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Are we now living in the Anthropocene?

El término Antropoceno, propuesto y gradualmente empleado para denotar el actual intervalo del cambio
medioambiental global antropogénico, puede ser discutido en términos estratigráficos.
Uno puede ser en su consideración como una época formal en la cual, desde el comienzo de la Revolución
Industrial, la Tierra ha padecido cambios suficientes como para dejar una marca estratigráfica global distinta
de las del Holoceno o las previas fases interglaciares del Pleistoceno. Tales cambios, aunque probablemente
solo en sus primeras fases, son suficientemente distintivos y se estableció con firmeza la sugerencia de una
frontera Holoceno – Antropoceno en el pasado histórico reciente para ser geológicamente razonable.

Este límite puede ser definido ya sea a través de lugares GPSS (Global Stratigraphic Section and Point)
“golden spike”, o por medio de fechas numéricas. La adopción formal de este término en el futuro cercano
dependerá en gran medida de su utilidad, principalmente para los estudiosos de las ciencias de la tierra que
trabajan en las sucesiones del Holoceno tardío. Esta información, desde la perspectiva de largo alcance, será
próxima al establecimiento de un límite estratigráfico distintivo.

Paul Crutzen ha sugerido que hemos dejado el Holoceno para entrar en el Antropoceno, debido a los efectos
en el ambiente global causados por la población humana en expansión y por el desarrollo económico que
reproduce y arrastra dicha población.

El término ha entrado informalmente en la literatura geológica para hacer referencia al ambiente global
contemporáneo dominado por la actividad humana. Miembros de la Stratigraphy Commission of the
Geological Society of London ampifican y ofrecen un análisis de la discusión de los efectos aludidos por
Crutzen, utilizando los mismos criterios para establecer nuevas épocas para preguntarse si realmente existe
justificación o necesidad para un nuevo término, y de ser así, dónde y cómo debería ser situado ese límite.

HOLOCENO
Es la última de varias fases interglaciares del Cuaternario, la única a la que se le concede el estatuto de
época, y la única en todo el Fanerozoico cuya base es definida en términos de años desde el presente,
tomando como 10,000 años de radiocarbono antes de 1950.
Las bases de los otros periodos, épocas y edades desde el Cámbrico, son dadas por los “golden spikes”, en
los cuales una sección adecuada es elegida como una sección global de estratotipo (Global Stratotype
Section), el “golden spike” será colocado en un punto acordado dentro de la sección, dando lugar a un punto y
sección estratigráfica global (GSSP).

Para dar la definición de la base del Holoceno en línea con todos los otros límites del Fanerozoico, existen
intenciones de crear un GSSP para la base del Holoceno en un núcleo de hielo, específicamente en el North
Greenland Ice Core Project (NGICP), al comienzo de un intervalo en el que los valores de deuterio aumenten,
un evento seguido por una disminución de los niveles de polvo y un incremento en el espesor de la capa de
hielo. Este nivel se encuentra muy cerca del comienzo de los cambios que definieron las condiciones
interglaciares, pero es unos 1700 años más viejo que la actual definición de la base del Holoceno. Podríamos
preguntarnos si el hielo es un material permanente y adecuado, pero en esta instancia es importante que el
GSSP sea un horizonte tangible dentro de una secuencia estratigráfica, un plano de tiempo que marque un
evento geológico pasado, distintivo y correlacionado, en vez de una edad numérica arbitraria o abstracta. Esta
lógica no tiene por qué seguir una definición putativa del comienzo del Antropoceno.

El Holoceno temprano fue un tiempo de pronunciados incrementos en la temperatura global y en el nivel del
mar. Esta plataforma climática representa el intervalo más largo de estabilidad de clima y nivel del mar en los
últimos 400,000 años, factor de suma significación para el desarrollo de la civilización humana.
Antes de la Revolución Industrial la población mundial se calculó en 300 millones de habitantes para el año
1000 d.C., 500 millones para 1500 d.C., y 790 millones para 1750 d.C. La explotación de energía estaba
limitada a combustibles como la leña y la potencia muscular. Evidencia registrada en el estrato del Holoceno
indica niveles de incremento de la influencia humana, aunque rastros y utensilios de esta son raros de
encontrar. Señales estratigráficas de la parte media de la época en áreas ocupadas por humanos son
predominantemente bióticas.

La contaminación atmosférica se ha registrado en las capas polares desde el periodo Grecorromano en


adelante, y se ha argumentado que del principio a la mitad del Holoceno se ha incrementado el dióxido de
carbono atmosférico de ~260–280 ppm, un factor en la calentamiento climático de este intervalo, ocasionado
por la deforestación de bosques.

La actividad humana puede caracterizar el estrato del Holoceno, pero no crea uno nuevo. Desde el inicio de la
Revolución Industrial al presente, la población ha crecido de menos de un billón a los actuales 6.5 billones,
que siguen aumentando. La explotación de combustibles como el carbón, el petróleo y el gas ha habilitado la
industrialización a escala global.

Cambios en la sedimentación física


Los humanos hemos causado incrementos dramáticos en la erosión y denudación de los continentes, a través
de la agricultura, la construcción, e indirectamente por el embalse de los principales ríos. Esto equivale a
señales litoestratigráficas distintas, particularmente cuando son consideradas junto con los artefactos
humanos preservados asociados con la industrialización acelerada.

Perturbaciónes en los ciclos de carbono y de temperatura.


Los niveles de dióxido de carbono son tres veces más altos que en la etapa preindustrial, estos cambios han
sido considerablemente más rápidos que aquellos asociados con las transiciones interglaciares.
La temperatura global se ha rezagado detrás de este incremento de gases de efecto invernadero, tal vez
como resultado de los aerosoles de sulfato obtenidos industrialmente. La tasa de incremento se aceleró en las
últimas dos décadas, y existe el consenso científico de que ha sido a causa de las emisiones antropogénicas
de carbono. Se ha predicho que la temperatura puede subir de 1.1 ºC a 6.4 ºC para el final de siglo, fenómeno
no visto desde el Terciario. Hace 180 millones de años, en el Toarcian, y 56 millones de años en el
Paleoceno-Eoceno, donde el incremento promedio de 5 ºC en la temperatura, se cree, fue producto de las
emisiones naturales de carbono a la atmósfera.

Biotic Changes
Los humanos hemos causado extinciones de especies de plantas y animales, posiblemente ya desde el
Pleistoceno tardío, con la desaparición de la mayoría de la megafauna terrestre. Las extinciones aceleradas y
el declive de la población de biotas en la tierra, se han extendido a los mares poco profundos y al océano.
El aumento de temperatura proyectado sin duda traerá cambios más allá de la tolerancia medioambiental de
algunas taxas.
La combinación de extinciones, las migraciones globales de especies y la sustitución generalizada de
especies vegetales por la agricultura de monocultivo, está produciendo una señal bioestratigráfica distintiva.

Sea changes
Desde mediados de la etapa preindustrial hacia el Holoceno tardío, la estabilidad en el nivel del mar ha
seguido en 120 m sobre el nivel del Pleistoceno tardío.
Leves incrementos en el nivel del mar se han notado en el último siglo, adscritos al derretimiento de hielo y a
la expansión térmica de los océanos.
El ritmo de crecimiento en el futuro cercano de los niveles oceánicos dependerá del rango de factores que
propician la producción de nieve y derretimiento de hielo.
La superficie oceánica es más ácida en 0.1 unidades de pH que en el tiempo preindustrial, debido a la
expulsión de carbono de los humanos.
Los efectos proyectados serán físicos (neutralización del exceso de acido a través de la disolución del
sedimento de carbono del suelo oceánico) y biológicos (impidiendo a los organismos secretores de carbono la
formación de esqueletos), con potencialidad de efectos severos tanto en configuraciones bentónicas y
planctónicas.

Comparación con las fases interglaciares previas


La sensibilidad del clima a los gases de efecto invernadero y la escala de cambio biótico moderno, sugieren
que hemos entrado a un intervalo estratigráfico sin precedente.
Los paralelos cercanos parecen ser los primeros episodios de niveles altos de CO2 en la atmósfera y el
calentamiento global en el Toarcian, pero los volúmenes de hielo eran menores entonces y el derretimiento
sólo causó incrementos mínimos en el nivel del mar.
El Plioceno medio, hace unos 3 millones de años, pudiera ser más análogo; los niveles atmosféricos de CO2
pudieron haber alcanzado niveles de 380ppm y las capas de hielo polares eran algo más pequeñas que en el
presente, con mayor nivel oceánico global, entre 10 y 20 metros.
El presente intervalo podría considerarse dentro del “super-interglacial” planteado por Broecker (1987) con la
tierra volviendo a niveles climáticos y oceánicos vistos por última vez en las fases más cálidas del Mioceno o
el Plioceno, alcanzados principalmente por la recomposición geológicamente abrupta del sistema oceánico-
atmosférico.

Stratigraphic criteria
La escala de tiempo geológica está basada en el reconocimiento de eventos distintivos dentro del estrato. El
tiempo puede ser dividido en fases específicas y reconocibles en la historia medioambiental de la tierra
(respecto a biota, clima y nivel del mar). Geológicamente, las unidades de rango equivalente no tienen que
ser necesariamente del mismo periodo, particularmente en su proximidad al presente.
Así, el Cuaternario, si su principio es fijado hace 1.8 millones de años o 2.6 millones de años es por orden de
magnitud el periodo más corto, mientras que el Holoceno, un poco debajo de los 12 000 años calendáricos,
es, por al menos dos órdenes de magnitud la época más corta.
Se considera contemplar al Antropoceno en el nivel de época. Existe fuerte evidencia de que ya no estamos
viviendo en el Holoceno, aunque es muy temprano para establecer si el Cuaternario ha llegado a su fin o no.

Golden Spike’s o Años?


Para que una época sea formalmente establecida, cualquier GSSP necesita se seleccionado, o una fecha
aceptada, las cuales son ratificadas por la International Commission
on Stratigraphy (ICS).
Porque debería ser posible seleccionar una unidad estratigráfica cuya edad sea conocida en años, el
Antropoceno puede ser definido simultáneamente por ambos criterios. En teoría, un punto en una sección, o
una fecha, que coincida con el final del Holoceno pre industrial podría ser seleccionada. Sin embargo,
teniendo a la India y China desarrollando su propia revolución industrial, la selección de un horizonte
marcando el final de la historia occidental pre industrial puede ser inapropiada.
En el caso del Antropoceno, no es claro que, para los propósitos prácticos actuales, un GSSP sea
inmediatamente necesario. En el nivel de resolución procurado, y en esta distancia temporal, podría ser
simplemente por la selección de una edad numérica; ésta podría ser una medida práctica igualmente efectiva.
Esto podría permitir una correlación simple de los registros estratigráficos e históricos y dar una utilidad
consistente y significante a este término aún informal.

Conclusión.
Existe evidencia suficiente de un cambio estratigráficamente significativo para el reconocimiento del
Antropoceno como una nueva época geológica para ser considerada para su formalización en la discusión
científica internacional. La base del Antropoceno puede ser definida por un GSSP en sedimentos o núcleos de
hielo, o simplemente por una fecha numérica.

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