LA CAPIRUCHA

CIUDAD DE MÉXICO
LEGADO HISTÓRICO

L
a ciudad de México ha sido y seguirá siendo el lugar floreciente y próspero
centro mismo de la vida política, cultural, comercial, intelectual y religiosa
del Virreinato de Nueva España. La historia nos indica que se fundó en
1524, sobre las ruinas de aquel México-Tenochtitlan.

Tiempo después de la conquista española, al antiguo territorio mexica se le

constituyó un ayuntamiento, también se procedió a formar lo que se dio en
llamarse “Traza”, es decir; El Plano de la Ciudad, donde se señalaban las calles y
plazas, el espacio para que las personas edificaran sus casas. Se estableció, el
límite para que los habitantes no españoles construyeran sus viviendas porque
sólo dentro de la traza deberían habitar los españoles, mientras tanto los indios
deberían ocupar la periferia formada por los barrios de la vieja ciudad.

Parte de la antigua ciudad de México conservó las calzadas, las calles, las
acequias, y canales que servían de medio de comunicación y drenaban el agua de
lluvia, así como los sitios principales de mercadeo como lo eran la Plaza Mayor y el
mercado de San Hipólito. La ciudad de México del siglo XIX era la suma de la
mezcla prehispánica y española, un total sincretismo, que comprendía una
extensión; de cuatro kilómetros de Norte a Sur y tres kilómetros de Este a Oeste.

En la Plaza Mayor se encontraban edificios de las instituciones más

representativas como lo fueron: El Palacio de los Virreyes, la Catedral y las casas
del Ayuntamiento. La Plaza del Volador era una extensión de los comercios que se
tenían en la Plaza Mayor, donde se realizaba la venta de comestibles entre otras
muchas cosas, la mayoría de estos comerciantes recibían objetos empeñados, y
algunos ladrones vendían ahí ropa y objetos robados. La Plaza de Santo Domingo
fungía como núcleo central de la vida religiosa y todas las actividades en torno a
ella.

La Alameda era el paseo más antiguo de la ciudad de México así como

también uno de los lugares de diversión y descanso favoritos de los habitantes de
la ciudad de México en tiempos del siglo XIX.

En el periodo de las Reformas Borbónicas, el gobierno del Virrey

Revillagigedo, 1791-1794, emprendió importantes obras públicas dejó una huella
imborrable en la organización y saneamiento de la ciudad de México. Inició la
limpieza de las calles y plazas, desazolvó las acequias, introdujo el alumbrado y el
servicio diario de limpia, se estableció una policía regular para la vigilancia, mandó
abrir nuevas calles y realizar el empedrado de muchas de ellas, restauró los
paseos y jardines, ordenó una reglamentación catastral y previó el crecimiento de
la ciudad de manera ordenada.

En el mercado denominado del Parían se realizaba la venta de licor local y

europeo, el vinagre, el trigo, el maíz, cebada, el pulque, las ovejas, el ganado
vacuno y caprino. La mayoría de estos impuestos recaudados por tal efecto del
comercio, estaba destinado para que el cabildo mantuviera reparada la ciudad,
pues tenía a cargo la conservación de las calzadas, los puentes, los acueductos, el
drenaje y la recolección de la basura.

Los barrios indígenas de la ciudad de México se encontraban divididos en

dos partes llamadas Parcialidades: la de San Juan Tenochtitlan y la de Santiago
Tlatelolco. Las autoridades y funcionarios a excepción del administrador, debían
ser indios.

La vigilancia del orden público era también ocupada por un gobernante

indígena, principalmente de sus alcaldes y alguaciles. Estos se encargaban de
rondar los distintos barrios para cuidar de su quietud y sosiego, además tenían la
facultad de aprehender a quienes alteraban el orden o cometieran algún delito.

En conclusión: A fines de 1811 existía una población en la ciudad de

México de 168 846 habitantes, aproximadamente, de los cuales unos 20 mil no
poseían vivienda y ni trabajo fijo. Podríamos decir que la actual ciudad de México
heredó algunos de los elementos de aquella época, cosa similar ocurre con la
explosión demográfica problema inherente de la misma ciudad. Asimismo,
concentra una buena parte de los centros comerciales y de servicio que generan
base sólida de la economía de un país subdesarrollado como el nuestro, cuenta
con todo tipo de diversión, puede estar incansablemente viva las 24 hrs del día
(cosa que no es posible por reglamentación). Con todo esto es sin lugar a duda
una gran y hermosa ciudad, capital de nuestro país México, orgullo de los
mexicanos.