Zócalo Saltillo Viernes 18 de marzo de 2011 7E
En la Bienal de Venecia (2001), Ron Mueck logró un notable éxico
con “Boy”, una gigantesca figura de casi cinco metros de altura de un
adolescente en cuclillas.
Editora: sylvia georgina estrada diseño: Karla hernández
Exposición
‘Ron Mueck’
» A partir del viernes 18 de marzo.
» Curaduría y museografía a cargo
de Marco y Anthony d’ Offay.
» Salas: 6 a la 11, planta alta.
» Duración: hasta el 31 de julio de
2011.
» Horarios: Martes, jueves, viernes,
sábado y domingo, de 10:00 a 18:00
horas.
» Entrada: 60 pesos; estudiantes y
adultos mayores 40 pesos.
» Miércoles, abierto de 10:00 a 20:00
horas, entrada libre.
La primera vez que Marco albergó una obra
de Ron Mueck fue en la exposición “Casa de la
Escultura”, en 1999.
“Pareja” (2003) es una de las piezas que se
exhiben en el museo.
“Baby” (2000) es una de las obras más
impresionantes, mide más de cinco metros.
“ANCIANA en la Cama” (2000) muestra la
fragilidad de la naturaleza humana.
arte@zocalo.com.mx
íntimo El universo
Mueck La primera gran muestra en América Latina del escultor
se exhibe en Marco
de
Sylvia Georgina Estrada/ Enviada abdómenes flácidos, en cráneos donde el cabello empie-
Zócalo | Monterrey za a ralear.
Charles Clark, asistente del australiano, es quien tiene
Qué se esconde tras el rostro dormido a su cargo el recorrido inaugural por este universo hipe-
de Ron Mueck? Ahí, frente a nuestros rrealista. “Lo que vemos, es lo que él hizo para nosotros”,
ojos, aparece la cabeza enorme del ar- dice en un inglés con acento británico. Pero, reconoce,
tista australiano para recibir a quien se atrás de cada pieza hay una historia, no la de su creador,
adentra en las historias que se tejen con sino de quien observa con embeleso cada detalle de es-
las figuras de hombres, mujeres y una tos seres humanos creados con la paciencia de un Pig-
dosis de realismo que difícilmente pue- malión moderno.
de dejar indemne a quien las observa. “Woman with Sticks” es la segunda pieza con la que
A partir de hoy las esculturas del crea- nos enfrentamos. Baja, rechoncha y desnuda, esta mu-
dor australiano, que actualmente resi- jer carga un voluminoso hato de ramas. Clark señala que
de en Londres, se exhiben en el Museo esta escultura parece un personaje que forma parte de
de Arte Contemporáneo de Monterrey una historia, “de un cuento de hadas”. ¿A dónde se di-
(Marco), en su primera gran muestra en rigirá con semejante cargamento? Nos preguntamos, y
América Latina. Un regalo adelantado para celebrar el es ahí cuando el artista conecta las emociones de sus
20 aniversario del recinto regiomontano. personajes, dueños de ojos brillantes y una piel que re-
Fiel a su imagen de artista hermético y que rehuye a siste el más feroz escrutinio, con nuestras propias ideas
los medios, Mueck se dedicó a instalar la y sensaciones.
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obra en las seis salas del museo, pero re- Los distintos formatos en los que apare-
gresó a Londres antes de la presentación cen las esculturas le dan un sabor diferente
formal de la exposición que lleva su nombre. a la experiencia. Después de contemplar el
Pero atrás de sí dejó “Mask II”, esta cabeza cuerpo frágil y pequeño de “Anciana en la
solitaria y descomunal que retrata el propio Cama”, la siguiente sala nos sorprende con
rostro del artista en el acto de dormir. Arru- piezas “Baby”, una gigantesca escultura de más de
gas, barba, incluso la fuerza de gravedad cinco metros que representa a una bebé re-
que opera en la cara de quien se entrega al conforman cién nacida, en la que se aprecian el cordón
sueño están hechos con todo detalle, una la muestra. umbilical, los residuos del líquido amniótico,
introducción a este mundo en el que la línea el incipiente cabello e incluso las uñas de
de la ficción y la realidad se difumina a medida que se manos y pies.
avanza por la galería. Esta muestra individual también exhibe “Hombre en
Es difícil escapar a la idea de que, consciente o invo- Bote”, “Juventud” y “En la Cama”, sin duda una de las
luntariamente, nos convertimos en vouyeristas, en mi- piezas más esperadas de la exposición y que muestra a
rones que observamos ávidos los cuerpos abrazados de una mujer enorme, de mediana edad, dueña de un rostro
una pareja que reposa en la intimidad, el rostro dormido que contempla de manera enigmática al vacío.
de una frágil anciana, o la mirada perdida de una mujer Las estaciones de la vida, las emociones que laten en
gigante que yace solitaria en su cama. estos cuerpos hechos de silicona, acrílico, pelo, pintura y
Mueck expone la fragilidad de la vida, y al mismo tiem- fibra de vidrio, muestran, como sostiene el curador Jus-
po nos otorga la conciencia de nuestra vulnerabilidad, tin Paton, que atrás de la timidez de Mueck se encuentra
de la belleza imperfecta de los cuerpos humanos, de los un observador que nos entrega otra manera de mirar el
pliegues epidérmicos que se transforman en arrugas, en mundo, al otro, a nosotros mismos.
Fotos: Zócalo | alberto puente