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El rincón de la felicidad 4: La consecución

Rafael Hernampérez Martín


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Autor: Rafael Hernampérez Martín


Lugar: Arroyomolinos (Madrid)
Fecha: 15 de Agosto de 2008

Copyleft: Esta obra es libre, puede redistribuirla o modificarla de acuerdo con


los términos de la Licencia Arte Libre. Encontrará un ejemplar de esta licencia
en el sitio Copyleft Attitude (http://www.artlibre.org/) y otros sitios.

Blog Rincón de la Felicidad: http://rafinguer.spaces.live.com


Blog Rincón de la Felicidad: http://rinconfeliz.blogspot.com
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Dedicatoria
Quiero dedicar este libro enteramente a mi madre en el día de su cumpleaños.
A ella no la debo sólo la vida, si no también lo que soy, lo que hago, lo que
siento y lo que pienso. Gracias a ella he aprendido a ver la vida de una manera
más práctica en las situaciones más difíciles; digerir los tragos más amargos,
actuar con corazón y con honestidad, andar por la vida con tranquilidad, con la
cabeza bien alta y sin deberle nada a nadie. Bueno... ésto último no: a ella le
debo la mejor de todas las lecciones: ayudar a los demás te ayuda más a ti.

Arroyomolinos, a 15 de Agosto de 2008


El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Agradecimientos
Mis agradecimientos a todos mis amigos que han traspasado la frontera de lo
virtual, y de Internet han pasado a alojarse en un lugar muy especial dentro de
mi corazón. Gracias, Rocío Gaviota, por prestarme tus inspirados versos
acerca del cáncer. Gracias, Esperanza Esmaquieria por tu bondad y por
animarte a contarme tu historia acerca del SPI. Gracias, David Solaz, porque
eres auténtico y eres un buen tío, ayudando a la gente de forma altruista.

Mis agradecimientos a todos los lectores de “El Rincón de la Felicidad”, ya que


este espacio ha sido construido por ellos, con su granito de arena, día tras día,
con esa aportación pequeña pero imprescindible. Gracias a Carmina, por la
cantidad de frases que me ha dejado. A Pálida Sombra, de La Poza (México)
por ser la gaviota que dirige mi barco. A Esperanza, de Galicia, por su lucha
encomiable contra el SPI. A Berny por todos sus comentarios. A Luna (Nandy)
por sus acertadas palabras que complementan mis frases, y por todos los
emails que me envía con cariño, así como prestarme su poema “Vivir el
pasado”. A ExpedienteX, por su misterioso ir y venir los fines de semana... A
Valentín Morales, un diamante en bruto de la literatura, esperando a despertar
de una agónica pesadilla sobre un alien llamado Crohn. A Romántika de
Corazón por sus comentarios cargados de positivismo y de frases de ánimo. A
Mari Carmen (Barcelona), a Esperanza (Murcia), a Olga (Toledo), a Cara de
Luna Llena, a Berny, a Dr. Spooky, Ana María, AboroJuan, Chelo, Minerva,
Normis, Ali... Sois muchos, pero os lo agradezco a todos de todo corazón. Sin
vosotros, El Rincón de la Felicidad no es lo que es. Vosotros hacéis este
remanso de paz para el alma. Vosotros me hacéis felices con vuestra
presencia y con vuestra amistad.

Gracias.
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Comentarios de mis felices amigos


Esperaré pacientemente a que saques tu nuevo libro. Últimamente no soy muy feliz, y
quiero refugiarme en tus letras. Ruth

Muchas gracias, amigo, por hacerme pensar y reflexionar. Ana María

Gracias por ofrecernos esta ventana de ti, de tu mundo, de tu universo. Rocío (Pálida
Sombra, México)

Es un placer leerte y seguir disfrutando de ese maravilloso don de transmitir diversidad


de emociones a través de tus frases en este Rincón de la Felicidad. Rocío (Pálida
Sombra, México)

Me alegro que puedas publicar tu hermoso libro. A mí me encantaría poder tenerlo.


Berny

Leo todos los días las frases y por lo menos pienso un ratito. David Solaz (Madrid)

Todo lo que cuelgas me parece genial y ameniza mis horas de tedio. David Solaz
(Madrid)

He podido entrar nuevamente a tu maravilloso Rincón de la Felicidad. Es una delicia


leer el contenido de tu espacio. Chelo

No sabes cuánto extraño tus frases que me dan energía para mi diario vivir. Berny

Tus frases, como siempre, son geniales. Esperanza (Galicia)

Te expresas muy bien y dices mucho con pocas palabras. Minerva

Sigue escribiendo esas frases tan tuyas y tan geniales. Cada día me asomo para ver
si has puesto otra. Minerva

Estás hecho todo un filósofo. Tienes unas frases geniales. ¿Cómo haces para decir
siempre la frase exacta?. Minerva

Un placer leerte, como siempre. Me encanta tu Rincón de la Felicidad, porque aquí me


siento feliz y contenta de haberte encontrado en este mundo. Das unas lecciones
magistrales, y siempre que entro aprendo algo de ti. Chelo

Tus palabras son fortalecedoras, y, por lo tanto, puedes escribirlas y gritarlas al


mundo. ¿Qué si te las falsean? No importa. Seguiran siendo tus palabras y por último
éso lo hacen sólo los que tienen envidia de todo lo maravilloso que tú haces, por todos
nosotros, que tan faltos estamos de una palabra de ánimo en este mundo. Gracias por
no decaer y sigue adelante, sin mirar al prójimo, que tiene malos pensamientos. Berny

No permitas que nadie coharte tus palabras... tu comunicación. Luna

Cada día espero tus citas. Vuelve pronto. Es aburrido llegar al trabajo, abrir el
ordenador y no encontrar en tu espacio algo nuevo. Carmina
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Ama al pequeño escritor que llevas dentro. Siempre que te duela el alma de amor, él
intentará expresar tu pena con letras impregnadas de sentimiento. Romántika de
Corazón

Tuve la fortuna de leer el Rincón de la Felicidad. Me tomé la libertad de entrar en él,


sin imaginar siquiera que me encontraría en un paraíso de belleza espiritual y de
cultura. Te felicito por tan hermoso espacio y por compartirlo con quienes estamos
faltos de esta comida para el alma y el espíritu. Berny

Eres una de las personas a las que admiro, porque nunca te quedas en el intento, sino
que con tenacidad, esfuerzo y perserverancia logras tu cometido. Gratziella (Cara de
Luna Llena)

Sé muy bien que puedes volar, soñar y amar. Y que vives tu realidad plenamente,
compartiendo tu felicidad con los que te leen. Rocío (Pálida Sombra, México)

Por tí soy feliz aquí y ahora. Gratziella (Cara de Luna Llena)

Me detengo y admiro el paisaje de este bello Rincón de la Felicidad. Gracias por


dejarnos leerte. Eres todo un remanso de paz (Chelo)

Palabras como las tuyas son las que me animan a seguir adelante (Marisa)

Gracias, amigo mío, por todo este trabajo que realmente nos hace pensar y sacar
conclusiones. Sigue así. Esperanza (Galicia)

No sé qué haría sin tus frases y relatos en estos momentos. Me ayudan muchísimo.
Olga (Toledo)

Felicidad es estar un ratito en tu espacio. Carmen (Barcelona)

Como siempre, eres genial, y tu escrito supera en mucho lo que a veces leemos de un
suceso. Carmina

Gracias por compartir. Ali

Hermosísimas reflexiones en tu space, y muy ciertas. Ali

Espero tener la oportunidad de seguir aprendiendo. Luna (Nandy)

Hacía tiempo que no entraba en tu magnífico “Rincón de la Felicidad”, pero veo que lo
tienes como siempre: acogedor como no hay dos. Chelo

Me encanta leer tus frases porque la mayor parte de las veces me siento muy
identificada. Ana María
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Índice de contenidos
Prólogo...............................................................................................................13
Relatos y reflexiones..........................................................................................15
Luchando por vivir...........................................................................................17
Asesino silencioso...........................................................................................19
Diez consejos para mantener el humor..........................................................21
La soledad.......................................................................................................22
Qué hacer con el enojo...................................................................................23
Urgente............................................................................................................24
Ésto es éxito....................................................................................................25
Personas especiales.......................................................................................27
Analizando mi vida..........................................................................................28
El significado de amistad................................................................................30
La felicidad......................................................................................................31
El amor y la locura...........................................................................................32
Por una vida llena de piedras..........................................................................34
La factura........................................................................................................35
Hubo un momento...........................................................................................36
La clínica de la vida.........................................................................................37
¿Qué eres tú?.................................................................................................38
Un amigo especial...........................................................................................40
Cuando me amé de verdad.............................................................................42
Las amistades son pedacitos..........................................................................43
Huele a Dios....................................................................................................44
A cierta edad...................................................................................................46
Un pedazo de pastel.......................................................................................48
Palabras y silencio..........................................................................................49
El arte de callar...............................................................................................50
El instante mágico...........................................................................................51
Es fascinante...................................................................................................52
El árbol de los amigos.....................................................................................55
Hágase la luz...................................................................................................56
¿Cómo olvidar?...............................................................................................57
Una razón, una estación o una vida...............................................................58
Tres consejos..................................................................................................59
El violinista......................................................................................................60
He aprendido...................................................................................................61
La vejez...........................................................................................................62
Receta de jovialidad........................................................................................63
Reflexiones sobre la vida................................................................................64
La cultura del “Slow Down”.............................................................................65
Hoy aprendí.....................................................................................................67
Los cuatro principios.......................................................................................68
El libro de mi vida............................................................................................69
El gusano y el escarabajo...............................................................................70
Vivir del pasado...............................................................................................72
Apasiónate......................................................................................................73
Aprendiendo....................................................................................................74
El ciego y el publicista.....................................................................................76
Cura para el alma............................................................................................77
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cosas que Dios te preguntará........................................................................78


El águila...........................................................................................................79
El puente.........................................................................................................80
Tres cosas.......................................................................................................82
Revolución del alma........................................................................................83
El aprendizaje de la vida.................................................................................84
Vales muchísimo.............................................................................................86
Suma de talentos............................................................................................88
Suficiente.........................................................................................................89
Ser fuerte.........................................................................................................91
Entrevista a Rita Levi-Montalcini.....................................................................92
Recomenzar....................................................................................................95
Las cascadas..................................................................................................96
No esperes......................................................................................................97
Nadie...............................................................................................................98
Mi otra mujer...................................................................................................99
El café............................................................................................................101
El libro de la vida...........................................................................................102
Madurez........................................................................................................103
La felicidad....................................................................................................104
El águila dorada............................................................................................105
Discurso de Steve Jobs................................................................................106
Muere lentamente.........................................................................................112
El juego de vivir.............................................................................................113
Fábulas de Samaniego....................................................................................115
La cigarra y la hormiga..................................................................................116
El asno y el cochino......................................................................................117
El muchacho y la fortuna...............................................................................118
La zorra y el busto.........................................................................................118
La codorniz....................................................................................................119
El león vencido por el hombre.......................................................................119
Las moscas...................................................................................................120
El gorrión y la liebre......................................................................................120
El asno y el caballo.......................................................................................121
El enfermo y el médico..................................................................................121
El león envejecido.........................................................................................122
El asno y las ranas........................................................................................123
El asno y el perro..........................................................................................124
El asno y Júpiter............................................................................................125
El viejo y la Muerte........................................................................................126
Los dos machos............................................................................................126
El asno cargado de reliquias.........................................................................127
El león y el ratón............................................................................................128
El hombre y la comadreja.............................................................................128
Batalla de las comadrejas y de los ratones..................................................129
El león y la rana.............................................................................................130
Los navegantes.............................................................................................130
El asno y el caballo.......................................................................................131
Las cabras y los chivos.................................................................................132
La cierva y el león.........................................................................................133
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El cazador y el perro.....................................................................................134
El león y el ratón............................................................................................135
La alforja........................................................................................................135
La Onza y los pastores.................................................................................136
El labrador y la providencia...........................................................................137
La leona y el oso...........................................................................................138
El jabalí y el carnero......................................................................................139
Mis relatos........................................................................................................141
El copiloto “conductor”..................................................................................142
El rayo...........................................................................................................144
Yo elijo...........................................................................................................145
Correos electrónicos.....................................................................................146
El ridículo.......................................................................................................147
El nacimiento.................................................................................................149
La escuela (de la vida)..................................................................................150
Mi vida en un día...........................................................................................152
Para ser feliz.................................................................................................154
Tecnodependencia........................................................................................155
La rueda de la fortuna...................................................................................158
No olvides......................................................................................................159
Tan sólo un instante......................................................................................160
Aquella presencia..........................................................................................163
Frases célebres...............................................................................................167
Mis frases.........................................................................................................197
CopyLeft. Licencia Arte Libre...........................................................................209
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Prólogo
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Ha pasado ya más de un año desde la publicación de mi último libro. Durante


este tiempo, El Rincón de la Felicidad ha vivido sus períodos de crisis, hasta el
punto de casi abandonar la misión para la cual fue creado: aportar paz interior
a todo aquel que se detuviera a leer la sabiduría que cada día se publicaba.
Pero los lectores esperaban una continuidad, y no podía defraudarles. Y los
resultados están ahí: sin cambiar el formato del blog, casi mil visitas a la
semana y muchos nuevos amigos.

Mis dos últimos años han sido muy ajetreados, no sólo con mi trabajo o mi
nueva casa, si no también en lo personal. Grandes obstáculos se erigieron en
mi camino. Grandes retos que me han absorbido mucho tiempo y que me han
supuesto muchos esfuerzos, que me han puesto a prueba en la lucha de la
vida y hacerme reflexionar sobre todo lo que me acontecía, y descubrir que los
límites los vamos rompiendo día a día, que al final con todo podemos... si no
hoy, mañana. Pero siempre podremos con todos esos obstáculos que se
cruzan en el camino. Al fin y al cabo la vida es un paseo, y sin piedras en el
camino, la vida no tiene ningún aliciente.

En este quinto libro, vuelvo a recopilar todo lo publicado en el espacio,


principalmente relatos y reflexiones anónimos no sujetos a propiedad
intelectual, frases célebres, mis propios relatos o mis propias frases y, como
algo especial, una selección personal de las sabias fábulas de Félix María de
Samaniego.

El título del libro contiene dos partes. La primera corresponde al cuarto libro
sobre los contenidos de “El Rincón de la felicidad” (hubo otro libro, “Neraclem”
que era una novela corta). La segunda parte, “la consecución”, no sólo se
refiere a la consecución de este libro, si no a la consecución en general de
cualquier cosa en la vida. En mi caso, y lo siento muy dentro de mi, he
consagrado dicha consecución a pesar de que todas las tempestades se
habían abatido sobre mi. Esa consecución es principalmente espiritual, por
haber superado todos los obstáculos y haber conseguido convertir mis sueños
en realidad. Podría haber terminado mejor, o podría haber conseguido más.
Pero soy feliz y estoy satisfecho con lo que he conseguido. Eso es lo
importante: la consecución me hecho feliz. Y, lo mejor de todo: sigo soñando.

Aprovecho la publicación de este libro coincidiendo con el cumpleaños de mi


madre, y éste será un regalo muy especial para ella. Espero que le guste leerlo
tanto como a mí redactarlo, en especial el relato “Aquella presencia”, que se lo
dedico con todo mi cariño y mi amor.

Sólo me resta comentar que este libro está bajo licencia Copyleft, con lo que el
material aquí publicado es libre, y que se puede utilizar en otras obras, siempre
y cuando se mencione la autoría del material. Todo el material aquí publicado
es gratuito, por lo que puedes copiar, imprimir y distribuir este libro libremente.

Algunos contenidos podrían estar sujetos a derechos de autor, como el


discurso de Steve Jobs, el relato de Pablo Neruda o las entrevistas a Carlos
Slim y a Rita Levi-Montalcini. Me he tomado la licencia de publicarlos en este
libro debido a dos factores: el primero, por la importancia y el valor de sus
El rincón de la felicidad 4: La consecución

contenidos; el segundo, por la enorme difusión que ha tenido dicho material a


través de los medios: correos electrónicos, presentaciones, blogs, foros, etc. Ya
habían sido publicados de forma generalizada por medios de difusión públicos
y privados. Asimismo, el uso de este material no genera beneficios en una obra
de arte libre como ésta, la cual tampoco se vende, y tampoco quita o resta
autoría del material, sino que lo promociona.

La imagen utilizada en este libro corresponde a “La Melancolía” de Alberto


Durero, un magistral grabado que contiene en su interior un cuadrado mágico,
donde la combinación de números es un puzle de muchos significados.
Asimismo, es una compleja obra compuesta de multitud de símbolos
herméticos y de alquimia. El mensaje del pintor alemán renacentista, al crear
este grabado, era que el espíritu humano está limitado ante la grandeza de la
obra de la creación.

Espero, querido lector, que disfrutes de la lectura de estas páginas que con
cariño y corazón te dedico.

Sé feliz, aquí y ahora.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Relatos y
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Luchando por vivir


Un hermoso poema de mi amiga más especial: Rocío Gaviota, de México

Diagnóstico: cáncer.

Me sentí…indefensa.
Prisionera de mis temores
Como hoy te sientes tú,
Cáncer tirano.

Destruiste mis emociones,


Y todas mis ilusiones,
Sembrando en mí
Soledad, Angustia,
Desesperación y miedo de morir.

Sentí que cruzaba un desierto,


donde el silencio acariciaba mi agonía.
Hoy sé, que para enfrentarte,
¡Tengo que luchar en cuerpo y alma!
Y nunca claudicar.

En mis horas más oscuras


Alguien me escuchó.
Sentí la gracia de Dios sobre mí.
Y una mano amiga, alguien me dio.

La paz volvió a mi alma,


Renovando mis fuerzas
gastadas y mis ganas de vivir.

Día a día me levanto


Con la fuerza de ¡vencer¡
¡Ya no temo morir!
Me libré de tu yugo:
El terrible… Temor.

Si no logro vencer
esta batalla contra ti...
Alguien más te vendrá a combatir.

Has ganado mil batallas.


¡Más no la guerra!
Y todos unid@s, cerrando filas,
Un día nos libraremos de ti.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Mientras tanto…Amig@
Déjame darte hoy mi mano,
Como un día alguien me la dio a mí.

¡Ven! ¡Lucha!
Hay mucho por vivir.
Mañana puede ser muy tarde para ti.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Asesino silencioso
Otro hermoso poema de Rocío Gaviota. Gracias por compartirlo.

¿Desde cuándo planeabas mi muerte? No lo sé.


¿En qué momento entraste en mi vida? He pasado por muchas batallas a lo
largo de mi vida
Unas las he ganado, otras las he perdido...
Siempre me he levantando desde mis cenizas.
Pero enfrentar a un asesino experto en muerte silenciosa,
Esto era otra cosa.

Rodeaste mi fortaleza, cruzaste mis fronteras,


Te infiltraste cual experto sin ninguna señal de tu presencia.
Me tomaste cautiva y dictaste tu sentencia en mi vida.
¡¡¡ Muerte!!!

Derrumbe total de mi vida, de mis sueños, de mi familia.


Dañaste toda la estructura principal de nuestra vida.
Y quedé completamente desvalida, sin nada.

Batalla perdida… oscuridad total, desiertos sin oasis.


En ese momento sólo Dios existía... aunque parecía que no escuchaba.
Mas Él tuvo misericordia de mí y derramó de su gracia.
Y volví a la vida con más fe, con más fuerzas, con más esperanzas.

Ganaste una batalla… ¡asesino! más no la guerra.


Las peores batallas contra ti, se pierden en la mente y en eso
Está tu victoria: debilitas los pensamientos, las emociones,
Y dejas abandono y amargura total en nuestra vida.

Y sólo nos preguntamos: ¿por qué a mí?


Mas cuando pasamos por completo la oscuridad y dejamos el desierto
Podemos ver con mejor claridad y hacerte frente.
Y recobramos fuerzas y luchamos contra ti.

La única arma capaz de combatir el cáncer radicalmente es el Diagnóstico


precoz.
Y lo que nos ayuda a sobreponernos de ella es
la fe, el amor, la esperanza, los adelantos médicos,
pero, sobre todo, el amor filial.

Guerra sin cuartel.


Nos ganaste una batalla, más no la guerra.
¡No nos dejaremos vencer!
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Grito tu nombre en señal de desafío, ¡no te temo más!


No hay más miedo hacia ti ¡¡¡Cáncer!!! No tienes cabida en mí.
Tal vez nos puedas robar el cuerpo si perdemos esa guerra.
Pero, ¡nunca! - óyelo bien-, nos podrás robar el alma.

Y nuestro espíritu fortalecerá a otros que seguirán la lucha, paso


a paso, mano con mano, unidos todos contra ti.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Diez consejos para mantener el humor


Anónimo

1) No te preocupes: De las actividades humanas, el preocuparse es la menos


productiva.
2) Que no te venza el miedo: La mayor parte de las cosas que tememos nunca
suceden.
3) No guardes rencor: Es una de las cargas más pesadas de la vida.
4) Enfréntate a cada problema conforme llega: De todas formas sólo puedes
manejar un problema cada vez.
5) No te lleves los problemas a la cama: Son malos compañeros del sueño.
6) No tomes prestados los problemas de los demás: Ellos pueden manejarlos
mejor que tú.
7) No revivas el ayer: Se fue para siempre. Concéntrate en lo que está pasando
ahora y sé feliz.
8) Sé buen oyente: Cuando escuchas obtienes ideas distintas a las que tienes.
9) No te rindas por la frustración: La autocompasión sólo interfiere con las
acciones positivas.
10) Cuenta tus bendiciones: No te olvides de las pequeñas. Muchas
bendiciones pequeñas hacen una grande.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La soledad
Anónimo

La soledad no es que no haya nadie. La soledad es ir acompañado por la


calle, ver algo que nos llama la atención y saber que uno no puede comentarlo,
porque al que viene al lado no le importa, o no escucha, o se encoge de
hombros, o mira y ni siquiera se encoge de hombros.

La soledad es oír que emiten por la radio aquella vieja melodía que nos eriza la
piel y nos evoca los recuerdos de hace dieciocho años, y salir corriendo para
decirle: "Ven, ven a escuchar", y que te responda: "Ya voy..."; y, cuando por
fin llega allí, donde lo espera tu corazón y tu impaciencia, el locutor esté
diciendo: "La melodía que acabamos de escuchar era..."

La soledad es que haya regresado a casa, y en vez de quedarse contigo se


vaya a leer el diario o a mirar las noticias en la televisión. Y es que se olvide de
que antes de irse a trabajar, por la mañana, quedaron en ir al cine por la noche,
y al llegar la noche se quite los el abrigo, los zapatos y la corbata, y no
mencione ni por casualidad la invitación.

La soledad es estar esperando, aunque a quien esperemos esté junto a


nosotros, al lado, pero no con nosotros... Oyéndonos, pero no escuchándonos;
mirándonos, pero no viéndonos; estando, pero no acompañando, ni
participando ni tratando de entender.

La soledad es querer gritar que aquí, dentro del pecho, se revuelve un dolor
formado por silencios, llantos disimulados y preguntas sin respuestas. Es que
no podamos decir qué nos va mal, pero que tampoco podamos decir que hay
una luz de entusiasmo y de ganas en nuestra vida. Es resignarse.

La soledad es que los demás lo vean a uno como apacible y dulce; que
piensen que esa apariencia es producto de una maravillosa paz interior, de una
sabiduría que los años han ido dejando lujosamente en nuestro ser.

La soledad es empezar a decir: "Me da lo mismo", o "No te preocupes...";


cuando en realidad quisiéramos gritar: "Debe ser hoy y ahora", "Quiero ir...",
"Quiero hacer...", "Quiero ver...", "Quiero hablar...". Hablar y hablar hasta
decirlo todo, hasta sacarnos de dentro todas las palabras que el miedo, la
tristeza y el desgano han ido amontonando y mutilando, y nos pesan como si
fueran bloques de granito.

La soledad es saber que la piedad de los demás no existe, que la infelicidad les
causa espanto y miedo porque temen que sea contagiosa; es saber que para
estar acompañados hay que bañarse, hay que peinarse bien, vestirse
cuidadosamente y parecer totalmente despreocupados y dichosos, sin
necesidades apremiantes, sin problemas y sin que nadie, nadie, se dé cuenta
de que estás realmente sólo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Qué hacer con el enojo


Anónimo

Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto?. Algunas personas


hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio
por aquellas que son mentirosas, y sufro con aquellas que calumnian.

- ¡Pues vive como las flores! – advirtió el Maestro.

- Y, ¿cómo es vivir como las flores, Maestro? – preguntó el discípulo.

- Pon atención a esas flores – dijo el Maestro, señalando unos lirios que
crecían en el jardín.

“Ellas nacen en el estiércol. Sin embargo, son puras y perfumadas. Extraen del
abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que
lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los
vicios de los demás te incomoden.

Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo
para molestarse.

Ejercita, pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera.”
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Urgente
Urgente...es una palabra con la que vivimos día a día en nuestra agitada vida y
a la cual le hemos perdido ya todo significado de premura y prioridad.

Urgente...es ya un ritmo de vida: una forma de "pasar" la vida.

Urgente...es la manera más pobre de vivir sobre este mundo, porque el día que
nos vamos, dejamos pendientes las cosas que verdaderamente fueron
urgentes.

Urgente...es que hagas un alto en tu ajetreada vida y, por un instante, te veas y


te preguntes: ¿qué significado tiene todo ésto que hago?

Urgente...es que te detengas y veas... ¡cuán grande eres!

Urgente... es que cuando camines por la calle, levantes la vista y mires a tu


alrededor; observa el cielo, los árboles, las aves... ¡a la gente!

Urgente... es que seamos más humanos... ¡más hermanos!

Urgente...es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.

Urgente...es que una mañana te levantes temprano y veas salir el sol, sientas
su calor, y des gracias a Dios por tan grande regalo.

Urgente...es que te sientas vivo ¡en cuerpo y alma!... que veas tus brazos, tus
piernas, tu cuerpo, tu inteligencia, y de verdad ¡vibres con la vida!

Urgente...es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas y respires profundo,


y sientas cómo el aire llena tus pulmones y... ¡estás vivo!

Urgente...es que le digas a la gente que la quieres, cuánto la amas hoy, y no


esperes hasta mañana.

Urgente...es que no se te vaya la vida en un soplo, y que, cuando mires atrás,


no seas ya un anciano que no puede regresar en el tiempo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Ésto es éxito
Publicado en la revista PODER de noviembre del 2002, por el mexicano Carlos Slim, el hombre
más rico de América Latina, acerca del éxito:

Yo creo que el éxito no está en lo económico. Yo creo que una persona no es


de éxito, porque le va bien en los negocios o le va bien profesionalmente, o
saca 10 en la escuela.

Creo que eso es lo que menos vale. Lo que vale es tener los pies en la tierra, la
familia – el concepto de familia-, los amigos. Apreciar las cosas que tienen
valor verdadero, no material, no físico necesariamente.

Pienso que a este concepto bien le puedo añadir una reflexión que me regaló
mi madre:

“El éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina. No se debe a los
títulos nobles y académicos que tienes, ni a la sangre heredada, o la escuela
donde estudiaste.

No se debe a las dimensiones de tu casa, o de cuántos carros quepan en tu


garaje.

No se trata de si eres jefe o subordinado; o si eres miembro prominente de


clubes sociales.

No tiene que ver con el poder que ejerces, o si eres un buen administrador, o
hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces.

No es la tecnología que empleas.

No se debe a la ropa que usas, ni a los grabados que mandas bordar en tu


ropa, o si después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu
estatus social.

No se trata de si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo,


joven o viejo.

El éxito ... Se debe a cuánta gente te sonríe, a cuánta gente amas y cuántos
admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu

Se trata de si te recuerdan cuando te vas.

Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar y si guardas o no


rencor en tu corazón.

Se trata de que en tus triunfos, estén incluidos tus sueños.

De si tus logros, no hieren a tus semejantes.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás.

Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o


generoso, si amaste a la naturaleza y a los niños, y te preocupaste de los
ancianos.

Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor


sobre la conducta.

No es acerca de cuántos te siguen, sino de cuántos realmente te aman.

No es acerca de transmitir, si no cuántos te creen, si eres feliz o finges estarlo.

Se trata del equilibrio de la justicia, que conduce al bien tener y al bien estar.

Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser más,


no de tener más.

ESTO ES ÉXITO.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Personas especiales
Anónimo

En este mundo, las personas especiales son las más valiosas y las más
preciadas. Sin importar lo que pase, ellas siempre comprenden y acuden en tu
ayuda. Te toman de la mano. Te brindan sonrisas cuando las necesitas.
Escuchan y atienden lo que se dice en los silencios. Les importas, y te lo hacen
saber de mil maneras.

Las personas especiales saben perfectamente qué hacer. Pueden colmar tu


día solo diciendo algo que nadie más habría dicho. A veces sientes que ellas
comparten un lenguaje secreto contigo, que otros no podrían descifrar.

Las personas especiales pueden guiarte, inspirarte, reconfortarte e iluminar tu


vida con la risa.

Las personas especiales comprenden tus humores, satisfacen tus necesidades


y saben qué es lo que buscas. Cuando tus sentimientos vienen de lo más
profundo del corazón y necesitan ser transmitidos a alguien, no necesitas
esconderlos, los puedes compartir...con una persona especial.

Cuando llegan buenas noticias son las primeras personas en enterarse.


Cuando los sentimientos afloran y necesitas llorar, están a tu lado.

Las personas especiales traen el sol a tu vida. Le dan calor al mundo con su
presencia, estando cerca o lejos de ti.

Las personas especiales son regalos que traen felicidad y tesoros que el dinero
no puede comprar.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Analizando mi vida
Anónimo

¿Sabes?… He estado pensando todo este tiempo qué es lo que más o menos
hacemos a lo largo de nuestra vida.

Empezamos bien temprano nuestra educación para ser gente de bien.

Continuamos una parte muy importante de nuestra infancia en esos


menesteres, y, al final, conseguimos un preciado título: aquel papelito que nos
pondrá “en el lugar que merecemos”.

Poco después, empezamos a engrosar las temidas listas del desempleo.

Hasta que definitivamente un día encontramos un “buen trabajo”

Tras duras pruebas, soportamos la faceta de iniciación.

Empezamos una bonita carrera profesional, recargada de actividad y trabajo,


mucho, mucho trabajo, hasta que caemos exhaustos.

Pero somos grandes profesionales, con gran éxito en el mercado.

El tiempo empieza a pasar y buscamos nuevos objetivos.

Encontramos el amor de nuestra vida y prometemos amor eterno.

Llega el sabido embarazo, fruto de la pasión y la cigüeña visita nuestro nido de


amor. ¡Maldita sea, otra noche que no pego el ojo!

Seguimos escalando puestos en la vida, intentando ganarle tiempo al tiempo.

Somos la estrella donde vamos, y poseemos el cuerno de la abundancia.

Pero necesitamos aún más horas para ser un verdadero triunfador.

Pero un día te dicen ¡que prescinden de ti !. En ese momento te crees volver


loco, te sientes abatido, decepcionado y devaluado. Te das cuenta que has
perdido la comunicación.

Te das cuenta que has estado cerrado a todo.

Ahora intentas sujetar el tiempo para que no pase, pero se te va de las manos.

Te das cuenta que has vivido en una cortina de humo, siguiendo una estúpida
zanahoria.

Te conviertes en un fantasma que deambula intentando sortear los golpes que


te empieza a dar la vida.

Sólo te queda ver pasar el tiempo a tu alrededor hasta que te llegue la hora
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Después de este análisis me ha venido una idea a la cabeza para llevarla a la


práctica en mi vida.

Voy a tomarme las cosas más en broma.

Voy a intentar abrir mi corazón al amor.

Escucharé más a la gente de mi alrededor.

Aprovecharé cualquier momento para tomar algo con los amigos.

Por supuesto, viajaré.

No sé si en Karaoke, pero creo que cantaré más.

Iré al mar con más frecuencia.

Buscaré a Dios de todo corazón.

Me juntaré al calor de los buenos amigos.

Fomentaré mi faceta de anfitrión.

Quizá un poquito de más amor.

Me alegraré mucho más de las noticias de los amigos.

Buscaré metas conjuntas

No sé, creo que no me hará daño algo de deporte.

Cooperaré para limpiar el mundo de impresentables.

Lo que de verdad quiero es que no me saquen tarjeta roja cuando llegue mi


hora.

No sé si valdrá la pena o no. Lo único que sé, es que las personas que amo se
la habrán pasado bien en mi compañía, y que al final del camino sabré que
disfruté, y que tal vez dejé alguna huella en algún corazón, que es al fin y al
cabo lo que cuenta.

¿No te parece?
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El significado de amistad
Anónimo

Cuántas veces me habré preguntado en la vida por el verdadero significado de


la palabra amistad.

Cuántas veces desafié mis sentimientos por culpa de mi ignorancia.

Cuantas veces tendré que preguntarme por lo que sé que siento, al descubrir el
sentido de lo que realmente es un amigo.

Pero cuidado, no te confundas, no mezcles compañerismo con amistad.

Amigo no es aquél con el que mantienes una relación vinculada con estudios,
deportes u otras actividades.

Amigo no es aquel que te tiene en cuenta sólo para los favores.

Amigo no es cualquiera.

Amigo es aquel que te quiere, que piensa en ti en buenos y malos momentos.

Amigo es aquel que te sigue, te guía, te escucha. Aquél que en las noches
solitarias y de tristezas te despierta con una sonrisa y una nueva esperanza. El
que hace que el amanecer de un frío invierno se convierta en un canto a la
vida. El que te divierte cuando te aburres. El que te alegra cuando lloras. El que
te canta para que te duermas.

Y el que te aconseja cuando dudas.

Ese es él, el que siempre esta ahí, no importa el porqué, pero siempre a tu
lado.

En fin, nunca tiene límites, nunca hay excusas.

Aprende a amar y te engrandecerá hacerlo, y recuerda, hay mucha gente que


no cree en la amistad entre un hombre y una mujer, pero tú puedes creerlo.
Porque nunca hay límites, la amistad es infinita, no confundas el vínculo de la
amistad.

¡Libérate! Expón tus sentimientos ahora que el sol no se ha ocultado. No es


tarde todavía, tienes tiempo. Y, sobre todo, aprende a creer que en la vida los
verdaderos amigos valen.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La felicidad
Anónimo

Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después.

Después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de


casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.

Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente


grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser
niños; después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar.

Pensamos: seremos más felices cuando salgan de esa etapa.

Luego decidimos que nuestra vida será completa cundo a nuestro esposo o
esposa le vaya mejor, cundo tengamos un mejor coche, cundo nos podamos ir
de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos...

La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que ahora mismo.

Si no es ahora... ¿cuándo? La vida siempre estará llena de luegos y de retos.

Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas.

No hay un luego, ni un camino para la felicidad: la felicidad es el camino y es


ahora.

Atesora cada momento que vives. Y atesóralo más, porque lo compartiste con
alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que el
tiempo no espera por nadie.

Así que deja de esperar hasta que termines la universidad, hasta que te
enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas
hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas
esos diez kilos....

....hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana, hasta la


primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para
decidir que no hay mejor momento que justamente éste para ser feliz.

La felicidad es un trayecto, no un destino.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

El amor y la locura
Anónimo

Cuentan que hace muchísimos años se reunieron algunos sentimientos y


algunas cualidades del hombre. Cuando el Aburrimiento bostezaba por tercera
vez, la Locura propuso: vamos a jugar al escondite.

La Intriga se levantó extrañada, y la Curiosidad, sin poder contenerse,


preguntó: ¿Al escondite? ¿Y eso cómo es?

“Es un juego en donde yo me tapo la cara y comienzo a contar, desde el uno


hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando termine de contar, los
buscaré hasta que los encuentre”, explicó la Locura.

El Entusiasmo bailó de contento y la Alegría dio saltos que terminó de


convencer a la Duda, e incluso a la Indiferencia, a la que nunca le interesaba
nada.

Pero no todos quisieron participar. La Verdad prefirió no esconderse. ¿Para


que?, si al final siempre la hallaban.

La Soberbia pensó que era un juego muy tonto. En el fondo lo que le molestaba
era que la idea no había salido de ella. Y la Cobardía prefirió no arriesgarse.

La Locura rápidamente comenzó a contar.

La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre, se dejó caer en la


primera piedra que encontró.

La Envidia se fue detrás del Triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado
subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse. Cada sitio le parecía


maravilloso para alguno de sus amigos.

El lago cristalino para la Belleza.

La rendija de un árbol era perfecto para la Timidez.

Una ráfaga de viento le parecía magnifica para la Libertad.

Por fin después de pensar primero en todos, la Generosidad terminó


ocultándose en un rayito de sol.

El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio. Era


ventilado, cómodo, pero solo para él.

La Mentira se escondió detrás del arco iris.

Y la Pasión y el Deseo, entre los volcanes.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cuando la Locura ya casi terminaba de contar, el Amor aún no había


encontrado un sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado.

Hasta que al fin vio un rosal y decidió esconderse entre sus flores.

“¡Un millón!”, dijo la locura. Y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la


Pereza que estaba a solo tres pasos.

A la Pasión y el Deseo, los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a la Envidia. Y claro, también encontró al Triunfo.

Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, pues él solito salió de su escondite, que


resultó ser un nido de avispas.

La Locura de tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la


Belleza.

Encontrar a la Duda fue mucho más fácil. La encontró sentada aún sin poder
decidir a dónde se iba a esconder.

Así fue encontrando a todos.

El Talento estaba entre la hierba fresca.

La Angustia, en una oscura cueva.

La Mentira, detrás del arco iris.

Y hasta encontró al Olvido, que se había olvidado que estaba jugando al


escondite.

Pero sólo el Amor no aparecía por ningún lado.

La Locura busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyo de la tierra, en las
cimas de las montañas.

Y cuando estaba por darse por vencida, vio el rosal.

Tomó un pequeño palo y comenzó a mover las ramas. De pronto escuchó un


doloroso grito.

Las espinas habían herido los ojos del Amor.

La Locura no sabia que hacer para disculparse. Lloró, rogó, imploró, pidió
perdón y hasta prometió acompañarlo siempre.

Desde entonces el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.

Por eso dicen que “amar es una locura, a menos de que se ame con locura”.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Por una vida llena de piedras


Anónimo

El distraído tropezó con ella.

El violento la usó como proyectil.

El emprendedor construyó con ella.

El caminante cansado la usó como asiento.

Para los niños fue un juguete.

Drummond hizo poesía con ella.

David mató a Goliat.

Miguel Angel extrajo de ella, la más bella escultura.

Y en todos los casos la diferencia no estaba en la piedra, sino en el hombre.

No existe piedra en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio


crecimiento.

Tú haces la diferencia.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La factura
Anónimo

Una tarde, un niño se acercó a su madre mientras ésta preparaba la cena en la


cocina. Le entregó un papel doblado en la que había algo manuscrito. La
madre, extrañada, se secó las manos en el delantal, cogió el papel, lo desdobló
y leyó lo que el pequeño había escrito:

Cortar el césped...15,00
Limpiar mi cuarto esta semana...5,00
Cuidar de mi hermano...5,00
Ir a la panadería...0.50
Sacar la basura esta semana...2,50
Sacar buenas notas...50,00
Limpiar el patio...5,00

TOTAL...83,00

La madre miró fijamente a su hijo, y el niño la miraba expectante. Tras unos


segundos de incertidumbre, la madre cogió un bolígrafo, y en el reverso del
mismo papel anotó:

Por llevarte nueve meses en mi vientre y darte la vida...NADA


Por tantas noches de desvelos y rezar por ti...NADA
Por la alegría y el amor de nuestra familia...NADA
Por temor y preocupaciones cuando enfermabas...NADA
Por comida, ropa y educación...NADA
Por tomar tu mano y darte apoyo...NADA

Cuando el niño leyó la nota, los ojos se le inundaron de lágrimas. Miró a los
ojos de su madre y le dijo:

- Te quiero, mamá

Le quitó el bolígrafo de su mano, y escribió en letra muy grande, encima de su


nota: "TOTALMENTE PAGADO"

Así somos las personas, como niños, queriendo recompensa por las buenas
acciones que hacemos. Es difícil entender que la mejor recompensa es el amor
y, que para nuestra suerte, es totalmente gratis.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Hubo un momento
Anónimo

Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna; pero un buen
día, sin darte cuenta, estabas riendo sin parar.

Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir; y conociste a ese


amigo que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.

Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor; y luego apareció esa


persona a la que amas cada día más.

Hubo un momento en el que estabas seguro que la comunicación con "ese


alguien" se había perdido; y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu
casa.

Hubo un momento en el que una pelea prometía ser eterna; y sin dejarte ni
siquiera entristecer, terminó en un abrazo.

Hubo un momento en el que un examen parecía imposible de pasar; y hoy es


uno más de los que aprobaste en tu carrera.

Hubo un momento en el que dudaste de encontrar un buen trabajo; y hoy


puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.

Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo; y hoy te


sorprendes a ti mismo haciéndolo.

Hubo un momento en el que creíste que nadie podía comprenderte; y te


quedaste boquiabierto mientras alguien parecía leer tu corazón.

Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides
que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho
realidad.

Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de una maravillosa realidad.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

La clínica de la vida
Anónimo

Fui a la Clínica de La Vida a hacerme una revisión de rutina y constaté que


estaba enfermo:

- Cuando La Vida me tomó la tensión, vio que estaba bajo de ternura.

- Al tomarme la temperatura, el termómetro registró 40º de ansiedad.

- Me hizo un electrocardiograma y el diagnóstico fue que necesitaba varios by-


passes de amor.

- Pasé a ortopedia, ya que no podía caminar al lado de mi hermano, y tampoco


podía dar un abrazo fraternal porque me había endurecido.

- También me encontró miopía, ya que no podía ver más allá de las cosas
negativas de mi prójimo.

- Cuando me quejé de sordera, me diagnosticó que había dejado de escuchar a


los que están a mi lado cada día.

Es por esto que hoy me ha dado consulta gratuita y prometo que al salir de
esta clínica tomaré solamente los medicamentos naturales que me recetó:

- Al levantarme, beber un vaso de agradecimiento.

- Al llegar al trabajo, tomar una cucharada de paz

- A cada hora, ingerir un comprimido de paciencia y una copa de humanidad.

- Al llegar a casa, inyectarme una dosis de amor.

- Y antes de acostarme, tomar dos cápsulas de conciencia tranquila.

Vive cada día en paz y tranquilidad.

El propósito de La Vida para contigo es admirablemente perfecto. Desea


mostrarte cosas que solamente comprenderías estando en el lugar donde
actualmente estás ahora y en la condición que vives en dicho lugar.

¡Disfruta de La Vida!
El rincón de la felicidad 4: La consecución

¿Qué eres tú?


Anónimo

¿Cuál es tu actitud frente a las adversidades de la vida?

Una hija se quejaba a su padre sobre la vida, y se lamentaba de que las cosas
no le salían bien. No sabía cómo hacer para seguir adelante, pues sentía
desfallecer y se iba a dar por vencida. Estaba cansada de luchar y luchar, sin
obtener ningún resultado. Parecía que cuando cada vez que solucionaba un
problema aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí tomó tres ollas
con agua y las colocó en el fuego, hasta que empezó a hervir. En una olla
colocó zanahorias, en otra colocó huevos, y en la última, granos de café.

Dejó hervir todo, sin decir una sóla palabra. Tan sólo miraba y sonreía a su hija
mientras esperaba. La hija, impaciente, esperó mientras se preguntaba qué
estaba haciendo su padre.

A los 20 minutos, el padre apagó el fuego, sacó lo huevos y los colocó en un


recipiente; sacó las zanahorias y las colocó en un plato; y por último, el café lo
colocó en un tazón.

Miró cariñosamente a su hija y le dijo:

- Cariño, ¿qué ves?

- Huevos, zanahoria y café - contestó con cierto desdén.

El padre hizo acercarse a su hija, pidiéndole que tocara las zanahorias, quien
notó que estaban blandas.

A continuación le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Tras quitarle la


cáscara observó que el huevo estaba duro.

Por último, le pidió que probara el café. Ella disfrutó de tan aromática y
profunda bebida.

Intrigada, le preguntó a su padre:

- ¿Qué significa todo ésto?

- "Tanto la zanahoria, como los huevos, como el café se han enfrentado a la


misma adversidad: el agua hirviendo. La diferencia entre los tres elementos ha
sido su reacción.

La zanahoria llegó al agua fuerte y dura, pero después de pasar por el agua
hirviendo se ha vuelto blanda y fácil de deshacer.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Los huevos llegaron al agua frágiles, ya que sólo una fina cáscara protegía su
interior líquido. Pero después de pasar por el agua hirviendo se han
endurecido.

Los granos de café, sin embargo, después de estar en el agua hirviendo, han
cambiado el agua.

¿Cuál de estos tres elementos eres tú? Cuando una adversidad llama a tu
puerta, ¿cómo reaccionas?.

¿Eres como la zanahora, que parece fuerte pero que cuando la fatalidad y el
dolor le tocan, se vuelve débil y pierde su fortaleza?

¿Eres como el huevo , que comienza con un corazón maleable, con un espíritu
fluido, pero despues de una separación, un despido o una muerte, se vuelve
duro e inflexible? Por fuera se ve igual, pero por dentro tendrá un espíritu y un
corazón endurecido, sumidos en la amargura y en la rigidez.

¿O eres como el grano de café, que cambia al agua ardiendo, el elemento que
le causa el dolor? Cuando el agua llega al punto máximo de ebullición, el café
alcanza su mejor sabor y aroma.

Ojalá consigas ser como el grano de café, que cuando las cosas se pongan
mal, puedas reaccionar positivamente, sin dejarte vencer por las circunstancias
y hastas que las cosas a tu alrededor mejoren.

Que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumine tu camino y el de
todas las personas que te rodean. Que puedas siempre esparcir e irradiar con
tu fuerza, optimismo y alegría, el "dulce aroma del café". Para que nunca
pierdas ese olor grato e inagotable que sólo tú sabes transmitir a los demás.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Un amigo especial
Anónimo

Una noche, recibí una llamada telefónica de un gran amigo. Me dio mucho
gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue:

-¿Cómo estás?

-Muy solo – contesté, sin saber muy bien por qué.

-¿Quieres que hablemos?

- Sí, estaría bien.

-¿Quieres que vaya a tu casa?

- Sí, sería genial

Colgó el teléfono, y en menos de quince minutos él llamó a mi puerta. Hablé


horas y horas de todo: de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis
deudas... Él, muy atento, me escuchó.

Pasó la noche y se nos hizo de día. Estaba totalmente cansado mentalmente,


pero me había hecho mucho bien su compañía y, sobre todo, que me
escuchara, que me apoyara y me hiciera ver mis errores. Me sentía muy a
gusto y él, al notar que yo ya me encontraba mejor, me dijo:

-Bueno, me voy, tengo que ir a trabajar.

Sorprendido le pregunté:

-¿Por qué no me habías dicho que tenías que ir a trabajar? Mira la hora que es,
no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche.

Él sonrió y me dijo:

-No hay problema, para eso estamos los amigos.

Me quedé perplejo y a la vez orgulloso y feliz por tener un amigo así. Lo


acompañé a la puerta de mi casa. Cuando él se dirijía hacia su automóvil le
grité desde lejos:

-¿Por qué llamaste anoche tan tarde?.

Él regresó y me dijo en voz baja:

- Es que te quería dar una noticia

-¿Qué pasó?

-Fui al doctor y me dijo que estoy muy enfermo.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Me quedé sin palabras. Pero él me sonrió y me dijo:

-Ya hablaremos de eso. Que tengas un buen día.

Se dio la vuelta y se fue.

Pasó un buen rato para cuando asimilé la situación y me pregunté una y otra
vez, por qué cuando él me preguntó cómo estaba me olvidé de él y solo hablé
de mi. ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo
lo que me dijo, estando él en esa situación?. Ésto es increíble. Desde
entonces, mi vida ha cambiado. Suelo ser menos dramático con mis problemas
y disfrutar más de las cosas buenas de la vida.

Ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero. Les deseo que tengan
un hermoso día y recuerden: "El que no vive para servir, no sirve para vivir."

La vida es como una escala, si miras hacia arriba siempre serás el último de la
fila, pero si miras hacia abajo verás que hay mucha gente que quisiera estar en
tu lugar.

Detente a escuchar y a ayudar a tus amigos. Te necesitan. Después de todo,


este es uno de los mayores trofeos y tesoros que la vida da.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cuando me amé de verdad


Anónimo

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia yo


estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto. Y,
entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre: Autoestima

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento


emocional no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy
sé que eso es... autenticidad

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y


comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé
que eso se llama... madurez

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir cómo es ofensivo tratar de


forzar alguna situación personal, sólo para realizar que deseo, aún sabiendo
que no es el momento o la persona no está preparada... inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es... respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese


saludable: personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia
abajo. De inicio, mi razón llamó esa actitud egoísmo. Hoy sé que se llama...
amor propio.

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre, y desistí de hacer
grandes planes, abandoné los megaproyectos de futuro. Hoy hago lo que
encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé
que eso es... simplicidad

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con


eso, erré muhas menos veces. Hoy descubrí... la humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de


preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde
la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama... plenitud

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y


decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene
una gran y valiosa aliada. Todo eso es... saber vivir.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Las amistades son pedacitos


Anónimo

Las amistades son hechas de pedacitos. Pedacitos de tiempo que vivimos con
cada persona.

No importa la cantidad de tiempo que pasamos con cada amigo, sino la calidad
del tiempo que vivimos con él.

Cinco minutos pueden tener una importancia mayor que un día entero.

Así, algunas amistades son hechas de risas y dolores compartidos; otras de


horas de escuela; otras de salidas, cines, diversiones; y están aquellas que
nacen y uno no sabe por qué... tal vez de silencios comprendidos, o de
simpatía mutua sin explicación.

Hoy en día, muchas amistades son hechas sólo de e-mails, y esas no son
menos importantes. Diferentes, pero no menos importantes.

Aprendemos a amar a las personas sin poder juzgarlas por su apariencia o


modo de ser, sin que podamos conscientemente etiquetarlas.

Hay amistades profundas que son creadas así.

Saint-Exupéry (escritor de "El Principito") dijo: "El tiempo que perdiste por tu
rosa hace que tu rosa sea tan importante”.

Yo digo que el tiempo que "perdemos" con cada amigo hace que cada amigo
sea tan importante. Porque el tiempo perdido con amigos es tiempo ganado,
aprovechado y vivido.

Son recuerdos para cinco minutos después, para dentro de un año o para
siempre.

Un amigo se torna importante para nosotros - y nosotros para él - cuando


somos capaces, en su ausencia, de reír o llorar, de sentir nostalgia, pena o
alegría, y en ese instante traerlo bien cerquita de nosotros.

Lo importante es saber aprovechar al máximo cada minuto vivido y atesorarlo


después en el baúl de los recuerdos, para tener tiempo para pasar con los
amigos, aún cuando estuviesen lejos de nuestros ojos.

Junto todos los días "pedacitos" en una cajita bien adentro de mi corazón. Son
mi tesoro, y en los momentos tristes, "armo" amigos que me acompañen...

Gracias por el pedacito que me donaste.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Huele a Dios
Historia real contada por un anónimo

Un frío viento de marzo llevaba un olor a muerte en la noche de Dallas, Texas,


mientras llegaba el doctor. Entró en la pieza de Diana Blessing, que todavía
estaba bajo los efectos de la anestesia por la operación. Su esposo David le
tomó la mano esperando las últimas noticias.

Esa tarde del 10 de marzo de 1991, las complicaciones obligaron a que Diana
se sometiera a una cesárea después de 24 semanas de gestación, para que
naciera la hija de la pareja, Dana Lu Blessing.

Con 12 pulgadas de altura y pesando apenas 714 gramos, ellos ya sabían que
era peligrosamente prematura.

Las suaves palabras del médico cayeron como una bomba:

- No creo que lo logre - dijo tan suavemente como pudo - Hay solamente un
10% de posibilidades de que pase la noche; y aún si lo logra, su futuro podría
ser muy cruel.

Adormecidos con incredulidad, David y Diana escucharon al doctor describir los


devastadores problemas que Dana tendría que enfrentar si sobrevivía.

Nunca caminará, nunca hablará, probablemente sea ciega y ciertamente sea


propensa a otras condiciones catastróficas, desde parálisis cerebral a un
completo retardo mental, etcétera.

- ¡No! ¡No! - fue lo único que Diana podía decir.

Ella y David, con su hijo de 5 años, habían soñado largamente el día en que
tuvieran una hija para formar una familia de cuatro personas. Ahora, en unas
horas, el sueño se diluía.

Al pasar los primeros días, surgió una nueva agonía para David y Diana.
Debido a que el sistema nervioso de Dana estaba esencialmente en "bruto", el
más suave beso o caricia solamente aumantaban su incomodidad, así que ni
siquiera podían poner a su hijita contra el pecho para ofrecerle la fortaleza de
su amor.

Todo lo que ellos podían hacer, mientras Dana luchaba sola bajo la luz
ultravioleta en el enredo de tubos y cables, era rezar a Dios para que estuviera
cerca de su preciosa hijita.

No había momento en que Dana se fortaleciera.

Pero a medida que pasaban las semanas, ganaba lentamente unos gramos.

Dana alcanzó los dos meses de vida y sus padres pudieron abrazarla por
primera vez. Y dos meses después, los doctores continuaron con su difíciles
El rincón de la felicidad 4: La consecución

expectativas de vida, mucho menos de vivir una vida normal que era cercano a
cero.

Dana se fue a casa desde el hospital, tal y como su madre había predicho.

Cinco años después, cuando Dana era una pequeña, pero festiva niñita, con
brillantes ojos grises y un incuestionable gusto a la vida, ella no mostraba
síntoma alguno de ningún impedimento mental o físico, simplemente era todo
lo que una niñita puede ser y más. Pero este final feliz no es el término de la
historia.

Una tarde del verano de 1996, cerca de su casa, en Irving, Texas, Dana estaba
sentada en las piernas de su mamá en la gradería de un campo deportivo
mientras su hermano Dustin jugaba al baseball. Como siempre, Dana no
paraba de hablar con su mamá y muchos adultos estaban sentados cerca
cuando, de pronto, se quedó callada. Cruzando sus brazos sobre el pecho, la
pequeña Dana preguntó a su madre:

- ¿Hueles eso?

Olfateando el aire, y detectando que se acercaba una tormenta, Diana le


respondió:

- Sí, huele a lluvia

Dana cerró los ojos y volvió a preguntar:

- ¿Hueles eso?

Nuevamente, su madre le respondió:

- Sí, pienso que nos vamos a mojar. Huele a lluvia.

Dana movió la cabeza, se acarició sus delgados hombros con las manos y
anunció en voz alta:

- No. Huele a Él. Huele como a Dios cuando apoyas la cabeza en Su pecho.

Saltaron las lágrimas de los ojos de Diana, mientras Dana, feliz, iba a jugar con
otros niños.

Antes de que empezara a llover, las palabras de su hija confirmaron lo que


Diana y todos los miembros de la extensa familia Blessing sabían, al menos en
sus corazones.

Durante aquellos largos días y noches de sus primeros meses de vida, cuando
los nervios de la niña eran demasiado sensibles como para que la tocaran,
Dios abrazaba a Dana en su pecho, y fue su aroma de amor que ella recordaba
tan bien.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

A cierta edad
Anónimo

Dicen algunos que, a cierta edad, después de los cuarenta, nos hacemos
invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos
volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los
años jóvenes.

No sé si me habré vuelto invisible para el mundo. Es muy probable. Pero nunca


como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista
de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.

Ahora sé que no soy la princesa del cuento de hadas y que no necesito que me
venga a salvar un príncipe azul en su caballo blanco, porque ni soy una
princesa, ni vivo en una torre, ni tengo a un dragón que me esté custodiando.

Hoy me reconozco mujer, capaz de amar. Sé que puedo dar sin pedir, pero
también sé que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir
bien.

Por fin encontré, hasta ahora, al ser humano que sencillamente soy, con sus
miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de


defectos, de tener debilidades, y de equivocarme, de no responder a las
expectativas de los demás y hasta hacer algunas cosas indebidas. Y a pesar
de ello, sentirme bien.

Y por si fuera poco, saberme querida por muchas personas que me respetan y
me quieren por lo que soy, sí, ... así, un poco loca, mandona y a veces terca.
También cariñosa, platicadora, besadora, abrasadora y a veces, por algún
motivo, triste, porque también tengo mis momentos tristes, esos en que pongo
mi cara larga con un aire pensante y me da por llorar.

Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado. Sonrío a la


que soy hoy. Me alegro del camino andado, y asumo mis errores.

¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los
sueños! ¡Qué bien! Ya aprendí a tener paciencia. El ser humano tarda mucho
en madurar, ¿verdad?

Hoy sé, por ejemplo, que no puedo retener el mar, aunque cuando estoy "con
él", quisiera nunca tener que dejarlo. Hoy sólo lo contemplo, me lleno "de él". Y
cuando llega el momento de partir, me despido diciéndole: "¡Hasta pronto!"

También hoy sé que mis amigos y amigas son peregrinos del mismo camino, y
que en cualquier momento nos encontramos y nos queremos.

Hoy sé que nadie es responsable de mi felicidad: sólo yo.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Hoy sé que el viento extiende sus brazos cuando camino por la calle. Y que
sólo depende de mí sentirlo.

Hoy sé que la vida es bella, porque la he visto partir ya muchas veces.

Hoy vivo la vida así, como es: bonita con sus ires y venires, con sus amores y
desamores, con sus ratos de marea baja, con sus puestas de sol, con su ruido
incesante.

Sólo quiero dejarla correr. No quiero pedirle nada. Sólo quiero tener lo que yo
me busque, sólo quiero lo que yo merezca.

Hoy me doy cuenta que no soy una mujer invisible.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Un pedazo de pastel
Anónimo

A veces nos preguntamos: "¿Qué hice para merecer ésto? ¿Por qué Dios tiene
que ser tan injusto conmigo?"

Aquí va una bellísima explicación.

Una joven se lamenta a su madre de cómo todo le ha salido mal: le salió mal el
examen de matemáticas, se novio resolvió terminar con su relación, y su mejor
amiga está lejos de ella.

En aquel momento tan difícil, su madre la abrazó, la llevó a la cocina y le


preguntó:

- Querida, ¿quieres un pedazo de pastel?

- Claro, mamá. Sabes que me encanta el pastel.

- Está bien, bebe un poco de este aceite.

- Pero, ¿qué dices?. ¡Ni hablar! - respondió la hija, un poco asustada

- ¿Qué tal si te comes este huevo crudo?

- ¿Estás loca mamá? ¡Eso nunca!

- ¿Y qué tal un cuenco de harina o de bicarbonato de sodio?

- ¡Pero qué dices! ¡Con eso enfermaría! - contestó la hija, ya irritada

La madre la miró compasiva, y con una dulce sonrisa le dijo:

"Ciertamente, todas esas cosas están crudas, sosas e incluso asquerosas.


Pero cuando las colocamos juntas, en medida justa, hacen un delicioso pastel.

Dios trabaja de una forma similar. Cuando te preguntas qué por qué Dios
permite que pasemos por momentos difíciles, olvidas que Él permite que todas
esas cosas entren en un orden perfecto. No necesitas conformarte con
ingredientes crudos. Deja todo en sus manos, y se convertirán en algo increíble
y fantástico.

Dios se preocupa tanto por ti que te envía flores todas las primaveras, hace
nacer el sol todas las mañanas, y siempre que quieras conversar, Él está
dispuesto a escucharte.

Él puede vivir en cualquier lugar del universo, pero escogió vivir en tu corazón.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Palabras y silencio
Anónimo

Hay algunas cosas demasiado bellas para poder describirlas con palabras.

Hace falta admirarlas con meditación y silencio para poder apreciarlas en plenitud.

Se necesitan pocas palabras para expresar lo esencial.

Los grandes discursos sólo sirven para confundir y adoctrinar.

El silencio es a veces más revelador que un río de palabras.

Mira a una madre con su hijo cargado. El bebé sabrá qué obtener y todo lo que de ella
quiere, sin necesidad de decir nada.

De hecho, las palabras deben de ser como una envoltura de los pensamientos. No son
necesarios discursos muy largos para expresar lo que siente el corazón. Una mirada
puede decir más que mil palabras.

Creo que la sabia naturaleza nos dio sólo una lengua y dos orejas para que oigamos
más y hablemos menos.

Si lo que vas a decir no es mejor que quedarte callado, entonces para qué decirlo.

Cuanto más grande y generoso es el corazón, menos son las palabras que se
necesitan para expresarse.

Hace falta recordar estar sabias y filosóficas palabras: Las palabras verdaderas (la
verdad) no siempre son bonitas, pero las palabras bellas no siempre son verdad.

Es propio de las mentes grandes hacer entender muchas cosas con pocas palabras.
Los espíritus pequeños, por el contrario tienen el don de hablar mucho y no decir nada
(¿de quién se acuerdan?)

El que sabe oír luego sabrá usar lo que oyó.

Para decir "te amo" sólo hacen falta dos palabras. Todas las demás serán superfluas.

"Sí" y "no" son las palabras más cortas, y fáciles de decir, pero son las que acarrean
las consecuencias más trascendentales.

Para que el ser humano aprenda a hablar sólo hacen falta dos años. Para que
aprenda a callar, toda una vida.

Ser comedido al hablar en vez de ser un defecto es una prueba de gran sabiduría.

El que mucho habla, en vez de esclarecer las cosas, las confunde.

El que mucho habla mucho se puede equivocar.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

El arte de callar
Anónimo

Muchas veces basta una mirada. Una mirada sostenida. Tus ojos sobre los
ojos del otro.

Adivinar el significado de los brillos. Leer el futuro inmediato más allá de la


pupila. Quieres decir muchas cosas, pero sostienes las ganas. Aprietas los
labios. Permites que las ideas circulen sin que salgan al exterior.

Alargas el espacio entre las preguntas y las respuestas. Dejas que los
músculos se dibujen en el rostro. Esperas una señal de alerta.

Mantienes las respiración. Piensas que el otro también piensa. Analizas.


Esperas.

La economía de las palabras es una virtud que no es exclusiva de las monjas


de clausura. Es un juego que practican los que saben hacerse los locos. Los
que entienden que no todos los interrogantes necesitan una respuesta. Que la
solución no siempre llega al abrir la boca.

¿Por qué decirlo todo? ¿Por qué no conservar en el interior una dosis de lo que
se piensa? ¿Por qué no convertir en secreto algunas de las ideas que hacen su
aparición sin previo aviso, al menos con la ilusión de que el tiempo las madure
y las transforme en ideas más duraderas? ¿Por qué no entender, de una vez,
que la palabra jamás logrará ser tan rápida como el cerebro? ¿Y que no todo lo
que cruza por la mente puede convertirse en palabras?

Entender que también se puede hablar con el gesto. Que el silencio a veces
grita.

Se guarda silencio en los hospitales, en las salas de velatorios, en los actos


solemnes... Se guarda silencio por pudor, por respeto, por dolor... Se guarda
silencio por el dolor que es incapaz de convertirse en llanto. Silencio cuando el
llanto se agota, y agota al que llora.

Habría que aprender a callar sin otro motivo que la propia voluntad. Callar para
escuchar. Callar para mirar. Callar para aprender. Callar para callar. Callar para
convertir el silencio en un cómplice. Para saber si el silencio existe.

Callar, porque no todo lo que nos conviene escuchar nos lo dicen al oído, con
la intimidad de una confesión, con el volumen de un grito, con el acento de las
grandes revelaciones.

Callar, para comprender que el silencio es el antifaz de los sonidos más


hermosos.

Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra (Clemenceau)


El rincón de la felicidad 4: La consecución

El instante mágico
Anónimo

Sólo entendemos el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo


inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible
cambiar todo lo que nos hizo infelices.

Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese
momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.

Pero quien presta atención a su día, descubre el instante mágico que puede
estar escondido en cualquier parte. Ese momento existe.

Es un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de


nosotros y nos permite hacer milagros.

La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista.

El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de
nuestros sueños.

Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas


desilusiones. Pero todo es pasajero, y no deja marcas.

Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Es fascinante
Anónimo

Es fascinante...

- tener esperanzas en el mañana

- saber que después de la noche viene el día

- vivir intensamente las emociones

- saltar de alegría

- no invadir el espacio ajeno

- ser espontáneo

- apreciar el nacimiento del sol

- amar a las personas incondicionalmente

- aprovechar todos los momentos

- hacer trabajos voluntarios

- vencer la depresión

- confiar en la voz interior

- perdonar a las personas

- estimular la creatividad

- no perderse en los detalles

- saltar, hecho un chaval

- llorar de felicidad

- no dejar nada para mañana

- tener pensamientos positivos

- respetar los sentimientos ajenos

- reír con franqueza

- saber trabajar en equipo

- ser sincero

- encontrar la felicidad en las pequeñas cosas


El rincón de la felicidad 4: La consecución

- entender que somos personas únicas

- bailar sin miedo

- no apegarse a los bienes materiales

- respirar la brisa del mar

- oír la melodía suave de una fuente

- observar la naturaleza

- adorar un día de lluvia

- tener motivaciones

- cuidar las apariencias

- descubrir que precisamos de otros

- olvidar lo que ya pasó

- buscar nuevos horizontes

- percibir que somos humanos

- vencernos a nosotros mismos

- ver la belleza del alma

- vencer la pasividad

- saber que la vida es consecuencia de nuestras actitudes

- no criticar las decisiones

- mimar el crecimiento interior

- dejar acontecer

- practicar la humildad

- adorar el calor humano

- valorar las pequeñas victorias

- vivir apasionado por la vida

- visualizar sólo las cosas buenas

- entender que hay límites

- sólo arrepentirse de no ser feliz


El rincón de la felicidad 4: La consecución

- hacer camadería con los amigos

- ver la vida con otros ojos

- mentalizar en positivo

- tener autoestima

- colocar tu energía positiva en todo lo que realices y crecer juntos

- dormir feliz

- emanar vibraciones de amor

- saber que estamos aquí de paso

- mejorar las relaciones

- aprovechar las oportunidades

- escuchar al corazón

- acreditar la vida
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El árbol de los amigos


Anónimo

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por el simple hecho
de haberse cruzado en nuestro camino.

Algunos recorren el camino a nuestro lado, viendo lunas pasar; a otros, los
vemos apenas entre un paso y otro.

A todos los llamamos amigos. Pero hay muchos tipos de ellos.

Cada hoja de un árbol simboliza uno de ellos. Las primeras brotaron de


nuestros padres, que nos muestran lo que es la vida.

Después, los amigos, los hermanos, los hijos, con los que dividimos nuestro
espacio para que puedan florecer como nosotros.

Pasamos a conocer toda la familia de hojas a quienes respetamos y queremos


bien.

El destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a
cruzarse en nuestro camino.

A muchos les llamamos "amigos del alma, del corazón...". Son sinceros y
verdaderos. Saben cuándo estamos bien. Saben lo que nos hace felices.

A veces uno de esos amigos del alma se instala en nuestro corazón y entonces
lo llamamos amigo enamorado. Da brillo a nuestros ojos, música a nuestros
labios, agilidad a nuestros pies.

También están aquellos que son amigos por un tiempo, tal vez por unas
vacaciones, unos días, unas horas... Ellos también logran poner muchas
sonrisas en nuestras caras durante el tiempo en que estamos juntos.

No podemos olvidar a los amigos distantes. Aquellos que están en las puntas
de las ramas del árbol, que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una
hoja y otra.

El tiempo pasa, el verano se va y el otoño se aproxima. Entonces perdemos


algunas de nuestras hojas. Algunas nacen en otro verano, otras permanecen
por muchas estaciones. Pero lo que nos hace felices, son aquellas hojas que
aun caídas permanecen a nuestro lado, alimentando nuestra raíz con mucha
alegría, con recuerdos de momentos maravillosos del tiempo en que se
cruzaron en nuestro camino.

Cada persona que pasa en nuestra vida es única, y siempre deja un poco de sí
misma, y se lleva un poco de nosotros mismos. Esta es la prueba evidente de
que dos almas no se encuentra por casualidad.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Hágase la luz
Anónimo

Qué maravilloso es ese fugaz instante en el que nos damos cuenta que hemos
conocido a un nuevo amigo.

No serás completamente feliz teniéndolo todo de todo, si no, no necesitando


nada de nada.

Hemos aprendido a volar como pájaros, a nadar como peces, pero no hemos
aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos.

Cuando vemos la vida con optimismo y alegría, todo se conjuga para que las
cosas salgan bien.

La confianza en ti mismo es el primer secreto. No te pongas límites.

Las casualidades no existen. Todo es por algún motivo.

El verdadero paraíso no está en el cielo, si no en la sonrisa de la persona que


amas.

Tranquilo. Tu esfuerzo y tu paciencia tendrán recompensa.

Ama a una nuevo, o ama a una persona... pero ama.

Cuando algo termina, algo nuevo empieza.

Todo es posible. Nada es imposible.

Abre tu corazón. El corazón lo cura todo.

Cuanto más nos esforcemos por hacer felices a los demás, mejor nos
sentiremos.

No te tomes la vida con tanta seriedad.

Todo lo que puedes imaginar, puedes hacerlo realidad.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

¿Cómo olvidar?
Anónimo

¿Cómo olvidar los días grises, si son los que me traen el brillo del sol?

¿Cómo olvidar las derrotas, si son las que me proporcionan las victorias?

¿Cómo olvidar los errores, si son los que me dan las lecciones?

¿Cómo olvidar la soledad, si fue la que me hizo entender mis amores y me trajo
a mis amigos?

¿Cómo olvidar las tristezas, si hicieron que mi suerte cambiara?

¿Cómo olvidar los planes fracasados, si el fracaso me puede enseñar a soñar?

Todo al final siempre se acomoda. Si todavía no sucedió es porque no llegó el


momento.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Una razón, una estación o una vida


Anónimo

Las personas entran en tu vida por una razón, por una estación o por una vida
entera.

Cuando percibas cuál es el motivo, vas a saber qué hacer con cada persona.

Cuando alguien está en tu vida por una razón es, generalmente, para llenar
una necesidad que has demostrado tener. Ellas vienen a ayudarte con una
dificultad, proporcionarte apoyo y orientación, ayuda física emocional o
espiritual. Podrán parecer un regalo de Dios. ¡Y lo son! Están ahí por la razón
que tú necesitas que estén ahí. Entonces, sin ninguna actitud errónea de tu
parte o en una hora incierta, esa persona dirá o hará alguna cosa para que la
relación llegue a su fin.

Algunas veces, esas personas mueren. Algunas veces, simplemente se van.


Algunas veces, actúan y te fuerzan a tomar una posición.

Lo que debemos entender es que nuestras necesidades han sido atendidas,


nuestros deseos cumplidos y el trabajo de ellas realizado.

Tus oraciones han sido atendidas, y ahora es tiempo de marcharse.

Cuando las personas entran en nuestras vidas por una estación es porque
llegó su vez de repartir, crecer y aprender. Ellas te traen la experiencia de la
paz, o te hacen reír. Ellas te podrán enseñar algo que nunca has hecho.
Generalmente, dan una cantidad enorme de placer. Pero solamente por una
estación.

Relaciones de una vida entera enseñan lecciones para la vida entera, cosas
que debes construir para una formación emocional sólida.

Tu tarea es aceptar la lección, amar a la persona y poner en práctica lo que has


aprendido en todas tus otras relaciones y áreas de tu vida.

Se dice que el amor es ciego, pero la amistad es clarividente.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Tres consejos
Anónimo

Trabaja como si nunca necesitases el dinero.

Ama como si nunca te hubiesen lastimado.

Baila como si nadie te estuviese observando.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

El violinista
Anónimo

Esta historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir la derrota, y en su


forma de actuar ante la mediocridad total. Ocurrió en París, en una calle céntrica
aunque secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín. Frente a él,
y sobre el suelo estaba su boina, con la esperanza de que los transeúntes se
apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa. El pobre
hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido
a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese
violín.

Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro
cercano, pasó frente al mendigo musical. Todos arrugaron la cara al oír aquellos
sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana.

La esposa le pidió al concertista que tocara algo. El hombre echó una mirada a las
pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo. Le solicitó
el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto resquemor. Lo primero que hizo
el concertista fue afinar sus cuerdas. Y entonces, vigorosamente y con gran maestría
arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a
aplaudir y los transeúntes comenzaron a arremolinarse para ver el improvisado
espectáculo. Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió
también y pronto había multitud escuchando arrobada el extraño concierto. La boina
se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las
denominaciones. Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría.
El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar
saltos de contento y repetir orgulloso a todos:

- ¡¡ Ese es mi violín!! ¡¡ Ese es mi violín!!.

Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.

Y tú, ¿cómo tocas el violín que te entregó la vida?.

La vida nos da a todos “un violín”. Son nuestros conocimientos, nuestras habilidades y
nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar “ese violín” como nos plazca.
Algunos por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual
hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente
actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto. Pretenden una boina llena de
dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie. Los
mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que
aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría. Por eso debemos estar
dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a
prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.

La historia esta llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a
ser un concertista con ese violín que es la vida. Y también, por desgracia, registra los
casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese
violín, ser mendigos musicales.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

He aprendido
Anónimo

He aprendido....que nadie es perfecto hasta que no te enamoras.

He aprendido que....la vida es dura, pero yo lo soy más!!

He aprendido que...las oportunidades no se pierden nunca, las que tú dejas


marchar...las aprovecha otro.

He aprendido que...cuando siembras rencor y amargura, la felicidad se va a


otra parte.

He aprendido...que necesitaría usar siempre palabras buenas... porque


mañana quizás se tienen que tragar.

He aprendido...que una sonrisa es un modo económico para mejorar tu


aspecto.

He aprendido...que no puedo elegir como me siento... pero siempre puedo


hacer algo.

He aprendido que...cuando tu hijo recién nacido tiene tu dedo en su puñito te


tiene enganchado a la vida.

He aprendido que...todos quieren vivir en la cima de la montaña, pero toda la


felicidad pasa mientras la escalas.

He aprendido que...se necesita gozar del viaje y no pensar sólo en la meta.

He aprendido que...es mejor dar consejos sólo en dos circunstancias: cuando


son pedidos y cuando de ello depende la vida.

He aprendido que...cuanto menos tiempo derrocho más cosas hago.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

La vejez
Anónimo

¿La vejez existe?

Algunos de nosotros envejecemos, de hecho porque no maduramos.

Envejecemos cuando nos cerramos a las nuevas ideas y nos volvemos


radicales.

Envejecemos cuando lo nuevo nos asusta.

Envejecemos también cuando pensamos demasiado en nosotros mismos y nos


olvidamos de los demás.

Envejecemos si dejamos de luchar.

Todos estamos matriculados en la escuela de la vida, donde el Maestro es el


Tiempo.

La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás. Pero sólo puede ser
vivida mirando hacia delante.

En la juventud aprendemos; con la edad comprendemos.

Los hombres son como los vinos: la edad estropea los malos, pero mejora los
buenos.

Envejecer no es precupante: ser visto como un viejo sí que lo es.

Envejecer con sabiduría no es envejecer.

En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo brilla la luz.

Siendo así, no existe edad, somos nosotros los que la creamos. Si no crees en
la edad, no envejecerás hasta el día de tu muerte.

Personalmente, yo no tengo edad: ¡tengo vida!

No dejes que la tristeza del pasado y el miedo del futuro te estropeen la alegría
del presente.

La vida no es corta; son las personas las que permanecen muertas demasiado
tiempo.

Haz del pasaje del tiempo una conquista y no una pérdida.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Receta de jovialidad
Anónimo

Deja fuera todos los números no esenciales para tu supervivencia. Eso incluye
edad, peso y altura. Que ello le preocupe al médico. Para eso se le paga.

Convive, de preferencia, con amigos alegres, los pesimistas no te convienen.

Continúa aprendiendo. Aprende más, sobre ordenadores, artesanía,


jardinería... cualquier cosa. No dejes tu cerebro desocupado. Una mente sin
uso es una oficina del diablo. Y el nombre del diablo es Alzheimer.

Ríe siempre, mucho y alto. Ríe hasta desternillarte. ¡Incluso de ti!

Cuando lleguen las lágrimas aguanta, sufre y sigue adelante.

Saluda cada día que amanece como una nueva oportunidad para hacer aquello
que aún no te atreviste a emprender.

Da la espalda a la rutina. Prefiere nuevas rutas que volver a caminos mil veces
hollados.

Apaga el gris de tu vida. Y enciende los colores que llevas dentro.

Abre tus sentidos para no perderte nada de lo bello y hermoso que te rodea.

Contagia de alegría a tu entorno, e inténtalo más allá de las fronteras


personales en que te has ido recluyendo con el tiempo.

Pero recuerda: la única persona que te acompaña toda la vida eres tú mismo.
Mantente vivo en todo lo que hagas. Rodéate de aquello que te gusta: familia,
animales, recuerdos, música, plantas, un hobby... lo que sea.

Tu hogar es tu refugio, pero no acabes encerrándote en él.

Tu mejor capital: la salud. Aprovéchala. Si es buena no la malogres; si no lo es,


no la estropees más.

No sucumbas a la añoranza. Sal a la calle. Ve a una ciudad vecina, a un país


extranjero... pero no viajes al pasado, que duele.

Di a aquellos que amas que realmente los amas, y en todas las oportunidades.
Y recuerda que la vida no se mide por el número de veces que respiraste, si no
por los momentos en que te palpitó fuerte el corazón... de tanto reír, de
sorpresa, de éxtasis, de felicidad... y, sobre todo, de querer sin medida.

"Hay personas que transforman el sol con una simple mancha amarilla, pero
hay quienes hacen de una simple mancha amarilla el propio sol". Pablo Ruiz
Picasso
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Reflexiones sobre la vida


Anónimo

Nunca te justifiques a ti mismo con nadie. Porque la persona que te quiere no


lo necesita, y la persona que no te quiere no te creerá.

No dejes que alguien se convierta en prioridad en tu vida, cuando tú solamente


eres una opción en la suya. Las relaciones son mejores cuando son
balanceadas.

Cuando despertamos por la mañana, tenemos dos simples alternativas:


volvernos a dormir y soñar, o nos despertamos y perseguimos esos sueños. La
elección es tuya.

Hacemos llorar a los que se preocupan por nosotros. Lloramos por aquellos
que nunca se preocupan por nosotros. Y nos preocupamos por aquellos que
nunca llorarán por nosotros. Esta es la realidad de la vida; es extraño pero
cierto. Una vez te percates de ello, nunca será tarde para cambiar.

No hagas promesas si estás contento. No respondas si estás triste. No tomes


decisiones si estás enojado. Piénsalo dos veces... actúa sabiamente

El tiempo es como un río. Nunca puedes tocar la misma agua dos veces,
porque el flujo que pasó nunca pasará otra vez. Disfruta cada momento de la
vida.

Si vives diciendo lo ocupado que estás, entonces tú nunca serás libre. Si vives
diciendo que no tienes tiempo, entonces tú nunca tendrás tiempo. Si vives
diciendo que lo harás mañana, tu mañana nunca llegará.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La cultura del “Slow Down”


Anónimo

Ya voy para 18 años desde que ingresé en Volvo, una empresa sueca.

Trabajar con ellos es una convivencia muy interesante. Cualquier proyecto aquí
demora dos años para concretarse, aunque la idea sea brillante y simple. Es una
regla.

Los procesos globalizados causan en nosotros una ansiedad generalizada en la


búsqueda de resultados inmediatos.

Los suecos debaten, debaten, realizan "n" reuniones, ponderaciones, etc.

¡Y trabajan! con un esquema más bien “slowdown".

Lo resumo así:

Suecia es del tamaño del estado de San Pablo (Brasil).

Suecia tiene tan sólo dos millones de habitantes.

Empresas de capital sueco: Volvo, Skandia, Ericsson, Electrolux, ABB, Nokia, Nobel
Biocare, etc.

Volvo es la que fabrica los motores propulsores para los cohetes de la NASA.

No conozco un pueblo, como pueblo mismo, que posea más cultura colectiva que los
suecos.

La primera vez que fui para Suecia, en 1990, uno de mis colegas suecos me recogía
del hotel todas las mañanas. Estábamos en el mes de septiembre, algo de frío y
nevisca.

Llegábamos temprano a la Volvo y él estacionaba el auto muy lejos de la puerta de


entrada (son 2000 empleados que van en coche a la empresa). El primer día no hice
comentario alguno, tampoco el segundo, o el tercero.

Una mañana le pregunté a mi colega: “¿Tienen ustedes lugar fijo para estacionar
aquí?, pues noté que llegamos temprano, con el estacionamiento vacío y dejaste el
coche al final de todo”.

Y él me respondió simplemente:

"Es que como llegamos temprano tenemos tiempo para caminar, y quien llega más
tarde, ya va a llegar retrasado y es mejor que encuentre lugar más cerca de la puerta.
¿No te parece?"

En la actualidad, hay un gran movimiento en Europa llamado "Slow Food“, cuyo


símbolo es un caracol; tiene su central en Italia.

Lo que el movimiento Slow Food predica es que las personas deben comer y beber
lentamente, dándose tiempo para saborear los alimentos, disfrutando de la
preparación, en convivencia con la familia, con los amigos, sin prisa y con calidad.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La idea es contraponerse al espíritu del Fast Food y lo que éste representa como estilo
de vida.

El Slow Food está sirviendo de base para un movimiento más amplio llamado Slow
Europe como resaltó la revista Business Week.

La base de todo está en el cuestionamiento de la "prisa" generada por la globalización,


por el deseo de "tener en cantidad" (nivel de vida) en contraposición al de "tener en
calidad", "calidad de vida" o "calidad del ser".

Según la Business Week, los operarios franceses, aunque trabajen menos horas (35
horas por semana) son más productivos que sus colegas estadounidenses o
británicos. Y los alemanes, que en muchas empresas ya implantaron la semana de
28,8 horas de trabajo, vieron su productividad aumentar en un elogiable 20%.

Esa llamada "slow attitude" está llamando la atención hasta de los estadounidenses,
discípulos del "fast" (rápido) y del "do it now!" (¡Hágalo ya!).

Significa trabajar y hacer las cosas con "más calidad" y "más productividad", y con
menos estrés.

Significa retomar los valores de la familia, de los amigos, del tiempo libre, del placer
del buen ocio, y de la vida en las pequeñas comunidades.

Del "aquí" presente y concreto, en contraposición contra lo "mundial" indefinido y


anónimo.

Significa un ambiente de trabajo menos coercitivo, más alegre, más leve y, por lo
tanto, más productivo, donde los seres humanos realizan con placer lo que mejor
saben hacer.

¿Será posible que los antiguos refranes: "Paso a paso se va lejos" y "La prisa es
enemiga de la perfección" merezcan nuevamente nuestra atención en estos tiempos
de locura desenfrenada?

En la película "Perfume de Mujer" hay una escena inolvidable en la que el ciego


(interpretado por Al Pacino) invita a una muchacha a bailar y ella responde: "No
puedo, pues mi novio va a llegar en pocos minutos". A lo que el ciego responde: "Pero
es que en un momento, se vive una vida", y la saca a bailar un tango.

Muchos viven corriendo detrás del tiempo, pero sólo lo alcanzan cuando mueren, ya
sea de un infarto o un accidente en la autopista por correr para llegar a tiempo.

Otros están tan ansiosos por vivir el futuro que se olvidan de vivir el presente, que es
el único tiempo que realmente existe.

Como dijo John Lennon, "La vida es aquello que sucede mientras planeamos el
futuro".
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Hoy aprendí...
Anónimo

Hoy aprendí...

...que el día más bello es hoy

...que el obstáculo más grande es el miedo

...que el mayor error es darse por vencido

...que el sentimiento más vil es la envidia

...que el defecto más grande es el egoísmo

...que el mayor reto es aprender

...que la mayor distracción es el trabajo

...que la mayor enseñanza es la experiencia

...que acumular experiencia es sabiduría

...que el afecto más grande es la amistad

...que lo más maravilloso del mundo es el amor

...que el regalo más hermoso es el perdón

...que la felicidad más grande es la paz


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Los cuatro principios


Anónimo

Principio número 1: NO SUPONGAS

No des nada por supuesto.

Si tienes duda, aclárala.

Si sospechas, pregunta.

Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que
no tienen fundamento.

Principio número 2: HONRA TUS PALABRAS

Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.

Si no honras tus palabras no te estás honrando a ti mismo; y si no te honras a tí


mismo, no te amas.

Honrar tus palabras es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.

Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante tí mismo.

Principio número 3: HAZ SIEMPRE LO MEJOR

Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte ni


arrepentirte de nada.

Principio número 4: NO TE TOMES NADA PERSONAL

Ni la peor ofensa, ni el peor desaire, ni la más grande herida.

En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se


lastima a sí mismo. Pero el problema es de él y no tuyo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El libro de mi vida
Anónimo

Cada día escribimos en el libro de nuestra vida.

Lo que escribimos ya no se puede borrar.

En sus páginas encontramos momentos maravillosos, pero también páginas


que quisiéramos arrancar.

En nuestras páginas podemos elegir lo que escribiremos hoy.

Podemos pintar con maravillosos colores todos los dibujos que convertiremos
en una exquisita experiencia, para leerla en el futuro.

Todo depende de nuestra ilusión, nuestras ganas y el positivismo que


tengamos para escribir hoy nuestro libro.

Pensemos que mañana puede que no salga el sol para nosotros. Escribamos
que Dios nos da la paz infinita que necesitamos para vivir. Pensemos también
que el amor es un sentimiento maravilloso que nos llena de vida cuando se
instala en nuestro corazón.

Hoy escribiré. Será un día en el que tendré una gran sonrisa que ofrecer, una
mano para extender y un hombro para consolar.

¿Qué escribirás tú?


El rincón de la felicidad 4: La consecución

El gusano y el escarabajo
Anónimo

Había una vez, un gusano y un escarabajo que eran grandes amigos, y se


pasaban horas y horas charlando.

El escarabajo era consciente de que su amigo el gusano era muy limitado en


movilidad, tenía una visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo
comparado con los escarabajos.

El gusano, por su parte, era muy consciente de que su amigo el escarabajo


venía de otro ambiente, y de que, en comparación con los gusanos de su
especie, comía cosas desagradables, era muy activo y acelerado, tenía una
imagen muy grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó a éste su amistad con el


gusano. Le preguntó cómo era posible que caminara tanto hasta llegar al
encuentro con aquel ser tan inferior y tan limitado por sus movimientos. Le
preguntó también por qué seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera le
devolvía los efusivos saludos que el escarabajo le hacía desde lejos.

El escarabajo era consciente de que el gusano tenía limitada su visión, por lo


que muchas veces ni siquiera veía quién lo saludaba, y si acaso llegaba a
notarlo no distinguía si era o no el escarabajo, y por ello no contestaba al
saludo. Pese a ello, el escarabajo calló para no discutir con su compañera.

La escarabaja insistió tanto con sus argumentos, que al final, el escarabajo


puso a prueba su amistad, alejándose del gusano y esperar hasta que éste lo
buscara.

Pasó el tiempo, y un día llegó la noticia de que el gusano estaba muriéndose,


debido al esfuerzo hacía cada día para ir a ver a su amigo el escarabajo. Como
no lo conseguía durante toda la jornada, el gusano tenía que volver antes de
que llegara la noche al refugio de su casa.

El escarabajo se enteró y, haciendo caso omiso a su compañera, decidió ir a


ver al gusano.

En el camino se encontró con varios insectos que le contaron todos los intentos
que el gusano hizo para ir a verle, para averiguar qué le había pasado. Le
contaron que día a día se exponía a peligros, pues pasaba cerca de los nidos
de los pájaros, e incluso sobrevivió a los ataques de las hormigas.

El escarabajo llegó hasta el árbol donde vivía el gusano, donde yacía


esperando el momento final. El gusano, al verle, con apenas un hilo de vida,
sonrío y le dijo al escarabajo cuánto se alegraba de ver que se encontraba
bien. Acto seguido, el gusano murió, despidiéndose de su amigo sabiendo que
nada malo le había pasado.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de otros
minaran su amistad con el gusano. Sintió mucho dolor por haber perdido
innumerables horas de regocijo charlando con su amigo. Sobre todo, lo que
más le dolió, fue haber puesto al gusano en la situación que le causó la muerte.

El escarabajo entendió que el gusano, siendo tan diferente a él, era su amigo,
quien le respetaba y le quería por ofrecerle su amistad. Reconoció la riqueza
de quien era diferente a él y, aún así, estuvo dispuesto a compartir con él sus
ideales y sus temores.

Ese día aprendió varias lecciones:

Primera: La amistad está en ti, y no en los demás. Si la cultivas en tu propio ser


encontrarás el gozo del amigo.

Segunda: El tiempo no condiciona las amistades. Tampoco lo hacen las razas


ni las limitaciones propias o las ajenas.

Tercera: El tiempo y la distancia no son los factores que destruyen una


amistad. La destruyen las dudas y nuestros temores.

Cuarta: Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él. Las frases, los
gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones... todo lo que ambos
compartieron en el tiempo, se va con él.

El escarabajo murió poco después.

Nunca se le escuchó quejarse de quien mal lo aconsejó, pues fue decisión


suya el prestar oídos a las críticas sobre su amigo.

La esencia del gusano y el escarabajo se volvieron una sóla en el plano más


allá de esta vida.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Vivir del pasado


Autora: Luna (http://19geminis.spaces.live.com/default.aspx)

¿Para qué vivir del pasado


si no podrás modificarlo?
El ayer… hoy ya es anticuado,
¿de qué vale recordarlo?

No puedes cambiar tu pasado,


pero sí puedes cambiar tu futuro.
Si antes te has equivocado
cámbiate al camino seguro.

De decisiones que has tomado


deberás hacerte cargo.
Si tal vez perdiste todo
piensa en lo que has ganado.

Quizás no puedas recuperarlo,


pero te queda la experiencia.
Valora lo que aprendiste.
Si estás vivo, te quedó algo.

No puedes regresar al pasado


pero hoy viajas al futuro,
podrás cambiar lo que vendrá,
pero regresar... lo dudo.

Si lo que viene es confuso


deja tus miedos anclados.
Navega hacia un buen rumbo
de océanos inexplorados.

No podrás volver atrás.


No pases la vida añorando.
La arena de tu reloj
ya ha caído del otro lado.

Si recuerdos superan proyectos


la vejez te habrá llegado.
Mira adelante, no atrás.
Pues lo pasado, pasado… Está
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Apasiónate
Anónimo

Apasiónate por tu sueño. El sueño de nadie más debe ser más apasionante que el
tuyo.

Apasiónate por tu familia. Aunque ella no sea como tu quisieras que fuera o como lo
hayas planeado, aún así es tu familia.

Apasiónate por tu talento. Aunque te critiquen, insistan o escojan para ti realizar otras
cosas más “convenientes”.

Apasiónate más por el viaje que por la llegada a su destino.

Apasiónate por tu cuerpo. Aunque esté fuera de forma, es la única cosa que realmente
posees.

Desapasiónate de tus miedos. Ellos minan tu alegría de vivir.

Apasiónate por tus recuerdos más memorables. Nadie podrá sacarlos de tu memoria.
Ellos son excelentes fuentes de inspiración en momentos de dolor.

Apasiónate por aquellas “tonterías saludables” que pasan por tu mente entre uno y
otro momento de estrés. ¡Ellas te ayudan a sobrevivir!

Apasiónate por alguien. No esperes a que ese alguien se apasione antes por ti, sólo
por comodidad y seguridad.

Apasiónate por tu proyecto de vida. Créelo. No hagas ésto de dos. Es sólo tuyo.

Apasiónate por el baile de la vida, que está siempre en movimiento dentro de la gente,
sólo que, por temor, no terminamos de aprisionarlo dentro de nosotros.

Apasiónate por el significado de las cosas que quieres conquistar, más que por su
valor material.

Apasiónate por tus ideas, aunque te hayan dicho que ellas no sirven para nada.

Apasiónate por tu fortaleza, aunque tus debilidades insistan en quedar fijas en tu


memoria.

Apasiónate por la idea de ser verdaderamente feliz. La felicidad se encuentra en las


minas de tus recursos interiores.

Apasiónate por la música que puedes ser para alguien.

Apasiónate por ser humano.

Apasiónate por ti.

Apasiónate.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Aprendiendo
Anónimo

He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, sólo convertirme en


alguien a quien se puede amar. El resto depende de los otros.

He aprendido que se pueden requerir años para construir la confianza, y


únicamente segundos para destruirla.

He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida no son las cosas


que tengo alrededor, si no las personas.

He aprendido que no puedo compararme con lo mejor que hacen los demás,
sino lo mejor que puedo hacer yo.

He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede, sino lo que hago


al respecto.

He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante y que pueden
ocasionar dolor toda una vida.

He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que


quiero ser.

He aprendido que es mucho más fácil reaccionar que pensar... y más


satisfactorio pensar que reaccionar.

He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.

He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el


sentimiento que tenga.

He aprendido que si no controlo mis actitudes, ellas me controlan a mi.

He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que
están convencidos, a pesar de las consecuencias.

He aprendido que el dinero es un pésimo indicador del valor de algo o de


alguien.

He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojado,


mas no el derecho de ser cruel.

He aprendido que el verdadero amor y la verdadera amistad continúan


creciendo a pesar de las distancias.

He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por
mi dolor.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias pueden haber


influenciado en lo que soy, yo soy el responsable de lo que llego a ser.

He aprendido que dos personas pueden mirar la misma cosas y ver algo
totalmente diferente.

He aprendido que sin importar las circunstancias, cuando soy honesto


conmigo, llego más lejos en la vida.

He aprendido que muchas cosas pueden ser generadas por la mente. El truco
es el autodominio.

He aprendido que tanto escribir como hablar, alivia los dolores emocionales.

He aprendido que el paradigma en el que vivo no es la única opción que tengo.

He aprendido que aunque la palabra amor pueda tener diferentes resultados,


pierde su valor cuando se utiliza con ligereza.

He aprendido que, sin duda alguna, seguiré aprendiendo.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

El ciego y el publicista
Anónimo

Había un ciego sentado en un andén, con una gorra a sus pies y un pedazo de
madera escrito con tiza blanca: “Por favor, ayúdenme. Soy ciego”

Un publicista del área creativa, que pasaba enfrente de él, paró y vio unas
pocas monedas en la gorra. Sin pedir permiso, cogió el letrero, lo volteó, tomó
la tiza, escribió otro anuncio, volvió a colocar el pedazo de madera a los pies
del ciego y se fue.

Al caer la tarde, el publicista volvió a pasar enfrente del ciego que pedía
limosna. Su gorra, ahora, estaba llena de billetes y monedas. El ciego
reconoció las pisadas del publicista y le preguntó si había sido él quien había
reescrito su letrero, y, sobre todo, quería saber qué había escrito.

El publicista respondió sonriendo: “nada que no esté de acuerdo con su


anuncio, pero con otras palabras”.

Acto seguido se fue.

El ciego nunca supo lo que había escrito, pero su nuevo letrero decía:

“Hoy es primavera y yo no puedo verla”

Moraleja: siempre es bueno cambiar de estrategia cuando nada nos sucede.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cura para el alma


Anónimo

¿El día más bello?. Hoy


¿La cosa más fácil?. Equivocarse
¿El mayor obstáculo?. El miedo
¿El mayor error?. El abandono
¿La raíz de todos los males?. El egoísmo
¿La distracción más bella?. El trabajo
¿La peor derrota?. El desánimo
¿Los mejores profesores?. Los niños
¿La primera necesidad?. Comunicarse
¿Lo que te hace más feliz?. Serle útil a los demás
¿El mayor misterio?. La muerte
¿El peor defecto?. El mal humor
¿La persona más peligrosa?. La mentirosa
¿El peor sentimiento?. El rencor
¿El mejor regalo?. El perdón
¿Lo más imprescindible?. El hogar
¿La ruta más rápida?. El camino cierto
¿La sensación más agradable?. La paz interior
¿Una protección efectiva?. La sonrisa
¿El mejor remedio?. El optimismo
¿La fuerza más potente del mundo?. La fe
¿Las personas más necesarias?. Los padres
¿La más bella de todas las cosas?. El amor

La inteligencia sin amor te hace perverso.


La justicia sin amor te hace implacable.
La diplomacia sin amor te hace hipócrita.
El éxito sin amor te hace arrogante.
La riqueza sin amor te hace avaro.
La docilidad sin amor te hace servil.
La pobreza sin amor te hace orgulloso.
La belleza sin amor te hace ridículo.
La autoridad sin amor te hace tirano.
El trabajo sin amor te hace esclavo.
La simplicidad sin amor te quita valor.
La oración sin amor te hace introvertido.
La ley sin amor te esclaviza.
La política sin amor te hace egoísta.
La fe sin amor te deja fanático.
La cruz sin amor se convierte en tortura.
La vida sin amor no tiene sentido.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cosas que Dios te preguntará


Anónimo

Dios no te preguntará qué clase de coche usabas. Te preguntará por cuánta


gente llevaste para ayudarla.

Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa. Te preguntará por


cuánta gente recibiste en ella.

Dios no te preguntará la marca de la ropa que hay en tu armario. Te preguntará


por cuántos ayudaste a vestirse.

Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo. Te preguntará si vendiste tu


conciencia para obtenerlo.

Dios no te preguntará cuál era tu título. Te preguntará si hiciste tu trabajo con lo


mejor de tu capacidad.

Dios no te preguntará cuántos amigos tenías. Te preguntará cuánta gente te


consideraba su amigo.

Dios no te preguntará en qué vecindario vivías. Te preguntará cómo tratabas a


tus vecinos.

Dios no te preguntará el color de tu piel. Te preguntará por la pureza de tu


interior.

Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la salvación. Te llevará


con amor a tu casa en el cielo y no a las puertas del infierno.

Dios no acusa; sólo te pide que prediques con el ejemplo.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

El águila
Anónimo

El águila es el ave que posee la mayor longevidad de su especie. Puede llegar


a vivir 70 años. Pero, para llegar a esa edad, a los 40 años de vida, tiene que
tomar una seria decisión.

A los 40 años, sus uñas curvas y flexibles no consiguen agarrar a las presas de
las que se alimenta. Su pico alargado y puntiagudo también se curva.
Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas por las
gruesas plumas. Volar ahora es muy difícil.

El águila ahora sólo tiene dos opciones: morir o enfrentarse a un doloroso


proceso que durará 150 días.

Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un


nido, próximo a una pared, donde no necesite volar. Una vez se encuentre en
dicho lugar, el aguila comenzará a golpear con su pico la pared, hasta
conseguir arrancárselo. Apenas lo arranca, debe esperar a que nazca un nuevo
pico, con el cual, después, arrancará sus viejas uñas. Cuando las nuevas uñas
comienzan a crecer, prosigue arrancando sus viejas plumas.

Después de cinco meses, sale victorioso para su famoso vuelo de renovación.


Entonces, dispone de otros 30 años más.

A veces nos preguntamos: ¿por qué renovarnos?

En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo
y comenzar un tiempo de renovación.

Para que renaudemos un vuelo victorioso, debemos desprendernos de las


ataduras, costumbres y otras tradiciones del pasado. Solamente libres del peso
del pasado, podremos aprovechar el valioso resultado de una renovación.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El puente
Anónimo

Esta es la historia de un par de hermanos que vivieron juntos y en armonía por


muchos años. Ellos vivían en granjas separadas, pero un día cayeron en un
conflicto.

Este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos,
hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y
bienes, de forma contínua.

Comenzó con un pequeño malentendido, y fue creciendo y creciendo hasta que


estalló en un intercambio de palabras amargas, seguido de semanas de
silencio.

Una mañana llamó alguien a la puerta de uno de los dos hermanos. Al abrir la
puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero.

− Estoy buscando trabajo por unos días. – dijo el extraño – Quizá usted
requiera de algunas reparaciones aquí, en su granja, y puede que yo sea de
utilidad.
− Sí, – dijo el mayor de los hermanos – tengo un trabajo para usted. Mire al
otro lado del arroyo. En aquella granja vive mi vecino... bueno, mi hermano
menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros, pero
él desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros.
Seguramente lo hizo para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve
usted aquella pila de desechos de madera, junto al granero?. Quiero que
construya una verja de dos metros de alto, porque no quiero volver a verlo
jamás.
− Entiendo la situación – comentó el carpintero.

El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales, y dejó la


granja por el resto del día para comprar provisiones al pueblo.

Al llegar el ocaso, cuando el hermano mayor regresó, el carpintero acababa de


terminar su trabajo. Pero no salió de su estupor ante lo que había hecho aquel
carpintero, pues no había construido una verja de dos metros. En su lugar
había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Un hermoso
puente que era una obra de arte, que incluía pasamanos.

En ese momento, su vecino, el hermano menor, vino desde su granja usando el


puente y, abrazando a su hermano, le dijo:

− Hermano. Eres la mejor persona del mundo. Mira qué puente has
construido para unirnos, después de lo que te he hecho y te he dicho.

Los dos hermanos se estaban reconciliando, cuando el carpintero comenzó a


recoger sus herramientas.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

− Espera. – dijo el hermano mayor – Quédate unos días. Tengo muchos


proyectos para ti.
− Me gustaría quedarme, – respondió el carpintero – pero tengo muchos
puentes que construir.

Muchas veces dejamos que los malentendidos o los enojos nos alejen de la
gente que queremos. Muchas veces permitimos que el orgullo se anteponga a
nuestros sentimientos.

Aprende a perdonar y valora lo que tienes. Recuerda que perdonar no cambia


en nada el pasado, pero sí el futuro.

No guardes rencores ni sentimientos de amargura que sólo te lastiman y te


alejan de la gente que quieres. Recuerda que la mejor relación es aquella
donde el amor entre dos personas es mayor que la necesidad que ellas tienen
una por la otra.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Tres cosas
Anónimo

Tres cosas irrevocables para la vida son: el tiempo, las palabras y las
oportunidades.

Tres cosas que no debes negarle a la vida son: serenidad, honestidad y


esperanza.

Tres cosas que deterioran la vida son: el orgullo, la arrogancia y el enojo.

Tres cosas que son de tu elección: tus sueños, tu éxito y tu destino.

Tres joyas que se tienen en la vida son: la autoestima, el amor y verdaderos


amigos.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Revolución del alma


(Atribuido a Aristóteles)

Nadie es dueño de tu felicidad. Por eso, no entregues tu alegría, tu paz y tu


vida en las manos de nadie.

Somos libres. No pertenecemos a nadie. Y no podemos ser dueños de los


deseos, de la voluntad o de los sueños de quien quiera que sea.

La razón de tu vida eres tú mismo. Tu paz interior es tu meta en la vida.


Cuando sientas un vacío en el alma, cuando acredites que aún te está faltando
algo, aún teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para tus deseos más
íntimos y busca la divinidad que existe en ti.

Deja de situar tu felicidad cada día más distante de ti. No coloques el objetivo
demasiado lejos de tus manos, abraza a los que están a tu alcance hoy.

Si andas preocupado por problemas financieros, amorosos o de relaciones


familiares, busca en tu interior la respuesta para calmarte. Tú eres el reflejo de
lo que piensas diariamente.

Deja de pensar mal de ti mismo y sé tu mejor amigo siempre.

Sonreír significa aprobar, aceptar, facilitar. Entonces, habrá una sonrisa para
aprobar el mundo que quiere ofrecerte lo mejor. Con una sonrisa en el rostro
las personas tendrán las mejores impresiones de ti. Y tú estarás afirmando
para ti mismo que estás próximo para ser feliz.

Trabaja, trabaja mucho a tu favor. Deja de esperar la felicidad sin esfuerzos.


Deja de exigir de las personas aquello que ni para ti has conquistado aún.
Criticar menos, trabajar más.

Y, no te olvides nunca de agradecer. Agradece todo lo que está en tu vida en


cada momento, inclusive el dolor.

Nuestra comprensión del universo aún es muy pequeña para juzgar lo que
quiere que sea en nuestra vida.

La grandeza no consiste en recibir honores, más en merecerlos.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

El aprendizaje de la vida
Anónimo

He aprendido que cuando sólo una persona me dice “tú me alegraste el día”,
me alegra el día.

He aprendido que cuando te amarras a tu amargura, la felicidad amarrará en


otro muelle.

He aprendido que desearía haberle dicho a mi padre que lo quiero, una vez
más, antes de que falleciera.

He aprendido que cuando estás enamorado se nota.

He aprendido que ser bondadoso es más importante que tener la razón.

He aprendido que nunca debemos rechazar el regalo de un niño.

He aprendido que yo siempre puedo rezar por otro cuando no tengo las fuerzas
para ayudarlo de otra manera.

He aprendido que la vida es como un rollo de papel; mientras más se acerca a


su fin, más rápido se acaba.

He aprendido que deberíamos estar contentos de que Dios nos dio todo lo que
le pedimos.

He aprendido que el dinero no compra el amor.

He aprendido que las pequeñas cosas de todos los días hacen la vida tan
espectacular.

He aprendido que bajo la coraza más dura hay alguien que quiere ser
apreciado y amado.

He aprendido que Dios no lo hizo todo en un día. ¿Qué me hace pensar que yo
puedo hacerlo?

He aprendido que cuando planeas vengarte de alguien, estás dejando que esa
persona continúe hiriéndote.

He aprendido que el amor, y no el tiempo, cierra todas las heridas.

He aprendido que la forma más fácil de crecer como persona es rodearme de


gente más capaz que yo.

He aprendido que todos con los que te encuentras se merecen que los recibas
con una sonrisa.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

He aprendido que las mujeres alegran a los hombres, y los hombres alegran a
las mujeres, pero siempre cuando ambos se tratan con cariño.

He aprendido que los buenos amigos y amigas se preocupan de saber qué me


agrada y además conocen mi fecha de nacimiento.

He aprendido que entregar amor a todos es mi mejor arma, y deseo


compartirla.

He aprendido que cuando dos se quieren, además son amigos.

Hoy he aprendido que reír me hace bien, y ser alegre es contagioso.

Hoy he aprendido que querer es hermoso, y amar es divino.

Hoy he aprendido que dos pueden ser uno.

Hoy he aprendido que ser positivo es usar mi inteligencia.

Hoy he aprendido que todos tienen capacidad de amar, pero algunos aún no lo
saben.

Hoy he aprendido que volar es hermoso, y que se puede hacer sentado.

Hoy he aprendido que sentir tiene varias escalas, y algunos no sabemos subir
algunos peldaños.

Hoy he aprendido el uso de los colores y qué me pongo cada día.

Hoy he aprendido que siendo humilde, soy más grande y poderoso.

Hoy he aprendido que dar es mi regocijo.

Hoy he aprendido que los sentidos se desarrollan, y también se atrofian.

Hoy he aprendido que la vida es corta y hermosa, y que deseo compartirlo


contigo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Vales muchísimo
Anónimo

¿No crees que sería bueno hacer un inventario de los bienes que has recibido,
y así vivir con mayor alegría y optimismo?

¿Por qué llorar mientras voy andando, si otros ríen y no tiene pies?

¿Por qué vivir pensando en el 10% de las cosas que nos hacen sufrir, y no
recordar el 90% de las cosas que nos suceden bien?

En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente y


obrando todas en tu favor y en perfecta armonía.

En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente a


tu favor, que si las quisieras reemplazar por el ordenador más perfecto del
mundo, ese ordenador ocuparía el espacio de un edificio de setenta pisos de
alto.

Tienes un corazón que es un prodigio de la naturaleza. Bombea unos 36


millones de latidos al año, estés dormido o despierto, impulsando la sangre a
través de 100 mil kilómetros de venas y arterias, que llevan más de 2 millones
de litros de sangre al año.

Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de
alvéolos purifican el aire que recibe y libran a tu cuerpo de desperdicios
dañinos.

En tus ojos, Dios ha depositado 100 millones de receptores que te permiten


gozar de la magia de los colores, de la luz, de la simpatía de las personas y de
la majestad de la naturaleza.

Eres una persona humana, y el ser humano es el único animal que puede
hablar, para calmar al airado, animar al abatido, estimular al cobarde y decir...
te amo.

En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento, con el
reír de los niños, con la suave música de las orquestas, con el trepidar de las
aguas espumeantes y al escuchar las palabras amables de las personas que
estimas.

Te puedes mover, no eres un árbol amarrado a una pequeña porción de tierra.


Puedes pasear, correr, bailar y hacer deporte. Para ello tienes 500 músculos,
200 huesos y 7000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte a donde
quieras.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas 4 litros, pero allí hay 22


millones de células sanguíneas, y en cada célula hay muchas moléculas, y en
cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por
segundo.

Cada día mueren 2 millones de tus células y son reemplazadas por 2 millones
más, en una resurrección que ha continuado desde el día que naciste.

En tu cerebro hay 4 millones de estructuras sensibles al dolor, 500 mil


detectores táctiles, y 200 mil detectores de temperatura.

Ahora pregúntate: ¿Crees que no vale la pena tu vida?

Lo triste es que dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y
casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer lo muchísimo bueno que
poseemos.

No sólo con respecto a tu cuerpo. Aplícalo también a los dones que posees, la
familia que te ha tocado, las amistades de las cuales eres dichoso en poseer,
las comodidades que disfrutas y hasta las oportunidades que se te han
presentado. No veas sólo lo que te hace falta. Agradece lo que ya tienes.

Haz cuentas de tus bienes, y de tus alegrías también. No pierdas el tiempo


haciendo cuentas de tus males.

Colecciona pensamientos alegres y optimistas, y no se te olvide alejar de tu


mente esos cuervos asquerosos llamados “pensamientos pesimistas” y
“recuerdos tristes”.

¿Y sabes por qué?

Porque vales muchísimo.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Suma de talentos
Anónimo

Si la nota dijera: “Una sóla nota no hace música”, no habría sinfonía.

Si la gota dijera: “Una sóla gota no puede formar el mar”, no habría océano.

Si la piedra dijera: “Una sóla piedra no puede formar una pared”, no habría
casa.

Si la palabra dijera: “Una sóla palabra no puede hacer una página”, no habría
libro.

Si el ser humano dijera: “Un sólo gesto de amor no puede salvar a la


humanidad”, no habría justicia, ni paz, ni dignidad, ni felicidad en el mundo.

Como la sinfonía necesita cada nota.


Como el libro necesita cada palabra.
Como la casa necesita cada piedra.
Como el océano necesita cada gota.
La humanidad te necesita, pues donde estés, eres único e insustituible.

Todos somos necesarios.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Suficiente
Anónimo

Hace poco, cuando estaba en el aeropuerto, escuché por casualidad a una


madre y a una hija que se estaban despidiendo.

Cuando anunciaron el vuelo, ellas se abrazaron y la madre dijo a su hija:

- Te quiero, y te deseo lo suficiente.

La hija respondió:

- Madre. Nuestra vida juntas has sido más que suficiente. Tu amor es todo lo
que he necesitado. También te deseo lo suficiente.

Por último, se dieron un beso y la hija partió.

La madre se quedó mirando cómo su hija se alejaba, hasta que no puedo ya


verla. Acto seguido se acercó a donde yo estaba sentado, y noté que ella
necesitaba llorar. Traté de ser discreto y no mirarla directamente. Pero ella se
dirigió a mí y me preguntó:

- Perdone, ¿alguna vez se ha despedido de alguien sabiendo que era para


siempre?
- Sí, lo he hecho – respondí – Y disculpe mi indiscrección si le pregunto si esta
despedida ha sido para siempre.
- No es una indiscrección – respondió ella entre lágrimas – Yo ya soy muy
vieja, y mi hija vive muy lejos de aquí. En realidad, su próximo viaje será para
asistir a mi funeral.
- Perdone si le confieso que sin querer le escuché decir a su hija: “te deseo lo
suficiente”. ¿A qué se refería?

La madre me observó con la mirada cándida de una niña, y con una sonrisa
dulce y suave me respondió:

- Ése es un deseo que nos hemos transmitido de generación en generación.


Mis padres solían decirlo.

En ese momento, la madre cerró los ojos intentando recordarlo, y, con una
sonrisa más firme y segura prosiguió:

- Cuando decimos: “te deseo lo suficiente”, es que deseamos que la otra


persona tenga una vida llena sólo de lo suficientemente bueno para vivir.

Hizo una pausa, y a continuación, como si estuviera recitando de memoria, me


dijo:

- Te deseo que tengas suficiente sol para mantener tu espíritu brillante.


- Te deseo suficiente lluvia para que aprecies aún más el sol.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

- Te deseo suficiente felicidad para que tu alma esté viva.


- Te deseo suficiente dolor para que las pequeñas alegrías de la vida parezcan
más grandes.
- Te deseo que tengas suficientes ganancias que satisfazgan tus necesidades.
- Te deseo que tengas suficientes pérdidas para que aprecies todo lo que
posees.
- Te deseo que tengas suficientes bienvenidas para que logres soportar las
despedidas.

Llegado a este momento, la madre rompió a llorar nuevamente y se marchó.

Se dice que se toma un minuto en encontrar a una persona especial, una hora
en apreciarla, un día para amarla, pero una vida para olvidarla.

TE DESEO LO SUFICIENTE
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Ser fuerte
Anónimo

Ser fuerte es amar a alguien en silencio.


Ser fuerte es irradiar felicidad cuando se es infeliz.
Ser fuerte es intentar perdonar a alguien que no merece perdón.
Ser fuerte es esperar cuando no se cree en el regreso.
Ser fuerte es mantenerse en calma en los momentos de desesperación.
Ser fuerte es demostrar alegría cuando no se siente.
Ser fuerte es sonreír cuando se desea llorar.
Ser fuerte es hacer a alguien feliz cuando se tiene el corazón en pedazos.
Ser fuerte es callar cuando lo ideal sería gritar a todos tu angustia.
Ser fuerte es consolar cuando se necesita de consuelo.
Ser fuerte es tener fe aunque no se crea.

Por eso mismo, en la dura realidad, por más difícil que la vida pueda parecer:
ama y sé fuerte.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Entrevista a Rita Levi-Montalcini

Rita Levi-Montalcini nació en 1909, es neuróloga y premio Nobel en Medicina. Con sus
casi 100 años, tiene el vigor de una jovencita. Esta entrevista nos revela el “secreto”
de su eterna juventud (con su permiso).

− ¿Cómo celebrará sus 100 años?


− Ah, no sé si viviré. Y además, no me placen las celebraciones.¡Lo que me
interesa y me da placer es lo que hago cada día!
− ¿Y qué hace?
− Trabajo para becar a niñas africanas para que estudien y prosperen ellas y
sus países. Y sigo investigando, sigo pensando...
− No se jubila
− ¡Jamás! ¡La jubilación está destruyendo cerebros! Mucha gente se jubila, y
se abandona... Y eso mata su cerebro. Y enferma.
− ¿Y cómo anda su cerebro?
− ¡Igual que a mis 20 años! No noto diferencia en ilusiones ni en capacidad.
Mañana vuelo a un congreso médico...
− Pero algún límite genético habrá...
− No. Mi cerebro pronto tendrá un siglo... pero no conoce la senilidad. El
cuerpo se me arruga. Es inevitable. ¡Pero no el cerebro!
− ¿Cómo lo hace?
− Gozamos de gran plasticidad neuronal: aunque mueran neuronas, las
restantes se reorganizan para mantener las mismas funciones. Pero para
ello, se necesita estimularlas.
− Ayúdeme a hacerlo.
− Mantén tu cerebro ilusionado, activo, házlo funcionar, y nunca se
degenerará.
− ¿Y viviré más años?
− Vivirá mejor los años que viva, que eso es lo interesante. La clave es
mantener curiosidades, empeños, tener pasiones...
− La suya fue la investigación científica...
− Sí, y sigue siéndolo.
− Descubrió cómo crecen y se renuevan las células del sistema nervioso...
− Sí, en 1942: lo llamé nerve growth factor (NGF, factor de crecimiento
nervioso), y durante casi medio siglo estuvo en entredicho... ¡hasta que se
reconoció su validez y en 1986 me dieron por ello el premio Nobel!
− ¿Cómo fue que una chica italiana de los años veinte se convirtió en
neurocientífica?
− Desde niña tuve el empeño de estudiar. Mi padre quería casarme bien, que
fuese una buena esposa, una buena madre... Y yo me negué. Me planté y
le confesé que quería estudiar...
− Qué disgusto para papá, ¿no?
− Sí. Pero es que yo no tenía una infancia feliz. Me sentía el patito feo, tonta y
poca cosa. Mis hermanos mayores eran muy brillantes, y yo me sentía tan
inferior...
− Veo que eso se convirtió en un estímulo...
− Me estimuló también el ejemplo del médico Albert Schwetizer, que estaba
en África para paliar la lepra. Deseé ayudar a los que sufren. ¡Ése era mi
El rincón de la felicidad 4: La consecución

gran sueño!
− Y lo ha hecho..., con su ciencia.
− Y, hoy, ayudando a niñas de África para que estudien. Luchemos contra la
enfermedad, sí, ¡pero todo mejorará si acaba la opresión de la mujer en los
países islamistas!
− La religión, ¿frena el desarrollo cognitivo? (del conocimiento)
− Si la religión margina a la mujer frente al hombre, la aparta del desarrollo
cognitivo.
− ¿Existen diferencias entre el cerebro del hombre y de la mujer?
− Sólo en las funciones cerebrales relacionadas con las emociones,
vinculadas con el sistema endocrino. Pero en cuanto a las funciones
cognitivas, no hay diferencia alguna.
− ¿Por qué todavía hay pocas científicas?
− ¡No es así! ¡Muchas hallazgos científicos atribuidos a hombres los hicieron
en realidad sus hermanas, esposas e hijas!
− ¿De veras?
− No se admitía la inteligencia femenina, y la dejaban en la sombra. Hoy,
felizmente, hay más mujeres que hombres en la investigación científica: ¡las
herederas de Hipatia!
− La sabia alejandrina del siglo IV...
− Ya no acabaremos asesinadas en la calle por monjes cristianos misóginos,
como ella. Desde luego, el mundo ha mejorado algo...
− Nadie ha intentado asesinarla a usted...
− Durante el fascismo, Mussolini quiso imitar a Hitler en la persecución de
judíos..., y tuve que ocultarme por un tiempo. Pero no dejé de investigar:
monté mi laboratorio en mi dormitorio... ¡y descubrí la apoptosis, que es la
muerte programada de las células!
− ¿Por qué hay tan alto porcentaje de judíos entre científicos e intelectuales?
− La exclusión fomentó entre los judíos los trabajos intelectivos: pueden
prohibírtelo todo, ¡pero no lo que pienses! Y es cierto que hay muchos
judíos entre los premios Nobel...
− ¿Cómo explica usted la locura nazi?
− Hitler y Mussolini supieron hablar a las masas, en las que siempre
predomina el cerebro emocional sobre el neocortical, el intelectual.
¡Manejaron emociones, no razones!
− ¿Sucede eso ahora?
− ¿Por qué cree que muchas escuelas de Estados Unidos se enseña el
creacionismo en vez del evolucionismo?
− ¿La ideología es emoción, es sinrazón?
− La razón es hija de la imperfección. En los invertebrados todo está
programado: son perfectos. ¡Nosotros, no!. Y, al ser imperfectos, hemos
recurrido a la razón, a los valores éticos: ¡discernir entre el bien y el mal es
el más alto grado de la evolución darwiniana!
− ¿Nunca se ha casado? ¿No ha tenido hijos?
− No. Entré en la jungla del sistema nervioso, y quedé tan fascinada por su
belleza que decidí dedicarle todo mi tiempo, mi vida.
− ¿Lograremos algún día curar el alzheimer, el parkinson, la demencia
senil...?
− Curar... lo que lograremos será frenar, retrasar, minimizar todas esas
enfermedades.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

− ¿Cuál es hoy su gran sueño?


− Que un día logremos utilizar al máximo la capacidad cognitiva de nuestros
cerebros.
− ¿Cuándo dejo de sentirse patito feo?
− ¡Aún sigo consciente de mis limitaciones!
− ¿Qué ha sido lo mejor de su vida?
− Ayudar a los demás.
− ¿Qué haría hoy si tuviese 20 años?
− ¡Pero si estoy haciéndolo!
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Recomenzar
Anónimo

Perdí un juguete que me acompañó en mi infancia... pero gané el recuerdo del


amor de quien me hizo ese regalo.

Perdí mis privilegios y fantasías de niño... pero gané la oportunidad de crecer y


vivir libremente.

Perdí a mucha gente que quise y que amo todavía... pero gané el cariño y el
ejemplo de sus vidas.

Perdí momentos únicos de la vida porque lloraba en vez de sonreír... pero


descubrí que es sembrando amor como se cosecha amor.

Yo perdí muchas veces y muchas cosas en mi vida. Pero junto a ese “perder”
hoy intento el valor de “ganar”. Porque siempre es posible luchar por lo que
amamos, y porque siempre hay tiempo para empezar de nuevo.

No importa en qué momento de la vida te cansaste. Lo que importa es que


siempre es posible y necesario recomenzar. Recomenzar es darse una nueva
oportunidad, es renovar las esperanzas en la vida y, lo más importante, creer
en ti mismo.

¿Sufriste mucho en este período? Fue aprendizaje.


¿Lloraste mucho? Fue limpieza en el alma.
¿Sentiste rencor? Fue para poder perdonar.
¿Estuviste solitario en algunos momentos? Fue porque cerraste la puerta.
¿Creíste que todo se había perdido? Fue simplemente el inicio de tu mejora.
¿Te sientes solitario? Mira alrededor, y encontrarás a mucha gente esperando
tu sonrisa para acercarse más a ti.

Recomenzar. Hoy es un día excelente para comenzar con un nuevo proyecto


de vida. ¿Dónde quieres llegar? Mira alto, sueña alto, anhela lo mejor de lo
mejor, anhela todo lo bueno, pues la vida nos trae lo que anhelamos.

Si pensamos pequeño, lo pequeño nos vendrá. Si pensamos en lo mejor, en lo


positivo y luchamos por alcanzarlo, lo mejor va a venir a nuestra vida.

Hoy es el día de la gran limpieza mental. Tira todo lo que te encadena al


pasado y que te hace daño. Arroja todo a la basura, limpia tu corazón, haz que
esté listo para una nueva vida y para un nuevo amor si te encuentras sólo.
Somos apasionados, somos capaces de amar muchas veces. Somos la
manifestación del amor.

La vida te llama. Te invita a una nueva aventura, a un nuevo viaje, a un nuevo


desafío. Propónte en este día a ti mismo que harás todo lo posible para
alcanzar tus objetivos. Confía en la vida. Confía en ti.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Las cascadas

Si retiramos las piedras del camino del agua, las cascadas perderían su
canción.

Son los obstáculos los que hacen que nuestras aguas prosigan. Ninguna roca,
por muy dura o resistente que sea, es capaz de detener el agua. Ésta tiene la
sabiduría para contornerarla y proseguir adelante, con la fuerza de la suavidad.

Nada es más suave, y al mismo tiempo tan fuerte, como el agua. Fluye firme y
lentamente, con la sabiduría de tener el mismo destino que el hombre: seguir
adelante.

Así es también nuestra vida. Los obstáculos existen para hacernos caminar
cada vez más firmes, más determinados, totalmente entregados, confiados en
la existencia.

Cuando el sufrimiento toque a tu puerta, no te lamentes ni te inquietes. Sé


apenas un testigo de tu dolor. Siéntete privilegiado porque después de las
batallas resurge el alma.

Frente a cualquier problema que te parezca sin solución, asume una actitud
inteligente: respira.

Cuanto menos una persona parezca merecer tu amor, es quizá cuando más lo
necesita. Perdona cuantas veces sea necesario. Libera tu corazón de
resentimientos. Ábrete a nuevas emociones.

Sé flexible como las flores, y como las mariposas, cuando se enfrentan al fuerte
viento. Siente los perfumes. Extiende tu mano y ofrece tu comprensión o tu
amor. Vinimos a este mundo solamente para aprender a amar.

Ama. Poco... Mucho... Lo importante es amar siempre. Sólo el amor posee el


milagro de multiplicarse cuando es dividido.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

No esperes
Anónimo

No esperes una sonrisa para ser gentil.


No esperes ser amado para amar.
No esperes estar sólo para reconocer el inmenso valor de un amigo.
No esperes el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están
hoy en tu vida.
No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar.
No esperes la nostalgia del otoño para recordar un consejo.
No esperes la enfermedad para reconocer lo frágil que es la vida.
No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte.
No esperes el dolor para pedir perdón.
No esperes la separación para buscar la reconciliación.
No esperes elogios para creer en ti mismo.
No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que te mueres de
ganas de un abrazo, de una caricia, de un beso...

No podemos esperar. El momento es hoy. Hoy significa ahora, este nuevo día
que comienza.

No esperes el día de tu muerte, si aún no has amado la vida.


No vivamos esperando de los demás. Empecemos a ser protagonistas.
Es nuestra vida, es nuestro presente, aquí y ahora.
Debemos aprender a amar, a dar desinteresadamente, a sentir, a perdonar, a
darle valor a nuestras pequeñas cosas, a nuestros amigos, a nuestro trabajo, a
nuestra vida de todos los días.
Si vivimos esperando en esa espera, se nos va la vida.
No esperemos de los demás. Nunca sabremos qué nos darán, qué
recibiremos.
Muchas personas viven esperando, y en esa espera se olvidan que aquellos
que dan sin esperar son los que reciben a manos llenas.

Todo lo que damos es un boomerang, que regresa a nosotros. Si queremos


recibir, aprendamos primero a dar. Tal vez nos quedemos con las manos
vacías, pero nuestro corazón estará lleno de amor. Y quienes aman en la vida
tienen el sello de ese sentimiento en un lugar de su corazón.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Nadie
Anónimo

Nadie alcanza la meta con un sólo intento, ni perfecciona la vida con una sóla
rectificación, ni alcanza altura con un sólo vuelo.

Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.

Nadie recoge cosechas sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y
abonar mucha tierra.

Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el


barco sin temerle a la tempestad, ni llega al puerto sin remar muchas veces.

Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus
espinas.

Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin renunciar
a sí mismo.

Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar.

Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.

Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un
imposible.

Nadie reconoce la oportunidad hasta que ésta pasa y la deja ir.

Nadie debe vivir sin cambiar, ver cosas nuevas, experimentar otras
sensaciones y tener la capacidad de corregir sus errores.

Nadie tiene el derecho de consumir el amor o la amistad de las personas, si


uno mismo no la produce.

Nadie puede intercambiar un apretón de manos con el puño cerrado.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Mi otra mujer
Anónimo

Mi esposa me recomendó salir con otra mujer.

- Tú sabes que la amas. – me dijo un día, tomándome por sorpresa – La vida


es muy corta. Dedícale tiempo.
- Pero yo te amo a tí – protesté.
- Lo sé. Pero también la amas a ella.

La otra mujer a quien mi esposa se refería era mi madre, viuda desde hace
años. Por exigencias de mi trabajo y mis hijos, sólo podía visitarla
ocasionalmente.

Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine.

- ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? - preguntó.

Mi madre es una mujer que una llamada tarde en la noche, o una invitación
sorpresiva es indicio de malas noticias.

- Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo. – le respondí – Los dos
sólos. ¿Qué opinas?

Reflexionó sobre ello un momento y me respondió:

- Me gustaría muchísimo.

Ese viernes, mientras conducía para recogerla después de mi trabajo, me


encontraba muy nervioso. Era el nerviosismo que antecede a una cita.

Cuando llegué a su casa, observé que ella estaba muy emocionada. Me


esperaba en la puerta con su viejo abrigo, el vestido con el que celebró su
último aniversario de bodas y con su pelo rizado. Su rostro sonreía. Irradiaba
luz, como un ángel.

- Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo. - me dijo mientras subía al
automóvil – Se mostrar muy emocionadas. No podrán esperar a mañana para
escuchar acerca de esta velada.

Fuimos a un restaurante, no muy elegante pero sí muy acogedor. Mi madre se


aferró a mi brazo hasta que nos sentamos. Le leí el menú, mientras sus ojos
sólo parecían ver grandes figuras.

En la mitad de la comida, mi madre, sentada al otro lado de la mesa, sólo me


miraba con una sonrisa nostálgica.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

- Era yo quien te leía el menú cuando eras pequeño – me dijo - ¿Lo recuerdas?
- Sí – respondí – Por ello, es hora de que te relajes y me dejes devolverte el
favor.

Durante la cena estuvimos conversando. No fue nada extraordinario, tan sólo


ponernos al día el uno y el otro. Pero hablamos tanto que se nos pasó la hora
del cine.

Al final de la velada, dejé a mi madre en su casa.

- Saldré contigo otra vez con la condición de que me dejes invitarte – me dijo,
con la sonrisa picaresca de una adolescente.
- Como quieras – respondí, dándole un beso y un abrazo.

Al llegar a casa, mi mujer estaba esperándome.

- ¿Qué tal la cita? - preguntó.


- Muy bien, - respondí – mucho mejor de lo que imaginé.

Unos días mas tarde mi madre murió de un infarto. Fue todo muy rápido e
inesperado.

Al poco tiempo, recibí un sobre del restaurante donde habíamos cenado mi


madre y yo. Tenía una nota de mi madre:

“La cena está pagada por anticipado. Estaba casi segura de que no podría
estar allí, pero de todas maneras pagué una cena para dos: para ti y para tu
esposa. Jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. Te
amo”

En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo “te amo”, y de


darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen. Nada en la vida
será más importante que tu familia, y hay que darle tiempo, porque la familia no
puede esperar.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El café
Anónimo

Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se


juntó para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla devino en quejas
acerca del interminable 'stress' que les producía el trabajo y la vida en general.

El profesor les ofreció café. Fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera
grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: de porcelana, plástico,
vidrio, cristal... unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras
realmente exquisitas...

Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café
recién preparado. Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la
garganta y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo:

- Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se
terminaron primero y quedaron pocas de las más sencillas y baratas; lo que es
natural, ya que cada quien prefiere lo mejor para sí mismo. Ésa es realmente la
causa de muchos de sus problemas relativos al 'stress'.

Hizo una pausa para que asimilaran sus palabras. Después prosiguió:

- Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café. En verdad la taza


solamente disfraza o reviste lo que bebemos. Lo que ustedes querían era el
café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores. Después se
pusieron a mirar las tazas de los demás.

Hizo otra pausa, y con una sonrisa les dijo:

- Ahora piensen en esto: La vida es el café. Los trabajos, el dinero, la posición


social, etc. son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida y el tipo de
taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que
llevemos. A menudo, por concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el
café. ¡Disfruten su café! La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo
sino la que hace lo mejor con lo que tiene.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El libro de la vida
Anónimo

Tu vida es como un libro. El título que lleva es tu nombre. El prefacio es tu


introducción al mundo. Las páginas son las crónicas diarias de tus esfuerzos.
El asunto principal de tu libro puede ser la profesión, el negocio, el amor, la
ciencia, la literatura o la religión.

Día a día tus pensamientos y tus actos se inscriben en él, como evidencia de tu
éxito o de tu fracaso.

Lo que anotes en cada una de las páginas es de vital importancia, y queda


escrito por siempre.

Un día habrá que escribir en ese libro la palabra “fin”. Haz que entonces que tu
libro sea un modelo de nobles propósitos y de servicio generoso al mundo.

Sé valiente, esfuérzate, da lo mejor de ti mismo, y aparecerá escrito en lo mejor


de tu vida.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Madurez
Anónimo

Madurez es la habilidad de controlar y equilibrar pensamiento, voluntad y


sentimientos.

Madurez es paciencia. Es el saber posponer el placer inmediato en favor de un


beneficio de largo plazo.

Madurez es perseverancia. Es la habilidad para cumplir las metas y sacar


adelante un proyecto o una situación a pesar de las dificultades.

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla. Los inmaduros


pasan su vida explotando posibilidades para al fin no hacer nada.

Madurez es la capacidad de encarar disgustos y frustraciones, incomodidades


y derrotas, sin queja ni abatimiento.

Madurez es humildad. Es ser suficientemente grande para decir “me


equivoqué” y, cuando esté en lo correcto, la persona madura no necesita
experimentar la satisfacción de decir “te lo dije”.

Madurez significa confiabilidad. Mantener la palabra, superar las crisis. Los


inmaduros son maestros de la excusa; son los confusos y desorganizados. Sus
vidas son una confusión de promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin
terminar y buenas intenciones que nunca se convierten en realidad.

Madurez es el arte de vivir en paz y armonía con las personas y las cosas que
nos rodean.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La felicidad
Anónimo

La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor, sino de lo que


pasa dentro de nosotros mismos.

La felicidad se mide por el espíritu con el cual nos enfrentamos a los problemas
de la vida.

La felicidad... ¡es un asunto de valentía!. Resulta tan fácil sentirse deprimido y


desesperado...

La felicidad... ¡es un estado de ánimo!. No somos felices en tanto no


decidamos serlo.

La felicidad... ¡no consiste en hacer siempre lo que queramos!; pero sí en


querer todo lo que hagamos.

La felicidad nace de poner nuestro corazón en el trabajo... y hacerlo con alegría


y con entusiasmo.

La felicidad no tiene recetas... cada quien la cocina con la sazón de su propia


meditación.

La felicidad... no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la


vida.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El águila dorada
Anónimo

Hubo una vez un indio guerrero que encontró un huevo de águila en la cima de
una montaña, y lo puso junto con los huevos que iban a ser empollados por
una gallina. Cuando el momento llegó, los pollitos salieron del cascarón, y la
pequeña águila también.

Después de un tiempo, aprendió a cacarear como las gallinas, a escarbar la


tierra, a buscar lombrices, limitándose a subir a las ramas más bajas de los
árboles, exactamente como todas las gallinas. Y su vida transcurría en la
convicción de que era una gallina.

Un día, ya vieja, el águila terminó mirando al cielo y tuvo una visión magnífica.
Allá, en el azul claro, un pájaro majestuoso volaba en el cielo abierto, como si
no necesitase hacer el mínimo esfuerzo. El águila vieja quedó impresionada.
Se volvió hacia la gallina más próxima y le dijo:

- ¿Qué pájaro es aquél?.

La gallina miró hacia arriba y respondió:

- Es el águila dorada, reina de los cielos. Pero no pienses en ella. Tú y yo


somos de aquí abajo.

Y el águila no miró nunca más hacia arriba y murió con la convicción de que
era una gallina. Como tal, todo el mundo la trataba; de esa manera creció, vivió
y murió.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Discurso de Steve Jobs

Memorable discurso de apertura del curso 2005 en la Universidad de Stanford. Este


material lo he incluido por sus lecciones magistrales sobre la vida, vividas por él
mismo, y por la gran difusión que ha tenido YouTube y en multitud de foros, blogs,
medios, etc.

Steve Jobs es el presidente y fundador de Apple.

Gracias

Tengo el honor de estar hoy aquí con vosotros en vuestro comienzo en una de
las mejores universidades del mundo. La verdad sea dicha, yo nunca me
gradué.

A decir verdad, esto es lo más cerca que jamás he estado de una graduación
universitaria.

Hoy os quiero contar tres historias de mi vida. Nada especial. Sólo tres
historias.

La primera historia versa sobre "conectar los puntos".

Dejé la Universidad de Reed tras los seis primeros meses, pero después seguí
vagando por allí otros 18 meses, más o menos, antes de dejarlo del todo.
Entonces, ¿por qué lo dejé?

Comenzó antes de que yo naciera.

Mi madre biológica era una estudiante joven y soltera, y decidió darme en


adopción. Ella tenía muy claro que quienes me adoptaran tendrían que ser
titulados universitarios, de modo que todo se preparó para que fuese adoptado
al nacer por un abogado y su mujer.

Solo que cuando yo nací decidieron en el último momento que lo que de verdad
querían era una niña.

Así que mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada a
medianoche preguntando:

“Tenemos un niño no esperado; ¿lo queréis?”


“Por supuesto”, dijeron ellos.

Mi madre biológica se enteró de que mi madre no tenía titulación universitaria,


y que mi padre ni siquiera había terminado el bachillerato, así que se negó a
firmar los documentos de adopción. Sólo cedió, meses más tarde, cuando mis
padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Y 17 años más tarde fui a la universidad. Pero de forma descuidada elegí una
universidad que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis
padres, de clase trabajadora, los estaba gastando en mi matrícula.

Después de seis meses, no le veía propósito alguno. No tenía idea de qué


quería hacer con mi vida, y menos aún de cómo la universidad me iba a ayudar
a averiguarlo.

Y me estaba gastando todos los ahorros que mis padres habían conseguido a
lo largo de su vida. Así que decidí dejarlo, y confiar en que las cosas saldrían
bien.

En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva fue una de las mejores


decisiones que nunca haya tomado.

En el momento en que lo dejé, ya no fui más a las clases obligatorias que no


me interesaban y comencé a meterme en las que parecían interesantes. No era
idílico. No tenía dormitorio, así que dormía en el suelo de las habitaciones de
mis amigos, devolvía botellas de Coca Cola por los 5 céntimos del envase para
conseguir dinero para comer, y caminaba más de 10 Km los domingos por la
noche para comer bien una vez por semana en el templo de los Hare Krishna.

Me encantaba.

Y muchas cosas con las que me fui topando al seguir mi curiosidad e intuición
resultaron no tener precio más adelante.

Os daré un ejemplo.

En aquella época la Universidad de Reed ofrecía la que quizá fuese la mejor


formación en caligrafía del país. En todas partes del campus, todos los póster,
todas las etiquetas de todos los cajones, estaban bellamente caligrafiadas a
mano.

Como ya no estaba matriculado y no tenía clases obligatorias, decidí atender al


curso de caligrafía para aprender cómo se hacía.

Aprendí cosas sobre el serif y tipografías sans serif, sobre los espacios
variables entre letras, sobre qué hace realmente grande a una gran tipografía.

Era sutilmente bello, histórica y artísticamente, de una forma que la ciencia no


puede capturar, y lo encontré fascinante. Nada de esto tenía ni la más mínima
esperanza de aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando
estábamos diseñando el primer ordenador Macintosh, todo eso volvió a mí.

Y diseñamos el Mac con eso en su esencia. Fue el primer ordenador con


tipografías bellas. Si nunca me hubiera dejado caer por aquél curso concreto
en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías, ni
caracteres con espaciado proporcional. Y como Windows no hizo más que
copiar el Mac, es probable que ningún ordenador personal los tuviera ahora. Si
El rincón de la felicidad 4: La consecución

nunca hubiera decidido dejarlo, no habría entrado en esa clase de caligrafía y


los ordenadores personales no tendrían la maravillosa tipografía que poseen.

Por supuesto, era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando
estaba en clase, pero fue muy, muy claro al mirar atrás diez años más tarde.

Lo diré otra vez: no puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes
hacerlo hacia atrás. Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán
alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la
vida, el karma, lo que sea.

Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado, y ha marcado la diferencia en


mi vida.

Mi segunda historia es sobre el amor y la pérdida.

Tuve suerte — supe pronto en mi vida qué era lo que más deseaba hacer. Woz
y yo creamos Apple en la cochera de mis padres cuando tenía 20 años.
Trabajamos mucho, y en diez años Apple creció de ser sólo nosotros dos a ser
una compañía valorada en 2 mil millones de dólares y 4.000 empleados.

Hacía justo un año que habíamos lanzado nuestra mejor creación — el


Macintosh — un año antes, y hacía poco que había cumplido los 30.

Y me despidieron.

¿Cómo te pueden echar de la empresa que tú has creado?

Bueno, mientras Apple crecía contratamos a alguien que yo creía muy


capacitado para llevar la compañía junto a mí, y durante el primer año, más o
menos, las cosas fueron bien. Pero luego nuestra perspectiva del futuro
comenzó a ser distinta y finalmente nos apartamos completamente. Cuando
eso pasó, nuestra Junta Directiva se puso de su parte.

Así que a los 30 estaba fuera. Y de forma muy notoria.

Lo que había sido el centro de toda mi vida adulta se había ido y fue
devastador.

Realmente no supe qué hacer durante algunos meses. Sentía que había dado
de lado a la anterior generación de emprendedores, que había soltado el
testigo en el momento en que me lo pasaban. Me reuní con David Packard [de
HP] y Bob Noyce [Intel], e intenté disculparme por haberlo fastidiado tanto. Fue
un fracaso muy notorio, e incluso pensé en huir del valle [Silicon Valley].

Pero algo comenzó a abrirse paso en mí — aún amaba lo que hacía. El


resultado de los acontecimientos en Apple no había cambiado eso ni un ápice.
Había sido rechazado, pero aún estaba enamorado. Así que decidí comenzar
de nuevo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

No lo vi así entonces, pero resultó ser que el que me echaran de Apple fue lo
mejor que jamás me pudo haber pasado.

Había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un


principiante, menos seguro de las cosas. Me liberó para entrar en uno de los
periodos más creativos de mi vida. Durante los siguientes cinco años, creé una
empresa llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una mujer
asombrosa que se convertiría después en mi esposa.

Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por ordenador, Toy Story, y
es ahora el estudio de animación más exitoso del mundo. En un notable giro de
los acontecimientos, Apple compró NeXT, yo regresé a Apple y la tecnología
que desarrollamos en NeXT es el corazón del actual renacimiento de Apple. Y
Laurene y yo tenemos una maravillosa familia.

Estoy bastante seguro de que nada de esto habría ocurrido si no me hubieran


echado de Apple. Creo que fue una medicina horrible, pero supongo que el
paciente la necesitaba. A veces, la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No
perdáis la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantuvo en
marcha fue mi amor por lo que hacía. Tenéis que encontrar qué es lo que
amáis. Y esto vale tanto para vuestro trabajo como para vuestros amantes.

El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida, y la única forma de estar


realmente satisfecho es hacer lo que consideréis un trabajo genial. Y la única
forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis. Si aún no lo habéis
encontrado, seguid buscando.

No os conforméis.

Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis
encontrado. Y como en todas las relaciones geniales, las cosas mejoran y
mejoran según pasan los años. Así que seguid buscando hasta que lo
encontréis.

No os conforméis.

Mi tercera historia es sobre la muerte.

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día
como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde entonces,
durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he
preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a
hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos,
sabía que necesitaba cambiar algo.

Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya
encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo


al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es
verdaderamente importante.

Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de
pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no
seguir tu corazón.

Hace casi un año me diagnosticaron cáncer.

Me hicieron un chequeo a las 7:30 de la mañana, y mostraba claramente un


tumor en el páncreas. Ni siquiera sabía qué era el páncreas. Los médicos me
dijeron que era prácticamente seguro un tipo de cáncer incurable y que mi
esperanza de vida sería de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó que me
fuese a casa y dejara zanjados mis asuntos, forma médica de decir: prepárate
a morir.

Significa intentar decirle a tus hijos en unos pocos meses lo que ibas a decirles
en diez años. Significa asegurarte de que todo queda atado y bien atado, para
que sea tan fácil como sea posible para tu familia. Significa decir adiós.

Viví todo un día con ese diagnóstico.

Luego, a última hora de la tarde, me hicieron una biopsia, metiéndome un


endoscopio por la garganta, a través del estómago y el duodeno, pincharon el
páncreas con una aguja para obtener algunas células del tumor. Yo estaba
sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vio las células al
microscopio el médico comenzó a llorar porque resultó ser una forma muy rara
de cáncer pancreático que se puede curar con cirugía.

Me operaron, y ahora estoy bien. Esto es lo más cerca que he estado de la


muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas
décadas más. Habiendo vivido esto, ahora os puedo decir esto con más
certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual:
Nadie quiere morir.

Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin
embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado
de ella. Y así tiene que ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento
de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a
lo nuevo.

Ahora mismo lo nuevo sois vosotros, pero dentro de no demasiado tiempo, de


forma gradual, os iréis convirtiendo en lo viejo, y seréis apartados. Siento ser
tan dramático, pero es bastante cierto. Vuestro tiempo es limitado, así que no lo
gastéis viviendo la vida de otro.

No os dejéis atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del
pensamiento de otros.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia
voz interior.

Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra


intuición.

De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser.

Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, había una publicación asombrosa llamada The Whole Earth
Catalog [Catálogo de toda la Tierra], una de las biblias de mi generación. La
creó un tipo llamado Stewart Brand no lejos de aquí, en Menlo Park y la trajo a
la vida con su toque poético. Eran los últimos años 60, antes de los
ordenadores personales y la autoedición, así que se hacía con máquinas de
escribir, tijeras, y cámaras Polaroid. Era como Google con tapas de cartulina,
35 años antes de que llegara Google, era idealista, y rebosaba de herramientas
claras y grandes conceptos. Stewart y su equipo sacaron varios números del
The Whole Earth Catalog, y cuando llegó su momento, sacaron un último
número.

Fue a mediados de los 70, y yo tenía vuestra edad.

En la contraportada de su último número había una fotografía de una carretera


por el campo a primera hora de la mañana, la clase de carretera en la que
podrías encontrarte haciendo auto-stop si sois aventureros. Bajo ella estaban
las palabras:

“Sigue hambriento. Sigue alocado”.

Era su último mensaje de despedida. Sigue hambriento. Sigue alocado.

Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando os graduáis para


comenzar de nuevo, os deseo eso a vosotros.

Seguid hambrientos. Seguid alocados.

Muchísimas gracias a todos.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Muere lentamente

Bello poema atribuido a Pablo Neruda, y que incluyo por su profundo mensaje y su
gran difusión en multitud de foros, blogs, medios, etc

Muere lentamente quien no viaja,


quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones destrozados.

Muere lentamente
quien no gira el volante cuando esta infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto
para ir detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera
una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...

¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El juego de vivir
Anónimo

Vivir es empezar cada día un canto nuevo, silbando alegrías o tristezas, pero
siempre con la esperanza de ser feliz

Los afortunados no necesariamente siempre hallan éxitos en su camino... sólo


saben ver lo mejor y lo positivo de lo que se les presenta a cada paso.

El más espléndido futuro va a depender siempre de tu presente.

Vive con alegría y esperanza cada día.

Cuando eres pequeño, lloras, y todo a tu alrededor sonríe.

Vive de tal manera que tú y todos los que están a tu alrededor puedan soreír.

Las puertas de la felicidad se abren y se cierran, pero siempre se vuelven a


abrir. Somos nosotros los que seguimos mirando hacia las puertas cerradas, y
no les demos importancia a las nuevas que nos dan paso.

Siempre en la vida existen momentos en que extrañas tanto a alguien, que


quisieras sacarlo de tus sueños y abrazarlo muy fuerte.

Que cada día al despertar sientas alegría por poder levantarte y seguir.

Que cada día puedas sorprenderte con lo bello y lo positivo que la vida puede
brindarte a cada instante.

Que cada día tengas una razón para vivir y sentirte vivo.

El día que dejes de soñar, o de tener esperanzas en un futuro mejor, entonces


habrás empezado a envejecer y a morir lentamente.

La vida no se cuenta por la cantidad de respiros, pero sí por los momentos que
te han quitado el aliento.
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Fábulas de Samaniego
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La cigarra y la hormiga

Cantando la Cigarra
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del precioso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo, sin centeno.

Habitaba la Hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
la dijo: «Doña Hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste cigarra,
que alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo.»
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La codiciosa hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
«¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana,
¿qué has hecho en el buen tiempo?»
«Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento.»
«¡Hola! ¿conque cantabas
cuando yo andaba al remo?
Pues ahora, que yo como,
baila, pese a tu cuerpo.»

El asno y el cochino

Envidiando la suerte del Cochino,


un Asno maldecía su destino.
"Yo, decía, trabajo y como paja;
él come harina, berza, y no trabaja:
a mí me dan de palos cada día;
a él le rascan y halagan a porfia."
Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo Cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:

"si en esto para el ocio y los regalos,


al trabajo me atengo y a los palos."
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El muchacho y la fortuna

A la orilla de un pozo,
sobre la fresca yerba,
un incauto Mancebo
dormía a pierna suelta.
Gritóle la Fortuna:
«Insensato, despierta;
¿no ves que ahogarte puedes,
a poco que te muevas?
Por ti y otros canallas
a veces me motejan,
los unos de inconstante,
y los otros de adversa.
Reveses de Fortuna
llamáis a las miserias;
¿por qué, si son reveses
de la conducta necia?»

La zorra y el busto

Dijo la Zorra al Busto,


Después de olerlo:
«Tu cabeza es hermosa,
Pero sin seso»

Como éste hay muchos,


Que aunque parecen hombres,
Sólo son bustos.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La codorniz

Presa en estrecho lazo


la Codorniz sencilla,
daba quejas al aire,
ya tarde arrepentida.
«¡Ay de mí miserable
infeliz avecilla,
que antes cantaba libre,
y ya lloro cautiva!
Perdí mi nido amado,
perdí en él mis delicias,
al fin perdilo todo,
pues que perdí la vida.
¿Por qué desgracia tanta?
¿Por qué tanta desdicha?
¡Por un grano de trigo!
¡oh cara golosina!»
El apetito ciego
¡a cuántos precipita,
que por lograr un nada,
un todo sacrifican!

El león vencido por el hombre

Cierto artífice pintó


Una lucha, en que valiente
Un Hombre tan solamente
A un horrible León venció.
Otro león, que el cuadro vio,
Sin preguntar por su autor,
En tono despreciador
Dijo: «Bien se deja ver
Que es pintar como querer,
Y no fue león el pintor.»
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Las moscas

A un panal de rica miel


Dos mil Moscas acudieron,
Que por golosas murieron,
Presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
Enterró su golosina.
Así si bien se examina
Los humanos corazones
Perecen en las prisiones
Del vicio que los domina.

El gorrión y la liebre

Un maldito Gorrión así decía


A una Liebre que una Águila oprimía:
«No eres tú tan ligera,
Que si el perro te sigue en la carrera,
Lo acarician y alaban como al cabo
Acerque sus narices a tu rabo?
Pues empieza a correr, ¿qué te detiene?»
De este modo la insulta, cuando viene
El diestro Gavilán y la arrebata.
El preso chilla, el prendedor lo mata;
Y la Liebre exclamó: «Bien merecido.
¿Quién te mandó insultar al afligido,
Y a más, a más meterte a consejero,
No sabiendo mirar por ti primero?»
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El asno y el caballo

«¡Ah! ¡quién fuese Caballo!


Un Asno melancólico decía;
Entonces sí que nadie me vería
Flaco, triste y fatal como me hallo.
Tal vez un caballero
Me mantendría ocioso y bien comido,
Dándose su merced por muy servido
Con corvetas y saltos de carnero.
Trátanme ahora como vil y bajo;
De risa sirve mi contraria suerte;
Quien me apalea más, más se divierte,
Y menos como cuando más trabajo.
No es posible encontrar sobre la tierra
Infeliz como yo.» Tal se juzgaba,
Cuando al Caballo ve cómo pasaba,
Con su jinete y armas, a la guerra.
Entonces conoció su desatino,
Rióse de corvetas y regalos,
Y dijo: «Que trabaje y lluevan palos,
No me saquen los dioses de Pollino.»

El enfermo y el médico

Un miserable Enfermo se moría,


Y el Médico importuno le decía:
«Usted se muere; yo se lo confieso;
Pero por la alta ciencia que profeso,
Conozco, y le aseguro firmemente,
Que ya estuviera sano,
Si se hubiese acudido más temprano
Con el benigno clister detergente.»
El triste Enfermo, que lo estaba oyendo,
Volvió la espalda al Médico, diciendo:
«Señor Galeno, su consejo alabo.
Al asno muerto la cebada al rabo.»

Todo varón prudente


Aconseja en el tiempo conveniente;
Que es hacer de la ciencia vano alarde
Dar el consejo cuando llega tarde.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El león envejecido

Al miserable estado
De una cercana muerte reducido
Estaba ya postrado
Un viejo León, del tiempo consumido,
Tanto más infeliz y lastimoso,
Cuanto había vivido más dichoso.
Los que cuando valiente
Humildes le rendían vasallaje,
Al verlo decadente,
Acuden a tratarle con ultraje;
Que como la experiencia nos enseña,
De árbol caído todos hacen leña.
Cebados a portea,
Lo sitiaban sangrientos y feroces.
El lobo le mordía,
Tirábale el caballo fuertes coces,
Luego le daba el toro una cornada,
Después el jabalí su dentellada.
Sufrió constantemente
Estos insultos, pero reparando
Que hasta el asno insolente
Iba a ultrajarle, falleció clamando:
«Esto es doble morir; no hay sufrimiento,
Porque muero injuriado de un jumento.»

Si en su mudable vida
Al hombre la fortuna ha derribado
Con mísera caída
Desde donde lo había ella encumbrado
¿Qué ventura en el mundo se promete
Si aun de los viles llega a ser juguete?
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El asno y las ranas

Muy cargado de leña un burro viejo,


Triste armazón de huesos y pellejo,
Pensativo, según lo cabizbajo,
Caminaba llevando con trabajo
Su débil fuerza la pesada carga.
El paso tardo, la carrera larga,
Todo, al fin, contra el mísero se empeña,
El camino, los años y la leña.
Entra en una laguna el desdichado,
Queda profundamente empantanado.
Viéndose de aquel modo
Cubierto de agua y lodo,
Trocando lo sufrido en impaciente,
Contra el destino dijo neciamente
Expresiones ajenas de sus canas;
Mas las vecinas Ranas,
Al oír sus lamentos y quejidos,
Las unas se tapaban los oídos,
Las otras, que prudentes le escuchaban,
Reprendíanle así y aconsejaban:
«Aprenda el mal jumento
A tener sufrimiento;
Que entre las que habitamos la laguna
Ha de encontrar lección muy oportuna.
Por Júpiter estamos condenadas
A vivir sin remedio encenagadas
En agua detenida, lodo espeso,
Y a más de todo eso,
Aquí perpetuamente nos encierra,
Sin esperanza de correr la tierra,
Cruzar el anchuroso mar profundo,
Ni aun saber lo que pasa por el mundo.
Mas llevamos a bien nuestro destino;
Y así nos premia Júpiter divino,
Repartiendo entre todas cada día
La salud, el sustento y alegría.»

Es de suma importancia
Tener en los trabajos tolerancia;
Pues la impaciencia en la contraria suerte
Es un mal más amargo que la muerte.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El asno y el perro

Un Perro y un Borrico caminaban,


Sirviendo a un mismo dueño;
Rendido éste del sueño,
Se tendió sobre el prado que pasaban.
El Borrico entretanto aprovechado
Descansa y pace; mas el Perro, hambriento,
«Bájate, le decía, buen jumento;
Pillaré de la alforja algún bocado.»
El Asno se le aparta como en chanza;
El Perro sigue al lado del Borrico,
Levantando las manos y el hocico,
Como perro de ciego cuando danza.
«No seas bobo, el Asno le decía;
Espera a que nuestro amo se despierte,
Y será de esta suerte
El hambre más, mejor la compañía.»
Desde el bosque entre tanto sale un lobo:
Pide el Asno favor al compañero;
En lugar de ladrar, el marrullero
Con fisga respondió: «No seas bobo;
Espera a que nuestro amo se despierte;
Que pues me aconsejaste la paciencia,
Yo la sabré tener en mi conciencia,
Al ver al lobo que te da la muerte.»

El Pollino murió, no hay que dudarlo;


Mas si resucitara
Corriendo el mundo a todos predicara:
Prestad auxilio si queréis hallarlo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El asno y Júpiter

No sé cómo hay jumento


Que, teniendo un adarme de talento,
Quiera meterse a burro de hortelano.
Llevo a la plaza desde muy temprano
Cada día cien cargas de verdura,
Vuelvo con otras tantas de basura,
Y para minorar mi pesadumbre,
Un criado me azota por costumbre.
Mi vida es ésta; ¿qué será mi muerte,
Como no mude Júpiter mi suerte?»
Un Asno de este modo se quejaba.
El dios, que sus lamentos escuchaba,
Al dominio le entrega de un tejero.
«Esta vida, decía, no la quiero:
Del peso de las tejas oprimido,
Bien azotado, pero mal comido,
A Júpiter me voy con el empeño
De lograr nuevo dueño.»
Envióle a un curtidor; entonces dice:
«Aun con este amo soy más infelice.
Cargado de pellejos de difunto
Me hace correr sin sosegar un punto,
Para matarme sin llegar a viejo,
Y curtir al instante mi pellejo.»
Júpiter, por no oír tan largas quejas,
Se tapó lindamente las orejas,
Y a nadie escucha, desde el tal pollino,
Si le hablan de mudanza de destino.

Sólo en verso se encuentran los dichosos,


Que viven ni envidiados ni envidiosos.
La espada por feliz tiene al arado,
Como el remo a la pluma y al cayado;
Mas se tiene por míseros en suma
Remo, espada, cayado, esteva y pluma.
Pues ¿a qué estado el hombre llama bueno?
Al propio nunca; pero sí al ajeno.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El viejo y la Muerte

Entre montes, por áspero camino,


Tropezando con una y otra peña,
Iba un Viejo cargado con su leña,
maldiciendo su mísero destino.
Al fin cayó, y viéndose de suerte
Que apenas levantarse ya podía,
Llamaba con colérica porfía
Una, dos y tres veces a la Muerte.
Armada de guadaña, en esqueleto,
La Parca se le ofrece en aquel punto;
Pero el Viejo, temiendo ser difunto,
Lleno más de terror que de respeto,
Trémulo la decía y balbuciente:
«Yo ... señora... os llamé desesperado;
Pero... «Acaba; ¿qué quieres, desdichado?»
«Que me cargues la leña solamente.»

Tenga paciencia quien se cree infelice;


Que aun en la situación más lamentable
Es la vida del hombre siempre amable:
El Viejo de la leña nos lo dice.

Los dos machos

Dos Machos caminaban: el primero,


Cargado de dinero,
Mostrando su penacho envanecido,
Iba marchando erguido
Al son de los redondos cascabeles.
El segundo, desnudo de oropeles,
Con un pobre aparejo solamente,
Alargando el pescuezo eternamente,
Seguía de reata su jornada,
Cargado de costales de cebada.
Salen unos ladrones, y al instante
Asieron de la rienda al arrogante;
Él se defiende, ellos le maltratan,
Y después que el dinero le arrebatan,
Huyen, y dice entonces el segundo:
«Si a estos riesgos exponen en el mundo
Las riquezas, no quiero, a fe de Macho,
Dinero, cascabeles ni penacho.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El asno cargado de reliquias

De reliquias cargado,
Un Asno recibía adoraciones,
Como si a él se hubiesen consagrado
Reverencias, inciensos y oraciones.
En lo vano, lo grave y lo severo
Que se manifestaba,
Hubo quien conoció que se engañaba,
Y le dijo: «Yo infiero
De vuestra vanidad vuestra locura;
El reverente culto que procura
Tributar cada cual este momento,
No es dirigido a vos, señor Jumento,
Que sólo va en honor, aunque lo sientas,
De la sagrada carga que sustentas.»

Cuando un hombre sin mérito estuviere


En elevado empleo o gran riqueza,
Y se ensoberbeciere
Porque todos le bajan la cabeza,
Para que su locura no prosiga
Tema encontrar tal vez con quien le diga:
«Señor jumento no se engría tanto;
Que si besan la peana es por el santo.»
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El león y el ratón
Estaba un Ratoncillo aprisionado
En las garras de un León; el desdichado
En la tal ratonera no fue preso
Por ladrón de tocino ni de queso,
Sino porque con otros molestaba
Al León, que en su retiro descansaba.
Pide perdón, llorando su insolencia;
Al oír implorar la real clemencia,
Responde el Rey en majestuoso tono,
No dijera más Tito: «Te perdono.»
Poco después cazando el León tropieza
En una red oculta en la maleza;
Quiere salir, mas queda prisionero,
Atronando la selva ruge fiero.
El libre ratoncillo, que lo siente,
Corriendo llega, roe diligente
Los nudos de la red de tal manera,
Que al fin rompió los grillos de la fiera.

Conviene al poderoso
Para los infelices ser piadoso;
Tal vez se puede ver necesitado
Del auxilio de aquel más desdichado.

El hombre y la comadreja
Así decía cierta Comadreja
A un Hombre que la había aprisionado:
«¿Por qué no me dejáis? ¿Os he yo dado
Motivo de disgusto ni de queja?
¿No soy la que desvanes y rincones,
Tu casa toda, cual si fuese mía,
Cuidadosa registro noche y día,
Para que vivas libre de ratones?»
«¡Gran fineza por cierto!
El Hombre respondió. Pues di, ladrona,
Si tu glotonería no perdona
Ni a ratón vivo ni a cochino muerto,
Ni a cuanto guardan ruines despenseras,
¿Cómo he de creer que tu cuidado apura
Por mi bien los ratones? ¡Qué locura!
No tendría yo malas tragaderas.
Morirás; y el astuto que pretenda
Vender como fineza lo que ha hecho
Sin mirar a más fin que a su provecho,
Sabrá que hay en el mundo quien lo entienda.»
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Batalla de las comadrejas y de los ratones

Vencidos los ratones,


Huían con presteza
De una atroz enemiga
Tropa de Comadrejas;
Marchaban con desorden,
Que cuando el miedo reina,
Es la confusión sola
El jefe que gobierna.
Llegaron presurosos
A sus angostas cuevas,
Logrando los soldados
Entrar a duras penas;
Pero los capitanes,
Que en las estrechas puertas
Quedaron atascados
Sin ninguna defensa,
A causa de unos cuernos
Puestos en las cabezas,
Para ser de sus tropas
vistos en la refriega,
Fueron las desdichadas
Víctimas de la guerra,
Haciendo de sus cuerpos
Pasto las Comadrejas.

¡Cuántas veces los hombres


Distinciones anhelan,
Y suelen ser la causa
De sus desdichas ellas!
Si Júpiter dispara
Sus rayos a la tierra
Antes que a las cabañas
A los palacios y a las torres llegan.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El león y la rana

Una lóbrega noche silenciosa


Iba un León horroroso
Con mesurado paso majestuoso
Por una selva; oyó una voz ruidosa,
Que con tono molesto y continuado
Llamaba la atención y aun el cuidado
Del reinante animal, que no sabía
De qué bestia feroz quizá saldría
Aquella voz, que tanto más sonaba
Cuanto más en silencio todo estaba.
Su majestad leonesa
La selva toda registrar procura;
Mas nada encuentra con la noche oscura,
Hasta que pudo ver, ¡oh qué sorpresa!
Que sale de un estanque a la mañana
La tal bestia feroz, y era una Rana.

Llamará la atención de mucha gente


El charlatán con su manía loca;
Mas ¿qué logra, si al fin verá el prudente
Que no es sino una Rana, todo boca?

Los navegantes

Lloraban unos tristes Pasajeros


Vendo su pobre nave combatida
De recias olas y de vientos fieros,
Ya casi sumergida;
Cuando súbitamente
El viento calma, el cielo se serena,
Y la afligida gente
Convierte en risa la pasada pena;
Mas el piloto estuvo muy sereno
Tanto en la tempestad como en bonanza,
Pues sabe que lo malo y que lo bueno
Está sujeto a súbita mudanza.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El asno y el caballo
Iban, mas no sé adonde ciertamente,
Un Caballo y un Asno juntamente;
Este cargado, pero aquel sin carga.
El grave peso, la carrera larga
Causaron al Borrico tal fatiga,
Que la necesidad misma le obliga
A dar en tierra. «Amigo compañero,
No puedo más, decía; yo me muero.
Repartamos la carga, y será poca;
Si no, se me va el alma por la boca.»
Dice el otro: «Revienta enhorabuena:
¿Por eso he de sufrir la carga ajena?
Gran bestia seré yo si tal hiciere.
Miren y qué borrico se me muere.»
Tan justamente se quejó el Jumento,
Que expiró el infeliz en el momento.
El Caballo conoce su pecado,
Pues tuvo que llevar mal de su grado
Los fardos y aparejos todo junto,
Ítem más el pellejo del difunto.

Juan, alivia en sus penas al vecino;


Y él, cuando tú las tengas, déte ayuda;
Si no lo hacéis así, temed sin duda
Que seréis el Caballo y el Pollino.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Las cabras y los chivos

Desde antaño en el mundo


Reina el vano deseo
De parecer iguales
A los grandes señores los plebeyos.
Las Cabras alcanzaron
Que Júpiter excelso
Les diese barba larga
Para su autoridad y su respeto.
Indignados los Chivos
De que su privilegio
Se extendiese a las Cabras,
Lampiñas con razón en aquel tiempo,
Sucedió la discordia
Y los amargos celos
A la paz octaviana
Con que fue gobernado el barbón pueblo.
Júpiter dijo entonces,
Acudiendo al remedio:
«¿Qué importa que las Cabras
Disfruten un adorno propio vuestro
Si es mayor ignominia
De su vano deseo,
Siempre que no igualaren
En fuerzas y valor a vuestro cuerpo?»

El mérito aparente
Es digno de desprecio;
La virtud solamente
Es del hombre el ornato verdadero.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La cierva y el león

Más ligera que el viento,


Precipitada huía
Una inocente Cierva,
De un cazador seguida.
En una oscura gruta,
Entre espesas encinas,
Atropelladamente
Entró la fugitiva.
Mas ¡ay! que un León sañudo,
Que allí mismo tenía
Su albergue, y era susto
De la selva vecina,
Cogiendo entre sus garras
A la res fugitiva,
Dio con cruel fiereza
Fin sangriento a su vida.

Si al evitar los riesgos


La razón no nos guía,
Por huir de un tropiezo,
Damos mortal caída.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El cazador y el perro

Mustafá, perro viejo,


Lebrel en montería ejercitado,
Y de antiguas heridas señalado
A colmillo y a cuerno su pellejo,
Seguía a un jabalí sin esperanza
De poderle alcanzar; pero, no obstante,
Aguzándole su amo a cada instante,
A duras penas Mustafá le alcanza.
El cerdoso valiente
No escuchaba recados a la oreja;
Y así, su resistencia no le deja
Cebar al Perro su cansado diente;
Con airado colmillo le rechaza,
Y bufando se marcha victorioso.
El cazador, furioso,
Reniega del Lebrel y de su raza.
«Viejo estoy, le responde, ya lo veo;
Mas di: ¿sin Mustafá cuándo tuvieras
Las pieles y cabezas de las fieras
En tu casa, de abrigo y de trofeo?
Miras a lo que soy, no a lo que he sido.
¡Oh suerte desgraciada!
Presente tienes mi vejez cansada,
Y mis robustos años en olvido.
Mas ¿para qué me mato,
Si no he de conseguir cosa ninguna?
Es ladrar a la luna
El alegar servicios al ingrato»
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El león y el ratón

Estaba un Ratoncillo aprisionado


En las garras de un León; el desdichado
En la tal ratonera no fue preso
Por ladrón de tocino ni de queso,
Sino porque con otros molestaba
Al León, que en su retiro descansaba.
Pide perdón, llorando su insolencia;
Al oír implorar la real clemencia,
Responde el Rey en majestuoso tono,
No dijera más Tito: «Te perdono.»
Poco después cazando el León tropieza
En una red oculta en la maleza;
Quiere salir, mas queda prisionero,
Atronando la selva ruge fiero.
El libre ratoncillo, que lo siente,
Corriendo llega, roe diligente
Los nudos de la red de tal manera,
Que al fin rompió los grillos de la fiera.

Conviene al poderoso
Para los infelices ser piadoso;
Tal vez se puede ver necesitado
Del auxilio de aquel más desdichado.

La alforja

En una Alforja al hombro


Llevo los vicios:
Los ajenos delante,
Detrás los míos.
Esto hacen todos;
Así ven los ajenos,
Mas no los propios.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La Onza y los pastores

En una trampa una Onza inadvertida


Dio mísera caída.
Al verla sin defensa,
Corrieron a la ofensa
Los vecinos Pastores,
No valerosos, pero sí traidores.
Cada cual por su lado
La maltrataba airado,
Hasta dejar sus fuerzas desmayadas,
Unos a palos, otros a pedradas.
Al fin la abandonaron por perdida;
Pero viéndola dar muestras de vida,
Cierto Pastor, dolido de su suerte,
Por evitar su muerte,
La arrojó la mitad de su alimento,
Con que pudiese recobrar aliento.
Llega la noche, témplase la saña;
Marchan a descansar a la cabaña
Todos, con esperanza muy fundada
De hallarla muerta por la madrugada;
Mas la fiera entre tanto,
Volviendo poco a poco del quebranto,
Toma nuevo valor y fuerza nueva;
Salta, deja la trampa, va a su cueva,
Y al sentirse del todo reforzada,
Sale si muy ligera, más airada.
Ya destruye ganados,
Ya deja los Pastores destrozados;
Nada aplaca su cólera violenta,
Todo lo tala, en todo se ensangrienta.
El buen Pastor, por quien tal vez vivía,
Lleno de horror, la vida le pedía.
«No serás maltratado,
Dijo la Onza, vive descuidado;
Que yo sólo persigo a los traidores
Que me ofendieron, no a mis bienhechores.»

Quien hace agravios tema la venganza;


Quien hace bien, al fin el premio alcanza.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El labrador y la providencia

Un labrador cansado,
En el ardiente estío,
Debajo de una encina
Reposaba pacífico y tranquilo.
Desde su dulce estancia
Miraba agradecido
El bien con que la tierra
Premiaba sus penosos ejercicios.
Entre mil producciones,
Hijas de su cultivo,
Veía calabazas,
Melones por los suelos esparcidos.
«¿Por qué la Providencia,
Decía entre sí mismo,
Puso a la ruin bellota
En elevado preeminente sitio?
¿Cuánto mejor sería
Que, trocando el destino,
Pendiesen de las ramas
Calabazas, melones y pepinos?»
Bien oportunamente,
Al tiempo que esto dijo,
Cayendo una bellota,
Le pegó en las narices de improviso.
«Pardiez, prorrumpió entonces
El Labrador sencillo,
Si lo que fue bellota,
Algún gordo melón hubiera sido,
Desde luego pudiera
Tomar a buen partido
En caso semejante
Quedar desnarigado, pero vivo.»

Aquí la Providencia
Manifestarle quiso
Que supo a cada cosa
Señalar sabiamente su destino.
A mayor bien del hombre
Todo está repartido:
Preso el pez en su concha,
Y libre por el aire el pajarillo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La leona y el oso

Dentro de un bosque oscuro y silencioso,


Con un rugir continuo y espantoso,
Que en medio de la noche resonaba,
Una Leona a las fieras inquietaba.
Dícela un Oso: «Escúchame una cosa:
¿Qué tragedia horrorosa
O qué sangrienta guerra,
Qué rayos o qué plagas a la tierra
Anuncia tu clamor desesperado,
En el nombre de Júpiter airado?»
«¡Ah! mayor causa tienen mis rugidos.
Yo, la más infeliz de los nacidos,
¿Cómo no moriré desesperada,
Si me han robado el hijo, ¡ay desdichada!»
«¡Hola! ¿Con que, eso es todo?
Pues si se lamentasen de ese modo
Las madres de los muchos que devoras,
Buena música hubiera a todas horas.
Vaya, vaya, consuélate como ellas;
No nos quiten el sueño tus querellas.»

A desdichas y males
Vivimos condenados los mortales.
A cada cual, no obstante, le parece
Que de esta ley una excepción merece.
Así nos conformamos con la pena,
No cuando es propia, sí cuando es ajena.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El jabalí y el carnero

De la rama de un árbol un Carnero


Degollado pendía;
En él a sangre fría
Cortaba el remangado Carnicero.
El rebaño inocente,
Que el trágico espectáculo miraba,
De miedo, ni pacía ni balaba.
Un jabalí gritó: «Cobarde gente,
Que miráis la carnívora matanza,
¿Cómo no os vengáis del enemigo?»
«Tendrá, dijo un Carnero, su castigo,
Mas no de nuestra parte la venganza.
La piel que arranca con sus propias manos
Sirve para los pleitos y la guerra,
Las dos mayores plagas de la tierra,
Que afligen a los míseros humanos.
Apenas nos desuellan, se destina
Para hacer pergaminos y tambores;
Mira cómo los hombres malhechores
Labran en su maldad su propia ruina.»
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Mis relatos
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El copiloto “conductor”

Aquella fría mañana ella conducía el coche. Él, en el asiento contiguo, estaba
inquieto.

- ¡Cuidado con el coche de delante!... ¿No has visto a ése que casi te da? ...
¡Has rozado ese coche que estaba aparcado! ... ¡Ve más despacio! ... ¡No te
pegues tanto al de delante! ... ¡Frena! ...¡No vuelvo a subir contigo!

Él se marchó enfadado, pero se olvidó pronto el enfado. Incluso llegó a


bromear con la conducción de su pareja, llegando a exagerar algunas
situaciones.

Ella, por el contrario, se sentía menospreciada e inútil. Lo peor de todo es que


cada expresión, cada frase, cada comentario dicho por su pareja, era como un
trozo de carbón que alimentaba el fuego de su frustración. Y éste era un fuego
que no se apagó en un rato, si no que perduró por mucho tiempo, y que influyó
en otros aspectos de su vida cotidiana. Ese día tuvo una terrible experiencia al
volante, con lo que adquirió más miedo y adversión a la conducción, y, lo que
es peor, no sólo no aprendió nada si no que además adquirió malos hábitos.

Veamos la misma situación desde otra perspectiva:

Aquella fría mañana ella conducía el coche.

- ¡Uy, casi le doy al de delante!


- No pasa nada. Ha frenado de repente y no nos lo esperábamos. Mantén la
distancia.
- ¡Ese casi me da!
- Tranquila. No ha pasado nada. Lo importante es que te concentres en la
conducción, y podrás prever con bastante antelación estos comportamientos.
- He rozado a ese coche que estaba aparcado.
- Bueno es que te des cuenta. La próxima vez pasarás con más holgura.
- Voy un poco rápido.
- Tiene solución: levanta un poco el pie del acelerador.

Él fue a trabajar sin darle importancia a estos pequeños hechos.

Ella fue a trabajar más confiada en sí misma y en su pareja. Hace poco que
tenía el carnet de conducir, y estos fallitos los comete todo el mundo. Ese día
adquirió más experiencia y destreza al volante, aprendió cosas nuevas, y su
valor como conductora se revalorizó.

En la vida y en el trabajo tendremos a copilotos "conductores", que pretenderán


conducir por nosotros y que conduzcamos como ellos. Esto nos lleva a
situaciones de frustración, de estrés, de lucha, de tirantez y de odio.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Hay situaciones de trabajo en las que los jefes no saben delegar, que
desconfían del trabajo de sus empleados y que llegan incluso a revisar y criticar
el trabajo de éstos. Conozco algunos ejemplos en los que un jefe de proyectos
informático ha llegado a llevarse a casa para revisar el código de un programa
de un empleado junior, porque no le gustaba cómo estaba programado.
Ocasiones en las que el jefe le ha impuesto formas de trabajo deshaciendo el
trabajo que tenía ya hecho y funcionando, y que ha cambiado incluso sus
propias formas de trabajo porque no terminaban de gustarle: es decir,
obligando a empezar el trabajo una y otra vez. Esta situación es
contraproducente, pues el trabajo de cualquier persona, aunque no sea de
calidad, merece la pena si resulta y consigue los objetivos, y máxime para
aquellos que empiezan, a quienes hay que aleccionar motivándoles, no
desmotivándoles. El resultado de sus acciones: retrasos innecesarios,
exculpaciones estúpidas ante los resultados, ambiente enrarecido y hostil,
improductividad y adquisición de malos hábitos.

El copiloto "conductor" sufre mucho, se estresa e incluso achaca todos los


males a quien lleva el volante, y no se da cuenta de que está cometiendo los
mismos fallos que él mismo comete o provoca. Él mismo provoca su propia
infelicidad y la del conductor, quien se frustra, se estresa, y no consigue
mejorar. No conduce a gusto, porque no le dejan conducir. Al final, lo que
prometía un feliz paseo se convierte en una batalla sin sentido.

Los copilotos "conductores" olvidan que ellos mismos comenzaron con esos
errores y otros peores, que cada uno de nosotros tiene un personalidad propia
y que la calidad de nuestro trabajo es una evolución, no algo que aparece de
repente, como por arte de magia, ni que nace con nosotros.

Un copiloto "conductor" desconfía y hace desconfiar. Pone pegas a todo lo que


el conductor haga, aunque esté bien hecho.

Uno no cabe sino preguntarse qué hace realmente el copiloto "conductor". ¿Por
qué pierde más tiempo en sacar fallos irrelevantes en los conductores, en lugar
de dedicarse realmente a hacer su trabajo? ¿Qué confianza merecen estas
personas que desconfían de los que más debería confiar? La desconfianza
puede ser debida incluso a la desconfianza en sí mismos. Y si desconfían de sí
mismos, ¿por qué será?.

El copiloto "conductor" critica y culpa a todos de todo, sin reconocer que sus
actos son los que están provocando la situación. Vive en una burbuja en la que
él esta por encima de los demás, y que él no comete ningún error, porque son
los demás los que están cometiendo los errores, y no se da cuenta de que él es
la causa de muchos de esos errores.

Es conveniente no ser un copiloto "conductor", y aunque suframos con la forma


de conducir de los demás, dejemos que ellos mismos aprendan de la misma
manera que aprendimos nosotros. Dejemos que se equivoquen, y cuando lo
hagan, hacer ver su error sin ningún tipo de crítica despiadada ni de culpa, si
no de manera instructiva y positiva, sembrando la semilla de sus futuros.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El rayo

Hace diecisiete años, aguardaba a mi hermano y unos amigos justo debajo de


mi casa. Como tardaban y no me gustaba la ropa que llevaba, subí un
momento a mi casa. En el momento en que estaba en mi habitación, un
resplandor ciego, seguido de una explosión tremenda y de un halo siseante, y
un olor a quemado acontecieron ante mi. Me quedé paralizado. Me asomé
temeroso a mi ventana y observé que, en el lugar donde yo estaba esperando,
había una enorme rama de unos diez o doce metros de larga, y que debería
pesar tres veces mi propio peso. Un rayo había caído justamente en mi lugar
de espera, llevándose la rama principal del árbol bajo el cual estaba apostado.

¡No podía creerlo! ¡Un minuto más de espera y ese rayo me hubiera alcanzado
y no estaría narrando esta historia!

Había sesgado a un hermoso árbol que amaba y que me gustaba admirar cada
día.

Sentía una alegría por haberme salvado, pero, a la vez, sentía una tristeza por
el destino de aquel árbol.

Pero ocurrió una cosa: la naturaleza es sabia. El árbol sufrió la pérdida de su


rama principal, pero seguía vivo. Aceptó la terrible amputación y no se detuvo
ahí, si no que, tiempo después, comenzó a brotar nuevas ramas allá donde la
principal estaba.

Hoy, diecisiete años después, me deleito en observar un árbol mucho más


hermoso, mucho más grande y mucho más fuerte que el que alcanzó aquel
rayo. Y hoy pienso que gracias a aquel rayo, el árbol es lo que es ahora, pues
aquel rayo fulminó sus limitaciones, abriendo aún más sus capacidades.

Creo que las desgracias son como aquel rayo, que abaten y sesgan nuestras
limitaciones. Pueden hacer mucho daño, desgarran nuestra alma y nos
arrebatan lo más preciado. Pero ese aprecio y esa dependencia nos limita y
nos detienen en nuestro avance en la vida. Las desgracias nos ponen a prueba
con golpes repentinos y devastadores, cortándonos el aliento de forma fortuita.
Y es nuestra reacción ante estas desgracias las que nos permite elegir: echar
nuevas ramas o perecer lentamente.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Yo elijo

Yo elijo abrir mi corazón y amar para cultivar la semilla de la felicidad.


Yo elijo perdonar para liberar el pesado lastre del rencor.
Yo elijo aceptar las circunstancias para extraer lo mejor de ellas.
Yo elijo vivir este momento para no perder lo único que realmente me
pertenece.
Yo elijo ocuparme de los problemas para no preocuparme por ellos.
Yo elijo la verdad para no alimentar al insaciable parásito de la mentira.
Yo elijo hacer más y decir menos para aprovechar el tiempo.
Yo elijo ver a través de otros cristales para no juzgar erróneamente.
Yo elijo escuchar para comprender y adquirir sabiduría.
Yo elijo soñar para definir mi propio destino.
Yo elijo ser feliz.
Yo elijo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Correos electrónicos

Ayer estuve revisando todos aquellos correos electrónicos que durante más de
un año he ido conservando. Mi bandeja de entrada estaba a reventar, por lo
que fui releyendo uno a uno los cientos de correos que mis lectores y amigos
me han ido dejando, algunos divertidos, otros serios, otros angustiosos, otros
preocupantes, otros tristes... ¡Cuánto amor! ¡Cuanto sentimiento! ¡Cuánta
sinceridad! ¡Cuánta complicidad! ¡Cuánta discreción!

Durante más de cuatro horas he revivido grandes momentos leyendo cada uno
de estos mensajes, donde se abría un corazón, donde se revelaba un secreto
inconfesable, donde alguna noticia triste me apesadumbraba, donde alguna
gran noticia me hacía feliz.

Fui acumulando estos correos para una ocasión como la de ayer, aunque en
realidad la fui postergando una y otra vez. En realidad, improvisé. Mi intención
era avanzar un poco más en mi proyecto literario, recién comenzado. Pero
celebro haber cambiado de opinión, pues esos correos no habrían sido abiertos
de nuevo buscando una ocasión que siempre reemplazamos por otra.

Pero los recuerdos, aunque hermosos, son un lastre en el caminar de la vida.


Volver a ellos es una experiencia fascinante y feliz... pero ilusoria al fin y al
cabo. El mejor recuerdo que puedes atesorar es aquel que acabas de realizar.

Por mucho que me doliera, fui borrando uno a uno casi todos aquellos
memorables correos, guardando sus sensaciones en el disco duro de mi
espíritu.

De vez en cuando hay que aligerar la carga que llevamos en la vida, aunque
sea grata y beneficiosa. Nada más beneficioso que comenzar con lo puesto
cada día, que repetir los mismos hábitos mientras vamos cargando con cosas
que un día nos fueron útiles o nos gustaron. Si no lo necesitas hoy, es absurdo
y pernicioso cargar con ello para mañana.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El ridículo

Aquella tarde, Alfredo fue a buscar a su hijo al colegio. De camino para su


casa, el niño se puso a saltar eufórico, a correr, a gritar de alegría. Todas las
personas que había en la calle lo miraban, y su padre, avergonzado, lo
reprendió dura y severamente:

- ¡Carlos!. ¡Deja de hacer el ridículo! ¡Parece que estés loco!

El tono de voz no dejaba lugar a reproches. Carlitos se detuvo inmediatamente,


con una carita de incredulidad y perplejidad.

- ¡Deja de hacer el payaso, Carlitos!. ¡No seas loco y compórtate!

Carlitos se entristeció y se puso a llorar.

Cuando llegó a casa, su madre le vio con lágrimas en los ojos.

- ¿Qué le pasa a Carlitos? - preguntó a Alfredo.


- No lo sé. Se puso a hacer el ridículo y el tonto en la calle. Sólo le dije que no
lo hiciera.

Tras esta explicación se fue al salón a ver la televisión.

Después de la cena, Alfredo fue a ver un partido de fútbol. Era la gran final.
Después de casi dos horas de tensión, su equipo marcó el único gol del
encuentro en tiempo de descuento. Alfredo, se puso en pie, eufórico, salió a la
terraza de su casa gritando:

- ¡¡¡ GOOOOOLLLLL !!!!

Acto seguido se puso a encender petardos y cohetes, a tocar una ruidosa


trompeta, a cantar, a gritar, a dar brincos.

- ¡ Campeooones! ¡Campeooones! ¡Oé! ¡Oé! ¡Oeeé!

Entró nuevamente en la casa, fue a la habitación, se cambió de ropa. Se puso


la camisa de su equipo, una peluca de su equipo, se pintó la cara con los
colores de su equipo, se puso una bufanda de su equipo y cogió una gran
bandera de su equipo. Su excitación y euforia eran culminantes. Estaba
decidido a ir a la fuente de la plaza principal de su ciudad a recibir a su equipo
y a homenajearlos como merecían. Había quedado ya con unos amigos del
trabajo para celebrarlo por todo lo alto con una gran fiesta. Ya se veía
conduciendo su coche por la ciudad, tocando el claxon durante toda la noche,
con las banderas asomadas tras las ventanas.

Cuando iba a salir, se encontró con su mujer y su hijo bloqueando la puerta.

- ¿Qué ocurre? ¡Dejadme salir!


El rincón de la felicidad 4: La consecución

- Espero que no hagas el ridículo, haciendo el payaso, por ese estúpido partido.
- No es ningún estúpido ...
- Espero que hagas el ridículo por tu hijo, que hoy ha sido seleccionado entre
los diez alumnos más inteligentes del colegio, y que representará a su colegio
en las olimpiadas nacionales de colegios. Tu hijo podría ser el niño más
inteligente del país.

Alfredo se quedo mudo.

- Espero que hagas el ridículo celebrando el tener un hijo tan inteligente, no por
celebrar la victoria de unos jugadores cuyo talento es dar patadas a un balón,
que sólo hacen su trabajo y a los que ni siquiera conoces.

Reflexión: Tenemos miedo al ridículo, por el miedo a qué dirán, qué pensarán,
qué imagen daré. Sin embargo, si ese ridículo es colectivo, las inhibiciones
desaparecen, con el convencimiento de que si tanta gente lo hace es porque
no es ridículo, no es locura, que entre tantos la propia locura y el propio ridículo
no existen. ¿Quién hacía realmente el ridículo, el hijo por su éxito, o el padre
por un éxito ajeno?
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El nacimiento

Ayer nació Irene, producto del amor de dos padres ejemplares y, para suerte
mía, grandes amigos.

¿Qué decir de la sensación de observar el milagro de la vida? ¿De ser el


protagonista de ese milagro? ¿De ser testigo de algo tan pequeño y tan
inocente, durmiendo plácidamente ajeno a los problemas de este pérfido y
malvado mundo?

En momentos como éste te planteas muchos interrogantes y te das cuenta de


muchas otras cosas en las que no te detienes ni un segundo para pensar.

Esa misma escena la vivieron millones de seres humanos en otras épocas, en


otros lugares, en otras circunstancias.

¿Quién puede imaginar qué será en un futuro esa pequeña criatura, la cual
sólo atiende a necesidades básicas, como comer y crecer lo más rápido
posible?. Una criaturita así fue Jesús de Nazareth, Atila, César, Carlomagno,
Napoleón, Gandhi, Santa Teresa de Jesús, Franklin, Beethoven, Mozart,
Cervantes, Shakespeare, Lord Byron, Oscar Wilde, Quevedo, Juana de Arco,
Hitler, Sadam Hussein, Franco, Mussolini, Torquemada, Leonardo DaVinci,
Miguel Angel Buenarroti, Picasso, Vivaldi, Einstein, ...

Cuando te detienes a pensar que apenas unos átomos forman una molécula,
que las moléculas pueden llegar a formar células, y éstas un espermatozoide o
un óvulo, un feto, un órgano, un bebé, un hombre o una mujer... y que este
individuo puede llegar a ser lo mejor o peor, a despuntar por encima del resto,
a marcar la senda o el camino de millones de seres humanos, a inspirar a
hacer sentir...

Reflexionas sobre todo lo que hemos avanzado en la vida, desde que nacimos,
en nuestra infancia, nuestros primeros retos, nuestros primeros éxitos en los
estudios o en alguna habilidad, en el trabajo, en el amor, en formar un hogar,
una familia...

Es ahí cuando uno se da cuenta que somos tan limitados como creemos ser,
que sólo crecemos lo que queremos crecer, que nos expandimos tanto como
queremos, y que el único límite está en nuestra propia imaginación. El mayor
de los milagros es nuestra capacidad de realizar milagros, y la mayor parte de
nosotros no lo sabemos.

Cuando vi a Irene, imaginé una semilla a la que hay que cuidar, regar, podar,
enderezar y abonar con constancia y cariño, para obtener un gran árbol, alto,
fuerte, longevo y de hermosos frutos.

Y así es el eterno ciclo de la vida: el comienzo de un fin, y el fin de un


comienzo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La escuela (de la vida)

Soy padre, y en mi conciencia recae el peso y la congratulación de la


educación de mi hija.

Desde que somos niños nos inculcan la enseñanza, como base de nuestro
crecimiento y de nuestro futuro. Pero cuando uno llega a cierta edad, se da
cuenta de que la escuela no funciona, porque en una sociedad tan avanzada
como la nuestra, con tantos adelantos tecnológicos, con tanto dinero e
inversiones, con tantas comodidades y sin ninguna carencia, sin embargo,
somos los más infelices del mundo.

¿Qué es lo que falla?

Por un lado, sólo nos enseñan ciertas habilidades, como el lenguaje, las
matemáticas, las ciencias y algún idioma. Después, en la carrera, estamos
obligados a estudiar aquello que nuestras notas nos permiten, no lo que
queremos realmente. Los que hemos tenido la suerte de poder estudiar lo que
nos gustaba, nos sentimos defraudados al estudiar cosas antiguas que ya no
tienen uso ahora, o materias que no utilizaremos nunca.

Pero lo que realmente falla es que no nos enseñan lo fundamental: la vida.

No nos enseñan a afrontar la vida con actitud positiva, no nos enseñan a tratar
los problemas, no nos enseñan a ser felices, no nos enseñan a reflexionar
sobre la vida, no nos enseñan a tratar diversas situaciones, no nos enseñan a
que el éxito en todo (tanto en la vida como en lo profesional), radica en las
relaciones humanas, y que el éxito en las relaciones humanas está en forjar un
carácter especial, de respeto, de amor, de cordialidad, de buenas maneras, de
buen trato, de ser una buena persona.

No nos enseñan a evaluar correctamente una situación, no nos enseñan a no


exagerar un nimio problema y salir por la tremenda a la más mínima; no nos
enseñan a ser tranquilos y afrontar los grandes problemas con paciencia y sin
sobresaltos, no nos enseñan a extraer de las peores situaciones cosas
positivas, no nos enseñan a aceptar los varapalos que nos vienen y seguir
adelante, no nos enseñan a aceptar el pasado, no nos enseñan que la muerte
es un sólo trámite en la vida y que debemos continuar, no nos enseñan que el
desamor o la traición también son posibles, y que todo, absolutamente todo,
tanto lo bueno como lo malo, también pasará.

No nos enseñan que una sonrisa es más efectiva que un complejo plan, no nos
enseñan que todo es muy sencillo y que tendemos a complicarlo todo; no nos
enseñan que el futuro no existe y que por ello no debemos preocuparnos; no
nos enseñan que todas las respuestas están dentro de nosotros; no nos
enseñan que nosotros somos los autores de nuestras limitaciones y de nuestra
propia vida; no nos enseñan que nuestros sueños, nuestros pensamientos,
nuestras ilusiones, se pueden hacer realidad si creemos de corazón en ellas y
somos constantes.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

No nos enseñan que lo más importante no es un título, una casa, un coche,


una fortuna, una propiedad; no nos enseñan que lo más importante somos
nosotros mismos, nuestras familias, nuestros amigos, nuestro amor, nuestra
sonrisa, nuestra fe.

No nos enseñan que detrás de cada desgracia hay una gran oportunidad, y que
detrás de una dicha se esconde una desgracia. No nos enseñan que el mundo
es una imagen de nosotros mismos, y que nos vemos reflejado en él. No nos
enseñan que cada segundo recibimos del mundo lo mismo que nosotros le
aportamos, que como tratas serás tratado, que lo que des te será devuelto.

No nos enseñan que la vida es este momento, aquí y ahora; no nos enseñan
que en nuestras manos está la oportunidad de cambiar nuestra vida, de
conducirla allá donde nuestros pensamientos vuelan; no nos enseñan que las
partidas se pueden ganar y se pueden perder, que a veces las cosas salen
bien y otras veces salen mal, y que la mayor parte de las veces el resultado es
resultado de nuestra actitud y de nuestros pensamientos. No nos enseñan a
perder, ni tampoco que la vida no es una competición como nos hacen ver
desde que nacemos. No nos enseñan que lo divertido no es ganar, si no
disfrutar de nuestras acciones y de los resultados que obtienen los demás y el
colectivo en general. No nos enseñan que para ganar nosotros debemos hacer
ganar a los demás, que nuestra felicidad depende de la felicidad que
regalemos a los demás.

No nos enseñan a vivir en compartimientos estancos, a hacer sólo una cosa


cada vez, a ser una cosa cada vez. No nos enseñan a aprender de los errores,
y que en vez de maldecir y echarle la culpa de nuestros errores y desgracias a
los demás o a la suerte, saber asumir nuestra responsabilidad y no quedarnos
quietos, si no a ponernos en marcha y avanzar.

Estas y muchas cosas más son cosas que nos deberían enseñar en la escuela,
por encima de una raíz cuadrada, un diptongo, la teoría de la relatividad, el latín
o la informática. Estas lecciones son mucho más útiles, porque son la lecciones
de la vida, y ellas harán un mundo mejor lleno de individuos mejores y más
felices.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Mi vida en un día

Nazco a este mundo, y mi existencia es un simple suspiro, un fugaz momento,


un instante nada más. En mi nacimiento puedo ver la luz de un amanecer, un
milagro inexplicable, como mi existencia. Y este mundo al cual he venido a
parar está lleno de cosas que despiertan en mi la fascinación, la alegría de
aprender, de conocer, de explorar, de ver, de oír, de tocar, de oler, de
saborear, de sentir…

Descubro que puedo imaginar, que puedo soñar, que puedo crear ilusiones y
transformarlas en realidad mediante mis acciones, haciendo milagros que se
añaden a este mundo en el que he venido a nacer, a vivir y a morir.

Y este mundo está lleno de otras existencias tan efímeras como la mía. Y los
milagros se multiplican cuando podemos unirnos para crear cosas más y más
grandes, a través de la colaboración y de compartir nuestros sueños.

El breve lapso de mi existencia se agota en mitad de la noche, y me digo: “he


sido feliz, ha merecido la pena haber vivido”. Y una sonrisa embellece mi rostro
mientras mis ojos se cierran, con la esperanza de nacer nuevamente.

La verdad es que he muerto muchas veces, y he vuelto a nacer otras tantas.


Nazco cada día, al amanecer, y, como un bebé, me fascino por las cosas que
en este mundo existen: los colores, los olores, los sonidos, las texturas…

Cada día lo miro con los ojos de un bebé, descubriendo el olor de un café
recién hecho, el color del cielo, las formas de las nubes, las formas y los
colores de los árboles y de las plantas de un parque, el sonido que emite un
pájaro para recibir el día, sentir la humedad de la lluvia sobre mi piel, el olor de
la tierra mojada y la fragancia de los pinos.

Mi esperanza de vida acabará al acabar el día. Por tanto, para esas menos de
veinte horas que tengo, no hay sitio para los rencores, ni para los agravios del
pasado, ni para las experiencias del ayer. Al nacer lo hago con una página en
blanco, sobre la que escribo los bellos versos de mi diario.

En esa breve estancia por este maravilloso mundo, tengo el tiempo suficiente
para maravillarme de los milagros que existen, y para maravillarme aún más
por los milagros que puedo realizar.

En esa efímera vida he sido dichoso por no estar sólo, por encontrarme con
otras vidas que se maravillan de mi sola presencia, de compartir ilusiones y
sueños, y poder realizar aún mejores milagros.

Pero en esta corta vida de un día, hay cosas que no se pueden abarcar, cosas
que están fuera de mi alcance, cosas que no puedo cambiar. Y para avanzar
sin estancarme ni inflingirme ningún daño, es necesario aceptar que no todo
está bajo mi control y continuar por otro camino.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Durante esta vida puedo ver cómo otra vida con la que he compartido mi
existencia ha desaparecido, como una burbuja de jabón que explota de
repente. Mi primera sensación es la pena, pero soy feliz porque he tenido la
oportunidad de haber sido testigo de su existencia y por haber compartido
momentos entrañables.

Durante esta corta vida de apenas un día, mi único propósito es aprender con
el interés y la fascinación de un niño, de soñar e imaginar como un artista, de
entregarme a la pasión del trabajo como un profesional, y de ver el resto de los
problemas como simples molestias que no durarán más que este preciso día.

Al final del día, a la hora de morir, hago balance de mi vida y sonrío, porque he
sido feliz al nacer, he sido feliz mientras vivía, en cada momento, y soy feliz
ahora, en el momento en que mis ojos se cierran y me despido de mi vida.

La felicidad no está en tener una vida llena de días, si no en tener muchas


vidas plenas de un día. Cada una de estas vidas es como un ladrillo, el cual se
va poniendo día a día a la construcción de este mundo. Hay quien se obceca y
se estanca en el pasado, en un ladrillo puesto hace tiempo, y el ladrillo de ese
día es defectuoso, se coloca mal, y el resto de la construcción se penaliza. Hay
quien quiere adelantar la construcción, pero ese ladrillo aún no ha llegado. Por
ello, nacer, vivir y morir cada día es el secreto de mi felicidad.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Para ser feliz...

Para ser feliz...

... vive el momento presente. Vive el aquí y el ahora. Olvida el pasado y no te


obsesiones por el futuro.
... piensa más en ti mismo, ámate a ti mismo y haz las cosas por ti mismo. Si
no empiezas por ti, no podrás seguir por los demás.
... busca y procura paz allá donde te encuentres.
... no creas que los demás son mejores o tienen más que tú. Cuanto te vistas
sus ropas seguro que serías más infeliz que ahora.
... no pongas intereses. Todo tendrá más rentabilidad, y lo que importa al fin y
al cabo es que haya beneficio para todos, no cuánto beneficio para ti.
... perdona. No te eches a la espalda tan pesada carga, ya hay que andar ligero
en el camino de la vida.
... no tengas nada ni desees nada. Al fin y al cabo, a la tumba éso es lo que te
llevarás: nada.
... sé humilde. ¿A quién le importa que seas algo importante o que tengas algo
importante? En verdad que sólo le importará a los que quieran aprovecharse de
ti.
... no seas competitivo. La vida no es una carrera que haya que ganar. Haz las
cosas porque te gustan.
... ama y disfruta de lo que hagas. Si no te gusta, ámalo y disfrútalo.
... acepta lo que la providencia nos da cada día. No luches contra lo inevitable,
ni te rasgues las vestiduras por lo ocurrido.
... encuentra el lado bueno de las cosas. Las mayores sorpresas las
encontrarás en las mayores desgracias.
... levántate y anda. Llorar en el suelo no soluciona nada, te hace perder tiempo
y, posiblemente, empeore las cosas.
... no te preocupes: ocúpate.
... no te obsesiones por agradar a los demás ni por la opinión de los demás
hacia ti. Siempre habrá ingratos que arrojarán a la basura el alimento que les
des.
... piensa con el corazón y siente con el cerebro.
... no limites nada, ni te excuses en el destino. La única limitación está en ti.
... sueña tu vida, y vive tus sueños.
... sé agradecido. Todo se lo debes incluso a los seres más insignificantes que
se cruzan en tu camino.
... sé como un niño.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Tecnodependencia

Durante más de veinte años he consagrado mi vida a la tecnología, pues me


sorprendía cada día de cada novedad, de cada nuevo programa, de cada
nuevo aparato, de cada nuevo "gadget". Viví el inicio de la informática
accesible a un usuario normal, comenzando a programar en Basic y en
ensamblador en un Spectrum Z80 de tan sólo 1KB de memoria RAM. La época
de los 80 fue mágica, pues empecé a colaborar en empresas de videojuegos,
empecé mi carrera, impartía clases de ofimática y de programación, accedí al
mundo del PC cuando no tenían ni disco duro y había que arrancar con un
disquette de 5 y cuarto (flexible), con un sistema operativo a base de texto y de
comandos, sin ratón, ni iconos, ni imágenes, ni puertos USB, ni conexiones a
Internet y, en la mayor parte de las ocasiones, ni a una simple red local.

Durante todos estos años he sido testigo de primera fila de la evolución de la


tecnología, y una mente sedienta de nuevos conocimientos, de novedades
tecnológicas como la mía, estaba en el frente para absorber como un
drogadicto cada dosis de tecnología: el Windows, los lenguajes de
programación visuales, el diseño gráfico, la multimedia, el Java, el .NET, el
RFID, la movilidad, las PDA's, los BPM (Business Process Management), los
frameworks, Linux... Y mi ilusión de poder aplicar las nuevas tecnologías en
cada nuevo proyecto, identificar sus puntos débiles y sus puntos fuertes,
optimizar su uso y recomendar mejores prácticas.

Puedo considerarme afortunado por estar en un grupo selecto de mortales que


accede y entiende un poco de tecnología, sacrificando mucho en su vida
personal, especialmente tiempo con su familia o con sus amigos.

Aquí es donde quiero llegar, pues la tecnología parece volverse como una
droga de verdad, que te hace consumir más y más, de gastarte más y más
pasta en nuevos cachivaches (teléfonos móviles, pda's, gps, reproductores
mp3, reproductores DivX, home cinema, televisores de plasma, videoconsolas,
cámaras digitales, etc.), con el fin de satisfacer tu "mono". Pero en realidad nos
dejamos atrapar como moscas en esa pérfida telaraña tejida por las grandes
multinacionales para consumir.

No niego que la tecnología sea útil, ya que sin ella no podemos hacer cosas de
forma segura, como comprar sin dinero, acceder a información sin límites a
través de Internet, programar tus vacaciones, buscar cualquier cosa y
comprarla, poder comunicarte desde cualquier lugar y en cualquier momento,
llevar tus películas o tus documentos en un bolsillo, realizar transacciones
bancarias desde casa, hacer más segura la conducción del automóvil, etc.
Pero, ¿no nos está esclavizando cada vez más, generando necesidades que
nunca habíamos tenido?. ¿No estamos siendo sumisos delegando y confiando
en la tecnología las cosas que deberíamos hacer nosotros?. ¿Qué ocurriría
ante un apagón tecnológico?. ¿Qué ocurriría si un día deja de funcionar
Internet, o la web de nuestro banco, o la línea de nuestro teléfono móvil, o el
control de tracción de nuestro coche, o nuestro pendrive en mitad de una
importante presentación?
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Somos tecnodependientes. Día y noche. A cualquier hora o minuto del día. Y


cuando llevamos un rato sin colocarnos con algo de tecnología, es como si no
tuviéramos tabaco. Muchos de nosotros en nuestras vacaciones se vuelve
intranquilo si no hay un televisor, o si no hace una llamadita tonta con el
teléfono móvil, o no tiene acceso a Internet para consultar algo.

Esta tecnodependencia deriva en muchos síntomas de diversa índole,


provocando también infinidad de situaciones atípicas comparándolo con un
pasado de hace 20 años. La forma de hacer negocios o de trabajar se ha
vuelto muy diferente. La productividad se ha disparado, los objetivos se vuelven
inalcanzables, la creación de proyectos se vuelve surrealista, la sinergia entre
compañeros se vuelve a veces irracional, la competitividad se cimienta en usar
lo último en tecnologías intentando ser los yonquis más destacados; la
capacitación de técnicos es irreal, se hacen apuestas en negocios "humo"...

La tecnodependencia crea mundos y ambientes virtuales de placer y regocijo,


que te evaden por completo de la cruda realidad. La tecnología es el opio de
esta nueva era, y alcanza a cualquier clase social. Eso sí, al igual que ocurría
con la heroína y la cocaína, hay clases de tecnología, y si quieres tecnología de
la buena debes tener poder adquisitivo para codearte con los "guapos". No es
lo mismo comprarte una PS3 o una Wii, que una PS2 de segunda mano y a
plazos. No es lo mismo tener un smartphone (teléfono móvil + PDA) que tener
el móvil que te regalan por unos miserables puntos. No es lo mismo tener un
ordenador portátil extraplano y cargado de todo, que un simple ordenador de
sobremesa de saldo. No es lo mismo tener un mega televisor de plasma de 72''
a tener uno de LCD de 17''. No es lo mismo tener una cámara reflex digital con
un manual de 500 páginas para conocer sus funcionalidades a una camarita de
andar por casa.

Y uno reflexiona sobre todo esto y se asusta cuando un frío viento cala en tus
venas cuando salta del mundo "Matrix" a la realidad, y se da cuenta de muchas
cosas. Se da cuenta que la tecnología le domina a uno y no al revés. Se da
cuenta de que el tiempo que se despilfarra navegando por Internet o jugando
con los aparatitos estarían mejor invertidos en la familia. Se da cuenta de que
el dinero invertido en estar al día no era necesario, pues aquellos aparatos
están pudriéndose en un oscuro cajón tras haberse estrenado, y que ese
capital podría haber sido mejor invertido en una buena cena familiar o en unas
vacaciones de un puente o en algo mucho más útil. Se da cuenta de que el
tiempo es la materia de lo que está hecha la vida, y que, literalmente, se
desperdicia una importante cantidad de vida en una ilusión, en el sinsentido de
una dependencia que la mayor de las veces te tiene idiotizado, y de la que
sacas muy poco provecho.

La tecnodependencia te introduce en un estado de felicidad virtual,


separándote de una felicidad real que no sabes sembrar ni cosechar. Es más
fácil evadirse en placeres fáciles y accesibles, pero vacíos, que luchar y sufrir
por alcanzar el placer de la consecución de un objetivo difícil. La
tecnodependencia te hace sentir superior, invulnerable, anónimo, especial... Te
lleva a sitios remotos en unos instantes, te lleva a conocer a gente especial, te
El rincón de la felicidad 4: La consecución

lleva a realizar cosas que en la vida real no se llegaría ni a imaginar. En la


realidad debes esperar y cansarte en un largo viaje, la gente que conoces la
conoces bien y parecen no tener nada especial ni mágico, y cualquier cosa que
hagas en la realidad cuesta mucho hacer las cosas.

La realidad es que tu vida está tejida por las hebras del tiempo. La realidad es
que la felicidad es la que tú te labras, la que tú quieres y como quieres, con
tecnología o sin ella. La realidad es que tu vida se apoya firmemente en los
pilares de las relaciones humanas, ya sea con la familia, los amigos, los
compañeros, los clientes, los proveedores, etc. Sin ellos, tu vida estaría vacía.

Puede que lo contenido en este artículo sea un drama, pero invito al lector a
hacer un análisis saliendo de "Matrix", y pensando qué se hace con la
tecnología que uno posee o que quiere poseer, si realmente es necesaria, y si
lo invertido en ella es realmente útil. Invito al lector a replantearse su vida sin
una tecnodependencia, a desengancharse de ese "mono" tecnológico, y a
replantear su vida de una forma más útil y realista, mejorando sus relaciones
con familiares, amigos, compañeros, etc. Invito al lector a ser más inteligente
que las multinacionales que nos proveen de esa droga, y que seamos nosotros
mismos los que dominemos inteligentemente la tecnología, poniéndola a
nuestro servicio, y no al revés. Invito al lector a saber decir "no" a un capricho
pasajero, y sólo invertir en la tecnología de la que realmente uno va a sacar
provecho, y estar preparado para realizar lo mismo sin ayuda de la tecnología.

¿Con qué porcentaje de realidad o de virtualidad quieres llenar tu vida?


¿Prefieres saciarte de felicidad fácil para evadirte de los problemas o luchar
con esos problemas y alcanzar con esfuerzo la felicidad que produce el éxito?
¿Prefieres que te hagan feliz momentáneamente con drogas, o merecer una
felicidad duradera luchando? Sólo de ti depende.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La rueda de la fortuna

La vida es un ciclo constante de cosas buenas y de cosas malas. Es como la


rueda de la fortuna, representada en las cartas del tarot, donde dos monos
están atados a la misma. Un mono triste cae hacia abajo, representando la
mala suerte o su desdicha. Un mono extraño asciende, representando la buena
suerte o la fortuna.

Esa rueda gira constantemente, sin cesar. Unas veces estarás arriba, y otras
veces estarás abajo. Pero ésa es la perfección de la rueda, porque lo malo se
complementa con lo bueno, equilibrando las fuerzas, el ying y el yang.

Con esta representación simplista de la vida, uno cabe reflexionar sobre lo que
hacer en la misma. Normalmente, mientras estamos en lo alto de la rueda, no
damos importancia a las cosas buenas que nos están pasando (salud, dinero,
amor...). Pero, sin embargo, cuando estamos abajo, concentramos nuestras
fuerzas destructivas en ese sentido, maldiciendo nuestra fortuna y dejándonos
llevar por el libre albedrío con la esperanza de que las cosas cambiarán, como
el tiempo meteorológico. Creemos que la buena fortuna es nuestra naturaleza y
que nos corresponde por derecho, sin merecerla. Olvidamos dar gracias por las
cosas que tenemos, pero no nos faltan improperios cuando la providencia no
nos sonríe. Somos seres caprichosos que queremos todo lo mejor "porque sí".

La rueda de la fortuna gira eternamente, pero tiene una manivela, la cual nos
permitirá controlar la velocidad del giro. Luego entonces, en nuestras manos
está el poder de acelerar nuestra estancia en la parte inferior, y desacelerar
nuestra estancia en la parte superior, de apresurar nuestra desdicha y de
demorar nuestra fortuna. Sólo hay que ser consciente que la rueda de la
fortuna nos da la oportunidad de ejercer nuestra influencia sobre ella, al igual
que ella influye sobre nosotros.

Si uno observa detenidamente esta carta del tarot, observará que en la parte
superior de la rueda se encuentra una esfinge coronada y alada, con una
espada sobre su hombro. Esta esfinge representa al hombre que domina su
destino, controlando la rueda de la fortuna. Esa esfinge nos representa a todos
y a cada uno de nosotros, revelándonos nuestro poder sobre la rueda, nuestro
dominio sobre el destino gracias a nuestros méritos conseguidos a través de
nuestra inteligencia, de nuestra habilidad y de nuestro esfuerzo.

Es nuestra actitud ante las situaciones la que nos premiará con una
oportunidad o nos castigará con una desgracia.

Recuerda que si la Divina Providencia te da la espalda, tócale las nalgas, o que


si tienes un limón, hazte una limonada.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

No olvides

No olvides que los días soleados son los que producen las nubes.
No olvides que las derrotas te enseñaron a ganar después
No olvides que los errores que no se pueden cambiar son aquellos que te
hicieron sabio.
No olvides que la soledad te hizo encontrarte a ti mismo.
No olvides que para alcanzar un sueño debes planificar tus actos.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Tan sólo un instante

Tan sólo un instante bastó para encontrarme con la muerte. Allí estaba ella.
Tan fría e indiferente, aguardando mi llegada.

Tan sólo un instante bastó para que mi vida se extinguiera como si nunca
hubiera existido. Un mísero e insignificante instante.

Tan sólo un instante separó todo lo que había creado durante tantos años de
esfuerzo y tesón, de la nada absoluta.

Tan sólo un instante transcurrió, de forma inesperada e incontrolada, en un día


cualquiera, en una hora cualquiera, en un segundo cualquiera, en un lugar
cualquiera.

Tan sólo un instante, tan efímero, tan fugaz... y tan eterno al mismo tiempo.

Conducía mi automóvil, a una velocidad prudente, con todos los sentidos


puestos en la carretera, con todas las precauciones posibles, circulando por el
segundo carril de los cuatro que tenían la autopista. A ciento diez kilómetros
por hora, a 30 metros por segundo... tan sólo separado del suelo por cuatro
puntos de apoyo un poco más grandes que mi puño.

Estaba a punto de rebasar a un furgón que circulaba en el carril más derecho, a


una velocidad inferior a la mía.

El tráfico era denso a aquella hora temprana, pero ciento diez kilómetros por
hora, en España, era una velocidad irrisoria... casi vergonzosa. Casi todo el
mundo me rebasaba por la izquierda. Casi todo el mundo parecía haberse
quedado dormido y llegaba tarde al trabajo.

De repente, casi a punto de alcanzar el furgón, miré por el espejo derecho. Era
una precaución inútil, pues hacía como doscientos o trescientos metros había
rebasado a un camión. Pero una mancha roja oscura apareció de la nada, y se
hizo enorme en un sólo instante dentro de ese retrovisor.

Quise cerrar los ojos. El terror se adueñó de mi ser. Quedé paralizado. Tan
sólo el pie derecho reaccionó de manera instintiva, y dejó de presionar, de
repente, el acelerador.

Un automóvil rojo, conducido por un insensato que, al revés que yo, tenía
pisado por completo el acelerador, circulando a una velocidad casi el doble que
la mía, intentaba adelantarme por la derecha. Y entre mi automóvil y el furgón
no había distancia para pasar.

Mi corazón se paró. Mi sangre descendió bastantes grados, hasta casi


congelarse. El tiempo, el movimiento, las referencias, las distancias... todo
parecía paralizarse y distorsionarse. Todo en tan sólo en un instante.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El automóvil rojo pareció atravesar mi coche y el furgón, pues pasó por el casi
inexistente hueco que me separaba del furgón. No lo creí. Era imposible. No
había hueco suficiente, y menos a esa velocidad.

No pude reaccionar, pues estaba estupefacto. No daba crédito a lo que


acababa de pasar. Sólo cuando el vehículo rojo se alejaba de mi a gran
velocidad, por delante, sorteando de derecha a izquierda a todos los vehículos,
como si le estuviera persiguiendo el mismísimo diablo, y al escuchar el claxon
de varios conductores que lo amonestaban, pude, por fin volver a la realidad.

Durante unos segundos estuve sumido en un trance. El tiempo parecía haberse


detenido. Todos los sentidos estaban también detenidos, como cuando te
hundes al fondo de una piscina, y el sonido parece lejano, todo se vuelve
mucho más lento, y la atmósfera se vuelve pesada e irrespirable. Unos
instantes en los que creí que estaba muerto, y, que por inercia, mi ser
avanzaba por delante de mi cuerpo.

Ahora, en frío, pienso que me salvó la vida ese instante tan efímero en el que
miré por ese retrovisor, y ese instante en que mi pie derecho dejó de presionar
el acelerador y ganó algún centímetro... el justo para que el automóvil rojo
pasara casi colisionando.

La muerte estaba allí, esperándome a mi y a quién sabe cuántas almas más.


Creo que le agüé la fiesta y el espectáculo de un dantesco accidente en el que
se hubieran involucrado, seguramente, cinco o más vehículos.

Tan sólo un afortunado instante hizo que la muerte se alejara de allí,


maldiciendo aquel miserable instante en el que reaccioné de la manera precisa
en el instante preciso.

Me pregunto qué hubiera pasado sin ese instante. Sin duda alguna, un
accidente con uno o varios muertos. Seguramente yo hubiera perecido en ese
accidente. Hubiera cambiado, por completo la vida de muchas personas. Sería
una causa con multitud de efectos.

Mi familia estaría abocada no sólo a una pérdida sentimental, si no también


financiera, pues yo soy la única fuente de ingresos, y acabamos de
hipotecarnos con una nueva vivienda. ¿Cómo saldrían adelante? ¿Y cómo
saldría adelante mi hija, que tanto me idolatra y admira?. Las consecuencias
serían desastrosas y numerosas.

Uno reflexiona sobre lo ocurrido. Y no por aquel suicida insensato, que no


valora su vida y va exponiendo vidas ajenas que no le pertenecen ni a las que
estima lo más mínimo.

Uno piensa rápidamente en dónde está la policía para encerrar a este


delincuente que infringe las leyes y pone en peligro al resto de los conductores.
También piensa dónde están los radares o las cámaras para cazarle, quitarle el
carnet de conducir y encerrarlo hasta que críe malvas. También piensa (mal
por cierto), que se mate el sólo y deja de ser un peligro para los demás. Sí.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Digo que mal pensado, pues es también un ser humano y seguramente tenga
una familia y unos amigos que lo quiera, a pesar de su comportamiento.

Muchas veces pienso que el error no está en las personas, si no en la


educación que reciben. A mí, en la autoescuela, nunca me enseñaron que un
coche es un arma mortal que asesina a más personas que las armas de fuego
o que el cáncer. Creo que si nos lo enseñan y nos mentalizan con lecciones
memorables, y una cultura general por parte de la sociedad, sensibilizando
realmente a las personas se evitarían actos como éste.

Pero la reflexión de hoy me lleva a lo siguiente: nuestras vidas transcurren en


instantes inciertos en los que creemos tener controlado todo, y en realidad no
controlamos ni una ínfima parte de las probabilidades. Hay tantas variables,
hay tantas probabilidades, hay tantos actores y escenarios que las cosas que
ocurren parecen estar en sintonía unas con otras, para suerte nuestra.

Un simple día está compuesto de 24 horas, de 1440 minutos, de 86400


segundos... Tantos instantes, tantas probabilidades... y las hacemos pasar sin
prestarles atención, a su libre albedrío.

Un instante... tan sólo un instante es un mundo, una vida, una muerte, un éxito,
un fracaso, una alegría, una desdicha, una felicidad, una tragedia, una
inspiración, una decepción... puede ser infinitas cosas.

Un instante... tan sólo un instante es una ruleta en que infinitos factores


intervienen en el resultado.

Un instante... tan sólo un instante es lo que gobierna nuestras vidas, el que nos
somete, el que determina las circunstancias, el que dicta las normas.

Un instante... tan sólo un instante lo es todo; todo lo convierte, lo transforma, lo


recicla, lo reinventa, lo crea o lo destruye.

Un instante... tan sólo un instante es el medio por el cual vivimos, y el medio


por el cual podemos influir en ese instante, en mayor o menor medida.

Las reglas del instante han de ser comprendidas: lo que ocurre está bajo
nuestro control y fuera de él al mismo tiempo. Acepta lo que no puedes
controlar y úsalo a tu favor para hacer lo que sí puedes controlar.

Tan sólo un instante fue el que interpuso la muerte en mi camino, y tan sólo un
instante fue el que me salvó la vida.

Tan sólo un instante supuso finiquitar mi vida, mi familia, mi amor, mi trabajo,


mis logros, mis riquezas... y tan sólo un instante supuso ponerlo a resguardo.

Tan sólo ese instante me esperará al final, pero para entonces estaré
preparado para recibirlo con paz en mi interior y con felicidad infinita. Porque si
ese instante decidirá mi final, yo decidiré cuán glorioso será éste.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Aquella presencia

No supe cómo ocurrió. De la nada aparecí, en un momento, y la luz se hizo


ante mí. Comencé a sentir. Borrosas imágenes... algún color, alguna imagen.
Angustia. Necesidad. Por vez primera llorar. Un hálito vital. El primero de mis
latidos de forma independiente. El inicio de mi vida.

Llegué sin saber nada. Llegué sin sentir nada. Llegué un día cualquiera, en un
lugar cualquiera, como un ser humano cualquiera. ¿Qué era lo que tenía ante
mi? ¿Para qué estaba yo aquí? ¿Cuál era la razón de mi aparición a este
mundo y de mi existencia?

Mi primera necesidad fue el alimento que debía mantener y hacer crecer ese
envoltorio al que llaman cuerpo. El calostro de aquel hinchado pecho atendió
aquella necesidad, y me aportó, además, las defensas necesarias para
combatir a millones de microscópicos enemigos que atenazaban con malograr
mi vida. Gracias a aquel pecho sobreviví los primeros años de mi vida.

Mi cuerpo crecía. Mi mente se abría. Mis ojos se abrían. Mi espíritu se abría.

A medida que crecía fui haciéndome más fuerte, más inteligente y más
persona, aprendiendo a conocer aquel mundo que me rodeaba, a interactuar
con él, según sus reglas y sus limitaciones.

No fue nada fácil, pues el hombre es un ser que tiende a complicarlo todo sin
necesidad o por desconfianza.

De mi infancia, de repente, me tuve que enfrentar a una cruda realidad que


hizo explotar la burbuja de mi inocencia. El mundo no era ese mundo fantástico
donde todo el mundo te sonríe, juega contigo y te concede tus caprichos de
buena fe. El mundo es cruel, salvaje, desconfiado, interesado, depredador,
incomprensible, complejo, traicionero, voluble...

¿Por qué no me enseñaron en la escuela lo que en realidad debía aprender?


¿Por qué tanta matemáticas o ciencias, y nada de prepararme ante la vida?
¿Por qué no me enseñaron lo que en realidad iba a tener que vivir?

Me perdí en mi confusión. Los problemas empezaron a aparecer y a


convertirse en la sombra de mi vida. Las preocupaciones asfixiaron mi espíritu.
Mi vida había descendido a velocidad terminal hacia el infierno. Quería asirme
a cualquier vestigio que pudiera hacer de paracaídas. Pero nadie me ayudaba.
Nadie...

¿Por qué a mi? ¿Por qué ésto? ¿Qué he hecho yo?

Comencé a nadar contra una corriente antinatural. Cuantas más fuerzas


dedicaba, menos avanzaba. Exhausto seguía intentando emerger de aquel
espeso océano violento, y extraer una bocanada de aire vital. Pero no
alcanzaba la superficie. No sabía dónde estaba la superficie. Mis fuerzas se
agotaban, mi mente se embotaba, mis pulmones se encharcaban, mi corazón
El rincón de la felicidad 4: La consecución

dejaba de latir. La vida se me escapaba.

¿A ésto se reducía la vida? ¿A ser embobados en nuestra infancia como a


corderitos, y después llevarnos a un matadero? ¿Era posible que tuviera que
morir sin conocer el amor, sin convertir en realidad mis sueños, sin saber lo que
es en realidad una vida fuera del cine o de los libros?

Cuando todo parecía estar sentenciado, una fuerza me elevaba un poco más
hacia la superficie. Y luego otro poco más. Y otro poco más. Apresuré las
escasas fuerzas que me quedaban en aquella dirección, mientras aquella
fuerza volvía a elevarme, más y más, hasta encontrar el aire que me faltaba y
que me salvaba la vida.

Encontré el aire. Encontré un atisbo de luz. Encontré una razón para no


dejarme vencer y sobrevivir. Y a medida que avanzaba hacia aquella luz, noté
cómo crecía en mi interior una fuerza descomunal capaz de derrotar cualquier
enemigo que ante mí se interpusiera. Me sentí más seguro de mi mismo.
Comencé a crecer más y más. Comencé a entender mejor este estúpido juego
de la vida. Comencé a jugar mis cartas y a ganar. Gané autoconfianza. Gané
autoestima. Gané el amor de mi vida. Gané el amor de mis amigos. Gané el
amor de muchas personas que empecé a conocer tras este peligroso bautismo.
Gané respeto. Gané trabajo. Gané éxitos profesionales. Gané compañeros.
Gané amigos. Gané proyectos. Gané objetivos. Gané nuevos retos. Gané
nuevas lecciones. Gané una familia. Gané un hogar. Gané sabiduría. Gané la
amistad y la lealtad de aquellas personas a las que ayudé. Gané la
consecución de mis sueños. Gané la consecución de mi propia vida. Gané la
felicidad. Gané...

Una presencia me acompañó en todo momento en mi vida, e incluso antes de


mi existencia. Esa presencia me creó y me insufló el milagro de la vida. Esa
presencia me gestó en su vientre durante nueve meses. Esa presencia me
ofreció aquel pecho que me alimentó y me protegió. Esa presencia restó su
propia vida para darme a mi un poco más de vida. Esa presencia sacrificó un
poco de su propia felicidad para regalarme a mi un poco más de felicidad. Esa
presencia me enseñó a hablar, a andar, a seguir las reglas marcadas en este
mundo, a extraer de mi lo mejor de mi mismo, a equivocarme y a aprender yo
mismo de mis errores, a atreverme a tomar mis propias decisiones aunque
estuviesen equivocadas, a determinar mi propio destino por encima del que
todos querían para mi; a ser yo mismo ante todo y sobre todo, único y
auténtico; a amar, a ayudar desinteresadamente, a preocuparme por el prójimo,
a priorizar a las personas sobre los intereses, el trabajo o los negocios; a
encontrar el verdadero significado de la familia, a ser libre y dejar a los demás
ser libres; a respetar, a ser solidarios, a empatizar, a autocrecer y automejorar
uno mismo como persona; a no tirar la toalla en la más aciaga de las
situaciones, y luchar hasta el final; a no intentar cambiar lo inevitable y a no
intentar entender lo que es evidente e ininteligible; a entender que las cosas
siempre suceden por algo aunque no lo sepas, a aceptar las cosas como
vienen y seguir hacia adelante, a entender que las cosas que ocurren no
necesitan ser explicadas, y que las explicaciones no cambian lo que ya ocurrió.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Esa presencia, a la que siempre me han hecho identificar como mi madre, me


enseñó tantas cosas e hizo tantas cosas por mi, que aunque fuera inmortal, la
eternidad entera no sería suficiente para agradecérselo. No sólo le debo mi
vida, si no también lo que soy, lo que pienso, lo que siento, lo que hago...

Ella me dio la vida, y también me dio algo más importante: el sentido de vivir.

No hay nada, ni en éste ni en ningún otro mundo, que pueda regalarle


comparable a lo que ella me regaló. Decirle “te quiero” no es suficiente.
Tampoco decirle hasta la saciedad “gracias”. Estar con ella más a menudo,
haciéndole compañía, escucharla más, reír con ella... no es suficiente. Lo único
que puedo regalarle soy yo mismo mejorando este mundo ayudando a las
personas, como a ella le gusta hacerlo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Frases célebres
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va.
Antoine de Saint-Exupery

Cada descubrimiento de la ciencia seca el manantial de magia de la que se


alimenta la ignorancia. Cuando la ciencia descubra el secreto del amor o de la
felicidad, desaparecerá una magia dichosa que ha sustentado la humanidad
durante milenios. Rafael Hernampérez Martín

La mayor parte de aquellos que no quieren ser oprimidos, quieren ser


opresores. Napoleon I

Quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo contempla. Winston Churchill

Un pueblo que quiere ser feliz no ha menester de conquistas. Plutarco

Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error. Alessandro


Manzoni

De las virtudes no se alardea ni se presume, simplemente se ven. Refrán

El miedo existe hasta el momento en que lo inevitable sucede. Después de


esto no debemos perder nuestra energía con él. Paulo Coelho

Que la vida iba en serio


uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería


y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo


y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Jaime Gil de Biedma

¿Y qué es la felicidad, hija mía, sino ajustarse al propio destino?. Maurice


Druon. "Los Reyes Malditos I"

La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas.
Alejandro Dumas

¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto
que decir de las mías? Miguel de Cervantes Saavedra
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Esperar era una estupidez por mi parte. Cada momento que pasamos juntos es
muy valioso, y no tengo ninguna intención de derrochar ese tiempo ahora que
cualquier capricho del destino podría separarnos. Christopher Paolini. "Eldest"

El arte de vivir consiste menos en eliminar nuestros problemas que en


aprender a convivir con ellos. Bernard M. Baruch

El que no quiera vivir sino entre justos, viva en el desierto. Lucio Anneo Séneca

No pienses en ello - le aconsejó ella -. No puedes hacer nada por mejorar tu


condición, y lo único que vas a conseguir es sentirte peor. Vive el presente,
recuerda el pasado y no temas el futuro, porque no existe, ni existirá jamás.
Sólo existe el ahora. Christopher Paolini. "Eldest"

El hambre suele producir poemas inmortales. La abundancia, únicamente


indigestiones y torpezas. Hipólito Taine

Recorres el mundo en busca de una felicidad que está siempre al alcance de tu


mano. Horacio

Hay personas silenciosas que son mucho más interesantes que los mejores
oradores. Benjamin Disraeli

La violencia es miedo de las ideas de los demás y poca fe en las propias.


Forges

Aprende las dos reglas de la armonía: nº 1 no sufrir por pequeñeces, y nº 2


todos son pequeñeces. Richard Carlson

Odiar a alguien es otorgarle demasiada importancia. Anónimo

La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana


de compartir cosas es evidente. Carmen Martín Gaite

Feliz el hombre a quien al final de la vida no le queda sino lo que ha dado a los
demás. Armando Fuentes Aguirre

Vida es tener siempre que hacer algo. La vida no se me ha dado, resulta que
tengo que hacérmela yo. José Ortega y Gasset

La vida es una sucesión de lecciones que deben vivirse para ser


comprendidas. Helen Keller

Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas. Jacques Anatole France

No me aseguréis pues lo que todavía está por hacer. Maurice Druon. "Los
reyes malditos II. La reina estrangulada"

Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año. Ralph Waldo
Emerson
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que


hace al hombre libre o esclavo. Franz Grillparzer

Es más vergonzoso desconfiar de los amigos que ser engañado por ellos. Jean
de la Bruyère

Los mejores momentos de la vida vienen por sí solo, no tiene sentido


esperarlo. Thoton Wilder

El secreto de una vida plena es tener más comienzos que finales. Dave
Weinbaum

¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le


calienta. Victor Hugo

Si todo parece estar yendo bien, obviamente has pasado algo por alto.
Anónimo

No hay deber que podamos subestimar tanto como el deber de ser feliz. Robert
Louis Stevenson

No escuchar al que nos habla, no sólo es falta de cortesía, sino también


menosprecio. Atiende siempre al que te hable; en el trato social nada hay tan
productivo como la limosna de la atención. Honoré de Balzac

Los que nunca fueron desgraciados no son dignos de su felicidad. Hugo


Foscolo

Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras. William


Shakespeare

Los hombres viven, en general, el presente con una cierta ingenuidad; esto es,
sin poder llegar a valorar exactamente sus contenidos. Sigmund Freud

El destino del hombre está en su propia alma. Herodoto

Los vientos y las mareas siempre están del lado de los navegantes más
hábiles. Edward Gibbon

Cuando el amor y la habilidad trabajan juntos, es de esperar una obra maestra.


John Ruskin

Aquel que mira hacia fuera sueña. Aquel que mira hacia dentro despierta. Carl
Jung
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Si ve el fracaso y lo interpreta como catastrófico, puede que el pesimismo


ensombrezca su horizonte en el futuro. Sin embargo, verlo como una
oportunidad para aprender cambia su mancha de tinta de la realidad porque de
repente puede observar las fuerzas conspirando para usted, en lugar de contra
usted. Jean Marie Hamel. “Cosas que de verdad importan”

Nuestra mayor gloria no está en no fracasar nunca, sino en levantarnos cada


vez que caemos. Confucio

Si merece la pena hacerlo, merece la pena que nos divirtamos mientras lo


hacemos. Jean Marie Hamel. “Cosas que de verdad importan”

Todo fluje, nada permanece. Heráclito de Éfeso

Lo que el gusano llama el fin del mundo, la mariposa llama comienzo.


Proverbio Zen

El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado
a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera. Alexander
Pope

El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los
tiene, pero no de épocas felices. Friedrich Nietzsche

El árbol quiere la paz, pero el viento no se la concede. Proverbio chino

No te esfuerces por tener o atesorar más; no te compares con los demás ni


compitas con nadie, salvo contigo mismo. Hay personas que siempre andan a
la carrera y sin aliento, nada disfrutan y nada les llena y satisface, porque
siempre encuentran que los demás son mejores o tienen más éxito. Deja ya de
correr sin aliento detrás de quimeras y disfruta de lo que eres y de lo que
tienes, pero que no sabes valorar. Bernabé Tierno.

No hay montaña sin niebla; no hay hombre de mérito sin calumniadores.


Proverbio turco

El pensamiento crea el mundo a cada instante. André Maurois

El fracaso en realidad no existe, salvo en la mente de quienes no saben


aprender de sus errores y consideran que son incapaces de superar los
problemas por la falta de confianza en sí mismos. Bernabé Tierno

No darás tropezón ni desatino que no te haga adelantar el camino. Bernardo


de Balbuena

Nuestra mente, por sí misma, puede hacer del infierno un cielo y del cielo un
infierno. J. Milton

Cada día es una pequeña vida. Horacio


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Nada es más estúpido que vencer; la verdadera gloria es convencer. Víctor


Hugo

¿Qué es la felicidad sino el desarrollo de nuestras facultades? Germaine de


Staël

Como no sabían que era imposible lo hicieron. Anónimo

Sufrimos más por nuestras opiniones que por los acontecimientos mismos.
Lucio Anneo Séneca

Cuando carecemos de esperanza, vivimos llenos de deseos. Dante Alighieri

Ser feliz no es tener una vida perfecta;


Ser feliz es reconecer que vale la pena vivir
a pesar de todos los desafíos y pérdidas.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas
y ser el autor de la propia história.

Anónimo

El hombre no debe seguir ciegamente un derrotero fijo. Ángel Ganivet

Vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces. John Henry
Newman

Una vida sin propósito es una muerte prematura. Johann Wolfgang von Goethe

Las cosas sólo dejan de existir cuando se deja de creer en ellas. Gonzalo
Torrente Ballester

El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida, y la única forma de estar


realmente satisfecho es hacer lo que consideréis un trabajo genial. Y la única
forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis. Si aún no lo habéis
encontrado, seguid buscando.
No os conforméis.
Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis
encontrado. Y como en todas las relaciones geniales, las cosas mejoran y
mejoran según pasan los años. Así que seguid buscando hasta que lo
encontréis.
No os conforméis.
Steve Jobs

Casi todas las personas son tan felices como deciden serlo. Abraham Lincoln

Todas las personas nacen como original; la mayoría mueren como copia.
Anónimo
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Nunca digas nunca. J. K. Rowling

El hombre no ha sabido organizar un mundo para sí mismo y es un extraño en


el mundo que él mismo ha creado. Alexis Carrel

Esto por encima de todo: sé sincero contigo mismo; de esto se deduce, del
mismo modo que deduce que después del día viene la noche, que no serás
falso con ningún hombre. William Shakespeare

Cuando haya agotado su ingenio y no sepa hacia dónde dirigirse, elimine la


forma y deje que la esencia le lleve a su hogar. Jean Marie Hamel. “Cosas que
de verdad importan”

No existe ningún problema que no lleve un regalo consigo. Buscamos


problemas porque necesitamos los regalos. Richard Bach

Cuando uno se deshace de todo lo que posee, pasa en realidad a poseer todos
los tesoros del mundo. Mahatma Gandhi

La generosidad no necesita salario; se paga por sí misma. H. de Linry

El amor es la pasión por la dicha del otro. Cyrano de Bergerac

Ser cada día uno mismo, pero no lo mismo. Bernabé Tierno

El futuro nos tortura, y el pasado nos encadena. He aquí por qué se nos
escapa el presente. Gustave Flauvier

Los pensamientos son las sombras de nuestros sentimientos. Friedrich


Nietzsche

El bien que hicimos la víspera es el que nos trae la felicidad por la mañana.
Proverbio chino

El verdadero medio de ganar mucho es no querer nunca ganar demasiado y


saber perder convenientemente. Fenelón

Al hombre sabio no se le puede injuriar. Séneca

Cometer un error y no corregirlo es otro error. CONFUCIO

Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande. Martin Heidegger

Lo pasado ha huído, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.


Proverbio árabe

El que teme sufrir, sufre de temor. Proverbio chino


El rincón de la felicidad 4: La consecución

La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces. Proverbio


persa

El hombre que no sea dueño de sí mismo nunca será libre. Pitágoras

No soy tan joven como para saberlo todo. Oscar Wilde

Si quieres ser feliz como me dices, no analices, muchacho, no analices.


Joaquín M. Bartrina

El hombre más feliz es el que hace la felicidad del mayor número de sus
semejantes. Denis Diderot

Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esa simpatía de la risa.
Jacinto Benavente

Todo se soporta en la vida, con excepción de muchos dias de continua


felicidad. Johann Wolfgang von Goethe

El hombre tiene mil planes para sí mismo. El azar, sólo uno para cada uno.
Mencio

Descubrí que el sentido de mi vida era el que yo lo quisiera dar. Paulo Coelho.
La quinta montaña

La vida es un negocio en el que no se obtiene una ganancia que no vaya


acompañada de una pérdida. Arturo Graf

Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero
la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.
Charles Dickens

Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero
la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.
Charles Dickens

Estamos aquí y es ahora. Tal y como yo lo veo, a partir de ahí todo tiende a la
conjetura. Terry Pratchett. Dioses menores

Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar; y


luego, hablando se aprende a callar. Diógenes Laercio

La más feliz de todas las vidas es una soledad atareada. François-Marie


Arouet Voltaire

Quien cambia felicidad por dinero no podrá cambiar dinero por felicidad. José
Narosky

Si hacemos el bien por interés, seremos astutos, pero nunca buenos. Marco
Tulio Cicerón
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Apresúrate; no te fíes de las horas venideras. El que hoy no está dispuesto,


menos lo estará mañana. Ovidio

Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a


llevársela. Pitágoras de Samos

La vida entera es como ver una película. Lo que pasa es que siempre parece
como si hubieras llegado diez minutos depués de que empezara, y nadie te
cuenta de qué va, de manera que lo tienes que ir averiguando todo sobre la
marcha, a medida que la ves. Terry Pratchett. "Imágenes en acción"

Escoger el propio tiempo es ganar tiempo. Sir Francis Bacon

El tiempo de la reflexión es una economía de tiempo. Publio Siro

No hubo tiempo alguno en que no hubiese tiempo. San Agustín

El instante es la continuidad del tiempo, pues une el tiempo pasado con el


tiempo futuro. Aristóteles

El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento. Platón

Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.


Benjamin Franklin

Malgasté mi tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mí. William Shakespeare

Vosotros, los europeos, tenéis los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo.
Proverbio africano

No es el tiempo lo que se os da, sino el instante. Con un instante dado, a


nosotros nos corresponde hacer el tiempo. Georges Poulet

El tiempo es el ángel del hombre. Johann Christoph Friedrich von Schiller

El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho. Jorge Luis Borges

El tiempo es un gran maestro que arregla muchas cosas. Pierre Corneille

Mañana es sólo un adverbio de tiempo. Joan Manuel Serrat

Sólo falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo. Gaspar Melchor de


Jovellanos

El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto. Charles


Chaplin

Hablamos de matar el tiempo como si no fuera el tiempo el que nos mata a


nosotros. Alphonse Allais
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado el tiempo en que se pudo.


Marie von Ebner-Eschenbach

El tiempo es oro. Edward George Bulwer-Lytton

Hay personas que no saben perder su tiempo completamente solas. Son el


azote de las personas ocupadas. Louis de Bonald

El tiempo es el único capital de las personas que no tiene más que su


inteligencia por fortuna. Honoré de Balzac

Hay que perder la mitad del tiempo, para poder emplear la otra mitad. Anónimo

Los que emplean mal su tiempo son los primeros en quejarse de su brevedad.
Jean de la Bruyere

No es el tiempo el que nos falta. Somos nosotros quienes le faltamos a él. Paul
Claudel

Sin el tiempo, esa invención de Satanás, el mundo perdería la angustia de la


espera y el consuelo de la esperanza. Antonio Machado

Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo: incluso aquel que no tiene
otra cosa cuenta con eso. Baltasar Gracián

Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar. Pedro Calderón de la


Barca

Hay ladrones a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: el
tiempo. Napoleón I

No hay nada hecho por la mano del hombre que tarde o temprano el tiempo no
destruya. Marco Tulio Cicerón

El tictac de los relojes parece un ratón que roe el tiempo. Alphonse Allais

No se puede olvidar el tiempo más que sirviéndose de él. Charles Baudelaire

Un joven en años puede ser viejo en horas, si no ha perdido el tiempo. Sir


Francis Bacon

El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses. Proverbio
japonés

Hay personas que no saben perder su tiempo solas y se convierten en el


flagelo de las personas que trabajan. Jules Renard

El tiempo no es sino la corriente en la que estoy pescando. Henry David


Thoreau
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El tiempo es la medida de los negocios, como el dinero lo es de las


mercancías. Sir Francis Bacon

El tiempo es como un río que arrastra rápidamente todo lo que nace. Marco
Aurelio

Coged las rosas mientras podáis


veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta...
Walt Whitman

Tiempo: lo que los hombres siempre tratan de matar, pero acaba por matarlos.
Herbert Spencer

No malgastes tu tiempo, pues de esa materia está formada la vida. Benjamin


Franklin

Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas


dificultades. Miguel de Cervantes Saavedra

Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus


discípulos. Hector Berlioz

No perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos, pero este es
el nuestro. Jean Paul Sartre

Agua pasada no mueve molinos. Refrán

No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto. Albert Einstein

El porvenir es un lugar cómodo para colocar los sueños. Anatole France

Cuando atrasamos la cosecha, los frutos se pudren, pero cuanto atrasamos los
problemas, no paran de crecer. Paulo Coelho. La quinta montaña

Toda aflicción que llega acaba por irse. Así sucede con las glorias y las
tragedias del mundo. Paulo Coelho. La quinta montaña

- ¿Por qué tengo que escoger entre salvar esta ciudad o redimir a mi pueblo?
- Porque un hombre tiene que escoger – respondió el ángel –. En esto reside
su fuerza: en el poder de sus decisiones
- Es una elección difícil: exige aceptar la muerte de un pueblo para salvar a
otro.
- Más difícil aún es definir un camino para sí mismo. Quien no hace una
elección, muere a los ojos del Señor, aunque continúe respirando y caminando
por las calles.
Paulo Coelho. La quinta montaña
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Ni tú ni nadie va a pegar tan fuerte como la vida, pero no importa lo duro que
golpees, importa lo fuerte que puedes ser golpeado y continuar hacia adelante.
Película "Rocky VI"

- Es preciso disciplina y paciencia para superarlo – dijo el pastor.


- Y esperanza. Cuando ella se termina, no se pueden gastar las energías
luchando contra lo imposible.
- No se trata de esperanza en el futuro. Se trata de recrear el propio pasado.
Paulo Coelho. La quinta montaña

Si tienes un pasado que no te deja satisfecho, olvídalo ahora. Imagina una


nueva historia para tu vida, y cree en ella. Concéntrate sólo en los momentos
en que conseguiste lo que deseabas, y esta fuerza te ayudará a conseguir lo
que deseas ahora. Paulo Coelho. La quinta montaña

Todo lo que podía suceder, pero no sucedió, termina siendo llevado por el
viento y no deja ningún rastro. La vida está hecha de nuestras actitudes. Paulo
Coelho. La quinta montaña

Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí


mismo. Alexei Tolstoi

No amar por temor al rechazo es como suicidarse por temor a morir. Anónimo

El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo. Gustavo
Adolfo Bécquer

Si algo he aprendido en la vida es a no perder el tiempo intentando cambiar el


modo de ser del prójimo. Carmen Martín Gaite

Siente el pensamiento; piensa el sentimiento. Miguel de Unamuno

El mejor servicio que podemos prestar a los afligidos no es quitarles la carga,


sino infundirles la necesaria energía para sobrellevarla. Phillips Brooks

Toda dificultad eludida se convertirá más tarde en un fantasma que perturbará


nuestro reposo. Frédéric Chopin

Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el


orgullo que le proporciona hacerlas. Oscar Wilde

Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que
antes. Confucio

Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamín


Franklin

¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.


Albert Einstein
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer a todos los que le
siguen. Abraham Lincoln

¿Cómo sería saber que tu siguiente suspiro será el último?. Película “La
delgada línea roja”

Teméis todas las cosas como mortales y todas las deseáis como inmortales.
Lucio Anneo Séneca

Todo tiene dos caras. Terry Pratchett. “Dioses menores”

Los placeres son como los alimentos: los más simples son aquellos que menos
cansan. Joseph Sanial-Dubay

Cuando alguien emprende el camino de la mentira, siempre cree que el


trayecto será fácil y corto; se superan sin dificultad y con cierto placer los
primeros obstáculos, pero pronto el bosque se espesa, la ruta se difumina y se
ramifica en senderos que van a perderse en ciénagas; a cada paso uno se
hunde o resbala, se irrita y dilapida sus fuerzas en vanas tentativas, cada una
de las cuales viene a constituir una nueva imprudencia. Maurice Druon. "Los
Reyes Malditos VI. La flor de lis y el león"

Excava el pozo antes de que tengas sed. Proverbio chino

Noble cosa es, aún para un anciano, el aprender. Sófocles

El valor es, después de la prudencia, una condición especial a nuestra


felicidad. Arthur Schopenhauer

El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. Winston


Churchill

Fingimos lo que somos; seamos lo que fingimos. Pedro Calderón de la Barca

Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte
de mentes mediocres. Albert Einstein

Más que el sable y que la lanza, suele servir la confianza que el hombre tiene
en sí mismo. José Hernández

No hay médico para el miedo. Proverbio escocés

Cuanto mayor es la prosperidad, tanto menos se debe confiar en ella. Lucio


Anneo Séneca

La vida no es mas que un interminable ensayo de una obra que jamás se


estrenará. Película “Amelie”

No hay mayor placer que el de encontrar un viejo amigo, salvo el de hacer uno
nuevo. Rudyard Kipling
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que


hemos sido, sino de lo que anhelamos ser. José Ortega y Gasset

Señal de tener gastada la fama propia es cuidar de la infamia ajena. Baltasar


Gracián

Las lecciones aprendidas sin esfuerzo rara vez se detiene. James


BeauSeigneur. “Los actos de Dios”

Algunos encuentran el silencio insoportable porque tienen demasiado ruido


dentro de ellos mismos. Robert Fripp

Muchas veces la mejor manera de ganar es olvidarse de anotar los tantos.


Marianne Espinosa Murphy

Uno mira atrás y se dice: "¿Cómo? ¿Ya pasó un año? ¡Qué rápido!" Quizá
porque uno dedica mucho tiempo a recordar, a revivir el tiempo... Maurice
Druon (Los reyes malditos VII)

Solemos perdonar a los que nos aburren, pero no perdonamos a los que
aburrimos. François de la Rochefoucauld

La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió.
Francisco de Quevedo y Villegas

El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se


pasa. Miguel de Cervantes Saavedra

Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino.


Sigmund Freud

Una persona perezosa es un reloj sin agujas, siendo inútil tanto si anda como
si está parado. William Cowper

La juventud colma de imaginación el futuro; la vejez reconstruye con la


memoria el tiempo que pasó. Maurice Druon. “Los reyes malditos VII: De cómo
un rey perdió Francia”

¡Qué pequeñas son mis manos en relación con todo lo que la vida ha querido
darme! Ramón J. Sénder

No es posible que la desgracia sea permanente… cuando soportamos derrotas


y dificultades, cuando el desastre nos agobia, siempre viene a gratificarnos y
reconfortarnos un súbito golpe de suerte. Maurice Druon. “Los reyes malditos
VII: De cómo un rey perdió Francia”

Algunas de las hazañas más grandes de la humanidad han sido obra de


personas que no eran lo bastante listas para comprender que eran imposibles.
Doug Larson
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Me agrada que haya lealtad en los acuerdos, y que la conducta responda a lo


que la boca dice. Maurice Druon. “Los reyes malditos VII: De cómo un rey
perdió Francia”

Siempre he visto que para triunfar en el mundo es preciso parecer loco y ser
prudente. Charles de Secondat, barón de Montesquieu

Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de


diversión. Habib Bourguiba

Prueba a ser tal como dicen de tí tus aduladores. Quinto Horacio Flaco Horacio

La enseñanza es el pasaporte para el futuro; El mañana pertenece a las


personas que se preparan en el presente. Malcolm X

El que dice una mentira no se da cuenta del trabajo que emprende, pues tiene
que inventar otras mil para sostener la primera. Alexander Pope

Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá


flores ni frutos. Rabindranath Tagore

La confianza en uno mismo es el primer peldaño para ascender por la escalera


del éxito. Ralph Waldo Emerson

Cuantas menos palabras uno pronuncia, menos serán repetidas y menos serán
falseadas. Maurice Druon. “Los reyes malditos VII: De cómo un rey perdió
Francia”

A menudo, el exceso de equipaje en la vida no lo convierte a uno en otra cosa


que en esclavo voluntario. David Zurdo y Ángel Gutiérrez “616: Todo es
infierno”

Los amigos son como los taxis, cuando hay mal tiempo escasean. Anónimo

El mundo está compuesto, en su mayoría, por personas acérrimamente


incrédulas o tenazmente crédulas. El punto medio, en el que los antiguos
sabios griegos colocaron la virtud, era el menos común de todos los lugares.
David Zurdo y Ángel Gutiérrez “616: Todo es infierno”

Bajo las nieves profundas yace la semilla, que el amor del sol en primavera
convertirá en rosa. Bette Midler

No hay cosa, por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana. Juan Luis
Vives

Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?. Arturo
Graf
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y


muy poco de los otros. Albert Guinon

La fortuna favorece a los más audaces. Alejandro Magno

Las heridas que te causa quien te quiere, son preferibles a los besos
engañadores de quien te odia. Salomón

Sin duda hay que perderse para hallar destinos inalcanzables o de lo contrario
todo el mundo sabría donde están. Piratas del Caribe 3: En el fin del mundo

Una derrota peleada vale más que una victoria casual. José de San Martín

Así corrompe el ocio al cuerpo humano, como se corrompen las aguas si están
quedas. Ovidio

Todo es muy difícil antes de ser sencillo. Thomas Fuller

- ¿Aún me quieres? - le preguntó ella.


Merthin no se esperaba aquella pregunta, pero respondió sin titubeos.
- Sí.
- Y yo te quiero a ti. Todo lo demás, cualquier cosa, sólo puede ser un
problema que podemos solucionar juntos.
Ken Follet. "Un mundo sin fin"

Hay momentos en la vida cuyo recuerdo es suficiente para borrar años de


sufrimiento. François-Marie Arouet Voltaire

La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar


sobre el valor de la vida. André Malraux

Con las pasiones uno no se aburre jamás; sin ellas, se idiotiza. Stendhal

La envidia es el gusano roedor del mérito y de la gloria. Francis Barón de


Verulam Bacon

La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su


constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestran
cuánto se aburren. Arthur Schopenhauer

Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto. William


Shakespeare

El aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy
pocos. Fray Antonio de Guevara
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La buena noticia es que cuando decidas que lo que sabes es más importante
que lo que te han enseñado a creer habrás cambiado de velocidad en tu
búsqueda de la abundancia. El éxito viene de tu interior, no de fuera. Ralph
Waldo Emerson

El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es la más dulce
de todas las pasiones. René Descartes

No son nuestras debilidades lo que nos muestra lo que somos, sino nuestras
decisiones. J.K. Rowling. “Harry Potter y la Cámara Secreta”

Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto.
Henry Ford

Tú eres el que diseña tu destino. Eres el autor. Escribes la historia. La pluma


está en tu mano y el resultado es el que elijas. Lisa Nichols

Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor;


codicioso, no caritativo. Quevedo

A cada paso creamos nuestro propio universo. Winston Churchill

Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes.


Napoleón

La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre


espiritual. Miguel de Unamuno

No te preocupes por el mañana, porque el mañana traerá sus propias


preocupaciones. Mateo 32-34

Iré a cualquier parte, siempre que sea hacia adelante. David Livingstone

Las personas que funcionan bien en este mundo son las que al levantarse por
la mañana buscan las circunstancias que quieren, y si no las encuentran las
inventan. George Bernard Shaw

Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. Budda

No debemos tener miedo de confrontarnos... Hasta los planetas chocan... y del


caos nacen las estrellas. Charles Chaplín.

Los verdaderos amigos son como las estrellas, brillan más cuando la noche es
oscura. Jaime Otazú

Actúa como si tuvieras fe y la fe nacerá en ti. Película “Veredicto final”

Tus pensamientos y tus sentimientos crean tu vida. Lisa Nichols


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad. Confucio

La prueba suprema de virtud consiste en poseer un poder ilimitado sin abusar


de él. Thomas Macaulay

Nuestras acciones hablan sobre nosotros tanto como nosotros sobre ellas.
George Elliot

Mientras que el corazón tiene deseo, la imaginación conserva ilusiones. René


de Chateaubriand

Ser el mejor de los mejores significa cometer errores y continuar. Película “Top
Gun”

Y todo cuanto pidiereis en la oración, si tenéis fe, lo alcanzaréis. Mateo 21, 22

Tu felicidad reside dentro de ti. Lisa Nichols

Aquello a lo que te resistes persiste. Carl Jung

Las personas que funcionan bien en este mundo son las que al levantarse por
la mañana buscan las circunstancias que quieren, y si no las encuentran las
inventan. George Bernard Shaw “La profesión de la señora Warren”

Tienes el poder de cambiar cualquier cosa, porque eres quien elije tus
pensamientos y quien siente tus sentimientos. Rhonda Byrne. “El Secreto”

La felicidad interior es lo que en realidad alimenta el éxito. Doctor John Hagelin

La imaginación lo es todo. Es el avance de lo siguiente que traerá la vida.


Albert Einstein

Tu vida será como tú la crees, y nadie va a juzgarte por ello, ni ahora ni nunca.
Neale Donald Walsch

El hombre se convierte en lo que piensa. Morris Goodman

Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él


alguien que no existía. John Ruskin

Por tanto, os aseguro que todas cuantas cosas pidiereis en la oración, tened fe
de conseguirlas y se os darán. Marcos 11, 24

Todo lo que la mente puede concebir se puede lograr. W. Clement Stone

Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada nos sirve buscarla fuera.


François de la Rochefoucauld
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Persigue tu dicha y el universo abrirá puertas donde antes sólo había muros.
Joseph Campbell

Ruin arquitecto es la soberbia; los cimientos pone en lo alto y las tejas en los
cimientos. Francisco de Quevedo y Villegas

Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor. Albert


Einstein

La avaricia lo pierde todo por quererlo todo. Jean de la Fontaine

Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a


él. Sir Francis Bacon

El ánimo gozoso hace florida la vida; el espíritu triste, marchita los sucesos.
Salomón

Un sueño que no se interpreta es como una carta que no se lee. El Talmud

La actividad vence al frío. La quietud vence al calor. Lao Tse

Todos estamos de visita en este momento y lugar. Sólo estamos de paso.


Hemos venido a observar, aprender, crecer, amar y volver a casa. Dicho
australiano

El auténtico conservacionista es alguien que sabe que el mundo no es una


herencia de sus padres, sino un préstamo de sus hijos. J. J. Audubon

Ni con millones de monedas de oro se puede recobrar un sólo instante de la


vida. ¿Qué mayor pérdida, entonces, que la del tiempo gastado
infructuosamente? Chanakya Pandita

La belleza, cuando está más adornada es cuando no lo está. San Jerónimo

El Mundo no te debe nada. Estaba antes que tú. Mark Twain

El secreto de la salud mental y corporal está en no lamentarse por el pasado,


preocuparse por el futuro ni adelantarse a los problemas, sino vivir sabia y
seriamente el ahora. Buda

En lo que más se diferencian los pájaros del ser humano es en su capacidad


de construir, pero dejando el paisaje como estaba. Robert Lynnd

La belleza no es un atributo de las cosas en sí. Sólo existe en la mente que las
contempla. David Hume

Una de las grandes enfermedades es no ser nadie para nadie. Teresa de


Calcuta
El rincón de la felicidad 4: La consecución

No temas arriesgarte cuando un barco avanza, puede balancearse. Refrán


chino

Los que sueñan de día tienen conocimiento de muchas cosas que a los que
sueñan de noche se les escapan. Edgar Allan Poe

Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos. Indira


Gandhi

Un hombre es rico en proporción a las cosas que puede desechar. H.D.


Thoreau

Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego. Proverbio árabe

El genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de


sudor. Edison

El realista sabe lo que quiere; el idealista quiere lo que sabe. Anónimo

Los optimistas son personas que esperan que les vayan bien las cosas y se
predisponen a ello. Los pesimistas son personas que esperan que les vayan
mal e, igualmente, se predisponen a ello. Luis Rojas Marcos. “La fuerza del
optimismo”

El más terrible de los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza


perdida. Federico García Lorca

A menudo me he tenido que comer mis palabras y he descubierto que era una
dieta equilibrada. Winston Churchill

Quien vive sin locura no es tan cuerdo como parece. François de la


Rochefoucauld

Nuestra naturaleza está en movimiento. El reposo absoluto es la muerte. Blaise


Pascal

Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale
la pena. Paulo Coelho

El saber es la parte principal de la felicidad. Sócrates

Me llamas tu vida, llámame tu alma, porque el alma es inmortal y la vida se


acaba ¡Si la vida es amor, bendita sea! Delmira Agustini

Hay dos cosas que siempre hacen hablar: el coraje y la vanidad. Cristina de
Suecia

Aunque las espinas me pinchen, quiero coger la rosa. Quien pretenda arrancar
la rosa, no debe preocuparse de los pinchazos. Anónimo
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Lo que de raíz se aprende nunca del todo se olvida. Lucio Anneo Séneca

El hombre ha nacido libre y por doquiera se encuentra sujeto con cadenas.


Jean Jacques Rousseau

Basta el instante de un cerrar de ojos para hacer de un hombre pacífico un


guerrero. Samuel Butler

La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio. Marco Tulio
Cicerón

¡Ah, construir, construir! Ésta es la más noble de todas las artes. Henry
Longfellow Wadsworth

Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre
todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba. Miguel de
Cervantes Saavedra

Quisiera vivir para estudiar, no estudiar para vivir. Francis Bacon

Inteligencia es lo que usas cuando no sabes qué hacer. Jean Piaget

Apresúrate despacio. Cayo Julio César

Es peligroso todo aquel que no tiene nada que perder. Johann Wolfgang von
Goethe

El hombre es un pedazo del universo hecho vida. Ralph Waldo Emerson

El noventa y nueve por ciento de lo que eres es invisible e intangible. R.


Buckminster Fuller

Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la


justicia. Aristóteles

El conocimiento de lo verdadero no llega más que con la sola experiencia

Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.
Edmund Burke

Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien importa más que el
hacerlas. Antonio Machado

El hombre que no ha amado apasionadamente ignora la mitad más hermosa


de su vida. Stendhal

Lleva tiempo llegar a ser joven. Pablo Picasso

Para el espíritu, como para el cuerpo, lo que limita la acción menoscaba la


alegría. Concepción Arenal
El rincón de la felicidad 4: La consecución

La amistad es un comercio desinteresado entre semejantes. Oliver Goldsmith

La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.


Gabriel García Márquez

Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida.


Pitágoras de Samos

El momento elegido por el azar vale siempre más que el momento elegido por
nosotros mismos. Proverbio chino

El firmamento no es menos azul porque las nubes nos lo oculten o los ciegos
no lo vean. Proverbio danés

En nuestra vida no hay un día sin importancia. Alexander Woollcott “Mientras


Roma arde”

Quienes se olvidan de sus teorías del bien y del mal y se concentran en


conocer los hechos tienen más probabilidades de encontrar el bien que
aquellos que ven el mundo a través de la lente deformada de sus prejuicios.
Bertrand Russell “Análisis de la mente”

Nada es demasiado maravilloso para ser verdad. Michael Faraday “Historia de


una vela”

El secreto de la humanidad está en el vínculo entre personas y sucesos. Las


personas ocasionan los sucesos y los sucesos forman a las personas. Ralph
Waldo Emerson “La conducta de la vida”

Cuando dejan de fijarse en el polvo que la criada no ha limpiado, en las patatas


que la cocinera no ha cocinado, o en el hollín que el deshollinador no ha
deshollinado… notarán que la vida es mucho más agradable que cuando se
sentían constantemente preocupados o irritados por estas cosas. Bertrand
Russell “La conquista de la felicidad”

Preferiría ser un optimista loco que un pesimista cuerdo. Albert Einstein

El optimismo es como una profecía que se cumple por sí misma. Las personas
optimistas presagian que alcanzarán lo que desean, perseveran, y la gente
responde bien a su entusiasmo. Esta actitud les da ventaja en el campo de la
salud, del amor, del trabajo y del juego, lo que a su vez revalida su predicción
optimista. Susan C. Vaughan “Medio vacía, medio llena”

El verdadero optimismo sólo brilla en las tragedias. Madeleine L’Engle “Una


arruga en el tiempo”

Abundantes beneficios esperan a quienes descubren el secreto de encontrar la


oportunidad en la crisis. Proverbio chino
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Ser estúpido, egoísta y estar bien de salud, he aquí las tres condiciones que se
requieren para ser feliz. Pero si os falta la primera, estáis perdidos. Gustave
Flaubert

El tipo más elevado de hombre es el que obra antes de hablar, y profesa lo que
practica. CONFUCIO

Una demostración de envidia es un insulto a uno mismo. Yevgeny


Yevtushenko

Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan
desgraciado como quien los envidia. Madame de Maintenon

Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender, peligroso. Confucio

El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta. Charles


Dickens

El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista


ajusta las velas

Ningún gran genio se dio sin una mezcla de locura. Lucio Anneo Séneca

No solamente es ciega la fortuna, sino que de ordinario vuelve también ciegos


a aquellos a quienes acaricia. Marco Tulio Cicerón

Las personas no son ridículas sino cuando quieren parecer o ser lo que no son.
Giacomo Leopardi

Quien nunca ha cometido un error nunca ha probado algo nuevo. Albert


Einstein

Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal. Fiedrich
Nietzsche

Es preciso elevarse con las alas del entusiasmo. Si se razona, no se volará


jamás. Anatole France

La imaginación es el ojo del alma. Petrus Jacobus Joubert

El que no considera lo que tiene como la riqueza más grande, es desdichado,


aunque sea dueño del mundo. Epicuro

Siempre gana quien sabe amar. Hermann Hesse

El no esperar remedio, ni desesperar de él, suele ser el remedio de los casos


desesperados.Diego de Saavedra Fajardo

Las mentes brillantes manejan ideas; las mentes corrientes hablan de


actualidades; las mentes mediocres hablan de los demás. Anónimo
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Mucha gente triunfaría en menudas cosas si no estuvieran perturbados con


grandes ambiciones. Henry Longfellow Wadsworth

En dos ocasiones no debería jugar el hombre; cuando no tiene dinero y cuando


lo tiene. Mark Twain

Hasta los sentimientos buenos, si se exaltan en demasía, son capaces de


conducirnos a errores deplorables. Jaime Luciano Balmes

La felicidad en tu vida depende de la calidad de tus pensamientos. Anónimo

La vida es demasiado corta para despertar con remordimientos. Anónimo

Nadie dijo que la vida sería fácil; sólo prometieron que valdría la pena vivirla.
Anónimo

Lo más pesado que puedes cargar es el rencor. Anónimo

No mires nunca de donde vienes, sino a donde vas. Pierre Augustin de


Beaumarchais

Cuando miremos con ojos de niños, tal vez entenderemos cómo es este juego
de vivir y evolucionar. Anónimo

El amor es la mejor música en la partitura de la vida. Sin él serás un eterno


desafinado en el inmenso coro de la humanidad. Roque Schneider

Ámame cuando menos los merezca, ya que es cuando más lo necesito.


Proverbio chino

El que no valora la vida, no se la merece. Leonardo Da Vinci

Voy a pasar por esta vida una sóla vez. Cualquier cosa buena que yo pueda
hacer o alguna amabilidad que pueda hacer a algún humano, debo hacerla
ahora, porque no pasaré de nuevo por aquí. Madre Teresa de Calcuta

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un


esfuerzo total es una victoria completa. Mahatma Ghandi

La violencia es el miedo a los ideales de los demás. Mahatma Ghandi

Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en


él. Mahatma Ghandi

Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego. Mahatma Ghandi

Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.


Mahatma Ghandi
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo. Mahatma Ghandi

Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te


encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más
amarga de tus horas. Pablo Neruda

El amor es un poema enteramente personal. Honoré de Balzac

El corazón alegre hermosea el rostro. Proverbio 15:13

El mundo es como un espejo: si le muestras mala cara, te pondrá mala cara;


sonríe y te sonreirá. Herbert Samuels

Una sonrisa es una luz en la ventana del alma que indica que el corazón está
en casa. Anónimo

La sonrisa es el alumbrado de la cara y la calefacción del corazón. Bárbara


Johnson

Si no empleas tu sonrisa, eres como un hombre con un millón de dólares en el


banco y sin chequera. Les Giblin

Casi toda sonrisa es producto de otra sonrisa. Frank A. Clark

Cuando sonreímos a alguien, nueve de cada diez veces nos devuelve la


sonrisa; o sea, que en definitiva son dos las personas a las que comunicamos
alegría y cuya existencia mejoramos. Anónimo

Aunque hay cientos de idiomas en el mundo, una sonrisa los habla a todos.
Anónimo

Las sonrisas son el lenguaje del amor. David Hare

Una sonrisa vale mil palabras. Anónimo

Sonríanse unos a otros. Sonrían a su esposa, a su marido, a sus hijos, a quien


sea. Sonreír nos ayuda a crecer en amor por los demás. Madre Teresa

Nadie necesita tanto una sonrisa como quienes no tienen ninguna qué ofrecer.
Anónimo

Preséntate con una cara alegre. Es tu vitrina, tu escaparate, tu mejor


publicidad. David Brandtberg

Las arrugas deberían ser simplemente la huella de las sonrisas. Mark Twain

Las sonrisas tienen el mismo efecto en la humanidad que el sol en las flores.
Joseph Addison

Sonríe. Es una terapia gratuita. Doug Horton


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Lo que en verdad más contribuye a darle sentido a la vida, lo que menos


cuesta y más vales, es una grata sonrisa. Contiene bondad y cortesía
mezcladas con amor humano. Vale más que un millón de dólares y no cuesta
ni un centavo. Wilbur D. Nesbit

Si luces una sonrisa, tendrás amigos; en cambio, si andas con el ceño fruncido,
no tendrás más que arrugas. ¿Para qué estamos si no para hacerles la vida
más llevadera a nuestros semejantes? George Eliot

Hay cuatro cosas que jamás se recuperan: la piedra, después de arrojada; la


palabra, después de proferida; la ocasión, después de perdida; el tiempo,
después de pasado. Anónimo

Aquel que tiene un por qué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos.
Friedrich Wilhelm Nietzsche

La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y
gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado. Gabriel García Márquez

No es porque las cosas son difíciles que no nos atrevemos; es porque no nos
atrevemos que son difíciles. Séneca

Hice un acuerdo de coexistencia pacífica con el tiempo: ni él me persigue, ni yo


huyo de él, un día nos encontraremos. Mario Lago

Nunca andes por el camino trazado, pues él te conduce únicamente hacia


donde los otros fueron. Graham Bell

Siempre hay un poco de locura en el amor, aunque siempre hay un poco de


razón en la locura. F. Nietzshe

El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que tienen
miedo, muy largo para los que se lamentan, muy corto para los que festejan.
Pero, para los que aman, el tiempo es eternidad. William Shakespeare

Muchas personas pierden las pequeñas alegrías esperando la gran felicidad.


Pearl S. Buck

El amor es la mejor música en la partitura de la vida. Sin él serás un eterno


desafinado en el inmenso coro de la humanidad. Roque Schneider

Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito.


Proverbio chino

La vida sólo puede ser comprendida mirando para atrás; mas sólo puede ser
vivida mirando para adelante. Soren Kierkegaard

¿Para qué repetir los errores antiguos habiendo tantos errores nuevos por
cometer? Bertrand Russel
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Si pudiese volver a la juventud, cometería todos aquellos errores de nuevo,


sólo que más temprano. Tallulah Bankhead

No se puede enseñar nada a un hombre. Sólo se le puede ayudar a encontrar


la respuesta dentro de sí mismo. Galileo Galilei

Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos; hay personas que nos
hieren y no dejan ni cicatriz; pero hay personas que simplemente aparecen en
nuestra vida y nos marcan para siempre. Cecilia Meireles

La verdadera filosofía es reaprender a ver el mundo. Merleau-Ponty

Hay que ser infiel, pero nunca desleal. Gabriel García Márquez

El dolor que mejor se soporta es el dolor ajeno. Anónimo

Se necesitan dos años para aprender a hablar, y cincuenta y tres para


aprender a callar. Hugo Chávez

Es mejor quemarse que apagarse lentamente. Kurt D. Cobain

No hables si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio. Proverbio


árabe

Existen dos maneras de ser feliz en esta vida: una es hacerse el idiota y la otra
es serlo. Sigmund Freud

La belleza no mira, sólo es mirada. Albert Einstein

La melancolía es la dicha de estar triste. Anónimo

El problema de ser pobre es que te ocupa todo el tiempo. Willem de Kooning

La belleza está en los ojos del que mira. Anónimo

Cuando el filósofo señala la luna, el tonto se fija en el dedo. Anónimo

Lo mejor de no saber hacer nada es que se tiene mucho tiempo libre. Anónimo

Lo más frustrante de ser viejo es que ya sabes las respuestas pero nadie te
pregunta. Anónimo

Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones. Anónimo

Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres. Pitágoras

Todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas. Albert
Einstein
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cuando me dicen que ya estoy demasiado viejo para hacer una cosas, me
apresuro a hacerla enseguida. Pablo Picasso

Amamos las catedrales antiguas, los muebles antiguos, las monedas antiguas,
las pinturas antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo
del enorme valor moral y espiritual de los ancianos. Lin Yutang

Existen apenas dos formas de ver la vida. Una es pensar que no existen
milagros y la otra es que todo es un milagro. Albert Einstein

Algo sólo es imposible hasta que alguien lo dude y acabe probando lo


contrario. Albert Einstein

Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano. Isaac


Newton

Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que
nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no
pueden cambiar toda nuestra existencia. Paulo Coelho

La esperanza es un árbol en flor que se balancea dulcemente al soplo de las


ilusiones. Severo Catalina

Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las
nubes. Khalil Gibran

Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.


Proverbio árabe

Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para
el que no obra de acuerdo con ellas. Buda

Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te


encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más
amarga de tus horas. Pablo Neruda

En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de


cada noche, viene una aurora sonriente. Khalil Gibran

La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad del hombre que la
mira. Lin Yutang

Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece. Franz Kafka

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un


esfuerzo total es una victoria total. Mahatma Gandhi

La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte,


que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos
los días. Benjamin Franklin
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.
Paulo Coelho

La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien
amar y alguna cosa que esperar. Thomas Chalmers

Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a
conseguirla. Paulo Coelho

El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada.
Gustavo Adolfo Bécquer

La adulación es moneda falsa que no circularía de no ser por la vanidad. La


Rochefoucauld

Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa cambiarse a sí mismo.


Leon Tolstoi

La envidia es el arte de contar las bendiciones del compañero en vez de las


propias. Harold Coffin
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Mis frases
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cada desgracia trae una gracia oculta en la maleta.

Mal vamos si el copiloto se ocupa de decirte cómo has de conducir, en lugar de


indicarte a dónde y cómo ir.

No midas a los amigos por las veces que están contigo, pues hay enemigos
que agasajan mucho. Mídelos por estar en los momentos clave, cuando todos
los demás se han ido.

La virtud está en el hacer, no en el decir.

Benditos problemas. Si les prestas atención, malo. Si no les prestas atención,


malo. ¿Cuál es la justa medida?. Depende del resultado que quieras.

El problema no es hablar distinto idioma: el problema es pensar en sintonía y


aceptar otros puntos de vista.

No hay mayor ignorante que aquel que no quiere aprender.

Si supiéramos que seremos más infelices, procuraríamos ser más felices


ahora.

Una mentira, para sobrevivir y prevalecer, debe alimentarse y sustentarse de


más mentiras.

Detenerse sólo ante lo aciago, es como maldecir la lluvia sin recordar los días
de sol.

En la vida no cuentes los kilómetros ni las estaciones, si no admira el paisaje


que a cada minuto aparece.

Una vida bien aprovechada es aquella en la que cada momento se vive como si
fuera un sueño, y cada sueño se vive como un único momento.

No hay un día especial para algo, si no que hoy, ahora mismo, ya es especial.

La vida es cual rosal, que transcurre en espinosos tallos hasta alcanzar


fragantes y hermosas flores.

La timidez es un muro que construyes para no escapar de tus batallas internas.

No hay mejores alimentos para la Tiranía que el Silencio, la Inacción y el


Desentendimiento de los Débiles.

Resulta mezquino y miserable quejarse de algo y culpar de ello a otros, cuando


por nuestra parte no sugerimos ninguna solución. Es más útil y productivo
exponer una absurda idea que recordar otra vez el mismo problema.

En un cerrado corazón jamás el amor entra, aunque éste sin cesar llame.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Siempre hay un puerto, una estación, un lugar... donde el amor y la felicidad te


esperan.

El problema no es envejecer, si no el mal uso que se le da al tiempo que se va


restando.

La vida es como el día. A veces lluvioso, a veces soleado. A veces neblinoso, a


veces claro. El secreto de una buena vida está en aceptarla y en aprovecharse
de las circunstancias.

Qué caprichosa es nuestra alma, que hipócritamente anhela la felicidad


mientras se deleita con el propio sufrimiento, con la entrega voluntaria a la
soledad y con el martirio de distorsionar los recuerdos.

La felicidad no te elige. Eres tú quien eliges tu propia felicidad.

¿Tu futuro? ¡Lo estás construyendo ahora mismo!.

No sé si esta es la última vez que estoy contigo, por lo que procuraré que no
olvidemos jamás este momento.

Los hombres somos monedas que, dependiendo de las circunstancias y de los


propios intereses, mostramos una cara o cambiamos de manos.

Mala medida es prepararse para lo peor, pues alimentamos nuestros temores y


cortamos las alas a la esperanza.

Más que desgracias hay desgraciados.

Sólo este momento nos pertenece. El pasado es un fantasma que se


desvanece, y el futuro un espejismo en el horizonte.

Cuando la piel muere y cae, otra más fuerte y hermosa la sustituye. Tras un
final siempre hay un nuevo comienzo, mejor si cabe que el anterior.

La felicidad es el alimento del alma. Sólo cuando hay hambre se aprecia su


existencia.

No pidas: da.

La eternidad es un ciclo infinito de comienzos y finales.

A veces los vientos soplan en dirección distinta a la de tu rumbo, pero


aprovechándote de ellos puedes llegar a puertos mucho más hermosos y
fascinantes que los que te habías propuesto.

Las cosas ocurren, y nosotros somos una ínfima parte de la causa. El resto,
son causas externas, que no podemos controlar, y eso es lo que nos destroza
por dentro. Sin embargo, comprender esta verdad, que no podemos controlarlo
todo, nos libera de esa prisión.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Cuando las cosas ocurren, vano es dominar las circunstancias en lugar de


adaptarse a ellas. Tomar control de lo ajeno es construir nuestra propia prisión.

De vez en cuando hay que aligerar la carga que llevamos en la vida, aunque
sea grata y beneficiosa. Nada más beneficioso que comenzar con lo puesto
cada día, que repetir los mismos hábitos mientras vamos cargando con cosas
que un día nos fueron útiles o nos gustaron. Si no lo necesitas hoy, es absurdo
y pernicioso cargar con ello para mañana.

A menudo hay que aligerar la carga. Nada es más beneficioso que comenzar
con lo puesto cada día, que almacenar y soportar cosas que un día nos fueron
útiles o nos gustaron. Si no lo necesitas hoy, es absurdo y pernicioso cargar
con ello para mañana.

El mayor de los milagros es nuestra capacidad de realizar milagros.

En todo lo que se emprende con amor, tiene como resultado una felicidad.

El secreto no es tener una vida de muchos días, si no muchas vidas de un día.

El amor, los sentimientos, los sueños... se podrán explicar con ciencia, pero se
le quita su valor y su belleza. Es como decir que una obra de arte, como un
cuadro, es sólo un lienzo manchado de pintura, o que una estatua es un sólo
un pedazo de piedra.

Prefiero vivir de ilusiones que tener un alma seca y vacía.

Los amigos no son: están.

He sido feliz, ha merecido la pena haber vivido.

Al nacer lo hago con una página en blanco, sobre la que escribo los bellos
versos de mi diario.

En esa breve estancia por este maravilloso mundo, tengo el tiempo suficiente
para maravillarme de los milagros que existen, y para maravillarme aún más
por los milagros que puedo realizar.

Durante esta corta vida de apenas un día, mi único propósito es aprender con
el interés y la fascinación de un niño, de soñar e imaginar como un artista, de
entregarme a la pasión del trabajo como un profesional, y de ver el resto de los
problemas como simples molestias que no durarán más que este preciso día.

Nacer, vivir y morir cada día es el secreto de mi felicidad.

Descubrí que en la vida, las dificultades y los problemas esconden sorpresas y


grandes oportunidades para aquellos que cogen el timón y se atreven a guiar
su barco a través de la tempestad, en lugar de ir a la deriva y despotricar
culpando a los demás.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

En la vida, las dificultades y los problemas esconden sorpresas y grandes


oportunidades para quienes cogen el timón y osan guiar su barco a través de la
tempestad, en lugar de ir a la deriva culpando a los demás.

Nuestras vidas son como hilos que, caprichosamente, se van entrelazando


aquí y allá, en un determinado momento, y que forman la textura de una tela
que llamamos mundo.

Bailemos, cantemos y riamos ahora en vida. La muerte es eterna y aburrida.

Hay dos formas de vivir de los recuerdos: sometiéndose a ellos o aprendiendo


de ellos.

Haz de tu mal tu mayor virtud.

La felicidad no está en tener una vida llena de días, si no en tener muchas


vidas plenas de un día.

Mi propósito es aprender con la fascinación de un niño, soñar e imaginar como


un artista, entregarme con pasión al trabajo como un profesional, y ver el resto
de los problemas como simples molestias que no durarán más que este preciso
día.

No llores a cada final. Sonríe por la experiencia vivida y prepárate para un


nuevo y excitante comienzo.

Cada vez que algo termina, no llores porque acaba. Sonríe porque ha existido,
y que lo próximo es una nueva y extraordinaria oportunidad que ante ti se te
presenta.

Ama con el corazón, pero gobiérnalo con el cerebro.

No es que las cosas se arreglen con el tiempo, si no que con el tiempo las
cosas terminan por hacerse y se ven desde otra perspectiva.

Hay quien ve una oportunidad en un problema, y quien ve un problema en una


oportunidad.

Un perdedor no es aquel que no ha conseguido algo por lo que ha luchado. Un


perdedor es el que no lo intenta, el que no se atreve, el que se da por vencido y
se retira.

Tres son los grandes problemas del hombre: la naturaleza de complicar todo
innecesariamente creando nuevos problemas, el absurdo afán de asumir
problemas ajenos, y la estupidez de evitar los problemas reales.

El hombre no necesita depredadores: nada mejor que el mayor depredador


para devorarse a sí mismo.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Vemos al mundo como nos vemos a nosotros mismos. Creamos el mundo a


nuestra imagen y semejanza.

No hay mejor negocio que una desgracia.

Siempre especulamos sobre lo que podía haber sido, y olvidamos fácilmente lo


que fue.

Mala costumbre dejar encendidas las luces tras de ti, y no encenderlas delante
de ti.

Lo más bello surge del alma desinteresada.

Para ser feliz busca y procura paz allá donde te encuentres.

Para ser feliz no tengas nada ni desees nada. Al fin y al cabo, a la tumba éso
es lo que te llevarás: nada.

Para ser feliz no te obsesiones por agradar a los demás ni por la opinión de los
demás hacia ti. Siempre habrá ingratos que arrojarán a la basura el alimento
que les des.

Para ser feliz piensa con el corazón y siente con el cerebro.

No limites nada, ni te excuses en el destino o en las circunstancias. La única


limitación está en ti.

Sé agradecido. Todo se lo debes incluso a los seres más insignificantes que se


cruzan en tu camino.

No te aflijas por lo que dejó de ser. Regocíjate por lo que una vez fue y te hizo
feliz.

Resulta curioso comprobar que aquellos que se quejan de no tener tiempo son
los mismos que lo desperdician.

Cada vez que pienso en el futuro éste ya ha pasado.

El secreto de mi éxito reside en mis errores, y el logro de éste en intentarlo una


vez más.

Vano es el intento de convencer al ciento por ciento.

Hasta la verdad más absoluta es dudosa.

La felicidad solamente la hallarás dentro de ti ahora mismo.

- Si deseas encontrar la felicidad, simplifica.


- ¿Cómo? Si hasta la palabra simplificar es muy compleja.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El éxito es un exquisito pan formado por el fracaso y el conocimiento, que debe


ser amasado una y otra vez, con paciencia y constancia, hasta conseguir una
masa especial y concreta.

Para ganar en la vida has de jugar bien tus cartas. El mejor de los secretos es
no revelar nunca tu jugada.

Los políticos deberían hacer más, decir menos y, en este circo, causar
admiración, no risas ni crispaciones.

Recuerda que todo cuanto ocurre volverá a pasar, como una tormenta o un día
soleado. Sólo de ti depende cuán perjudicial o cuán beneficioso sea el
resultado.

Hagas lo que hagas, hazlo de corazón. Ahí estará el éxito de tu empresa, le


guste o no al prójimo.

Resulta irónico descubrir, en el lecho de mi muerte, cómo debería haber sido


mi vida.

Cada error contiene la simiente de un extraño árbol llamado éxito. Tan sólo de
ti depende qué hacer con esa semilla.

Que nos toquen malas cartas no significa mala suerte, puesto que entraba
dentro de las probabilidades. Y dentro de las probabilidades está también
ganar con esas cartas.

La actitud frente a los acontecimientos es la clave para la felicidad.

Utiliza la esperanza como una luz, el amor como la energía, la mente como una
brújula, la paciencia y la calma como el agua que templa el acero fundido.

En el mundo sólo verás lo que piensas y sientes.

Cualquier tiempo invertido en el amor y en la amistad, no es tiempo perdido.

Puedo y no quiero; nunca dará resultados. Quiero y no puedo; es un buen


comienzo. Quiero y puedo; es el camino correcto. Pero la clave del éxito es
creer y tener fe, no sólo en el objetivo, si no, sobre todo, en uno mismo.

Cuatro son los verbos para triunfar: creer, errar, aprender y perseverar.

La mayor de las veces, los intentos contribuyen a la buena suerte.

En una guerra no hay vencedores, pues la guerra ya es por sí un acto de


derrota y el más cobarde cuando no se encuentra ninguna solución.

Solamente el valor de la vida comprenderás cuando te percates de que ésta en


cualquier momento desaparecerá.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

El humor es la medicina del alma.

Tanto más felicidad cuanto más sencillo.

La ociosidad es una agónica muerte en vida.

Cuando algo emprendas, no te supedites a lo que los demás puedan pensar, si


no a tus propios sentimientos.

El hombre hace del amor egoísta y doloroso, del mismo modo que condena al
libre y feliz ruiseñor a morir entre barrotes.

Cuán el hombre feliz sería si más creyera que temiera, si más pensara en lo
que quiere que en lo que odia, en lo que desea que en lo que rechaza.

Gran parte de la felicidad reside en aceptar, agradecer y disfrutar lo que tienes.


Sin embargo, gran parte de la infelicidad reside en envidiar lo ajeno.

No tendrás el control del pasado, pero sí de sus efectos.

Somos tan desconfiados que, en lugar de vivir según nuestra imaginación, la


vida se nos escapa mientras buscamos defectos a lo que imaginamos.

Vano es preocuparse por lo acaecido, pues cambiarlo no se puede; y vano es


preocuparse por lo que acaecerá, pues será inevitable o jamás ocurrirá.

Para las cosas bien hacer, hacerlas sin premios merecer.

Si algo va bien, es que otra cosa va mal. Si algo va mal, es que otra cosa va
bien.

Lo solución más fácil a un problema es poner la etiqueta "imposible", y con ésta


abandonarlo. La gloria comienza cuando no se da crédito a dicha etiqueta y se
empieza a trabajar para demostrarlo.

Llevo toda la vida muriéndome.

Mientras el optimista y el pesimista discuten sobre si el vaso está medio lleno o


medio vacío, yo prefiero beberme el contenido y pedir que me lo llenen otra
vez.

Este árbol al que llamamos vida es regado con el agua de nuestros


pensamientos. Así son nuestros pensamientos, así es nuestro árbol y sus
frutos.

Lo ocurrido no se puede cambiar, pero tu reacción sí, y ésta es la clave para


continuar.

El ingenio transforma los problemas en retos y en oportunidades.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

En vida muero cada vez que me olvido de mí y de los demás, cuando dejo de
sentir, cuando dejo de luchar.

Nuestros actos en la vida son el fruto que dejamos.

El corazón es el más traicionero amigo, pues un feliz momento hoy lo


convertirá en un infierno mañana, y viceversa.

¿Por qué a la deriva flotar cuando remar puedes hacia el destino por ti creado?

La soledad es la cárcel del alma.

Decir sobre lo hecho. Hacer sobre lo que decir.

Fugaz y efímero parece lo bueno, mas perenne e incesante lo malo. Cuánto


más duradero cuanto más importancia prestamos.

Ninguna tensión resolvió ningún problema.

¿Qué hacer? Esa es la cuestión. Bien o mal, haz al menos algo. Si no actúas
nunca ocurrirá nada. Es mejor un intento fallido que una eternidad de
reproches.

La felicidad habita dentro de ti, pero cierras las puertas tanto para dentro como
para fuera.

Los sueños son el elixir de la eterna juventud. Quien de ellos se alimente, quien
los realice, quien los viva... nunca envejecerá.

Puedes sobrevivir, soportando las caprichosas corrientes del hado, o bien vivir,
gozando del gobierno de tu propio destino.

Tuyo es sólo el momento presente. Lo demás tan sólo fue un efímero recuerdo
o será quizá una remota posibilidad.

Quien no aprecia lo que tiene, menos apreciará lo que carece.

Los mejores amigos no se encuentran en las mejores fiestas ni en los más


terribles funerales. Aparecen en los momentos en que menos los esperas, se
van cuando menos lo deseas, y dejan la huella más profunda en los momentos
más insignificantes.

Nunca es el concepto de los fracasados. A veces es el concepto de las


personas normales. A menudo es el concepto de los triunfadores.

No se puede mejorar si antes no se ha errado.

Nunca sabrás qué hay al final del camino si te retiras.


El rincón de la felicidad 4: La consecución

La sonrisa es la única llave que te abrirá las puertas de cualquier corazón.

La rutina y la desidia son los carceleros del alma.

Siempre habrá quien te diga que lo hace mejor que tú, pero nunca cómo.
Siempre habrá quién lo haga mejor que tú pero no te enterarás.

Nuestra actitud decide el resultado.

Haz de cada día una obra maestra.

Llena de amor cualquier instante, y acertarás.

Para construir un gran futuro tendrás que esforzarte por crear el mejor
presente.

El mayor éxito consiste en hacer caso omiso a los fracasos y continuar.

Sin duda alguna, la vida es el sueño más hermoso que existe y por el cual
merece la pena vivir.

Tan sólo un instante, tan efímero, tan fugaz... y tan eterno al mismo tiempo.

Nuestras vidas transcurren en instantes inciertos en los que creemos tener


controlado todo, y en realidad no controlamos ni una ínfima parte de las
probabilidades.

Tan sólo un instante es una ruleta en que infinitos factores intervienen en el


resultado.

Tan sólo un instante es lo que gobierna nuestras vidas, el que nos somete, el
que determina las circunstancias, el que dicta las normas.

Las reglas del instante han de ser comprendidas: lo que ocurre está bajo
nuestro control y fuera de él al mismo tiempo. Acepta lo que no puedes
controlar y úsalo a tu favor para hacer lo que sí puedes controlar.

Si ese instante decidirá mi final, yo decidiré cuán glorioso será éste.

La eternidad puede estar contenida en un sólo instante, o la eternidad puede


pasar en un sólo instante. Todo depende de cómo llenes cada instante.

Feliz quien ríe.

He aquí la paradoja: lo mejor de los mejores surge en lo peor durante lo peor.

Es más fácil evadirse en placeres fáciles y accesibles, pero vacíos, que luchar
y sufrir por alcanzar el placer de la consecución de un objetivo difícil.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

Tu vida está tejida por las hebras del tiempo.

Es nuestra actitud ante las situaciones la que nos premiará con una
oportunidad o nos castigará con una desgracia.
El rincón de la felicidad 4: La consecución
El rincón de la felicidad 4: La consecución

CopyLeft. Licencia Arte Libre


El rincón de la felicidad 4: La consecución

Versión 1.2
Introducción:
La Licencia Arte Libre (LAL) le autoriza a copiar, difundir y transformar libremente la obra que
protege, dentro del respeto a los derechos de su autor.
La Licencia Arte Libre no ignora los derechos del autor, sino que los reconoce y protege. La
reformulación de estos principios permite a los usuarios utilizar con creatividad la obra artística.
El uso del derecho de propiedad literaria y artística tiende a imponer restricciones de acceso a
los usuarios, que la Licencia Arte Libre pretende favorecer.
Su finalidad es dar acceso abierto a la obra y autorizar el uso de sus recursos por una mayoría,
multiplicar las posibilidades de disfrute para multiplicar sus frutos, y fomentar un nuevo marco
de creación que posibilite una creación nueva. Todo ello, dentro del respeto, reconocimiento y
defensa de los derechos morales de los autores.
Acontecimientos como la tecnología digital, la invención de Internet y el software libre señalan
la aparición de un nuevo marco de creación y producción. Estos fenómenos recogen y
amplifican muchas de las experiencias llevadas a cabo por artistas contemporáneos.
El saber y la creación son recursos que deben permanecer libres para seguir siendo lo que son:
conocimientos y creación, una labor de investigación fundamental, que no está determinada por
sus aplicaciones concretas. Crear es descubrir lo desconocido, un acto que crea la realidad sin
pretensión realista.
El fin del arte no se confunde con el objeto artístico ni en su finición, ni en su definición.
En todo ello radica la razón de ser de la Licencia Arte Libre: promover y proteger prácticas
artísticas liberadas de las reglas exclusivistas de la economía de mercado.
——–
DEFINICIONES:
- La obra:
obra común que incluye tanto la obra original como cualquier contribución posterior (originales
consecutivos y copias). El autor original es el iniciador de su creación y, con esta licencia,
determina las condiciones de contribución.
- La obra original:
obra creada por el iniciador de la obra común, cuyas copias son modificables por quién lo
desee.
- Las obras consecutivas:
contribuciones aportadas a la obra en formación, por autores que ejercen el derecho de
reproducción, difusión y modificación que les otorga la licencia.
- Original (origen o componente de la obra):
ejemplar fechado de la obra, definición, partitura o programa que su autor ofrece como
referencia para cualquier actualización, interpretación, copia o reproducción posteriores.
- Copia:
toda reproducción de un original según los términos de esta licencia.
- Autor de la obra original:
persona que creó la obra de donde nacieron todas las modificaciones. Con esta licencia, el
autor determina las condiciones en que se realizará esta labor creativa.

Contribuidor:
toda persona que contribuye a la creación de la obra. Es autor de una obra original, fruto a su
vez de la modificación de la copia origen, o de una obra consecutiva.
——–
El rincón de la felicidad 4: La consecución

1. FINALIDAD:
El fin de esta licencia es definir las condiciones de libre disfrute de la obra.
2. EXTENSIÓN DEL DERECHO:
Esta obra está protegida por el derecho de autor. Con esta licencia, su autor expone las
condiciones que autorizan la libre copia, difusión y modificación de su obra:
2.1 LIBRE COPIA O REPRODUCCIÓN:
Es libre de copiar esta obra para su uso personal, el de sus conocidos o de cualquier otra
persona, sin restricción alguna en cuanto al procedimiento empleado.
2.2 LIBRE DIFUSIÓN, INTERPRETACIÓN O REPRESENTACIÓN:
Es libre de difundir copias de esta obra, modificadas o no, en cualquier soporte, en cualquier
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- las copias irán acompañadas de esta misma licencia, o mencionarán la ubicación exacta de la
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- informará al usuario del nombre del autor de los originales;
- informará al usuario del lugar donde conseguir la obra original o consecutiva. Si así lo
manifiesta, el autor de la obra podrá autorizarle a difundir el original en los mismos términos y
condiciones que las copias.
2.3 LIBRE MODIFICACIÓN:
Es libre de modificar copias de la obra original o consecutiva, en parte o en totalidad, de
acuerdo con las condiciones de libre difusión o representación de la copia modificada previstas
por el artículo 2.2.
Si así lo manifiesta, el autor del original podrá autorizarle a modificar directamente la obra
original en los mismos términos y condiciones que las copias.
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los originales (originals, consecutivas) en otra obra que no estuviere sometida a la misma
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Esta licencia no le niega sus derechos, como autor de su propia contribución. Al contribuir
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Esta licencia tiene la misma vigencia que los derechos de autor asociados a la obra. En caso
de no respetar los términos de esta licencia, perderá automáticamente los derechos
concedidos.
No podrá valerse de las libertades otorgadas por la licencia en caso de estar sometido a un
régimen jurídico que le impida respetar los términos de esta licencia, .
6. VERSIONES DIFERENTES DE LA LICENCIA:
Esta licencia podrá ser modificada regularmente por sus autores (los actores del movimiento "
copyleft attitude "), con el fin de introducir mejoras, mediante nuevas versiones numeradas.
Es libre en todo momento de aplicar las disposiciones de la versión que acompaña la copia
recibida, o las de cualquier versión posterior.
7. SUBLICENCIAS:
Esta versión de la licencia no autoriza las sublicencias. Toda persona que desee hacer uso de
las libertades concedidas estará directamente vinculada al autor de la obra original.
8. LEY APLICABLE AL CONTRATO:
Esta licencia está sometida al derecho francés.
——–
El rincón de la felicidad 4: La consecución

MODO DE EMPLEO:
- ¿Dónde es posible consultar la licencia?
Puede consultar en todo momento la licencia artelibre en Internet, en la dirección siguiente:
http://artlibre.org/licence/lal.html
La licencia existe en inglés: http://artlibre.org/licence/lalgb.html
- ¿Por qué utilizar la Licencia Arte Libre para su obra?
1/ Para que su obra quede a disposición de una mayoría de personas.
2/ Para permitir su libre difusión.
3/ Para permitir su evolución, al autorizar su transformación por otras personas.
4/ Para poder utilizar uno mismo los recursos de una obra protegida por la Licencia Arte Libre:
autorizar su copia, difusión o transformación libres.
5/ Pero eso no es todo.
Utilizar la Licencia Arte Libre es también una buena solución para librarse del sistema mercantil
generado por la economía dominante. La Licencia Arte Libre ofrece un marco jurídico
interesante para impedir cualquier apropiación abusiva. No permite reservarse la obra para
cortocircuitar la creación y convertirla en un beneficio exclusivo. No permite entrar a saco en la
labor colectiva en marcha, ni acaparar los recursos de la creación en movimiento para beneficio
de unos pocos.
La Licencia Arte Libre promueve una economía afín con el arte, basada en el reparto, el
intercambio y el gasto alegres. Lo importante en el arte también es, y sobre todo es, lo que no
se puede contar.
- ¿Cómo utilizar la Licencia Arte Libre?
Para beneficiarse de la Licencia Arte Libre, basta con acompañar su obra de la mención
siguiente:
[unas pocas líneas para indicar el nombre de la obra y en su caso comentar en qué consiste.]
[unas pocas líneas para indicar en su caso una descripción de la obra modificada y el nombre
del autor.]
Copyright (c) [fecha] [autor] (en su caso, indique los autores anteriores)
Copyleft : Esta obra es libre, puede redistribuirla o modificarla de acuerdo con los términos de
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Encontrará un ejemplar de esta licencia en el sitio Copyleft Attitude ( http://www.artlibre.org/) y
otros sitios.
- ¿Cuándo utilizar la Licencia Arte Libre?
No entra dentro del proyecto de la Licencia Arte Libre eliminar el copyright o los derechos de
autor. Al contrario, se trata de afianzar su pertinencia dentro del entorno contemporáneo. Su
finalidad es concederse la autorización para la circulación libre, la copia libre y la
transformación libre de la obra: se trata del derecho al libre ejercicio del arte y de los artistas.
1/ Siempre que desee beneficiarse y hacer que otros se beneficien de este derecho, utilice la
Licencia Arte Libre.
2/ Siempre que desee crear obras para que puedan evolucionar, ser copiadas, difundidas y
transformadas libremente: utilice la Licencia Arte Libre.
3/ Siempre que desee copiar, distribuir o transformar una obra, compruebe que se encuentra
protegida por la Licencia Arte Libre. En otro caso, corre el riesgo de quedar fuera de la Ley.
- ¿A qué categorías de obras conviene la Licencia Arte Libre?
Esta licencia se aplica tanto a las obras electrónicas como a las que no lo son. Nace de la
observación del mundo del software libre y de Internet, pero su ámbito de aplicación no está
limitado por los soportes electrónicos.
Puede proteger una pintura, una novela, una escultura, un dibujo, una música, un poema, una
instalación, un vídeo, una película, una receta de cocina, un cederón, un sitio Web, una
instalación… en resumen, puede proteger todas aquellas creaciones que se reclaman de un
determinado arte.
El rincón de la felicidad 4: La consecución

- Esta licencia tiene una historia: nació del encuentro de " Copyleft Attitude " que tuvo
lugar en " Accès Local et Public " en Paris a principios de 2000. Por primera vez, permitió el
encuentro de informáticos y actores del libre con artistas contemporáneos y gentes del mundo
del arte.

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