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Artículo 215 de las Constitución Política.
Recobros del Régimen Contributivo (en millones de pesos constantes de
2009)
Fuente: Ministerio de la Protección Social
Como ha sostenido Fedesarrollo y otras voces académicas existen unos
problemas estructurales que hacen que el sistema que se estableció con
la Ley 100 de 1993 no resulte financieramente viable. Al pretender que
todos los colombianos lleguen a tener un mismo seguro de salud con
sólo los empleados formales contribuyendo por todos, se grava el
empleo formal y se subsidia la informalidad. Este hecho contribuye, en
conjunto con los parafiscales y un salario mínimo alto como proporción
del salario medio, a mantener un nivel muy alto de informalidad y
desempleo y, por tanto, a una base cada vez más estrecha de
contribuyentes. Este problema financiero estructural del sistema no
podía ser resuelto por los decretos de emergencia y requiere la
aprobación en la próxima legislatura de una reforma profunda al sistema
actual que no genere incentivos a la informalidad.
La finitud de los recursos, como lo sostenían los decretos de
emergencia, debe ser un principio rector de cualquier sistema de
aseguramiento. Ni Colombia, ni ningún país puede tener un plan de
beneficios ilimitado y eso lo tiene que reconocer cualquier propuesta
seria que intente resolver el problema de desfinanciamiento del sistema.
Los dos problemas más apremiantes que enfrentará el próximo gobierno
son la imposibilidad de los departamentos de sufragar los gastos no
POS del régimen subsidiado y el agotamiento de la cuenta de
compensación. Los gastos por recobros del no POS en el régimen
contributivo en el 2009 fueron de 1.86 billones según el FOSYGA,
mientras que el saldo en la cuenta de compensación era de sólo 1.2
billones a finales de año. Estas cifras han hecho pensar a la Comisión
de Regulación en Salud y al Ministerio de Protección Social que en caso
de continuar la dinámica actual se acabará el saldo de la cuenta en
Septiembre.
En la Sentencia T-760 la corte sostiene que “el derecho a la salud es un
derecho fundamental, ‘de manera autónoma’, cuando se puede
concretar en una garantía subjetiva derivada de las normas que rigen el
derecho a la salud (…)”, no obstante es limitable como se enuncia en la
misma sentencia “como el derecho fundamental a la salud es limitable y,
por lo tanto, el plan de beneficios no tiene que ser infinito sino que
puede circunscribirse a cubrir las necesidades y a las prioridades de
salud determinadas por los órganos competentes para asignar de
manera eficiente los recursos escasos disponibles”.
Según las consideraciones anteriores propongo:
1. Un plan de choque que evitará el desfinanciamiento de los
departamentos y de la cuenta de compensación mediante una
adición presupuestal que será presentada en Agosto de 2010.
2. Una reforma estructural que será presentada ante el Congreso el
7 de Agosto de 2010. Esta reforma estructural contendrá;
a. Dos pilares de aseguramiento:
i. El primero será un seguro universal financiado
mediante impuestos generales y que específicamente
se financiará por los siguientes recursos: Sistema
General de Participaciones con destino a la salud,
impuesto específico a los licores de 300 pesos por
grado alcoholimétrico, IVA a la cerveza de 16%, una
tarifa unificada a los cigarrillos igual a la tarifa máxima
de 2011, una lotería nacional, los aportes a salud de
las cajas de compensación familiar, los recursos de
ETESA, el monto asignado hasta el momento por PARI
PASSU, los excedentes de la cuenta ECAT, y los
recursos propios asignados a salud hasta el momento
por los municipios y departamentos.
ii. El segundo pilar de aseguramiento complementario
será financiado por una cotización voluntaria igual al
11% de los ingresos salariales.
En el mediano plazo deberá establecerse un plan de transición
entre los esquemas que asegure la suficiencia de los recursos. Los
recursos enunciados pueden ser insuficientes para financiar el plan
básico de aseguramiento, en caso de que ocurra tal situación se
cargarán al presupuesto general de la nación. Los niveles de
informalidad en el país simplemente no son justos y obligan a una
reforma que considere el mercado laboral.
a. El aseguramiento básico se hará a cargo de una cuenta
nacional administrada por el FOSYGA sobre la cual el
garante es el Gobierno Nacional. El subsidio seguirá
haciéndose a la demanda y los usuarios podrán escoger
entre las Empresas Prestadoras de Salud.
b. Una vez establecidos los recursos para este sistema y
atendiendo las necesidades epidemiológicas de la población
se elaborará un plan comprensivo de beneficios para el plan
básico y el plan complementario. La CRES hará licitaciones
internacionales abiertas para hacer actualizaciones anuales
al plan de beneficios.
c. Una vez se haya realizado la definición del POS bajo los
parámetros indicados en la recomendación anterior, se
propone la promulgación de una ley estatutaria mediante la
cual el juez constitucional se adhiera a los límites convenidos
en los planes de beneficios, con el fin de racionalizar el gasto
en el sector. El sentido de la ley sería definir el contenido
esencial del derecho a la salud estableciendo límites
razonables y servicios de salud económicamente
sostenibles.
d. Finalmente, es de suponer que la unión entre el ministerio de
trabajo y el de salud buscaba garantizar la coherencia entre
el servicio de salud con sus regímenes subsidiado y
contributivo y el marcado laboral. Sin embargo, esta
coherencia no se dio, y mientras el sistema de salud se
encaminó hacia la crisis y la quiebra, el desempleo no
rompió el 10%. Aunque es necesario hacer un análisis más
detallado, y no apresurarse a cambiar nuevamente una
institución tan importante, debe considerarse la separación
de los ministerios de salud y trabajo para garantizar la
coherencia interna en la formulación de políticas en cada uno
de estos dos sectores. La promoción en salud la hará el
Ministerio de Salud y no las EPS.
Consenso Nacional por la Salud – Columna en El Tiempo (18 de
abril, 2010)