidades vegetales típicas de los ecosistemas de ribera.

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Eliminación de los materiales de relleno, y recuperación del sustrato aluvial propio del
cauce fluvial.
Ampliación de la calle Genoveva Torres y su transformación en un eje peatonal que
mejore sustancialmente la movilidad y la escena urbana actual, tal como se detalla en
otro apartado posterior.

Remodelado topográfico
• Descompactado: crea caminos de drenaje e incrementa la velocidad de
infiltración a través del suelo, reduciendo el volumen de escorrentía y la
densidad del suelo y aumentando su capacidad de almacenamiento de agua
y la profundidad potencial de enraizamiento. Se emplea ripper, un subsolador
o un arado de vertedera.
• Perfiles redondeados: bordes redondeados del talud para favorecer el arraigo
de la vegetación y además, dar una apariencia más natural.

MEDIO BIOLÓGICO

Regeneración del ecosistema de ribera

La actuación pretendida, es la de recuperación de un soto fluvial aprovechando una


banda de protección activa que abarque, como mínimo, los límites de la avenida
ordinaria ampliada en ambas márgenes por dos zonas laterales de mayor o menor
anchura, dependiendo de la vegetación autóctona existente y de la presencia de
terrenos de transición al tejido urbano consolidado, susceptibles de regeneración
natural.
El bosque fluvial resultante, de importante función ecológica, deberá ser
autosostenible aunque sea necesario aportar riegos en los primeros años, hasta que se
desarrollen los sistemas radiculares.

• Pradera arbolada: Comunidad no ligada al soto fluvial, y de aplicación tan solo


en la margen izquierda del subtramo en proximidad a la Gran Vía. Se
sembrarán especies herbáceas encespedantes y ejemplares aislados de
álamos Populus alba.
• Comunidades pioneras: Estrato herbáceo y arbustivo más próximo al cauce y a
su influencia directa. No se incluye su plantación porque su recuperación es
natural a partir de las semillas que aporta la corriente fluvial.
• Sauceda y chopera: Plantación de estrato arbóreo a partir de sauce Salix alba
y chopo Populus nigra.
• Olmeda y fresneda: Plantación de estrato arbóreo en la que se alternarán, de
forma aleatoria, al igual que en la comunidad anterior, fresnos Fraxinus
angustifolia y olmos Ulmus minor.
• Estrato lianoide: Para tapizar los muros de estabilización en los límites del ámbito
de actuación, se plantarán especies de ribera propias del estrato lianoide:
Hedera helix, Clematis vitalba y Humulus lupulus.

Métodos de actuación

Técnicas de plantaciones

• Estaquillado: este método consiste en introducir en el sustrato estaquillas de


plantas leñosas, capaces de arraigar y desarrollar una planta adulta, de
longitud y grosor suficiente para que puedan ser clavadas en el suelo como
estacas. Cuando las estaquillas arraigan crean una matriz de raíces que
estabilizan el suelo por refuerzo y cohesión de sus partículas, y reducen el
exceso de humedad. Esta técnica será utilizada de forma predominante para
la plantación de chopos, aunque también será utilizada en menor medida
para los sauces.

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• Fajinas: son manojos de ramas y tallos atados en forma de uso que se colocan
en el fondo de zanjas poco profundas, recubriéndolas parcialmente de tierra.
Para evitar que se muevan pueden fijarse con estacas de madera o con
estaquillas de la misma especie empleada en la construcción de las fajinas.
Esta técnica será utilizada de forma predominante para la plantación de
sauces, aunque también será utilizada en menor medida para los chopos.
• Plantones: pies de planta procedentes de vivero con cepellón, para el caso del
estrato lianoide y fresno. Los módulos de plantación intentaran recrear lo más
fielmente posible la complejidad de los bosques de ribera.

Regeneración del olmo

Debido al buen estado de conservación de los pies de planta de esta especie, no


llevaremos a cabo ninguna actuación en particular, permitiendo su regeneración
natural.

Erradicación de las especies exóticas

Eliminación de especies invasoras, en especial el ailanto, que se está convirtiendo en


un problema de invasión biológica muy grave y que, además de desplazar a la
vegetación riparia, puede producir daños en infraestructuras y elementos urbanos.

Características ecológicas del ailanto

Ailanthus altísima es una especie perteneciente a la familia Simaroubaceae y


originaria de China. Se importó a muchos países con fines ornamentales, así como
para la fijación de taludes, debido a su rapidez de crecimiento. Esta especie se
reproduce tanto desde semillas como de rebrote. Las semillas son fácilmente
arrastradas por el viento y tiene un porcentaje de viabilidad muy elevado. La mayoría
de los pies de planta comienzan a reproducirse a los 10-20 años, no obstante los
rebrotes de 2 años pueden producir frutos y se han visto florecer plántulas de 1 año. El
ailanto está adaptado a una gran cantidad de tipos de suelos, tolera la sequía y los
suelos rocosos, hasta el punto de abrirse camino entre las grietas del pavimento. Es
común en zonas urbanas, sitios perturbados y es una especie pionera en la sucesión.
Además de su prolífica reproducción vegetativa, se ha comprobado que el ailanto
tiene efectos alelopáticos sobre muchas otras especies, actuando como un inhibidor
de la sucesión. Todas estas características muestran un perfil muy agresivo de especie
exótica invasora, haciendo del ailanto un enemigo a combatir en nuestros
ecosistemas.

Métodos de erradiación y control del ailanto

Control mecánico

Las plántulas de pequeño porte pueden ser erradicadas por arranque, preferentemen-
te antes de que produzcan semillas. No obstante, en caso de plántulas con un sistema
radicular ya bien desarrollado, será imposible retirar la totalidad de las raíces del suelo.
Estas raíces remanentes rebrotarán y, por lo tanto, habrá que eliminarlas antes de que
lo hagan, lo que requiere una fuerte inversión en tiempo y dinero.
Las técnicas de tala o anillado (tala de corteza y cambium) son fáciles de llevar a
cabo y no requieren una gran inversión económica ni de personal. La tala presenta el
problema de estimular fuertemente la aparición de brotes, lo que hará necesario repe-
tir la operación varias veces por temporada. En el caso de anillado, esta puede ir
acompañada de un tratamiento herbicida aplicado localmente en la tala. Teniendo
en cuenta la fuerte capacidad de rebrote que caracteriza esta especie, es obligatorio
realizar un monitoreo de la zona hasta un año después de la eliminación del último
rebrote. El control mecánico es totalmente inútil de realizarse en una única ocasión.

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Recientes estudios en parques naturales en Estados Unidos, indican que las técnicas de
tala no sólo no fueron efectivas para la eliminación del ailanto, sino que, además,
causaron un aumento en la densidad de individuos en el parque, por lo que dichas
investigaciones desaconsejan totalmente su uso. En otros casos, el control mecánico se
recomienda sólo para pequeñas zonas y únicamente como paso previo al control
químico.
Control químico

Se realiza, básicamente, mediante estos tres fitocidas: imazapyr, glifosato y triclopir. El


tratamiento herbicida contra Ailanthus puede ser aplicado básicamente de tres
maneras. Por una parte, se puede hacer una aplicación foliar (con glifosato al 4%,
como por ejemplo), bien con mochilas o bien con aplicaciones de alto volumen si la
densidad de individuos es muy elevada. Esta técnica está considerada como muy
efectiva y rentable. No obstante, es evidente que, dado el porte de esta especie, la
aplicación provocará la deriva del herbicida, que al ser no-específico tendría
consecuencias negativas en la flora nativa.
Existe una técnica más refinada e innovadora que las anteriores. Consiste en insertar a
lo largo de la base del tronco cartuchos con imazapir, principalmente (E-Z-Ject).
Causando la mortalidad más elevada de todos los métodos citados anteriormente.
Sin embargo no debemos dejarnos convencer tan fácilmente por el uso de estos
fitocidas. No hay que olvidar que en primer lugar es necesario comprobar los posibles
efectos que tendrían sobre la vegetación y fauna de la zona a restaurar. Los resultados
obtenidos por Lewis en 2007 ponen de manifiesto el peligro de la aplicación de estos
compuestos exógenos al sistema. Las pruebas se realizaron para testar los efectos
secundarios utilizando en sistema E-Z-Ject. Se llegó a la conclusión de que debido a al
gran extensión del sistema radicular del ailanto, no sólo se veía afecta el árbol tratado,
sino también aquellos ailantos y árboles autóctonos presentes, demostrando que
imazapir era capaz de traslocarse de un pié a otro produciendo efectos tóxicos. Silva
en 2004 demostró, al menos en Eucalyptus grandis, la presencia de imazapir o sus
metabolitos en exudados radiculares, permitiendo arrojar algo de luz sobre este
proceso.
Los párrafos anteriores ponen en entredicho la utilización del control químico. En el
caso del tramo del río Huerva que queremos rehabilitar, nos encontramos con
vegetación autóctona, como el caso del olmo, en regeneración. Por ello sería
contraproducente poner en peligro a estos pies de planta preexistentes, empleando
fitocidas. Por otro lado la existencia del cauce agrava este problema, ya que no
podemos evitar el posible arrastre de estos compuestos por el agua, pudiendo
producir efectos negativos para la flora aguas abajo.
Como conclusión, decir que en cuanto al control del ailanto en el río Huerva no
guiaremos por la famosa frase de “no añadir ningún componente exógeno al
sistema”.

Eliminación del efecto barrera

En la actualidad, la existencia de una barrera visual generada por vegetación de hoja


perenne, impide la contemplación del ambiente natural ligado al río Huerva, desde el
corredor peatonal en ambas márgenes. Este efecto se acentúa notablemente en el
tramo de la calle Alférez Provisional comprendido entre los puentes de Emperador
Augusto y Avda. Goya, donde la proximidad de las plantas, incremente este efecto.
Esta barrera visual, actúa además en ambos sentidos, creando inseguridad y
sensación de aislamiento y marginación a la movilidad peatonal ligada al ambiente
fluvial.

Esta eliminación del efecto barrera, tiene que conllevar una serie de acciones que
aumenten la permeabilidad visual como son las siguientes:

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• Derribo del tramo superior del muro existente, y su sustitución por un elemento
de seguridad permeable. Esta acción permitirá además acercar el viario
peatonal al nuevo ambiente a recrear en el entorno del río Huerva.
• Supresión de vegetación perennifolia que actúa como efecto barrera.

MEDIO SOCIAL Y SISTEMA URBANO

Subtramo corredor verde

El espacio de relación con el tramo aguas arriba del río Huerva, se encuentra
asociado al Puente del Emperador Augusto. En este ámbito, que actúa de conexión
con el corredor ecológico que se establece tomando como eje estructural el río
Huerva, deben desarrollarse una serie de actuaciones – además de la necesaria
complementariedad entre los trabajos a ejecutar - que conecten ambos tramos y
establezcan una adecuada funcionalidad paisajística, ambiental y de movilidad,
generando un “nodo” de relación en el corredor verde.

Algunas de las actuaciones a desarrollar, podrían ser las siguientes:

• Integración del vial peatonal y de bicicletas con la ribera del río Huerva, en su
margen izquierda, conectando en este punto con el tramo aguas arriba.
• Creación de un área de relación con el cauce mediante la ejecución de un
mirador ligado a la orilla fluvial e integrada con los ecosistemas de ribera.
• Creación de un área recreativa junto al estribo izquierdo del puente donde se
ubica el actual acceso peatonal mediante escaleras. En esta área recreativa y
de descanso, se procederá a la instalación de mobiliario urbano adaptado a
este enclave, respetando en lo posible la vegetación autóctona, además de la
implantación de un rocódromo aprovechando el muro existente.
• Se dotará de una adecuada instalación de alumbrado en esta área –
fundamentalmente bajo el puente del Emperador Augusto – que permita un
adecuado uso y disfrute de este nodo de relación.

El único acceso a la ribera del río Huerva en este subtramo, se realizará desde el
mirador propuesto, estableciéndose un área inaccesible aguas abajo, aplicando
criterios de medio natural y paisajístico.

Subtramo paisaje

En la actualidad, la Avda. de Goya a su paso sobre el río Huerva, es un viario de doble


sentido, con una anchura global de 45 m, con tres carriles de circulación por cada
sentido. La estructura de ventilación del ferrocarril, situada en el espacio central, actúa
como una pequeña rotonda que permite el giro de los vehículos.
Modificación del tratamiento superficial de los pavimentos para hacer saber a los
automovilistas que atraviesan tanto un sistema natural significativo, el rio Huerva, como
una importante vía peatonal y de bicis, contribuyendo también a reducir la velocidad
de los coches. El pavimento de calzada debería ser rugoso o de diferente color para
expresar correctamente el encuentro de ambas tramas, la rodada con la peatonal y
de bicis.

• Eliminación de los carriles que definen la rotonda, y su transformación en zona


peatonal adscrita a la red peatonal que configura el corredor.
• Formación de una gran linterna piramidal para cubrir el actual hueco del
puente, proponemos ejecutarla con estructura básica de acero cubierta de
malla atirantada de acero inoxidable. Por la noche podría iluminarse desde su
interior. Es una solución ligera que permite la correcta ventilación del túnel y su
protección ante cualquier vandalismo.

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Esta zona se circunscribe únicamente al subtramo comprendido entre la Avda. de
Goya y Gran Vía. Es aquí donde el corredor ecológico pierde su funcionalidad, en
primer lugar, por la barrera que supone el paso del ferrocarril AVE bajo el puente de la
Avda. Goya, y en segundo lugar, por la culminación en el tramo cubierto del río bajo
el Paseo de La Gran Vía. A todo lo anterior, hay que añadir además la presencia de
grandes infraestructuras de abastecimiento y saneamiento por la ribera más cercana
al cauce.
Este ámbito, encajado y deprimido respecto a la trama urbana colindante, unido a su
carácter umbroso y su escasa extensión longitudinal, no permite la continuidad propia
de un corredor verde, y consecuentemente, su única vocación posible es la de
constituir una escena que recree un ambiente fluvial, integrándolo en el paisaje de la
ciudad. Escena que puede alcanzar un gran valor por su tamaño y envidiable
situación en el centro del tejido urbano de la ciudad. Aunque este subtramo tiene
escasa longitud, su ancho hace posible la creación de un espacio de gran valor
paisajístico y facilita su contemplación desde las dos márgenes.
Teniendo en cuenta los objetivos enunciados, la configuración topográfica de este
subtramo y el deseo de acercar y hacer visible a los ciudadanos para su disfrute esta
escena urbana recreada, las acciones propuestas sobre el mismo son:

• Para una mejor transición en la margen izquierda, y próximo a la plataforma


peatonal (de mayor o menor anchura en función de las alternativas
propuestas), se ha incorporado una unidad de plantación abierta denominada
PRADERA ARBOLADA, con el objetivo de mejorar la visualización del ámbito
restaurado.
• Ocultación mediante barreras visuales, tanto físicas como vegetales de las
infraestructuras de abastecimiento y saneamiento que discurren por la margen
derecha del cauce en este subtramo.
• En la margen izquierda, se propone la formación de una plataforma entre la
calle Alférez Provisional y esa misma margen. Su trazado discurre paralelo a esa
calle. Esta Plataforma acerca a los ciudadanos hasta la pradera arbolada y el
río y los aleja y protege del ruido de la ciudad, también recoge a cota
adecuada la pasarela peatonal trazada desde la orilla derecha más
deprimida, con el fin de que los recorridos peatonales no alcancen una
pendiente muy elevada.

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