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ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN – ESCUELAS DE FAMILIA

1ª SESIÓN - CONVIVENCIA ESCOLAR - 2 de febrero de 2011

Acoso escolar o bullying (intimidación, acoso). Es el acoso grave y continuo. Se refiere a todas las formas de
actitudes agresivas, intencionadas y repetidas que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más
estudiantes contra otro u otros. El que lo ejerce, lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de
constantes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, etc., y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de
meses e incluso años.

Violencia. Es imponer pensamientos o valores con la fuerza. Excluir, infravalorar… El origen está en la falta de
aceptación de las diferencias.
Hay quien dice que la violencia es un mecanismo aprendido y por lo tanto enseñado, consciente o
inconscientemente, para ejercer el poder o la defensa. Si es enseñado, se puede prevenir. Empieza con niveles de
intensidad muy bajos, que si se deja, aumenta.
La violencia se genera en la familia, en la escuela (profesores/alumnos/padres), en los medios de comunicación y
nuevas tecnologías.
Puede ser física, verbal o psicológica y el indicador principal es el miedo.
Una parte de los adolescentes españoles padece ansiedad y estrés, lo que se traduce en un factor de riesgo para el
rendimiento escolar y en unos mayores “niveles de inquietud” en las aulas, con estallidos de ira o tristeza,
descontrol de las emociones, incremento de la violencia y no tolerancia a las frustraciones. En ocasiones usamos
la expresión “violencia gratuita” para referirnos a casos en que no hay motivos para esa forma de actuar. Esto
supone que estamos dando carta de justificación a otros casos en que la violencia no es gratuita, pretende algún
objetivo lícito, persigue algún beneficio para quien la ejerce o para quien la sufre.

Roles
• Persona agredida: baja autoestima, insegura, sensible, tímida, algún rasgo diferente, sobreprotegida por la
familia.
• Persona agresora: necesita dominar y saltarse las normas, temperamento impulsivo, poca tolerancia a la
frustración. Se sienten inseguras e intentan superar los conflictos mediante la violencia.
• Espectadores: miedo a ser el próximo, insensibilización ante la violencia, inhibición y retraimiento a la
hora de ayudar.

¿Qué se puede hacer en la escuela y en la familia?


• Dar importancia a los sentimientos. Cuando un niño llora será porque está triste. No tildarle de llorón.
• Enseñarles habilidades sociales (comunicarse, defenderse verbalmente, sin agresividad).
• Hay que actuar desde el principio.
• Establecer normas de convivencia claras, razonadas y consensuadas.
• Mediar y buscar mediaciones.
• Dar y darnos libertad para actuar y equivocarnos.
• Tener una relación fluida entre la familia y la escuela.
• Establecer como objetivo tolerancia cero en violencia, reforzándola con nuestra conducta.
Debemos ver y hacer ver las diferencias y la diversidad como algo deseable. La mejor forma de educar es con el
ejemplo.

La clave para hacer la violencia impensable está en nosotros mismos, porque es desde ahí desde dónde podemos
actuar.

LO MÁS IMPORTANTE: ESCUCHAR A NUESTROS HIJOS

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