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LA VOZ DEL INTERIOR

CÓRDOBA. JUEVES 8 DE FEBRERO DE 2007


Cultura 3 E

Libros PUBLICACIONES

Llueven peces
No fue un accidente, Taller
Literario del Hospital Neuropsi-
quiátrico Provincial, Córdoba,
2006.

sobre Tokio
EMANUEL RODRÍGUEZ dida de David Lynch.
DE NUESTRA REDACCIÓN Mientras tanto, un anciano que
erodriguez@lavozdelinterior.com.ar por un extraño accidente sufrido en
su infancia no sabe leer ni escribir
¿Sabremos qué cruzamos cuando cru- pero sí puede hablar con los gatos o
zamos un puente? ¿Hacia dónde via- provocar lluvias de sanguijuelas, em-
jamos cuando viajamos? ¿Sabremos, prende otro viaje, acaso de retorno.
luego, qué etiqueta ponerle a Kafka Su nombre es Nakata. La historia oscura e increíble-
en la orilla? Las historias se cruzan en un pun- mente graciosa del “Gordo Po-
En alguna estación del viaje que to que es el mismo punto en el que to- blación” (un delincuente que su-
es este libro das las historias de todos los hom- fre en sus partes más ocultas la
Johnny Walker y bres se cruzan: el destino está escri- venganza en forma de zanahoria
NOVELA el Coronel Sanders to y todos los movimientos son una de una de sus víctimas) en el
(el del whisky y el manera de decirlo, una metáfora. cuento homónimo de Gustavo
Kafka en la orilla, por Haruki de los pollos fritos) Pero a pesar de que los persona- Formento, o la incógnita sobre
Murakami, Tusquets, Buenos Ai- aparecen en escena jes se mecen al compás de la predes- unos golpes en la puerta en el re-
res, 2006, 587 páginas. como un asesino de tinación, Kafka en la orilla es una lato brevísimo pero efectivo de
Precio: $ 49. gatos y un proxe- novela sobre la libertad. Paula Davolio son algunos ejem-
neta, respectiva- Los viajes de Nakata y Kafka ocu- plos de las muchas sorpresas
mente. Y llueven rren en dos paisajes al mismo tiem- que depara este pequeño libro.
peces sobre Tokio. po: uno es el Japón contemporáneo, No fue un accidente es el resulta-
Y un joven se ena- ultraindustrializado y surcado por do del trabajo del Taller Literario
mora de un fantas- trenes de alta velocidad. El otro es el que coordina el escritor Sergio
ma. Y sin embargo, paisaje en el que los sentimientos y Aguirre (autor de La venganza de
por un artificio de el alma de ambos protagonistas se li- la vaca, Los vecinos mueren en
ejecución sublime, beran de sus destinos de la única ma- las novelas y El misterio de Cran-
la novela no pierde nera posible: cumpliéndolos. Una tock) en el Hospital Neuropsi-
verosimilitud. acuarela de mitos. No son, sin em- quiátrico Provincial. Y es mucho
Un afamado ar- bargo, dos paisajes diferenciados por más que un muy buen título.
tista le augura a su sus instancias de realidad: Tokio y
hijo un destino edí- Shikoku no son más reales que el Co-
pico: que matará a ronel Sanders, el espíritu en vida de Operación genética, por Car-
su padre, y que se una mujer hermosa o las regiones sin los A. Toselli, Babel, Córdoba,
acostará con su tiempo de un bosque amenazado por Haruki Murakami es el escritor japonés más famoso en Occidente. 2006.
hermana y con su la inminencia del mal.
madre, dos muje- ¿Hay libertad en la aceptación del
res que lo abando- propio destino? La aventura de la no- un quiebre de las reglas que reducen cripciones minuciosas demoran por
naron antes de que vela es la respuesta, potente, ilumi- lo real a lo meramente comprobable momentos un relato que a pesar de
él alcanzara una edad suficiente co- nadora, a esa pregunta. En ese sen- por lo sentidos y lo etiquetan de sus transgresiones no suspende su
mo para recordar sus rostros. Kafka tido, las referencias occidentales que acuerdo a categorías que diferencian “credibilidad”. Es decir: no es una
Tamura huye de Tokio, de su casa y Murakami incluye en su obra no con- un puente de un hombre, una bi- novela fantástica, por ejemplo. Es
de esa profecía, atraviesa un puente juran su esencia oriental. Los con- blioteca de un bosque. En Kafka en una novela que amplía los límites de
y conoce a una chica que podría ser ceptos cardinales de la novela tienen la orilla puente, hombre, biblioteca la realidad. Como un cuadro no se re-
su hermana y a una mujer que podría poco que ver con cómo se entienden y bosque pueden ser un mismo viaje duce a las meras pinceladas ni una
ser su madre. Lee los libros de la bi- la libertad, el amor y el dolor en oc- extraño por el alma de las cosas y la canción a sus acordes, ese algo más
blioteca donde consigue un hogar, es- cidente. gente, y también una pregunta sobre que hay en las cosas cruza un puen-
cucha discos de Radiohead y su alma La libertad en Murakami es ab- la naturaleza de la maldad. te, mata a un hombre, se enamora de
viaja hacia la madurez. Es un viaje soluta aceptación de una realidad que Posiblemente por eso la imagina- una mujer y restituye en su viaje un
extraño, y todas las rutas tienen el desborda los contenedores raciona- ción rige el pulso narrativo de Mu- orden que es a la vez otro punto de
encanto oscuro de la Carretera per- les de la tradición indoeuropea. Es rakami, que es preciso y claro. Des- partida. La novela de Toselli comienza a
las 6.32 de la mañana de un día
bisagra en la historia de los ar-
gentinos: el 24 de marzo de

Voces disonantes Una apuesta por 1976. Uno de los protagonistas,


de nombre Rafael, queda deteni-
do en Córdoba ese mismo día. A
partir de allí, el autor despliega
una narración políticamente ses-

para una novela el cuento local gada por la condena al terroris-


mo de Estado y el rescate de los
“ideales e ilusiones” de las vícti-
mas de la dictadura. Operación
genética es la primera novela
ANTONIO OVIEDO sia de nomadismo, de no quietud, de CARLOS GAZZERA lante sin que por ello decaiga la ten- editada por el flamante sello Ba-
ESPECIAL vacío espiritual que ni siquiera las en- DE NUESTRA REDACCIÓN sión narrativa. Cada cuento tiene su bel, que apuesta casi exclusiva-
señanzas de Gurdjeff atemperan o mi- cgazzera@lavozdelinterior.com.ar interés y ninguno, más allá que pue- mente a la producción local, y
Lo mismo que ciertas escrituras ar- tigan. da o no gustarle al lector, le resultará editó el año pasado dos anto-
gentinas (las de Arlt, Borges, Macedo- Pero cuando escribe Siberia blues, La Editorial Babel se lanzó a la con- indiferente. logías de cuentos de autores cor-
nio, también las de Di Benedetto, Juan la prosa de Sánchez evidencia su apo- quista del mercado del libro cordobés Un aspecto notable de la antología dobeses, El Decamerón cordobés
Filloy e incluso la de Wilcock en El in- geo. Éste consistió en llevar al plano de a mediados de 2006. Su catálogo no in- y que redunda en el nivel alcanzado es y Cuentos de Babel.
geniero), la de Néstor su textualidad la im- cluye aún una nómina significativa de que Jaeggi seleccionó cuentos ya pu-
Sánchez (1935-2003) provisación jazzística, títulos pero se han colocado en un seg- blicados o conocidos. Muy pocos, la mi-
continúa, todavía hoy, NOVELA una música por la que mento muy interesante: el cuento. Su noría, eran inéditos. Esto, que tiene un TodaVía, pensamiento y cultu-
contraponiendo su tes- sentía una predilección primera apuesta fueron los dos pri- valor extra, como el de posibilitar al ra en América latina, número
taruda resistencia a “Siberia blues”, por Néstor cimentada en lo que el meros libros del Decamerón cor- lector una lectura panorámica de cuen- 15, Buenos Aires, 2006.
los encasillamientos Sánchez, Paradiso, Buenos Aires, verbo improvisar jus- dobés, propuesta que tiene una pro- tos con lo mejor de cada cuentista, y
de cualquier índole. 2006, 146 páginas. Precio: $ 24. tamente convoca: tan- yección futura y que ha logrado con- que abre la posibilidad de nuevos des-
La suya puede ser ob- teos, intuiciones y ha- citar una atención desigual entre los cubrimientos personales por parte del
jeto de los más diver- llazgos fulgurantes que lectores cordobeses. público, tiene también el mensaje de lo
sos intentos de com- no por ello aquietan Sin embargo, cuando se cerraba el difícil que resulta reunir en una anto-
prensión, pero ningu- búsquedas que se re- año literario, Babel salió con una an- logía cuentos inéditos de autores va-
no resulta suficiente nuevan sin pausa. tología de autores locales que pro- rios.
(“la burocracia crítica Charlie Parker (es su- longó, sin más, la influencia de la edi- Por último, resulta interesante seña-
–asegura Hugo Savi- yo el epígrafe de Sibe- torial al verano. Cuentos de Babel lar una confirmación y una revelación.
no– no sabe dónde po- ria blues), Thelonius reúne a Rubén Alonso Ortiz, María Entre lo que la antología permite con-
nerla”), es capaz de fa- Monk, John Coltrane, Teresa Andruetto, Hernán Arias, Sil- firmar, está el cuento de Hernán Arias,
gocitarlos y recobrar son nombres claves pa- via Attwood, Reyna Carranza, Fede- Musas, un ejemplo de cómo es posible
luego su radical insu- ra el oído del escritor rico Falco, Alejandro González Fo- contar una historia prescindiendo de
misión a los estereoti- ávido de fundar la in- erster, Lilia Lardone, Fernando Ló- esa divagación inocua de verbos en la
pos del sentido común tersección utópica de pez, Estela Smania, Perla Suez y Die- que suelen caer muchos cuentistas con-
literario. dos lenguajes. go Tatián. Doce cuentistas, dos gene- temporáneos. Despojada la lengua de Una reflexión de Miguel Barto-
Es más: su obra En las conversacio- raciones de todo abuso verbal, en lomé sobre los límites políticos y
apenas si necesitó un nes (aún inéditas) con narradores cordo- Arias brota –algo de lo simbólicos en América latina
corto lapso para “com- Carlos Riccardo, la beses bien diferen- CUENTOS que el autor ya había inaugura el último número de To-
pletarse”, para adqui- aclaración de Sánchez ciados y un abani- dado cuenta en su libro daVía, la publicación de la Funda-
rir –entre 1966 y 1973– es decisiva: “Al tratar- co de opciones esté- “Cuentos de Babel Los invitados–, una ción Osde sobre los avatares cul-
sus singulares logros. lo como una improvi- ticas que vuelven al (antología de cuentos de atmósfera narrativa turales de la región. Esta edición
Y, sin ceder un ápice sación sobre un tema libro un muestrario autores cordobeses)”, irrespirable, en donde está dedicada al concepto de
de la poderosa fuerza experimental que dado conquisté el tono requerido” y pu- de la cuentística Editorial Babel, Córdoba, cualquier hecho coti- frontera, y acompañan al artículo
agita sus enunciados, la forjó en un do entonces soslayar el realismo testi- cordobesa contem- 2006, 176 páginas. diano puede volverse de Bartolomé tres textos de Ru-
período en cuyo transcurso prolifera- monial subyacente en el argumento. En- poránea. por el mínimo adjetivo, ben George Oliven (sobre las
ban las estridencias de la literatura tre los ’40 y comienzos de los ’60, en ese La selección de por la mínima palabra, fronteras internas en Brasil), Pa-
comprometida, canalizadas a su vez por lugar desolado, de frontera, que es “la cuentos estuvo a por el gesto más insig- blo Vila (sobre la frontera entre
opciones políticas inapelables. Parale- Siberia” (Villa Pueyrredón), una barra cargo de Hernán Ja- nificante, un universo México y estados Unidos) y Ale-
lamente, esta breve carrera literaria de lúmpenes (el Obispo, Remigio, el fla- eggi y eso, de algún asfixiante, paranoico, jandro Grimson, sobre las dife-
estuvo erosionada desde el vamos por co Colombres, Lobos, Ernesto el pintor, modo, permite ha- obseso. rencias sociales y culturales en la
pendulares debacles existenciales. Ventura) cultivan una amistad casi pu- cerse una idea de Entre las revelacio- Argentina). Además, Gabriel
Es mejor utilizar la expresión decli- dorosa nutrida de claudicaciones, ínfi- que la calidad lite- nes de esta antología se Kessler escribe sobre los límites
ve existencial para subrayar el estado mos heroísmos, fechorías, estafas, atra- raria de los cuentos puede contar con el ex- entre lo legal y lo ilegal y Jorge
cada vez más acentuado, paulatina- cos, turf, cárcel, martingalas, falopa. seleccionados su- celente cuento de Silvia Monteleone analiza la obra del
mente descendente, de angustia, des- Y a este repertorio de vicisitudes, pera la media nor- Attwood, Los mellizos poeta Arturo Carrera.
dicha e incertidumbre (ante la muerte la escritura de Sánchez lo despoja de mal de cualquier Urrutia, en el cual la
y su misterio) que jalonaron la vida de toda ilación narrativa mediante una otra antología. Es- autora no escatima la
Sánchez. sintaxis repleta de pulsaciones irre- to no quiere decir mixtura de lenguas (lo
No parece equivocado formularlo de gulares. Que aparte de trasladar ecos que no haya algu- campero-rural con lo
este modo: se concedió a sí mismo esos de otras lenguas (las de Joyce y Apo- nos cuentos irregu- coloquial-pop) y de gé-
siete años para escribir Nosotros dos, llinaire, sin duda) a la vez inaugura lares o menos tra- neros (desde el fantás-
Siberia blues, El amhor, los orsinis ritmos propios, sonoridades descono- bajados que otros. tico hasta lo picaresco)
y la muerte y Cómico de la lengua. cidas, en fin: voces disonantes conce- Pese a ello el libro para narrar, en clave de
En 1988, cuando aparecen los cuentos bidas por Néstor Sánchez para abrir fluye y, extrañamente a lo que ocurre fábula, una historia en la que la mons-
de La condición efímera, hace rato umbrales únicos de audición con su con otras antologías, puede leerse de truosidad de lo “otro” emerge de lo me-
que se encuentra jaqueado por un an- novela. adelante para atrás y de atrás para ade- nos esperado.

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