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Héctor García Olvera - Facultad de Arquitectura. UNAM. Versión octubre 2002.

Para que de veras se conceptualice al término LUGAR, para que se pueda


pensar en "EL CONCEPTO" y no sólo en el concepto de alguien o en "mi
concepto" (recuérdese que lo general es algo diferente de lo particular...),
veamos al CONCEPTO DE LUGAR, porque parece que tiene algo muy
importante que ver con esto de la ARQUITECTURA, más bien con la práctica
del diseño arquitectónico, con la producción de los lugares, CON LA
CONCEPTUALIZACIÓN en el diseño y así también, probablemente, con eso que
intuimos como la gestión de la espacialidad habitable.

Veamos, de principio, al LUGAR simplemente como término. Equivale un tanto al


ancestral término griego "TOPOS", pero deviene más bien, en lo específico, del latín
"LOCUS" y de su derivado "LOCALIS" (S. XII), que quiere decir: "local del lugar", el
"luogo"; un tanto EL DÓNDE. (Corominas, 1990: 367)

En el sentido de la vetusta y modernosa visión aristotélica de la naturaleza, o sea de la


física, el LUGAR es lo referente a una porción del ESPACIO (ubicado ésto en la noción
de exterioridad infinita), en el que puede estar un objeto, cosa o cuerpo; el LUGAR es
continente de objeto (situado ésto en la noción de vacuidad); es como el límite que lo
circunda y su realidad; "el primer límite que abraza un cuerpo", lo inmediato a él; la
primera envoltura interior, sedente que posee el cuerpo envolvente que define el
lugar; o sea: DONDE ESTÁ. Que esta envoltura límite está aparentemente desligada de
lo que se envuelve y lo envuelto y a la vez forma parte de ello. Se refiere a la afinidad
del límite de dos cuerpos en contacto.
Esta noción ha generado derivados metafísicos expresados en lengua romance (S. XIV.
centroeuropa medieval) como la del "llogar ìd", que sugiere a la noción de "lare y
hogar"; que es: donde se habita o "llogarret" y que llega a evocar el ser del lugar y el
pertenecer a él.
En esta añosa visión hasta escolástica, se plantea que un LUGAR es NATURAL cuando
una cosa está en él, permanece en él o retorna y se mueve hacia él, "naturalmente",
que el movimiento de las cosas, que puede ser natural o no natural, es determinado
por el lugar propio o extraño donde lo hacen; y que el lugar donde la cosa no
permanece o no se mueve hacia él, debe ser el lugar natural de otra cosa.
(Abbagnano, 1963:1117)

Entiéndase que, de cierta manera, estas vetustas nociones representan, al día de hoy,
la base y sustento en la que algunos destacados maestros de nuestra Facultad apoyan
sus enseñanzas del proyecto arquitectónico y que no lo reconocerán por ser
inconscientes de que tales nociones representan, en la teoría, a eso que estamos
llamando ahora EL CONCEPTO DE LUGAR. Entre estos maestros se destacan y
manifiestan bien los fans de la arquitectura pintoresquista y protovernácula y hasta
alguno que otro admirador ingenuo de la obra de Alvar Aalto.

Ahora, en el sentido de una visión más acá, después de que ya ha llovido y se ha


reflexionado un poco más, el LUGAR es como lo que determina la relación de un
cuerpo con los otros, algo así como el ser y la otredad unidos. Descartes propone que
LUGAR y ESPACIO denotan el sitio donde un cuerpo se halla entre los demás cuerpos y
en donde se indica de su magnitud, su figura y la relatividad de su movimiento; con lo
cual puede hasta decirse que una cosa puede a la vez cambiar y no cambiar de lugar...
( Descartes, 1989: ). Es, entonces, LUGAR sinónimo de "SITIO" concreto; como de
población, ciudad, país. De allí que se pueda decir, por ejemplo: "en un lugar de... o
tiene un lugar en o entre...", como también: "los ocupantes del lugar, lo que acaece en
el lugar, en primer lugar, en lugar de" etc., etc.

Y así, en ese sentido, EL LUGAR no es cualquier lugar. Véase cómo, en la jerga chilena
popular se señala al RETRETE o al EXCUSADO como "EL LUGAR". O cómo, en la jerga
de los ex-ruditos, se señala como "lugar común" a aquella expresión muy usada y que
llega a ser hasta vulgaridad; y también cómo en la Retórica, "LUGAR" es "de donde" se
extraen los argumentos, y cómo en el sentido matemático se concibe al "LUGAR
geométrico" como aquello donde se representa, por ejemplo: el concepto de punto, de
línea y de plano y así en el espacio, donde esto se ubica. (Moliner, 1967: 289)

Pero, como parece que hay alguna diferencia entre LUGAR y SITIO, veamos pues que,
SITIO. Deviene del latín "situs". Que es el lugar o punto, en él se encuentra o debe
encontrarse un objeto... cierto objeto; por ejemplo, donde se encuentra una casa, o la
casa de campo... La cosa de y para; en última instancia, la cosa fijada a la tierra.
Denota esto, desde luego, un lugar importante o trascendente.
En el lenguaje vernáculo es como el "solar", la casa de la familia, lugar donde ya se ha
vivido, o el lugar donde se produce alimento. Puede ser lo referente a un señalamiento
preciso de ubicación, como el cerco en el que se encierra y delimita algo valioso y
deseable de poseer o dominar. Es el lugar donde se coloca algo... donde se posiciona,
localiza y UBICA. De esa noción deviene la expresión "SITUACIÓN", como posición,
localización, postura y UBICACIÓN. Será como la dotación de sitio, la determinación,
fijación y señalamiento de lugar... la ubicación expresada en torno al adverbio relativo
"DONDE".

También UBICACIÓN es acción de "ubicar". Y esto deviene del latín "UBI" que significa:
"en donde" y que señala el lugar donde se encuentra, se sitúa, se halla, se está y
hasta se llega a ser..., donde se instala, fija y se hace lo que se tiene que hacer...
Entendiendo esto deberá pensarse en ese derivado latino de ubicuidad: UBICUIDAD,
que es la facultad de estar, a la vez, en varios sitios o lugares.
Ahora bien, en el otro sentido de la raíz griega de lugar, en el "TOPOS", deberá
saberse que Kant, en "algún lugar" de su "crítica de la razón pura" se ocupó de una
teoría de los "tópicos lógicos" o los "lugares trascendentales" o sea del sitio que se le
asigna a los conceptos, en la sensibilidad y el entendimiento; Y, a la manera segura en
que estos son utilizados. Kant se ocupa bien de la versión original del "topos" por ser
ello fundamental en el desempeño de la razón. Y rescata de la antigüedad, al
primigenio término del "tópico" como el lugar o "sede", la habitación o el espacio vital
de los argumentos comunes y los argumentos propios o específicos de las muy
diferentes disciplinas en las que se da ese desempeño de la razón; es el LUGAR
DONDE se encuentran, permanecen, inventan y se reproducen los razonamientos. De
allí que se diferencie el "tópico" de la ética, del de la física o la política, la lógica y la
arquitectura, por ejemplo. ( Abbagnano, 1974: 1117).

Y, en ese sentido del "topos", también y desde luego, no podemos dejar de pensar en
el primigenio concepto del "NO-LUGAR"; Concepto que en el S. XIII y XIV, ya se
identificaba con el término "UTOPÍA". Concepto que, al parecer, por su condición
yectiva, también ha sido muy allegado a la conceptualización propia del diseño
arquitectónico y urbano...

Pero, veamos: El término UTOPÍA deviene del griego "ou", que quiere decir "no" y
"topos" que quiere decir "lugar". Significa "un lugar que no existe". Es como el lugar
imaginario e inventado en la novela de Thómas More. Es concepción imaginaria,
sinónimo de "ilusión" e idealización. De allí su misma condición yectiva. Es como el
"plan" que, al parecer, es imposible de realizar; y con el cual muy probablemente
hasta se pierda el tiempo. Desde luego, también puede ser como el proyecto
extraordinario...

Con esa raíz del topos y topía, Tomas Moro acuña por primera vez y en forma
novelesca el término y concepto del "no-lugar" la UTOPÍA; que en la visión moreana
representa ese lugar físico e inexistente y a la vez deseable, aislado, DONDE sus ilusos
habitantes en colectividad "han abolido la propiedad privada y la intolerancia religiosa
e ideológica". Los utopistas ven yectivamente, en la formalización del "no-lugar", al
sueño genérico, mito, fantasía, pura idealización; o elemental aspiración hacia la
mejoría, como a la oportunidad de transformación, corrección, renovación de
instituciones y sistemas sociales.

Se llega a ver, a la UTOPÍA, como un puente entre el presente y el futuro. Como el


LUGAR que, para hoy, es muy posible y deseable que sea. Conózcase, en ese sentido
su antecedente en, "La república de Platón; su secuencia, "La ciudad del sol" de
Campanella y las utopías de la contemporaneidad, por ejemplo la de Fourier, Marx,
Marcuse, Adorno, Derridá y hasta Marc Augé. Ahora, véase que el concepto de LUGAR,
no sólo deberá ser lo referente al ESPACIO FÍSICO, sino al TIEMPO; y, en ese sentido,
esto es símil de "momento y ocurrencia"; piénsese que esto puede ser lugar, y, que
con esto se puede decir: "tener lugar" como igual que decir: "Ocurrir y suceder"; es
como el LUGAR en la historia, la CRÓNICA en el sentido del tiempo. Igual, en ese
sentido temporal, también se ha dado el significado de "no lugar".
Véase así, en ese sentido, el término "UCRONIA", que en cierta manera mejora la
significación del de "Utopía"; aunque en conceptualizaciones bien ha de pensarse que
la utopía clásica ha de referirse más expresamente a un lugar, en su concepción de
espacio físico, construible o producible, habitable, deseable, y ectivamente en una
otredad temporal.

Así, Marc Augé, en su visión antropodeconstructiva de la existencia de la arquitectura


de los "no lugares", sugiere que, ahora esto representa a un nuevo y muy yectivo
concepto de lugar en el que "ESPACIO Y TIEMPO" se producen y manifiestan en
integridad y fusión plena. Donde se explota la noción de espacialidad determinada y
producida en atención expresa a la demanda de una condición social de USO y
significado EFÍMERO, un tanto cuanto ESCENOGRÁFICO y referente a la escasa
duración de la perceptibilidad de tales espacios, al afecto que esto produce en sus
usuarios o habitantes y a la intervención y control, por parte de un sector social, de las
opciones de identidad y apropiación de esa espacialidad, garantizándolos en tanto
"LUGARES DEL ANONIMATO" donde se realiza persuasiva la pulsión mercantil y
fundamentalmente el desempeño del CONSUMO. Véanse así a nuestros Malls, los
perisures. Auchanes, centros comerciales, Santa Fes, etc. En fin, nuestra arquitectura
de los "NO LUGARES"

Pero más bien, pensemos en los "SI lugares", simplemente en el Lugar. Y, porqué no,
remontémonos al añoso, nunca bien leído, telarañoso y un tanto obsoleto Vitruvio y
sus "diez mil libros" de arquitectura y veamos que desde su libro primero, al intentar
convencernos de su idea de arquitectura, argumenta y conceptualiza, curiosamente
sobre los problemas de la "distribución, la fijación de posiciones, la LOCALIZACIÓN y la
ubicación apropiada y conveniente"; O sea, discurre en torno al UBI.

Vitruvio recomienda, por ejemplo, que el "EMPLAZAMIENTO" de cualquier templo,


especialmente el de Esculapio, que es el de la salud, requiere de la "elección de
parajes" saludables, con fuentes de agua abundante y salubre, "DONDE" los enfermos
pronto se han restablecer...
Y, veamos cómo, en el sentido de lugar y ubicación de los ESPACIOS HABITABLES,
Vitruvio sugiere, para los "lugares de dormir y de lectura", que su luz provenga de
oriente; para la estancia que aquella provenga del poniente invernal y para los
"lugares que requieran luz constante y pareja", por ejemplo donde se trabaja, que
"estos miren al septentrión".

Obsérvese que en la construcción de este discurso vitruviano, sobre lo que debe ser la
arquitectura, "la noción y el concepto de LUGAR", el UBI, juegan, indiscutiblemente un
papel preponderante. Vitruvio dedica el más consistente de sus capítulos al tema: "De
la elección de los LUGARES SANOS". En él, esa noción de LUGAR, se remite
primigeniamente a su ineludible condición de SER HABITABLE, "por sus habitantes". O
sea que, la noción de LUGAR, contiene y expresa a aquellas cualidades que lo hacen
ser "permanentemente usable y ocupable", por sus usuarios ocupantes.

Es en ese sentido que EL LUGAR deberá responder plenamente a las


demandas, exigencias y requerimientos de habitabilidad de tales sujetos, en
tanto seres humanos. Que estos, a su vez, se identifican como tales, en tanto
su ser de sujetos habitadores; es decir, que, en tanto en eso que ha de
llamarse LUGAR, se dé la condición plena de habitabilidad. Y que, en tanto LO
HUMANO Y EL LUGAR se definan como una sola entidad, entenderemos cómo
y EN DONDE ha de preverse y producirse la misma habitabilidad...

Perdón por lo machacón de esta idea.


Véase, de todas formas, cómo Vitruvio, hace tanto tiempo, nos sugiere,
candorosamente y con sencillez, que esos LUGARES deberán ser altos, templados, no
expuestos a la bruma o a la helada; Alejados de lugares pantanosos, infectos y
pestilentes. "Donde no se difundan los efluvios o los miasmas nocivos en los
"CUERPOS" de sus habitantes; "... "donde no se altere la salud de los seres ocupantes
que están expuestos a ellos"...
Bueno, después de muchos vericuetos, después de temporales, hoy, el joven
Muntañola, (... para que vean que no sólo soy vitruvista y villagraniano), sugiere, muy
oportuna y consecuentemente, en su texto "La Arquitectura como lugar", que EL
LUGAR, "es algo que acompaña al hombre"; y, remitiéndose a Hegel nos recuerda que
EL LUGAR "es siempre un lugar DE ALGO o DE ALGUIEN", es decir que, en esta noción,
el ser del lugar no sólo se ha de dar en el "lugar en sí", si no en la relación del qué o
quien lo habita; además de que, (heideggerianamente pensando), nos sugiere (ojo,
arquis y diseñadores) que la PREVISIÓN, PRODUCCIÓN O CONSTRUCCIÓN del lugar,
desde el lugar mismo es privativa del hombre, tanto como que su lengua y su cultura
son supeditadas de su "SER EN EL MUNDO".

Así, el pequeño Muntañola encaramado, en su texto, en lo gigante de la dupla Hegel y


Einstein, para conceptualizar el LUGAR nos hace pensar en la permanente unión de
ESPACIO y TIEMPO, en el sentido de la perceptibilidad humana. Nos hace reflexionar
en la "pura exterioridad" del espacio objetivo y subjetivo y en el SER del tiempo como
la "negatividad del espacio" y en la cual se construye. Para este monstruo bicéfalo y
humanista, elucubrador geométrico, "EL LUGAR ES TIEMPO EN ESPACIO. Es tiempo
emplazado, depositado, situado, delimitado, lugarizado, espaciado etc., etc. EL LUGAR
es una unión del espacio y el tiempo, en la que el espacio se concreta en un AHORA al
mismo tiempo que el tiempo se concreta en un AQUÍ. Así, EL LUGAR es SÓLO ESPACIO
en cuanto es TIEMPO y SOLO ES TIEMPO en cuanto es ESPACIO; una cosa en tanto
esta es la otra... de ese modo y en ese sentido, al CAMBIO de lugar o al MOVIMIENTO
lo veremos como el paso del espacio al tiempo y del tiempo al espacio... (Muntañola,
1974: 13 y 14)
Bueno, verán que con esta charla sólo se ha intentado hurgar un tanto cuanto en la
NOCIÓN DE LUGAR, sólo se ha meneado un poquito el asunto y ojalá que se llegue a
azuzar la DUDA respecto de lo que esto es y lo que representa en el ámbito o lugar,
ESPACIO TIEMPO donde se deberá desenvolver el mismísimo diseño arquitectónico, la
concreta producción de la espacialidad habitable. Quédese esto, una vez más, como las
necesarias "notas sueltonas" respecto del CONCEPTO DE LUGAR.

Bibliografía:
Auge Marc. Los no lugares. Madrid. Ed. Gedisa. 1996.
Abbagnano Nicola. Diccionario de filosofía. México. F. C. E. 1974.
Corominas Joan. Diccionario etimológico de la lengua castellana. Madrid. Ed. GREDOS.
2000.
Descartes René. Discurso del método. Barcelona. Ed. Planeta. 1989.
Moliner María. Diccionario del uso del español. Madrid. Ed. GREDOS. 1998.
Moro Tomás. Utopía. Barcelona. Ed. Altaya. 1993.
Muntañola T. Josep. La arquitectura como lugar. Barcelona. Ed. G. Gili. 1974.
Vitruvio Marco Lucio. Los diez libros de la arquitectura. Barcelona. Ed. Iberia. 1958.
Ciudad Universitaria. Octubre ambiguo, lunático, nublado y luminoso. Año sabático
2002.

Resumen Curricular:
Maestro en Arquitectura, Docencia e investigación. Maestro en Diseño Industrial,
Ergonomía. Profesor Titular. T. C. "C", en Licenciatura y Posgrado. Consejero
Universitario Propietario. Facultad de Arquitectura, UNAM.
Fuente Dialogando Arquitectura.

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