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“DE BUENA Y FELICE CONSTELACIÓN”

CRITERIOS ASTROLÓGICOS UTILIZADOS EN EL URBANISMO


HISPANOAMERICANO DE LOS SIGLOS XVI Y XVII

Jaime Salcedo Salcedo


Universidad Nacional de Colombia

Intento dilucidar el alcance de una recomendación incluida en las


Ordenanzas de Poblaciones dadas por Felipe II en 1573, la ordenanza 34, en que se
dice que, para la elección del sitio donde se ha de poblar, se tenga consideración a
que el lugar sea “de buena y felice constelación”.
Esta enigmática guía para los fundadores de ciudades pareció tomar sentido
a la luz de las relaciones entre la magia astral y la arquitectura que el profesor René
Taylor dio a conocer en su estudio sobre El Escorial 1. Como se recordará, de
acuerdo con Taylor, en la construcción del palacio-monasterio los arquitectos de
Felipe II --y el Rey mismo-- habrían considerado las condiciones astrológicas más
adecuadas para dar inicio a las obras, mediante la elaboración de horóscopos
particulares para la colocación de las piedras fundacionales tanto del monasterio
como del templo; y la orientación del conjunto habría sido definida mediante su
alineación con el Sol del ocaso del día dedicado a San Lorenzo, en cuya memoria se
erigió el monumento. Este conjunto de acciones caerían, en opinión de Taylor,
dentro de los procedimientos de la magia astral.
Bajo esta luz, la recomendación de las Ordenanzas de Poblaciones parece
referirse a criterios astrológicos de elección. Si es así, puede formularse esta
hipótesis:
Dada una empresa fundacional, se levantaría previamente el horóscopo
correspondiente para consultar sobre la conveniencia de la fundación o sobre la
fecha y hora favorables para llevarla a cabo.
En 1996, puse a prueba esta hipótesis en el estudio de un caso, el de la
fundación y traza de Guadalajara de la Victoria de Buga, pequeña ciudad de la
Gobernación de Popayán en la jurisdicción de la Audiencia de Quito. A falta de
soporte documental, la comprobación de la hipótesis consistió en constatar si el
horóscopo de la fundación de Buga era propicio y si en la traza urbana o en sus
edificios había alguna evidencia del horóscopo en cuestión. Pude comprobar que
debió de hacerse un horóscopo previo a la fundación de Buga y que este horóscopo,
con las consideraciones de él derivadas, determinó la orientación de la traza y la
arquitectura de su iglesia matriz2.

1 TAYLOR, René, “Arquitectura y magia: consideraciones sobre la ‘idea’ de El Escorial”, Traza y

Baza, Universidad de Barcelona, Barcelona, núm. 6, 1976, pp. 5-62. Con el mismo título fue publicado
en forma de libro por Ediciones Siruela, Madrid, 1992. El estudio de Taylor fue publicado originalmente
en inglés en Essays in the History of Architecture in honor of Rudolf Wittkower, Phaidon, Londres, 1967.
2 SALCEDO, Jaime, “Arquitectura, urbanismo y astrología en Guadalajara de Buga”, Ensayos,

Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2000, núm. 5, pp.
177-209. La versión original del estudio fue preparada para el 49 Congreso Internacional de
Americanistas , Quito, 7 a 11 de julio de 1998.

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Dado que el tema astrológico se presta a todas las especulaciones posibles, el
método que seguí en este estudio de caso tuvo las siguientes precauciones:
a) Para trabajar con los mismos márgenes de error que tenía un observador
de los astros en el siglo XVI, encargué un astrolabio para la latitud de Buga y para
el año de su fundación, 15693; y con la ayuda de un programa de astrología para
computador 4, hice mis propias observaciones.
b) Las fechas de las observaciones fueron las correspondientes a la
fundación de Guadalajara de Buga (30 de septiembre de 1569, en el calendario
juliano), al día en que se hincó el rollo de la justicia en medio de la plaza (4 de
marzo de 1570) y a la fiesta de la Virgen bajo cuya advocación se puso la iglesia y la
ciudad el día de su fundación, Nuestra Señora de la Victoria (7 de mayo de 1570).
c) Para las posibles interpretaciones de los horóscopos fundacionales utilicé
las doctrinas astrológicas de autores que, por haber sido de uso en España
(Ptolomeo, Albubather, Zahel, Ben Ezra, Messahallah, Bethen, Hermes, Almanzor,
entre otros), pudieron formar parte del saber de los fundadores de Buga. Por la
misma razón, dejé de lado libros de astrología de uso restringido, como el tratado
atribuido a Enrique de Villena, o que no tuvieron difusión popular, como el
innovador método de interpretación astrológica propuesto por Ramón Llull.
d) Puesto que en la fachada de los pies de la iglesia hay un ojo de buey que
proyecta el disco solar en el interior de la nave y capilla, las observaciones fueron
hechas tanto por fuera de la iglesia como dentro de ella.
Los resultados de este estudio fueron concluyentes:
1) La orientación de las calles de la ciudad está determinada por la sombra
que, a la hora del ocaso, proyectaba el campanario de la iglesia el 7 de mayo, día
dedicado a Nuestra Señora de la Victoria. Ese día corresponde, en el calendario
gregoriano, al 17 de mayo.
2) Igual orientación tiene el eje de la iglesia. En el ocaso del 7 de mayo, el ojo
de buey proyectaba el disco solar en el centro del retablo mayor, donde estuvo
alojada hasta 1794 la imagen de Nuestra Señora de la Victoria. Este procedimiento
coincide con el que se empleó en la orientación de El Escorial con la declinación del
sol del día de la festividad de San Lorenzo a la hora del ocaso, si bien en El Escorial
el sol, a esa hora, ya está oculto tras los cerros.
3) Las figuras labradas en la portada de la iglesia matriz de Buga pueden ser
interpretadas en clave astrológica, y cobran sentido pleno.
Aunque la hipótesis se cumple en el caso estudiado, es necesario hacer una
última comprobación, de la que me ocuparé en seguida: establecer si ocurre lo
mismo en otras ciudades del Continente. Esto nos permitirá saber también si fue
una práctica habitual, o sólo utilizada en casos excepcionales; y si seguir criterios
astrológicos de elección es una particularidad de ciudades fundadas en tiempos de
Felipe II o si se encuentran vestigios de esta costumbre en el urbanismo de
Hispanoamérica antes y después del reinado del Rey Prudente.

3 Fabricado en 1994 por la empresa Janus, New Fairfield, EE. UU.


4 Programa Visions: The Astrology System, versión 1.34, Lifestyle Software Group, St.
Augustine, Fl., 1990.

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Las técnicas astrológicas.
Para la buena inteligencia de lo que sigue hay tener en cuenta que por
‘constelación’ se entendía “la observación de las estrellas, así fijas como errantes, en
la genitura o en cualquier otra ocasión, por la cual se levante figura”, tal como lo
define en 1611 Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana o
española; lo que ahora se denomina ‘horóscopo’ o ‘carta astral’.
Con la observación de la ‘constelación’ en la fundación de una ciudad, los
pobladores esperarían resolver los siguientes problemas:
a) Establecer si la fundación era conveniente, para lo cual podían utilizar la
técnica de las interrogaciones. Esta técnica se basa en observar los astros en el
momento en que se formula la pregunta; por lo tanto, si no hay registro escrito de la
fecha y hora en que se hizo la consulta, no es posible reconstruirla a posteriori.
b) Establecer la fecha y hora adecuadas para llevar a cabo la fundación,
mediante la técnica de las elecciones. Esta consulta puede ser reconstruida, aún sin
un registro de que haya sido hecha, pues basta conocer la fecha en la que se llevó a
cabo una acción, levantar el horóscopo y, si existen aspectos deseables y no hay
impedimentos astrológicos, elegir la hora en la cual, por casas y aspectos, el
horóscopo era propicio5. Si se cumplen ambas condiciones (aspectos deseables,
ausencia de impedimentos), es posible --y aún probable, en ciertos casos-- que el
horóscopo en cuestión haya sido consultado.
c) Definir las bondades del sitio mediante la técnica de las natividades, o
astrología genetlíaca. Con esta técnica se buscaba establecer también si el destino
que le aguardaba a la nueva ciudad era de prosperidad o penuria, de perdurabilidad
o destrucción, de manera similar a como se establecía para las personas6. Esta
consulta astrológica también puede ser reconstruida.
Tanto las interrogaciones como las elecciones pertenecían al ámbito de la
astrología judiciaria. Aunque la Iglesia reprobó esta rama de la astrología7, la
doctrina de Santo Tomás de Aquino sobre que las estrellas inclinan pero no obligan
permitió que se siguieran utilizando las técnicas de elecciones y de natividades para
establecer a qué inclinaban los astros.
En el estudio de las cartas astrales he seguido el principio de Ptolomeo según
el cual “los grados concordantes con el nacimiento de las ciudades, que reciben el
influjo del Zodíaco son los puntos en que se hallan el Sol y la Luna al empezar su
edificación, y la posición de los Ángulos, especialmente el Ascendente, como sucede
en las natividades”. En consecuencia, en los horóscopos he procurado situar los
luminares en lugares privilegiados de las divisiones del cielo, en particular, en casas
angulares. De acuerdo con Zahel, los siete lugares más importantes de la bóveda

5 Esta técnica permitía sortear posiciones planetarias de detrimento, mediante la escogencia de

la hora favorable. Al respecto, según Zahel (Elecciones astrológicas ), “Doroteus dijo: «Cuando veas que
la Luna está impedida, y se separa de la cosa [asunto tratado], y que no se puede realizar, y no puedas
diferirlo, no des participación a la Luna en el Ascendente, haz que [la Luna] sea cadente respecto a él,
pon en él una Fortuna, refuerza el Ascendente y su gobernante»”. SANTOS, Demetrio (trad.), Textos
astrológicos: Zahel, Hermes, Almanzor, Bethen, Madrid, Ediciones Teorema, 1985, p. 195.
6 Así, mediante el horóscopo fundacional, el astrólogo Valente predijo en el siglo IV que la

nueva ciudad de Constantinopla “estaba destinada a vivir 696 años, es decir, hasta el 1026”
(MONTERO, Santiago, Diccionario de adivinos, magos y astrólogos de la Antigüedad , Madrid, Editorial
Trotta, 1997, p. 311, ‘Valente’).
7 La astrología judiciaria y otras formas de adivinación fueron prohibidas por Sixto IV (1471-

1484), Sixto V (1585-1590) y el Quinto Concilio de Letrán (1512-1517).

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celeste eran, en su orden, el Ascendente (Casa I), el Medio Cielo (Casa X), el
Descendente (Casa VII), el Ángulo de Tierra (Casa IV), y las Casas XI, V y IX. Las
Casas II y III eran consideradas “lugar de exaltación de la Luna”. Lugares de
impedimento podían ser los que no aspectan al Ascendente, es decir, la Casa VIII, o
Casa de la Muerte; la Casa VI, o Casa de la Salud, “lugar de enfermedades y
defectos”, y la Casa XII, “lugar de los enemigos, trabajos y tristezas”8.
Además de la situación de los astros en las casas, la interpretación del
horóscopo atendía a los ‘aspectos’ que los planetas formaban unos con otros. Por
aspecto se entiende la distancia angular aparente que hay entre los planetas en un
momento dado. Los aspectos considerados eran, de menor a mayor, la Conjunción
(0°), el Sextil (60°), la Cuadratura (90°), el Trígono (120°) y la Oposición (180°). Debe
tenerse presente que las cualidades atribuidas a los aspectos se basaban en la
teoría de la armonía --la música de las esferas-- determinada por las relaciones
numéricas tanto entre las distancias que se suponían entre las órbitas de los
planetas, como por las cualidades de los planetas mismos y por las figuras
geométricas que formasen los astros de acuerdo con las distancias angulares que
los separaran9. En su estudio sobre El Escorial, Taylor reproduce y comenta un
grabado incluido en la edición Cesariano de Vitrubio, de 1521, que muestra las
correspondencias armónicas de los aspectos y los tonos musicales10, y un grabado
de la edición Caporali del mismo tratado, de 1536, figura que ilustra los aspectos
del horóscopo 11. A este último grabado me referiré, por comodidad, como ‘grabado
Caporali-Vitrubio’.
A cada planeta se atribuía un ‘orbe’ dentro del cual podía formar aspecto con
otro. Así, al Sol le asigna Zahel el mayor orbe, 30°, de los cuales 15° delante y 15°
detrás del cuerpo real del astro; a la Luna, 12° delante y 12° detrás; a Saturno y a
Júpiter, 9° ; a Marte, 8°, y a Venus y a Mercurio, 7°. Estos orbes son los que he
aplicado en este estudio para definir los aspectos entre los planetas.
Los horóscopos eran representados mediante la ‘cuadratura del círculo’, que
hace confusas al profano las relaciones entre los astros. Usaré la forma moderna de
representación mediante una rueda con las divisiones de signos y casas, que
muestra lo que un astrólogo del siglo XVI podía ver en su astrolabio.

Astrología y urbanismo.
La consulta astrológica sobre las ciudades y las construcciones es de vieja
data. No sólo está incluida entre las consideraciones de Ptolomeo y Vitrubio, sino
que se encuentra mencionada como acción memorable en historiadores antiguos.

8 Zahel, Sobre las interrogaciones, 15, “División del círculo y dignidades de las Casas”

(SANTOS, ob. cit., p. 24). El Centiloquio de Hermes, aforismo 46, proporciona un orden de importancia
de las Casas ligeramente diferente al de Zahel: “El primero de los ángulos es el horóscopo
[Ascendente]. El segundo el Medio Cielo. El tercero el Occidente [Descendente]; el cuarto el Angulo de
tierra [I. C.]. Del resto de las posiciones, el primero es la 11a [Casa], después la 2a, después la 5a, a
continuación la 9a , después la 3a y finalmente la 8a. La 6a y la 12a son las peores” (SANTOS, ob. cit., p.
273).
9 PTOLOMEO, Claudio, Tetrabiblos (trad. de Blanca Hernández, Madrid, Las Mil y Una

Ediciones, 1981), Libro Primero, cap. XIII; AGRIPPA, Cornelio, Filosofía oculta (trad. Héctor V. Morel,
Buenos Aires, Editorial Kier, 4a. edición, 1994), Libro II, cap. XXIV, XXV y XXVI.
10 TAYLOR, ob. cit., figura 36. Cfr., PTOLOMEO, Tetrabiblos, Libro I, capítulo XIII.
11 TAYLOR, ob. cit., figura 37.

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Sobre Roma, v. gr., de acuerdo con Santiago Montero, existía la tradición
según la cual había sido fundada el 21 de abril del año 753 a. C., pero, según
Plutarco, hacia el 44 a. C. el astrólogo Tarucio de Firmo determinó “la constelación
bajo la cual Roma había sido fundada” por Rómulo y concluyó que el
acontecimiento tuvo lugar el 4 de octubre “entre la hora segunda y la tercia”12. El
horóscopo de Roma para el 4 de octubre del 753 a. C. muestra a Saturno en trígono
con la Luna, a la Luna en trígono con Marte, a Júpiter en sextil con Marte, a Marte
en sextil con Venus y a Venus en sextil con Saturno. Los sextiles forman medio
hexágono y al doble trígono se opone un doble sextil.
Una ciudad de la que se ha conservado su horóscopo fundacional,
correspondiente al 30 de julio del 762 d. C., es Bagdad13. En el horóscopo para esa
fecha y lugar puede verse medio hexágono configurado por los aspectos planetarios:
al amanecer, Júpiter hacía oposición a Marte; Marte, sextil al Sol; el Sol, sextil a la
Luna; y la Luna, sextil a Júpiter. Además, Marte estaba en trígono con la Luna; el
Sol, en trígono con Júpiter; y Saturno hacía cuadratura al Sol.
Las ‘figuras’ resultantes para Roma y Bagdad nos remiten al grabado
Caporali-Vitrubio. Este grabado representa aspectos astrológicos entre signos
zodiacales. Los signos de una misma triplicidad --en este caso, la de Agua,
constituida por Cáncer, Escorpión y Piscis-- están armónicamente relacionados por
el aspecto de trígono. Las cuatro triplicidades forman, en los ángulos del Zodíaco,
aspectos de cuadratura y oposición, que están indicados con el cuadrado que une
los signos de Aries, Cáncer, Libra y Capricornio, y sus diagonales. El grabado indica
también el sextil que se forma cada dos signos, aspecto que establece la armonía
recíproca entre dos triplicidades que se complementan, este caso, las de Agua y
Tierra; la figura resultante es un hexágono regular inscrito en el Zodíaco.
Finalmente, un rectángulo que une los signos de Tauro, Virgo, Escorpión y Piscis
pone de presente la combinación armoniosa de los aspectos trígono y sextil. En
astrología, estos mismos aspectos determinan la armonía entre los planetas.
Las ‘constelaciones’ que veremos a continuación corresponden a ciudades y
villas fundadas como tales en los siglos XVI y XVII, y de las cuales se tiene certeza
sobre las fechas de fundación. Fueron excluidos del estudio, por ahora, los
numerosos pueblos de indios entablados mediante visitas de jueces pobladores, con
la única excepción del pueblo de San Lorenzo de Aburrá, hoy El Poblado, en
Antioquia (Colombia), dada su relación con el poblamiento del sitio de Nuestra
Señora de la Candelaria de Aná, precedente que fue de la erección de la villa de
Medellín.
Referencias obligadas serán las ‘constelaciones’ de la construcción de El
Escorial y de la fundación de Buga, y la ilustración de los aspectos del horóscopo
del grabado Caporali-Vitrubio. La orientación de la traza de Buga respecto del sol
del día de Nuestra Señora de la Victoria, según el mismo principio aplicado para
orientar el monasterio de El Escorial respecto del sol del día de San Lorenzo, exige
considerar también los horóscopos del día del santo patrono escogido por los
pobladores para cada fundación.

12MONTERO, ob. cit., pp. 295-296.


13SAMSÓ, Julio, “Introducción” al Tratado de astrología atribuido a Enrique de Villena, edición
de Pedro M. Cátedra, Barcelona, Editorial Humanitas, 1983, pp. 55-56.

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La brevedad impone resumir a lo esencial las descripciones e
interpretaciones de los temas astrológicos, a limitarnos al análisis de las ‘figuras’
determinadas por los aspectos planetarios y a hacer caso omiso de la ubicación de
cada planeta en los signos y las casas.
Los párrafos que siguen deben entenderse como precedidos de una
condicional: si los horóscopos correspondientes fueron consultados...

Los trígonos del Sol y la Luna y de la Luna y Saturno.


Los fundadores de un grupo de ciudades y villas habrían seguido, como
criterio de elección, la presencia de trígono entre el Sol y la Luna o entre la Luna y
Saturno, o alguna combinación de ambos trígonos. La armonía entre estos astros
era deseable porque Saturno es “enemigo” del Sol y porque “lo que se realiza por el
cielo de Saturno se deshace por el cielo de la Luna”, según Alí Ben Ragel14.
En el caso de Buga encontramos que, el día de su fundación, la Luna hacía
trígono a Mercurio, a Saturno y al Sol, que se hallaban en conjunción en el
Ascendente, al amanecer. Cuando se encuentra el aspecto trígono entre el Sol y la
Luna, el Centiloquio de Bethen15 indica que es “día bueno para hacer todo [...],
hacer obras en la tierra de cualquier clase [...]; jurar la bandera; decretar la
obligación de todo lo hecho” (aforismo 70), prescripciones aplicables a lo que se
esperaba de una fundación. Sobre el trígono entre la Luna y Saturno, Bethen dice
que es “día bueno en toda acción [...], benéfico para el rey, cultivar tierras y fundar
edificios [...]” (aforismo 68).
Aspectos de trígono entre el Sol y la Luna y entre la Luna y Saturno aparecen
con frecuencia en los horóscopos, sea en el del día de la fundación, sea en el del día
del santo patrono cuya fecha caiga más próxima al día de la fundación. El Sol en
conjunción con Saturno y en trígono con la Luna se encuentra en los horóscopos de
las fundaciones de Nuestra Señora de la Asunción, Paraguay (15 de agosto de 1537)
y de San Juan de la Frontera --Tucumán-- en la Argentina (13 de junio de 1562). El
trígono Sol-Luna se encuentra en el horóscopo del día de Santa Ana (26 de julio),
previo a la fundación de Santa Ana de los Caballeros de Anserma (15 de agosto de
1539), en la gobernación de Popayán; en el de la primera fundación de la ciudad de
La Palma, en el Nuevo Reino de Granada (17 de noviembre de 1561); y en el de la
fundación de San Miguel de Cebú, por Legaspi, en Filipinas (10 de mayo de 1565).
Las dos fundaciones de Bogotá contienen también el trígono Sol-Luna. Si se
sitúa el Sol en el Ascendente (el orto solar), en ambas cartas encontramos que el Sol
hace trígono a la Luna; que la Luna se encuentra en la Casa 5, la Casa de los Hijos;
y que la Parte de Fortuna coincide con la posición de la Luna. Si bien Zahel indica:
“Tampoco has de preocuparte de poner la Parte de Fortuna en aspecto o conjunción
con la Luna, en las interrogaciones o elecciones” (Zahel, Elecciones astrológicas), la
coincidencia de la Luna con la Parte de Fortuna explica la importancia que se daba
a la situación del Sol en el Ascendente, pues siempre que se lo sitúa allí, la Parte de
Fortuna cae donde se encuentre la Luna. En la genetlíaca aplicada al urbanismo,

14 El libro conplido en los iudizios de las estrellas (Barcelona, Índigo, 1997), Libro Primero, cap.
4.
15 SANTOS, ob. cit. Salvo indicación expresa, las citas de Bethen, Zahel y Hermes se referirán a
esta obra.

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este aspecto astrológico podría interpretarse como que el Sol apoyaba de buen grado
la fundación de familias y prometía muchos hijos y heredamientos a los pobladores.
El 6 de agosto, Saturno hacía trígono a la Luna; el 27 de abril, el Sol hacía trígono a
Saturno; en ambos temas, Saturno ofrecía aspectos favorables. Estas y otras
coincidencias en los dos temas astrológicos permiten conjeturar que Jiménez de
Quesada haya levantado --o hecho levantar-- los horóscopos de ambas
fundaciones, especialmente habida cuenta de que, en este caso, consta la creencia
del fundador en la astrología16.
El trígono Luna-Saturno está presente también en el horóscopo del 29 de
junio de 1561, día de San Pedro, patrono de Mendoza, en Argentina, fundada en el
valle de Rioja el 2 de marzo de ese año. Saturno hacía trígono a la Luna el día de la
fundación de Arequipa (15 de agosto de 1540); el de la fundación de Santiago de
Chile (24 de febrero de 1541); en Buga, el día en que los señores del Cabildo
hincaron el rollo en medio de la plaza; y la Luna hacía trigono a Saturno el día de
Nuestra Señora de la Victoria que siguió a la fundación de Buga, ciudad de la que
era patrona.
Otras fiestas patronales inmediatas a la fundación de poblaciones en las que
aparece el trígono Saturno-Luna son el día de la Candelaria, 2 de febrero de 1649,
patrona del sitio de Nuestra Señora de la Candelaria de Aná, y también el día de la
Candelaria, 2 de febrero de 1676, patrona de la nueva villa de Medellín erigida en
noviembre del año anterior en la jurisdicción de Antioquia. Parece significativo el
tema astral del trígono Saturno-Luna en estas poblaciones. El sitio de Aná fue
poblado en 1646 con mestizos y blancos que ocupaban tierras del resguardo de San
Lorenzo de Aburrá, pueblo de indios entablado el 2 de marzo de 1616, fecha en la
cual aparece también el trígono Saturno-Luna. Posteriormente, los vecinos de Aná -
-que en 1649 adoptaron a Nuestra Señora de la Candelaria como patrona del lugar-
- solicitaron que el sitio fuera erigido en villa, lo que concedió la Corona en 1674.
Erigida la villa con el nombre de Medellín el 2 de noviembre de 1675, el 20 de
noviembre de ese año se reúnen por primera vez los señores de su Cabildo y eligen
“por Patronos de esta Villa a la Virgen Santísima de la Candelaria y al señor San
Juan Bautista... y nombran así mismo la Parroquial dicha Santa Iglesia de Nuestra
Señora de la Candelaria”17, cuya fiesta, el 2 de febrero del año siguiente, como
vimos, tuvo en su cielo otro trígono Saturno-Luna.

16 En el Antijovio, el fundador de Bogotá proporciona una interpretación astrológica a los

conflictos sociales que el Emperador Carlos V debió enfrentar en sus señoríos, en estos términos: “Y
por que concluyamos con las Comunidades d’España, digo que para que las hubiese en ella lo debió de
causar tanbién algún ynflujo çeleste que por aquellos años aconteçió de rreynar sobre el huniberso
orbe de acá abajo, porque [...] no hubo probinçia, ni rreyno [...] en los quales desde el año de beinte que
començaron las Comunidades en España hasta el año de treinta, no hubiese rrebeliones y
Comunidades contra sus señores y reyes” (JIMÉNEZ DE QUESADA, Gonzalo, El Antijovio, edición
dirigida por Rafael Torres Quintero, estudio preliminar por Manuel Ballesteros Gaibrois, Bogotá,
Instituto Caro y Cuervo, 1952, cap. III, p. 42. Agradezco a la profesora Silvia Arango la comunicación
del pasaje de El Antijovio, y otras referencias, para este estudio).
17 MESA JARAMILLO, José María, “Reseña histórica de la ciudad de Medellín, capital del

Departamento de Antioquia”, Repertorio Histórico, Medellín, Academia Antioqueña de Historia, Año VII,
Nos. 8 a 12, diciembre de 1925, pp. 193-198; PIEDRAHITA ECHEVERRI, Javier, Del Poblado de San
Lorenzo a la parroquia del Poblado, 1876-1976, Medellín, Secretaría de Educación y Cultura del
Departamento de Antioquia, 1976, pp. 20-21; PERFETTI, María Verónica, Las transformaciones de la
estructura urbana de Medellín, Bogotá, Fundación para la Promoción de la Investigación y la
Tecnología, Banco de la República, manuscrito, sin fecha, p. 87.

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Figura 1: Grandes trigonos

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El trígono de Saturno y Júpiter.
Según se creía, Júpiter podía contrarrestar las malas influencias de Saturno,
razón por la cual el trígono entre Saturno y Júpiter era considerado favorable para
cualquier empresa. Como se verá, este aspecto aparece en la ‘constelación’ de varias
fundaciones, v. gr., en la traslación de San Bonifacio de Ibagué el 7 de febrero de
1551.

Los Grandes Trígonos.


La ‘constelación’ del día de Nuestra Señora de la Victoria que siguió a la
fundación de Buga tenía a la Luna en trígono con Saturno, a Saturno en trígono con
Júpiter y a Júpiter en trígono con la Luna, lo que se conoce como Gran Trígono,
‘figura’ astrológica favorable, particularmente en este caso porque estaban
implicados la Luna, Saturno y Júpiter. Al mismo tiempo, Júpiter hacía cuadratura
al Sol, el Sol cuadratura a Marte y la Luna sextil a Marte, de manera que el
conjunto incluía casi todos los aspectos ilustrados en el grabado de la edición de
Vitrubio por Caporali.
San Lorenzo de Aburrá, el sitio de Aná y la villa de Medellín tienen
conformado, cada pueblo en en su tema astrológico, un Gran Trígono: San Lorenzo
de Aburrá, el día en que fue entablado, el gran trígono Saturno-Luna-Júpiter,
especialmente benéfico; Nuestra Señora de la Candelaria de Aná, el día de la
Candelaria de 1649, un gran trígono formado por el Sol, Saturno y la conjunción de
Júpiter y la Luna; y Medellín, el 2 de febrero de 1676, día de la Candelaria, un gran
trígono entre Saturno, la Luna y la conjunción de Júpiter y Marte.
Un Gran Trígono aparece con significativa frecuencia en las constelaciones
de ciudades y villas. El 28 de agosto de 1534, día en que se firmó el acta de
fundación de San Francisco de Quito, había uno entre la Luna, el Sol y Júpiter. La
Villaviciosa de la Concepción de Pasto, fundada en 1537 y trasladada en 1540,
presenta otro el 8 de diciembre de 1537, día de la Concepción, entre el Sol, Júpiter,
y Marte y Saturno; y el 8 de diciembre de 1540 otro más, entre el Sol, la Luna y
Júpiter. La Ciudad de los Reyes de Valledupar, el día de su fundación, 6 de enero
de 1550, un gran trígono entre Júpiter, la Luna y la conjunción del Sol y Saturno.
La Villa de Santa Cruz y San Gil, en la Provincia de Pamplona, tenía a Venus en
trígono con la Luna, que estaba en conjunción con Saturno, y ambos, en trígono
con la conjunción de Marte y Júpiter, el 3 de mayo, día de la Invención de la Cruz,
del año 1689 en que fue erigida en villa.

Combinaciones de trígonos y sextiles.


El gran trígono del 8 de diciembre de 1540 de Villaviciosa de la Concepción
de Pasto incluye un sextil doble entre Júpiter y Saturno y entre Saturno y el Sol,
con el aspecto de oposición entre Saturno y la Luna. La misma villa había gozado, el
8 de diciembre de 1537, de otro gran trígono con sextil entre la Luna y Júpiter y
entre Saturno y Venus, trígono entre Venus y la Luna y oposición entre Venus y
Júpiter y entre la Luna y Saturno, un rectángulo de sextiles y trígonos con las
diagonales igualmente activas. Un gran trígono Luna-Saturno-Marte, acompañado

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del doble sextil Luna-Júpiter y Júpiter-Saturno se encuentra en el cielo del día de la
fundación de Cartago, el 10 de enero de 1541. Otro, entre Saturno, la Luna y
Venus, con sextil Luna-Júpiter, y doble sextil Luna-Marte, Marte-Venus, en el
horóscopo del 12 de agosto, día de Santa Clara, de 1691, año de fundación de la
villa de Santa Clara, Cuba.
Sextiles y trígonos con frecuencia forman semihexágonos que recuerdan el
horóscopo de Bagdad. En la carta de la fundación de Santiago de Quito el 15 de
agosto de 1534, todos los aspectos, excepto la oposición Venus-Júpiter y la
conjunción Mercurio-Marte, son de trígono y sextil. Parecida ‘figura’ semihexagonal
se encuentra en el horóscopo correspondiente al día de la fundación de Pamplona,
el 1° de noviembre de 1549, con trígonos Sol-Luna y Saturno-Júpiter, una
‘constelación’ inmejorable. También lo es la del 11 de junio de 1580, cuando Garay
fundó la ciudad de Buenos Aires: Saturno estaba en sextil con Marte, Marte en
sextil con la conjunción múltiple de Mercurio, la Luna y el Sol; estos tres astros
hacían sextil a Venus, que estaba en oposición con Saturno, y al mismo tiempo
Saturno hacía trígono al grupo Mercurio-Luna-Sol, Marte hacía trígono a Venus, y
Venus a Júpiter.
El 18 de septiembre de 1606, cuando se fundó San Miguel de Ibarra,
Mercurio hacía trígono a Júpiter y sextil a la conjunción de Marte y Saturno, que
hacían trígono a la Luna y sextil a Júpiter, y Júpiter hacía sextil a la Luna; como la
Luna estaba en trígono con Venus y Venus en sextil con Mercurio, también se
formaba un rectángulo de trígonos y sextiles entre la Luna, Venus, Mercurio y
Júpiter --Aries, Leo, Libra y Acuario--, con oposiciones entre Mercurio y la Luna y
entre Venus y Júpiter. En la ‘constelación’ del día 17 de septiembre de 1691, a
cuyo sol poniente está orientada la traza de la ciudad de Cartago (gobernación de
Popayán), trasladada ese año al sitio actual, Júpiter hacía sextil a la Luna, la Luna
al Sol y el Sol a Saturno; Júpiter hacía trígono al Sol; y la Luna, trígono a Saturno.
Muchos años antes, cuando Hernando de Tapia fundó Querétaro,
encontramos una notable ‘figura’ de este tipo: el 26 de julio de 1531, Marte hacía
sextil a Saturno, Saturno hacía sextil al Sol, que estaba en conjunción con
Mercurio, y ambos hacían sextil a Júpiter que estaba en oposición a Marte; Marte
hacía trígono al Sol y a Mercurio, y Saturno, trígono a Júpiter; la ‘constelación’ de
Querétaro completaba un pentágono simétrico, no regular, con las cuadraturas que
Júpiter hacía a la Luna y la Luna a Marte.

Cuadraturas.
A la cuadratura entre la Luna y Saturno le atribuían virtudes parecidas a las
del trígono entre el luminar y el planeta. Se encuentra esta cuadratura el día de la
fundación de Santa Fe de la Veracruz, Río de la Plata, 15 de noviembre de 1573,
con Saturno en conjunción con el Sol. También había esta cuadratura el 22 de
diciembre de 1572, cuando fue hincado el rollo en medio de la plaza de Villa de
Leyva, provincia de Tunja, villa que había sido fundada el 12 de junio de ese año. Y
en otras cartas astrales relacionadas con la fundación de ciudades y villas.

1150
Figura 2: Trígonos y sextiles

1151
La doble cuadratura es el aspecto dominante en los temas de varias
fundaciones. En estas figuras, los planetas extremos se encuentran, por lo tanto, en
oposición. El 12 de abril de 1557, día de la fundación de Santa Ana de los Ríos
(Cuenca, Ecuador), la Luna y Marte, que estaban en conjunción, hacían cuadratura
a Júpiter, y Júpiter estaba en cuadratura con Mercurio, que hacía oposición a la
Luna y Marte; el día dedicado a Santa Ana, 26 de julio del mismo año, Saturno
hacía cuadratura a la conjunción del Sol y Venus, y estos dos astros hacían
cuadratura a Marte; en ambos temas, Saturno hacía oposición a Marte; como el 12
de abril Júpiter estaba en trígono con Saturno, y como el 26 de julio Saturno estaba
en trígono con la Luna y la Luna en trígono con Júpiter, si fueron consultados los
horóscopos de estas fechas, la ‘constelación’ de Cuenca debió ser interpretada como
‘buena y felice’.
En el horóscopo de la segunda fundación de Santafé de Bogotá domina
también una doble cuadratura: de Venus a Júpiter y de Júpiter a Saturno, que hace
oposición a Venus; el aforismo 87 del Centiloquio de Bethen indica que la
cuadratura de Júpiter y Saturno “transforma de infortuna a fortuna”; y el aforismo
89, que la cuadratura de Júpiter y Venus significa “un final agradable”. El día de la
fundación de San Bonifacio de Ibagué, 14 de octubre de 1550, Júpiter estaba en
cuadratura con Venus y Venus en cuadratura con la Luna, que hacía oposición a
Júpiter, “día benéfico en toda acción” según el aforismo 51 de Bethen.
La combinación de doble cuadratura y gran trígono está presente en el
horóscopo del día de la Candelaria de 1649, en el sitio de Aná, mencionado ya; los
aspectos negativos de este tema estaban compensados ampliamente por los trígonos
Luna-Sol, Saturno-Luna y Saturno-Júpiter. La doble cuadratura Saturno-Sol y Sol-
Luna del día de la Concepción de 1537, año de la primera fundación de Villaviciosa
de la Concepción de Pasto, también estaba compensada por los trígonos Júpiter-
Saturno y Venus-Luna (“con la Luna en trígono con Venus, el día es bueno en todos
los actos”, aforismo 72 de Bethen). Y la doble cuadratura Júpiter-Luna y Luna-
Marte del tema de la fundación de Querétaro, complementan favorablemente los
otros aspectos de esta carta astral, síntesis de los aspectos que la astrología clásica
consideraba.
Las cuadraturas combinadas hasta configurar un cuadrado o un rombo se
encuentran en el horóscopo del 22 de abril de 1519, día de la fundación de
Veracruz, en México: Júpiter hace cuadratura a Saturno, Saturno a Mercurio y
Mercurio a Marte; el orbe no alcanza para que Marte haga también cuadratura a
Júpiter, pero sí para que en las diagonales se den las oposiciones Marte-Saturno y
Júpiter Mercurio; en este horóscopo, Júpiter hace trígono a la Luna, que aún no ha
llegado al Cuarto Menguante, y Saturno hace trígono al Sol.
La figura de cuatro cuadraturas completas aparece en el cielo de Santa
Águeda, ciudad que Jiménez de Quesada fundó en 1574 por encargo de la
Audiencia18. Consta que la ciudad ya estaba fundada el 1° de marzo; el 5 de febrero,
día de Santa Águeda, al mediodía, con el Sol en el Medio Cielo, la Luna llegaba al
plenilunio en el Ángulo de Tierra; en el Ascendente, Júpiter hacía cuadratura a la
Luna y la recibía del Sol; la Luna estaba en cuadratura con Marte, que hacía

18 FRIEDE, Juan, El Adelantado don Gonzalo Jiménez de Quesada, Bogotá, Carlos Valencia

Editores, 1979, tomo II, documento 76, p. 440.

1152
cuadratura al Sol; también Saturno, desde la Casa 7, hacía cuadratura al Sol; había
planetas en cada Ángulo del horóscopo, en cuadratura y oposición, aspectos que
conformaban una cruz19, y cuadraturas favorables a la Luna; completan el tema
Venus, señora del Ascendente, que hacía trígono a Saturno y a la Luna, y Mercurio
a Júpiter; una ‘constelación’ evidentemente buena.

Conjunciones y oposiciones.
Las figuras astrales que contienen sólo aspectos de conjunción y oposición
no son frecuentes, pero no faltan. El 18 de enero de 1535, cuando Pizarro fundó la
Ciudad de los Reyes (Lima), la Luna estaba en conjunción con Saturno y ambos se
oponían a la conjunción múltiple de Marte, Venus, Mercurio, el Sol y Júpiter; al día
siguiente, a las 4:45 de la mañana, fue el plenilunio. De nuevo encontramos la Luna
Llena en conjunción con Saturno, el día de la erección de la villa de Medellín el 2 de
noviembre de 1675: la Luna y Saturno estaban en oposición a la triple conjunción
de Venus, Marte y el Sol. En ambas constelaciones, cuando el Sol alcanzó el Medio
Cielo al mediodía, la Luna y Saturno se encontraban en el Ángulo de Tierra; los
astros formaban el eje vertical que unía la Tierra y el Cielo, disposición que parece
muy adecuada para erigir una población.
Algunas ‘constelaciones’ contienen sólo el aspecto de conjunción. La del día
del “patrón y abogado” de Mendoza, San Pedro, el 29 de junio de 1562, tiene los
planetas reunidos en tres conjunciones, en un arco de 44° 1/2; y la del día de la
Invención de la Cruz de la primera población de Santa Cruz (San Gil), jurisdicción
de Pamplona, el 3 de mayo de 1620, los siete planetas en dos conjunciones que
abarcan 49°.

Las conjunciones de Júpiter y Saturno en Cáncer de 1503 y 1563.


Las conjunciones de Júpiter y Saturno, que ocurren cada veinte años, eran
consideradas acontecimientos capaces de transformar la historia. Ibn Jaldún (1332-
1406) atribuye a conjunciones de Júpiter y Saturno el cambio de imperios y
dinastías, la aparición de líderes religiosos y el progreso y devastación de las
ciudades20; Abraham Ben Ezra (1092-1167, aprox.) relaciona conjunciones de
Júpiter y Saturno con la salida de los judíos de Egipto y con los nacimientos de
Cristo y de Mahoma21, y Juan Stoefler (1452-1531) pronosticó, para descrédito de la
astrología, un nuevo diluvio que se abatiría sobre la Tierra a consecuencia de la
Gran Conjunción de todos los planetas en Acuario en 152422.
La conjunción de Júpiter y Saturno en Cáncer del año 1563 no pasó
inadvertida en Nuevo Reino de Granada, a juzgar por la fundación de la ciudad de

19 Según Agrippa de Nettesheim, “los egipcios y los árabes aseguraban que la figura de una

cruz es grandemente poderosa [...]; decían que estaba compuesta por la fuerza de las cosas celestes,
porque su fuerza llega a través de la rectitud de los ángulos y rayos, y que las estrellas tienen
grandísimo poder, cuando en la figura celeste tienen cuatro ángulos principales, y componen una cruz
proyectando respectivamente sus rayos” (AGRIPPA, ob. cit., Libro II, “La magia celeste”, capítulo XXIII).
20 Citado en SANTOS, Demetrio, Introducción a la historia de la astrología, Barcelona,

Edicomunicación, s. d. (1986?), p. 202.


21 Ídem, p. 235.
22 Ídem, p. 288.

1153
La Palma. Esta ciudad fue fundada tres veces, en 1561, 1562 y 1563. El horóscopo
que corresponde al día de la primera fundación, 17 de noviembre, presenta aspectos
propicios familiares: al abrir el día, el Sol en el Ascendente estaba en trígono con la
Luna, situada en la Casa 5 en cuadratura con Saturno. El 13 de noviembre de
1562, día de la segunda fundación, con el Sol en el Medio Cielo, la Luna estaba en
la Casa 5 en conjunción con Júpiter y ambos en trígono con Marte, en tanto que
Saturno hacía trígono al Sol; una constelación igualmente favorable. La tercera
fundación fue el 16 de junio de 1563, cuando Júpiter (14° Cáncer) inició su
conjunción con Saturno (20° Cáncer), con estos planetas separados por 6° de arco;
al amanecer, el Sol (3° Cáncer), en conjunción con Mercurio, participaban de la
conjunción.
En su tercera fundación La Palma recibió el nombre de “Nuestra Señora de la
Asunción de La Palma” y fue puesta bajo la protección de dicha advocación
mariana. El horóscopo correspondiente al 15 de agosto de 1563, día de la Asunción,
muestra a la Luna en el Medio Cielo (25° Cáncer), en conjunción con Júpiter, y a
Júpiter (27°11’ Cáncer) en conjunción con Saturno (28°02’ Cáncer), separados ya
por menos de 1° de arco. De la misma conjunción participaba Venus, por lo cual
poco importaba la cuadratura que Marte le hacía, con mayor razón si Marte hacía
trígono al Sol y a Mercurio, que estaban en conjunción en la Casa 11, la Casa de los
Protectores.
No consta expresamente que se haya sacado horóscopo alguno para la
ciudad de La Palma. Sin embargo, un testimonio tardío parece indicar que tuvo en
cuenta el aspecto del cielo para la fundación y construcción de la ciudad: el cronista
Lucas Fernández de Piedrahita (1624-1685) dice en su Noticia historial de las
conquistas del Nuevo Reino de Granada que la ciudad de La Palma “es favorecida...
de tan benigno influjo, que con saber que alguno ha nacido en ella, bastará para
acreditarlo de virtuoso”.
Sesenta años antes, Nicolás de Ovando había fundado la ciudad de Santo
Domingo en La Española. El día dedicado a Santo Domingo de Guzmán, patrono de
la ciudad, 4 de agosto de 1503, había comenzado ya la conjunción de Júpiter (6°02’)
y Saturno (12°53’), que se encontraban separados por menos de 7° de arco. Esta
conjunción duró más de un año: el 4 de agosto de 1504, Júpiter (1°56’ de Leo) se
había apartado apenas 6° y 1/2 de Saturno (25°25’ Cáncer); Venus (1°34’ Leo)
participaba de la conjunción. Un año astrológicamente propicio para fundar la
colonia.

Las estrellas fijas.


La sentencia de Ptolomeo: “Para edificar las ciudades sírvete de las estrellas
fijas que pueden traer ventajas. Pero para edificar las casas, sírvete de los planetas”
(Centiloquio, XXXVI), otorga a las estrellas fijas papel importante en el origen de las
ciudades.
Las estrellas fijas ‘que pueden traer ventajas’ tenían valor astrológico
reconocido. En el Pronóstico de Felipe II, Matías Haco concede importancia a Cor
Leonis, la estrella Régulo, la más brillante de la constelación de Leo. Entre las
“radiaciones óptimas” que encuentra en el horóscopo del futuro monarca, Haco
incluye las de esta estrella porque Venus y Júpiter le hacían sextil, y trígono,
Saturno, y comenta: “Observa el corazón del león en la décima casa, en la radiación

1154
benéfica de Júpiter y de Venus; observa también que el punto culminante del cielo
está a la vista de su regente. Todos estos datos indican el más grande dominio e
imperio, de tal modo que no habrá otro igual ni mucho menos superior”23. Estas
estrellas notables son denominadas beibenias en los tratados de astrología, y de
ellas dice Hermes que “cuando estén en el mismo grado que el Ascendente, o en la
[Casa] 10ª ó 7ª, o con el Sol en el mismo grado, o con la Luna, aunque los Planetas
fueren infortunados en una natividad, o cadentes o mal dispuestos, y haya alguna
estrella de las antedichas en los citados lugares, significan la elevación del nativo, si
Dios quisiere” (Hermes, Sobre las estrellas fijas).
El “corazón del león” se encuentra en lugar privilegiado en las
‘constelaciones’ fundacionales de algunas ciudades. En la primera fundación de
Bogotá, la “ciudad nueva de Granada”, el 6 de agosto de 1538, el Sol se encontraba
en 22° del signo Leo, en conjunción con Régulo, de la cual dice el tratado Sobre las
estrellas fijas, atribuido a Hermes, que es una estrella de la naturaleza de Júpiter y
Marte, y que el nativo que la tuviere en el Ascendente “será jefe de soldados, es
decir, militar, y será grande en sus acciones, renombrado en tierras distantes,
conquistador de tierras y ciudades y posesiones mientras estuvieren en su poder, y
le obedecerán...” Puesto que la fundación de las ciudades se asimila a las
‘natividades’, la nueva ciudad de Granada, con Régulo en el Ascendente, parecía
destinada a ser la capital del reino. Quizá por esta razón la ciudad celebró siempre
el 6 de agosto como su fecha fundacional, según dice Juan Rodríguez Freyle en El
carnero. La presencia de Régulo en el Ascendente definiría la hora del orto solar
como el momento propicio para hacer la fundación de Bogotá.
Quizá también por esta razón la ciudad de Tunja haya sido fundada un año
justo después de la ciudad nueva de Granada, el 6 de agosto, en la nueva
conjunción del Sol con Régulo. Recuérdese que, a la llegada de los conquistadores,
Tunja (Hunza) era la sede del Zaque, cacique que emulaba con el Zipa de Bacatá. Y
que en el siglo XVI, los vecinos de Tunja pidieron que la Audiencia despachara en
su ciudad la mitad del año y la otra mitad en Santafé. Si fueron consultados los
horóscopos, la emulación entre Tunja y Santafé habría tenido paralelo y
justificación en los aspectos astrológicos de la fundación española de la ciudad, que
reiteraba la vieja pugna de los zipas y zaques.
Otra estrella, Antares, considerada de la naturaleza de Júpiter y Marte y con
las mismas virtudes que Régulo, estaba en conjunción con el Sol el 15 de noviembre
de 1573, cuando Garay fundó a Santa Fe de la Vera Cruz.
De la naturaleza de Júpiter y Saturno eran consideradas Aldebarán y
Alhena, entre otras. El Sol estaba en conjunción con Alhena el día de la fundación
de La Palma, el 16 de junio de 1563; y con Aldebarán, el 24 de mayo de 1612,
cuando se fundó Neiva. Si en una natividad se encontraba alguna de estas
beibenias en el Ascendente, la estrella prometía muchas riquezas y propiedades al
nativo.
Con la estrella Spica --la más notable de la constelación de Virgo--, estaban
en conjunción el Sol y Saturno el día de la fundación de Guadalajara de Buga.
Sobre las estrellas de la naturaleza de Venus y Mercurio, como Spica, Bethen
comenta que “cuando Saturno estuviere con alguna de ellas, pero no en el
Ascendente, al nativo le agradarán los banquetes, alegrarse y beber y estar con

23 TAYLOR, ob. cit., pp. 203-204.

1155
mujeres”, indicación que sugiere que la fundación de Buga se haya llevado a cabo
hacia media mañana, con la Luna en la Casa 7 y Saturno, el Sol y Spica en la Casa
11, la Casa de los Amigos.

Figura 3: Cuadraturas, conjunciones y oposiciones

1156
No era preciso que el Sol o la Luna estuvieran en conjunción con la beibenia.
Bastaba que ésta estuviera en el mismo grado del Ascendente, en el Medio Cielo o
en el Descendente, para que su influjo se hiciera sentir. Si fueron consultados los
horóscopos, las estrellas fijas que pudieran “traer ventajas” debieron ser observadas
para elegir la hora más conveniente para llevar a cabo la fundación.

Alineaciones de trazas e iglesias.


La comprobación final de la hipótesis, a saber, que en la arquitectura o en el
urbanismo haya quedado algún indicio de la supuesta consulta astrológica, es
cumplida en el caso de la iglesia y la traza de Buga, alineadas con el Sol del ocaso
del día de Nuestra Señora de la Victoria.
Hay trazas que no están orientadas según alineaciones solares. Bogotá tiene
su catedral orientada hacia los 32° al sur del Este; Pamplona, su antigua iglesia
matriz orientada hacia los 29° ó 30° al sur del Este; e Ibagué, su catedral, a los 35°
al sur del Este. A estas iglesias no puede darles el Sol de frente. Pero no debe
descartarse que se las haya alineado con alguna beibenia: el eje de la catedral de
Bogotá coincide con la declinación de la estrella Fomalhaut, que aparecía sobre el
horizonte del Poniente al amanecer del 6 de agosto de 1538, y de la cual dice el
tratado Sobre las estrellas fijas de Hermes que si en una natividad está en esa
posición, el nativo “será... renombrado y rico” y “afortunado en toda ocasión”.
En otras, como la de Neiva, parece haberse aplicado la misma técnica de
orientación de El Escorial. Después de varios intentos fallidos, Neiva fue fundada el
24 de mayo de 1612. La iglesia de la Inmaculada, situada en la plaza mayor, está
orientada a unos 23° al norte del Este, es decir, parece alineada con el Sol del ocaso
del día 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, que alcanzó 22° 53’ S
de declinación en 1612. En la ‘constelación’ de esa fecha, al mediodía, se formaba
un cuadrado con planetas en los Ángulos: el Sol y Mercurio en el Medio Cielo,
Saturno en el Ascendente, Marte y la Luna en el Ángulo de Tierra y Júpiter en la
Casa 7; completaba la ‘constelación’ la Luna en trígono con Venus y Venus en sextil
con el Sol. Sobre el trígono de la Luna con Venus, dice el aforismo 72 del
Centiloquio de Bethen: “El día es bueno para todos los actos, mejor es en él las
cuestiones de contratos conyugales; y es apto para estrenar nuevos vestidos;
prepararse a ir a tienda y juicios; esponsales, comprar animales y esclavas; tratar
con personas maduras; observar convites y nupcias; ocuparse de imágenes y cosas
de amores”. Si los fundadores de Neiva consultaron los horóscopos, el 8 de
diciembre debieron de hacer fiesta en grande.

A modo de conclusión.
Parece evidente que las ‘constelaciones’ de todas estas ciudades fueron
consultadas, y que los fundadores tuvieron a la vista un dibujo similar al grabado
Caporali-Vitrubio. Los horóscopos estudiados ofrecen evidencias de haber sido
consultados:
1) La frecuentes relaciones armónicas entre el Sol y la Luna, la Luna y
Saturno, y Júpiter y Saturno, que la doctrina astrológica consideraba propicias.

1157
2) La configuración de aspectos o conjuntos de aspectos que coinciden con el
esquema del grabado Caporali-Vitrubio que ilustra las relaciones geométricas entre
los signos, según fueron establecidas en autores antiguos como Manilio, Ptolomeo y
Doroteo de Sidón; en varios horóscopos la combinación de trígonos, sextiles y
cuadraturas es demasiado compleja como para considerarlos casuales.
3) Los horóscopos corresponden invariablemente a las fechas fundacionales
o de los santos patronos de las ciudades.
4) La coincidencia de relaciones geométricas de horóscopos hipotéticos con
horóscopos históricos (v. gr., el de la fundación de Cartago el 10 de enero de 1541,
similar al de la fundación de Roma, 4 de octubre de 753 d. C.; o el de Santiago de
Quito el 15 de agosto de 1534, que sigue el tipo hexagonal de ‘constelación’ de
Bagdad), coincidencia que no se explica por el azar y que, por el contrario, permite
conjeturar que se usaba un elenco de figuras astrológicas como pauta para la
elección del día propicio para fundar y para escoger el santo patrón bajo cuya
protección se pondría la nueva población.
Una comprobación indirecta de la hipótesis propuesta es la siguiente: Taylor
señaló el papel destacado de los astros dominantes del horóscopo de Felipe II,
Júpiter y Saturno, en la obra de El Escorial, al punto que la fecha de la conjunción
de estos planetas fue la escogida para colocar la primera piedra del templo24. Pues
bien, el día de la batalla de San Quintín , festividad de San Lorenzo, había Luna
Llena; Saturno hacía trígono al Sol; el Sol, trígono a Júpiter y cuadratura a Marte;
Júpiter, sextil a la Luna; y la Luna, sextil a Saturno. Una ‘figura’ similar tuvo la
‘constelación’ del día 2 de marzo de 1616: era víspera de Luna Llena, Saturno hacía
trígono a la Luna; la Luna, trígono a Júpiter; Júpiter, sextil a Marte y cuadratura al
Sol; y Marte, sextil a Saturno; ese día, el licenciado Francisco de Herrera
Campuzano, oidor de la Audiencia de Santafé y Visitador General de la provincia de
Antioquia, entabló el pueblo de San Lorenzo en el valle de Aburrá. ¿Qué otro
nombre pudo ponerle al poblado?
Propongo estas conclusiones: a) que la magia astral, lejos de ser un secreto
celosamente guardado, era una costumbre extendida en la cultura española del
siglo XVI y que se aplicaba a la arquitectura y al urbanismo, no en forma
excepcional sino frecuente; b) que la preparación de una nueva fundación debía
tomar varias semanas o meses hasta encontrar el sitio habitable, las condiciones
favorables y la fecha adecuada para la fundación; c) que los fundadores de ciudades
utilizaban tablas de declinación solar y de efemérides planetarias, además de
astrolabios o sextantes para sus observaciones; y d) que la recomendación de la
ordenanza 34 de Poblaciones de 1573 recogía tradiciones antiguas que no requerían
explicaciones adicionales.

24 TAYLOR, ob. cit., pp. 102-105.

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